Meditación 22 de Septiembre… Enfado

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que el enfado y la culpa deben ser vistos como parte del comportamiento de las personas durante el proceso de duelo. Solemos lidiar con estos sentimientos y no tiene nada incorrecto sentirlos. Elaboremos el Duelo a nuestro propio ritmo hasta aceptar la perdida.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Sentirse enojado y, a veces culpar a los otros, es una parte natural y necesaria para aceptar la pérdida y el cambio del duelo. Podemos permitirnos a nosotros mismos y a los demás enojarnos a medida que pasamos de la negación a la aceptación.
A medida que aceptamos la pérdida y el cambio, podemos culparnos a nosotros mismos, a nuestro Poder Superior u otros. La persona puede estar conectada a la pérdida, o él o ella puede ser un espectador inocente. Podemos escucharnos a nosotros mismos decir: «Si solo él hubiera hecho eso». . . . Si no hubiera hecho eso. . . . ¿Por qué Dios no lo hizo de manera diferente? . . . «Sabemos que la culpa no ayuda». En recuperación, las consignas son responsabilidad propia y responsabilidad personal, no culpables. En última instancia, la rendición y la autoresponsabilidad son los únicos conceptos que nos pueden mover hacia adelante, pero para llegar allí es posible que tengamos que permitirnos sentirnos enojados y ocasionalmente culparnos.
Es útil, al tratar con los demás, recordar que ellos también pueden necesitar pasar por su etapa de enojo para lograr la aceptación. No permitir que otros, o nosotros mismos, pasemos por la ira y la culpa, puede ralentizar el proceso de duelo.
Confiemos en nosotros mismos y en el proceso de duelo. No nos enfadaremos para siempre. Pero es posible que tengamos que enojarnos por un tiempo mientras buscamos lo que pudo haber sido, para finalmente aceptar lo que es.

«Dios, ayúdame a aprender a aceptar mi enojo y el de los demás como parte normal para lograr la aceptación y la paz. Dentro de ese marco, ayúdame a luchar por la responsabilidad personal».

Mi Reflexión: Durante la elaboración del Duelo todo ser humano atraviesa sentimientos difíciles de manejar como el enfado la culpa por la perdida sufrida. Los codependientes vemos este proceso con una óptica mas dramática y «»cuesta arriba»», nos desequilibramos emocional y físicamente. Si nos planteamos transitar el duelo y aceptar esta perdida, entendiendo que todo va a transcurrir conforme a la voluntad de Dios, veremos fluir y aceptar lo ocurrido sin deterioro de nuestra vida. Es importante observar que los demás también sufren su duelo y están haciendo su esfuerzo propio para lograr llegar a la aceptación. Todo va a volver a su cauce, es la ley de la existencia, no podemos alterar esos designios, solo resignarnos y aceptarlo, sin olvidar que nuestra meta es «responsabilizarnos de nosotros mismos».(Alpha).

¿Has sentido sentimientos de ira y culpa al tener una perdida importante en tus afectos? ¿Como logras manejar estos sentimientos?. Comenta aquí.

Reflexión del Dia: 20 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente»ratifica que los codependientes acumulamos muchos fracasos en la vida, y debemos ajustar nuestra recuperacion a estas situaciones. Pasamos por perdidas fuertes y estas deben ser asumidas con responsabilidad mientras nos recuperamos.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Algunos de nosotros vimos estrellarse nuestros sueños y esperanzas. Algunos podemos estar enfrentando el fracaso de algo extremadamente importante como es nuestro matrimonio o cualquier otra relación importante. Sé que hay mucho dolor ante la perspectiva de perder el amor o de perder los sueños que teníamos. No hay nada que podamos decir para hacer eso menos doloroso o para atenuar nuestra pena. Hiere profundamente ver destruidos nuestros sueños por el alcoholismo o por cualquiera otro problema. Cuán cierto es esto. Cuán tristemente es cierto. Y nada muere más lenta o más dolorosamente que un sueño.
Incluso la recuperación conlleva pérdidas, más cambios por cuya aceptación debemos luchar. Cuando un cónyuge se vuelve sobrio, las cosas cambian. Cambian nuestros patrones de relación. Nuestras características codependientes, las maneras en que hemos sido afectados, son pérdidas de autoimagen que debemos afrontar. Aunque estos son cambios positivos, siguen siendo pérdidas, pérdidas de cosas que pueden no haber sido deseables pero que se han vuelto extrañamente cómodas. Estos patrones se habían vuelto comunes en nuestras circunstancias actuales. Por lo menos sabíamos qué esperar, incluso si esto significaba no esperar nada.

Mi Reflexión: Durante la recuperacion el codependiente se transforma interiormente, debiendo «lidiar» con cambios significativos que conllevan perdidas. Durante el trayecto de ese camino para sanar, manejamos sentimientos variados y nuestras emociones tienen «altibajos» que retan a mantenerse «firmes» sin caer en la tentación de «abandonar»el transito que por fin nos llevara a alcanzar la serenidad y paz interior. La dicha y felicidad están a la «vuelta de la esquina» y no debemos perder la magnifica oportunidad de lograrlo después de iniciar el proceso. (Alpha).

¿Has iniciado tu proceso de recuperacion? ¿Cuales son tus vivencias al respecto? Comenta aquí

Meditación 15 de Septiembre… Negación

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós reitera que del proceso de duelo, el codependiente se mantiene «pegado» en la negación. Esta etapa difícil de pasar, propicia las conductas autodestructivas de la codependencia, e impide que se elabore el duelo de manera sana.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

La negación es un caldo de cultivo fértil para los comportamientos que llamamos codependientes: controlar, centrarse en los demás y descuidarnos. La enfermedad y las conductas compulsivas o adictivas también pueden surgir durante la negación.
La negación puede ser confusa porque se asemeja a dormir. No somos conscientes de que lo estamos haciendo hasta que hayamos terminado de hacerlo. Forzarnos a nosotros mismos, o a cualquier otra persona, a enfrentar la verdad generalmente no ayuda. No enfrentaremos los hechos hasta que estemos listos. Tampoco, al parecer, nadie más. Podemos admitir la verdad por un momento, pero no nos permitiremos saber lo que sabemos hasta que nos sintamos seguros, y preparados para lidiar con ello.
Ayuda hablar con amigos que nos conocen, nos aman, nos apoyan, nos alientan y nos afirman.
Ser amable, cariñoso y afirmarse con nosotros mismos ayuda. Nos ayuda a nosotros mismos, y a nuestro Poder Superior, a guiarnos hacia y a través del cambio.
El primer paso hacia la aceptación es la negación. El primer paso para avanzar a través de la negación es aceptar que podemos negarnos y luego permitirnos avanzar suavemente.

«Dios, ayúdame a sentirme lo suficientemente seguro como para aceptar lo que tengo que aceptar».

Mi Reflexión: Al atravesar el Duelo, los codependientes tienden a mantenerse en la primera etapa: La Negación. Siendo que esta fase es la que «dispara» nuestras conductas autodestructivas: los hace victimarse, desconfiar de su poder y controlar obsesivamente a los demás. Quienes deseen sanar, les toca utilizar todas las herramientas para salir «suavemente» de la negación. Solo es difícil lograrlo. Buscar ayuda profesional y adscribirse a un Programa de Doce Pasos es una excelente alternativa para lograrlo. Deben caminar hacia la «Aceptación», moviéndose a su propio ritmo, aunque para ello deban «fajarse» en el trayecto hasta responsabilizarse de si mismo, y ¡asumir con firmeza esa tarea! (Alpha).

¿Durante el Duelo te has estancado en la negación? ¿Has buscado ayuda para transitar el proceso de Duelo? ¿Cuales herramientas usaste? Comparte tus resultados aquí.

Meditación 12 de Septiembre… El proceso de duelo

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós trae a colación el proceso de duelo, enumerando las 5 etapas por la que atraviesa el ser humano cuando enfrenta una perdida. Plantea la Autora que los codependientes nos quedamos «varados» en la negación, dificultándose que transitemos las otras etapas hasta alcanzar la aceptación. Aun así, corresponde trabajar en lograr «movernos» y responsabilizarnos de nosotros mismo, aun en esos momentos de aflicción y perdida.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmen te con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Permitirnos sufrir por completo nuestras pérdidas es la forma en que nos rendimos al proceso de la vida y la recuperación. Algunos expertos, como Patrick Carnes, llaman a los Doce Pasos «un programa para lidiar con nuestras pérdidas, un programa para lidiar con nuestro dolor».
¿Cómo nos duele?

Embarazosamente. Imperfectamente. Usualmente con una gran resistencia. A menudo con enojo e intentos de negociar. En última instancia, al rendirse al dolor.
El proceso de duelo, dice Elisabeth Kubler-Ross, es un proceso de cinco etapas: negación, enojo, negociación, tristeza y, finalmente, aceptación. Así es como nos lamentamos; así es como aceptamos; así es como nosotros perdonamos; así es como respondemos a los muchos cambios que la vida nos lanza.
Aunque este proceso de cinco pasos se ve ordenado en el papel, no es ordenado en la vida. No nos movemos a través de él de manera compartimentada. Por lo general, nos arrastramos, pataleamos y gritamos, con muchos movimientos de vaivén, hasta que alcanzamos ese estado pacífico llamado aceptación. Cuando hablamos de «asuntos pendientes» de nuestro pasado, generalmente nos referimos a pérdidas sobre las cuales no hemos completado el duelo. Estamos hablando de estar atrapados en algún lugar del proceso de duelo. Por lo general, para niños adultos y codependientes, el lugar donde nos quedamos atrapados es la negación. Pasar por la negación es la primera y más peligrosa etapa del duelo, pero también es el primer paso hacia la aceptación.
Podemos aprender a entender el proceso de duelo y cómo se aplica a la recuperación. Incluso los buenos cambios en la recuperación pueden traer pérdidas y, en consecuencia, dolor. Podemos aprender a ayudarnos a nosotros mismos y a los demás entendiendo y familiarizándonos con este proceso. Podemos aprender a llorar por completo nuestras pérdidas, sentir nuestro dolor, aceptar y perdonar, para que podamos sentir alegría y amor.

«Hoy, Dios, ayúdame a abrirme al proceso de duelo por mis pérdidas. Ayúdame a permitirme fluir a través del proceso de duelo, aceptando todas las etapas para poder lograr la paz y la aceptación en mi vida. Ayúdame a aprender a ser amable conmigo mismo y con los demás mientras pasamos por este proceso de sanación muy humano».

Mi Reflexión: Para cualquier persona es difícil enfrentar una perdida, máxime para el codependiente. Podemos, en medio de la aflicción y el duelo, llegar a entender que debemos continuar «cuidando de nosotros mismos», impulsados por la necesidad de no claudicar y hacer de la negación una etapa permanente. Atravesamos momentos difíciles, solo que «confiando en Dios podemos enfrentar ese sufrimiento y seguir intentando alcanzar la paz y el sosiego interior. (Alpha).

¿Has enfrentado el proceso de duelo? ¿Como te has conducido durante esos momentos difíciles? ¿Has podido moverte en las etapas del Duelo?. Comparte tus vivencias con nosotros.

Reflexión del Dia: 14 de Agosto

Hemos sido usados otra vez. No nos han apreciado otra vez. Hemos luchado tanto por ayudar a la gente, de ser buenos con ella. Nos lamentamos, “¿Por qué? “ “¿Por qué me pasa esto SIEMPRE a mí?” Otra persona nos ha pisoteado, nos ha golpeado. Y pensamos: “¿Siempre seremos víctimas?” Probablemente, si no dejarnos de rescatar y de cuidar a los demás como si fuéramos su nana.
Muchos codependientes, en alguna época de su vida, fueron verdaderas víctimas, del abuso, de la negligencia, del abandono, del alcoholismo de otro, o de cualquier otra situación que puede hacer víctima a la gente. Estuvimos, en algún momento, realmente desvalidos e incapacitados para protegernos o solucionar nuestros problemas. Algo nos sobrevino, algo que no pedimos, y que nos hirió terriblemente. Eso es triste, verdaderamente triste. Pero un hecho todavía más triste es que muchos de los codependientes empezamos a vernos a nosotros mismos como víctimas. Nuestra dolorosa historia se repite. Como sus nanas, permitimos que la gente nos victimice, y participamos en nuestra victimación al seguir perpetuamente rescatando a la gente.
Rescatar o cuidar no son un acto de amor. El triángulo del drama es un triángulo de odio. Alimenta y mantiene el odio hacia uno mismo, y es un obstáculo para la expresión de nuestros sentimientos hacia los demás. El triángulo y los papeles cambiantes de rescatador, perseguidor y víctima son el proceso visible que atravesamos. Cambia el papel que desempeñamos y nos sobrevienen los cambios emocionales tan cierta y tan intensamente como si estuviéramos leyendo un libreto. Podemos completar el proceso en segundos, experimentando tan sólo emociones ligeras al cambiar de papel. O bien podemos llevarnos años en completar el triángulo y engendrando así una explosión mayor. Podemos, y muchos lo hacemos, rescatar veinte veces en un día.

(Melody Beattie de su Libro Ya No Seas Codependiente).
desapego de chopra1

Reflexión del Dia: 7 de Agosto



Muchos codependientes se vuelven lo que la gente llama adictos al drama o a la crisis. Por extraño que parezca, podemos volvernos adictos a los problemas. Si vivimos con la suficiente cantidad de desdicha, crisis y disturbios durante un tiempo suficiente, el miedo y el estímulo provocados por los problemas pueden convertirse en una experiencia emocionalmente cómoda. Luego de un tiempo, si nos acostumbramos tanto a involucrar nuestras emociones con problemas y crisis que podemos llegar a apropiarnos de problemas que no nos conciernen y permanecer involucrados en ellos. Incluso podemos comenzar a hacer líos o a hacer los problemas más grandes de lo que son para crearnos una situación estimulante. Esto es verdad especialmente si hemos descuidado mucho nuestras propias vidas y sentimientos.
Cuando estamos involucrados en un problema, sabemos que estamos vivos. Cuando el problema se resuelve, podemos sentirnos vacíos y sin sentimientos. No tenemos nada que hacer. Estar en crisis se convierte en algo cómodo, y nos salva de nuestra monótona existencia. Es como volverse adicta a las telenovelas, excepto que las crisis diarias se suceden en nuestras vidas y en las de nuestros amigos y familiares.

(Melody Beattie de su Libro Ya No Seas Codependiente).
desapego de chopra1

Reflexión del Dia: 31 de Julio



Ahí estaban los sueños. Muchos de nosotros los mantuvimos tanto tiempo, asiéndonos a ellos a través de una pérdida y de una desilusión tras otra. Volaron de cara a la realidad, estremeciéndose ante la verdad, rehusándose a creer o a aceptar nada menos que eso. Pero un día la verdad nos sacudió y se rehusó a que la siguiéramos negando. Esto no es lo que habíamos querido, lo que habíamos planeado, lo que habíamos pedido, o lo que habíamos esperado. Nunca lo sería. El sueño estaba muerto, y nunca más podría revivir.
Algunos de nosotros vimos estrellarse nuestros sueños y esperanzas. Algunos podemos estar enfrentando el fracaso de algo extremadamente importante como es nuestro matrimonio o cualquier otra relación importante. Sé que hay mucho dolor ante la perspectiva de perder el amor o de perder los sueños que teníamos. No hay nada que podamos decir para hacer eso menos doloroso o para atenuar nuestra pena. Hiere profundamente ver destruidos nuestros sueños por el alcoholismo o por cualquiera otro problema. La enfermedad es mortal. Mata todo lo que está a la vista, incluyendo a nuestros más nobles sueños. “La dependencia química destruye lenta, pero completamente”, concluye Janet Woititz.54 Cuán cierto es esto. Cuán tristemente es cierto. Y nada muere más lenta o más dolorosamente que un sueño. Incluso la recuperación conlleva pérdidas, más cambios por cuya aceptación debemos luchar.
Cuando un cónyuge se vuelve sobrio, las cosas cambian. Cambian nuestros patrones de relación. Nuestras características codependientes, las maneras en que hemos sido afectados, son pérdidas de autoimagen que debemos afrontar. Aunque estos son cambios positivos, siguen siendo pérdidas, pérdidas de cosas que pueden no haber sido deseables pero que se han vuelto extrañamente cómodas. Estos patrones se habían vuelto comunes en nuestras circunstancias actuales. Por lo menos sabíamos qué esperar, incluso si esto significaba no esperar nada.

(Melody Beattie de su Libro Ya No Seas Codependiente).
desapego de chopra1

Meditación 7 de Febrero… Aprecia los destellos de luz



Conozco personas que han estado inmersas en tiempos extremadamente difíciles. Una mujer perdió a su esposo y ambos hijos en un incendio. Otra encontró a su hijo adolescente muerto de muerte, suicidio, en su porche trasero un domingo de primavera. He conocido personas que luchan contra la depresión crónica. He conocido a personas que perdieron su fortuna de una sola vez. He conocido personas que eran activas, personas sanas un día, y al día siguiente un accidente las paralizó de por vida.
También tuve mis años de dolor después de la muerte de mi hijo. Año tras año, el dolor latía incesantemente, amenazando con no disminuir.
Escucha cuidadosamente. Rezo para que nunca tengas tal tiempo. Pero incluso si estás pasando por algo así, haz que cada momento cuente. Y preste especial atención a los momentos en que el dolor y el sufrimiento disminuyen, aunque solo sea por unos segundos u horas. Cuenta esos momentos como un regalo, un destello de luz. Mantenlos en tu corazón.
Escribe en tu diario cuánto duele. Siente todo tu dolor. Pero tómese el tiempo para documentar esos breves momentos cada semana en los que solo aparece un destello de placer.
Recuerda, dos más dos son cuatro. Cuatro más cuatro son ocho.
Esos momentos se sumarán.
Puede que no estés pasando por un momento en tu vida que disfrutes, pero trata de encontrar unos momentos en los que puedas recuperar el aliento, mirar a tu alrededor y decir qué dulce es.

«Dios, ayúdame a encontrar al menos una cosa en mi vida que me haga sentir bien y me dé placer, aunque sea solo por un momento de mi día».

(Melody Beattie de su Libro Mas del Lenguaje del Adios).

Reflexión del Dia: 19 de Enero



REPARAMOS DIRECTAMENTE A CUANTOS NOS FUE POSIBLE EL DAÑO CAUSADO, EXCEPTO CUANDO EL HACERLO IMPLICABA PERJUICIO PARA ELLOS O PARA OTROS (Noveno Paso de CoDA).
HABÉRSELAS CON LOS QUE NOS HAN DAÑADO
La primera categoría de reparaciones a discutir es a aquellas personas que nos han dañado. Ya sé, ya sé. Esto suena raro y un poco codependiente. Aguántame un poco.
Si alguien nos ha dañado y no hemos enfrentado el incidente, existe discordia en nuestro corazón. Así que ¿cómo nos acercamos a esta lista? No con negación, mis amigos.
Esta lista contiene la mayoría de nuestras tareas de recuperación. Nuestra meta en esta lista es perdonar a cada persona que nos ha dañado, pero antes debemos hacer algo importante.
Debemos trabajar con, y experimentar totalmente, nuestros sentimientos. Debemos identificar claramente y aceptar el abuso. Necesitamos dilucidar cuáles deben ser nuestros nuevos comportamientos y respuestas a otros, de manera que el abuso o maltrato no continúe. Y luego, necesitamos dejarnos llevar hacia el perdón.
Este es un proceso de duelo que se hace por etapas comenzando por la negación y que nos introduce a la rabia y la tristeza.
Muchos de nosotros en este proceso descubrimos que debemos trabajar nuestra rabia.
Una vez que hemos trabajado nuestros sentimientos, estamos listos para perdonar, pero no antes. El perdón realizado demasiado pronto, realizado antes de perseguir y extraer nuestros sentimientos, será prematuro e inefectivo y requerirá volverse a trabajar.
La meta de la recuperación no es perpetuar la negación. La meta de la recuperación es la aceptación, incluyendo la aceptación de nuestros sentimientos.

Según el tipo de abuso que sufrimos, nuestros sentimientos puede variar de leves a intensos. Si el abuso fue severo, algunos de nosotros podemos quedarnos en esa rabia por años. Eso está bien.
Ahí necesitamos estar. Comprendan que mediante sentir nuestros sentimientos, nos encaminamos hacia la sanación y hacia el perdón y la aceptación.
Una parte importante de este proceso es darnos cuenta de qué necesitamos hacer en el futuro para cuidarnos con esta persona o cualquier otra que pudiera infligirnos un abuso omaltrato similar. No podemos evitar todo abuso o maltrato en la recuperación, a pesar de nuestras intenciones. Pero con frecuencia, cuando repaso los incidentes donde he sido maltratada, ahí hay una lección importante para mí. El proceso no está completo hasta que me abro a esa lección y resuelvo practicar lo aprendido en el futuro. Con frecuencia, la lección es aprender a poseer mi propio poder y a cuidarme con la gente.
A veces la lección es sobre establecer límites. A veces la lección es aprender a decir no. A veces la lección es aprender a poseer nuestro propio poder y respetar y confiar en nuestros sentimientos, deseos, y necesidades. A veces la lección no está clara, y todo lo que podemos hacer es aceptar que el incidente tuvo lugar.
A veces, como parte de este proceso, tal vez deseamos confrontar a una persona acerca de un asunto particular, no culpar, avergonzar, o exigir una disculpa, pero expresar claramente nuestros nuevos límites con ella y enterarle de que hemos sido violados. A veces perdemos nuestro tiempo al hablar. Quizá queramos pedir consejo aquí. Nuestras amistades, padrinos y nuestro Poder Superior puede ayudarnos a determinar qué acción es adecuada en cada instancia.
Una vez que los sentimientos se han experimentado plenamente y nuestra lección se aclara, la siguiente etapa es el perdón de cada nombre en la lista. Esta no es una tarea fácil. Pero perdonaremos cuando estemos listos.
Existen algunos «trucos» de la recuperación que me ayudan cuando estoy tratando de perdonar y no tengo muchas ganas. Pedir que Dios bendiga a la persona y la llene de felicidad, ayuda.
Afirmar que perdono a la persona, ayuda. Forzándome a tener pensamientos buenos y positivos respecto a esa persona, ayuda. Pedir a Dios que me dé el regalo del perdón y restaure los sentimientos adecuados a la relación, ayuda.
El perdón llegará cuando nos abrimos a ello. El perdón nos encontrará cuando estemos listos. No hay que buscarlo demasiado pronto, antes de sentir los sentimientos. No hay que evitarlo demasiado tiempo, porque nos trae la paz y la libertad.
Perdonar a alguien no significa que le damos permiso de continuar maltratándonos.
Si estamos tratando de perdonar a alguien y, en vez de eso, nos sentimos enojados y desconfiados, tal vez no hemos explorado lo suficiente nuestros sentimientos o no hemos trabajado la lección necesaria para alcanzar el perdón. De vez en cuando, cuando hacemos este tipo de trabajo, pueden aclarársenos ideas acerca de nuestra participación en el incidente. Si esto sucede y nos damos cuenta de que hemos tenido una parte en el incidente que necesitamos reparar, podemos agregar ese nombre a nuestra segunda lista.
Nuestra meta es perdonar y olvidar el incidente, cuando lo hayamos aceptado y hayamos sanado de él. Nos esforzamos por recordar sólo nuestra lección derivada de la experiencia. Aprendemos que podemos ser agradecidos, porque muchos han entrado en nuestra vida para ayudarnos a aprender y crecer, a veces por oposición, a veces a través del amor, a veces mediante ser el reflejo de lo que necesitamos trabajar en nosotros mismos.
(Melody Beattie de su Guía de los Doce Pasos).

Frase del Dia: 9 de Diciembre

tumblr_kxykomQfGi1qac6sjo1_500

Las pérdidas que muchos codependientes deben encarar y aceptar a diario son enormes y continuas. No son los problemas y las pérdidas comunes que la mayoría de la gente encuentra en una vida normal. Estas son pérdidas y problemas provocados por personas que son importantes para nosotros. Aunque los problemas son resultado directo de una enfermedad, condición o trastorno compulsivo pueden parecer actos deliberados y maliciosos. Estamos sufriendo a manos de alguien que amábamos y en quien confiábamos.
Estamos continuamente sin equilibrio, en lucha por aceptar cambios y problemas. No sabemos qué esperar, ni sabemos cuándo esperarlo. Nuestras circunstancias actuales están siempre en un estado de flujo.
Podemos experimentar pérdidas o cambio en todas las áreas. Nos sentimos enloquecer; nuestros hijos están irritados; nuestro cónyuge o amante actúa absurdamente; hemos perdido el coche; nadie ha trabajado durante semanas enteras; la casa es un desastre; y el dinero se ha desvanecido. Las pérdidas pueden darse en alud, todas a un tiempo, o pueden ocurrir gradualmente. Las cosas pueden entonces estabilizarse momentáneamente, hasta que una vez más perdemos el coche, el empleo, el dinero, nuestro hogar y las relaciones con gente que es importante para nosotros. Nos atrevimos a tener esperanza, tan sólo para ver hechos añicos nuestros sueños otra vez. No importa que nuestras esperanzas se basaran en falso sobre nuestros buenos deseos de que el problema desaparecería mágicamente. Esperanzas maltrechas son esperanzas maltrechas. Desilusiones son desilusiones. Los sueños perdidos son sueños muertos, y conllevan dolor.

(Melody Beattie de su Libro Ya No Seas Codependiente).
separador7