Meditación 12 de Julio… Auto-Divulgación

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea la necesidad del codependiente de ir presentándose como es ante las personas de su entorno familiar, laboral. Esto permite tumbar barreras de antes le impedían ser el mismo.

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Medita sobre esto:

Aprender a revelar gentilmente quiénes somos es cómo nos abrimos al amor y la intimidad en nuestras relaciones.
Muchos de nosotros nos hemos escondido bajo una capa protectora, una carcasa que impide que otros nos vean o lastimen. No queremos ser tan vulnerables. No queremos exponer nuestros pensamientos, sentimientos, miedos, debilidades, y algunas veces nuestras fortalezas, a otros.
No queremos que otros vean quiénes somos en realidad.
Puede que tengamos miedo de que nos juzguen, se vayan o no nos quieran. Es posible que no estemos seguros de quiénes somos o cómo debemos revelarnos a los demás.
Ser vulnerable puede ser aterrador, especialmente si hemos vivido con personas que abusaron, maltrataron, manipularon o no nos apreciaron.
Poco a poco, aprendemos a correr el riesgo de revelarnos a nosotros mismos. Divulgamos a la persona real dentro de otros. Escogemos personas seguras, y comenzamos a revelar fragmentos sobre nosotros mismos.
A veces, por miedo, podemos negarnos, pensando que eso ayudará a la relación o ayudará a otros a querernos más. Esa es una ilusión. Retener quiénes somos no nos ayuda a nosotros, a la otra persona ni a la relación. La retención es un comportamiento que fracasa. Para que exista verdadera intimidad y cercanía, para que nos amemos a nosotros mismos y nos contemos con una relación, debemos revelar quiénes somos.
Eso no significa que les contamos todo a todos a la vez. Eso también puede ser un comportamiento autodestructivo. Podemos aprender a confiar en nosotros mismos, sobre a quién contar, cuándo contar, dónde contar y cuánto decir.
Confiar en que las personas nos amarán y querrán si somos exactamente lo que somos es aterrador.Pero es la única forma en que podemos lograr lo que queremos en las relaciones. Dejar de lado nuestra necesidad de controlar a los demás, sus opiniones, sus sentimientos sobre nosotros o el curso de la relación, es la clave.
Suavemente, como una flor, podemos aprender a abrirnos. Como una flor, haremos eso cuando el sol brilla y hay calor.

Hoy, comenzaré a correr el riesgo de revelar quién soy a alguien con quien me siento seguro. Dejaré ir algunos de mis dispositivos de protección y me arriesgaré a ser vulnerable, aunque me hayan enseñado de otra manera, aunque me haya enseñado a mí mismo de manera diferente. Revelaré quién soy de una manera que refleje la autorresponsabilidad, el amor propio, la franqueza y la franqueza. Dios, ayúdame a dejar de lado mi miedo a revelar quién soy para las personas. Ayúdame a aceptar quién soy y ayúdame a dejar de lado mi necesidad de ser quien la gente quiere que sea.

Reflexión: Aceptar la vulnerabilidad implica reconocer que se tiene heridas y asuntos pendientes, que ciertas experiencias generan dolor y sufrimiento, pero que se aceptan como parte de uno mismo. Y, sobre todo, implica que se es sincero y que se apuesta por una conexión verdadera con los demás. (Psic. Gema Sánchez Cuevas). Si deseas leer mas haz clic aquí

¿Estás dispuesto a mostrarte tal cual eres ante los demás? Comenta acá.

Meditación 10 de Julio … Termina relaciones


Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós reitera que el codependiente puede distanciarse de aquellas personas que desequilibran su serenidad, es decir, soltar aquellas relaciones que le son tóxicas.

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Medita sobre esto:

Se necesita valor y honestidad para terminar una relación, con amigos, con el ser amado, o una relación de trabajo.
A veces, parecería más fácil dejar que la relación se muera por falta de atención que arriesgarse a darla por terminada. A veces, parecería mas fácil dejar que la otra persona asuma la responsabilidad de terminar con la relación.
Podemos sentirnos tentado a tomar una actitud pasiva. En vez de decir como nos sentimos, lo que queremos o no queremos, lo que tenemos la intención de hacer, podemos empezar a sabotear la relación.
Estas son formas de terminar una relación, pero no son las más limpias ni las mas fáciles.
Mientras caminamos por este sendero del cuidado de uno mismo, aprendemos que cuando es tiempo de terminar una relación, la manera más fácil es hacerlo con honestidad y siendo directos. No estamos siendo amorosos, gentiles ni amables al evitar la verdad, si sabemos la verdad.
No estamos cuidando los sentimientos de la otra persona al sabotear la relación en vez de aceptar el fin o el cambio de la misma, y de hacer algo al respecto. Estamos prolongando e incrementando el dolor y la incomodidad, para la otra persona y para nosotros mismos.
Si no sabemos, si estamos indecisos, es más amoroso y honesto decirlo.
Si sabemos que es tiempo de terminar una relación, digámoslo.
Los finales nunca son fáciles, pero los finales no se hacen más fáciles con el sabotaje, con ser indirectos y con mentir acerca de lo que queremos y necesitamos hacer.
Di lo que necesites decir, con honestidad y con amor, cuando sea el momento. Si estamos confiando en nosotros mismos y escuchándonos, sabremos qué decir y cuándo decirlo.

«Hoy recordaré que la honestidad y el ser directo incrementará mi autoestima. Dios mío, ayúdame a dejar ir mi miedo de adueñarme del poder que tengo para cuidar de mí mismo en todas mis relaciones».

Mi Reflexión: Lo mejor es asumir las decisiones que se han tomado a lo largo de la relación. Este primer paso se basa en analizar el camino que se ha seguido hasta el momento, de la forma más objetiva posible. (Alpha).

¿Estás siendo honesto al terminar tus vínculos afectivos? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 8 de Julio


Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente plantea la necesidad que el codependiente se maneje en un escenario asertivo en su comunicación con los demás.

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Reflexiona sobre esto:

La comunicación no es mística. Las palabras que decimos reflejan quiénes somos: qué pensamos, juzgamos, sentimos, valoramos, honramos, amamos, odiamos, tememos, deseamos, esperamos, creemos y con qué nos comprometemos. Sí pensamos que somos inadecuados para la vida nuestra comunicación lo reflejará: juzgaremos que otros tienen todas las respuestas; nos sentiremos enojados, lastimados, atemorizados, culpables, necesitados y controlados por los demás. Desearemos controlar a los demás, valoraremos complacer a los demás a cualquier costo, y temeremos la desaprobación y el abandono.
Esperaremos todo pero creeremos que no nos merecemos y no obtendremos nada a menos que forcemos las cosas para que sucedan, y permanezcamos en el empeño de ser responsables por los sentimientos y la conducta de otras personas. Estamos congestionados con sentimientos y pensamientos negativos. No es de extrañar que tengamos problemas de comunicación.
Hablar clara y directamente no es difícil. De hecho, es fácil. Y divertido. Empecemos por saber que está bien ser como somos. Nuestros sentimientos y pensamientos están bien. Nuestras opiniones cuentan. Está bien hablar acerca de nuestros problemas. Y está bien decir que no.
Podemos decir que no cada vez que así lo sintamos. Es fácil. Dilo ahora mismo. Diez veces. ¿Viste qué facil fue? Por cierto, los demás también pueden decir que no. Se hace más fácil si tenemos iguales derechos. Cada vez que nuestra respuesta sea no, empecemos a responder con la palabra no en vez de decir, “no lo creo”, o “tal vez”, o cualquiera otra frase vacilante.
Digamos lo que queremos, y queramos decir lo que decimos. Si no sabemos qué queremos decir, quedémonos callados y pensemos sobre ello. Si nuestra respuesta es, “no lo sé”, digamos “no lo sé”. Aprendamos a ser concisos. Dejemos de andarle dando vueltas a la gente. Lleguemos al punto y cuando lo hayamos hecho, detengámonos.
Hablemos acerca de nuestros problemas. No le somos desleales a nadie al revelar quiénes somos y sobre qué tipo de problemas estamos trabajando. Lo único que sí hacemos es fingir al no ser quiénes somos.
Compartamos secretos con amigos de confianza que no los usarán en contra nuestra ni nos ayudarán a sentirnos avergonzados. Podemos tomar decisiones apropiadas acerca de con quién hablar, qué tanto decirle y cuál es el mejor momento para hablar.

Reflexión: La asertividad es un comportamiento que se puede aprender y mejorar. Se trata de una forma «consciente de comunicar tus sentimientos sin dejarte llevar por las emociones», y se sustenta sobre la autoestima y confianza en ti mismo. (Psic. Pau Formes Navarro).

¿Eres una persona que habla directamente a los demás? ¿Lo haces de forma asertiva? Comenta tu experiencia aquí.

Reflexión del Dia: 1 de Julio

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reafirma que el codependiente debe creerse merecedor de ser feliz, de vivir en armonía saludable con sus relaciones, a respetar las decisiones de los demás sin intentar controlar a nadie.

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Reflexiona sobre esto:

Hay ocasiones en que podemos necesitar discutir nuestros sentimientos y pensamientos con otras personas. No es sano vivir nuestra vida en aislamiento. Compartir nuestra parte emocional con otros produce acercamiento e intimidad. Y también el ser aceptados como somos por alguien nos ayuda a aceptarnos a nosotros mismos. Esta es siempre una experiencia maravillosa. A veces, podemos querer discutir las cosas con un amigo que simplemente nos escuche, mientras ventilamos nuestros asuntos y tratamos de averiguar que está sucediendo. Las cosas que nos guardamos dentro pueden crecer demasiado y volverse demasiado poderosas. Lanzarlas al aire hace que se reduzcan. Ganamos en perspectiva. También es divertido compartir los sentimientos placenteros: las alegrías, los éxitos, los “tiempos color de rosa”. Y si queremos tener una relación de intimidad con alguien, necesitamos discutir nuestros sentimientos persistentes con ella o con él. A esto se le llama honestidad emocional.

Precaución: los sentimientos de intensa felicidad pueden ser tan perturbadores y atemorizantes como los sentimientos de intensa tristeza, especialmente para los codependientes que no están acostumbrados a los sentimientos de felicidad. Muchos codependientes creen que a los sentimientos de felicidad siempre deben de seguir los de tristeza, porque esa es la manera como han sucedido en general las cosas en el pasado. Algunos codependientes creen que no podemos, no debemos y no merecemos sentirnos felices. A veces hacemos cosas para provocar sentimientos de tristeza después de experimentar sentimientos de felicidad, o cada vez que existe una posibilidad de que exista un sentimiento de alegría. Está bien sentirse feliz. Está bien sentirse triste. Dejemos que la energía emocional nos atraviese, y luchemos por obtener la paz y el equilibrio.

Reflexión: Cuando una persona cree que no merece la felicidad se aísla y adopta conductas de autocastigo para sanar sus errores. No hace nada porque cree que no vale para nada y deja de considerarse persona. (Psic. Cristina Roda Rivera).

¿Crees que mereces ser feliz? ¿Cómo lidias con la tristeza posterior a momentos felices? Comparte aquí.

Meditación 16 de Junio… Hacer frente a las familias


Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós reitera que la persona codependiente está en pleno derecho de asumir una vida lejos de su familia para alcanzar la serenidad y paz.

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Medita sobre esto:

Hay muchos caminos para cuidarse a sí mismo con las familias. Algunas personas optan por cortar las conexiones con los miembros de la familia durante un período de tiempo. Algunas personas optan por mantenerse en contacto con los miembros de la familia y aprender diferentes comportamientos. Algunos se desconectan por un tiempo, luego regresan lentamente en una base diferente.
No hay una forma perfecta o única para tratar con los miembros de nuestra familia en recuperación. Depende de cada uno de nosotros elegir un camino que se adapte a nosotros y nuestras necesidades en cada momento.
La idea que es nueva para nosotros en la recuperación es que podemos elegir. Podemos establecer los límites que debemos establecer con los miembros de la familia. Podemos elegir un camino que funcione para nosotros, sin culpa ni obligación ni influencia indebida de ninguna fuente, incluidos los profesionales de la recuperación. Nuestro objetivo es separarnos en el amor con los miembros de la familia. Nuestro objetivo es ser capaces de cuidar de nosotros mismos, amarnos a nosotros mismos y vivir vidas saludables a pesar de lo que hacen o dejan de hacer los miembros de la familia. Decidimos qué límites o decisiones son necesarias para hacer esto.
Está bien decir no a nuestras familias cuando eso es lo que queremos. Está bien decir sí a nuestras familias si eso se siente bien. Está bien llamar a tiempo de espera y está bien volver como una persona diferente.

«Dios, ayúdame a elegir el camino correcto para mí con la familia. Ayúdame a entender que no existe el bien o el mal en este proceso. Ayúdame a luchar por el perdón y aprender a separarme con amor, siempre que sea posible. Entiendo que esto nunca implica que tenga que renunciar al cuidado personal y la salud por el bien del sistema».

Mi Reflexión: Las relaciones del codependiente con su familia están rotas desde la infancia. El núcleo familiar desconoce este padecimiento aun cuando parte de sus miembros pueden estar afectados de algún grado de dependencia. Los vínculos rotos imposibilitan una comunicación fluida, saludable y esperanzadora. (Alpha).

¿Perteneces a una familia disfuncional? ¿Cómo son tus relaciones familiares? Comparte acá.

Reflexión del Dia: 15 de Junio


Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reitera que al iniciar cambios en nuestra vida estamos aprendiendo a cuidar de nosotros mismos. He aquí la más importante y responsable decisión.

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Reflexiona sobre esto:

Nuestras necesidades son distintas y varían de un momento a otro y de un día para otro. ¿Estamos sintiendo la loca ansiedad que acompaña a la codependencia? Quizá necesitemos acudir a una reunión de Al-Anón. ¿Son nuestros pensamientos negativos y desesperantes? Tal vez necesitemos leer un libro de meditación o uno que nos inspire. ¿Estamos preocupados por un problema físico? Quizá necesitemos ir al doctor. ¿Se están portando muy mal los niños? Tal vez necesitemos idear un plan familiar de disciplina.
¿La gente está pisando nuestros derechos? Fijemos algunos límites. ¿Tenemos el estómago hecho nudo a causa de las emociones? Manejemos nuestros sentimientos. Tal vez necesitemos desapegarnos, desaceleramos, enmendar, intervenir, iniciar una relación, o pedir el divorcio. De nosotros depende. ¿Qué pensamos que debemos hacer?
Además de darnos lo que necesitarnos, empezamos a decirle a la gente lo que necesitamos y queremos de ellos porque esto forma parte de cuidarnos y de ser seres humanos responsables.

Reflexión: Asumir responsablemente nuestra vida no es nada fácil, máxime si hemos pasado una buena parte de esta sin prestarnos atención, dejando a otros opinar y decidir por nosotros. Cuando conscientemente decidimos cambiar de creencia, asumimos una actitud saludable. Si deseas informarte sobre autoestima mira este video

¿Estás comprometido con valorarte a ti mismo? ¿Qué sientes al respecto? Comparte aquí.

Meditacion 14 de Junio… Se quien eres

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós ratifica que durante la recuperación el codependiente está cambiando sus comportamientos autodestructivos hasta lograr actuar con una autoestima robustecida que le da confianza en sí mismo.

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Medita sobre esto:

En recuperación, estamos aprendiendo un nuevo comportamiento. Se llama Sé quién eres. Para algunos de nosotros, esto puede ser aterrador. ¿Qué pasaría si sentimos lo que sentimos, dijimos lo que queríamos, nos volvimos firmes sobre nuestras creencias y valoramos lo que necesitábamos? ¿Qué pasaría si dejamos ir nuestro camuflaje de adaptación? ¿Qué pasaría si tuviéramos nuestro poder para ser nosotros mismos?
¿La gente todavía nos quiere? ¿Se irían? ¿Se enojarían?
Llega un momento en que estamos dispuestos y listos para correr ese riesgo. Para seguir creciendo y vivir con nosotros mismos, nos damos cuenta de que debemos liberarnos. Llegó el momento de dejar de permitirnos ser controlados por los demás y sus expectativas y ser fieles a nosotros mismos, independientemente de la reacción de los demás.
En poco tiempo, comenzamos a entender. Algunas personas pueden irse, pero la relación habría terminado de todos modos. Algunas personas se quedan y aman y nos respetan más por arriesgarse a ser quienes somos. Comenzamos a lograr la intimidad y las relaciones que funcionan.
Descubrimos que quienes somos siempre ha sido lo suficientemente bueno. Es lo que se pretendía que fuéramos.

«Hoy, seré dueño de mi poder para ser yo mismo».

Reflexión: Ser uno mismo para por conocerse, entenderse, creer en uno y expresar sus emociones. Si no dejas salir tus sentimientos, hay una parte de ti que no es verdadera. Esa actitud te conduce a un mundo de falsedad en la que no comunicas lo que realmente eres y no puedes tender puentes de conexión con otras personas. Pero además hay una parte de ti que no estás liberando y que, al contrario, necesita ver la luz para acercarte a una paz mucho más natural. (Arantxa Isidoro).

¿Eres una persona que asumes cambios en tu vida? ¿Estás en recuperación? Comparte aquí.

Reflexión del Dia: 14 de Mayo


Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente ratifica que la Terapia en Doce Pasos de CoDA es una estrategia eficaz para sanar de la codependencia.

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Reflexiona sobre esto:

Hablar abierta y honestamente con otra persona acerca de nosotros mismos, es una actitud que refleja autoresponsabilidad, es de crítica importancia para la recuperación.
Es importante admitir ante los demás y ante nosotros mismos lo que hemos hecho mal. Verbalizar nuestras creencias y nuestras conductas. Exponer abiertamente nuestros resentimientos y miedos.
Así es como liberamos nuestro dolor. Así es como liberamos viejas creencias y sentimientos. Así es como nos liberamos. Cuanto más claros y específicos podamos ser con nuestro Poder Superior, con nosotros mismos y con otra persona, más pronto experimentaremos esa libertad.
El paso cinco es una parte importante del proceso de recuperación. Para aquellos de nosotros que hemos aprendido a guardar secretos acerca de nosotros mismos, éste no es sólo un paso, es un salto hacia la salud.

Mi Reflexión: Para lograr la recuperación hay una herramienta eficaz que es la «Terapia en Doce Pasos de CoDA», un sendero espiritual que se transito acompañado y apoyado por personas codependientes en recuperación. No es fácil ni de un día para el otro. Se necesita asumir un compromiso serio y continuo hasta lograr los cambios de creencias, carácter para sanar la codependencia. (Alpha).

¿Asistes a Terapia Doce Pasos de CoDA? Comenta tu experiencia.

Meditación 14 de Mayo… Disculpas

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós reafirma la importancia de asumir las consecuencias de nuestros actos, reparando errores que cometemos.

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Medita sobre esto:

A veces, actuamos de una manera que no nos sentimos cómodos. Eso es humano. Es por eso que tenemos las palabras: «Lo siento». Sanan y acortan la brecha. Pero no tenemos que decir «lo siento» si no hicimos nada malo. Una sensación de vergüenza puede mantenernos disculpándonos por todo lo que hacemos, cada palabra que decimos, por estar vivos y ser lo que somos.

No tenemos que disculparnos por cuidarnos a nosotros mismos, lidiar con los sentimientos, establecer límites, divertirnos o recuperar la salud.
Nunca tenemos que cambiar nuestro rumbo, si es en nuestro mejor interés, pero a veces una disculpa general reconoce otros sentimientos y puede ser útil cuando los problemas de una circunstancia o relación no son claros. Podríamos decir: «Lo siento por el alboroto que tuvimos. Lo siento si lo que necesitaba hacer para cuidarme te lastimaba; no fue pensado de esa manera».
Una vez que hacemos una disculpa, no tenemos que seguir repitiendo. Si alguien quiere continuar librándonos de una disculpa por el mismo incidente, ese es el problema de la persona, y no tenemos que engancharnos.
Podemos aprender a tomar nuestras disculpas en serio y no repartirlas cuando no son válidas. Cuando nos sentimos bien con nosotros mismos, sabemos cuándo es el momento de decir que lo sentimos y cuándo no.

«Hoy intentaré ser claro y saludable en mis disculpas, tomando responsabilidad por mis acciones y las de nadie más. Dios, ayúdame a descubrir por qué necesito disculparme y qué no es mi responsabilidad».

Mi Reflexión: Cuánto nos cuesta pedir excusas o disculpas. Es un momento que solemos evitar. Esta justificado hacerlo siempre y cuando hayamos cometido alguna error y merezca ser reparado. No tenemos porque disculparnos por las conductas saludables que estamos asumiendo, como es el cuidarnos de nosotros mismos. (Alpha).

¿Estás dispuesto a reparar algún error cometido? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 30 de Abril

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente ratifica la importancia para todo ser humano de vivir en armonía con su entorno familiar y profesional. Al codependiente, si bien se le dificulta establecer vínculos sanos, esta llamado a intentarlo y esforzarse en mantener el equilibrio con quienes le rodean.

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Reflexiona sobre esto:

Muchos de nosotros nos sentimos más seguros estando solos o involucrados en relaciones en las que “no estemos involucrados emocionalmente”, que cuando tenemos relaciones que nos hacen emocionalmente vulnerables, que nos hacen tener cercanía y ser amorosos. Yo lo entiendo. A pesar de la serie de necesidades y deseos que quedan insatisfechos cuando no amamos, podemos sentirnos más seguros al no amar. No arriesgamos la incertidumbre y la vulnerabilidad que la cercanía brinda. No nos arriesgarnos al dolor que nos causa el amar, y a muchos de nosotros el amar nos ha provocado enorme cantidad de dolor. No nos arriesgamos a quedar atrapados en relaciones que no funcionan. No nos arriesgamos a tener que ser quienes somos, lo cual incluye ser emocionalmente honestos y los posibles rechazos a ello. No nos arriesgamos a que la gente nos abandone; no nos arriesgamos. Y no tenemos que pasar por la difícil situación de iniciar relaciones. Cuando no nos acercamos a la gente, por lo menos sabemos qué esperar: nada. Negar nuestros sentimientos de amor nos protege de la ansiedad que nos causa el amar. El amor y la cercanía a menudo conllevan una sensación de pérdida de control. El amor y la cercanía retan a nuestros miedos más profundos acerca de quiénes somos y de si está bien que seamos nosotros mismos, y acerca de quiénes son los demás y si eso está bien. El amor y la cercanía —involucrarse con la gente— son los mayores riesgos que un hombre o una mujer pueden tomar. Se requiere honestidad, espontaneidad, vulnerabilidad, confianza, responsabilidad, autoaceptación y aceptación de los demás. El amor brinda gozo y calidez, pero también exige de nosotros que estemos dispuestos a sentirnos ocasionalmente heridos y rechazados.
Muchos hemos aprendido a huir de la cercanía, en vez de tomar los riesgos que esta implica. Huimos del amor u obstaculizamos la cercanía de muchas maneras. Alejamos a las personas o hacemos cosas que las lastimen para que no quieran estar cerca de nosotros. En nuestra mente hacemos cosas ridículas para convencernos de que no queremos la cercanía. Encontramos fallas en todas las personas que acabamos de conocer; rechazamos a la gente antes de que esta tenga oportunidad de rechazarnos. Usarnos máscaras y fingimos ser algo distinto a lo que somos. Desperdigamos nuestras energías y nuestras emociones en tantas relaciones que así no nos acercamos demasiado a alguien ni nos volvemos vulnerables para esa persona; a esta técnica alguien le llama “echarle agua a la leche”. Nos conformamos con relaciones artificiales, en las cuales no se espera de nosotros ni se nos pide cercanía. Actuamos papeles en vez de ser una persona real.
Nos alejamos emocionalmente en las relaciones que tenemos. En ocasiones, impedimos la cercanía sencillamente al rehusarnos a ser honestos y abiertos. Algunos nos sentamos, paralizados por el miedo, incapaces de iniciar relaciones o de disfrutar de la cercanía en las relaciones que ya tenemos. Algunos huimos; nos retiramos físicamente de cualquier situación en la cual puedan estar presentes el amor, la vulnerabilidad emocional y el riesgo. Como dice una amiga, “todos tenemos en el closet un par de zapatos para correr”.
Huimos de la cercanía por muchas razones. Algunos especialmente los que crecimos dentro de situaciones de alcoholismo en la familia, no podremos haber aprendido nunca cómo iniciar relaciones y cómo tener cercanía una vez que la relación comienza. En nuestras familias la cercanía no se consideraba segura, ni se enseñaba ni se permitía. Para mucha gente, cuidar de los demás y usar sustancias químicas, se volvieron sustitutos de la intimidad.
Algunos nos permitimos tener cercanía con alguien una vez o dos, y luego fuimos lastimados. Podemos haber decidido (en algún nivel) que era mejor y más seguro no tener cercanía, no arriesgarnos a ser heridos de nuevo.
Algunos aprendimos a huir de relaciones que no nos convienen. Pero para algunos de nosotros, el huir de la cercanía o el evitarla se ha vuelto un hábito, un hábito destructivo que nos impide obtener el amor y la cercanía que verdaderamente queremos y necesitamos. Algunos podremos estar engañándonos a nosotros mismos, de modo que ni siquiera nos percatamos de que huimos ni de lo que huimos. Quizá estemos huyendo cuando ni siquiera es necesario hacerlo.
El trato cercano con los demás puede parecernos un asunto temerario, pero no tiene por qué asustarnos tanto. Y no es tan difícil. Nos sentimos bien incluso cuando nos relajamos y dejamos que suceda. Está bien sentir miedo de la cercanía y del amor, pero también está bien que nos permitamos amar y sentirnos cerca de la gente. Está bien dar y recibir amor. Podemos tomar buenas decisiones acerca de a quién amar y cuándo hacerlo. Está bien que seamos como somos al estar en contacto con la gente.
Tomemos el riesgo de hacerlo. Podemos confiar en nosotros mismos. Podemos pasar por la difícil situación y la fricción que causa el iniciar relaciones. Podemos encontrar personas en quienes es seguro confiar. Podemos abrirnos, volvernos honestos y ser quienes somos. Incluso podemos manejar el hecho de ser heridos o rechazados de vez en cuando. Podemos andar sin perdernos a nosotros mismos y sin ceder.

Mi Reflexión: El codependiente tiende a ser un solitario., de poca o nula vida social. Este raso es una evidencia del miedo que tiene a relacionarse por experiencias previas de problemas en su infancia: maltrato, abandono, agresiones. Aislado de todos y todo es imposible vivir, debe existir un término medio para establecer vínculos sanos que le permitan socializar y armonicen la vida.(Alpha).

¿Sientes que vives aislado o estás abriéndote a socializar? ¿Cuáles estrategias estás usando para compartir con otras personas? Comparte acá.