Reflexión del Dia: 3 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea las bondades de desapegarse, dejar que los demás asuman la responsabilidad de sus vidas, y nosotros aprender a amarnos, a aceptarnos tal cual somos, a despreocuparnos por aquello que no podemos cambiar ¡Liberarnos es la clave!

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Reflexiona sobre esto:

Desapegarnos no quiere decir que nada nos importe. Significa que aprendemos a amar, a preocuparnos y a involucrarnos in volvernos locos. Dejamos de crear un caos en nuestra mente y en nuestro medio ambiente. Cuando no nos hallamos reaccionando de un modo ansioso compulsivo, nos volvemos capaces de tomar buenas decisiones acerca de cómo amar a la gente y de cómo solucionar nuestros problemas. Nos liberamos para comprometernos y para amar de modo que podamos ayudar a los demás sin lastimarnos a nosotros mismos.
Las recompensas que el desapego nos brinda son muchas: serenidad, una profunda sensación de paz interior, la capacidad de dar y de recibir amor de una manera que nos enaltece y nos llena de energía, y la libertad para encontrar soluciones reales a nuestros problemas. Encontramos la libertad para vivir nuestra propia vida sin sentimientos excesivos de culpa o de responsabilidad hacia los demás. En ocasiones el desapego llega a motivar y a liberar a la gente que se encuentra a nuestro alrededor para empezar a solucionar sus problemas. Dejamos de mortificarnos por ellos y lo perciben, de modo que finalmente comienzan a preocuparse por ellos. ¡Qué gran plan! Cada quien atiende sus propios asuntos.

Reflexión: El desapego en la codependencia no es un acto de renuncia, sino más bien un acto de liberación. Al liberarnos de la necesidad compulsiva de controlar o ser validados por los demás, recuperamos nuestra propia autonomía y bienestar emocional. En el espacio que se crea, descubrimos que el amor verdadero no es una transacción de necesidades, sino una libre expresión de nuestra humanidad compartida. En el desapego, encontramos la libertad para ser quienes somos realmente, y en esa libertad, descubrimos el tipo de amor y conexión que siempre hemos buscado. Este tipo de desapego no es frío o indiferente, sino que es el medio por el cual se puede vivir de una manera más consciente y saludable, tanto para uno mismo como para los demás. (Alpha).

¿Has estado ejercitándote en la práctica del desapego? ¿Cuáles herramientas has utilizado para esto? ¿Sientes que has dado pasos positivos hacia el desapego? Coméntanos tus experiencias.

Meditación 28 de Agosto… Con nueva energía

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós expresa que la recuperación nos llena de una «energía nueva», llena de maravillosas sorpresas. La alegría de estar recuperándonos nos permite ver la capacidad real de alcanzar esa anhelada paz interior. Podemos llegar a ser felices, estar en armonía con nuestro interior y el entorno.

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Medita sobre esto:

Lo divertido se vuelve divertido, el amor se vuelve amor, la vida se convierte en algo que vale la pena vivir. Y nos sentimos agradecidos. (Más allá de la codependencia).

Hay una nueva energía, un sentimiento nuevo en nuestra vida. No podemos basar nuestras expectativas acerca de lo que sentiremos el día de mañana, o incluso dentro de unas horas, sobre lo que estamos sintiendo en este momento.
No hay dos momentos iguales en el tiempo. Nos estamos recuperando.
Estamos cambiando. Nuestra vida está cambiando. A veces, las cosas no han funcionado como nosotros queríamos. Teníamos lecciones que aprender. El futuro no será como el pasado.

¡No limites el futuro por el pasado!
Reflexiona acerca del principio de tu recuperación. ¿No han habido muchos cambios que te han traído hasta donde te encuentras ahora? Reflexiona acerca de lo ocurrido hace un año. ¿No han cambiado tú y tus circunstancias desde entonces?. En vez de ello, confía. Acepta el hoy, pero no te limites por él.
Viene una nueva energía. Un nuevo sentimiento está en camino. No podemos predecir cómo será viendo cómo era o cómo es, porque entonces cuando llegue, será totalmente diferente. No hemos trabajado ni luchado en vano. Ha sido por algo y para algo.
Los tiempos están cambiando para mejorar. Sigue en el sendero de la confianza y la obediencia. Permanece abierto a lo nuevo.

«Hoy, Dios mío, ayúdame a no juzgar o a limitar mi futuro por lo que fue mi pasado. Ayúdame a abrirme a todas las emociones posibles de cambio, tanto dentro de mí como a mi alrededor.

Reflexión: A medida que progresamos en la recuperación va entrando en nuestro cuerpo y espíritu una «energía nueva, y eso lo palpamos al presentarse cambios en la percepción de la realidad, pasamos a tener una mejor disposición para abordar el futuro sin estar regido por lo ocurrido en el pasado. Nos vamos llenando de espiritualidad, de sosiego, armonía y mucha paz. Nuestro interior siente una profunda Gratitud por el Creador, sabemos que Él ha estado acompañándonos en este recorrido y que va a seguir haciéndolo. Nuestro incondicional «sometimiento a su voluntad» ha permitido vivir esta mejoría y vamos a continuar este sendero de sosiego y serenidad. (Alpha).

¿Durante la recuperación has sentido que estás cargándote de esa energía positiva? ¿Has modificado tu percepción de la vida? ¿Sientes que estás alcanzando paz interior? Danos tus opiniones al respecto en los comentarios.

Meditación 26 de Agosto… Apoderarnos de nuestra fuerza

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que el codependiente debe asumir una conducta que le permita tomar el control de su vida, abandonando el papel de «víctima» y vencer, con su fuerza interior, la necesidad de mantenerse apegado a quien(es) le quieren manipular. Analizar el rol o papel que jugamos en nuestra vida es una buena señal para saber cuando estamos jugando a ser victimado y detener eso a tiempo. ¡No permitamos ser coaccionado por los demás!

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Medita sobre esto:

Hay un sentimiento al que le tenemos que prestar una particular atención durante la recuperación: sentirnos victimados. No como es su derecho, y nosotros nos estamos sintiendo víctimas porque estamos intentando controlar su proceso o, de manera irracional, estamos esperando que ellos cuiden de nosotros. Nos podemos sentir victimados si nos quedamos atascados en una creencia codependiente, tal como ….Los demás me hacen sentir…. Los demás tienen la llave de mi felicidad y mi destino…. o, no podré ser feliz a menos que otro se comporte de determinada manera, o de que sucedan ciertas cosas.
Otras veces, apoderarnos de nuestra fuerza significa que nos damos cuenta de que estamos siendo victimados por la conducta de otra persona. Están siendo invadidos nuestros límites. Es ese caso, indagamos qué necesitamos hacer para cuidar de nosotros mismos e impedir que continúe la victimización; necesitamos fijar límites.
A veces, lo único que se requiere es un cambio de actitud. No somos víctimas.
Luchamos por sentir compasión hacia la persona que nos victimó, pero comprendemos que a menudo la compasión viene después, cuando nos hayamos despojado de nuestro papel de víctimas en cuerpo, mente y espíritu. También entendemos que sentir demasiada compasión puede volver a ponernos de inmediato en el cajón de las víctimas. Sentir demasiada lástima por una persona que nos está victimizando puede establecer una situación donde la persona nos pueda convertir de nuevo en su víctima.
No tratamos de forzar consecuencias ni crisis sobre otra persona, pero tampoco la rescatamos de las consecuencias lógicas de su conducta. Si hay un papel que tengamos la responsabilidad de jugar para que se den esas consecuencias, lo desempeñamos, no para controlar ni para castigar, sino para ser responsables con nosotros mismos y con los demás.
Tratamos de descubrir qué podemos estar haciendo que nos hace sentir victimados, o qué papel estamos jugando dentro de un sistema, y dejamos, también, de hacerlo. No tenemos poder sobre los demás ni sobre su conducta, pero podemos apropiarnos de nuestra fuerza y apartarnos de ser víctimas.

«Hoy asumiré la responsabilidad de ser yo mismo y de demostrarselo a los demás al no permitir que se me victimen. No puedo controlar los acontecimientos, pero sí puedo controlar mi actitud al ser victimado. No soy una víctima; no merezco ser victimado.

Reflexión: Los codependientes nos hemos acostumbrado tanto a jugar el papel de víctima que extrañamos no hacerlo. Llegó el momento de detener esa conducta autodestructiva, forzándonos a desarrollar ese poder interior que nos va a permitir descubrir cuando lo estamos haciendo e implementar las herramientas que nos saquen de ese escenario caótico. Al principio será difícil y nos sentiremos «extraños», pero a medida que avanza nuestra recuperación, y anteponiendo nuestro bienestar al de los demás, lograremos asumir aquellas conductas que hagan sentirnos bien con los otros, sin que vaya en desmedro de nosotros mismos. Recordemos que buscar nuestra liberación es una tarea propia, y a cada quien le corresponde responsablemente hacerse cargo de sí mismo. No tenemos poder para cambiar a las personas, y ellas solas deben asumir sus conductas sanas. (Alpha).

¿Te has visto en situaciones que has logrado detener ser victimado? ¿Cómo lograste detener ese proceso? ¿Cuáles herramientas utilizaste? Comparte aquí tus vivencias.

Meditación 25 de Agosto … Estemos dispuestos a reparar los daños

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós refuerza la necesidad de «reparar daños» a aquellas personas a quienes ofendimos, y como este proceso gradual alivia nuestro corazón, modifica nuestra actitud, permitiéndonos liberarnos de sentimientos negativos de ira, amargura y vergüenza. Esta decisión saludable nos hace entender que debe prevalecer el «AMOR» en nuestras vidas, aunque para llegar hasta allí debamos transitar un proceso laborioso, pero valioso porque permitirá alcanzar nuestra real curación.

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Medita sobre esto:

El Paso Ocho está hablando de un cambio de corazón, de un cambio curativo.
Esta actitud puede ser el principio de una gran cadena de recuperación y de curación en nuestras relaciones con los demás y con nosotros mismos. Significa que estamos dispuestos a dejar ir nuestra dureza de corazón, uno de los más grandes obstáculos para nuestra capacidad de dar y recibir amor.

En el Paso Ocho hacemos una lista de toda la gente que hemos dañado, y nos permitimos a nosotros mismos experimentar una actitud curativa hacia ellos. Es una actitud de amor.
En este Paso, no nos arrojamos con locura y empezamos a gritar: «¡Lo siento!». Hacemos nuestra lista, no para sentirnos culpables, sino para facilitar la curación. Antes de que realmente reparemos daños o empecemos a considerar la manera apropiada de repararlos, nos permitimos a nosotros mismos cambiar nuestra actitud. Ahí es donde comienza la curación, en nuestro interior.
Esto puede cambiar la energía. Puede cambiar la dinámica. Puede hacer comenzar el proceso, antes de que abramos la boca y digamos lo siento. Abre la puerta del amor. Abre la puerta a la energía del amor y de la curación. Nos capacita para llenarnos de sentimientos y energía positivos.
Esa energía se puede sentir alrededor del mundo, y comienza dentro de nosotros.

¿Con cuánta frecuencia, después de haber sido lastimados, deseábamos que la persona simplemente reconociera nuestro dolor y dijera, «lo siento»? ¿ Cuán tan a menudo hemos deseado que la persona simplemente nos viera, nos escuchara y volviera hacia nosotros la energía del amor? ¿Cuán frecuentemente hemos anhelado por lo menos un cambio de corazón, una pequeña dosis de reconciliación, en las relaciones manchadas por asuntos inconclusos y malos sentimientos? Muy a menudo.
Los otros también lo desean. Eso no es ningún secreto. La energía de la curación comienza con nosotros. Nuestra disposición para reparar el daño puede beneficiar o no a la otra persona; el o ella pueden estar o no dispuestos a olvidarse del asunto.
Pero nosotros nos curamos. Nos volvemos capaces de amar.

«Hoy trabajaré por lograr un cambio de corazón si están presentes la dureza del corazón, la defensividad, la culpa o la amargura. Me dispondré a dejar ir esos sentimientos y a reemplazarlos por la energía curativa del amor».

Reflexión: Sanar interiormente pasa por reconocer las ofensas que hemos proferido a los otros y reparar esos daños. No es fácil para nadie, menos aún para los codependientes, pedir disculpas o perdón. Solamente «aliviando nuestro corazón», asumiremos esa tarea. Muchos hemos vivido sintiendo el desamparo, el abandono de quienes amamos y creíamos nos amaban, ello hizo que nuestros sentimientos de amargura, ira, culpa se instalaran en nuestro corazón y no floreciera el amor, de allí que nos cueste «darlo». Al trabajar sobre la «reparación de daños» drenamos esos sentimientos negativos que endurecen nuestra alma, y empezamos a sanar progresivamente, pasando de ser ofensivos, iracundos, coléricos, a amorosos y comprensivos. La tarea requiere paciencia, perseverancia y coraje. No pongamos trabas a este proceso, una vez iniciado con convicción de la necesidad de hacerlo para nuestra curación, no debemos frenar hasta lograrlo. (Alpha).

¿Estás dispuesto a trabajar en la reparación de daños? ¿Lo has hecho y tienes resultados tangibles?. Comenta aquí.

Meditación 29 de Enero… Asiste a las reuniones

Melody Beattie, en su Libro Mas del Lenguaje del Adiós reitera la importancia de mantenerse firme en la asistencia a las reuniones de Grupos de ayuda de CoDA. Este espacio saludable le ayuda al codependiente a mantenerse en el camino espiritual que lo llevara a sanar.

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Medita sobre esto:

Aún me sorprende, después de haber estado años en recuperación, lo fácil que me resulta convencerme a mí mismo de no asistir a las reuniones. También me sigue sorprendiendo lo bien que me siento cuando sí voy .(Anónimo).

No tenemos porqué quedarnos atascados en nuestra aflicción y malestar. Tenemos una alternativa inmediata que nos ayudará a sentirnos mejor: asistir a una reunión, a un grupo de apoyo de Doce Pasos.
¿Por qué resistirnos a lo que puede ayudarnos a sentirnos mejor? ¿Por qué quedarnos con nuestra obsesión o depresión cuando asistir a una reunión -aunque ésta sea una reunión adicional- nos ayudará a sentirnos mejor?
¿Acaso estamos demasiado ocupados?
Cada semana tiene 168 horas. Destinar una o dos horas a una reunión puede maximizar nuestro potencial para las otras 166. Si nos quedamos en nuestro “rollo codependiente”, fácilmente nos podemos pasar la mayoría de nuestras horas de vigilia obsesionados, quedándonos sentados sin hacer nada, echados en la cama sintiéndonos deprimidos, o satisfaciendo las necesidades de otra gente. No dedicar esas dos horas a asistir a una reunión puede hacer que desperdiciemos las otras horas que nos quedan. ¿Demasiado cansado?
No hay nada tan revigorizante como volver a tomar el paso.
Asistir a una reunión puede lograr que lo retomemos.

«Hoy me acordaré de asistir a las reuniones de ayuda».

Reflexión: Para el codependiente que está en recuperación es vital mantenerse firme en su asistencia a las juntas o reuniones de la Terapia en Doce Pasos de CoDA. Es el momento para compartir las vivencias de sus reacciones ante situaciones que comparten otros asistentes, sirviendo este momento de escenario saludable para llegar a su recuperación. No debe eximirse de asistir, mantenerse firme es parte de su curación. (Alpha).

¿Estás en recuperación en CoDA? ¿Asistes regularmente a las reuniones? ¿Sientes algunos cambios producto de la terapia? Comenta tu experiencia aquí.

Reflexión del Dia: 17 de Enero

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependienteplantea que la codependencia es curable si se aborda a través de la terapia en Doce pasos de CoDA.

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Reflexiona sobre esto:

La codependencia es muchas cosas. Es una dependencia de los demás: de sus estados de ánimo, de su conducta, de su enfermedad o bienestar y de su amor. Es una dependencia paradójica.
Parece que los demás dependen de los codependientes, pero en realidad ellos son los dependientes. Parecen fuertes pero se sienten desamparados. Parecen controladores pero en realidad son controlados ellos mismos, a veces por una enfermedad tal como el alcoholismo.
Estos son los hechos que dictaminan la recuperación. Solucionar estos problemas hace divertida la recuperación. Muchas recuperaciones de problemas que involucran la mente, las emociones y el espíritu de una persona son largas y engorrosas. No es así en el caso de la codependencia. Exceptuando emociones humanas normales que estaríamos sintiendo de cualquier manera, y de piquetes de incomodidad que tenemos cuando empezamos a comportarnos de manera diferente, la recuperación de la codependencia es emocionante. Es liberadora. Nos permite ser lo que somos. Permite a los demás ser como son. No ayuda a ejercitar el poder que Dios nos ha dado para pensar, sentir y actuar. Se siente uno bien. Nos brinda paz. Nos permite amarnos a nosotros mismos y a los demás. Nos permite recibir amor, esa maravilla que todos buscamos. Brinda un ambiente óptimo para que la gente a nuestro alrededor se cure y permanezca sana. Y la recuperación detiene el insoportable dolor con el que hemos vivido muchos de nosotros.

Reflexión: La codependencia es una enfermedad psicoafectiva, su recuperación se fundamenta en desarrollar un profundo creencia en la voluntad divina para ayudarnos a sanar. (Alpha).

¿Estás en terapia de Doce Pasos de CoDA? ¿Cuánto tiempo tienes en recuperación? Comparte los resultados efectivos de tu terapia.

Reflexión del Dia: 13 de Enero

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reafirma las bondades del desapego como herramienta esencial para lograr la real y duradera recuperación.

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Reflexiona sobre esto:

Desapegarnos no quiere decir que nada nos importe. Significa que aprendemos a amar, a preocuparnos y a involucrarnos in volvernos locos. Dejamos de crear un caos en nuestra mente y en nuestro medio ambiente. Cuando no nos hallamos reaccionando de un modo ansioso compulsivo, nos volvemos capaces de tomar buenas decisiones acerca de cómo amar a la gente y de cómo solucionar nuestros problemas. Nos liberamos para comprometernos y para amar de modo que podamos ayudar a los demás sin lastimarnos a nosotros mismos.
Las recompensas que el desapego nos brinda son muchas: serenidad, una profunda sensación de paz interior, la capacidad de dar y de recibir amor de una manera que nos enaltece y nos llena de energía, y la libertad para encontrar soluciones reales a nuestros problemas. Encontramos la libertad para vivir nuestra propia vida sin sentimientos excesivos de culpa o de responsabilidad hacia los demás.23 En ocasiones el desapego llega a motivar y a liberar a la gente que se encuentra a nuestro alrededor para empezar a solucionar sus problemas. Dejamos de mortificarnos por ellos y lo perciben, de modo que finalmente comienzan a preocuparse por ellos. ¡Qué gran plan! Cada quien atiende sus propios asuntos.

Reflexión: Al sopesar las fortalezas del desapego es indiscutible la necesidad de implementar esta estrategia durante la Terapia de Doce Pasos de CoDA. Es útil por cuanto centra su propósito esencial en: a) soltar y dejar ir el control y la manipulación, b) responsabiliza al codependiente de sus propios actos, y c) fomenta la liberación de todo aquello que implica envolvimiento afectivo en la vida de los demás ¡Cuánta utilidad dá el Desapego! (Alpha).

¿Estás trabajando en el Desapego? ¿Cómo te sientes en la recuperación en CoDA? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 12 de Enero

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reafirma al desapego como herramienta de primera linea para dejar ir aquello que nos perturba.

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Reflexiona sobre esto:

El desapego implica “vivir en el momento presente” –vivir en el aquí y en el ahora–-. Permitirnos que en la vida las cosas se den por sí solas en lugar de forzarlas y tratar de controlarlas. Renunciamos a los remordimientos por el pasado y a los miedos por el futuro. Sacamos el mayor provecho de cada día.
El desapego también implica aceptar la realidad, los hechos. Requiere fe en nosotros mismos, en Dios, en otras personas, en el orden natural y en el destino de las cosas en este mundo. Nos liberamos de nuestros pesares y preocupaciones y nos damos a nosotros mismos la libertad para disfrutar de la vida a pesar de nuestros problemas no resueltos. Confiamos en que todo está bien a pesar de los conflictos. Confiamos en que Alguien más grande que nosotros sabe, ha ordenado y se preocupa de lo que está sucediendo.
Entendemos que este Alguien puede hacer mucho más por resolver el problema que nosotros. De modo que tratamos de no estorbar su camino y dejar que Él lo haga. A su tiempo, sabremos que todo está bien porque vemos cómo las cosas más extrañas (y a veces, las más dolorosas) se solucionan de la mejor manera y en beneficio de todos.

Reflexión: El desapego como herramienta nos conduce a soltar, dejar ir aquellos sentimientos, emociones y conductas insanas. Nos enfoca en «vivir el momento presente» y nos da la liberación que necesitamos para permitirnos ser felices, estar serenos y en paz, dejando que los demás asuman la responsabilidad de sus vidas. (Alpha).

¿Estás en Terapia Doce Pasos de CoDA? ¿Estás trabajando el desapego con éxito? Comparte tu experiencia aquí.

Reflexión del Dia: 11 de Enero

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente enfatiza que el Desapego constituye la herramienta útil y valiosa para sanar de la Codependencia.

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Reflexiona sobre esto:

El desapego se basa en las premisas de que cada persona es responsable de sí misma, en que no podemos resolver problemas que no nos corresponde solucionar, y que preocuparnos no sirve de nada.
Adoptamos una política de no meter las manos en las responsabilidades de otras personas y en vez de ello, de atender a las nuestras. Si la gente se ha fabricado desastres a sí misma, le permitimos enfrentar las consecuencias. Le permitimos a la gente ser como es en realidad. Le damos la libertad de ser responsable y de madurar. Y nos damos nosotros mismos la misma libertad. Vivimos nuestra propia vida al máximo de nuestra capacidad. Luchamos para discernir qué es lo que podemos cambiar y qué es lo que no podemos cambiar. Luego dejamos de tratar de cambiar aquello que no podemos. Hacemos lo que podemos para resolver un problema, y luego dejamos de hacernos la vida de cuadritos. Si no podemos solucionar un problema después de intentarlo seriamente, aprendemos a vivir con ese problema o a pesar de él. Y tratamos de vivir felices, concentrándonos heroicamente en lo que de bueno tiene la vida hoy, y sintiéndonos agradecidos por ello. Aprendemos la mágica lección de que sacarle el máximo provecho a lo que tenemos multiplica lo bueno de nuestras vidas.

Reflexión: Cuando la persona codependiente asiste a sus reuniones de CoDA e inicia ese sendero espiritual para recuperarse, empieza a concientizar que la herramienta más útil y valiosa para romper con la dependencia a personas, substancias y otros, solo es el «DESAPEGO». Entiende gradualmente que no es necesario dejar de querer a los demás que conforman su entorno, solo que es más importante quererse y aceptarse a sí mismo. Allí radica la sanación. (Alpha).

¿Asistes a las Juntas de CoDA? ¿Estás trabajando en el Desapego? Comparte tu experiencia al respecto.

Reflexión del Dia: 9 de Enero

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» enfoca la experiencia de personas codependientes que están viviendo con personas dependientes a alcohol u otras sustancias. Reafirma que es difícil soltarse de esos eventos y su vida es una permanente reacción a las situaciones conflictivas que esto genera.

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Reflexiona sobre esto:

Muchas de las personas con quienes he trabajado en terapia familiar han estado así de obsesionadas por la gente importante para ellas. Cuando les preguntaba qué sentían, me decían lo que la otra persona estaba sintiendo. Cuando les preguntaba qué habían hecho, me decían lo que la otra persona había hecho.
Su concentración total estaba en alguien o en algo que no eran ellas mismas. Algunas de ellas habían pasado años de su vida haciendo esto: preocupándose por, reaccionando a y tratando de controlar a otros seres humanos. Eran cascarones, a veces casi invisibles, de persona. Su energía estaba agotada, dirigida hacia alguien más. No me podían decir lo que sentían y pensaban porque no lo sabían. Su concentración no estaba en ellas mismas.
Tal vez tú hayas estado obsesionada con alguien o con algo. Alguien dice o hace algo. Se te ocurre un pensamiento. Algo te recuerda un evento pasado. Entra un problema en tu conciencia. Algo sucede o no sucede. O percibes que algo está sucediendo, pero no estás segura de qué es. Él no te llama, y generalmente lo hace a estas horas. Él no contesta el teléfono, y debería hacerlo. Es el día de paga. En el pasado siempre se emborrachaba el día de paga. Tan sólo ha estado sobrio durante tres meses. ¿Sucederá lo mismo ahora?
Podrás no saber qué es, podrás no saber por qué es, y no estás segura de cuándo, pero sabes que algo malo –algo terrible– ha sucedido, sucede o va a suceder.

Reflexión: El codependiente quien ha pasado su vida en familias disfuncionales, esposa, hijo de alcohólico, siente que su existencia está centrada en «cuidar a esa persona afectivamente importante» en su vida. Esa situación consume sus años y hace que pierda el interés por ser feliz y disfrutar de la vida. Cuando se está en ese escenario se prevé lo que va a pasar, se engancha fácilmente en el rol de cuidador(a) y reacciona ante cualquier señal que emita la otra persona. (Alpha).

¿Vienes de familia disfuncional? ¿Eres descendiente de personas alcohólicas o dependientes a sustancia? ¿Cómo has afrontado esa situación? Coeta acá tu experiencia de vida.