Reflexión del Dia: 15 de Enero

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reafirma que la codependencia se desarrolla en ambientes disfuncionales donde sus miembros crecen con una baja autoestima y eso los hace asumir conductas autodestructivas.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Como codependientes, tendemos a entablar relaciones totalmente antagónicas en nuestro interior. Algunos de nosotros aprendimos estas conductas de odio a sí mismo dentro de nuestras familias, posiblemente con la ayuda de uno de nuestros padres que era alcohólico. Algunos reforzamos ese desdén que sentimos por nosotros mismos dejando a un padre alcohólico para casarnos con un alcohólico. Podemos haber iniciado relaciones adultas con una frágil autoestima, para luego descubrir que lo que nos quedaba de autoestima se ha desintegrado. Pocos de nosotros podemos haber guardado nuestra autoestima completamente intacta hasta que lo conocimos a él o a ella o hasta que surgió ese problema; repentina o gradualmente nos encontramos odiándonos a nosotros mismos. El alcoholismo y otros trastornos compulsivos destruyen la autoestima tanto en los alcohólicos como en los codependientes. Recuerden, el alcoholismo y otros trastornos compulsivos son autodestructivos. Algunos de nosotros podemos ni siquiera estar conscientes de nuestra baja autoestima y de nuestro odio a sí mismos porque nos hemos estado comparando con los alcohólicos y con las otras personas locas que hay en nuestras vidas; en comparación, estamos por encima de ellos. La baja autoestima puede venirnos encima cada vez que la dejemos actuar.
En realidad, no importa cuándo empezamos a torturarnos. Deberíamos parar ahora. Ahora mismo podemos darnos un gran abrazo mental y emocional. Estamos bien. Es maravilloso ser quienes somos.
Nuestros pensamientos están bien. Nuestros sentimientos son adecuados. Estamos justo en donde debíamos de estar hoy, en este momento. No hay nada mal con nosotros. No hay nada que en lo fundamental esté mal en nosotros. Si hemos fallado, no hay problema; estábamos haciéndolo lo mejor que podíamos.

Mi Reflexión: Vivir en familias disfuncionales hace que desarrollemos una baja estima personal, al punto de resentirnos con el adicto y con nosotros mismos. Este escenario es el medio de cultivo para desarrollar codependencia ¿Cómo detener esta conducta autodestructiva? No existe un recetario por pasos sencillos, Hay que enseriarse y asumir una terapia seria y permanente, sólo así saldremos de ese círculo de drama y aflicción que vivimos. (Alpha).

¿Has vivido en familias disfuncionales? ¿Cuales son tus sentimientos con relación a vivir apegado, abusado? Comparte tu experiencia acá.

Reflexión del Dia: 10 de Enero

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente enfatiza que el codependiente se obsesiona por responsabilizarse de los demás. Controlar y manipular a los otros es una ilusión que no conduce a comportamientos saludables.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Cuando se esta obsesionado el sentimiento te abruma, esa ansiedad tan común en los codependientes que te hace retorcerte y estrujarte las manos. Es la que nos lleva a hacer muchos de los actos que nos lastiman; es la sustancia de la que se alimentan la preocupación y la obsesión. Es el peor de los miedos. Por lo general el miedo viene y se va, nos deja volando, listos para pelear, o sólo temporalmente asustados. Pero la ansiedad perdura. Se adhiere a la mente, paralizándola para todo excepto para sus propios propósitos, un interminable fárrago de los mismos pensamientos inútiles. Es el combustible que nos impele a incurrir en conductas controladoras de todo tipo. No podemos pensar más que en seguirle echando ojo a las cosas, en controlar el problema y hacer que se vaya; es el material del que está hecha la codependencia.
Cuando estás obsesionada, no puedes apartar tu mente de esa persona o de ese problema. No sabes lo que estás sintiendo. No sabes lo que está pensando. Ni siquiera estás segura de lo que debes hacer, pero, ¡por Dios, debes hacer algo! ¡Y pronto!
Preocuparse, obsesionarse y controlar son ilusiones. Son trucos que construimos nosotros mismos. Sentimos que estamos haciendo algo para solucionar nuestros problemas, pero no es así. Muchos de nosotros hemos reaccionado de esta manera con justificada buena razón.

Mi Reflexión: Obsesionarse es una conducta habitual del codependiente. Transcurre parte de su vida encargándose de ayudar a los demás, dejando de lado su propio cuidado. Todo esto emerge de la necesidad de control que tiene el codependiente. Mantenerse en esas relaciones insanas alimenta aún más la codependencia y retarda su recuperación. (Alpha).

¿Mantienes relaciones afectivas a través de la obsesión? ¿Cómo abordas la solución de esta situación? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 6 de Enero

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» expresa que el codependiente si bien reacciona ante eventos simples, en su recuperación puede manejar herramientas que van dándole las pautas necesarias para responsabilizarse de su autocuidado.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Algunas sugerencias para ayudarte a desapegarte de la gente y de tus reacciones negativas hacia ella. Estas son sólo sugerencias. No existe una fórmula específica para lograr el desapego. Necesitas encontrar tu propia manera, una que te funcione a ti.

Analiza lo que ha sucedido. Si se trata de un incidente menor, serás capaz de sobreponerte tú solo. Si el problema es serio, o si te perturba seriamente, tal vez quieras discutirlo con un buen amigo que te ayude a aclarar tus pensamientos y emociones. Las dificultades y los sentimientos crecen cuando tratamos de apresarlos en nuestro interior. Habla acerca de tus sentimientos. Asume la responsabilidad de ellos. Siente verdaderamente lo que estés sintiendo. Nadie te hizo sentir así. Alguien pudo haberte ayudado a que te sintieras de determinada manera, pero el sentimiento lo sentiste tú. Manéjalo. Luego, esclarece tú mismo la verdad sobre lo que sucedió! ¿Estabas alguien tratando de molestarte? (Si hay duda al interpretar algo como un insulto o rechazo, prefiero creer que eso no tuvo nada que ver conmigo. Me ahorra tiempo y me ayuda a sentirme bien conmigo misma.) ¿Estabas tratando de controlar a alguien o algún evento? ¿Qué tan serio es el problema o el asunto? ¿Estás tomando la responsabilidad de otro? ¿Estás enojado porque alguien no adivinó lo que en realidad querías o lo que en verdad querías decir? ¿Estás tomando la conducta de otro de un modo demasiado personal?
¿Alguien oprimió tus botones de culpa o de inseguridad? ¿Es en verdad el fin del mundo, o es meramente algo triste y decepcionante?

Mi Reflexión: El codependiente tiende a reaccionar ante cualquier evento o situación por muy simple que luzca. Cuando se manejan esas emociones siempre hay sentimientos de culpa, inseguridad y miedo. Allí se inicia el comportamiento porque no sabe cómo enfrentar esos sentimientos negativos ¿Cómo lograr mantenerse sereno? Solo se logra mediante se transita la Terapia en Doce Pasos de CoDA y desarrollando con una profunda confianza en la Divinidad. Ese sendero espiritual nos fortalece y enseña a aceptar momentos de tensión y ansiedad sin perder el control de nosotros mismos. (Alpha).

¿Estás reaccionando frecuentemente ante cualquier situación? ¿Cuales herramientas estás usando para salir de ese evento? Comparte acá.

Reflexión del Dia: 3 de Enero

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» expresa que el codependiente es un reaccionario. Esa actitud perturba su salud física y emocional. El desapego es posible, solo que debe asumirse una conducta proactiva para lograr la serenidad.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Nuestras reacciones pueden ser el eslabón de una cadena de reacciones tal que a menudo los involucrados están irritados y nadie sabe por qué. Simplemente están irritados. Luego, todos están fuera de control y a la vez son controlados. A veces la gente se comporta de cierta manera para provocar que nosotros reaccionemos de otra. Si dejamos de reaccionar de esta cierta manera, la privamos de lo divertido que esto le resulta. Quedamos fuera de su control y le quitamos el poder que tiene sobre nosotros.
A veces nuestras reacciones provocan que los demás reaccionen de cierto modo. (Pero no necesitamos seguir haciéndolo, ¿o sí?) A veces el reaccionar estrecha nuestra visión en tal forma que nos quedamos varados reaccionando a los síntomas o a los problemas. Podemos estar tan ocupados reaccionando que no tenemos tiempo ni energía para identificar el problema real, y mucho menos para descubrir cómo solucionarlo. Podemos pasar años reaccionando ante cada incidente provocado por la bebida y la crisis resultante, ¡fallando completamente en reconocer que el verdadero problema es el alcoholismo! Aprende a dejar de reaccionar de maneras que no son necesarias y que no funcionan. Elimina las reacciones que te lastiman.

Mi Reflexión: El codependiente es reaccionario. ¿Puede dejar de hacerlo? ¡Claro que si! Es sano y necesario hacerlo, sino terminara hundido en la depresión, la angustia, la ira y la culpa. Desapegarse es la única vía para lograrlo. Hay maneras. Adscribirse a grupos de ayuda de Doce Pasos es una buena solución y Confiar en la Divinidad es una decisión acertada. (Alpha).

¿Estás asistiendo a reuniones de Doce pasos? ¿Te estás desapegando? ¿Confías en Dios y en su cuidado amoroso hacia nosotros? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 2 de Enero

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» planea la conducta negativa del codependiente a cualquier evento que le rodee. Reacciona de manera insana y eso responde a su baja autoestima.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre eso:

«BRINCAMOS DENTRO DEL PRIMER SENTIMIENTO QUE NOS ATRAVIESA Y LUEGO NOS EMPANTANAMOS EN ÉL».

Pensamos en el primer pensamiento que cruza por nuestra cabeza y luego elucubramos sobre él. Decimos lo primero que nos viene a la lengua y a veces nos arrepentimos. Hacemos lo primero que nos viene a la mente, generalmente sin pensarlo. Ese es el problema: reaccionamos sin pensar, sin haber pensado honestamente lo que necesitamos hacer y cómo queremos manejar la situación. Nuestras emociones y conductas controladas —disparadas— por cualquier persona o cosa en nuestro entorno.
Indirectamente estamos permitiendo que los demás nos digan qué hacer. Eso significa que hemos perdido el control. Estamos siendo controlados.

Mi Reflexión: El codependiente suele reaccionar ante cualquier situación por muy tonta que resulte. Se enfrasca en emociones negativas que le hacen actuar y decir cosas que no siente realmente. Allí se desencadena una serie de conductas negativas que lo llevan a un torbellino del que le cuesta salir. Ese es el círculo vicioso insano en el que el codependiente le gusta estar. (Alpha).

¿Reaccionas frecuentemente a cualquier evento? ¿Cómo controlas tu actitud después? Comparte aquí tu experiencia

Reflexión del Dia: 1 de Enero

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» expone que el codependiente «reacciona» permanentemente ante cualquier evento que le ocurra. Es su forma habitual de «comportamiento insano».

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

La mayoría de los codependientes son reaccionarios. Reaccionamos con ira, culpa, vergüenza, odio a nosotros mismos, preocupación, sentimientos heridos, gestos controladores, acciones solícitas, depresión, desesperación y furia. Reaccionamos con miedo y ansiedad. Algunos de nosotros reaccionamos tanto que nos resulta doloroso estar cerca de la gente, y torturante encontrarnos dentro de un grupo grande de personas. Es normal reaccionar y responder a nuestro medio ambiente. Reaccionar es parte de la vida. Es parte de interactuar, es parte de ser humano y de estar vivo. Pero nos permitimos irritamos tanto y distraernos tanto.
Pequeñeces, cosas mayores —lo que sea— tienen el poder de descarrilarnos. Y nuestra respuesta después de que reaccionamos a menudo no es la que más nos conviene.
Podemos haber empezado a reaccionar y a responder urgente y compulsivamente con patrones que nos lastiman. El solo hecho de sentir urgencia y compulsión es suficiente para herirnos. Nos mantenemos en un estado de crisis, fluyendo la adrenalina y tensos los músculos, listos para reaccionar ante emergencias que generalmente no son tales. Alguien hace algo, de modo que nosotros debemos hacer algo a la vez. Alguien se siente de determinada manera de modo que nosotros debemos sentirnos de otra determinada manera.

Mi Reflexión: Las personas codependientes están llenas de sentimientos de rabia contra si mismos. Esto desencadena ansiedad, resentimiento, angustia y depresión. Puede evidenciarse en conductas autodestructivas que expresan una subestima personal. El codependiente vive «reaccionando» a todo y a todos. Es su habitual manera de expresarse. Plantéate para este nuevo año el desafío de cambiar hacia positivo. (Alpha).

¿Reaccionas ante cualquier situación? ¿Controlas tus emociones permanentemente? Comparte acá tu experiencia.

Reflexión del Dia: 29 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» expresa que el codependiente se apega a personas y problemas de su entorno. Se obsesiona y todo en aras de mantener el control de la situación.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Cuando un codependiente dice “creo que me estoy apegando a ti”. ¡Cuidado! Probablemente así es.
La mayoría de los codependientes están apegados a la gente y a los problemas en sus entornos. Por “apego” no quiero decir el sentimiento normal de que la gente le caiga a uno bien, le interesan sus problemas o se sienta en conexión con el mundo. Apegarse es involucrarse en exceso, a veces de una manera desesperadamente intrincada.
Sobreinvolucarnos de alguna manera puede mantenernos en un estado de caos; puede mantener a la gente que nos rodea en ese estado. Si concentramos toda nuestra energía en la gente y en los problemas, nos queda poco para dedicar el acto de vivir nuestra propia vida. Y ya hay bastante preocupación y responsabilidad en el ambiente. Si la tomamos toda nosotros, no queda nada para la gente que nos rodea. Esto nos hace trabajar en exceso a nosotros y quitarles bastante trabajo de encima a los demás. Y aún más, preocuparnos por la gente y por los problemas no funciona. No resuelve los problemas, no ayuda a los demás y no nos ayuda a nosotros mismos. Es energía desperdiciada.

Mi Reflexión: El apego afectivo o dependencia emocional es un problema realmente serio y complejo. El codependiente vive obsesionado por resolver los problemas de la persona a la que esta apegada en desmedro de su propia salud física y psíquica. Resulta difícil entender el control que sustenta esta relación insana, así mismo no tiene fácil solución. La persona apegada se obsesiona y hace compulsivo su control enfermizo. (Alpha).

¿Estás obsesionado con controlar a alguien? ¿Estás trabajando en recuperar tu paz? Comenta acá.

Meditación 29 de Diciembre… Dejando ir lo que queremos

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós expone que el codependiente cuanto mas tiempo ha estado atado otro tanto se le dificulta desprenderse de las relaciones, eventos y sustancias.

Si deseas conocer mas sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Para aquellos de nosotros que hemos sobrevivido controlando y entregándonos, dejarlo ir puede no ser fácil. (MÁS ALLÁ DE LA CODEPENDENCIA).

En la recuperación, aprendemos que es importante identificar lo que queremos y necesitamos. ¿Dónde nos deja este concepto? Con un paquete grande pero claramente identificado de deseos y necesidades actualmente no satisfechas. Nos hemos arriesgado para dejar de negar y para comenzar a aceptar lo que queremos y necesitamos. El problema es que la necesidad se cuelga allí, no se cumple.
Esto puede ser un lugar frustrante, doloroso, molesto y, a veces, obsesivo.
Después de identificar nuestras necesidades, hay un siguiente paso para satisfacer nuestros deseos y necesidades. Este paso es una de las ironías espirituales de la recuperación. El siguiente paso es dejar de lado nuestros deseos y necesidades después de que hayamos tomado medidas meticulosas para identificarlos.
Los dejamos ir, los abandonamos, en un nivel mental, emocional, espiritual y físico. A veces, esto significa que debemos rendirnos. No siempre es fácil llegar a este lugar, pero generalmente es a donde tenemos que ir.
Cuántas veces he negado un deseo o una necesidad, luego repasé los pasos para identificar mis necesidades, solo para sentirme molesto, frustrado y desafiado porque no tengo lo que quiero y no sé cómo obtenerlo. Si luego me embarco en un plan para controlar o influir para lograr que se satisfaga esa necesidad o necesidad, generalmente empeoraré las cosas. Buscar, intentar controlar el proceso, no funciona. Debo, lo he aprendido para mi consternación, dejarlo ir.
Algunas veces, incluso tengo que ir al punto de decir: «No lo quiero». Me doy cuenta de que es importante para mí, pero no puedo controlar eso en mi vida. Ahora, ya no me importa si lo tengo o no. De hecho, voy a ser absolutamente feliz sin eso y sin ninguna esperanza de obtenerlo, porque la esperanza de obtenerlo me vuelve loco: mientras más espero y trato de obtenerlo, más frustrado me siento porque estoy no lo entiendo «.
No sé por qué el proceso funciona de esta manera.
Solo sé que así es como funciona el proceso para mí. No he encontrado forma de evitar el concepto de dejar ir.
A menudo podemos tener lo que realmente queremos y necesitamos, o algo mejor. Dejar ir es parte de lo que hacemos para conseguirlo.

«Hoy, me esforzaré por soltar esos deseos y necesidades que me están causando frustración. Los ingresaré en mi lista de objetivos, luego lucharé por dejarlos ir. Confiaré en Dios para que me traiga los deseos de mi corazón, en el tiempo de Dios y en el camino de Dios.»

Mi Reflexión: Para el codependiente que ha sostenido su vida controlando los demás, el proceso de soltar o dejar ir resulta frustrante aceptarlo y aplicarlo. No es fácil desprenderse de las creencias y convicciones que lo mantienen atado a personas, eventos o sustancias. ¡Desapegarse es la solución para sanar! (Alpha).

¿Estás tratando de practicar el desapego? ¿Cuánto tiempo te lleva lograrlo? Comparte tu experiencia.

Reflexión del Dia: 28 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» enfatiza que el codependiente se moviliza frecuentemente en el triángulo del drama, jugando los roles de victimario, rescatador y víctima.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Muchos codependientes, en alguna época de su vida, fueron verdaderas víctimas, del abuso, de la negligencia, del abandono, del alcoholismo de otro, o de cualquier otra situación que puede hacer víctima a la gente. Estuvimos, en algún momento, realmente desvalidos e incapacitados para protegernos o solucionar nuestros problemas. Algo nos sobrevino, algo que no pedimos, y que nos hirió terriblemente. Eso es triste, verdaderamente triste. Pero un hecho todavía más triste es que muchos de los codependientes empezamos a vernos a nosotros mismos como víctimas. Nuestra dolorosa historia se repite. Como sus nanas, permitimos que la gente nos victimice, y participamos en nuestra victimización al seguir perpetuamente rescatando a la gente.
Rescatar o cuidar no son un acto de amor. El triángulo del drama es un triángulo de odio. Alimenta y mantiene el odio hacia uno mismo, y es un obstáculo para la expresión de nuestros sentimientos hacia los demás.
El triángulo y los papeles cambiantes de rescatador, perseguidor y víctima son el proceso visible que atravesamos. Cambia el papel que desempeñamos y nos sobrevienen los cambios emocionales tan cierta y tan intensamente como si estuviéramos leyendo un libreto. Podemos completar el proceso en segundos, experimentando tan sólo emociones ligeras al cambiar de papel. O bien podemos llevarnos años en completar el triángulo y engendrando así una explosión mayor. Podemos, y muchos lo hacemos, rescatar veinte veces en un día.

Mi Reflexión: Los codependientes se mueven gran parte de su vida en el Triángulo del Drama o de Karpman. Pasa del rol de perseguidor, a víctima y rescatador. Mantenerse en este escenario insano le propicia el desarrollo de una baja autoestima y resentimiento hacia si mismo. Salir de ese círculo vicioso es na tarea a emprender lo mas pronto posible, solo así sanará de la codependencia. (Alpha).

¿Te mueves en el triángulo del drama de Karpman? ¿Cual es el rol que más desempeñas? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 21 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea que el rol de cuidador que asume el codependiente le impide cumplir su propósito de vida personal.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

El cuidar es un acto y una actitud. Para algunos de nosotros se convierte en un papel que desempeñamos en nuestra vida entera y con toda la gente que se halla a nuestro alrededor. El cuidar está, yo creo, en cercana relación con el martirio (con frecuencia se acusa a los codependientes de padecer tal estado) y con el ser complacientes (otra acusación que se nos lanza). Los mártires, de acuerdo con Earnie Larsen, “deforman las cosas”. Necesitamos seguir sacrificando nuestra felicidad y la de los demás por el bien de alguna causa desconocida que no requiere sacrificio. En los complacientes, de acuerdo con Earnie Larsen, no se puede confiar. Mentimos. Y como cuidadores, no cuidamos de nosotros mismos.
Lo más importante acerca de ser cuidadores es aprender a entender qué significa y cuándo lo estamos haciendo, para que podamos dejar de hacerlo.
Podemos aprender a reconocer un rescate. Rehúsate a rescatar. Rehúsate a permitir que la gente nos rescate. Tomemos responsabilidad por nosotros mismos, y dejemos que los demás hagan lo mismo. Ya sea que cambiemos nuestras actitudes, nuestras circunstancias, nuestras conductas o nuestras mentes, lo más amable que podernos hacer es apartar a las víctimas, es decir, a nosotros mismos.

Mi Reflexión: El codependiente asume durante parte de su vida un rol de «rescatador-cuidador». Ese comportamiento le «trastorna su real propósito de vida». Deja de lado sus intereses personales y asume ese compromiso. Es desgastante ser cuidador, y dificulta que se responsabilice de su propio cuidado. (Alpha).

¿Eres un cuidador compulsivo? ¿Estás tratando de recuperarte de la codependencia? Comparte tus vivencias.