Meditación 27 de Agosto … Negligencia


Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós expresa que el codependiente puede «postergar tareas» que esta llamado a hacer, cayendo en negligencia para resolver algunos problemas. Esta actitud negativa se va haciendo habitual en ellos, y en muchas ocasiones se debe al temor a enfrentarse con lo que tiene pendiente por resolver, y esto le genera ansiedad. Nos toca confiar en la intuicion para saber cuando corresponde actuar y cuando toca esperar. Confiemos en la Divinidad.
Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.
Medita sobre esto:
La negligencia –no actuar en el momento oportuno- es una conducta autoderrotista. Produce ansiedad, culpa, desarmonía y que tengamos una machacona conciencia de la tarea que la vida nos está diciendo que es tiempo de hacer.
No siempre estamos siendo morosos cuando dejamos algo para después. A veces, hacer algo antes del momento preciso puede ser tan contraproducente como esperar demasiado. Podemos aprender a discernir la diferencia. Escúchate a ti mismo. Escucha al universo. ¿A qué se le ha pasado ya el tiempo de que lo hicieras y te está creando ansiedad y te está aguijoneando por dentro?
¿Hay algo en tu vida que estés evitando porque no quieres enfrentarlo? ¿Se está haciendo cada vez más grande la ansiedad por estarlo posponiendo?

A veces,la ira, el miedo o el sentirse impotente puede motivar la negligencia. A veces, la negligencia simplemente se ha convertido en algo habitual.
Confía en ti mismo y escúchate a ti, a tu Poder Superior y al Universo. Vigila los signos y señales. Si es tiempo de hacer algo, hazlo ahora. Si aún no es tiempo, espera hasta que sea el momento oportuno.
«Dios mío ayúdame a estar a tiempo y en armonía con mi vida. Ayúdame a sintonizarme al Divino Orden y a la Divina Regulación del Tiempo y a confiar en ellos».


Mi Reflexión: Los codependientes tendemos a caer en «inacción», postergamos darle solucion a situaciones por mucho tiempo, se hace habitual esta conducta, luego nos llenamos de ansiedad al no tener resuelto los problemas. La «negligencia» es una faceta de nuestro comportamiento porque vamos «dando largas» a los problemas sin que hagamos nada al respecto. Debemos desarrollar la intuición para saber cuando hacer las cosas de manera oportuna y si no corresponde, retrasarlas hasta que sea el tiempo correcto. Dios con su guía nos dirá. Confiemos en su voluntad. (Alpha).
¿Asumes esta conducta frecuentemente? Dejas problemas sin abordar? Comenta aquí.

Reflexión del Dia: 25 de Agosto


Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea que los codependientes pasamos por momentos de dificultad, de recaídas en nuestro proceso de curación. La Autora nos enfoca en la necesidad de no perder el foco, de mantenernos alertas, de trabajar con las herramientas que disponemos. Vamos a pasar por momentos difíciles, pero solo con una actitud positiva y confiada en nosotros mismos, pasaremos estas dificultades.
Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.
Reflexiona sobre esto:
Muchos de nosotros tenemos noches oscuras. Muchos tenemos incertidumbre soledad y el aguijón de necesidades y deseos que suplican ser satisfechos, y que sin embargo aparentemente pasan desapercibidos.
A veces el camino está brumoso y resbaloso y no tenemos esperanza. Lo único que podemos sentir es miedo. Lo único que podemos ver es la oscuridad. Una noche yo iba manejando con este tipo de clima. No me gusta manejar, y particularmente no me gusta manejar cuando hay mal tiempo. Estaba tiesa y asustada hasta el tuétano. Apenas podía ver; las calaveras tan sólo iluminaban unos cuantos metros de la carretera. Estaba casi ciega. Empecé a sentir pánico. ¡Podría suceder cualquier cosa! Luego, un pensamiento tranquilizante entró en mi mente. El camino sólo estaba iluminado unos cuantos metros, pero cada vez que pasaba esos cuantos metros, se iluminaba un pedazo nuevo. No importaba que no pudiera ver muy a lo lejos. Si me relajaba, podía ver tan lejos como era necesario por el momento. La situación no era ideal, pero podría sobrellevarla si mantenía la calma y trabajaba con lo que disponía.


Mi Reflexión: La sanación interior es alcanzable, si nos enfocamos que pasa por etapas, que no es lineal, tiene altibajos y cada problema, con disposición de nuestra parte, se solucionara. Nuestra actitud hacia la recuperacion marca la diferencia, si somos realistas y manejamos las herramientas de las que disponemos en cada momento, caminaremos este sendero espiritual progresivamente y avanzando hacia la meta. Allí radica el éxito de esta tarea. (Alpha).
¿Te has enfrentando a momentos donde creíste que hasta allí podías llegar? ¿Como lo manejaste? ¿Saliste airoso y fortalecido, o por el contrario tu vivencia fue negativa? ¿insististe en mantenerte de pie? Comparte tu experiencia.

Reflexión del Dia: 27 de Abril



Como codependientes, podemos estar temerosos de nuestra ira y de la de los demás, Quizá creemos en uno o en más mitos acerca de ella. O tal vez tengamos temor de la ira por otras razones. Alguien puede habemos pegado o abusado de nosotros cuando se encontraba enojado o enojada. Algunos podemos haberle pegado a alguien o haber abusado de él cuando estábamos enojados. En ocasiones simplemente el nivel de energía que acompaña a la ira puede ser atemorizante, especialmente si esa persona está ebria.
Reaccionamos a la ira, tanto a la propia como a la de los demás. Es una emoción provocadora. Puede ser contagiosa. Y muchos de nosotros reaccionamos a ella. Tenemos mucha de la ira que acompaña a la pena, al dolor. Tenemos la ira que proviene de la etapa de persecución, del rescate o del cuidar de los demás. Muchos de nosotros estamos varados en esa esquina del triángulo. Tenemos sentimientos de ira irracionales sin justificación que pueden deberse a un pensamiento de reacción de tipo desastroso: los debería de, los qué horror, los nuncas y los siempres. Tenemos ira justificada, todos los sentimientos locos que cualquiera sentiría si alguien le hubiera hecho eso a él o a ella. Tenemos la ira que manifiesta cómo nos sentimos cuando hemos sido lastimados o tenemos miedo. Los sentimientos de temor y de tristeza se convierten en ira, y muchos de nosotros hemos sido muy lastimados y hemos tenido mucho miedo.
Tenemos la ira que proviene de sentirnos culpables. Los sentimientos de culpa tanto los genuinos como los que no merecemos, fácilmente se convierten en ira.75 Los codependientes también tienen mucho de ello. Y, créanlo o no, lo mismo es aplicable a los alcohólicos. Sólo que estos son más propensos a convertirlos en ira.
Y también tenemos ira reactiva. Nos enojamos porque la otra persona está enojada. Luego ella se enoja aún más, y nosotros aumentamos el enojo porque ella se enojó más. Pronto todo mundo está enojado, y nadie sabe bien a bien por qué. Pero todos estamos fuera de sí y nos sentimos culpables por ello.
A veces preferimos permanecer enojados. Nos ayuda a sentirnos menos vulnerables y más poderosos. Es como un escudo protector. Si estamos enojados, no nos sentiremos lastimados o temerosos, por lo menos no se nos notará.
Tristemente, muchos de nosotros no tenemos a dónde ir con toda esa ira. Nos la tragamos, nos mordemos la lengua, sacamos el pecho, la lanzamos a nuestro estómago, la dejamos zumbar en nuestra cabeza, escapamos de ella, le damos medicamentos, o le damos una galleta. Nos culpamos a nosotros mismos, convertimos la ira en depresión, nos metemos en cama, tenemos la esperanza de que nos muramos, y nos enfermamos a causa de ello. Finalmente le pedimos a Dios que nos perdone por ser una persona tan horrible o por sentir ira en primer lugar.

(Melody Beattie de su Libro Ya No Seas Codependiente).
desapego de chopra1

Meditacion 27 de Marzo .. La resaca



«¿Como pude haberlo hecho?¿Como pude haberlo dicho? Aunque eso era lo que quería, aun así me siento avergonzado, culpable y asustado».
Esta es una reacción común ante conductas de recuperación nuevas, emocionantes. Cualquier cosa que hagamos para adueñarnos de nuestro poder y cuidar de nosotros mismos puede disparar sentimientos de vergüenza, de culpa y de miedo.
No tenemos por que permitir que estos sentimientos nos controlen. Son un contraataque, una resaca. Déjalos desintegrarse.
Cuando empezamos a confrontar y a atacar sentimientos y mensajes, experimentaremos algo de resaca.
La resaca es lo que habíamos permitido que controlara toda nuestra vida, sentimientos de vergüenza y de culpa.
Muchos de nosotros crecimos con mensajes, con base en la vergüenza, que nos decían que no estaba bien cuidar de nosotros mismos, ser honestos, ser directos y adueñarnos de nuestro poder con la gente.
Muchos de nosotros crecimos con mensajes que decían que no estaba bien ser quienes éramos y resolver nuestros problemas en las relaciones con los demás.
Muchos de nosotros crecimos con el mensaje de que lo que queríamos y necesitábamos no estaba bien.
Deja que todo eso se queme hasta desintegrarse. No tenemos por qué tomarnos tan en serio la resaca. No permitamos ya que la resaca nos convenza de que estamos equivocados y de que no tenemos derecho a cuidar de nosotros mismos ni a fijar límites.
¿Realmente tenemos derecho a cuidar de nosotros mismos? ¿Tenemos realmente derecho a fijar límites? ¿Realmente tenemos derecho a ser directos y a decir lo que necesitamos decir? Por supuesto que lo tenemos.
«Hoy dejaré que se desintegre la resaca que siento después de practicar una nueva conducta de recuperación. No la tomaré tan en serio. Dios mío, ayúdame a dejar ir mi vergüenza y mis miedos innecesarios acerca de lo que me ocurrirá si realmente empiezo a amarme y a cuidar de mí mismo».

(Melody Beattie de su Libro El Lenguaje del Adiós).

Meditación 23 de Marzo… Negación



Me he estado recuperando muchos años. He usado la negación muchas veces. Ha sido una defensa, un dispositivo de supervivencia, un comportamiento de afrontamiento y, a veces, casi mi perdición. Ha sido a la vez un amigo y un enemigo.
Cuando era niño, usé la negación para protegerme y proteger a mi familia. Me protegí de ver cosas demasiado dolorosas para ver y sentimientos demasiado abrumadores para sentir. La negación me puso a salvo en muchas situaciones traumáticas, cuando no tenía otros recursos para sobrevivir.
El aspecto negativo del uso de la negación fue que perdí el contacto conmigo mismo y mis sentimientos. Pude participar en situaciones perjudiciales sin siquiera saber que estaba sufriendo. Pude tolerar una gran cantidad de dolor y abuso sin la nebulosa idea de que era anormal.
Aprendí a participar en mi propio abuso.
La negación me protegió del dolor, pero también me hizo cegar a mis sentimientos, mis necesidades y a mí mismo. Era como una gruesa manta que me cubría y sofocaba.
Finalmente comencé a recuperarme. Tuve un atisbo de conciencia sobre mi dolor, mis sentimientos, mis comportamientos. Empecé a verme a mí mismo, y al mundo, como lo éramos. Hubo tanta negación de mi pasado que si me hubiesen arrancado la manta por completo, habría muerto por el impacto de la exposición. Necesitaba abrazar las ideas, los recuerdos, la conciencia y la curación suavemente, gradualmente.
La vida participó en este proceso conmigo. Es un maestro amable. A medida que me recuperaba, me llevaron a los incidentes y las personas que necesitaba para recordarme lo que todavía negaba, para decirme dónde necesitaba más curación de mi pasado, ya que podía manejar estas ideas.
Aún uso, y paso a paso, la negación, según sea necesario. Cuando los vientos del cambio llegan, alteran una estructura familiar y me preparan para lo nuevo, recojo mi manta y me escondo, por un tiempo. A veces, cuando alguien que amo tiene un problema, me escondo debajo de la manta, momentáneamente. Los recuerdos surgen de cosas negadas, recuerdos que necesitan ser recordados, sentidos y aceptados para que pueda continuar siendo sanado, fuerte y saludable.
A veces, me siento avergonzado por cuánto tiempo me lleva luchar hasta la aceptación de la realidad. Me siento avergonzado cuando me encuentro nuevamente nublado por la niebla de la negación.
Entonces sucede algo, y veo que estoy avanzando. La experiencia fue necesaria, conectada, no fue en absoluto un error, sino una parte importante de la curación.
Es un proceso emocionante, este viaje se llama recuperación, pero entiendo que a veces puedo usar la negación para ayudarme a superar los problemas. También soy consciente de que la negación es un amigo y un enemigo. Estoy alerta a las señales de peligro: esos sentimientos nublados y confusos, energía lenta, sintiéndose compulsivo, corriendo muy rápido o duro, evitando mecanismos de apoyo.
Me he ganado un respeto saludable por nuestra necesidad de usar la negación como una manta para envolvernos cuando nos enfriemos demasiado. No es mi trabajo andar por ahí arrancando las mantas de las personas o avergonzando a otros por usar la manta. Quitarse la manta es peligroso. Podrían morir de exposición, de la misma manera que yo podría haberlo hecho.
Aprendí que lo mejor que puedo hacer con las personas envueltas en esta manta es hacer que se sientan a gusto y seguras. Cuanto más cálidos y seguros se sienten, más capaces son de dejar caer su manta. No tengo que apoyar o alentar su negación. Puedo ser directo Si otros niegan algo en particular y su actividad me resulta perjudicial, no tengo que estar cerca de ellos. Puedo desearles lo mejor y cuidarme. Verán, si me quedo demasiado tiempo cerca de alguien que me está dañando, inevitablemente levantaré mi manta de nuevo.
Tiendo a sentirme atraído por la gente cálida. Cuando estoy cerca de gente cálida, no necesito usar mi manta.
Me he ganado el respeto por crear ambientes cálidos, donde las mantas no son necesarias, o al menos no son necesarias por mucho tiempo. He ganado confianza en la forma en que las personas se recuperan y se ocupan de la vida.

«Dios, ayúdame a ser abierto y confiar en el proceso que me está sanando de todo lo que he negado de mi pasado. Ayúdame a esforzarme por la toma de conciencia y la aceptación, pero también ayúdame a practicar la gentileza y la compasión por mí mismo y por los demás, por aquellos momentos en que he usado la negación».

(Melody Beattie de su Libro El Lenguaje del Adiós-Serie de Meditaciones).

Reflexión del Dia: 19 de Marzo



El desapego se basa en las premisas de que cada persona es responsable de sí misma, en que no podemos resolver problemas que no nos corresponde solucionar, y que preocuparnos no sirve de nada.
Adoptamos una política de no meter las manos en las responsabilidades de otras personas y en vez de ello, de atender a las nuestras. Si la gente se ha fabricado desastres a sí misma, le permitimos enfrentar las consecuencias. Le permitimos a la gente ser como es en realidad. Le damos la libertad de ser responsable y de madurar. Y nos damos nosotros mismos la misma libertad. Vivimos nuestra propia vida al máximo de nuestra capacidad. Luchamos para discernir qué es lo que podemos cambiar y qué es lo que no podemos cambiar. Luego dejamos de tratar de cambiar aquello que no podemos. Hacemos lo que podemos para resolver un problema, y luego dejamos de hacernos la vida de cuadritos. Si no podemos solucionar un problema después de intentarlo seriamente, aprendemos a vivir con ese problema o a pesar de él. Y tratamos de vivir felices, concentrándonos heroicamente en lo que de bueno tiene la vida hoy, y sintiéndonos agradecidos por ello. Aprendemos la mágica lección de que sacarle el máximo provecho a lo que tenemos multiplica lo bueno de nuestras vidas.

(Melody Beattie de su Libro Ya No Seas Codependiente).
desapego de chopra1

Meditación 6 de Marzo… Paz



La ansiedad es con frecuencia nuestra primera reacción al conflicto, los problemas, o incluso a nuestros propios miedos. En esos momentos, desapegarnos y sentirnos en paz podría parecer una conducta desleal o apática.
Pensamos: si realmente me importa, me preocuparé; si esto es realmente importante para mí, debo permanecer alterado. Nos convencemos a nosotros mismos de que posiblemente los sucesos se vean afectados por la cantidad de tiempo que pasamos preocupándonos.
Nuestro mejor recurso para resolver problemas es la paz. Las soluciones surgen fácil y naturalmente cuando estamos en paz. A menudo, el miedo y la ansiedad bloquean las soluciones. La ansiedad le da poder al problema, no a la solución. Albergar un estado de agitación no ayuda. No ayuda.
La paz está a nuestra disposición si así lo elegimos.A pesar del caos y de los problemas no resueltos que nos rodeen, todo está bien, las cosas se solucionarán.
Podemos rodearnos de los recursos del universo: del agua, la tierra, un ocaso, una caminata, una plegaria, un amigo. Podemos relajarnos y permitirnos sentir paz.
«Hoy dejaré ir mi necesidad de permanecer en un estado de agitación. Cultivaré la paz y la confianza en que las soluciones y los favores surgirán natural y armoniosamente de un remanso de paz. Conscientemente dejare ir la angustia, y dejare actuar a Dios».

(Melody Beattie de su Libro El Lenguaje del Adiós).

Reflexión del Dia: 4 de Marzo

mujeres-aprensivas-2

Podemos experimentar nuestros sentimientos, hablar de nuestros miedos, aceptarnos a nosotros mismos y a nuestras condiciones actuales, y luego empezar el camino hacia la no-dependencia.
Podemos hacerlo. No necesitamos sentirnos fuertes todo el tiempo para ser no-dependientes y para cuidar de nosotros mismos. Podemos tener y probablemente tengamos sentimientos de miedo, de debilidad y quizá hasta de desesperanza. Esto es normal e incluso saludable. El poder verdadero viene de asumir nuestros sentimientos no de ignorarlos. La verdadera fuerza viene, no de aparentar fortaleza todo el tiempo, sino de reconocer nuestras debilidades y vulnerabilidades cuando así nos sintamos.
Muchos de nosotros tenemos noches oscuras. Muchos tenemos incertidumbre soledad y el aguijón de necesidades y deseos que suplican ser satisfechos, y que sin embargo aparentemente pasan desapercibidos.
A veces el camino está brumoso y resbaloso y no tenemos esperanza. Lo único que podemos sentir es miedo. Lo único que podemos ver es la oscuridad.

(Melody Beattie de su Libro Ya No Seas Codependiente).
desapego de chopra1

Reflexión del Dia: 23 de Febrero



A todos nos gustaría evitar la odiosa frustración de no ser queridos. A veces, para lograrlo, nos volvemos neuróticamente manipuladores: Manejo la situación para poder engañarme y creer que me sigues queriendo, que sigues siendo mi punto de apoyo, mi bastón.
Y empiezo a descender. Me voy metiendo en un pozo cada vez más oscuro buscando la iluminación del encuentro.
El primer peldaño es intentar transformarme en una necesidad para ti.
Me vuelvo tu proveedor selectivo: te doy todo lo que quieras, trato de complacerte, me pongo a tu disposición para cualquier cosa que necesites, intento que dependas de mí. Trato de generar una relación adictiva, reemplazo mi deseo de ser querido por el de ser necesitado. Porque ser necesitado se parece tanto a veces a ser querido. Si me necesitas, me llamas, me pides, me delegas tus cosas y hasta puedo creer que me estás queriendo.
Pero a veces, a pesar de todo lo que hago para que me necesites, tu no pareces necesitarme. ¿Qué hago? Bajo un escalón más. Intento que me tengas lástima…
Porque la lástima también se parece un poco a ser querido.
Así, si me hago la víctima (Yo que te quiero tanto, y tu que no me quieres.
Este camino se transita demasiado frecuentemente. De hecho, de alguna manera todos hemos pasado por este jueguito. Quizá no tan insistentemente como para dar lástima, pero quién no dijo:
“¡Cómo me haces esto a mí!”
“Yo no esperaba esto de ti, estoy tan defraudado… estoy tan dolido…”
“No me importa si tu no me quieres… yo sí te quiero”.

Pero la bajada continúa…
¿Y si no consigo que te apiades de mí? ¿Qué hago? ¿Soporto tu indiferencia?… ¡Jamás!
Si llegué hasta aquí, por lo menos voy a tratar de conseguir que me odies.
A veces uno se salta alguna etapa… baja dos escalones al mismo tiempo y salta de la búsqueda de volverse necesario directamente al odio, sin solución de continuidad. Porque, en verdad, lo que no soporta es la indiferencia.
Y sucede que uno se topa con gente mala, tan mala que…¡ni siquiera quiere odiarnos! Qué malas personas, ¿verdad?
Quiero que aunque sea me odies y no lo consigo.

Entonces… Estoy casi en el fondo del pozo. ¿Qué hago?
Dado que dependo de ti y de tu mirada, haría cualquier cosa para no tener que soportar tu indiferencia. Y muchas veces bajo el último peldaño para poder tenerte pendiente: Trato de que me tengas miedo. Miedo de lo que puedo llegar a hacer o hacerme (fantaseando dejarte culpable y pensándome.
Cuando la búsqueda de tu mirada se transforma en dependencia, el amor se transforma en una lucha por el poder. Caemos en la tentación de ponernos al servicio del otro, de manipular un poco su lástima, de darle rabia y hasta de amenazarlo con el abandono, con el maltrato o con nuestro propio sufrimiento.

(Jorge Bucay de su Libro Camino a la Autodependencia).
desapego de chopra1

Reflexión del Dia: 17 de Febrero



El desapego implica “vivir en el momento presente” –vivir en el aquí y en el ahora–-. Permitirnos que en la vida las cosas se den por sí solas en lugar de forzarlas y tratar de controlarlas. Renunciamos a los remordimientos por el pasado y a los miedos por el futuro. Sacamos el mayor provecho de cada día.
El desapego también implica aceptar la realidad, los hechos. Requiere fe en nosotros mismos, en Dios, en otras personas, en el orden natural y en el destino de las cosas en este mundo. Nos liberamos de nuestros pesares y preocupaciones y nos damos a nosotros mismos la libertad para disfrutar de la vida a pesar de nuestros problemas no resueltos. Confiamos en que todo está bien a pesar de los conflictos. Confiamos en que Alguien más grande que nosotros sabe, ha ordenado y se preocupa de lo que está sucediendo.
Entendemos que este Alguien puede hacer mucho más por resolver el problema que nosotros. De modo que tratamos de no estorbar su camino y dejar que Él lo haga. A su tiempo, sabremos que todo está bien porque vemos cómo las cosas más extrañas (y a veces, las más dolorosas) se solucionan de la mejor manera y en beneficio de todos.

(Melody Beattie de su Libro Ya No Seas Codependiente).
desapego de chopra1