Reflexión del Dia: 20 de Noviembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» reafirma que el codependiente sw acostumbra a reaccionar exageradamente ante cualquier situación, y que cree controlar la vida de los demás. Llego el momento de sanar.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Reaccionar casi nunca funciona. Reaccionamos demasiado aprisa, con demasiada intensidad y urgencia. Rara vez podemos hacer lo más adecuado cuando nos encontramos en ese estado mental, Resulta irónico que no se nos requiera para hacer las cosas en este estado mental. Poco hay en nuestras vidas que no podamos hacer mejor si permanecemos apacibles. Pocas situaciones —no importa qué tanto parezcan demandarlo— pueden mejorarse si perdemos los estribos.
Entonces, ¿por qué lo hacemos?
Reaccionamos porque estamos ansiosos y temerosos de lo que está sucediendo, de lo que podría suceder y de lo que ha sucedido.
Muchos reaccionamos como si todo fuera una crisis porque hemos vivido tantas crisis durante tanto tiempo que la reacción a la crisis se ha convertido en un hábito.
Reaccionamos porque pensamos que no deberían estar sucediendo las cosas como suceden.
Reaccionamos porque no nos sentimos bien con nosotros mismos.
Reaccionamos porque la mayoría de la gente reacciona.
Reaccionamos porque pensamos que tenemos que reaccionar.
¡No tenemos que hacerlo!

Reflexión: Los codependientes son reaccionarios ante cualquier situación. Esto es producto de la incomodidad que sentimos con nuestras conductas autodestructivas,en el fondo, no aceptamos actuar como lo hacemos, pero nos hemos habituado a hacerlo parte de nuestra vida. Cuando asumimos la recuperación estamos abriendo una opción sana cambiamos esa actitud. Comprendemos que el control y la reacción son ilusorios. (Alpha).

¿Tienes las características de ser reaccionario? ¿Has logrado iniciar el proceso de recuperación? Comparte aquí tu experiencia.

Reflexión del Dia: 13 de Noviembre

¿

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea que en ocasiones de estar deprimido o ansioso es necesario buscar la ayuda de profesionales del área de la salud mental.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

A todos nos gusta sentirnos cómodos. Pero hacer algo nuevo, especialmente tomar una acción para cambiar, generalmente no se siente cómodo. Se siente incomodo y extraño.
En ocasiones, la depresión y la ansiedad pueden impedirnos realizar las acciones que queremos y necesitamos tomar. No tomar estas medidas puede aumentar nuestra depresión y ansiedad, y nos sentimos aún menos motivados para actuar. Este ciclo puede mantenernos atrapados.
Si la depresión y la ansiedad son tan graves que le impiden tomar medidas para vivir su vida, es posible que necesite buscar ayuda profesional y que tenga esos problemas bajo control. Eso en sí mismo es tomar acción.

Reflexión: Los codependientes solemos vivir ansiosos, tristes, hasta deprimidos en algunos momentos de la vida. Salir de ese estado emocional no es fácil por si solo, es momento de tomar acciones y asumir buscar una ayuda profesional que permita resolver el cuadro anímico que le «entorpece» actuar con mayor disposición a cambiar. (Alpha).

¿Has vivido ciclos de depresión?¿Has solicitado ayuda profesional? Comenta tu vivencia al respecto.

Reflexión del Dia: 6 de Noviembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» reafirma que el codependiente puede y debe aceptar que su tarea principal es atender su recuperación, responsabilizándose de si mismo.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Algunos nos cansamos tanto del enorme peso —la responsabilidad total por todos los seres humanos— que podemos brincarnos los sentimientos de lástima y preocupación que acompañan a los actos de rescate y seguirnos con la ira o el enojo. Estamos enojados todo el tiempo; sentimos ira y resentimiento contra víctimas potenciales. Una persona con una necesidad o un problema provoca que sintamos la necesidad de hacer algo o nos sentiremos culpables. Después del rescate, no ocultamos nuestra hostilidad hacia este incómodo predicamento. Con frecuencia veo que esto les sucede a las personas que desempeñan profesiones de ayuda a los demás, Después de tantos años de rescatar —dando tanto y recibiendo tan poco— muchos profesionales de este tipo adoptan una actitud hostil hacia sus clientes. Pueden seguir con su trabajo y seguir “ayudando” a sus clientes, pero, según afirman algunos consejeros, abandonan por lo general su profesión sintiéndose profundamente victimados.
El cuidar como nana no ayuda, sólo provoca problemas. Cuando tomamos a la gente a nuestro cuidado y hacemos cosas que no deseamos hacer, ignoramos necesidades, deseos y sentimientos personales. Nos hacemos a un lado a nosotros mismos. En ocasiones estamos tan ocupados cuidando a los demás que dejamos nuestra vida entera en suspenso. Muchos cuidadores se sienten inquietos y abrumados; no disfrutan ninguna de sus actividades. Los cuidadores aparentamos ser muy responsables, pero no lo somos; pues no asumimos el compromiso de nuestra responsabilidad más alta: nosotros mismos.

Reflexión: El codependiente rescatador compulsivo maneja sentimientos diversos: ira, resentimiento, fastidio. Si bien desea ayudar a los demás, se hastía de esta situación y vive enojado, hostil, colérico. Llegó ese momento consciente que nos llama a la reflexión: debemos responsabilizarnos de nosotros mismos. Hacerlo no es fácil, pero iniciando nuestra recuperación, podemos gradualmente lograrlo. Esa liberación nos hará sentir dicha y gozo. (Alpha).

¿Has alcanzado la madurez suficiente para aceptar que debes cuidar de ti mismo? ¿Cómo sentiste ese llamado a responsabilizarte? Comparte tus experiencias al respecto.

Reflexión del Dia: 28 de Octubre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» reitera que el codependiente cede su control cuando reacciona impulsivamente, con ello también cede su derechos.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Podemos haber empezado a reaccionar y a responder urgente y compulsivamente con patrones que nos lastiman. El solo hecho de sentir urgencia y compulsión es suficiente para herirnos. Nos mantenemos en un estado de crisis, fluyendo la adrenalina y tensos los músculos, listos para reaccionar ante emergencias que generalmente no son tales. Alguien hace algo, de modo que nosotros debemos hacer algo a la vez. Alguien se siente de determinada manera de modo que nosotros debemos sentirnos de otra determinada manera.
«BRINCAMOS DENTRO DEL PRIMER SENTIMIENTO QUE NOS ATRAVIESA Y LUEGO NOS EMPANTANAMOS EN ÉL». Pensamos en el primer pensamiento que cruza por nuestra cabeza y luego elucubramos sobre él. Decimos lo primero que nos viene a la lengua y a veces nos arrepentimos. Hacemos lo primero que nos viene a la mente, generalmente sin pensarlo. Ese es el problema: reaccionamos sin pensar, sin haber pensado honestamente lo que necesitamos hacer y cómo queremos manejar la situación. Nuestras emociones y conductas controladas —disparadas— por cualquier persona o cosa en nuestro entorno.
Indirectamente estamos permitiendo que los demás nos digan qué hacer. Eso significa que hemos perdido el control. Estamos siendo controlados.

Reflexión: Los codependientes son reaccionarios y actúan ante cualquier situación que se presente sin detenerse a analizar si en realidad vale la pena hacerlo. Ello conlleva a «ceder» nuestro control a los demás y con eso nuestros derechos. Pasamos a ser de controladores a controlados.(Alpha).

¿Reaccionas con frecuencia ante cualquier situación sin analizarla? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 21 de Octubre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea que el codependiente es una persona que fija su atención y esfuerzo en controlar, cuidar y rescatar a los demás. Su vida transcurre asumiendo roles negativos, que impiden desarrollarse como persona, por cuanto no se responsabiliza de sí mismo. en cambio muestra debilidad por cuidar a otros.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Los Codependientes no somos las personas “hacemos que sucedan las cosas».
Los codependientes son aquellas personas que consistentemente, y con gran cantidad de esfuerzo y energía, tratan de forzar que sucedan las cosas.
Controlamos en nombre del amor.
Lo hacemos porque “sólo estamos tratando de ayudar”.
Lo hacemos porque nosotros sí sabemos cómo deben hacerse las cosas y cómo deben comportarse las personas.
Lo hacemos porque nosotros estamos bien y ellos están mal.
Controlamos porque nos da miedo no hacerlo.
Lo hacemos porque no sabemos qué otra cosa hacer.
Lo hacemos para dejar de sufrir.
Controlamos porque pensamos que tenemos que hacerlo.
Controlamos porque no pensamos.
Controlamos porque solamente podemos pensar en controlar.
En última instancia quizá controlemos porque esa es la manera en que siempre hemos hecho las cosas.

Reflexión: Cuando el codependiente asume un rol dinámico en su propia recuperación va aprendiendo a responsabilizarse de su vida. Le es difícil aceptar que no tiene control para cambiar a nadie, a quien puede ayudar es a él mismo. Recuperarse le ayuda a salir de la codependencia. (Alpha).

Estás asistiendo a grupos de Terapia Doce pasos de CoDA? ¿Cómo te has sentido en estas terapias de ayuda? Comenta aquí tus vivencias.

Reflexión del Dia: 20 de Octubre

Melody Bo.eattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea que el codependiente, en aras de amar a su prójimo; cae fácilmente en el círculo morboso de cuidar-rescatar. Eso lo hace compulsivamente. No es sano mantener en el triángulo del drama de Karpman.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Con mucha frecuencia damos más de lo que recibimos, y luego nos sentimos utilizados y despreciados a causa de ello. Nos preguntamos por qué, mientras nosotros anticipamos las necesidades de otros, nadie se da cuenta de nuestras necesidades. Podemos deprimirnos seriamente como resultado de no tener satisfechas nuestras necesidades. Y empero, un buen cuidador se siente más seguro al dar; nos sentimos culpables e incómodos cuando otro nos da o cuando hacemos algo para satisfacernos. En ocasiones los codependientes podemos imbuimos tanto en nuestro papel de cuidadores que nos sentimos desanimados y rechazados cuando no podemos cuidar o rescatar a alguien, cuando alguien se niega a que se le “ayude”.
El peor aspecto de ser cuidadores es que nos tornamos víctimas y así nos quedamos. Creo que muchas conductas autodestructivas serias —el consumo abusivo de productos químicos, los trastornos en la manera de comer, los trastornos sexuales— se desarrollan a través de este papel de víctima. Siendo víctimas, atraemos a los perpetradores. Creemos que necesitamos a alguien que nos cuide, porque nos sentimos desamparados. Algún cuidador por fin nos presentará a una persona o a alguna institución para que nos cuide mental, física, financiera o emocionalmente.

Reflexión: Amar al prójimo es un mandamiento de Dios, solo que el codependiente se apega y exagera su papel de cuidador, lo hace de manera compulsiva, asumiendo conductas autodestructivas. Vivir como rescatadores es desgastante y podemos terminar con una dolencia física o psicoafectiva que nos invalida para vivir a plenitud. (Alpha).

¿Actúas como cuidador compulsivo?¿Cómo te sientes al respecto? Comenta acá tu experiencia.

Reflexión del Dia: 18 de Octubre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» enfatiza en el daño que se infringe el codependiente cuando quiere mantener el control sobre otras personas. Esa conducta autodestructiva lo «anula» y le resta paz y sosiego.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Algunos de nosotros hemos desarrollado una actitud de apego, de preocuparnos, reaccionar y obsesivamente tratar de controlar. Quizá hemos vivido con personas y a través de eventos que estaban fuera de control. Tal vez obsesionándonos y controlando pudimos guardar un equilibrio o lograr que temporalmente las cosas no empeoraran. Y luego simplemente seguimos haciendo lo mismo. Quizá teníamos miedo de soltarnos, porque cuando nos soltamos en el pasado sucedieron cosas terribles y dolorosas. Tal vez hemos estado apegados a la gente –viviendo sus vidas por y a través de ella– durante tanto tiempo que ya no nos queda una vida propia por vivir. Es más seguro seguir apegados. Por lo menos sabríamos que estamos vivos si reaccionáramos. Al menos tendríamos algo qué hacer si estuviéramos obsesionándonos o controlando. Por varias razones los codependientes tienden a apegarse a los problemas y a la gente. No importa no solucionar nada al preocuparse. No importa que esos problemas rara vez tengan solución. No importa que estén tan obsesionados que ni siquiera puedan leer un libro, ver la televisión o salir a dar un paseo. No importa que sus emociones estén en constante torbellino por lo que la otra persona dijo o no dijo, de lo que hizo o no hizo, o de lo que hará después. ¡No importa que las cosas que estemos haciendo no ayuden a nadie! Sin importarnos el costo, persistiremos en ello. Apretaremos los dientes, nos asiremos a la cuerda y nos prenderemos a ella más fuerte que nunca. Algunos de nosotros ni siquiera nos daremos cuenta de que nos hemos estado agarrando tan fuerte. Otros nos habremos convencido de que debemos asirnos así de fuerte. Creemos que no existe otra alternativa que la de reaccionar a esta persona o problema de esta manera obsesiva. A menudo, cuando le sugiero a la gente que se aparte de esta persona o de este problema, me responden con horror. “¡Oh, no!”, dicen, “nunca podría hacer eso. Yo lo amo, o la amo, demasiado. Me importa demasiado para hacerle eso. Este problema o esta persona es demasiado importante para mí. Tengo que permanecer apegado a ella (o a esto)”.

Reflexión: La conducta de la persona apegada es»controlar a la otra persona», «dando al traste» con su serenidad y sosiego. El codependiente ha vivido posiblemente en hogares que mostraron ese comportamiento y lo «copia», sin percatarse que eso solo lo lleva a la «crispación permanente», y a una pérdida de su paz interior.(Alpha).

¿Tienes comportamientos compatibles con el apego afectivo? ¿Has buscado Grupos de ayuda de CoDA? Comenta tu experiencia.

Reflexión del Dia: 8 de Octubre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea que el codependiente lo mueve cualquier viento y se convierte en un manojo de sentimientos de confusión e ira, esto le impide controlarse y mucho menos controlar la situación.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

¿Somos como cantores de un gran coro. Si el que está junto a nosotros desentona, ¿debemos hacerlo nosotros también? No le ayudaría más a él, y a nosotros, tratar de seguir entonado? Podemos aprender a cumplir con nuestra parte.
No necesitamos eliminar todas nuestras reacciones hacia la gente y hacia los problemas. Las reacciones pueden ser útiles. Pueden ayudarnos a identificar lo que nos gusta y lo que nos hace sentirnos bien. Nos ayudan a identificar los problemas dentro de nosotros y a nuestro alrededor. Pero la mayoría de nosotros reaccionamos demasiado. Y gran parte de las cosas a las que reaccionamos son tonterías. No son tan importantes, y no ameritan el tiempo ni la atención que les damos. Algunas de nuestras reacciones son respuestas a las reacciones que los demás tienen frente a nosotros. (Estoy furiosa porque él se puso furioso; él se puso furioso porque yo estaba enojada; yo estaba enojada porque pensé que él estaba enojado conmigo; pero no estaba enojado sino herido porque…)
Nuestras reacciones pueden ser el eslabón de una cadena de reacciones tal que a menudo los involucrados están irritados y nadie sabe por qué. Simplemente están irritados. Luego, todos están fuera de control y a la vez son controlados. A veces la gente se comporta de cierta manera para provocar que nosotros reaccionemos de otra. Si dejamos de reaccionar de esta cierta manera, la privamos de lo divertido que esto le resulta. Quedamos fuera de su control y le quitamos el poder que tiene sobre nosotros.
A veces nuestras reacciones provocan que los demás reaccionen de cierto modo. (Pero no necesitamos seguir haciéndolo, ¿o sí?) A veces el reaccionar estrecha nuestra visión en tal forma que nos quedamos varados reaccionando a los síntomas o a los problemas. Podemos estar tan ocupados reaccionando que no tenemos tiempo ni energía para identificar el problema real, y mucho menos para descubrir cómo solucionarlo. Podemos pasar años reaccionando ante cada incidente provocado por la bebida y la crisis resultante, ¡fallando completamente en reconocer que el verdadero problema es el alcoholismo! Aprende a dejar de reaccionar de maneras que no son necesarias y que no funcionan. Elimina las reacciones que te lastiman.

Reflexión: Los codependientes somos reaccionarios y no siempre esta conducta está errada. En ocasiones nuestras reacciones sirven para saber que nos causa inquietud y que debemos cambiar para mejorar nuestras relaciones. Hay que cuidar que como reaccionamos impactamos a los demás y es una cadena de eventos que pierde el control, entrando en desajustes serios. Reflexionemos antes de hacerlo, nos da tiempo de «reacomodar «nuestros sentimientos.(Alpha).

¿Habitualmente reaccionas ante cualquier evento? ¿Cómo controlas la situación posteriormente? Comenta tus experiencias.

Reflexión del Dia: 29 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente»plantea que los codependientes para evadirse de sus propios problemas usan su esfuerzo en pretender controlar a las demás personas, aunque se topan con un barrera infranqueable, por cuanto cada quien es responsable de sus acciones.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

El control es una ilusión. No funciona. No podemos controlar el alcoholismo. No podemos controlar las conductas compulsivas de nadie: comer en exceso, una conducta sexual exagerada, la apuesta compulsiva, ni ninguna otra de sus conductas. No podemos (y no es asunto nuestro hacerlo) controlar las emociones, la mente o las elecciones de nadie. No podemos controlar el resultado de los eventos. No podemos controlar a la vida. Algunos de nosotros apenas podemos controlamos a nosotros mismos.
A fin de cuentas las personas hacen lo que quieren hacer. Se sienten como se quieren sentir (o cómo se están sintiendo); piensan lo que quieren pensar; hacen las cosas que creen que necesitan hacer; y cambiarán sólo cuando estén listos para cambiar. No importa si ellos no tienen la razón y nosotros sí. No importa que se estén lastimando a sí mismos. No importa que nosotros podríamos ayudarles si tan sólo nos escucharan y cooperaran con nosotros. NO IMPORTA, NO IMPORTA, NO IMPORTA, NO IMPORTA.
No podemos cambiar a las personas. Cualquier intento de controlarlas es un engaño y una ilusión. Se resistirán a nuestros esfuerzos o redoblarán los suyos para probar que no podemos controlarlas. Podrán adaptarse temporalmente a nuestras demandas, pero cuando nos demos la vuelta regresarán a su estado natural. Y aún más, la gente nos castigara por obligarla a hacer algo que no quiere, o a ser como no quiere ser,
Ningún control será suficiente para efectuar un cambio permanente o deseable en otra persona. A veces podremos hacer cosas que aumenten la probabilidad de que la gente quiera cambiar, pero ni aun eso podemos garantizar o controlar.
Y esa es la verdad. Es una desgracia. A veces es difícil de aceptar, especialmente si alguien a quien amas se lastima a sí mismo o a sí misma y a ti. Pero así es. La única persona a la que puedes o podrás hacer cambiar es a ti misma. La única persona que te atañe controlar eres tú misma.

Reflexión: Quienes somos controladores solemos creer «ilusoriamente» que podemos intervenir y cambiar a las personas, hasta que un día conscientemente aceptamos que hemos perdido nuestro tiempo, esfuerzo y salud física y emocional en ese fallido intento. Cada quien se comporta como quiera. A nosotros nos toca asumir que la única persona que podemos cambiar es a nosotros mismos ¡Nuestra real y mayor tarea! (Alpha).

¿Has vivido esta experiencia? ¿Cuáles han sido tus sentimientos cuando no logras tu cometido? Comparte aquí con nosotros tus vivencias.

Reflexión del Dia: 26 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente»refiere que los codependientes solemos ser rescatadores y al sentirnos rechazados manejamos sentimientos negativos de enfado, algunas veces lo evidenciamos y otras, lo ocultamos.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Después de que rescatamos, inevitablemente nos movemos a la siguiente esquina del triángulo: la persecución. Nos volvemos resentidos y nos enojamos con la persona a quien tan generosamente hemos “ayudado”. Hemos hecho algo que no queríamos hacer, algo fuera de nuestra responsabilidad, hemos ignorado nuestras propias necesidades y deseos, y nos enojamos por ello. Para complicar más el asunto, esta víctima, esta pobre persona que hemos rescatado, no siente gratitud por nuestra ayuda. No aprecia suficientemente el sacrificio que hemos hecho. La víctima no se porta corno debiera. Ni siquiera está siguiendo nuestro consejo, que tan prontamente le brindamos. Esta persona no nos deja recomponer sus sentimientos. Algo no ha funcionado bien, de modo que nos rasgamos nuestro halo y sacamos nuestro trinche.
Algunas veces la gente no se da cuenta o finge no darse cuenta de nuestro mal humor. A veces hacemos lo imposible por ocultarlo. A veces desatamos toda la fuerza de nuestra furia; esto lo hacernos especialmente con nuestros familiares. Algo en la familia tiende a que mostremos cómo somos en realidad. Ya sea que mostremos, escondamos u ocultemos parcialmente nuestra agitación y resentimiento, NOSOTROS SABEMOS lo que está sucediendo.

Reflexión: Habitualmente el codependiente se mueve en un constante drama, es un rescatador compulsivo que solo busca «complacer» a la persona que cree necesita de sus consejos e intervención para solventar sus dificultades. Cuando no se siente tomado en cuenta, el codependiente maneja sentimientos de ira que desbordan su aparente «tranquilidad habitual» y desata esa ira contra la persona rescatada. Así se mueve en un triángulo perverso que ocupa parte de su vida.(Alpha).

¿En cuántas ocasiones te has movido en ese triángulo del drama? ¿Has hecho consciente que es patológico y dañino? Comenta aquí tus experiencias.