Tomar decisiones con confianza…



Una de las herramientas de vida mas importantes de fortalecer, es la de saber tomar decisiones. Muchas veces, el miedo a cometer un error, a defraudar a los demás, o el no sentirnos preparados para asumir las consecuencias de la decisión que vamos a tomar, se convierte en el mayor enemigo de este proceso. Lo mas probable, es que en este punto, nos quedemos paralizados, sintiéndonos incapaces de tomarla, pensando que de esta manera estaremos a salvo de las consecuencias de haberlo hecho.
Todo esto, sin pensar, que al quedarnos quietos, también estamos tomando una decisión, quedarnos como y donde estamos, decisión, que también genera efectos que se traducirán en una situación, o unas circunstancias o lecciones de vida que tendremos que asumir.
Y es que constantemente estamos tomando decisiones de todo tipo, unas más sencillas que otras: «es mejor esto o aquello»; «mas alto o mas bajo»; «voy o me quedo»; desde que nos levantamos, elegimos la ropa que nos vamos a poner, lo que desayunaremos, que transporte usaremos, lo que haremos al llegar al trabajo… y es que no hay una forma mágica y perfecta para tomar las mejores decisiones, todos tenemos que pasar por el proceso de analizar de la manera mas objetiva, los pro y contra de la posible decisión, además de tratar de proyectar sus consecuencias y de que manera estas nos afectaran.
Una vez tomada la decisión, evitemos ir adelante y atrás, revisando una y otra vez el proceso, porque lo único que lograremos será ganar inseguridad y temor de tomarla y convertirla en una acción concreta.

Claves para tomar decisiones con confianza:
Define tu objetivo: Para facilitar el proceso de tomar decisiones, es muy importante tomarnos el tiempo de definir, cual es nuestro objetivo, es decir: «para que». Pues así, podremos, no solo analizar la situación de una manera mas objetiva, sino que también nos sentiremos mas motivados y animados a tomarla, pensando en el bienestar que nos traerá como consecuencia.
Visualiza tus alternativas: A veces nos sucede, que estamos tan ensimismados en lo pensamos, que no nos damos el tiempo necesario para analizar con la mente clara y abierta, las posibles alternativas que tenemos. Abrirnos en algunos casos a las sugerencias o las observaciones de una persona que por su experiencia, conocimiento o preparación pueda darnos otro punto de vista, puede ayudarnos a considerarlas.
Evita tomar decisiones mientras estés afectado: Lo peor que podemos hacer, es tomar decisiones dejándonos llevar por las emociones alteradas, porque seguramente lo haremos sin objetividad, impulsados por emociones negativas que nos llevan a reaccionar, la mayoría de las veces de forma equivocada. Es preferible tomar decisiones cuando estemos calmados, con la mente clara y las emociones serenas, de manera que podamos hacerlo lo mas asertivamente posible.
Una vez tomada la decisión, enfócate en ella: Para ganar confianza al momento de tomar decisiones, necesitamos prepararnos para aceptar lo que suceda, si no es lo que esperábamos, para aprender de esa experiencia y si el resultado es positivo porque satisface nuestra expectativa, poder disfrutarlo.
Hazte responsable de tus decisiones: Estar abiertos a recibir un resultado diferente con una buena actitud, nos ayudara primero, a aceptarlo e incorporarlo mas fácilmente, segundo a estar dispuestos a aprender de la experiencia sin pensar que fue un fracaso y tercero a sentirnos mas preparados para tomar mejores decisiones en el futuro.

(Maytte Sepulveda).

Meditacion 31 de Mayo… Permitiéndonos ser necesitados



Podemos aceptarnos a nosotros mismos como personas que tienen necesidades: la necesidad de comodidad, amor, comprensión, amistad, toque saludable. Necesitamos refuerzo positivo, alguien que nos escuche, alguien que nos dé. No somos débiles por necesitar estas cosas. Estas necesidades nos hacen humanos y saludables. Satisfacer nuestras necesidades -creer que nos merecemos que las cumplan- nos hace felices.
También hay momentos en los que, además de nuestras necesidades habituales, nos volvemos particularmente necesitados. En estos momentos, necesitamos más de lo que tenemos que dar. Eso está bien también.
Podemos aceptar e incorporar nuestras necesidades y nuestro lado necesitado en todos nosotros. Podemos asumir la responsabilidad de nuestras necesidades. Eso no nos hace débiles o deficientes. No significa que no estamos recuperándonos adecuadamente, ni tampoco significa que estamos siendo dependientes de una manera no saludable. Hace que nuestras necesidades, y nuestro lado necesitado, sean manejables. Nuestras necesidades dejan de controlarnos y ganamos el control.
Y, nuestras necesidades comienzan a cumplirse.
«Hoy, aceptaré mis necesidades y mi lado necesitado. Creo que merezco satisfacer mis necesidades, y permitiré que eso suceda».

(Melody Beattie de su Libro El Lenguaje del Adiós-Serie de Meditaciones).