Tu ser interior es literal y no comprende la ambigüedad, así que cuando lo indiques para manifestar tus deseos, dale instrucciones absolutamente literales… Tu ser natural es muy aficionado a realizar las tareas que le das. Le encanta mostrar sus habilidades y su rendimiento para usted y para los demás, y puede hacer casi cualquier cosa (dentro del ámbito de la posibilidad y la probabilidad) que pueda concebir. (Enid Hoffman).
Sea claro en sus intenciones.
Las intenciones son más que meros deseos. Una intención se mezclará con las emociones y el deseo. Por ejemplo, puedo sentarme aquí y desear que la casa estuviera más limpia. Cuando dejo todo de lado, tomo mi frustración sobre el desastre y lo canalizo hacia la energía y mi deseo de estar en orden, puedo decir: «Pasaré una hora enderezando».
A veces hacemos conocer nuestras intenciones a otras personas. Por ejemplo, podríamos empezar a salir con alguien, y es nuestra intención casarnos eventualmente. Las intenciones pueden convertirse en manipulación cuando no las aclaramos.
También pueden implicar control, en el peor sentido, cuando implican cambiar el libre albedrío de otra persona.
El mejor lugar para comenzar es aclarar nuestras intenciones a nosotros mismos. ¿Qué deseas? En lo que respecta a sus situaciones de vida, como el trabajo o las finanzas, ¿cuáles son sus intenciones?Algunas veces nuestras buenas intenciones pueden ser totalmente alocadas. Por ejemplo, podemos intentar que una persona esté sobria, pero es posible que no tengan ningún deseo de ponerse sobrios. Podemos evitar muchas manipulaciones dolorosas, si tenemos claras nuestras intenciones.
Mírate a ti mismo a medida que avanzas en la vida encontrando diferentes situaciones. ¿Tienes una agenda? ¿Sabes lo que es? A veces, nuestras intenciones son menos que conscientes, ocultas debajo de la superficie. Por ejemplo, podemos tener la intención de casarnos y que alguien nos apoye para que no tengamos que mantenernos. ¿Las intenciones de otra persona influyen en las tuyas?
Cuando comiences un proyecto, una nueva relación, o simplemente un nuevo día, pasa un momento y calla. Sé claro contigo mismo y con los demás sobre cuáles son tus intenciones. Entonces ríndele esas intenciones a Dios.
Dios, ayúdame a alinear mis intenciones y deseos con tu mayor buena voluntad para mi vida.
(Melody Beattie de su Libro Mas del lenguaje del Adiós).
Categoría: SOLTAR
Meditación 24 de Junio… Desapego
El desapego no se da de manera natural para muchos de nosotros. Pero una vez que nos damos cuenta del valor de este principio de recuperación, comprendemos cuan vital es el desapego. La siguiente historia ilustra como una mujer llego a comprender el desapego:
«La primera vez que practique el desapego fue cuando solté a mi marido alcohólico. Había estado bebiendo desde hacia siete años, desde que me case con el. Durante todo ese largo tiempo, estuve negando su alcoholismo y tratando de que dejara de beber.»
«Hice cosas indignantes para que dejara de beber, para hacerlo ver la luz, para que se diera cuenta de cuanto me estaba lastimando. Realmente pensaba que estaba haciendo lo correcto al tratar de controlarlo.»
«Una noche vi las cosas claramente. Me di cuenta que mis intentos por controlarlo nunca resolverían el problema. También vi que mi vida era ingobernable. No podría obligarlo a hacer nada que él no quisiera. Su alcoholismo me estaba controlando, aunque yo no bebía».
«Lo dejé en libertad para que hiciera lo que quisiera. La verdad es que de todas maneras él hacía lo que quería. Las cosas cambiaron la noche en que me desapegué. El lo percibió, y yo también. Cuando lo deje en libertad, me liberé yo misma para vivir mi propia vida».
«Desde entonces he tenido que practicar muchas veces el principio del desapego. He tenido que desapegarme de gente enferma y de gente sana. Nunca me ha fallado. El desapego funciona».
El desapego es un regalo. Se nos dará cuando estemos listos para ello. Cuando dejemos a la otra persona en libertad, nos liberamos nosotros.
«Hoy, cuando sea posible, me desapegaré con amor».
(Melody Beattie de su Libro El Lenguaje del Adiós).
Reflexión del Dia: 22 de Junio
Aunque no convivamos con un problema serio o con una persona seriamente enferma, todavía está bien sentir ira cuando ocurra. La ira es uno de los muchos efectos profundos que la vida tiene sobre nosotros. Es una de nuestras emociones. Y la vamos a sentir cuando nos llegue, o si no, la vamos a reprimir. “No confío en la gente que nunca se enoja. O la gente se enoja, o se enoja”, dice mi amiga Sharon George, quien es profesional dentro del campo de la salud mental.
Tenemos todo el derecho a enojarnos. Tenemos todo el derecho a sentirnos tan enojados como nos sentimos. Lo mismo as otras personas. Pero también tenemos una responsabilidad —primordialmente para con nosotros mismos— que es manejar nuestra ira de manera adecuada.
Volvemos a nuestro consejo inicial: maneja tus sentimientos. ¿Cómo manejamos una emoción tan potente como es la ira? ¿Cómo dejar de sentirnos tan enojados? ¿Cuándo sucede esto? ¿A dónde se va? ¿Con quién podemos hablar? ¿Quién querrá oír todo eso? Probablemente ni siquiera nosotros queremos oírlo. Después de todo, la persona con la que estamos enojados está enferma. De modo que, ¿no deberíamos estar sintiendo compasión y todas esas cosas buenas? ¿Es verdaderamente correcto estar tan enojados con una persona enferma?
Sí, tenemos derecho a estar furiosos con una persona enferma. Nosotros no ocasionamos el problema. Aunque el sentimiento ideal es de compasión, probablemente no lo sentiremos hasta que hayamos manejado nuestra ira. Lo que va entre sentir un furor homicida y mordernos la lengua porque nos sentimos apenados por esa persona enferma, es la manera de ir más allá de nuestros sentimientos de enojo, los viejos y los nuevos. Pero yo no creo que manejar las emociones reprimidas suceda de un día para otro.
Puede no suceder en un mes o aun en un año. ¿Cuánto tardamos en enojarnos a este grado? Manejar una cantidad significativa de ira reprimida puede llevarse tiempo y esfuerzo. Manejar la ira nueva requiere de práctica.
(Melody Beattie de su Libro Ya No seas Codependiente).
Meditación 20 de Junio… Mártires en las relaciones
Muchos de nosotros hemos estado tan torpes y hemos menospreciado tan completamente nuestros sentimientos que hemos perdido el contacto con nuestras necesidades en las relaciones.
Podemos aprender a distinguir cuáles son las compañías que disfrutamos, estemos hablando de amigos, de conocidos de negocios, de citas amorosas o de cónyuges. Todos necesitamos interactuar con gente que preferiríamos evitar, pero no tenemos por qué obligarnos a tener relaciones largas o de intimidad con estas personas.
Somos libres de escoger amigos, la gente con quien salimos, cónyuges. Somos libres de elegir cuánto tiempo pasamos con esa gente con la que no siempre podemos escoger estar, como los familiares. Esta es nuestra vida. Esta es. Podemos decidir cómo queremos gastar nuestros días y nuestras horas. No estamos esclavizados. No estamos atrapados. Y ninguno de nosotros carece de opciones. Podremos no ver nuestras opciones claramente. Aunque tal vez tengamos que batallar con la vergüenza y aprender a adueñarnos de nuestro poder, podemos aprender a pasar nuestras valiosas horas y días con gente que disfrutamos y con la que hemos elegido estar.
«Dios mio, ayúdame a valorar mi tiempo y mi vida. Ayúdame a valorar como me siento junto a ciertas personas. Guíame mientras aprendo a desarrollar relaciones sanas, de intimidad y de compartir con la gente. Ayúdame a darme a mi mismo la libertad para experimentar, explorar y aprender quien soy, quien puedo ser en mis relaciones».
(Melody Beattie de su Libro El Lenguaje del Adiós).
Reflexión del Dia: 19 de Junio
Darnos a nosotros mismos lo que necesitarnos significa volvernos, como dice el reverendo Phil L. Hansen, nuestro terapeuta personal, nuestro confidente, nuestro consejero espiritual, nuestro compañero, nuestro mejor amigo y nuestro cuidador en esta emocionante nueva aventura que hemos emprendido: vivir nuestra propia vida.
Tomamos en cuenta nuestras responsabilidades para con otras personas, porque esto es lo que hace a la gente respon- sable. Pero también sabemos que nosotros contamos. Tratamos de eliminar los “debo de” de nuestras decisiones y aprendemos a confiar en nosotros mismos. Si nos escuchamos a nosotros mismos y a nuestro poder superior, no seremos engañados. Darnos lo que necesitamos y aprender a vivir en forma autodirigida requiere de fe. Necesitamos fe suficiente para proseguir con nuestra vida, y necesitamos hacer al menos algo pequeñito a diario para empezar a ir hacia adelante.
A medida que aprendemos a preocuparnos por nuestras necesidades y a satisfacerlas, nos perdonamos a nosotros mismos cuando cometemos errores y nos felicitamos a nosotros mismos cuando hacemos bien las cosas. No sentimos tanta congoja cuando hacemos algunas cosas pobremente y otras más con cierta mediocridad, pues eso es también parte de la vida. Aprendemos a reírnos de nosotros mismos y de nuestra humanidad, pero no reímos cuando necesitamos llorar. Nos tomarnos en serio, pero no demasiado en serio.
Finalmente, podernos incluso llegar a descubrir la sorprendente verdad: pocas son las situaciones en la vida que no mejoran cuando nos preocupamos por nosotros mismos y cuando nos darnos lo que necesitamos. De hecho, podemos aprender que la mayoría de las situaciones mejoran cuando cuidamos de nosotros y atendemos nuestras necesidades.
(Melody Beattie de su Libro Ya No seas Codependiente).
Meditación 19 de Junio … Hagamos la vida mas fácil
La vida no tiene por qué ser dura.
Sí, hay veces que necesitemos soportar, batallar y confiar en nuestras habilidades para la supervivencia. Pero no tenemos por qué hacer la vida, el crecimiento, la recuperación, el cambio o nuestros asuntos cotidianos tan duros todo el tiempo.
Hacer que la vida sea tan dura es un remanente de nuestro martirio, un sobrante de las viejas maneras de pensar, de sentir y de creer.
Somos valiosos, aunque la vida ya no sea tan dura. Nuestro valor y nuestra valía no se determinan por lo duro que batallemos.
Si la estamos haciendo tan dura, podemos estar haciéndola más dura de lo que necesita ser, dijo una mujer.
Aprende a dejar que las cosas ocurran fácil y naturalmente. Aprende a dejar que los eventos, y tu participación en ellos, caigan en su sitio. Puede ser fácil ahora. Más fácil de lo que ha sido. Podemos ir con la marea, quitarnos el mundo de los hombros y dejar que nuestro Poder Superior nos facilite el camino hacia donde necesitemos estar.
«Hoy dejaré de batallar tan duro. Dejaré mi creencia de que la vida y la recuperación tienen que ser duras. La remplazaré con la creencia de que puedo andar este viaje tranquilo y en paz. Y a veces, de hecho, puede ser divertida».
(Melody Beattie de su Libro El Lenguaje del Adiós).
Reflexión del Dia: 18 de Junio
Desapegarnos no quiere decir que nada nos importe. Significa que aprendemos a amar, a preocuparnos y a involucrarnos in volvernos locos. Dejamos de crear un caos en nuestra mente y en nuestro medio ambiente. Cuando no nos hallamos reaccionando de un modo ansioso compulsivo, nos volvemos capaces de tomar buenas decisiones acerca de cómo amar a la gente y de cómo solucionar nuestros problemas. Nos liberamos para comprometernos y para amar de modo que podamos ayudar a los demás sin lastimarnos a nosotros mismos.
(Melody Beattie de su Libro Ya No seas Codependiente).
Meditación 18 de Junio… Superando la incomodidad
Rendirse al dolor Entonces aprende a rendirte a lo bueno. Está allí y hay más en camino. (MÁS ALLÁ DE LA CODEPENDENCIA).
Nuestro objetivo en la recuperación es hacernos sentir cómodos, pacíficos y contentos. Contento. Queremos estar en paz con nosotros mismos y nuestro entorno. Algunas veces, para hacer eso, necesitamos estar dispuestos a enfrentar, sentir y superar las incomodidades.
No estoy hablando de ser adicto a la miseria y el dolor. No estoy hablando de crear dolor innecesario. Estoy hablando de la incomodidad legítima que a veces necesitamos sentir mientras nos curamos.
Cuando tenemos una cirugía, el dolor duele más el día después de la operación. Cuando hacemos el tipo de trabajo al que nos enfrentamos en recuperación, estamos haciendo una cirugía emocional, mental y espiritual sobre nosotros mismos. Estamos eliminando partes de nosotros que están infectadas e inflamadas.
Algunas veces el proceso duele.
Somos lo suficientemente fuertes como para sobrevivir a la incomodidad y los sentimientos temporales de dolor emocional. Una vez que estamos dispuestos a enfrentar y sentir nuestra incomodidad y dolor, casi estamos a punto de liberarnos.
«Hoy, estoy dispuesto a enfrentar mi incomodidad, confiando en que la curación y la liberación están del otro lado. Ayúdame, Dios, ábrete a sentir todo lo que necesito sentir para sanar y sanar. Mientras hago esto, confiaré en que soy cuidado y protegido por mí mismo, mis amigos, mi Poder Superior y el Universo».
(Melody Beattie de su Libro El lenguaje de Adiós-Serie de Meditaciones).
Reflexión del Dia: 16 de Junio
La más emocionante idea que he descubierto en mi sobriedad y en mi recuperación de la codependencia es la magia de fijar metas. Las cosas suceden. Las cosas cambian. Cumplo con proyectos importantes. Cambio. Conozco gente nueva. Me encuentro a mí misma en lugares interesantes. Atravieso los tiempos difíciles con un mínimo de caos. Los problemas se solucionan. Mis deseos y necesidades se ven satisfechos. Los sueños se vuelven realidad.
Estoy extasiada de poder fijar metas, y espero que pueda transmitirles mi entusiasmo. No hay nada en el mundo como ir adonde uno quiere ir, obtener lo que queremos, solucionar un problema o hacer algo que quisimos hacer.
Muchos codependientes no conocen esta alegría. También es nueva para mí. Me pasé muchos años de mi vida sin molestarme siquiera en pensar qué quería y necesitaba, hacia dónde quería ir, y qué quería hacer. La vida tenía que ser soportable. Yo no pensaba que merecía cosas buenas. No pensaba que la mayoría de las cosas buenas estaban a mi alcance. No estaba tan interesada en mi vida, excepto como un apéndice de otras personas. No pensaba en vivir mi vida; estaba demasiado concentrada en los demás. Estaba demasiado ocupada reaccionando, en vez de estar actuando.
No estoy sugiriendo que podamos controlar todos los eventos de nuestra vida. No podemos. En muchas cosas no tenemos la palabra final; Dios sí la tiene. Pero creo que podemos cooperar con bondad. Creo que podemos planear, hacer peticiones, y empezar a poner en movimiento un proceso.
(Melody Beattie de su Libro Ya No seas Codependiente).
Meditación 16 de Junio… Hacer frente a las familias
Hay muchos caminos para cuidarse a sí mismo con las familias. Algunas personas optan por cortar las conexiones con los miembros de la familia durante un período de tiempo. Algunas personas optan por mantenerse en contacto con los miembros de la familia y aprender diferentes comportamientos. Algunos se desconectan por un tiempo, luego regresan lentamente en una base diferente.
No hay una forma perfecta o única para tratar con los miembros de nuestra familia en recuperación. Depende de cada uno de nosotros elegir un camino que se adapte a nosotros y nuestras necesidades en cada momento.
La idea que es nueva para nosotros en la recuperación es que podemos elegir. Podemos establecer los límites que debemos establecer con los miembros de la familia. Podemos elegir un camino que funcione para nosotros, sin culpa ni obligación ni influencia indebida de ninguna fuente, incluidos los profesionales de la recuperación. Nuestro objetivo es separarnos en el amor con los miembros de la familia. Nuestro objetivo es ser capaces de cuidar de nosotros mismos, amarnos a nosotros mismos y vivir vidas saludables a pesar de lo que hacen o dejan de hacer los miembros de la familia. Decidimos qué límites o decisiones son necesarias para hacer esto.
Está bien decir no a nuestras familias cuando eso es lo que queremos. Está bien decir sí a nuestras familias si eso se siente bien. Está bien llamar a tiempo de espera y está bien volver como una persona diferente.
«Dios, ayúdame a elegir el camino correcto para mí con la familia. Ayúdame a entender que no existe el bien o el mal en este proceso. Ayúdame a luchar por el perdón y aprender a separarme con amor, siempre que sea posible. Entiendo que esto nunca implica que tenga que renunciar al cuidado personal y la salud por el bien del sistema».
(Melody Beattie de su Libro El Lenguaje del Adiós-Serie de Meditaciones).