Siento que el desapego puede volverse una respuesta habitual, de la misma manera que obsesionarse, preocuparse y ser controladores se han vuelto respuestas habituales en la práctica. Podremos no hacerlo perfectamente. Sin embargo, y al ritmo que sea, podemos practicar el desapego en nuestras vidas, y creo que eso es bueno para nosotros. Espero que puedan ser capaces de desapegarse con amor de la persona o de las personas de quienes se están desapegando. Creo que es mejor hacerlo todo con una actitud de amor. Sin embargo, por una multitud de razones, no siempre podemos hacerlo así. Si no puedes desapegarte con amor, en mi opinión es preferible desapegarse con enojo que permanecer apegados. Si nos desapegamos, estamos en una mejor posición para trabajar sobre (o a través) de nuestras resentidas emociones. Si estamos apegados, probablemente no hagamos nada más que estar siempre irritados.
¿Cuándo debemos desapegarnos? Cuando no podamos dejar de pensar, de hablar acerca de o de preocuparnos por alguien o por algo; cuando nuestras emociones estén en constante ebullición; cuando sintamos que tenemos que hacer algo acerca de alguien porque ya no podemos soportar la situación ni un minuto más; cuando estamos colgando de un hilo y sentimos que tal hebra está a punto de romperse; y cuando creemos que ya no podemos seguir viviendo con el problema con el que hemos estado tratando de vivir. ¡Es tiempo de desapegarnos! Aprenderán a reconocer cuándo es aconsejable desapegarse. Una buena regla a seguir es esta: cuando más necesitas desapegarte es cuando esto parece ser lo más lejano o lo menos posible de hacer.
(Melody Beattie de su Libro Ya No seas Codependiente).
Categoría: DESAPEGO
Responsabilizate de tu vida..
Haciéndote responsable de tu propia vida encontrarás tu centro, sabrás quién eres y qué quieres.
Cuando adquieres tu propia responsabilidad aprendes a diferenciar entre ayudar y cargar con los otros.
Cuando cargas lo que no te corresponde en ti, al contrario de lo que pudieras pensar no estás ayudando a nadie, sino desgastándote, esclavizándote.
Ayudar a otro no significa cargar con su vida a cuestas, significa estar al lado de esa persona para apoyarla pero no solucionar continuamente sus problemas y estar viviendo sus experiencias.
Cuando haces eso, no la estás ayudando, la estás anulando.
Cada cual debe aprender a responsabilizarse de su vida, venimos a vivir las experiencias de nuestra propia vida, no de la vida de otros. Enseñar a los demás a hacerse cargo de sí mismos es el mejor regalo que les puedes hacer, es como enseñar a pescar en lugar de regalar pescado. ¿Ves la diferencia?
Cuando tú sueltas una relación, esa relación se fortalece mucho más y tanto tú como la otra persona te liberas a ti mismo, aunque la impresión prístina es que todo se tambalee. En la libertad está la liberación, el todo.
A veces la relación llega a confundirse tanto que uno ya no sabe quién dependía de quien, si quien lo aparentaba o si el que necesitaba que le necesitasen para ser feliz.
Toda relación que no fluya libremente es una dependencia y en la dependencia no hay crecimiento, ni amor, sólo hay apego.
Demuéstrale al otro que solo puede y demuéstrate a ti mismo que tú también, a eso se le llama confianza.
Busca tu fuerza y tu verdad dentro de ti, pues no la hallarás en ningún otro lugar.
Puedes conseguir todos tus sueños…
(©AhavaIesu).Fuente:http://elmagicodespertardelossentidos.blogspot.com/
Reflexión del Dia: 30 de Mayo
Para cada uno de nosotros, llega un tiempo para soltarse. Sabrás cuándo ha llegado ese tiempo. Cuando has hecho todo lo que se puede hacer, es tiempo de desapegarte. Maneja tus sentimientos. Enfréntate a tus miedos acerca de perder el control. Gana control sobre ti mismo y sobre tus responsabilidades. Dales a los demás la libertad para ser lo que son. Al hacerlo, te liberarás.
(Melody Beattie de su Libro Ya No seas Codependiente).
Reflexión del Dia: 27 de Mayo
El desapego también implica aceptar la realidad, los hechos. Requiere fe en nosotros mismos, en Dios, en otras personas, en el orden natural y en el destino de las cosas en este mundo. Nos liberamos de nuestros pesares y preocupaciones y nos damos a nosotros mismos la libertad para disfrutar de la vida a pesar de nuestros problemas no resueltos. Confiamos en que todo está bien a pesar de los conflictos. Confiamos en que Alguien más grande que nosotros sabe, ha ordenado y se preocupa de lo que está sucediendo.
Entendemos que este Alguien puede hacer mucho más por resolver el problema que nosotros. De modo que tratamos de no estorbar su camino y dejar que Él lo haga. A su tiempo, sabremos que todo está bien porque vemos cómo las cosas más extrañas (y a veces, las más dolorosas) se solucionan de la mejor manera y en beneficio de todos.
(Melody Beattie de su Libro Ya No seas Codependiente).
Reflexión del Dia: 22 de Mayo
La codependencia es muchas cosas. Es una dependencia de los demás: de sus estados de ánimo, de su conducta, de su enfermedad o bienestar y de su amor. Es una dependencia paradójica. Parece que los demás dependen de los codependientes, pero en realidad ellos son los dependientes. Parecen fuertes pero se sienten desamparados. Parecen controladores pero en realidad son controlados ellos mismos, a veces por una enfermedad tal como el alcoholismo.
Estos son los hechos que dictaminan la recuperación. Solucionar estos problemas hace divertida la recuperación. Muchas recuperaciones de problemas que involucran la mente, las emociones y el espíritu de una persona son largas y engorrosas. No es así en el caso de la codependencia. Exceptuando emociones humanas normales que estaríamos sintiendo de cualquier manera, y de piquetes de incomodidad que tenemos cuando empezamos a comportarnos de manera diferente, la recuperación de la codependencia es emocionante. Es liberadora. Nos permite ser lo que somos. Permite a los demás ser como son. Nos ayuda a ejercitar el poder que Dios nos ha dado para pensar, sentir y actuar. Se siente uno bien. Nos brinda paz. Nos permite amarnos a nosotros mismos y a los demás. Nos permite recibir amor, esa maravilla que todos buscamos. Brinda un ambiente óptimo para que la gente a nuestro alrededor se cure y permanezca sana. Y la recuperación detiene el insoportable dolor con el que hemos vivido muchos de nosotros.
La recuperación no sólo es divertida, también es sencilla. No siempre es fácil, pero es sencilla. Se basa en la premisa de que muchos de nosotros hemos olvidado o que nunca hemos aprendido: cada persona es responsable de sí misma. Implica aprender una nueva conducta a la que nos dedicaremos: cuidar de uno mismo.
(Melody Beattie de su Libro Ya No seas Codependiente).
Reflexión del Dia: 3 de Mayo
Desapegarnos no quiere decir que nada nos importe. Significa que aprendemos a amar, a preocuparnos y a involucrarnos sin volvernos locos. Dejamos de crear un caos en nuestra mente y en nuestro medio ambiente. Cuando no nos hallamos reaccionando de un modo ansioso compulsivo, nos volvemos capaces de tomar buenas decisiones acerca de cómo amar a la gente y de cómo solucionar nuestros problemas. Nos liberamos para comprometernos y para amar de modo que podamos ayudar a los demás sin lastimarnos a nosotros mismos.
Las recompensas que el desapego nos brinda son muchas: serenidad, una profunda sensación de paz interior, la capacidad de dar y de recibir amor de una manera que nos enaltece y nos llena de energía, y la libertad para encontrar soluciones reales a nuestros problemas. Encontramos la libertad para vivir nuestra propia vida sin sentimientos excesivos de culpa o de responsabilidad hacia los demás. En ocasiones el desapego llega a motivar y a liberar a la gente que se encuentra a nuestro alrededor para empezar a solucionar sus problemas. Dejamos de mortificarnos por ellos y lo perciben, de modo que finalmente comienzan a preocuparse por ellos. ¡Qué gran plan! Cada quien atiende sus propios asuntos.
(Melody Beattie de su Libro Ya No sea Codependiente).
Meditación 27 de Abril… Deja ir la necesidad de controlar
Las recompensas del desapego son grandes: serenidad, una profunda sensación de paz interior, la capacidad de dar y recibir amor de una manera que nos enaltece y nos llena de energía, y la libertad para encontrar soluciones reales a nuestros problemas. (Ya no seas Codependiente).
Dejar ir nuestra necesidad de controlar puede liberarnos a nosotros y a los demás. Puede liberar a nuestro Poder Superior para que nos envíe lo que es mejor para nosotros. Si no estuviéramos tratando de controlar algo o a alguien, ¿Qué estaríamos haciendo de otra forma? ¿Qué estaríamos haciendo que no nos estamos dejando hacer ahora? ¿Adónde iríamos? ¿Qué diríamos? ¿Qué decisiones tomaríamos? ¿Qué pediríamos? ¿Cuáles límites fijaríamos? ¿Cuándo diríamos si o no?
Si no estuviéramos tratando de controlar si le caemos bien o no a otra persona y su reacción hacia nosotros, ¿Qué haríamos de manera diferente? Si no estuviéramos tratando de controlar el curso de una relación, ¿Qué haríamos de otra manera? Si no estuviéramos tratando de controlar la conducta de otra persona, ¿Cómo pensaríamos, sentiríamos, hablaríamos y nos comportaríamos de manera diferente a como lo hacemos ahora?
¿Qué es lo que no nos hemos estado dejando hacer mientras albergábamos la esperanza de que nuestra abnegación influyera sobre una situación o persona en particular? ¿Hay algunas cosas que hemos estado haciendo y que dejaríamos de hacer? ¿Cómo nos trataríamos a nosotros mismos de otra manera? ¿Nos permitiríamos disfrutar más de la vida y sentirnos mejor ahora mismo? ¿Dejaríamos de sentirnos tan mal? ¿Nos trataríamos mejor a nosotros mismos? Si no estuviéramos tratando de controlar, ¿Qué haríamos en forma diferente? Haz una lista y luego síguela.
«Hoy me preguntaré a mí mismo qué estaría haciendo de otra manera si no estuviera tratando de controlar. Cuando escuche la respuesta, la haré. Dios mio, ayúdame a dejar ir mi necesidad de controlar. Ayúdame a liberarme y a liberar a los demás».
(Melody Beattie de su Libro El Lenguaje del Adiós).
Reflexión del Dia: 22 de Abril
Darnos a nosotros mismos lo que necesitamos no es difícil. Creo que podemos aprender rápido. La fórmula es sencilla: en cualquier situación dada, desapégate y pregunta: “¿qué necesito hacer para cuidar de mí mismo?”
Luego necesitamos escucharnos a nosotros mismos y a nuestro poder superior. Respetar lo que oímos. El demente negocio de castigarnos por lo que pensamos, sentimos, y deseamos, esta tontería de no escuchar a quien realmente somos y a lo que nuestro yo lucha por decirnos debe parar. ¿Cómo creen que Dios trabaja con nosotros? Como ya lo he dicho antes, no es de sorprender que pensemos que Dios nos ha abandonado; nos hemos abandonado nosotros mismos. Podemos ser gentiles y aceptarnos. No somos sólo o meramente humanos, fuimos creados con la intención de que fuéramos humanos. Y podemos ser compasivos con nosotros mismos. Después, tal vez, podamos desarrollar verdadera compasión hacia los demás.
Escuchen lo que nuestro precioso yo trata de decirnos acerca de lo que necesitamos.
Quizá necesitemos apurarnos y acudir a una cita. Tal vez necesitemos desacelerar y tomarnos un día de descanso. Quizá necesitemos hacer ejercicio o dormir la siesta. Podemos necesitar estar solos. Podemos querer estar rodeados de gente. Quizá necesitemos conseguir un empleo. Tal vez necesitemos trabajar menos. Quizá necesitemos un abrazo, un beso o un masaje en la espalda.
A veces damos lo que necesitamos significa darnos algo divertido: una golosina, un nuevo peinado, un vestido nuevo, un nuevo par de zapatos, un juguete nuevo, una noche en el teatro, o un viaje a las Bahamas.
En ocasiones, darnos lo que necesitamos es trabajar. Necesitamos eliminar o desarrollar cierta característica; necesitamos trabajar en una relación; o necesitamos atender a nuestras responsabilidades para con otras personas o para con nosotros mismos. Darnos lo que necesitamos no solamente significa hacernos regalos; significa hacer lo necesario para vivir responsablemente, no una existencia exageradamente responsable o irresponsable en exceso. Nuestras necesidades son distintas y varían de un momento a otro y de un día para otro. ¿Estamos sintiendo la loca ansiedad que acompaña a la codependencia? Quizá necesitemos acudir a una reunión de Al-Anón. ¿Son nuestros pensamientos negativos y desesperantes? Tal vez necesitemos leer un libro de meditación o uno que nos inspire. ¿Estamos preocupados por un problema físico? Quizá necesitemos ir al doctor. ¿Se están portando muy mal los niños? Tal vez necesitemos idear un plan familiar de disciplina. ¿La gente está pisando nuestros derechos? Fijemos algunos límites. ¿Tenemos el estómago hecho nudo a causa de las emociones? Manejemos nuestros sentimientos.
Tal vez necesitemos desapegarnos, desaceleramos, enmendar, intervenir, iniciar una relación, o pedir el divorcio. De nosotros depende. ¿Qué pensamos que debemos hacer?
(Melody Beattie de su Libro Ya No seas Codependiente).
Reflexión del Dia: 21 de Abril
La mayoría de nosotros empezamos a hacer estas cosas por la necesidad de protegernos a nosotros mismos y de satisfacer nuestras necesidades. Hicimos, sentimos y pensamos estas cosas para sobrevivir – emocional, mental y a veces físicamente-. Tratamos de entender y de contender con nuestros complejos mundos de la mejor manera. No siempre es fácil vivir con personas sanas y normales. Pero es particularmente difícil vivir con personas enfermas,atribuladas o perturbadas. Es horrible tener que vivir con un alcohólico delirante. Muchos de nosotros nos las hemos tenido que ver con circunstancias indignantes, y estos esfuerzos han sido tan admirables como heroicos. Hemos hecho lo mejor que hemos podido.
Sin embargo, estos recursos de autoprotección ya no nos resultan útiles. En ocasiones, las cosas que hacemos para protegernos se vuelven contra nosotros y nos lastiman. Se vuelven autodestructivas. Muchos codependientes apenas logran sobrevivir, y la mayoría no satisface sus necesidades. Como consejero, Scott Egleston dice que la codependencia es una manera de satisfacer las necesidades que no satisface las necesidades. Hemos hecho cosas incorrectas por los motivos correctos.
¿Podremos cambiar? ¿Podremos aprender conductas más sanas? No sé si se pueda enseñar la salud mental, emocional y espiritual, pero podemos ser inspirados y alentados. Podemos aprender a hacer las cosas de otra manera. Podemos cambiar. Creo que la mayoría de la gente quiere estar sana y vivir sus vidas lo mejor posible. Pero muchos de nosotros no sabemos que está bien hacer las cosas de otra manera.
(Melody Beattie de su Libro Ya no seas Codependiente).
Meditación 21 de Abril… Conflicto y Desapego
En una relación, hay momentos maravillosos en los que las cosas se desarrollan sin problemas para ambas personas, y ninguna de las dos personas debe centrarse demasiado en el concepto de desapego. Pero existen esos tiempos desafiantes cuando una persona está en crisis o cambiando, y tenemos que distanciarnos.
Luego hay ciclos estresantes cuando ambas personas en una relación están en medio de lidiar con problemas intensos. Ambos son necesitados y ninguno tiene nada que ofrecer.
Estos son momentos en los que el desapego y el cuidado de nosotros mismos son difíciles.
En estos momentos, es útil identificar el problema. Ambas personas están en medio del trato y la curación. Tampoco tiene mucho que ofrecer, al menos en este momento. Y ambos se sienten particularmente necesitados.
Ese es el problema.
¿Cual es la solución?
Puede que no haya una solución perfecta. El desapego sigue siendo la clave, pero eso puede ser difícil cuando necesitamos nuestro apoyo. De hecho, la otra persona puede estar pidiendo apoyo en lugar de ofrecerlo.
Todavía podemos trabajar hacia el desapego. Todavía podemos trabajar a través de nuestros sentimientos. Podemos aceptar esto como un ciclo temporal en la relación, y dejar de mirar a la otra persona por algo que él o ella no puede dar en este momento.
También podemos dejar de esperar que demos en este momento.
La comunicación ayuda. Identificar el problema y hablar de él sin culpar o avergonzar es un comienzo. Averiguar sistemas alternativos de apoyo o formas de satisfacer nuestras necesidades ayuda.
Todavía somos responsables de cuidar de nosotros mismos, incluso cuando estamos en la mejor de las relaciones. Podemos esperar razonablemente que se produzcan conflictos de necesidades y el enfrentamiento de problemas en las relaciones más amorosas y saludables.
Es uno de los ciclos de amor, amistad y familia.
Si se trata de una relación sana, la crisis no continuará sin fin. Recuperaremos nuestro equilibrio. La otra persona también lo hará. Podemos dejar de ponernos tan locos buscando que la otra persona esté equilibrada cuando él o ella no.
Habla de cosas Arreglar las cosas. Mantenga nuestras expectativas de nosotros mismos, otras personas y nuestras relaciones saludables y razonables.
Una buena relación será capaz de mantener y sobrevivir puntos bajos. A veces los necesitamos, para que podamos crecer y aprender por separado.
Algunas veces, las personas que usualmente están ahí para nosotros no pueden estar ahí para nosotros. Podemos encontrar otra manera de cuidarnos a nosotros mismos.
«Hoy, recordaré que mis mejores relaciones tienen puntos bajos. Si el punto bajo es la norma, me gustaría considerar la conveniencia de la relación. Si el punto bajo es un ciclo temporal, practicaré la comprensión para mí y para la otra persona. Dios, ayúdame a recordar que la ayuda y el apoyo que quiero y necesito no vienen en la forma de una sola persona. Ayúdame a estar abierto a opciones saludables para cuidar de mí mismo si mi sistema de apoyo normal no está disponible».
(Melody Beattie de su Libro el Lenguaje del Adios-Serie de Meditaciones).