Reflexión del Dia: 2 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» reafirma que el codependiente desgasta su cuerpo y emociones pretendiendo rescatar a los otros, sin resultados. Solo podemos cambiarnos a nosotros mismos, lo demás es una ilusión.

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Reflexiona sobre esto:

Lo que no funciona es el rescate. “Es como tratar de atrapar mariposas con un palo de escoba”. El rescate nos deja confundidos y perplejos cada vez que lo hacemos. Es una reacción autodestructiva, otra manera por medio de la cual los codependientes se apegan a la gente y se desapegan de sí mismos. Es otra forma de tratar de controlar, pero en vez de conseguirlo resultamos controlados por la gente. Ser cuidador es una relación padre-hijo poco sana, a veces entre dos adultos complacientes, a veces entre un adulto y un niño.
El cuidar despierta la ira. Los cuidadores se vuelven padres iracundos, amigos iracundos, amantes iracundos. Podemos volvernos cristianos insatisfechos, frustrados y confundidos. Las personas a quienes ayudamos son o se convierten en víctimas desvalidas y enojadas. Los cuidadores se vuelven víctimas.

Mi Reflexión: El codependiente se embarca en un drama permanente, así vive controlando-reaccionando-controlando. Desgasta su energía física y su aparato psicológico se altera. Es importante recalcar que rescatar-cuidar hace que vivamos reaccionando a todo y por todo, y lamentablemente es ilusorio pensar que vamos a cambiar las conductas, sentimientos, pensamientos de los demás. Llegó el momento de concientizar esto y abocarnos al cuidado de nosotros mismos, esa tarea si es válida y productiva para nuestra salud física-emocional y espiritual. (Apha).

¿Eres un rescatador permanente? ¿Has intentado salir de ese círculo vicioso sometiéndote a alguna terapia? Comparte tus vivencias acá.

Reflexión del Dia: 30 de Noviembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» reitera que el codependiente es un controlador compulsivo. Esa conducta es aprendida, esconde una baja autoestima. En ocasiones no puede evitar comportarse de esa manera.

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Reflexiona sobre esto:

No necesitamos eliminar todas nuestras reacciones hacia la gente y hacia los problemas. Las reacciones pueden ser útiles. Pueden ayudarnos a identificar lo que nos gusta y lo que nos hace sentirnos bien.
Nos ayudan a identificar los problemas dentro de nosotros y a nuestro alrededor. Pero la mayoría de nosotros reaccionamos demasiado. Y gran parte de las cosas a las que reaccionamos son tonterías. No son tan importantes, y no ameritan el tiempo ni la atención que les damos. Algunas de nuestras reacciones son respuestas a las reacciones que los demás tienen frente a nosotros. (Estoy furiosa porque él se puso furioso; él se puso furioso porque yo estaba enojada; yo estaba enojada porque pensé que él estaba enojado conmigo; pero no estaba enojado sino herido porque…)
Nuestras reacciones pueden ser el eslabón de una cadena de reacciones tal que a menudo los involucrados están irritados y nadie sabe por qué. Simplemente están irritados. Luego, todos están fuera de control y a la vez son controlados. A veces la gente se comporta de cierta manera para provocar que nosotros reaccionemos de otra. Si dejamos de reaccionar de esta cierta manera, la privamos de lo divertido que esto le resulta. Quedamos fuera de su control y le quitamos el poder que tiene sobre nosotros.
A veces nuestras reacciones provocan que los demás reaccionen de cierto modo. A veces el reaccionar estrecha nuestra visión en tal forma que nos quedamos varados reaccionando a los síntomas o a los problemas. Podemos estar tan ocupados reaccionando que no tenemos tiempo ni energía para identificar el problema real, y mucho menos para descubrir cómo solucionarlo. Podemos pasar años reaccionando ante cada incidente provocado por la bebida y la crisis resultante, ¡fallando completamente en reconocer que el verdadero problema es el alcoholismo! Aprende a dejar de reaccionar de maneras que no son necesarias y que no funcionan. Elimina las reacciones que te lastiman.

Mi Reflexión: El codependiente vive «reaccionando» a cualquier situación o problema. Eso lleva a perder el control sobre sus conductas y pierde el norte del verdadero problema. Puede que hasta le de importancia a situaciones tontas. Para el es su estilo de vida, así vive durante periodos de tiempo. Es oportuno recalcar que solo a través de la terapia en Doce Pasos de CoDA podrá salir de ese círculo vicioso y asumir responsabilidad de si mismo. (Alpha).

¿Estás reaccionando a cualquier evento? ¿Estás pensando en iniciar la Terapia en Doce Pasos de CoDA? Comparte tus experiencias aquí.

Reflexión del Dia: 29 de Noviembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» reitera que el codependiente es un controlador compulsivo. Esa conducta es aprendida y esconde una baja autoestima. En ocasiones no puede evitar comportarse de esa manera.

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Reflexiona sobre esto:

Los codependientes son aquellas personas que consistentemente, y con gran cantidad de esfuerzo y energía, tratan de forzar que sucedan las cosas.
Controlamos en nombre del amor.
Lo hacemos porque “sólo estamos tratando de ayudar”.
Lo hacemos porque nosotros sí sabemos cómo deben hacerse las cosas y cómo deben comportarse las personas.
Lo hacemos porque nosotros estamos bien y ellos están mal.
Controlamos porque nos da miedo no hacerlo.
Lo hacemos porque no sabemos qué otra cosa hacer.
Lo hacemos para dejar de sufrir.
Controlamos porque pensamos que tenemos que hacerlo.
Controlamos porque no pensamos.
Controlamos porque solamente podemos pensar en controlar.
En última instancia quizá controlemos porque esa es la manera en que siempre hemos hecho las cosas.

Mi Reflexión: El codependiente actúa controlando a los demás, Así se acostumbra a vivir. Así aprendió a relacionarse. El cree que es feliz, que está bien ayudar a los otros de manera compulsiva. Resulta difícil explicar esta conducta, pero así reacciona el codependiente. (Alpha).

¿Tienes necesidad de controlar a las personas? ¿Te sientes bien haciéndolo, o por el contrario, vives irritado? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 28 de Noviembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea la conducta autodestructiva que maneja el codependiente dentro del «círculo del Drama o de Karpman». La autora advierte la necesidad de salir de ese círculo insano y detener el dolor. No es fácil, pero tampoco imposible. Al sentir la necesidad de salir, y con el desarrollo de un trabajo personal eficiente, se logra.

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Reflexiona sobre esto:

El peor aspecto de ser cuidadores es que nos tornamos víctimas y así nos quedamos. Creo que muchas conductas autodestructivas serias —el consumo abusivo de productos químicos, los trastornos en la manera de comer, los trastornos sexuales— se desarrollan a través de este papel de víctima. Siendo víctimas, atraemos a los perpetradores. Creemos que necesitamos a alguien que nos cuide, porque nos sentimos desamparados. Algún cuidador por fin nos presentará a una persona o a alguna institución para que nos cuide mental, física, financiera o emocionalmente.
¿Por qué, se preguntarán, personas aparentemente razonables hacen este tipo de rescate? Por muchas razones. La mayoría de nosotros ni siquiera nos damos cuenta de lo que hacemos. Creemos en verdad que estamos ayudando. Algunos creemos que tenemos que rescatar. Hemos confundido nuestras ideas acerca de lo que es ayudar y de lo que no lo es. Muchos estamos convencidos de que el rescatar es una obra de caridad.
Incluso podemos llegar a considerar cruel y duro de corazón hacer algo con tanta sangre fría como permitir a una persona que maneje y afronte un sentimiento legítimo, sufra una consecuencia, se desilusione al escuchar un “no”, se le pida que responda a nuestras necesidades y deseos y que en lo general se le considere responsable de si mismo o de sí misma en este mundo. No importa que ellos ciertamente paguen un precio por nuestra “ayuda”, un precio que será tan duro o más severo aún que cualquier sentimiento que pudieran enfrentar.
Muchos no entendernos de qué somos responsables y de qué no lo somos. Podemos creer que tenemos la obligación de estremecernos cada vez que alguien tiene un problema porque es responsabilidad nuestra actuar justamente así. En ocasiones al sentirnos responsables de tantas cosas, nos enfermamos de tal manera que rechazamos toda responsabilidad y nos volvemos totalmente irresponsables.
Sin embargo, en el centro de la mayoría de los rescates hay un demonio: baja autoestima. Rescatamos porque no nos sentimos bien con nosotros mismos. Aunque los sentimientos son temporales y artificiales, el hecho de cuidar nos da un estado temporal de sentimientos agradables, de autoestima y de poder. Tal y como un trago ayuda a un alcohólico a sentirse mejor momentáneamente, un rescate nos distrae temporalmente del dolor de ser quienes somos.

Mi Reflexión: Los codependientes nos convertimos en cuidadores muchas veces porque así lo hicimos desde la infancia y fue una conducta aprendida. Ser cuidadores-rescatadores nos ancla en una actitud de mártires o víctimas que impiden que progresemos hacia la recuperación. Aprendemos a movernos en el círculo de Karpman y allí nos regodeamos hasta sentir que somos victimados. Seguimos en ese círculo insano por mucho tiempo, nos desgastamos y nos sentimos infelices, abusados y maltratados. Detener esta conducta autodestructiva es vital para sentirnos bien, nos toca asumir una responsabilidad con nosotros mismos.(Alpha).

¿Eres un cuidador-rescatador? ¿Cómo trabajas este rango de conducta insana? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 26 de Noviembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea que el codependiente reta la voluntad divina manteniendo una necesidad obsesiva de controlar a las personas y los eventos.

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Reflexiona sobre esto:

Cuando intentamos controlar a la gente y a las cosas que no tenemos por qué controlar, somos controlados por ellos. Abdicarnos a nuestro poder para pensar, sentir y actuar de acuerdo con lo que más nos conviene. A menudo perdemos el control sobre nosotros mismos. Con frecuencia, somos controlados no sólo por la gente, también por enfermedades tales como el alcoholismo, o las tendencias compulsivas en el comer y en los juegos de apuesta. El alcoholismo y otros trastornos destructivos son fuerzas poderosas. Nunca se debe olvidar que los alcohólicos y otras personas con problemas son expertos controladores. Encontramos la horma de nuestro zapato cuando tratamos de controlarlos a ellos o a su enfermedad. Perdemos la batalla. Perdemos la guerra. Nos perdemos a nosotros mismos, a nuestras vidas Como dice una frase de Al-Anón: Tú no lo provocaste; no lo puedes controlar; y no lo puedes curar. ¡Así que deja de tratar de hacerlo! Nos frustramos al máximo cuando tratarnos de hacer lo imposible. Y generalmente impedirnos que suceda lo posible Creo que asirse fuertemente a una persona o cosa, o forzar mi voluntad sobre cualquier situación elimina la posibilidad de que mi poder superior haga algo constructivo acerca de la situación, la persona o yo. Mi afán de controlar bloquea el poder de Dios. Bloquea la capacidad de otras personas para crecer y madurar. Impide que los sucesos ocurran de una manera natural. Me impide a mí disfrutar de la gente o de los eventos.

Mi Reflexión: En los codependientes la necesidad de controlar los eventos y las personas le sobrepasan y pierde la percepción de la realidad. En ocasiones pretende actuar como Dios. No puede parar esa necesidad y ello le dificulta disfrutar de la alegría, la serenidad y la felicidad. Solo, a través de la recuperación, desarrollando la confianza en su Poder Superior, será posible alcanzar un control de si mismo y de sus actos (Alpha).

¿Tienes necesidad de control sobre los eventos y las personas? ¿Compites con Dios en cuanto a actuar por ti mismo?. Comparte tu experiencia aquí.

Reflexión del Dia: 25 de Noviembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea a su criterio el significado de la codependencia como un trastorno.

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Reflexiona sobre esto:

“Es natural que tratemos de proteger y de ayudar a las personas que nos importan. También es natural que nos afecten los problemas de la gente que nos rodea y que reaccionemos a ellos. A medida que un problema se vuelve más serio y permanece sin resolverse, más nos afecta y más reaccionamos hacia él.”

La palabra reaccionar es importante aquí. Sea como sea que nos aproximemos a la codependencia, como sea que la definamos, y sea cual fuere el marco de referencia que elijamos para diagnosticarla y para tratarla, la codependencia es primordialmente un proceso de reacción. Los codependientes son reaccionarios.
Reaccionan en exceso. Reaccionan demasiado poco. Pero rara vez actúan. Reaccionan a los problemas, las vidas, los dolores y las conductas de otros. Reaccionan a sus propios problemas, dolores y conductas.
Muchas reacciones codependientes son reacciones al estrés. No es necesariamente anormal, pero resulta heroico y un auténtico salvavidas aprender a no reaccionar y a actuar de maneras más sanas. Sin embargo, la mayoría de nosotros necesitamos que se nos enseñe a hacerlo.
Quizá alguna de las razones por las cuales los profesionales consideran enfermedad a la codependencia es porque muchos codependientes están reaccionando a una enfermedad tal como el alcoholismo.
Otra razón por la cual se le llama enfermedad a la codependencia es porque es progresiva. A medida que la gente a nuestro alrededor se enferma más, podemos empezar a reaccionar en forma más intensa aún. Lo que empezó como una pequeña preocupación puede disparar el aislamiento, la depresión, una enfermedad física o emocional, o fantasías suicidas. Una cosa lleva a la otra, y las cosas se empeoran. La codependencia puede no ser una enfermedad, pero puede enfermarte. Y también puede contribuir a que la gente a tu alrededor permanezca enferma.
Otra razón más por la que se le llama enfermedad a la codependencia es porque las conductas codependientes –como muchas conductas autodestructivas se vuelven habituales. Repetimos los hábitos sin pensarlo. Los hábitos cobran vida propia.

Mi Reflexión: La codependencia está catalogada como un trastorno psicoafectivo porque: a) es progresiva, deteriora nuestra parte emocional y llega hasta enfermarnos físicamente, b) es obsesivo-compulsivo el comportamiento de quienes la padecen, c) compromete las relaciones humanas, y d) aísla a las personas de la realidad. (Alpha).

¿Puedes catalogarte como codependiente? ¿Qué sientes al respecto? Si es así, ¿Te propones actuar en tu recuperación? Comparte aquí.

Reflexión del Dia: 23 de Noviembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea algunas características de los codependientes.

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Reflexiona sobre esto:

Algunas características de los Codependientes:

– Ser extremadamente responsables.
– Ser extremadamente irresponsables.
– Volverse mártires, sacrificando su felicidad y la de los demás por causas que no requieren sacrificio.
– Encuentran difícil sentirse cercanos a la gente.
– Se les dificulta divertirse y ser espontáneos.
– Tienen una respuesta completamente pasiva a la codependencia: lloran, se sienten lastimados, se sienten desamparados.
– Tienen una respuesta completamente agresiva a la codependencia: se muestran violentos, iracundos, son dominantes.
– Combinan respuestas pasivas y agresivas.
– Son vacilantes en sus decisiones y emociones.
– Lloran cuando sienten ganas de llorar.
– Siguen fieles a sus compulsiones y a la gente, aunque les hiera.
– Se sienten avergonzados de sus problemas familiares, personales o de sus relaciones.
– Se sienten confundidos por la naturaleza del problema.
– Encubren, mienten, y protegen el problema.
– No buscan ayuda por que se dicen a sí mismos que el problema no es tan grave en realidad, o que ellos no son suficientemente importantes.
– Se preguntan por qué el problema no se esfuma.

Mi Reflexión: Caracterizar al codependiente es difícil. Aún cuando la codependencia puede ser considerada como un trastorno psicoafectivo, tiene muchas características que llaman la atención a quienes tratan a estas personas. Unas de ellas es la necesidad de control, el abandono que tienen los codependientes por su paz, serenidad, libertad; y el retraso en buscar la ayuda profesional cuando se manifiestan las características que lo definen. (Alpha).

¿Tienes una o más de estas características? Si es así, ¿Has buscado ayuda profesional para abordar el tratamiento y mejorar este trastorno? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 20 de Noviembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» reafirma que el codependiente sw acostumbra a reaccionar exageradamente ante cualquier situación, y que cree controlar la vida de los demás. Llegó el momento de sanar.

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Reflexiona sobre esto:

Reaccionar casi nunca funciona. Reaccionamos demasiado aprisa, con demasiada intensidad y urgencia. Rara vez podemos hacer lo más adecuado cuando nos encontramos en ese estado mental, Resulta irónico que no se nos requiera para hacer las cosas en este estado mental. Poco hay en nuestras vidas que no podamos hacer mejor si permanecemos apacibles. Pocas situaciones —no importa qué tanto parezcan demandarlo pueden mejorarse si perdemos los estribos.
Entonces, ¿por qué lo hacemos?
Reaccionamos porque estamos ansiosos y temerosos de lo que está sucediendo, de lo que podría suceder y de lo que ha sucedido.
Muchos reaccionamos como si todo fuera una crisis porque hemos vivido tantas crisis durante tanto tiempo que la reacción a la crisis se ha convertido en un hábito.
Reaccionamos porque pensamos que no deberían estar sucediendo las cosas como suceden.
Reaccionamos porque no nos sentimos bien con nosotros mismos.
Reaccionamos porque la mayoría de la gente reacciona.
Reaccionamos porque pensamos que tenemos que reaccionar.
¡No tenemos que hacerlo!

Mi Reflexión: Los codependientes son reaccionarios ante cualquier situación. Esto es producto de la incomodidad que sentimos con nuestras conductas autodestructivas,en el fondo, no aceptamos actuar como lo hacemos, pero nos hemos habituado a hacerlo parte de nuestra vida. Cuando asumimos la recuperación estamos abriendo una opción sana cambiamos esa actitud. Comprendemos que el control y la reacción son ilusorios. (Alpha).

¿Tienes las características de ser reaccionario? ¿Has logrado iniciar el proceso de recuperación? Comparte aquí tu experiencia.

Reflexión del Dia: 12 de Noviembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea que durante la recuperación el codependiente puede sentirse sin dirección en sus decisiones, pero debe aceptar la incertidumbre.

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Reflexiona sobre esto:

Hay momentos en los que simplemente no sabemos qué hacer o dónde ir, a continuación. A veces estos períodos son breves, a veces persistentes. Podemos pasar estos tiempos. Podemos confiar en nuestro programa y las disciplinas de recuperación. Podemos hacer frente al uso de nuestra Fe, otras personas y nuestros recursos.
Acepta la incertidumbre. No siempre tenemos que saber qué hacer o dónde ir después. No siempre tenemos una dirección clara. Negarse a aceptar la inacción y el limbo empeora las cosas.
Está bien estar temporalmente sin dirección. Diga «No sé», y siéntase cómodo con eso. No tenemos que tratar de forzar la sabiduría, el conocimiento o la claridad cuando no hay ninguno.
La claridad vendrá. El siguiente paso se presentará. La indecisión, la inactividad y la falta de dirección no durarán para siempre.

Mi Reflexión: Cuando estamos en recuperación vamos a tener altibajos en nuestras emociones, y actuamos de manera errática en ocasiones, esto no debe desalentarnos sino seguir confiando en nuestras capacidades personales. Día a día vendrá mayor claridad a nuestra vida y sentiremos serenidad, paz, dicha y felicidad. (Alpha).

¿Si estás en recuperación, has vivido momentos de incertidumbre? ¿Cómo has lidiado con estos sentimientos? Comparte acá.

Reflexión del Dia: 6 de Noviembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» reafirma que el codependiente puede y debe aceptar que su tarea principal es atender su recuperación, responsabilizándose de si mismo.

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Reflexiona sobre esto:

Algunos nos cansamos tanto del enorme peso —la responsabilidad total por todos los seres humanos— que podemos brincarnos los sentimientos de lástima y preocupación que acompañan a los actos de rescate y seguirnos con la ira o el enojo. Estamos enojados todo el tiempo; sentimos ira y resentimiento contra víctimas potenciales. Una persona con una necesidad o un problema provoca que sintamos la necesidad de hacer algo o nos sentiremos culpables. Después del rescate, no ocultamos nuestra hostilidad hacia este incómodo predicamento. Con frecuencia veo que esto les sucede a las personas que desempeñan profesiones de ayuda a los demás, Después de tantos años de rescatar — dando tanto y recibiendo tan poco— muchos profesionales de este tipo adoptan una actitud hostil hacia sus clientes. Pueden seguir con su trabajo y seguir “ayudando” a sus clientes, pero, según afirman algunos consejeros, abandonan por lo general su profesión sintiéndose profundamente victimados.
El cuidar como nana no ayuda, sólo provoca problemas. Cuando tomamos a la gente a nuestro cuidado y hacemos cosas que no deseamos hacer, ignoramos necesidades, deseos y sentimientos personales. Nos hacemos a un lado a nosotros mismos. En ocasiones estamos tan ocupados cuidando a los demás que dejamos nuestra vida entera en suspenso. Muchos cuidadores se sienten inquietos y abrumados; no disfrutan ninguna de sus actividades. Los cuidadores aparentamos ser muy responsables, pero no lo somos; pues no asumimos el compromiso de nuestra responsabilidad más alta: nosotros mismos.

Mi Reflexión: El codependiente rescatador compulsivo maneja sentimientos diversos: ira, resentimiento, fastidio. Si bien desea ayudar a los demás, se hastía de esta situación y vive enojado, hostil, colérico. Llegó ese momento consciente que nos llama a la reflexión: debemos responsabilizarnos de nosotros mismos. Hacerlo no es fácil, pero iniciando nuestra recuperación, podemos gradualmente lograrlo. Esa liberación nos hará sentir dicha y gozo. (Alpha).

¿Has alcanzado la madurez suficiente para aceptar que debes cuidar de ti mismo? ¿Cómo sentiste ese llamado a responsabilizarte? Comparte tus experiencias al respecto.