Reflexión del Dia: 6 de Enero

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» expresa que el codependiente si bien reacciona ante eventos simples, en su recuperación puede manejar herramientas que van dándole las pautas necesarias para responsabilizarse de su autocuidado.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Algunas sugerencias para ayudarte a desapegarte de la gente y de tus reacciones negativas hacia ella. Estas son sólo sugerencias. No existe una fórmula específica para lograr el desapego. Necesitas encontrar tu propia manera, una que te funcione a ti.

– Analiza lo que ha sucedido. Si se trata de un incidente menor, serás capaz de sobreponerte tú solo. Si el problema es serio, o si te perturba seriamente, tal vez quieras discutirlo con un buen amigo que te ayude a aclarar tus pensamientos y emociones. Las dificultades y los sentimientos crecen cuando tratamos de apresarlos en nuestro interior. Habla acerca de tus sentimientos. Asume la responsabilidad de ellos. Siente verdaderamente lo que estés sintiendo. Nadie te hizo sentir así. Alguien pudo haberte ayudado a que te sintieras de determinada manera, pero el sentimiento lo sentiste tú. Manéjalo. Luego, esclarece tú mismo la verdad sobre lo que sucedió. 27! ¿Estabas alguien tratando de molestarte? (Si hay duda al interpretar algo como un insulto o rechazo, prefiero creer que eso no tuvo nada que ver conmigo. Me ahorra tiempo y me ayuda a sentirme bien conmigo misma.) ¿Estabas tratando de controlar a alguien o algún evento? ¿Qué tan serio es el problema o el asunto? ¿Estás tomando la responsabilidad de otro? ¿Estás enojado porque alguien no adivinó lo que en realidad querías o lo que en verdad querías decir? ¿Estás tomando la conducta de otro de un modo demasiado personal?
¿Alguien oprimió tus botones de culpa o de inseguridad? ¿Es en verdad el fin del mundo, o es meramente algo triste y decepcionante?

Mi Reflexión: El codependiente tiende a reaccionar ante cualquier evento o situación por muy simple que luzca. Cuando se manejan esas emociones siempre hay sentimientos de culpa, inseguridad y miedo. Allí se inicia el comportamiento porque no sabe cómo enfrentar esos sentimientos negativos ¿Cómo lograr mantenerse sereno? Solo se logra mediante se transita la Terapia en Doce Pasos de CoDA y desarrollando con una profunda confianza en la Divinidad. Ese sendero espiritual nos fortalece y enseña a aceptar momentos de tensión y ansiedad sin perder el control de nosotros mismos. (Alpha).

¿Estás reaccionando frecuentemente ante cualquier situación? ¿Cuales herramientas estás usando para salir de ese evento? Comparte acá.

Reflexión del Dia: 29 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» expresa que el codependiente se apega a personas y problemas de su entorno. Se obsesiona y todo en aras de mantener el control de la situación.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Cuando un codependiente dice “creo que me estoy apegando a ti”. ¡Cuidado! Probablemente así es.
La mayoría de los codependientes están apegados a la gente y a los problemas en sus entornos. Por “apego” no quiero decir el sentimiento normal de que la gente le caiga a uno bien, le interesan sus problemas o se sienta en conexión con el mundo. Apegarse es involucrarse en exceso, a veces de una manera desesperadamente intrincada.
Sobreinvolucarnos de alguna manera puede mantenernos en un estado de caos; puede mantener a la gente que nos rodea en ese estado. Si concentramos toda nuestra energía en la gente y en los problemas, nos queda poco para dedicar el acto de vivir nuestra propia vida. Y ya hay bastante preocupación y responsabilidad en el ambiente. Si la tomamos toda nosotros, no queda nada para la gente que nos rodea. Esto nos hace trabajar en exceso a nosotros y quitarles bastante trabajo de encima a los demás. Y aún más, preocuparnos por la gente y por los problemas no funciona. No resuelve los problemas, no ayuda a los demás y no nos ayuda a nosotros mismos. Es energía desperdiciada.

Mi Reflexión: El apego afectivo o dependencia emocional es un problema realmente serio y complejo. El codependiente vive obsesionado por resolver los problemas de la persona a la que esta apegada en desmedro de su propia salud física y psíquica. Resulta difícil entender el control que sustenta esta relación insana, así mismo no tiene fácil solución. La persona apegada se obsesiona y hace compulsivo su control enfermizo. (Alpha).

¿Estás obsesionado con controlar a alguien? ¿Estás trabajando en recuperar tu paz? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 28 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» enfatiza que el codependiente se moviliza frecuentemente en el triángulo del drama, jugando los roles de victimario, rescatador y víctima.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Muchos codependientes, en alguna época de su vida, fueron verdaderas víctimas, del abuso, de la negligencia, del abandono, del alcoholismo de otro, o de cualquier otra situación que puede hacer víctima a la gente. Estuvimos, en algún momento, realmente desvalidos e incapacitados para protegernos o solucionar nuestros problemas. Algo nos sobrevino, algo que no pedimos, y que nos hirió terriblemente. Eso es triste, verdaderamente triste. Pero un hecho todavía más triste es que muchos de los codependientes empezamos a vernos a nosotros mismos como víctimas. Nuestra dolorosa historia se repite. Como sus nanas, permitimos que la gente nos victimice, y participamos en nuestra victimización al seguir perpetuamente rescatando a la gente.
Rescatar o cuidar no son un acto de amor. El triángulo del drama es un triángulo de odio. Alimenta y mantiene el odio hacia uno mismo, y es un obstáculo para la expresión de nuestros sentimientos hacia los demás.
El triángulo y los papeles cambiantes de rescatador, perseguidor y víctima son el proceso visible que atravesamos. Cambia el papel que desempeñamos y nos sobrevienen los cambios emocionales tan cierta y tan intensamente como si estuviéramos leyendo un libreto. Podemos completar el proceso en segundos, experimentando tan sólo emociones ligeras al cambiar de papel. O bien podemos llevarnos años en completar el triángulo y engendrando así una explosión mayor. Podemos, y muchos lo hacemos, rescatar veinte veces en un día.

Mi Reflexión: Los codependientes se mueven gran parte de su vida en el Triángulo del Drama o de Karpman. Pasa del rol de perseguidor, a víctima y rescatador. Mantenerse en este escenario insano le propicia el desarrollo de una baja autoestima y resentimiento hacia si mismo. Salir de ese círculo vicioso es na tarea a emprender lo mas pronto posible, solo así sanará de la codependencia. (Alpha).

¿Te mueves en el triángulo del drama de Karpman? ¿Cual es el rol que más desempeñas? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 1 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» reitera que el codependiente se vuelve cuidador desde su infancia, y esa tarea lo mantiene apegado y comprometido con los demás, descuidando su propio cuidado.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Algunos aprendimos a ser cuidadores cuando éramos niños. Quizá fuimos casi forzados a ello como resultado de vivir con un padre alcohólico o con algún otro problema familiar. Algunos podemos habernos convertido en cuidadores más tarde en la vida como resultado de estar dentro de una relación de compromiso con un alcohólico o con otra persona que se rehusara y pareciera incapaz de cuidar de sí misma. Decidimos contender —para sobrevivir— de la mejor manera que pudimos, levantándole su carretilla y asumiendo sus responsabilidades.
A muchos codependientes se les han enseñado otros modos de ser cuidadores. Tal vez alguien nos dijo estas mentiras, y nosotros las creímos: no seas egoísta, sé siempre amable y ayuda a la gente, nunca hieras a otros porque “se sienten” nunca digas que no, y no menciones tus necesidades y deseos personales porque no es de buena educación hacerlo.
Podemos haber sido enseñados para ser responsables de otras personas pero no de nosotros mismos. A algunas mujeres se les inculcó que las buenas madres y esposas eran cuidadoras. Que se requería y esperaba de ellas que fueran cuidadoras. Que era su deber. Algunos hombres creen que los buenos padres y esposos son cuidadores, superhéroes responsables de satisfacer toda necesidad de cada miembro de la familia.

Mi Reflexión: Nuestro trabajo como «cuidadores» nace desde la niñez. Aprendimos a cuidar a nuestros familiares, o amistades. Ello marcó nuestra vida futura. Creíamos que era la misión por cumplir. Esa tarea nos llevó a cuidar a otros y descuidarnos a nosotros. Allí está el origen de la irresponsabilidad que sentimos para nosotros mismos. Deslastrarnos de esa conducta es difícil, pero necesitamos comprender que no es nuestra responsabilidad primaria. (Alpha).

¿Eres cuidador en tu grupo familiar? ¿Esa tarea te trae satisfacción o desazón? Comparte tu experiencia aquí.

Reflexión del Dia: 10 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente»refiere como la codependencia se instala en nuestras vidas, esas conductas autodestructivas inician con una preocupación y avanzan hasta llegar a obsesión y compulsión. De allí en adelante la vida del codependiente se torna ingobernable y el se vuelve impotente para salir de ese círculo vicioso.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Tal vez tú hayas estado obsesionada con alguien o con algo. Alguien dice o hace algo. Se te ocurre un pensamiento. Algo te recuerda un evento pasado. Entra un problema en tu conciencia. Algo sucede o no sucede. O percibes que algo está sucediendo, pero no estás segura de qué es.
Podrás no saber qué es, podrás no saber por qué es, y no estás segura de cuándo, pero sabes que algo malo –algo terrible– ha sucedido, sucede o va a suceder.
Te da algo en el estómago. El sentimiento te abruma, esa ansiedad tan común en los codependientes que te hace retorcerte y estrujarte las manos. Es la que nos lleva a hacer muchos de los actos que nos lastiman; es la sustancia de la que se alimentan la preocupación y la obsesión. Es el peor de los miedos. Por lo general el miedo viene y se va, nos deja volando, listos para pelear, o sólo temporalmente asustados. Pero la ansiedad perdura. Se adhiere a la mente, paralizándola para todo excepto para sus propios propósitos, un interminable fárrago de los mismos pensamientos inútiles. Es el combustible que nos impele a incurrir en conductas controladoras de todo tipo. No podemos pensar más que en seguirle echando ojo a las cosas, en controlar el problema y hacer que se vaya; es el material del que está hecha la codependencia.

Reflexión: Aprender a soltar la necesidad de control es un paso esencial para curar la codependencia. Implica enfrentar y aceptar la incertidumbre de la vida y comprender que cada persona es dueña de su propio destino, incluido uno mismo. Al renunciar al control, abrimos la puerta a relaciones más auténticas y a una mayor paz interior. (Alpha).

¿Te has responsabilizado de ti mismo? ¿Cuáles herramientas estás usando para lograr esto? Comenta acá tus experiencias y resultados.

Meditación 8 de Septiembre… Transformación a través del dolor

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós aclara que para alcanzar la Aceptación se requiere transitar por un proceso de cinco etapas, llamado proceso de duelo, muy difícil y laborioso transitarlo, solo que en el trayecto vamos sintiendo que «descargamos» el sufrimiento con el que vivimos durante parte de nuestra existencia.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Nos esforzamos por la aceptación en la recuperación, la aceptación de nosotros mismos, nuestro pasado, otras personas y nuestras circunstancias actuales. La aceptación trae paz, sanación y libertad, la libertad de cuidar de nosotros mismos.
La aceptación no es un proceso de un solo paso. Antes de lograr la aceptación, avanzamos hacia ella en etapas de negación, enojo, negociación y tristeza. Llamamos a estas etapas el proceso de duelo. El dolor puede ser frustrante. Puede ser confuso. Podemos vacilar entre la tristeza y la negación. Nuestros comportamientos pueden vacilar. Otros pueden no entendernos. Es posible que no nos comprendamos a nosotros mismos ni a nuestro propio comportamiento mientras lamentamos nuestras pérdidas. Entonces, un día, las cosas se aclaran. La niebla se levanta y vemos que hemos estado luchando para enfrentar y aceptar una realidad en particular.
No te preocupes. Si estamos tomando medidas para cuidarnos, avanzaremos en este proceso al ritmo adecuado. Sé comprensivo contigo mismo y con los demás por la forma tan humana en que atravesamos la transición.

«Hoy, aceptaré la forma en que atravieso el cambio. Aceptaré el proceso de duelo y sus etapas, como la forma en que las personas aceptan la pérdida y el cambio».

Reflexión: Llegar a la ACEPTACIÓN requiere de un inmenso deseo de cambio de conducta para con nosotros mismos. Nos comprometemos a transitar un camino tortuoso, pero liberador que nos llevará a la aceptación de nuestro pasado, a asumir las pérdidas de manera racional, a comprender conscientemente que debemos seguir batallando para enfrentar la realidad por muy dura que esta sea. Vamos a sentirnos confundidos, nos moveremos en las distintas etapas del Duelo, pero si sentimos que estamos responsabilizándonos de nosotros, debemos estar tranquilos, esa es la idea. (Alpha).

¿Has atravesado duelos? ¿Cómo te has conducido ante las pérdidas? ¿Sientes que te ha sido fácil lograr la aceptación de la realidad? ¿Sientes que responsablemente cuidaste de ti mismo durante la aflicción?. Comenta tus vivencias aquí.

Reflexión del Dia: 7 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» detalla el triangulo del Drama de Karpman, en el cual se mueve continuamente el codependiente practicando su rol como rescatador. Permite visualizar como pasamos de controladores a controlados, haciendo de la existencia algo incierto, sin disfrute alguno. Vivimos solo a través de rescatar a quienes creemos lo necesitan, sin detenernos a pensar que nos corresponde «cuidarnos y amarnos» como tarea primaria.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Déjenme ilustrar refiriéndoles un rescate. Una amiga mía estaba casada con un alcohólico. Cada vez que él se emborrachaba, ella manejaba por toda la ciudad, pedía la ayuda de sus amigos y perseguía despiadadamente a su marido hasta que lo encontraba. Por lo general ella se sentía benévola, preocupada y apenada por él —lo cual era una advertencia de que se aproximaba un rescate— hasta que lo llevaba de regreso a casa y lo metía en cama asumiendo la responsabilidad por él y por su sobriedad. Cuando él ponía la cabeza sobre la almohada, las cosas cambiaban. Asumió ella entonces el papel de perseguidor. No quería a este hombre en su casa. Esperaba que él se lamentara días enteros de lo enfermo que estaba. Él era incapaz de asumir sus responsabilidades dentro de la familia, y en general actuaba de manera lastimosa. ¡Había hecho esto tantas veces! De modo que ella lo atacaba, comenzando con uno que otro tijeretazo y al final con una explosión total. Él toleraba su persecución por breve tiempo y luego de ser una desamparada víctima se volvía un perseguidor vengativo. Entonces ella asumía el papel de la víctima. Lástima de sí misma, sentimientos de desamparo, de vergüenza y de desesperación se apoderaban de ella. Esta era la historia de su vida, se lamentaba. Después de todo lo que había hecho por él, ¿cómo podía tratarla de esta manera? ¿Por qué a ella siempre le pasaba esto? Se sentía víctima de las circunstancias, víctima de la indignante conducta de su marido, víctima de la vida. Nunca se le ocurrió que era también víctima de sí misma y de su propia conducta.

Reflexión: Los codependientes somos aquellas personas que nos caracterizamos por «rescatar» a quienes consideramos «víctimas», pero llego el momento que en lugar de asumir la responsabilidad por los problemas de alguien más, debemos guiarlo para que encuentre sus propias soluciones. Esto no solo es más saludable para ti, sino que también es más empoderador para la otra persona.(Alpha).

¿Cuántas veces has actuado como «rescatador»? ¿Cuáles emociones sientes durante esta experiencia? ¿Lograste salir de esa situación? ¿Cómo lo hiciste? Coméntanos tus vivencias y aquellas estrategias que usaste.

Reflexión del Dia: 1 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» refiere que los codependientes tendemos a «entregar el control de nuestra vida a los otros,» abdicando nuestro poder. Cuando nos hacemos dependientes, entramos en un torbellino de emociones y sentimientos que nos llevan hasta la desesperación, la tristeza y desordenamos nuestra existencia. Toda relación que se sustenta en el control, y no en el amor está signada por el fracaso.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

La dependencia emocional y el sentirse atrapados también pueden provocar problemas en relaciones que podrían salvarse. Si estamos en una relación todavía buena, podemos ser demasiado inseguros para desapegamos y empezar a cuidar de nosotros mismos. Podemos extinguirnos y asfixiar o alejar a la otra persona. Esa necesidad extrema se vuelve obvia para los demás. Se puede sentir, percibir. En última instancia, la dependencia excesiva de otra persona puede matar el amor. Las relaciones que se basan en inseguridad emocional y en una necesidad, en vez de sustentarse en el amor, pueden volverse autodestructivas. No funcionan. Una necesidad demasiado grande aleja a la gente y extingue el amor. Asusta a la gente y hace que se vaya. Atrae a la gente equivocada. Y no satisface nuestras verdaderas necesidades.
Nuestras necesidades reales se hacen cada vez mayores, al igual que nuestra desesperación. Fijamos nuestra vida en torno a esta persona, tratando de proteger así nuestra fuente de seguridad y de felicidad. Abdicamos a vivir nuestra propia vida al hacer esto. Y sentimos ira contra esa persona. Somos controlados por ella. Dependemos de esa persona. Finalmente nos enojamos y nos resentimos con la persona de quien dependemos y quien nos controla, porque le hemos dado nuestro poder personal y nuestros derechos.

Reflexión: «La sanidad en las relaciones cuando se es codependiente comienza con el reconocimiento de que tu valor no está anclado en cómo te perciben los demás, sino en cómo te percibes a ti mismo. La clave está en establecer límites saludables que protejan tu bienestar emocional, permitiendo al mismo tiempo la conexión genuina con otros. No se trata de evitar las relaciones, sino de entrar en ellas de una manera más consciente y menos compulsiva. Al priorizar tu propio crecimiento y bienestar, creas un espacio en el que las relaciones pueden prosperar sin convertirse en la fuente única de tu identidad o felicidad. El primer paso para cualquier tipo de sanación es el reconocimiento del problema, seguido por el compromiso continuo con el cambio y el autocuidado. Mantener la salud en las relaciones siendo codependiente es un proceso de aprendizaje constante, uno que se facilita al amarte y respetarte a ti mismo primero.(Alpha).

¿Has tenido ese tipo de relaciones difíciles de dependencia afectiva?¿Has logrado salir «airoso» de estas relaciones? ¿Cuáles herramientas usaste? ¿Dieron resultados positivos? Comparte aquí en los comentarios.

Reflexión del Dia: 27 de Agosto

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» enfatiza que los codependientes somos «reaccionarios» porque vivimos por largo tiempo situaciones altamente complejas que nos han hecho «dudar de nosotros mismos». La falta de confianza altera nuestra estima personal y nos hace temer a las relaciones con los demás.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Muchos reaccionamos como si todo fuera una crisis porque hemos vivido tantas crisis durante tanto tiempo que la reacción a la crisis se ha convertido en un hábito.
Reaccionamos porque pensamos que no deberían estar sucediendo las cosas como suceden.
Reaccionamos porque no nos sentimos bien con nosotros mismos.
Reaccionamos porque la mayoría de la gente reacciona.
Reaccionamos porque pensamos que tenemos que reaccionar.
No tenemos que hacerlo.
No debemos tener tanto miedo de la gente. Son gente como nosotros.
No tenemos que abdicar a nuestra paz. No sirve de nada. Disponemos de los mismos recursos y
hechos cuando estamos en paz que de los que disponemos cuando estamos en un estado frenético y caótico.
De hecho disponemos de más recursos porque nuestras mentes y emociones están libres de actuar a su mayor potencial.
No debemos abdicar a nuestro poder para pensar y sentir por cuenta de los demás. Tampoco eso se requiere de nosotros.
No tenemos que tomar las cosas tan a pecho (a nosotros mismos, a los eventos y a las otras personas).
oportunidad para disfrutarlo.
No debemos tomar la conducta de otras personas como el reflejo de nuestra autoestima.
No tenemos que tomar el rechazo como reflejo de nuestra autoestima.
No tenemos que tomar las cosas de manera tan personal.
Una interrupción, el mal humor de otro, una lengua aguda, un mal día pensamientos negativos, problemas o el alcoholismo activo no tienen por qué manejar o arruinar nuestro día, ni siquiera una hora de nuestro día. Si la gente no quiere estar con nosotros o actuar de una manera saludable, esto no es reflejo de nuestra autoestima. Refleja, en cambio sus propias circunstancias actuales. Al practicar el desapego podemos disminuir nuestras reacciones destructivas hacia el mundo que nos rodea. Sepárate de las cosas. Déjalas estar, y deja que la gente sea como es. ¿Quién eres tú para decir que la interrupción, el estado de ánimo, las palabras, el mal día, el pensamiento o el problema no son una parte importante y necesaria de la vida? ¿Quién eres tú para decir si este problema no será en último término benéfico para ti o para alguien más?
No tenemos que reaccionar. Tenemos opciones. Esta es la alegría de la recuperación de la codependencia. Y cada vez que ejercitamos nuestro derecho para elegir cómo queremos actuar, pensar, sentir y comportarnos.

Reflexión: Los codependientes vivimos enfadados, coléricos y reaccionamos ante cualquier situación o problema, exageramos esa conducta. Lo hacemos porque no sabemos hacer otra cosa cuando debemos enfrentar a las personas con quienes compartimos nuestra vida (pareja, familia, amigos, compañeros de trabajo). Así lo aprendimos y seguimos haciéndolo de manera habitual. Cuando entendemos que reaccionar no ayuda, por el contrario «le damos el control a los demás», empezamos a sentir la imperiosa necesidad de «desapegarnos». Somos nosotros quienes debemos escoger cómo vamos a actuar de manera saludable. Con la ayuda de la Divinidad podemos llevar adelante esta tarea. (Alpha).

¿Habitualmente reaccionas por cualquier situación que atraviesas? ¿Estás practicando el DESAPEGO como herramienta para liberarte? Comenta los resultados, será de mucha ayuda.

Reflexión del Dia: 20 de Agosto

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» ofrece su enfoque sobre la Codependencia. Para Melody las reacciones de los Codependientes son propias de aquellas enfermedades que cursan con conductas autodestructivas que van desde la preocupación, la tristeza, hasta llegar a la depresión y otros trastornos psicosomáticos que impactan la salud física y emocional de quien la padece. Puede empeorar si no se aborda a tiempo su tratamiento.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Quizá alguna de las razones por las cuales los profesionales consideran enfermedad a la codependencia es porque muchos codependientes están reaccionando a una enfermedad tal como el alcoholismo.
Otra razón por la cual se le llama enfermedad a la codependencia es porque es progresiva. A medida que la gente a nuestro alrededor se enferma más, podemos empezar a reaccionar en forma más intensa aún. Lo que empezó como una pequeña preocupación puede disparar el aislamiento, la depresión, una enfermedad física o emocional, o fantasías suicidas. Una cosa lleva a la otra, y las cosas se empeoran. La codependencia puede no ser una enfermedad, pero puede enfermarte. Y también puede contribuir a que la gente a tu alrededor permanezca enferma.
Otra razón más por la que se le llama enfermedad a la codependencia es porque las conductas codependientes –como muchas conductas autodestructivas– se vuelven habituales. Repetimos los hábitos sin pensarlo. Los hábitos cobran vida propia.

Reflexión: La Codependencia bien cae en ese rango de enfermedad psicoafectiva. Los codependientes pasamos de una simple preocupación hasta llegar incluso a tornarnos obsesivos-compulsivos«controlar» a los demás. Nos vamos envolviendo en una dependencia a las personas que se vuelve repetitiva, y ello nos toca nuestra salud física y altera en ocasiones nuestra psiquis. No atinamos a entender que ocurre y como llegamos a ese lugar, ni como salir de ese atolladero. Sentimos emociones tan fuertes que nos desbordan en muchas ocasiones y nos descontrolamos hasta «creer que estamos perdiendo la razón». Todo eso puede cambiar, solo que debemos comprometernos en nuestra tratamiento para recuperarnos. (Alpha).

¿Has sentido ese cúmulo de emociones alguna vez? ¿Cómo te sientes con relación a la codependencia? ¿Estás trabajando en tu tratamiento para recuperarte? Coméntanos tus vivencias.