Reflexión del Dia: 22 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea que definir la codependencia como enfermedad se fundamenta en la conducta autodestructiva que asume el codependiente ante los eventos que le rodean.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Una persona codependiente es aquella que ha permitido que la conducta de otra persona la afecte, y que está obsesionada con controlar la conducta de esa persona.
La otra persona puede ser un niño o adulto o un amante o un cónyuge, un hermano o hermana, un abuelo o abuela, un cliente o un amigo íntimo. Estas personas pueden ser alcohólicas, drogadictas, gente mental o físicamente enferma, una persona normal que de vez en cuando tiene sentimientos de tristeza, o una de las personas mencionadas anteriormente.
Pero el núcleo de la definición y de la recuperación no está en la otra persona, no importa cuánto lo creamos así, Está en nosotros mismos, en la manera en que permitimos que la conducta de otra persona nos afecte y en la forma en que tratamos de afectarla a ella: en los cuidados obsesivos, controladores, “ayudadores”, en la baja autoestima que raya en el odio hacia uno mismo, en la autorepresión, en la abundancia de ira y de culpa, en la peculiar dependencia de gente peculiar, en la atracción por y en la tolerancia de lo bizarro, en el estar centrado en otro que conduce al abandono de uno mismo, en problemas de comunicación, problemas de intimidad y en un continuo torbellino a través de las cinco fases del proceso de duelo.

Reflexión: Definir la codependencia resulta difícil, es una situación compleja por cuanto el ser humano que la padece está apegado a las acciones de otra persona para buscar su paz y tranquilidad. La codependencia bien puede definirse como una adicción, ya que el codependiente asume conductas autodestructivas basadas en la obsesión, compulsión, control, manipulación y hábitos insanos de relacionarse con los otros. (Alpha).

¿Eres un codependiente con apego emocional? ¿Estás en recuperación en Terapia Doce pasos de CoDA? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 20 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» enfatiza en la actitud reaccionaria del codependiente. Reafirma que cualquier evento dispara conductas autodestructivas que alteran la serenidad de esta persona.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Rescatamos cada vez que cuidamos de los demás.

Al cuidar o rescatar podemos sentir uno o más de los siguientes sentimientos: incomodidad y malestar por el dilema de la otra persona; la urgencia de hacer algo; lástima; sentimiento de culpa; santidad; ansiedad; una extrema responsabilidad por esa persona o problema; miedo; la sensación de estar siendo forzado u obligado a hacer algo; una indisposición ligera o severa a hacer algo; mayor competencia que la persona a la que estarnos “ayudando”; u ocasionalmente resentimiento por haber sido colocados en esta posición. También pensamos que la persona a quien estamos cuidando está desvalida y es incapaz de hacer lo que nosotros hacemos por ella. Sentimos que temporalmente nos necesita.
No me refiero a actos de amor, de amabilidad, de compasión y de verdadera ayuda, a situaciones en las cuales legítimamente se desea y se necesita de nuestra ayuda y nosotros queremos darla. Estos actos son la sal de la vida. Rescatar o cuidar no lo son.
Cuidar de los demás parece un acto mucho más amistoso de lo que es. Requiere incompetencia por parte de la persona a quien estamos cuidando. Rescatamos “víctimas”, personas que creemos no son capaces de ser responsables de si mismas. Las víctimas en realidad son capaces de cuidar de sí mismas, aunque nosotros y ellas no lo admitimos. General mente nuestras víctimas están ahí esperando a un lado del triangulo a que nosotros hagamos el primer movimiento y brinquemos dentro del triángulo con ellas.

Reflexión: El codependiente es un reaccionario ante cualquier evento. Se mueve en el triángulo del drama o de Karpman. Cuando rescata personas y trata de solucionar todos sus problemas, esta siendo irresponsable doblemente. Por un lado impide que ese ser humano resuelva sus conflictos, y al propio tiempo se desprende de la responsabilidad que tiene el de cuidarse a si mismo. (Alpha).

¿Eres una persona apegada? ¿Eres reaccionario a eventos? Comenta acá.

Meditación 17 de Diciembre… Síguelo

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea el rol protagónico que juega el codependiente en su recuperación. Solo manteniéndose firme logrará curarse.

Si deseas conocer mas sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Siga practicando sus comportamientos de recuperación, incluso cuando se sienta incómodo, incluso cuando todavía no lo haya hecho, incluso si aún no lo consigue.
A veces se necesitan años para que un concepto de recuperación se mueva de nuestra mente a nuestro corazón y alma. Necesitamos trabajar en los comportamientos de recuperación con la diligencia, el esfuerzo y la práctica repetida que aplicamos a los comportamientos codependientes. Necesitamos obligarnos a hacer cosas incluso cuando no se sienten naturales. Necesitamos decirnos que nos preocupamos por nosotros mismos y que podemos cuidarnos incluso cuando no creemos lo que estamos diciendo.
Tenemos que hacerlo, y hacerlo, y hacerlo, día tras día, año tras año.
No es razonable esperar que esta nueva forma de vida se hunda de la noche a la mañana. Es posible que tengamos que «actuar como si» durante meses, años, antes de que los comportamientos de recuperación se arraiguen y sean naturales.
Incluso después de años, podemos encontrarnos, en tiempos de estrés o coacción, volviendo a las viejas formas de pensar, sentir y comportarnos.
Podemos tener capas de sentimientos que no estamos listos para reconocer hasta años después de nuestra recuperación. ¡Esta bien! Cuando sea el momento, lo haremos.
¡No te rindas! Lleva tiempo lograr el amor propio en el núcleo de nosotros. Se necesita práctica repetida. Tiempo y experiencia Lecciones, lecciones y más lecciones.
Entonces, justo cuando pensamos que hemos llegado, descubrimos que tenemos más que aprender.
Esa es la alegría de la recuperación. ¡Seguimos aprendiendo y creciendo toda nuestra vida!
Sigue cuidando de ti mismo, no importa qué. Sigue ocultándote en los comportamientos de recuperación, un día a la vez. Sigue amándote a ti mismo, incluso cuando no se sienta natural. Actúa por el tiempo que sea necesario, incluso si ese período de tiempo parece más largo de lo necesario.
Un día, sucederá. Te despertarás y descubrirás que lo que has estado luchando y esforzándote tanto y forzándote a hacer, finalmente se siente cómodo. Le ha pegado a tu alma.
Luego, vas a aprender algo nuevo y mejor.

«Hoy, me conectaré con mis comportamientos de recuperación, incluso si no se sienten naturales. Me obligaré a realizar los movimientos incluso si eso me resulta incómodo. Trabajaré en amarme a mí mismo hasta que realmente lo haga.»

Reflexión: Si algo debe privar en la recuperación de la codependencia es la perseverancia y tenacidad para mantenerse en ese sendero. No es fácil modificar creencias y cambiar conductas. El codependiente maneja por años comportamientos autodestructivos que alteran su patrón de valores y convicciones. Cambiar eso lleva años. El rol activo corresponde al codependiente. Los otros nos acompañan, pero el protagonismo es nuestro. No hay que desfallecer, siempre habrá altibajos y rebotes, pero hay que mantenerse en esa línea de acción. (Alpha).

¿Estás en recuperación? ¿Has enfrentado altibajos? ¿Cómo lo has superado? Comparte tu experiencia aquí.

Reflexión del Dia: 16 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea la particularidad que tiene el codependiente para reaccionar ante cualquier evento de su vida. Exagera esa respuesta viviendo de manera compulsiva.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

La mayoría de los codependientes son reaccionarios. Reaccionamos con ira, culpa, vergüenza, odio a nosotros mismos, preocupación, sentimientos heridos, gestos controladores, acciones solícitas, depresión, desesperación y furia. Reaccionamos con miedo y ansiedad. Algunos de nosotros reaccionamos tanto que nos resulta doloroso estar cerca de la gente, y torturante encontrarnos dentro de un grupo grande de personas. Es normal reaccionar y responder a nuestro medio ambiente. Reaccionar es parte de la vida. Es parte de interactuar, es parte de ser humano y de estar vivo. Pero nos permitimos irritamos tanto y distraernos tanto. Pequeñeces, cosas mayores —lo que sea— tienen el poder de descarrilarnos. Y nuestra respuesta después de que reaccionamos a menudo no es la que más nos conviene.
Podemos haber empezado a reaccionar y a responder urgente y compulsivamente con patrones que nos lastiman. El solo hecho de sentir urgencia y compulsión es suficiente para herirnos. Nos mantenemos en un estado de crisis, fluyendo la adrenalina y tensos los músculos, listos para reaccionar ante emergencias que generalmente no son tales. Alguien hace algo, de modo que nosotros debemos hacer algo a la vez. Alguien se siente de determinada manera de modo que nosotros debemos sentirnos de otra determinada manera.

Reflexión: Una conducta habitual en el codependiente es la «reacción permanente e inusual a todo evento o situación a su alrededor». Esta conducta aprendida acompaña nuestros actos parte de nuestra vida. Nos mantenemos en crispación, actuamos de manera compulsiva y desgastamos las energías en cualquier tontería. Eso impide que vivamos serenos y tranquilos. (Alpha).

¿Vives reaccionando a cualquier evento? ¿Esa conducta te hace sentir bien? ¿Cómo tratas ese problema? Comparte tu experiencia al respecto.

Reflexión del Dia: 15 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea las consecuencias del apego afectivo y como este genera serias dificultades a quien lo padece.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Los problemas que causa el apego son muchos. Sobreinvolucarnos de alguna manera puede mantenernos en un estado de caos; puede mantener a la gente que nos rodea en ese estado. Si concentramos toda nuestra energía en la gente y en los problemas, nos queda poco para dedicar el acto de vivir nuestra propia vida. Y ya hay bastante preocupación y responsabilidad en el ambiente. Si la tomamos toda nosotros, no queda nada para la gente que nos rodea. Esto nos hace trabajar en exceso a nosotros y quitarles bastante trabajo de encima a los demás. Y aún más, preocuparnos por la gente y por los problemas no funciona. No resuelve los problemas, no ayuda a los demás y no nos ayuda a nosotros mismos. Es energía desperdiciada.
Preocuparnos y obsesionarnos nos mantiene con tal maraña en la cabeza que no podemos resolver nuestros problemas. Cada vez que nos apegamos de esta manera a alguien o a algo, nos separamos de nosotros mismos. Perdemos contacto con nosotros mismos. Damos en prenda nuestro poder y nuestra capacidad para pensar, sentir, actuar y cuidar de nosotros mismos. Perdemos el control.

Reflexión: Definitivamente estar apegado emocionalmente a otra persona genera desordenes físicos y psicoafectivos que perturban la vida de quien lo vive. El apego afectivo hace que nos despersonalicemos y vivamos la vida a través de los demás. Perdemos el control y estamos a merced de cualquier situación. (Alpha).

¿Estás apegado a alguien? ¿Cómo estás enfrentando esta situación? ¿Has buscado ayuda con Grupos de CoDA? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 14 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» enumera las bondades del desapego, enfatizando en la obtención de la libertad interior.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Las recompensas que el desapego nos brinda son muchas: serenidad, una profunda sensación de paz interior, la capacidad de dar y de recibir amor de una manera que nos enaltece y nos llena de energía, y la libertad para encontrar soluciones reales a nuestros problemas. Encontramos la libertad para vivir nuestra propia vida sin sentimientos excesivos de culpa o de responsabilidad hacia los demás.23 En ocasiones el desapego llega a motivar y a liberar a la gente que se encuentra a nuestro alrededor para empezar a solucionar sus problemas. Dejamos de mortificarnos por ellos y lo perciben, de modo que finalmente comienzan a preocuparse por ellos. ¡Qué gran plan! Cada quien atiende sus propios asuntos.

Reflexión: Cuando nos desapegamos entendemos que esta herramienta tiene muchas fortalezas: alcanzar la libertad tanto el codependiente como las personas ligadas afectivamente a el, aprender el valor de dar y recibir amor sanamente, dejar atrás sentimientos de vergüenza, ira, culpa y ansiedad ¡Esto bien vale la pena intentarlo! (Alpha).

¿Estás trabajando en desapegarte? ¿Cómo te va con el desapego? Comparte aquí.

Reflexión del Dia: 13 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» reitera que hay una sola vía para alcanzar la independencia emocional y esta es el desapego.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

El desapego no es un alejamiento frío, hostil; no es una aceptación resignada y desesperante de todo aquello que la vida y la gente nos tire en el camino; no es una manera robótica de ir por la vida, absortos, y totalmente indiferente a la gente y a los problemas; no es una actitud de inocente dicha infantil; ni un desentendimiento de lo que son nuestras verdaderas responsabilidades hacia nosotros mismos y hacia los demás; ni una ruptura en nuestras relaciones. Tampoco es que retiremos nuestro amor y nuestra solicitud, aunque a veces estas formas de desapegarnos pueden ser las mejores a seguir, por el momento.
De una manera ideal, desapegarnos es liberarnos o apartarnos de una persona o problema con amor. Mental, emocional y a veces físicamente nos desembarazamos de nuestro involucramiento insano (y a menudo doloroso) con la vida y responsabilidades de otra persona, y de los problemas que no podemos resolver.

Mi Reflexión: Cuando comprendemos con claridad la importancia de dejar ir las preocupaciones y desórdenes por estar apegado a personas o sustancias, adquirimos conciencia plena que es la mejor herramienta para la recuperación. El codependiente tiene que asumir ese compromiso sincera y honestamente. Allí radica su misión primaria. (Alpha).

¿Estás intentando desapegarte? ¿Lo has logrado? Comenta acá. <

Reflexión del Dia: 12 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» reafirma que la codependencia tiene salida si y sólo si el codependiente se compromete a soltarse de la dependencia afectiva a las personas a través del mecanismo del desapego.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

El desapego implica “vivir en el momento presente” –vivir en el aquí y en el ahora– . Permitirnos que en la vida las cosas se den por sí solas en lugar de forzarlas y tratar de controlarlas. Renunciamos a los remordimientos por el pasado y a los miedos por el futuro. Sacamos el mayor provecho de cada día.
El desapego también implica aceptar la realidad, los hechos. Requiere fe en nosotros mismos, en Dios, en otras personas, en el orden natural y en el destino de las cosas en este mundo. Nos liberamos de nuestros pesares y preocupaciones y nos damos a nosotros mismos la libertad para disfrutar de la vida a pesar de nuestros problemas no resueltos. Confiamos en que todo está bien a pesar de los conflictos. Confiamos en que Alguien más grande que nosotros sabe, ha ordenado y se preocupa de lo que está sucediendo.
Entendemos que este Alguien puede hacer mucho más por resolver el problema que nosotros. De modo que tratamos de no estorbar su camino y dejar que Él lo haga. A su tiempo, sabremos que todo está bien porque vemos cómo las cosas más extrañas (y a veces, las más dolorosas) se solucionan de la mejor manera y en beneficio de todos.

Reflexión: Al despegarnos, en el marco del amor, podemos alcanzar la serenidad, sabiduría y conciencia para vivir una vida en libertad. El codependiente necesita y merece estar bien. Cuando nos recuperamos lo hacemos para responsabilizarnos de nuestra vida. Basta ya de estar dando «tumbos» sin tener un norte seguro. Es momento de lograrlo. (Alpha).

¿Eres una persona que está despegándose? ¿Cuál es tu vivencia al respecto? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 10 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» reafirma que la codependencia tiene salida si y sólo si el codependiente se compromete honestamente a seguir una recuperación continua, en la cual el desapego se utiliza como vía positiva para lograr su independencia efectiva.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

El desapego no es un alejamiento frío, hostil; no es una aceptación resignada y desesperante de todo aquello que la vida y la gente nos tire en el camino; no es una manera robótica de ir por la vida, absortos, y totalmente indiferente a la gente y a los problemas; no es una actitud de inocente dicha infantil; ni un desentendimiento de lo que son nuestras verdaderas responsabilidades hacia nosotros mismos y hacia los demás; ni una ruptura en nuestras relaciones. Tampoco es que retiremos nuestro amor y nuestra solicitud, aunque a veces estas formas de desapegarnos pueden ser las mejores a seguir, por el momento.
De una manera ideal, desapegarnos es liberarnos o apartarnos de una persona o problema con amor. Mental, emocional y a veces físicamente nos desembarazamos de nuestro involucramiento insano (y a menudo doloroso) con la vida y responsabilidades de otra persona, y de los problemas que no podemos resolver.

Reflexión: La vía más expedita, aunque laboriosa para dejar atrás la dependencia emocional o apego afectivo es el «Desapego». Este término no implica en modo alguno dejar de amar a la personas o personas con quienes estemos involucrados, sino empezar a desprendernos del envolvimiento afectivo que hemos desarrollado durante parte de nuestra vida. Desapegarse no es nada sencillo, cuesta proponérselo y más aún hacerlo. Solo usando este mecanismo estaremos liberándonos de esa necesidad de controlar e intervenir en la vida de las personas. (Alpha).

¿Utilizas el desapego como mecanismo para liberarte de esa compulsión de control? ¿Estás en recuperación? Comparte acá tus vivencias.

Meditación 8 de Diciembre… Dejando ir

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que la codependencia tiene recuperación y esta pasa por transitar el camino del desapego. Soltar nos libera y permite mantener el control de nuestras vidas.

Si deseas conocer mas sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

«¿Cuánto necesitamos soltar?», preguntó un amigo un día. «No estoy segura», respondí, «pero tal vez todo».

Dejar ir es un proceso espiritual, emocional, mental y físico, un proceso metafísico a veces misterioso de liberar a Dios y al Universo a lo que estamos aferrados tan firmemente.
Dejamos de lado a las personas, los resultados, las ideas, los sentimientos, los deseos, las necesidades, los deseos, todo. Dejamos de intentar controlar nuestro progreso en la recuperación. Sí, es importante reconocer y aceptar lo que queremos y lo que queremos que suceda. Pero es igualmente importante seguir adelante dejando ir.
Dejar ir es la parte de acción de la fe. Es un comportamiento que le da permiso a Dios y al Universo para enviarnos lo que estamos destinados a tener.
Dejar ir significa que reconocemos que aguantar tan fuerte no ayuda a resolver el problema, a cambiar a la persona ni a obtener el resultado que deseamos. No nos está ayudando. De hecho, aprendemos que mantenernos a menudo nos impide obtener lo que queremos y necesitamos.

¿Quiénes somos para decir que las cosas no están sucediendo exactamente como deben suceder?
Hay magia en dejar ir. A veces obtenemos lo que queremos poco después de dejarnos ir. A veces lleva más tiempo. A veces el resultado específico que deseamos no sucede. Algo mejor pasa.
Soltarnos nos libera y nos conecta con nuestra Fuente.
Soltarse crea el entorno óptimo para los mejores resultados y soluciones posibles.

«Hoy me relajaré. Voy a dejar ir lo que más me molesta. Confiaré en que al dejar ir, he puesto en marcha las ruedas para que las cosas funcionen de la mejor manera posible».

Reflexión: Está demostrado que la curación de la codependencia llega cuando aprendemos a «soltar» lo que nos nos hace daño. El «dejar ir» nos libera, nos ubica en el camino a recuperar ese control sobre nuestra vida que habíamos cedido a otros. Ese camino laborioso pasa por diversos eventos, y aunque no luzca estar bien, debemos continuar transitando el desapego. Es la mejor vía para liberarnos. (Alpha).

¿Practicas el desapego para soltarte de aquello que te resta paz? ¿Te ha dado resultados visibles el desapegarte? Comparte aquí.