Algunas personas piensan que estar «desapegado» es no desear ni necesitar nada, anular las metas personales y no tener aficiones de ningún tipo. Nada más erróneo: estar desapegado no es estar medio muerto. Como dice el budista Ricard Matthieu refiriéndose a la dependencia afectiva: «No estar apegado no significa que queramos menos a una persona, sino que no estamos preocupados por la relación…». Ésa es la clave: despreocupación y ausencia de ansiedad, no importa con qué o con quién sea el vínculo. El desapego se fundamenta en una «filosofía del desprendimiento», que no es otra cosa que un intento por ser psicológicamente más libres.
(Walter Riso).
Categoría: ingobernabilidad
Frase del Dia: 6 de Junio
El Apego es una vinculación mental y emocional (generalmente obsesiva) a objetos, personas, actividades, ideas o sentimientos, originada en la creencia irracional de que ese vínculo proveerá, de manera única y permanente, placer, seguridad o autorrealización. Léase bien: «permanente» (indestructible, eterno, inmodificable, arraigado). En consecuencia, la persona apegada estará convencida de que sin esa relación estrecha (adherente o dependiente) le será imposible ser feliz, alcanzar sus metas vitales o tener una vida normal y satisfactoria.
El pensamiento básico que agobia a los dependientes es el siguiente: «Sin mi fuente de apego no soy nada o muy poco» o «Sin mi fuente de apego no podré sobrevivir ni realizarme como persona». ¡Es imposible vivir con semejante lastre!
(Walter Riso).