Reflexon del Dia: 2 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» hace especial mención a las reacciones que provoca en los codependientes el apego afectivo. La obsesión pasa a ocupar «todos los pensamientos» y se crea un remolino de «pensamientos compulsivos» que impide pensar en otra cosa que no sea el objeto de su apego ¡Se pierde el control, el poder y la serenidad!

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Reflexiona sobre esto:

Preocuparnos y obsesionarnos nos mantiene con tal maraña en la cabeza que no podemos resolver nuestros problemas. Cada vez que nos apegamos de esta manera a alguien o a algo, nos separamos de nosotros mismos. Perdemos contacto con nosotros mismos. Damos en prenda nuestro poder y nuestra capacidad para pensar, sentir, actuar y cuidar de nosotros mismos. ¡Perdemos el control!
Es horrible estar obsesionado con otro ser humano o con un problema. ¿Conoces alguna persona obsesionada con alguien o con algo? Esa persona no puede hablar de otra cosa, no puede pensar en otra cosa. Aunque parezca oírte cuando le hablar, sabes que no te escucha. Su mente está dando tumbos, va de aquí para allá en un interminable remolino de pensamientos compulsivos. Esta preocupada. Relaciona todo lo que le dices (aunque no tenga nada que ver) con el objeto de su obsesión. Dice las mismas cosas, una y otra vez, usando las mismas palabras o cambiándolas ligeramente. Lo que tú digas no sirve de nada. Aunque le digas que pare, no sirve de nada. Probablemente lo haría si pudiera. El problema es que no puede hacerlo (en ese momento). Pues está a punto de estallar con la discordante energía de que está hecha la obsesión. Tiene un problema o una preocupación que no sólo lo molesta y lo controla.

Mi Reflexión: En la codependencia, la preocupación y obsesión por otros a menudo se disfrazan de amor o deber, pero en realidad, nos roban la oportunidad de vivir nuestras propias vidas de manera plena. Dejar atrás estas conductas no es un acto de abandono hacia los demás, sino un acto de fidelidad hacia uno mismo. Al liberarnos de la compulsión de controlar o ‘salvar’ a otros, nos damos el espacio para centrarnos en nuestra propia sanación, descubriendo en el proceso un sentido de paz y libertad que no sabíamos que era posible. Es fundamental entender que cada individuo es responsable de su propia felicidad y bienestar; soltar esta preocupación obsesiva permite que cada persona en la relación respire, crezca y, finalmente, florezca. (Alpha).

¿Has tenido apego por otra persona? ¿Has sentido estas manifestaciones? ¿Has salido de ese círculo obsesivo-compulsivo? ¿Cuales herramientas has utilizado?. Coméntanos aquí tus vivencias.

Reflexión del Dia: 1 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» refiere que los codependientes tendemos a «entregar el control de nuestra vida a los otros,» abdicando nuestro poder. Cuando nos hacemos dependientes, entramos en un torbellino de emociones y sentimientos que nos llevan hasta la desesperación, la tristeza y desordenamos nuestra existencia. Toda relación que se sustenta en el control, y no en el amor está signada por el fracaso.

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Reflexiona sobre esto:

La dependencia emocional y el sentirse atrapados también pueden provocar problemas en relaciones que podrían salvarse. Si estamos en una relación todavía buena, podemos ser demasiado inseguros para desapegamos y empezar a cuidar de nosotros mismos. Podemos extinguirnos y asfixiar o alejar a la otra persona. Esa necesidad extrema se vuelve obvia para los demás. Se puede sentir, percibir. En última instancia, la dependencia excesiva de otra persona puede matar el amor. Las relaciones que se basan en inseguridad emocional y en una necesidad, en vez de sustentarse en el amor, pueden volverse autodestructivas. No funcionan. Una necesidad demasiado grande aleja a la gente y extingue el amor. Asusta a la gente y hace que se vaya. Atrae a la gente equivocada. Y no satisface nuestras verdaderas necesidades.
Nuestras necesidades reales se hacen cada vez mayores, al igual que nuestra desesperación. Fijamos nuestra vida en torno a esta persona, tratando de proteger así nuestra fuente de seguridad y de felicidad. Abdicamos a vivir nuestra propia vida al hacer esto. Y sentimos ira contra esa persona. Somos controlados por ella. Dependemos de esa persona. Finalmente nos enojamos y nos resentimos con la persona de quien dependemos y quien nos controla, porque le hemos dado nuestro poder personal y nuestros derechos.

Mi Reflexión: La sanidad en las relaciones cuando se es codependiente comienza con el reconocimiento de que tu valor no está anclado en cómo te perciben los demás, sino en cómo te percibes a ti mismo. La clave está en establecer límites saludables que protejan tu bienestar emocional, permitiendo al mismo tiempo la conexión genuina con otros. No se trata de evitar las relaciones, sino de entrar en ellas de una manera más consciente y menos compulsiva. Al priorizar tu propio crecimiento y bienestar, creas un espacio en el que las relaciones pueden prosperar sin convertirse en la fuente única de tu identidad o felicidad. El primer paso para cualquier tipo de sanación es el reconocimiento del problema, seguido por el compromiso continuo con el cambio y el autocuidado. Mantener la salud en las relaciones siendo codependiente es un proceso de aprendizaje constante, uno que se facilita al amarte y respetarte a ti mismo primero. (Alpha).

¿Has tenido ese tipo de relaciones difíciles de dependencia afectiva?¿Has logrado salir «airoso» de estas relaciones? ¿Cuáles herramientas usaste? ¿Dieron resultados positivos? Comparte aquí en los comentarios.

Reflexión del Dia: 31 de Agosto

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» nos hace reflexionar en cómo piensa y siente una persona codependiente con referencia a su capacidad de cuidarse responsablemente. La Autora describe que estos pensamientos negativos se forjan desde la niñez, cuando nadie nos demostró amor e interés en nosotros, lo que desencadenó la desconfianza de nuestro propio poder interior.

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Reflexiona sobre esto:

Muchos de nosotros aprendimos estas cosas porque en nuestra niñez, alguien muy importante para nosotros fue incapaz de darnos el amor, la aprobación y la seguridad emocional que necesitábamos. De modo que hemos ido por la vida de la mejor manera posible, todavía buscando vaga o desesperadamente algo que nunca tuvimos. Algunos de nosotros todavía nos golpeamos la cabeza contra el cemento, tratando de obtener este amor de las personas que, al igual que mamá o papá, son incapaces de darnos lo que necesitamos. El ciclo se repite una y otra vez hasta que lo interrumpimos y lo detenemos. Se le llama asunto inconcluso.
Quizá se nos ha enseñado a no confiar en nosotros mismos. Esto sucede cuando tenemos un sentimiento y se nos dice que es malo o inadecuado. O cuando confrontamos una mentira o una inconsistencia y se nos acusa de estar locos. Perdemos la fe en esa parte profunda e importante de nosotros que experimenta sentimientos inapropiados, detecta la verdad y tiene confianza en su capacidad para manejar las situaciones de la vida. Muy pronto, podemos empezar a creer lo que nos han dicho de nosotros mismos: que no servimos, que estamos locos, que no se puede confiar en nosotros. Vemos a la gente a nuestro alrededor —personas a veces enfermas, con problemas, fuera de control— y pensamos, “ellos están bien. Deben estarlo. Me lo dijeron. De modo que debo ser yo. Debe haber algo fundamental que está mal en mí”. Nos abandonamos y perdemos la fe en nuestra capacidad para cuidarnos.

Mi Reflexión: Volver a creer en el amor propio cuando se ha vivido una infancia de abandono y falta de amor es un acto valiente y transformador. Reconoce que tu pasado no tiene que definir tu capacidad para amarte a ti mismo hoy. Aquello que te fue negado en la niñez no establece tu valor ni tus posibilidades en el presente. Al nutrir un amor propio resiliente, estás reescribiendo una historia de vida que te empodera en lugar de limitarte. Es como plantar una semilla en tierra que antes se consideraba estéril; con el cuidado y la atención adecuados, esa semilla no solo germina, sino que florece. En esa floración, descubres que el amor hacia ti mismo es el nutriente más poderoso para tu bienestar emocional y tu capacidad para establecer relaciones saludables. Recuerda que el amor propio no es un destino, sino un viaje constante de descubrimiento y aceptación. Aceptar este reto es el primer paso para liberarte del peso de un pasado doloroso. (Alpha).

¿Tienes esos pensamientos y sentimientos negativos sobre ti? ¿Has perdido la fe en tu capacidad de amarte? ¿Te sientes desamparado, consiguiendo algo de paz siempre que sea controlando la vida de los demás?. Comenta aquí tus vivencias./em>

Meditación 23 de Agosto … El cuidado de uno mismo


Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós nos hace reflexionar sobre la responsabilidad de cuidar de nosotros mismos». Ella expresa que los codependientes vivimos atrapados en la creencia de que los otros son responsables de hacernos felices, de nuestro bienestar. Este error se subsana cuando desmontamos esta creencia errónea, y asumimos la responsabilidad de velar por nosotros mismos. Suena «aterrador», máxime cuando parte de nuestra vida hemos eludido esta tarea, y no aprendimos cómo hacerla.

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Medita sobre esto:

¿Cuándo nos volveremos dignos de ser amados? ¿Cuándo nos sentiremos seguros? ¿Cuándo tendremos toda la protección, los mimos y el amor que tanto merecemos?. Lo tendremos cuando empecemos a dárnoslo a nosotros mismos. (Más Allá de la Codependencia).

La idea de darnos a nosotros mismos lo que queremos y necesitamos puede causar confusión, especialmente si hemos pasado muchos años no sabiendo que está bien que nos cuidemos a nosotros mismos. Quitar nuestra energía y nuestra concentración de los demás y de sus responsabilidades y poner esa energía sobre nosotros y nuestras responsabilidades es una conducta de recuperación que se puede adquirir. La aprendemos a través de la práctica cotidiana.
Empezamos por relajarnos, respirar profundamente y dejar ir los miedos lo suficiente para sentirnos lo más en paz que podamos. Luego, nos preguntamos a nosotros mismos: ¿qué necesito hacer para cuidar de mí mismo hoy, o en este momento?
¿Qué necesito y qué quiero hacer?
¿Qué demostraría amor y autoresponsabilidad?
¿Estoy atrapado en la creencia de que los otros son responsables de hacerme feliz, de que son responsables de mí? Entonces, lo primero que debo hacer es corregir mi sistema de creencias. Yo soy responsable de mí mismo.
Me siento ansioso y preocupado por una responsabilidad que he estado descuidando? Entonces, tal vez necesito dejar ir mis miedos y atender esa responsabilidad.
¿Me siento abrumado, fuera de control? Quizás necesite volver al primero de los Doce Pasos.
¿He estado trabajando demasiado? Tal vez lo que necesite hacer sea darme un descanso y hacer algo divertido.
¿He estado descuidando mi trabajo o mis tareas cotidianas? Entonces, tal vez lo que necesite hacer es volver a mi rutina.
No hay una receta, una fórmula, una guía para el cuidado de uno mismo. Cada uno de nosotros tiene una guía, y esa guía está en nuestro interior. Necesitamos hacernos la pregunta: ¿Qué necesito hacer para cuidar amorosa, responsablemente de mí mismo? Luego, necesitamos escuchar la respuesta. Cuidar de uno mismo no es tan difícil. La parte más desafiante está en confiar en la respuesta, y en tener el valor de actuar conforme a ella una vez que la hemos escuchado.

«Hoy me concentraré en cuidar de mí mismo. Confiaré en mí mismo y en mi Poder Superior para guiarme en este proceso».

Mi Reflexión: Para los codependientes no hay nada que resulte más «engorroso» que «desengancharse» de la firme convicción que su felicidad está en el exterior. No aceptamos que podemos hacernos sentir bien, alcanzar nuestra plenitud, tener relaciones sanas. Nos programamos para lo contrario, y nos cuesta asumir esta responsabilidad. ¿Es fácil hacerlo?, ciertamente «NO». Lleva mucho tiempo «llenarse de Fe», «soltar las cargas», dejar que un Poder Superior nos guié por el proceso de recuperación. Vamos a dar un «frenazo» y adoptar ese compromiso con la persona más importante… uno mismo. Al principio nos sentiremos «egoístas», tendremos recaídas, pero mantengámonos en el camino de «retomar nuestra existencia a plenitud. Nadie va a venir a ayudarnos, estamos solo en esta misión, bajo la guía divina, sometidos a su voluntad. (Alpha).

¿Has asumido el compromiso de cambiar esta creencia? ¿Qué piensas al respecto? Tus comentarios nos nutrirán.

Reflexión del Dia: 21 de Agosto

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» nos hace reflexionar sobre el «dolor y sufrimiento» que siente el codependiente cuando asume hábitos de conductas autodestructivas cuando se relaciona con otros, y cómo se va desdibujando su autoestima hasta anularse como persona por ejercer un control enfermizo sobre los demás. Debemos aprender a amarnos, a aceptarnos como somos. Al relacionarnos nos corresponde fijar límites sanos para no caer en esos hábitos que solo nos llevan a perder nuestra paz interior.

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Reflexiona sobre esto:

Sea cual sea el problema que tenga la otra persona, la codependencia implica un sistema habitual de pensar, de sentir y de comportarnos hacia nosotros y hacia los demás que nos causa dolor. Las conductas o hábitos codependientes son autodestructivos. Con frecuencia reaccionamos a las personas que se autodestruyen; reaccionamos aprendiendo a autodestruirnos. Estos hábitos nos pueden conducir a, o mantenernos en, relaciones destructivas que no funcionan. Estas conductas pueden sabotear relaciones que en otras condiciones sí hubieran funcionado. Estas conductas pueden impedirnos encontrar la paz y la felicidad con la persona más importante en nuestra vida: uno mismo. Estas conductas pertenecen a la única persona que cada uno de nosotros puede controlar –a la única persona que podemos hacer cambiar– a uno mismo. Estos son nuestros problemas.

Mi Reflexión: Nuestras conductas sólo pueden ser modificadas por cada uno de nosotros. Si nos planteamos sanar, asumimos que debemos comprometernos con buscar alternativas saludables para mantener las relaciones, que no trae paz vivir controlando, que es una ilusión creer que podemos cambiar a los otros. Enfoquemos la tarea en «CAMBIARNOS A NOSOTROS MISMOS», eso sí podemos y debemos hacerlo por nuestro propio bien. Basta ya de sufrir pretendiendo lo que es imposible. Recapacitemos y asumamos un plan de acción que nos conduzca a un mejor final… liberarnos de los apegos. Con fe, fuerza, tenacidad y amor hacia nosotros mismos podemos lograrlo (Alpha).

¿Has reflexionado que ya llegó el momento de introducir los cambios en tu vida? ¿Estás dispuesto a asumir este desafío?. Comenta si fijaste algunas metas concretas y si estas te han dado resultados positivos.

Reflexión del Dia: 20 de Agosto

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» ofrece su enfoque sobre la Codependencia. Para Melody las reacciones de los Codependientes son propias de aquellas enfermedades que cursan con conductas autodestructivas que van desde la preocupación, la tristeza, hasta llegar a la depresión y otros trastornos psicosomáticos que impactan la salud física y emocional de quien la padece. Puede empeorar si no se aborda a tiempo su tratamiento.

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Reflexiona sobre esto:

Quizá alguna de las razones por las cuales los profesionales consideran enfermedad a la codependencia es porque muchos codependientes están reaccionando a una enfermedad tal como el alcoholismo.
Otra razón por la cual se le llama enfermedad a la codependencia es porque es progresiva. A medida que la gente a nuestro alrededor se enferma más, podemos empezar a reaccionar en forma más intensa aún. Lo que empezó como una pequeña preocupación puede disparar el aislamiento, la depresión, una enfermedad física o emocional, o fantasías suicidas. Una cosa lleva a la otra, y las cosas se empeoran. La codependencia puede no ser una enfermedad, pero puede enfermarte. Y también puede contribuir a que la gente a tu alrededor permanezca enferma.
Otra razón más por la que se le llama enfermedad a la codependencia es porque las conductas codependientes –como muchas conductas autodestructivas– se vuelven habituales. Repetimos los hábitos sin pensarlo. Los hábitos cobran vida propia.

Mi Reflexión: La Codependencia bien cae en ese rango de trastorno emocional Los codependientes pasamos de una simple preocupación hasta llegar incluso a tornarnos obsesivos-compulsivos por la necesidad imperiosa de «controlar» a los demás. Nos vamos envolviendo en una dependencia a las personas que se vuelve repetitiva, y ello nos toca nuestra salud física y altera en ocasiones nuestra psiquis. No atinamos a entender que ocurre y como llegamos a ese lugar, ni como salir de ese atolladero. Sentimos emociones tan fuertes que nos desbordan en muchas ocasiones y nos descontrolamos hasta «creer que estamos perdiendo la razón». Todo eso puede cambiar, solo que debemos comprometernos en nuestra tratamiento para recuperarnos. (Alpha).

¿Has sentido ese cúmulo de emociones alguna vez? ¿Cómo te sientes con relación a la codependencia? ¿Estás trabajando en tu tratamiento para recuperarte? Coméntanos tus vivencias.

Meditación 20 de Agosto … Honestidad en las relaciones

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea la necesidad de ser honestos» en nuestras relaciones, aunque debemos «fijar límites» que nos permitan actuar con total claridad y asumir compromiso solo si nos sentimos bien con esa persona. Las relaciones con los demás permiten que valoremos cuánto hemos progresado en nuestra recuperación, son el mejor referente para ello.

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Medita sobre esto:

Podemos ser honestos y directos acerca de nuestros límites en las relaciones y acerca de los parámetros de una relación en particular.
Quizá ninguna otra área de nuestra vida refleje nuestra calidad de únicos y nuestra individualidad en la recuperación más que nuestras relaciones. Algunos de nosotros tenemos una relación de compromiso.
Algunos de nosotros salimos con alguien. Algunos de nosotros no salimos con nadie. Algunos de nosotros estamos viviendo con alguien. Algunos de nosotros quisiéramos salir con alguien. Algunos de nosotros quisiéramos tener una relación de compromiso. Algunos de nosotros nos embarcamos en relaciones nuevas después de la recuperación. Algunos de nosotros permanecemos dentro de la relación que teníamos antes de comenzar la recuperación.
También tenemos otras relaciones. Tenemos amigos. Relaciones con los hijos, con los padres, con el resto de la familia. Tenemos relaciones profesionales, relaciones con gente en el trabajo.
Necesitamos ser capaces de ser honestos y directos en nuestras relaciones. En un área en la que podemos ser honestos y directos es en los parámetros de nuestras relaciones. Podemos definir nuestras relaciones con la gente, una idea que escribieron Charlotte Kasl y otros, y podemos pedirle que sea honesta y directa al definir su punto de vista acerca de su relación con nosotros.
Causa confusión estar dentro de una relación y no saber dónde estamos parados, ya sea en el trabajo, en una amistad, con miembros de la familia, o en una relación amorosa. Tenemos derecho a ser directos acerca de cómo definimos la relación, qué es lo que queremos que sea. Pero las relaciones igualan a dos personas que tienen iguales derechos. La otra persona necesita ser capaz de definir la relación también. Tenemos derecho a saber y a preguntar. Lo mismo ellos.
La honestidad es la mejor política.
Podemos fijar límites. Si alguien quiere una relación más intensa que nosotros, podemos ser claros y honestos acerca de lo que queremos nosotros, acerca del nivel de participación que nos proponemos tener. Podemos decirle a la persona lo que puede esperar razonablemente por parte nuestra, porque eso es lo que queremos dar.
La forma como la persona lo maneje es asunto suyo. Si se lo decimos o no es asunto nuestro.
Podemos establecer límites y definir las amistades cuando éstas provoquen confusión.
Podemos incluso definir las relaciones con los niños, si esas relaciones se han vuelto pegajosas y exceden a nuestros parámetros. Necesitamos definir las relaciones amorosas y lo que éstas significan para cada perdona. Tenemos derecho a hacer preguntas y a recibir respuestas claras. Tenemos derecho a hacer nuestras propias definiciones y a tener nuestras propias expectativas. Y lo mismos la otra persona.
Ser honestos y directos es la única política. A veces no sabemos que queremos en una relación. A veces, la otra persona no lo sabe. Pero entre mas pronto podamos definir una relación, con la ayuda de la otra persona, mas pronto podemos decidir el curso adecuado de conducta para nosotros misma. La información es una herramienta poderosa, y tener la información acerca de lo que es una relación particular -los límites y definiciones de la misma- nos dará la fuerza para cuidar de nosotros respecto de ella.
Las relaciones llevan un tiempo para formarse, pero en algún punto podemos razonablemente esperar una definición clara de lo que es la relación y cuáles son sus límites. Si chocan las definiciones, somos libres de tomar una nueva decisión basándonos en la información adecuada acerca de lo que necesitamos hacer para cuidar de nosotros mismos.

«Hoy me esforzaré por ser claro y directo en mis relaciones. Si ahora tengo algunas relaciones lóbregas y poco definidas, y si les he dado el tiempo adecuado para formarse, empezaré a tomar acción para definir esa relación. Dios mío, ayúdame a dejar ir mis miedos acerca de definir y comprender la naturaleza de mis relaciones actuales. Guíame a la claridad, a pensar clara, sanamente. Ayúdame a saber que lo que quiero está bien. Ayúdame a saber que si no puedo conseguir eso de la otra persona, lo que quiero sigue estando bien, pero no es posible en el momento presente. Ayúdame a aprender a no renunciar a lo que quiero y necesito, sino dame la fuerza para hacer elecciones apropiadas, sanas, acerca de dónde conseguirlo».

Mi Reflexión: Habitualmente no logramos construir vínculos sanos con las personas por nuestra necesidad de intervenir y controlar. Si queremos que una relación se concrete debemos comprometernos con claridad y honestidad en ese vinculo que estamos generando. No resulta fácil lograr esto, pero necesitamos mantenernos unidos a alguien, solo que bajo límites claros y saludables. Caso contrario dejar ir es la solución hasta estar mas seguros para relacionarnos. (Alpha).

¿Cómo manejas tus relaciones?¿Lo haces con compromiso siendo honesto?¿Te funciona? Comenta aquí si te resulta y cuáles son tus herramientas para lograrlo?.

Meditación 13 de Agosto… Cultivar la conciencia

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós ratifica que sólo llenándonos de entendimiento haremos consciente la realidad cada momento presente.

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Medita sobre esto:

A menudo, las palabras «conciencia» y «consciencia» se usan indistintamente. La conciencia es la vibración pulsátil que es la esencia de todas las cosas. La consciencia es la individualización del «YO SOY» en cada uno de nosotros. Donde sea que esté, mi conciencia también esta. Cuando me muevo, mi conciencia va conmigo. Cuando enfoco mi atención en algo, percibo esa cosa. A través de mis órganos sensoriales físicos, conozco las imágenes, los sonidos, los sabores, los olores y el tacto. A través de una percepción sensorial más alta, estoy consciente de mucho mas. (Enid Hoffman).

Usa todos tus sentidos, ya sea que visualices el futuro o te sumerjas en una conciencia gozosa de dónde estás ahora. No solo mires la flor: tócala… huélela…siéntela.
No solo mires a las personas en tu vida. Escúchalos. Siente su poder y presencia.
Ve más despacio. No te muevas tan rápido Te perderás cosas importantes. Cultivar la conciencia Trae tus sentidos, todos ellos, al corazón de tu vida.
La conciencia no se trata de mirar. Se trata de ver con más de nuestros ojos. A menudo, cuando buscamos algo, ya sea un hogar o una novia, todo lo que podemos ver son nuestras proyecciones: nuestras esperanzas, miedos, pasados ​​y deseos.
Relájate. Deja de proyectarte al mundo. Deja ir los juicios. Deja que las cosas y las personas sean lo que son y quiénes son.
Cultiva la conciencia mediante el uso de todos tus sentidos.
Aprende a ver lo que es.

«Dios, ayúdame a reducir la velocidad y tomar conciencia».

Mi Reflexión: Cuando entendemos la vida como un regalo del Creador, empezamos a percibir la importancia de vivir el momento presente. Nos llenamos de entendimiento, conocimiento y conciencia. Nos sentimos despiertos. (Alpha).

¿Estás percibiendo el presente como el momento de vivir a plenitud? Comenta aquí.

Meditación 9 de Agosto… Práctica un acto de gratitud

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós ratifica el agradecimiento que debe asumirse con ese Poder Superior que nos provee y satisface nuestras necesidades.

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Medita sobre esto:

Ninguno de nuestros éxitos llega sin la ayuda de otros. Una y otra vez, parece que hay alguien parado en la encrucijada esperándonos, señalando el camino con el corazón. Pueden ser amigos, familiares, ministros o mentores, o incluso oficiales de policía o jueces. Creo que podrían ser ángeles enviados para ayudarnos a atravesar esos momentos difíciles y señalarnos de nuevo al camino con el corazón.
Están en el lugar correcto en el momento adecuado con las palabras exactas y la ayuda que necesitamos. ¿Les has dado las gracias por estar allí?
Práctica un acto de gratitud. Encuentra una de tus luces, guía o ángeles de la guarda, y dile a esa persona lo que él o ella significaron para ti en tu vida. Es posible que tus guías ni siquiera se den cuenta del impacto que tuvieron en ti. Y quién sabe si tus amables palabras pueden ser solo la luz que necesitan hoy para empujarlas suavemente en su camino con el corazón.
Luego, da un paso más. Asume la actitud amable y afectuosa que te hicieron o te transmitieron a otra persona.

«Dios, recuérdame dar gracias donde se deba hacer».

Mi Reflexión: Mostrar Gratitud es uno de los comportamientos más encomiables para Dios. Significa que agradecemos lo que somos, tenemos y vamos a lograr. Esa actitud positiva abre las puertas de la abundancia. (Alpha).

¿Eres una persona agradecida con la Divinidad? Comenta acá.

Meditación 8 de Agosto… Aprende a decir Si

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós expresa la importancia de asumir el momento actual, con sus debilidades y fortalezas, como parte de nuestra vida, y eso debemos aceptar en paz y serenidad.

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Medita sobre esto:

Ayer hablamos acerca de aprender a decir no. Hoy hablemos de otra palabra importante: Sí.
Podemos aprender a decir sí a las cosas que nos hacen sentir bien, a lo que queremos, para nosotros mismos y para los demás.
Podemos aprender a decir si a la diversión. Si a las reuniones, a llamar a un amigo, a pedir ayuda.
Podemos aprender a decir si a las relaciones sanas, a la gente y a las actividades que nos convienen.
Podemos aprender a decir sí a nosotros mismos, a lo que queremos y necesitamos, a nuestros instintos y a la guía de nuestro Poder Superior.
Podemos aprender a decir sí cuando sentimos que es correcto ayudar a alguien.
Podemos aprender a decir sí a nuestros sentimientos.
Podemos aprender a identificar cuándo necesitamos dar un paseo, tomar una siesta, que nos froten la espalda o comprarnos flores.
Podemos aprender a decir sí al trabajo que nos gusta.
Podemos aprender a decir sí a todo lo que nos nutre y alimenta.
Podemos aprender a decir sí a lo mejor que pueden ofrecernos la vida y el amor.

«Hoy diré sí a todo lo que me hace sentir bien y siento que es conveniente».

Mi Reflexión: Ya llego el momento de empezar a aceptar las situaciones, eventos y relaciones que tenemos en el presente. Procurar la aceptación y disfrutar de lo que nos provee el Poder Superior, es nuestra total responsabilidad. (Alpha).

¿Estás dispuesto a vivir como la Divinidad te provea? Comparte aquí tu vivencia.