Meditación 26 de Agosto… Apoderarnos de nuestra fuerza

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que el codependiente debe asumir una conducta que le permita tomar el control de su vida, abandonando el papel de «víctima» y vencer, con su fuerza interior, la necesidad de mantenerse apegado a quien(es) le quieren manipular. Analizar el rol o papel que jugamos en nuestra vida es una buena señal para saber cuando estamos jugando a ser victimado y detener eso a tiempo. ¡No permitamos ser coaccionado por los demás!

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Medita sobre esto:

Hay un sentimiento al que le tenemos que prestar una particular atención durante la recuperación: sentirnos victimados. No como es su derecho, y nosotros nos estamos sintiendo víctimas porque estamos intentando controlar su proceso o, de manera irracional, estamos esperando que ellos cuiden de nosotros. Nos podemos sentir victimados si nos quedamos atascados en una creencia codependiente, tal como ….Los demás me hacen sentir…. Los demás tienen la llave de mi felicidad y mi destino…. o, no podré ser feliz a menos que otro se comporte de determinada manera, o de que sucedan ciertas cosas.
Otras veces, apoderarnos de nuestra fuerza significa que nos damos cuenta de que estamos siendo victimados por la conducta de otra persona. Están siendo invadidos nuestros límites. Es ese caso, indagamos qué necesitamos hacer para cuidar de nosotros mismos e impedir que continúe la victimización; necesitamos fijar límites.
A veces, lo único que se requiere es un cambio de actitud. No somos víctimas.
Luchamos por sentir compasión hacia la persona que nos victimó, pero comprendemos que a menudo la compasión viene después, cuando nos hayamos despojado de nuestro papel de víctimas en cuerpo, mente y espíritu. También entendemos que sentir demasiada compasión puede volver a ponernos de inmediato en el cajón de las víctimas. Sentir demasiada lástima por una persona que nos está victimizando puede establecer una situación donde la persona nos pueda convertir de nuevo en su víctima.
No tratamos de forzar consecuencias ni crisis sobre otra persona, pero tampoco la rescatamos de las consecuencias lógicas de su conducta. Si hay un papel que tengamos la responsabilidad de jugar para que se den esas consecuencias, lo desempeñamos, no para controlar ni para castigar, sino para ser responsables con nosotros mismos y con los demás.
Tratamos de descubrir qué podemos estar haciendo que nos hace sentir victimados, o qué papel estamos jugando dentro de un sistema, y dejamos, también, de hacerlo. No tenemos poder sobre los demás ni sobre su conducta, pero podemos apropiarnos de nuestra fuerza y apartarnos de ser víctimas.

«Hoy asumiré la responsabilidad de ser yo mismo y de demostrarselo a los demás al no permitir que se me victimen. No puedo controlar los acontecimientos, pero sí puedo controlar mi actitud al ser victimado. No soy una víctima; no merezco ser victimado.

Reflexión: Los codependientes nos hemos acostumbrado tanto a jugar el papel de víctima que extrañamos no hacerlo. Llegó el momento de detener esa conducta autodestructiva, forzándonos a desarrollar ese poder interior que nos va a permitir descubrir cuando lo estamos haciendo e implementar las herramientas que nos saquen de ese escenario caótico. Al principio será difícil y nos sentiremos «extraños», pero a medida que avanza nuestra recuperación, y anteponiendo nuestro bienestar al de los demás, lograremos asumir aquellas conductas que hagan sentirnos bien con los otros, sin que vaya en desmedro de nosotros mismos. Recordemos que buscar nuestra liberación es una tarea propia, y a cada quien le corresponde responsablemente hacerse cargo de sí mismo. No tenemos poder para cambiar a las personas, y ellas solas deben asumir sus conductas sanas. (Alpha).

¿Te has visto en situaciones que has logrado detener ser victimado? ¿Cómo lograste detener ese proceso? ¿Cuáles herramientas utilizaste? Comparte aquí tus vivencias.

Versículo Bíblico del Dia: Pues los sufrimientos ligeros y efímeros que ahora padecemos producen una gloria eterna que vale muchísimo más que todo sufrimiento. (2 Corintios 4:17).

Meditación 24 de Agosto … Soluciona los problemas

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós nos hace meditar sobre la necesidad de no quedarnos «enganchados» en los problemas que se presentan a diario, sino en las soluciones que debemos asumir. El flujo es permanente y no podemos victimizarnos quedándonos «atorados» sin buscar alternativas de solución. Los problemas no van a desaparecer por arte de magia, debemos actuar hasta resolverlos.

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Medita sobre esto:

¡Los problemas son para resolverlos!

Algunos de nosotros nos pasamos más tiempo reaccionando al hecho de que tenemos un problema que tratando de solucionarlo. «¿Por qué me está pasando esto a mí?»… «¿No es horrible la vida?»… «¿Por qué tenía que ocurrir esto?»… «Ay, caray. Esto es terrible»… «¿Por qué Dios (el universo, una agencia, una persona o la vida) la toma conmigo?»
Los problemas son inevitables. Algunos problemas se pueden anticipar. Otros son sorpresas. Pero la idea de que los problemas se dan en forma regular no necesita ser nunca una sorpresa.
Las buenas noticias son que para cada problema hay una solución. A veces, la solución es inmediata o nos lleva cierto tiempo descubrirla. Otras, la solución implica dejarlo ir. A veces, el problema debemos resolverlo nosotros; otras no. A veces, hay algo que podemos hacer claramente para solucionar el problema; otras, necesitamos batallar, patalear, hacer nuestra parte y luego confiar en la ayuda de nuestro Poder Superior.
A veces, el problema simplemente es parte de la vida; otras, es importante porque estamos aprendiendo algo a través de él y de su solución. A veces, los problemas acaban resultando ser algo bueno en nuestra vida. Nos hacen volvernos en una dirección que es mejor a la que de otra manera hubiéramos tomado.
A veces, los problemas simplemente son; otras, son una señal de advertencia de que estamos en el camino equivocado.
Podemos aprender a aceptar los problemas como parte inevitable de la vida. Podemos aprender a resolver problemas. Podemos aprender a identificar cuáles están tratando de conducirnos en una nueva dirección y cuáles simplemente piden una solución.
Podemos aprender a concentrarnos en la solución más que en el problema y mantener una actitud positiva hacia la vida y hacia el inevitable flujo de problemas y soluciones.

«Hoy aprenderé a confiar en las soluciones, en vez de sentirme victimado por los problemas. No usaré los problemas para probar que estoy desamparado, acosado o martirizado. No señalaré mis problemas para probar lo horrible que es la vida. Aprenderé a confiar en el flujo de problemas y soluciones. Dios mío, ayúdame a resolver los problemas que puedo resolver hoy. Ayúdeme a dejar ir el resto. Ayúdame a crecer en mi capacidad para afrontar los problemas y resolverlos. Ayúdame a confiar en la corriente. Para cada problema, hay una solución».<

Reflexión: Cuanto más retrasemos la solución de los problemas, crecerá el nivel de angustia y luego nos cerramos totalmente a buscar soluciones. ¡Este círculo hay que romperlo! Consideremos que la aparición de problemas es una señal que indica el rumbo equivocado que le damos a nuestras acciones y una advertencia para que cambiemos repensando soluciones más saludables. Recordemos que estamos en manos de un Poder Superior que nos guía y debemos darnos tiempo y fe para escuchar la manera de abordar y solucionar las dificultades que enfrentemos. Actúa bajo esa creencia y todo va a estar fluyendo positivamente para ti.(Alpha).

¿Asumes los problemas bajo la creencia que te ayudan a crecer? ¿Habitualmente cual método te es efectivo? Tus comentarios son de ayuda.

Versículo Bíblico del Día: Y ésta fue mi oración al Señor mi Dios; ésta fue mi confesión: Señor, Dios grande y digno de ser temido, que cumples tu pacto y tu misericordia con los que te aman y cumplen tus mandamientos (Daniel 9:4).

Reflexión del Dia: 23 de Agosto

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea que los codependientes manejan sentimientos que le provocan daño y maltratan aun más su resquebrajada autoestima, como la culpa, la ira, el miedo. La Autora nos hace reflexionar sobre la necesidad de «deslastrarnos» de los sentimientos de culpa que nos «corroen el alma y nos hacen infelices». Todos en algún momento de la vida sentimos culpa, pero estamos convencidos que Dios en su magnífica bondad, nos perdona, sabiendo que como humanos cometemos errores.

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Reflexiona sobre esto:

Maneja los sentimientos de culpa. Deshazte de los sentimientos de culpa gratuitos. Deshazte de todo sentimiento de culpa. La culpa no ayuda nada. Dios nos perdonará de todo lo que hemos hecho. Además, apuesto a que Él sabe que no hemos hecho tantas cosas mal como nosotros pensamos.
Una vez que comenzamos a manejar la ira, posiblemente nos demos cuenta de que nos sentimos enojados la mayor parte del tiempo. Esto es común. Somos como niños con juguete nuevo. Luego nos calmaremos. Seamos pacientes. No vamos a manejarla a la perfección. Nadie lo hace. Cometeremos errores, pero también aprenderemos de ellos. La razón por la cual se nos dice que no busquemos venganza es porque desquitarse es una respuesta común a la ira. Si hemos hecho o hacemos cosas inadecuadas, manejemos nuestros bien ganados sentimientos de culpa y sigamos desde ahí hacia adelante. Luchemos por progresar.
Necesitamos ser gentiles con nosotros mismos si hemos estado reprimiendo montones de sentimientos de ira. Las cosas llevan su tiempo. Podemos necesitar estar así de enojados en este momento. Cuando ya no necesitemos estar enojados, dejaremos de estarlo si así lo deseamos. Si pensamos que podemos estar varados en la ira, busquemos ayuda profesional.
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Reflexión: Como humanos cometemos errores, lo importante es obtener aprendizajes de esas vivencias. Los codependientes manejamos sentimientos negativos como la culpa, la ira, la vergüenza, la ira. Cambiar esos patrones no es fácil, pero si adelantamos la tarea de hacerlo y nos proponemos una meta concreta, con la ayuda de la Divinidad sometiéndonos a su guía, lo alcanzaremos. Es hora de «soltar» esos sentimientos. Nos espera una vida plena, en armonía, con paz y sosiego. Resulta atractivo lograrlo. Podemos hacerlo realidad. (Alpha).

¿Identificas esos sentimientos en tu vida? ¿Los has manejado con frecuencia? ¿Como logras soltarlos? Compártelo comentando aquí.

Lectura Bíblica sugerida: Dios mío, por tu gran misericordia, ¡ten piedad de mí!; por tu infinita bondad, ¡borra mis rebeliones! (Salmos 51:1)./strong>

Meditacion 21 de Agosto … Desapeguémonos en las relaciones

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea la necesidad de asumir cuándo desapegarnos, soltar esas conductas controladoras y establecer un plan de acción que nos conduzca a mantenernos firmes con referencia a dejar ir a las personas con quienes hemos mantenido relaciones difíciles que han impedido que alcancemos una serenidad perdurable.

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Medita sobre esto:

Cuando al principio nos vemos expuestos al concepto del desapego, muchos de nosotros lo encontramos objetable y cuestionable. Podemos pensar que desapegarse significa que a uno no le importan los demás.
Podemos creer que al controlar, al preocuparnos, y al tratar de forzar las cosas a que sucedan, estamos demostrando cuánto nos importan.
Podemos creer que el controlar, el preocuparnos y el forzar las cosas, de alguna manera afectarán el resultado que deseamos.
Controlar, preocuparse y forzar no funcionan. Aunque tuviéramos razón, el controlar no funciona. En algunos casos, puede impedir el resultado que esperamos.

A medida que practicamos el desapego con la gente en nuestra vida, empezamos lentamente a aprender la verdad. Desapegarse, y de preferencia desapegarse con amor, es una conducta en las relaciones que sí funciona.
También aprendemos algo más. El desapego -el dejar ir nuestra necesidad de controlar a la gente- mejora todas nuestras relaciones. Le abre la puerta al mejor resultado posible. Reduce nuestro nivel de frustración y nos libera a nosotros mismos y a los demás para vivir en paz y armonía.
Desapegarse quiere decir que nos importamos nosotros mismos y que nos importan los demás. Nos libera para tomar las mejores decisiones posibles. Nos capacitan para fijar los límites que necesitamos establecer con la gente. Nos permite tener nuestros sentimientos, dejar de reaccionar e iniciar un posible curso de acción. Alienta a los demás a hacer lo mismo.
Le permite a nuestro Poder Superior entrar en escena y obrar.

«Hoy confiaré en el proceso de desapegarme con amor. Entenderé que no solo estoy dejando ir; estoy dejando ir las cosas y dejando actuar a Dios. Estoy amando a los demás, pero también me estoy amando a mí mismo».

Reflexión: Es fácil para los codependientes «engancharnos»en una relación donde llevamos el control sobre los otros, y en ello podemos estar «regodeándonos» por años, manteniendo el criterio que los demás requieren de nosotros y solo así «nos sentimos realizados» y «tomados en cuenta». Por ello, al presentarse la alternativa del «desapego», nuestro mundo se agita, y la mente no acepta ni comprende por que debemos hacerlo, a menos que estemos conscientes que ya la vida se nos ha vuelto «ingobernable». Creemos firmemente que mantenemos el mando, nos convertimos en quien «todo lo resuelve. Competimos con Dios». Al desapegarnos, más si lo hacemos en el marco del amor, estamos entregando el control a un ser superior a nosotros, y eso es ¡LIBERADOR! El proceso no se da en un «chasquido de dedos», lleva un compromiso de parte nuestra de querer sanar. Vendrán recaídas, pero allí mantendremos ese compromiso con nosotros mismos. Asumamos que es nuestra tarea relevante. (Alpha).

¿Has sentido que ya no gobiernas tu vida, y que solo deseas complacer a la gente? ¿Has puesto en practica el Desapego? Comenta aquí cuáles han sido tus resultados.

Versículo Bíblico del Dia: Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. (Juan 8:12).

Meditación 18 de Agosto… Abriéndonos al amor

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós resalta la necesidad que tiene el Codependiente de recibir amor, ha pasado mucho tiempo dándolo sin recibir una contraparte. Le cuesta aceptar ser amado. Su vida ha transcurrido ofreciendo y prodigando cuidados a los demás, sin esperar que el merece obtener amor y recompensa por su comportamiento.

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Medita sobre esto:

Abrámonos al amor que está disponible para nosotros.
No tenemos que limitar nuestras fuentes de amor. Dios y el Universo tienen un suministro ilimitado de lo que necesitamos, incluido el amor.
Cuando estemos abiertos a recibir amor, comenzaremos a recibirlo. Puede provenir de los lugares más sorprendentes, incluso desde dentro de nosotros mismos.
Estaremos abiertos y conscientes del amor que es y ha estado ahí para nosotros todo el tiempo. Sentiremos y apreciaremos el amor de amigos. Notaremos y disfrutaremos del amor que nos viene de la familia.
Estaremos listos para recibir amor en nuestras relaciones amorosas especiales también. No tenemos que aceptar el amor de personas inseguras, personas que nos explotarán o con quienes no queremos tener relaciones.
Pero hay mucho amor disponible, amor que sana nuestro corazón, satisface nuestras necesidades y hace cantar a nuestro espíritu.
Nos hemos negado demasiado tiempo. Hemos sido mártires por mucho tiempo. Hemos dado tanto y nos permitimos recibir muy poco. Hemos pagado nuestras deudas. Es hora de continuar la cadena de dar y recibir permitiéndonos recibir.

«Hoy, me abriré al amor que me viene del Universo. Lo aceptaré y lo disfrutaré cuando se presente».

Reflexión: Los codependientes nos quedamos enganchados en la «negación a recibir nada de los demás», solo ofrecer lo mejor de nosotros. «El AMOR no está disponible» y esa creencia nos acompaña parte de nuestra existencia. Cuando iniciamos nuestra terapia vamos haciendo conscientes que hemos estado todo el tiempo ofreciendo afecto, y nos hemos negado a recibir nada, no creemos ser dignos de recibir demostraciones de amor. Eso debe cambiar y hacerse normal que el círculo es «dar-recibir».(Alpha).

¿Sientes que eres correspondido en tus afectos? ¿Por el contrario tu creencia es que solo estás allí para servir? Comparte tus vivencias al respecto comentando aquí.

Versículo Bíblico del Dia: Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. (Josué 1:8).

Reflexión del Dia: 17 de Agosto

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea las bondades del desapego como parte de la recuperación de la Codependencia. Lee este contenido, asimila el sentido que esta Autora le da al control que debes asumir sobre tu vida, y cómo debes actuar para desapegarte, resalta que reaccionar» nos aleja del sosiego, la paz y la serenidad.

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Reflexiona sobre esto:

No tenemos que reaccionar. Tenemos opciones. Esta es la alegría de la recuperación de la codependencia. Y cada vez que ejercitamos nuestro derecho para elegir cómo queremos actuar, pensar, sentir y comportarnos, nos sentimos mejores y más fuertes. “Pero”, podrán ustedes protestar, “¿por qué no debo reaccionar? ¿Por qué no debo replicar? ¿Por qué no debo irritarme? Él o ella se merecen cargar con el peso de mi torbellino”. Podría ser, pero tú no debes
hacerlo. Estamos hablando aquí de tu falta de paz, de serenidad, de tus momentos desperdiciados. Como solía decir Ralph Edwards, “Esta es tu vida”. ¿Cómo quieres usarla? No te estás desapegado por ella o por él. Te estás desapegando por ti mismo. Las probabilidades indican el beneficio de todos. Somos como cantores de un gran coro. Si el que está junto a nosotros desentona, ¿debemos hacerlo nosotros también? ¿No le ayudaría más a él, y a nosotros, tratar de seguir entonado? Podemos aprender a cumplir con nuestra parte.

Reflexión: Nuestro comportamiento es reaccionario, la compulsión por controlar se impone sobre la cordura, y asumimos que solo así podemos resolver las dificultades que se nos presentan de manera cotidiana. Reaccionar no es la solución, solo que reprogramar esa conducta pasa por identificar y aceptar que somos codependientes en primer lugar, y luego nos toca asumir un plan de acción con miras a reaprender nuevas conductas positivas que nos llevan a transitar por un camino difícil, laborioso, pero LIBERADOR.Si ponemos nuestro mayor empeño, lo vamos a lograr. ¡Bien vale la pena! Nos merecemos ser felices y vivir una vida de paz y serenidad. (Alpha).

¿Estás dispuesto a iniciar el proceso de reprogramar las conductas autodestructivas de siempre por conductas mas saludables? Comparte aquí.

Lectura Bíblica sugerida: Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian. (Lucas 6:27-28).

Reflexión del Dia: 16 de Agosto

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» expresa de manera tajante que el control es ilusorio, no es funcional, es enfermizo, que solo nos trae dificultades, que nos desgasta hasta el punto de perder nuestra salud física y emocional. Nadie puede controlar a nadie, solo podemos controlarnos a nosotros mismos.

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Reflexiona sobre esto:

El control es una ilusión. No funciona. No podemos controlar el alcoholismo. No podemos controlar las conductas compulsivas de nadie: comer en exceso, una conducta sexual exagerada, la apuesta compulsiva, ni ninguna otra de sus conductas. No podemos (y no es asunto nuestro hacerlo) controlar las emociones, la mente o las elecciones de nadie. No podemos controlar el resultado de los eventos. No podemos controlar a la vida. Algunos de nosotros apenas podemos controlamos a nosotros mismos.
A fin de cuentas las personas hacen lo que quieren hacer. Se sienten como se quieren sentir (o cómo se están sintiendo); piensan lo que quieren pensar; hacen las cosas que creen que necesitan hacer; y cambiarán sólo cuando estén listos para cambiar. No importa si ellos no tienen la razón y nosotros sí. No importa que se estén lastimando a sí mismos. No importa que nosotros podríamos ayudarles si tan sólo nos escucharan y cooperaran con nosotros. NO IMPORTA, NO IMPORTA, NO IMPORTA, NO IMPORTA.
No podemos cambiar a las personas. Cualquier intento de controlarlas es un engaño y una ilusión. Se resistirán a nuestros esfuerzos o redoblarán los suyos para probar que no podemos controlarlas. Podrán adaptarse temporalmente a nuestras demandas, pero cuando nos demos la vuelta regresarán a su estado natural. Y aún más, la gente nos castigara por obligarla a hacer algo que no quiere, o a ser como no quiere ser,
Ningún control será suficiente para efectuar un cambio permanente o deseable en otra persona. A veces podremos hacer cosas que aumenten la probabilidad de que la gente quiera cambiar, pero ni aun eso podemos garantizar o controlar.
Y esa es la verdad. Es una desgracia. A veces es difícil de aceptar, especialmente si alguien a quien amas se lastima a sí mismo o a sí misma y a ti. Pero así es. La única persona a la que puedes o podrás hacer cambiar es a ti misma. La única persona que te atañe controlar eres tú misma.
¡Desapégate. Renuncia!

Mi Reflexión: Durante años he pretendido «controlar a los otros», intervenir en sus vidas para «cambiarlos», creyendo que lo que hacen no está bien y que si obedecen mis sugerencias o consejos les va a ir mejor en la vida. Hoy, después de muchas dificultades en lo personal, puedo admitir ante ustedes, que realmente es desgastante pretender manejar a los demás como si fueran «títeres»¡eso no funciona, ni funcionará jamás! He tomado conciencia de ello tras algunos problemas con mi salud física y desórdenes en lo afectivo. Las personas solo desean ser ellas mismas, cometer sus propios errores, tener sus aciertos y nada más. Quien pretenda intervenir en sus decisiones, va a ser rechazado y hasta eliminado de sus afectos. (Alpha).

¿Has tenido alguna experiencia similar? ¿Has asumido cambiar y buscar dejar ir o soltar? Si lo estas haciendo comparte tus vivencias con nosotros, será de mucha ayuda.

Lectura Bíblica sugerida: Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos. (Romanos 5:19).

Meditación 16 de Agosto… Sosteniendo tu verdad

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós reitera la necesidad que tiene el codependiente de iniciar su recuperación y asumir una postura de mayor seguridad y confianza en sí mismo.

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Medita sobre esto:

Confía en ti mismo. Confía en lo que sabes.
A veces, es difícil permanecer en nuestra propia verdad y confiar en lo que sabemos, especialmente cuando otros intentan convencernos de lo contrario.
En estos casos, otros pueden estar lidiando con problemas de culpa y vergüenza. Ellos pueden tener su propia agenda. Pueden estar inmersos en la negación. Les gustaría que creamos que no sabemos lo que sabemos; les gustaría que no confiemos en nosotros mismos; ellos preferirían involucrarnos en sus tonterías.
No tenemos que renunciar a nuestra verdad o nuestro poder a los demás. Eso es codependencia.
Creer mentiras es peligroso. Cuando dejamos de confiar en nuestra verdad, cuando reprimimos nuestros instintos, cuando nos decimos a nosotros mismos que debe haber algo mal en nosotros para sentir lo que sentimos o creer en lo que creemos, damos un golpe mortal a nuestro yo y a nuestra salud.
Cuando descartamos esa parte importante de nosotros mismos que sabe cuál es la verdad, nos aislamos de nuestro centro. Nos sentimos locos. Nos metemos en la vergüenza, el miedo y la confusión. No podemos orientarnos cuando permitimos que alguien tire de la alfombra debajo de nosotros.
Esto no significa que nunca estemos equivocados. Pero no siempre estamos equivocados.
Este abierto. Stand en nuestra verdad. Confía en lo que sabes Y se niega a aceptar la negación, el disparate, la intimidación o la coacción que le gustaría desviar su rumbo.
Pide que te muestren la verdad, claramente, no por la persona que intenta manipularlo o convencerlo, sino por ti mismo, tu Poder Superior y el Universo.

«Hoy, confiaré en mi verdad, mis instintos y mi habilidad para afirmarme en la realidad. No me permitiré dejarme influenciar por la intimidación, la manipulación, los juegos, la deshonestidad o las personas con agendas particulares».

Reflexión: El codependiente, debido a su baja autoestima, no siente seguridad de lo que sabe y conoce. Tiende a desconfiar de sus fortalezas y por tanto, asume una postura de no confiar en su criterio. Puede estar en lo cierto, mas el cree que eso es falso. (Alpha).

Te sientes seguro de ti mismo? Comparte aquí tu criterio al respecto.

Versículo Bíblico del Dia: No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. (Romanos 12:2).

Meditación 11 de Agosto… Curación

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós ratifica que el codependiente debe considerar la recuperación como única vía para sanar de la codependencia.

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Medita sobre esto:

Deja que la energía de la curación fluya a través de tu cuerpo.
La energía curativa de Dios, del universo, de la vida y de la recuperación nos rodea. Está a nuestra disposición, esperando a que la atraigamos, esperando a que la extraigamos. Está esperando en nuestras reuniones o grupos, en las palabras de una plegaria que se murmura, en un gesto gentil, en una palabra y un pensamiento positivo. La energía curativa está en el sol, en el viento, en la lluvia, en todo lo que es bueno.
Deja que venga la energía curativa. Atraelo. Acéptala. Déjala que te empape. Respira la luz dorada. Exhala. Deja ir el miedo, la ira, el dolor, la duda. Deja que la energía curativa fluya hacia ti, a través de ti.
Es tuya si la pides, si crees en ella.

«Hoy pediré y aceptaré la energía curativa de Dios y del universo. La dejaré fluir hacia mí, a través de mí, y que regrese a los demás. Yo soy parte del ciclo continuo de curación, y uno con él.»«

Reflexión: El codependiente debe tener fe y confianza que la recuperación es posible y debe aceptar esa realidad como parte de su sanación. (Alpha).

Estás en recuperación? Comenta tus vivencias acá.

Versículo Bíblico del Día: Qué Dios hay como tú que perdona la maldad y olvida el pecado del remanente de su heredad? No ha guardado para siempre su enojo porque él se complace en la misericordia (Miqueas 7:18).

Meditación 10 de Agosto… Desapegarse con amor

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que la persona codependiente esta apegada afectivamente a eventos, personas, A eso se acostumbra y le resulta difícil desapegarse de lo que le hace sentir mal.

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Medita sobre esto:

Algunas veces las personas que amamos hacen cosas que no nos gustan o que no aprobamos. Nosotros reaccionamos Ellos reaccionan. En poco tiempo, todos estamos reaccionando el uno al otro, y el problema se intensifica.
¿Cuándo nos separamos? Cuando estamos atrapados en una reacción de ira, miedo, culpa o vergüenza. Cuando nos enganchamos en un juego de poder: un intento de controlar u obligar a otros a hacer algo que no quieren hacer. Cuando la forma en que reaccionamos no es ayudar a la otra persona ni resolver el problema. Cuando la forma en que reaccionamos nos está lastimando.
A menudo, es hora de separarse cuando el desprendimiento parece ser lo menos probable o posible de hacer.
El primer paso hacia el desapego es comprender que reaccionar y controlar no ayudan. El siguiente paso es lograr la paz: centrarse y restablecer el equilibrio.
Dar un paseo. Dejar la habitación. Ir a una reunión. Toma un baño largo y caliente. Llamar a un amigo. Llama a Dios. Respira profundamente. Encontrar paz. Desde ese lugar de paz y centro emergerá una respuesta, una solución.

«Hoy, me rendiré y confiaré en que la respuesta está cerca».

Reflexión: El codependiente se mantiene pendiente de la vida de los demás. Eso pasa a ser la razón de su existencia. Si las personas que le rodean y representan afectivamente algo para el, asumen determinadas conductas trata de alinearse con las reacciones de esas personas. No soporta estar lejos de quienes ama, mejor dicho, controla y manipula. (Alpha).

Vives pendiente de los demás y eso te controla? Comparte tus vivencias.

Versículo Biblico del Dia: Por la bondad del SEÑOR es que no somos consumidos, porque nunca decaen sus misericordias (Lamentaciones 3:22).