Reflexión del Dia: 23 de Agosto



Maneja los sentimientos de culpa. Deshazte de los sentimientos de culpa gratuitos. Deshazte de todo sentimiento de culpa. La culpa no ayuda nada. Dios nos perdonará de todo lo que hemos hecho. Además, apuesto a que Él sabe que no hemos hecho tantas cosas mal como nosotros pensamos.
Una vez que comenzamos a manejar la ira, posiblemente nos demos cuenta de que nos sentimos enojados la mayor parte del tiempo. Esto es común. Somos como niños con juguete nuevo. Luego nos calmaremos. Seamos pacientes. No vamos a manejarla a la perfección. Nadie lo hace. Cometeremos errores, pero también aprenderemos de ellos. La razón por la cual se nos dice que no busquemos venganza es porque desquitarse es una respuesta común a la ira. Si hemos hecho o hacemos cosas inadecuadas, manejemos nuestros bien ganados sentimientos de culpa y sigamos desde ahí hacia adelante. Luchemos por progresar.
Necesitamos ser gentiles con nosotros mismos si hemos estado reprimiendo montones de sentimientos de ira. Las cosas llevan su tiempo. Podemos necesitar estar así de enojados en este momento. Cuando ya no necesitemos estar enojados, dejaremos de estarlo si así lo deseamos. Si pensamos que podemos estar varados en la ira, busquemos ayuda profesional.

(Melody Beattie de su Libro Ya No Seas Codependiente).
desapego de chopra1

Meditación 23 de Agosto … El cuidado de uno mismo



¿Cuándo nos volveremos dignos de ser amados? ¿Cuándo nos sentiremos seguros? ¿Cuándo tendremos toda la protección, los mimos y el amor que tanto merecemos?. Lo tendremos cuando empecemos a dárnoslo a nosotros mismos. (Más Allá de la Codependencia).
La idea de darnos a nosotros mismos lo que queremos y necesitamos puede causar confusión, especialmente si hemos pasado muchos años no sabiendo que está bien que nos cuidemos a nosotros mismos. Quitar nuestra energía y nuestra concentración de los demás y de sus responsabilidades y poner esa energía sobre nosotros y nuestras responsabilidades es una conducta de recuperación que se puede adquirir. La aprendemos a través de la práctica cotidiana.
Empezamos por relajarnos, respirar profundamente y dejar ir los miedos lo suficiente para sentirnos lo más en paz que podamos. Luego, nos preguntamos a nosotros mismos: ¿qué necesito hacer para cuidar de mí mismo hoy, o en este momento?
¿Qué necesito y qué quiero hacer?
¿Qué demostraría amor y autorresponsabilidad?
¿Estoy atrapado en la creencia de que los otros son responsables de hacerme feliz, de que son responsables de mí?
Entonces, lo primero que debo hacer es corregir mi sistema de creencias. Yo soy responsable de mí mismo.
¿Me siento ansioso y preocupado por una responsabilidad que he estado descuidando? Entonces, tal vez necesito dejar ir mis miedos y atender esa responsabilidad.

¿Me siento abrumado, fuera de control? Quizás necesite volver al primero de los Doce Pasos.
¿He estado trabajando demasiado? Tal vez lo que necesite hacer sea darme un descanso y hacer algo divertido.
¿He estado descuidando mi trabajo o mis tareas cotidianas? Entonces, tal vez lo que necesite hacer es volver a mi rutina.
No hay una receta, una fórmula, una guía para el cuidado de uno mismo. Cada uno de nosotros tiene una guía, y esa guía está en nuestro interior. Necesitamos hacernos la pregunta: ¿Qué necesito hacer para cuidar amorosa, responsablemente de mí mismo? Luego, necesitamos escuchar la respuesta. Cuidar de uno mismo no es tan difícil. La parte más desafiante está en confiar en la respuesta, y en tener el valor de actuar conforme a ella una vez que la hemos escuchado.
«Hoy me concentraré en cuidar de mí mismo. Confiaré en mí mismo y en mi Poder Superior para guiarme en este proceso».

(Melody Beattie de su Libro El Lenguaje del Adiós).