Reflexión del Dia: 30 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea que el codependiente tiene un dilema para aceptarse tal cual es. Tiene la creencia errónea que los otros son felices porque se lo merecen, sin entender conscientemente que la diferencia estriba en que ellos tienen la convicción que merecen ser felices.

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Reflexiona sobre esto:

La codependencia tiende a basarse en una búsqueda constante de validación y satisfacción a través de las relaciones con los demás. Sin embargo, este enfoque en el exterior puede llevar a una sensación crónica de insatisfacción y vacío interior. Reconocer que necesitas autoamor es el primer paso hacia la sanación.

Todo comienza con aceptar y amar todas las partes de ti mismo, incluyendo tus imperfecciones y vulnerabilidades, es esencial. En lugar de criticarte o juzgarte, practica la compasión hacia ti mismo. Esto pasa por cuidar de ti mismo de manera regular, asegurándote de que tus necesidades sean atendidas.

Parte del autoamor es aprender a establecer límites claros en las relaciones. Los límites te protegen de la explotación y el agotamiento emocional y son una expresión de amor propio. Debes reconocer tu propio valor como persona. No necesitas la aprobación constante de los demás para sentirte valioso. Eres digno de amor y respeto tal como eres.

Debes recordar que no estás solos en este viaje, y, refugiarte en grupos de apoyo o amigos cercanos puede ser invaluable en el proceso de aprender a autoamarte.

Afianza el concepto que Nadie es perfecto. Todos cometen errores y enfrentan desafíos. Esto implica aceptar tu humanidad y aprender de tus experiencias. Y algo muy importante, a medida que avanzas en tu recuperación, celebra tus éxitos, incluso los pequeños. Cada paso en la dirección correcta es motivo de celebración.

El autoamor en la recuperación de la codependencia es un acto de afirmación personal y sanación. A medida que aprendes a amarte a ti mismo y a cuidarte de manera adecuada, te liberas de la necesidad de buscar la validación externa y construyes relaciones más saludables y equilibradas. Es un viaje hacia la autenticidad, la satisfacción personal y la construcción de una vida basada en el amor propio.

Te invito a meditar y responder estas interrogantes: ¿Has usado la aceptación de ti mismo para hacer cambios? ¿Has acudido a grupos de apoyo para recuperarte? Comenta tus experiencias aquí.

Meditación 30 de Septiembre… Estar dispuesto

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que el codependiente tiene miedos a aceptar los desafíos, que plantea la vida. Es más cómodo postergar los cambios.

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Medita sobre esto:

No hay nada contra ti que te tumbe, Pero yacer allí es una desgracia. (Edmund Vance Cooke).

Algunas veces el problema no es que no creamos que podamos. El problema es que no queremos hacerlo, cualquiera que sea la tarea o desafío actual.
Cuando comencé mi escritura y recuperación, quería hacer estas cosas. El desafío fue estimulante. Yo quería volver a subir. Yo quería seguir adelante. Yo quería entrar en el juego
Cuando mi hijo Shane murió, no quería levantarme.
No quería el desafío. No fue estimulante. No quería la pérdida, y no quería sanar de mi dolor.
Un día, en esos dolorosos y terribles primeros años de dolor, un amigo se detuvo en la casa. Lo conocía desde hace mucho tiempo. También había sufrido una pérdida permanente: el uso de los músculos de sus piernas debido a una forma de polio que había sufrido durante su adolescencia.
La gente no sabía qué hacer conmigo en ese momento. Me habían visto forcejear en mi dolor. Habían tratado de ser compasivos, y eso fue bueno. Pero en este momento la compasión no era exactamente lo que necesitaba escuchar.
«Tienes que levantarte», dijo mi amigo en voz alta. «Tienes que levantarte nuevamente. Levántate a la vida».
A veces los problemas y desafíos de la vida son vigorizantes. A veces no lo son. Pero no importa con qué nos golpeemos, tenemos que levantarnos nuevamente.
Permítete llorar. Déjate enfadar por tus pérdidas, si es necesario. Entonces, ya sea que quieras la pérdida o no, vuelve a subir. No tienes que querer; ni siquiera tienes que creer que puedes. A veces todo lo que tenemos que hacer es estar abiertos a querer y luego creer que podemos.

«Dios, ayúdame a creer en la vida».

Mi Reflexión: Los codependientes no solemos aceptar los cambios y postergamos casi todo lo que nos lleve a ello. Cuando entendamos que solo nosotros, con nuestro Poder Superior, debemos aceptar los desafíos y enfrentar la vida, no hay otra manera de salir adelante. Debemos darnos fuerza nosotros mismos, La vida nos espera y bien merecemos vivir felices, dejando atrás el dolor y sufrimiento que arrastramos durante tanto tiempo. (Alpha).

¿Has sentido que te fallan las fuerzas para cambiar tu vida? ¿Cuaáes han sido tus estrategias para hacerle frente a esas postergaciones? Comenta aquí tus vivencias.