Meditación 24 de Octubre… Enseñar a otros que ellos también pueden

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que el codependiente que este en recuperación puede «prestar servicio» en CoDA, sin importar a qué nivel está de su recuperación. Esta actividad mantiene la fe y la esperanza en que hay opciones.

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Medita sobre esto:

Una buena manera de ayudarnos a nosotros mismos a creer que podemos es ayudando a otros a aprender que ellos también pueden.
Algunos de nosotros llamamos a esto «ser de servicio»
En los programas de Doce Pasos, llaman a esto «llevar el mensaje» No importa cuánto tiempo de recuperación tengamos, podemos compartir nuestra experiencia, fortaleza y esperanza con los demás. Podemos decirles cómo fuimos liberados, cómo se sintió al principio y cómo se siente ahora, para que crean que también pueden hacerlo.
Descubrí, incluso en el paracaidismo, que me ayuda a compartir mi experiencia, fortaleza y esperanza con los más avanzados del deporte que yo. Cuando les digo que está bien, que pueden hacerlo, realmente me digo que también puedo hacerlo.
A menudo, en mi vida cotidiana, las cosas que les digo a los demás que deben hacer o que pueden aprender son las mismas cosas que debo decirme a mí mismo. La repetición forma la creencia. Si le decimos a los demás, nos estamos diciendo a nosotros mismos. La creencia en ellos se hace más fuerte. La creencia en nosotros también se fortalece.
Algunas personas dicen: «Cuando el alumno esté listo, aparecerá el maestro». Eso puede ser cierto. Pero a veces, cuando aparece el alumno, es porque el maestro también está listo para aprender la lección.
A veces, ayudar a los demás es como nos ayudamos a nosotros mismos. Y, a menudo, regalarlo es cómo podemos tener algo de nosotros mismos.

«Dios, ayúdame a ser de servicio. Ayúdame a recordar el valor de servir a los demás, que los fortalece, los eleva, los bendice y también me ayuda».

Mi Reflexión: En CoDA es valioso «prestar servicio». Esa tarea es aleccionadora en doble sentido, ayudamos a los codependientes a tener esperanzas en su recuperación y al propio tiempo nos refuerza a nosotros mismos las lecciones que hemos aprendido durante el camino de la sanación ¡Noble tarea esta de ayudar a los demás! Hagamos que mantengan viva la esperanza en ellos mismos y en nosotros también, porque somos ejemplos de intentar sanar y lograrlo con la ayuda de nuestro poder superior. (Alpha).

Te invito a responder estas preguntas: ¿Prestas servicio en los grupos de CoDA? ¿Cómo te has sentido cumpliendo ese servicio? Comparte aquí en los comentarios.

Reflexión del Dia: 23 de Octubre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» aborda la relación entre la codependencia y el abandono por cuidar de uno mismo por cuidar a otros que no lo necesitan.

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Reflexiona sobre esto:

Esta es una dinámica que se observa con frecuencia en la vida de las personas que padecen codependencia. Aquí hay algunas reflexiones sobre esta relación:

– Hiperatención a las Necesidades de los Demás: Los codependientes tienden a prestar una atención excesiva a las necesidades y deseos de los demás. Esto puede llevarlos a descuidar sus propias necesidades y bienestar en el proceso.
– Rescate Innecesario: Los codependientes a menudo sienten la necesidad de rescatar o cuidar de otros, incluso cuando esas personas son capaces de cuidarse a sí mismas. Esto puede derivar de una necesidad profunda de sentirse necesitados y valiosos para los demás.
– Búsqueda de Validación: La codependencia puede basarse en la búsqueda de validación y aprobación a través del cuidado de los demás. Los codependientes pueden sentir que su valía depende de cuánto hacen por los demás, incluso cuando esos esfuerzos no son necesarios.
– Autoabandono: Al descuidar sus propias necesidades para cuidar de otros, los codependientes practican el autoabandono. Esto puede llevar a la pérdida de la identidad personal y a una falta de autocuidado que afecta negativamente su bienestar emocional y físico.
La recuperación de la codependencia implica aprender a establecer límites saludables en las relaciones. Esto significa reconocer que no es necesario ni saludable asumir responsabilidades que no nos corresponden y aprender a decir «no» cuando es necesario. Los cambios deben ser orientados al autocuidado, en el entendido que los codependientes deben aprender a priorizar sus propias necesidades y bienestar, reconociendo que cuidarse a sí mismos no es egoísta, sino esencial para vivir una vida equilibrada y saludable.

En la recuperación, el codependiente debe propender a la búsqueda del establecimiento de límites saludables, el autocuidado y la construcción de relaciones más equilibradas en las que cada individuo sea responsable de sus propias necesidades. Esto permite a los codependientes vivir de manera más auténtica y satisfactoria, sin descuidar su propio bienestar.

Respondete estas interrogantes: ¿En este momento eres un cuidador de alguien? Si es así, ¿qué sientes al respecto? ¿Estás buscando adscribirte a grupos CoDA en tu localidad? Comenta acá.

Meditación 14 de Octubre … Controlar/Confiar

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós enfatiza en la intervención de nuestro Poder Superior en el desarrollo del plan establecido para nosotros. Debemos confiar en nosotros y que todo estará resuelto si creemos.

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Medita sobre esto:

Hubo un tiempo en mi vida en que me sentía tan llena de miedo y tan abrumada por el mero hecho de vivir que realmente quería hacer un programa para cada día de mi vida para los siguientes cinco años. Quería incluir todas las tareas que tenía por hacer, cuándo las haría, incluso cuándo programaría el descanso. Quería poner orden a lo que me parecía agobiante. Quería sentir que yo tenía el control. (Anónimo).

Controlar es una respuesta directa a nuestro miedo, pánico y sensación de impotencia. Es una respuesta directa a sentirse agobiado y a la desconfianza.
Podemos no confiar en nosotros mismos, en nuestro Poder Superior, en el Plan, en el universo o en el proceso de la vida. En vez de confiar, recurrimos al control.
Podemos aproximarnos a esta necesidad de controlar lidiando con nuestro miedo. Lidiamos con el miedo confiando, en nosotros mismos, en nuestro Poder Superior, en el amor y el apoyo del universo, del plan y de este proceso que llamamos vida y recuperación.
Podemos confiar en que cuando las cosas no salen como queremos, Dios ha planeado algo mejor.
Podemos confiar en que llegaremos a donde necesitemos ir, que diremos lo que necesitemos decir, que haremos lo que necesitemos hacer, que seremos lo que necesitemos ser y que nos Convertiremos en todo lo que nos podemos convertir, cuando tengamos la intención de hacerlo, cuando estemos listos y cuando llegue el momento adecuado para hacerlo.
>Podemos confiar en que nuestro Poder Superior y el Universo nos darán toda la dirección que necesitemos confiar. Podemos confiar en nosotros mismos en que escucharemos y responderemos de acuerdo con ello.
Podemos confiar en que todo lo que necesitemos en esta jornada vendrá a nosotros. No obtendremos hoy todo todo lo que necesitemos para la jornada entera. Hoy recibiremos la provisión para hoy, y la provisión de mañana, mañana. Nunca se tuvo la intención de que lleváramos las provisiones para la jornada entera. El peso seria excesivo y se tenía la intención de que el camino fuera ligero.
Confía en ti mismo. No tenemos que planear, controlar y programar todas las cosas. El programa y el plan han sido escritos. Lo único que necesitamos es presentarnos.
El camino se volverá claro y seremos provistos amplia y claramente, un día a la vez.
Confía, amigo mío, en el día de hoy.

«Hoy confiaré en que recibiré todo lo que necesite para hoy. Confiaré en que ocurrirá lo mismo mañana».

Mi Reflexión: Los codependientes estamos acostumbrados a planificar, organizar rigurosamente todo nuestras actividades. Debemos aprender que durante la recuperación nos toca «Confiar en que nuestro Poder Superior» va a proveernos día a día de aquello que realmente necesitemos. No se nos dará todo de una vez, sino cada día por vez. Si mantenemos la confianza en nosotros mismos y aceptamos que el plan divino esta escrito para cada uno, todo transitará con altibajos, pero en busca de la calma y serenidad que necesitamos. (Alpha).

Responde esta pregunta: ¿Trabajas en tu recuperación aceptando que tus provisiones están garantizadas si confías en la Divinidad? Comparte tus vivencias acá.

Reflexión del Dia: 10 de Octubre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea que no hay que avergonzarse de ser un codependiente. Podemos sanar, si nos proponemos hacerlo. Debemos tomar una decisión y ejecutarla.

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Reflexiona sobre esto:

La vergüenza a menudo está relacionada con una baja autoestima. Las personas codependientes suelen tener una opinión negativa de sí mismas, y la vergüenza refuerza esta percepción negativa. Cuando se sienten avergonzadas, pueden creer que no merecen una relación saludable o el amor y la atención de los demás, lo que las mantiene atrapadas en patrones codependientes. La vergüenza puede hacer que las personas codependientes eviten la comunicación abierta y honesta. Temen ser juzgadas o rechazadas si expresan sus necesidades, deseos o emociones. Esto dificulta la resolución de problemas en las relaciones y perpetúa la codependencia, ya que no pueden abordar los problemas de manera efectiva.

La vergüenza puede llevar a las personas codependientes a negar sus propios sentimientos y necesidades, así como los problemas en sus relaciones. Pueden evitar enfrentar la realidad de la codependencia y seguir comportándose de manera disfuncional debido a la vergüenza de admitir que tienen un problema.

La vergüenza a menudo está relacionada con un deseo de ser perfecto para evitar la crítica y el rechazo. Las personas codependientes pueden esforzarse demasiado por ser todo para todos y nunca cometer errores. Este perfeccionismo es agotador y mantiene la codependencia, ya que nunca pueden alcanzar sus estándares autoimpuestos.

La vergüenza puede hacer que las personas codependientes dependan aún más de la aprobación y la atención de los demás para sentirse valoradas. Esto puede llevar a una dependencia emocional más profunda en sus relaciones, lo que perpetúa la codependencia.

La vergüenza puede llevar a las personas codependientes a sentirse culpables por sus propios sentimientos y necesidades. Pueden sentirse culpables por querer espacio, tiempo para sí mismas o establecer límites, lo que dificulta la creación de relaciones saludables.
Las personas codependientes a menudo sienten vergüenza de admitir que necesitan ayuda o de buscar apoyo externo, como terapia. Esto puede evitar que busquen el apoyo necesario para romper los patrones codependientes.

En resumen, la vergüenza puede ser un factor significativo que mantiene a las personas atrapadas en patrones codependientes. Es importante reconocer la vergüenza como un obstáculo en la recuperación y buscar ayuda profesional para abordarla de manera efectiva. Trabajar en la construcción de una autoestima saludable y en la superación de la vergüenza es esencial para romper los ciclos de codependencia y establecer relaciones más saludables y equilibradas.

Te invito a responder estas interrogantes: ¿Antes de iniciar la recuperación te sentías avergonzado? ¿Cómo te percibes actualmente con respecto a tu problema de control a otros? Comparte tus experiencias acá.

Reflexión del Dia: 8 de Octubre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea que el codependiente lo mueve cualquier viento y se convierte en un manojo de sentimientos de confusión e ira, esto le impide controlarse y mucho menos controlar la situación.

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Reflexiona sobre esto:

La ira en el codependiente es una emoción compleja y a menudo reprimida. A menudo, los codependientes se ven a sí mismos como personas pacíficas y complacientes, y pueden luchar por reconocer o expresar su enojo. Sin embargo, esta represión puede ser perjudicial para su salud emocional. La ira es una señal de que los límites personales han sido traspasados o que las necesidades personales no están siendo satisfechas. La reflexión sobre la ira en el codependiente implica reconocer que esta emoción es legítima y puede ser una señal importante de que es necesario un cambio en las dinámicas de las relaciones.

La represión constante de la ira puede llevar a una acumulación de resentimiento y amargura en el codependiente. Esto puede afectar negativamente su autoestima y salud emocional.

La reflexión sobre la ira invita al codependiente a aprender a expresar de manera saludable esta emoción, establecer límites claros y comunicar sus necesidades y deseos de manera asertiva en sus relaciones. Al abordar la ira de manera constructiva, el codependiente puede liberarse de patrones autodestructivos y construir relaciones más equitativas y satisfactorias.

Te invito a responder estas preguntas: ¿Habitualmente reaccionas con rabia ante cualquier evento? ¿Cómo controlas la situación posteriormente? Comenta tus experiencias.

Meditación 7 de Octubre.. Sincronización

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que el codependiente debe desarrollar una sincronía entre actuar ante su necesidad de controlar las situaciones, para ello necesita de la guía divina.

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Medita sobre esto:

Espera hasta que sea el momento adecuado. Es contraproducente posponer o postergar; También es contraproducente actuar demasiado pronto, antes de que sea el momento adecuado.
A veces, entramos en pánico y actuamos por miedo. A veces, tomamos medidas inoportunas para vengarnos o porque queremos castigar a alguien. Actuamos o hablamos demasiado pronto como una forma de controlar u obligar a alguien a actuar. A veces, tomamos medidas demasiado pronto para aliviar los sentimientos de incomodidad o ansiedad sobre cómo se desarrollará una situación.
Una acción tomada demasiado pronto puede ser tan ineficaz como una acción demasiado tarde. Puede ser contraproducente y causar más problemas de los que resuelve. Por lo general, cuando esperamos hasta que sea el momento adecuado, a veces solo en cuestión de minutos u horas, la incomodidad se disuelve y estamos facultados para lograr lo que tenemos que hacer.
En recuperación, estamos aprendiendo a ser efectivos.
Nuestras respuestas vendrán. Nuestra guía vendrá. Orar. Confianza. Espere. Déjalo ir. Estamos siendo guiados. Estamos siendo guiados.

«Hoy, dejaré de lado mi necesidad de controlar esperando hasta que sea el momento adecuado. Cuando sea el momento adecuado, tomaré medidas».

Mi Reflexión: El codependiente tiene tanta necesidad de controlar inmediatamente las situaciones que se presentan en su cotidianidad, que no desarrolla el arte de esperar el momento adecuado, Vive ansioso, intranquilo. Si dejamos actuar a nuestro Poder Superior veremos con claridad cuando es el momento correcto para que se de la solución. Desarrollemos la paciencia. (Alpha).

Te motivo a responder estas preguntas: ¿Ante situaciones que te inquietan esperas tener guía divina para actuar? Si lo has hecho, ¿cómo te has sentido al respecto? Comenta tus vivencias.

Meditación 5 de Octubre… Conocimiento

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que cada persona transita su sendero para alcanzar el autoconocimiento; y en nuestro caso será gradual. Podemos necesitar ayuda de nuestro Poder Superior y cuando todo este listo alcanzaremos la experiencia de aprendizaje en el tiempo correcto.

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Medita sobre esto:

¡Aprende a dejarte guiar por la verdad!

Sabremos lo que necesitemos saber cuando necesitemos saberlo. No tenemos por qué sentirnos mal por tomarnos nuestro tiempo para llegar a conocernos a nosotros mismos. No tenemos que forzar este autoconocimiento o esta conciencia antes de tiempo.
¡Sí! Tal vez el mundo entero vio una verdad particular en nuestra vida y nosotros la negamos, hasta que estuvimos listos para lidiar con ella. Ese es asunto nuestro ¡y nuestro derecho! nuestro proceso nos pertenece y descubriremos nuestras verdades en el momento correcto, cuando estemos listos, cuando esté completa la experiencia de aprendizaje.
El concepto de mayor autocrecimiento que podemos desarrollar para nosotros mismos y para los demás es permitirnos tener nuestro propio proceso. Podemos dar y recibir apoyo y aliento mientras atravesamos este proceso. Podemos escuchar a los demás y decir lo que pensamos.
Podemos fijar límites y cuidar de nosotros mismos cuando se necesite. Pero seguimos dándonos a nosotros mismos y a los demás el derecho a crecer a nuestro propio ritmo, sin juzgar, y con mucha confianza en que todo está bien y de acuerdo con lo programado.
Cuando estemos listos, cuando llegue el momento adecuado y cuando nuestro Poder Superior esté listo, sabremos lo que necesitemos saber.

«Hoy dejaré que yo y los demás crezcamos y cambiemos a nuestro propio ritmo y de acuerdo con nuestro propio programa de tiempo. Confío en que se me ayudará con conocimientos acerca de mí mismo y con las herramientas para lidiar con este autoconocimiento, en el momento adecuado».

Mi Reflexión: Cuando estamos transitando el proceso de autodescubrimiento vamos a tener que lidiar con sentimientos encontrados, que van desde asumir la responsabilidad de llegar a conocernos realmente hasta permitirnos ayuda de personas que igual que nosotros han pasado por lo mismo. Cuando alcancemos el entendimiento de lo que ocurre tenemos todo el derecho mantenernos firmes en lo que creemos, significa esto que cada quien llega a las convicciones propias en tiempos distintos. Nosotros debemos darnos ese permiso hasta estar listas para aprender de las experiencias. (Alpha).

Te insto a responder estas interrogantes: ¿Estás transitando el proceso de autodescubrimiento personal? Cómo estás haciéndolo? Comenta aquí.

Meditación 30 de Septiembre… Estar dispuesto

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que el codependiente tiene miedos a aceptar los desafíos, que plantea la vida. Es más cómodo postergar los cambios.

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Medita sobre esto:

No hay nada contra ti que te tumbe, Pero yacer allí es una desgracia. (Edmund Vance Cooke).

Algunas veces el problema no es que no creamos que podamos. El problema es que no queremos hacerlo, cualquiera que sea la tarea o desafío actual.
Cuando comencé mi escritura y recuperación, quería hacer estas cosas. El desafío fue estimulante. Yo quería volver a subir. Yo quería seguir adelante. Yo quería entrar en el juego
Cuando mi hijo Shane murió, no quería levantarme.
No quería el desafío. No fue estimulante. No quería la pérdida, y no quería sanar de mi dolor.
Un día, en esos dolorosos y terribles primeros años de dolor, un amigo se detuvo en la casa. Lo conocía desde hace mucho tiempo. También había sufrido una pérdida permanente: el uso de los músculos de sus piernas debido a una forma de polio que había sufrido durante su adolescencia.
La gente no sabía qué hacer conmigo en ese momento. Me habían visto forcejear en mi dolor. Habían tratado de ser compasivos, y eso fue bueno. Pero en este momento la compasión no era exactamente lo que necesitaba escuchar.
«Tienes que levantarte», dijo mi amigo en voz alta. «Tienes que levantarte nuevamente. Levántate a la vida».
A veces los problemas y desafíos de la vida son vigorizantes. A veces no lo son. Pero no importa con qué nos golpeemos, tenemos que levantarnos nuevamente.
Permítete llorar. Déjate enfadar por tus pérdidas, si es necesario. Entonces, ya sea que quieras la pérdida o no, vuelve a subir. No tienes que querer; ni siquiera tienes que creer que puedes. A veces todo lo que tenemos que hacer es estar abiertos a querer y luego creer que podemos.

«Dios, ayúdame a creer en la vida».

Mi Reflexión: Los codependientes no solemos aceptar los cambios y postergamos casi todo lo que nos lleve a ello. Cuando entendamos que solo nosotros, con nuestro Poder Superior, debemos aceptar los desafíos y enfrentar la vida, no hay otra manera de salir adelante. Debemos darnos fuerza nosotros mismos, La vida nos espera y bien merecemos vivir felices, dejando atrás el dolor y sufrimiento que arrastramos durante tanto tiempo. (Alpha).

Te invito a responder estas preguntas: ¿Has sentido que te fallan las fuerzas para cambiar tu vida? ¿Cuaáes han sido tus estrategias para hacerle frente a esas postergaciones? Comenta aquí tus vivencias.

Meditación 26 de Septiembre… Transformar la soledad en autoconocimiento

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que el codependiente debe comprender la importancia de transformar esos momentos de soledad en una formidable oportunidad de conocerse y fortalecer su autoestima para caminar hacia la sanación.

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Medita sobre esto:

Para muchas personas codependientes, la idea de estar solos puede ser aterradora. Se sienten incompletos sin la presencia constante de alguien más en sus vidas. Esta necesidad de compañía constante puede llevar a relaciones tóxicas y a un sentimiento crónico de insatisfacción. Sin embargo, la soledad no es un enemigo, sino una oportunidad. Es un momento para reconectarnos con nosotros mismos, descubrir nuestras pasiones, intereses y necesidades individuales. Es una pausa en la búsqueda constante de validación externa y una oportunidad para validarnos a nosotros mismos.

La reflexión sobre la vida de soledad que el codependiente a veces se autoimpone puede ser el comienzo de un viaje profundo de autodescubrimiento y sanación. Es el momento en el que podemos aprender a amarnos y cuidarnos a nosotros mismos, sin depender de otra persona para sentirnos completos.

La soledad no es un destino, sino una fase en el camino hacia la autosuficiencia emocional y la autenticidad. Es un momento para trabajar en nuestra autoestima, establecer límites saludables y aprender a disfrutar de nuestra propia compañía.

En lugar de temer a la soledad, podemos abrazarla como una oportunidad para reconstruir nuestra relación con nosotros mismos. Podemos dedicar tiempo a actividades que nos nutran y nos hagan felices, ya sea practicando pasatiempos, aprendiendo nuevas habilidades o simplemente disfrutando de la tranquilidad de la introspección.

La soledad, cuando se aborda con amor propio y autocompasión, puede convertirse en un momento de crecimiento y transformación. Es el espacio donde podemos sanar nuestras heridas emocionales y aprender a confiar en nuestra capacidad de cuidarnos a nosotros mismos.

A medida que reflexionamos sobre la vida de soledad que a veces enfrentamos como codependientes, recordemos que la verdadera conexión con los demás comienza con una conexión profunda con nosotros mismos. La soledad puede ser el camino hacia esa conexión más profunda y una vida más equilibrada y satisfactoria.

Date un tiempo para meditar en estas interrogantes: ¿Disfrutas o te aterra estar y sentirte solo? ¿Has aprovechado la soledad cómo una herramienta y un momento para repensar en tí o solo es el deseo de estar solo? Comenta acá tus vivencias al respecto.

Meditación 22 de Septiembre… Enfado

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que el enfado y la culpa deben ser vistos como parte del comportamiento de las personas durante el proceso de duelo. Solemos lidiar con estos sentimientos y no tiene nada incorrecto sentirlos. Elaboremos el Duelo a nuestro propio ritmo hasta aceptar la pérdida.

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Medita sobre esto:

Sentirse enojado y, a veces culpar a los otros, es una parte natural y necesaria para aceptar la pérdida y el cambio del duelo. Podemos permitirnos a nosotros mismos y a los demás enojarnos a medida que pasamos de la negación a la aceptación.
A medida que aceptamos la pérdida y el cambio, podemos culparnos a nosotros mismos, a nuestro Poder Superior u otros. La persona puede estar conectada a la pérdida, o él o ella puede ser un espectador inocente. Podemos escucharnos a nosotros mismos decir: «Si solo él hubiera hecho eso». . . . Si no hubiera hecho eso. . . . ¿Por qué Dios no lo hizo de manera diferente? . . . «Sabemos que la culpa no ayuda». En recuperación, las consignas son responsabilidad propia y responsabilidad personal, no culpables. En última instancia, la rendición y la autoresponsabilidad son los únicos conceptos que nos pueden mover hacia adelante, pero para llegar allí es posible que tengamos que permitirnos sentirnos enojados y ocasionalmente culparnos.
Es útil, al tratar con los demás, recordar que ellos también pueden necesitar pasar por su etapa de enojo para lograr la aceptación. No permitir que otros, o nosotros mismos, pasemos por la ira y la culpa, puede ralentizar el proceso de duelo.
Confiemos en nosotros mismos y en el proceso de duelo. No nos enfadaremos para siempre. Pero es posible que tengamos que enojarnos por un tiempo mientras buscamos lo que pudo haber sido, para finalmente aceptar lo que es.

«Dios, ayúdame a aprender a aceptar mi enojo y el de los demás como parte normal para lograr la aceptación y la paz. Dentro de ese marco, ayúdame a luchar por la responsabilidad personal».

Mi Reflexión: Durante la elaboración del Duelo todo ser humano atraviesa sentimientos difíciles de manejar como el enfado la culpa por la pérdida sufrida. Los codependientes vemos este proceso con una óptica más dramática y «cuesta arriba», nos desequilibramos emocional y físicamente. Si nos planteamos transitar el duelo y aceptar esta pérdida, entendiendo que todo va a transcurrir conforme a la voluntad de Dios, veremos fluir y aceptar lo ocurrido sin deterioro de nuestra vida. Es importante observar que los demás también sufren su duelo y están haciendo su esfuerzo propio para lograr llegar a la aceptación. Todo va a volver a su cauce, es la ley de la existencia, no podemos alterar esos designios, sólo resignarnos y aceptarlo, sin olvidar que nuestra meta es «responsabilizarnos de nosotros mismos».(Alpha).

Te invito a leer y responder estas preguntas: ¿Has sentido ira y culpa al tener una pérdida importante en tus afectos? ¿Cómo manejas estos sentimientos y emociones?. Comenta aquí.