Reflexión del Dia: 14 de Octubre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» refiere que el codependiente puede asumir algunas actividades de relajación y entretenimiento cuando percibe que está «reaccionando al entorno de manera negativa». Relajarse y hacer la situación llevadera es una excelente forma de ayudarse a enfrentar esas reacciones.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

A veces nuestras reacciones provocan que los demás reaccionen de cierto modo. (Pero no necesitamos seguir haciéndolo, (¿o sí?). A veces el reaccionar estrecha nuestra visión en tal forma que nos quedamos varados reaccionando a los síntomas o a los problemas. Podemos estar tan ocupados reaccionando que no tenemos tiempo ni energía para identificar el problema real, y mucho menos para descubrir cómo solucionarlo. Podemos pasar años reaccionando ante cada incidente provocado por la bebida y la crisis resultante¡fallando completamente en reconocer que el verdadero problema es el alcoholismo! Aprende a dejar de reaccionar de maneras que no son necesarias y que no funcionan. Elimina las reacciones que te lastiman.
Siguen algunas sugerencias para ayudarte a desapegarte de la gente y de tus reacciones negativas hacia ella. Estas son sólo sugerencias. No existe una fórmula específica para lograr el desapego. Necesitas encontrar tu propia manera, una que te funcione a ti.
Aprende a reconocer cuando estás reaccionando, cuándo estás permitiendo que alguien o algo tire de tus cuerdas. Generalmente cuando empiezas a sentirte ansioso, temeroso, indignado, rechazado, avergonzado, preocupado, confundido o a padecer autoconmiseración, hay algo en tu medio ambiente que te ha hecho nudos. (No afirmo que esté mal experimentar estos sentimientos. Probablemente cualquiera se sentiría así. La diferencia estriba en que estamos aprendiendo a decidir por cuánto tiempo deseamos seguir sintiéndonos así, y qué queremos hacer al respecto.) Emplear las palabras “ella, o él o eso me hicieron sentir”, a menudo indica que estamos reaccionando. Perder nuestra
sensación de paz y serenidad probablemente es el indicador más poderoso de que estamos atrapados en algún tipo de reacción.
Ponte cómodo. Cuando reconoces que estás en medio de una reacción caótica, di o haz lo menos posible hasta que puedas restaurar tu nivel de serenidad y de paz. Haz cualquier cosa que necesites hacer (que no sea destructivo para ti ni para nadie más) que ayude a relajarte. Inhala profundamente unas cuantas veces. Sal a caminar. Limpia la cocina. Siéntate en el baño. Ve a casa de un amigo.
Acude a una junta de Al-Anón. Lee un libro de meditación. Vete a la playa. Mira un programa de televisión. Encuentra una manera de separarte emocional, mental (y si es necesario) físicamente de aquello a lo que estás reaccionando. Busca una forma de librarte de la ansiedad. No tomes un trago ni manejes por la calle a 100 kilómetros por hora. Haz algo que no sea arriesgado y que te ayude a
restaurar tu equilibrio.
Analiza lo que ha sucedido. Si se trata de un incidente menor, serás capaz de sobreponerte tú solo. Si el problema es serio, o si te perturba seriamente, tal vez quieras discutirlo con un buen amigo que te ayude a aclarar tus pensamientos y emociones. Las dificultades y los sentimientos crecen cuando tratamos de apresarlos en nuestro interior. Habla acerca de tus sentimientos. Asume la responsabilidad de ellos. Siente verdaderamente lo que estés sintiendo. Nadie te hizo sentir así. Alguien pudo haberte ayudado a que te sintieras de determinada manera, pero el sentimiento lo sentiste tú. Manéjalo. Luego, esclarece tú mismo la verdad sobre lo que sucedió. ¿Estabas alguien tratando de molestarte? (Si hay duda al interpretar algo como un insulto o rechazo, prefiero creer que eso no tuvo nada que ver conmigo. Me ahorra tiempo y me ayuda a sentirme bien conmigo misma.) ¿Estabas tratando de controlar a alguien o algún evento? ¿Qué tan serio es el problema o el asunto? ¿Estás tomando la responsabilidad de otro? ¿Estás enojado porque alguien no adivinó lo que en realidad querías o lo que en verdad querías decir? ¿Estás tomando la conducta de otro de un modo demasiado personal?
¿Alguien oprimió tus botones de culpa o de inseguridad? ¿Es en verdad el fin del mundo, o es meramente algo triste y decepcionante?
Descubre qué necesitas hacer para cuidar de ti mismo. Toma tus decisiones basándote en la realidad y tómalas en un estado de ánimo apacible. ¿Necesitas pedir disculpas? ¿Quieres olvidarte del asunto? ¿Necesitas hablar con alguien de corazón a corazón? ¿Necesitas tomar otra decisión para cuidar de ti mismo? Cuando tomes tu decisión ten en mente cuáles son tus responsabilidades. No tienes la responsabilidad de que los otros “vean la luz” y no necesitas “enderezarlos”. Tienes la responsabilidad de ayudarte a ti mismo a ver la luz y de enderezarte. Si no te sientes en paz con alguna decisión, olvídala. No es tiempo para tomarla todavía. Espera hasta que tu mente esté consistente y tus emociones estén tranquilas.
¡Cálmate! No necesitas sentirte tan asustado. No necesitas sentirte tan frenético. Mantén las cosas en perspectiva. ¡Hazte la vida más fácil!

Reflexión: Descubrir cuando estamos reaccionando es importante por cuanto nos permite asumir algunas conductas que pueden «descentrar» la atención. Ejecutar actividades que nos relajen le dan la dimensión exacta a las cosas desde una perspectiva menos dramática. Meditar sobre lo que nos ocurre y actuar en mejorar ese evento de ansiedad y miedo va ejercitándonos en tomar la decisión correcta en el momento de la nuestra reacción negativa. Ponte en disposición de relajación, no de angustia y ansiedad. Nada grave pasa, todo es nuestra percepción. (Alpha).

¿Cuál comportamiento asumes cuando estás reaccionando? Comenta aquí.

Meditación 14 de Octubre … Controlar/Confiar

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós enfatiza en la intervención de nuestro Poder Superior en el desarrollo del plan establecido para nosotros. Debemos confiar en nosotros y que todo estará resuelto si creemos.

Si deseas conocer mas sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Hubo un tiempo en mi vida en que me sentía tan llena de miedo y tan abrumada por el mero hecho de vivir que realmente quería hacer un programa para cada día de mi vida para los siguientes cinco años. Quería incluir todas las tareas que tenía por hacer, cuándo las haría, incluso cuándo programaría el descanso. Quería poner orden a lo que me parecía agobiante. Quería sentir que yo tenía el control. (Anónimo).
Controlar es una respuesta directa a nuestro miedo, pánico y sensación de impotencia. Es una respuesta directa a sentirse agobiado y a la desconfianza.
Podemos no confiar en nosotros mismos, en nuestro Poder Superior, en el Plan, en el universo o en el proceso de la vida. En vez de confiar, recurrimos al control.
Podemos aproximarnos a esta necesidad de controlar lidiando con nuestro miedo. Lidiamos con el miedo confiando, en nosotros mismos, en nuestro Poder Superior, en el amor y el apoyo del universo, del plan y de este proceso que llamamos vida y recuperación.
Podemos confiar en que cuando las cosas no salen como queremos, Dios ha planeado algo mejor.
Podemos confiar en que llegaremos a donde necesitemos ir, que diremos lo que necesitemos decir, que haremos lo que necesitemos hacer, que seremos lo que necesitemos ser y que nos Convertiremos en todo lo que nos podemos convertir, cuando tengamos la intención de hacerlo, cuando estemos listos y cuando llegue el momento adecuado para hacerlo.
>Podemos confiar en que nuestro Poder Superior y el Universo nos darán toda la dirección que necesitemos confiar. Podemos confiar en nosotros mismos en que escucharemos y responderemos de acuerdo con ello.
Podemos confiar en que todo lo que necesitemos en esta jornada vendrá a nosotros.
No obtendremos hoy todo todo lo que necesitemos para la jornada entera. Hoy recibiremos la provisión para hoy, y la provisión de mañana, mañana. Nunca se tuvo la intención de que lleváramos las provisiones para la jornada entera. El peso seria excesivo y se tenía la intención de que el camino fuera ligero.
Confía en ti mismo. No tenemos que planear, controlar y programar todas las cosas. El programa y el plan han sido escritos. Lo único que necesitamos es presentarnos.
El camino se volverá claro y seremos provistos amplia y claramente, un día a la vez.
Confía, amigo mío, en el día de hoy.

«Hoy confiaré en que recibiré todo lo que necesite para hoy. Confiaré en que ocurrirá lo mismo mañana».

Reflexión: Los codependientes estamos acostumbrados a planificar, organizar rigurosamente todo nuestras actividades. Debemos aprender que durante la recuperación nos toca «Confiar en que nuestro Poder Superior» va a proveernos día a día de aquello que realmente necesitemos. No se nos dará todo de una vez, sino cada día por vez. Si mantenemos la confianza en nosotros mismos y aceptamos que el pan divino esta escrito para cada uno, todo transitara en calma, serenidad y paz interior (Alpha).

¿Trabajas en tu recuperación aceptando que tus provisiones están garantizadas si confías en la Divinidad? Comparte tus vivencias acá.