Reflexión del Dia: 19 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea que los codependientes estamos permanentemente sin «equilibrio» en nuestras vidas moviéndonos en irrealidades que solo están en nuestra mente, lo que distorsiona la realidad y nos hace sentir dolor. Al aceptar la curación como vía para recuperar nuestro equilibrio es un «gran paso» en detener el mundo ficticio que inventamos, y enfrentarnos con la realidad, solo así se ira el sufrimiento.

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Reflexiona sobre esto:

Según Melody Beattie, las personas codependientes pueden recuperarse a través de un proceso de autorreflexión, autocomprensión y autotrascendencia. Esta autora/consejera en esta área menciona algunas ideas que pueden servir para que el codependiente se recupere de su apego afectivo. Acá las presento:

– Aceptación: El primer paso es reconocer y aceptar que tienes un problema de codependencia. Esto implica admitir que tu vida se ha visto afectada negativamente por tu necesidad de cuidar o controlar a otros.
– Educación: Empieza a educarte sobre la codependencia. Lee libros de Melody Beattie y otros expertos en el tema para comprender mejor las dinámicas subyacentes de la codependencia y cómo afecta a tu vida.
– Terapia o apoyo: Considera buscar terapia individual o unirse a un grupo de apoyo para personas codependientes. La terapia puede proporcionar un espacio seguro para explorar tus patrones de comportamiento y emociones, mientras que un grupo de apoyo te permite compartir experiencias y aprender de otros en situaciones similares.
– Establecimiento de límites: Aprende a establecer límites saludables en tus relaciones. Esto implica aprender a decir «no» cuando sea necesario y cuidar de ti mismo sin sentirte culpable.
– Autocuidado: Prioriza tu propio bienestar emocional, físico y espiritual. Dedica tiempo a actividades que te hagan sentir bien contigo mismo y que no estén centradas en las necesidades de los demás.
– Conciencia emocional: Trabaja en desarrollar una mayor conciencia de tus emociones y necesidades. Aprende a identificar y expresar tus sentimientos de manera saludable.
– Perdón y aceptación: Aprende a perdonarte a ti mismo por tus errores y aceptarte tal como eres. La autoaceptación es fundamental en el proceso de recuperación.
– Enfoque en el presente: Practica la atención plena (mindfulness) para mantener tu enfoque en el presente y evitar la rumiación sobre el pasado o la preocupación excesiva por el futuro.
– Red de apoyo: Mantén una red de apoyo fuerte que incluya amigos, familiares y terapeutas en quienes puedas confiar y hablar abiertamente sobre tus desafíos y logros en la recuperación.
– Compromiso a largo plazo: La recuperación de la codependencia es un proceso continuo. Comprométete a trabajar en ti mismo a lo largo del tiempo y a mantenerte alerta a los patrones de codependencia que puedan surgir en el futuro.

Recuperarse de la codependencia es un viaje personal y puede llevar tiempo. La clave es la autoconciencia, el autocuidado y el trabajo constante en el desarrollo de relaciones más saludables y equilibradas. El enfoque de Melody Beattie se centra en empoderar a las personas codependientes para que tomen el control de sus vidas y encuentren la sanación y el equilibrio.

Te invito a responder estas preguntas:¿He aceptado que lo que vivo es producto de mi baja autoestima? ¿He iniciado mi recuperación para «revertir» esta situación?. Si deseas, puedes compartir tus respuestas al respecto. Será de utilidad a otras personas.

Reflexión del Dia: 10 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» refiere como la codependencia se instala en nuestras vidas, esas conductas autodestructivas inician con una preocupación y avanzan hasta llegar a obsesión y compulsión. De allí en adelante la vida del codependiente se torna ingobernable y el se vuelve impotente para salir de ese círculo vicioso.

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Reflexiona sobre esto:

Tal vez tú hayas estado obsesionada con alguien o con algo. Alguien dice o hace algo. Se te ocurre un pensamiento. Algo te recuerda un evento pasado. Entra un problema en tu conciencia. Algo sucede o no sucede. O percibes que algo está sucediendo, pero no estás segura de qué es.
Podrás no saber qué es, podrás no saber por qué es, y no estás segura de cuándo, pero sabes que algo malo –algo terrible– ha sucedido, sucede o va a suceder.
Te da algo en el estómago. El sentimiento te abruma, esa ansiedad tan común en los codependientes que te hace retorcerte y estrujarte las manos. Es la que nos lleva a hacer muchos de los actos que nos lastiman; es la sustancia de la que se alimentan la preocupación y la obsesión. Es el peor de los miedos. Por lo general el miedo viene y se va, nos deja volando, listos para pelear, o sólo temporalmente asustados. Pero la ansiedad perdura. Se adhiere a la mente, paralizándola para todo excepto para sus propios propósitos, un interminable ráfaga de los mismos pensamientos inútiles. Es el combustible que nos impele a incurrir en conductas controladoras de todo tipo. No podemos pensar más que en seguirle echando ojo a las cosas, en controlar el problema y hacer que se vaya; es el material del que está hecha la codependencia.

Mi Reflexión: Aprender a soltar la necesidad de control es un paso esencial para curar la codependencia. Implica enfrentar y aceptar la incertidumbre de la vida y comprender que cada persona es dueña de su propio destino, incluido uno mismo. Al renunciar al control, abrimos la puerta a relaciones más auténticas y a una mayor paz interior. (Alpha).

¿Te has responsabilizado de ti mismo? ¿Cuáles herramientas estás usando para lograr esto? Comenta acá tus experiencias y resultados.

Meditación 10 de Septiembre… Autoaprobación

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós resalta que el codependiente busca la aprobación de los demás, por ello sus comportamientos están guiados por sentirse tomado en cuenta. Se siente realizado cuando los otros lo aceptan, no midiendo el impacto que esto tiene sobre su vida. Deja de lado ser el mismo para convertirse en el proveedor de las necesidades de las otras personas.

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Medita sobre esto:

La mayoría de nosotros queremos caer bien. Queremos que los otros piensen que somos agradables, amistosos, amables y amorosos. La mayoría de nosotros queremos la aprobación de los demás.
Desde la niñez, algunos de nosotros hemos estado tratando de obtener aprobación, tratado de caerle bien a la gente y que ésta nos tenga en alta estima. Podemos tener miedo a que la gente nos deje si desaprueba nuestras acciones. Podemos buscar aprobación de gente que no tiene nada de aprobación que dar. Podemos no saber que somos dignos de amor ahora y que podemos aprender a aprobarnos a nosotros mismos.
Para poder vivir felices, para vivir consistentemente con la forma como nuestro Poder Superior quiere que vivamos, y para ceñirnos a un modo de vida que está en armonía con el universo, necesitamos dejar ir nuestra extremada necesidad de aprobación. Estas necesidades insatisfechas de aprobación y de amor de nuestro pasado le dan a los demás control sobre nosotros hoy. Estas necesidades pueden impedirnos actuar como mejor nos conviene y ser fieles a nosotros mismos.
¡Nosotros podemos aprobarnos solos. Al final, ésa es la única aprobación que cuenta!

«Hoy dejaré ir mi necesidad de aprobación y mi necesidad de caer bien. Las reemplazaré con la necesidad de caerme bien y de aprobarme yo misma. Disfrutaré la sorpresa que encontraré cuando lo haga. La gente que cuenta, incluyéndome a mí mismo, me respetará cuando me sea fiel a mí mismo».

Mi Reflexión: Romper con la necesidad de aprobación externa implica un viaje hacia el descubrimiento y la aceptación de uno mismo. Significa recalibrar esa brújula interna para que apunte hacia lo que realmente importa: tu propia paz, bienestar y autenticidad. Al hacerlo, no solo te liberas, sino que también creas espacio para relaciones más saludables y significativas. Reconocer que tienes el derecho de ser quien eres, sin la necesidad constante de agradar a los demás, es el primer paso hacia una libertad emocional más duradera.(Alpha).

¿Has sentido esa necesidad de ser aprobado? ¿Cómo te conduces para lograr ser tu mismo y responsabilizarte de tu cuidado? Comparte acá tus comentarios.

Reflexon del Dia: 2 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» hace especial mención a las reacciones que provoca en los codependientes el apego afectivo. La obsesión pasa a ocupar «todos los pensamientos» y se crea un remolino de «pensamientos compulsivos» que impide pensar en otra cosa que no sea el objeto de su apego ¡Se pierde el control, el poder y la serenidad!

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Reflexiona sobre esto:

Preocuparnos y obsesionarnos nos mantiene con tal maraña en la cabeza que no podemos resolver nuestros problemas. Cada vez que nos apegamos de esta manera a alguien o a algo, nos separamos de nosotros mismos. Perdemos contacto con nosotros mismos. Damos en prenda nuestro poder y nuestra capacidad para pensar, sentir, actuar y cuidar de nosotros mismos. ¡Perdemos el control!
Es horrible estar obsesionado con otro ser humano o con un problema. ¿Conoces alguna persona obsesionada con alguien o con algo? Esa persona no puede hablar de otra cosa, no puede pensar en otra cosa. Aunque parezca oírte cuando le hablar, sabes que no te escucha. Su mente está dando tumbos, va de aquí para allá en un interminable remolino de pensamientos compulsivos. Esta preocupada. Relaciona todo lo que le dices (aunque no tenga nada que ver) con el objeto de su obsesión. Dice las mismas cosas, una y otra vez, usando las mismas palabras o cambiándolas ligeramente. Lo que tú digas no sirve de nada. Aunque le digas que pare, no sirve de nada. Probablemente lo haría si pudiera. El problema es que no puede hacerlo (en ese momento). Pues está a punto de estallar con la discordante energía de que está hecha la obsesión. Tiene un problema o una preocupación que no sólo lo molesta y lo controla.

Mi Reflexión: En la codependencia, la preocupación y obsesión por otros a menudo se disfrazan de amor o deber, pero en realidad, nos roban la oportunidad de vivir nuestras propias vidas de manera plena. Dejar atrás estas conductas no es un acto de abandono hacia los demás, sino un acto de fidelidad hacia uno mismo. Al liberarnos de la compulsión de controlar o ‘salvar’ a otros, nos damos el espacio para centrarnos en nuestra propia sanación, descubriendo en el proceso un sentido de paz y libertad que no sabíamos que era posible. Es fundamental entender que cada individuo es responsable de su propia felicidad y bienestar; soltar esta preocupación obsesiva permite que cada persona en la relación respire, crezca y, finalmente, florezca. (Alpha).

¿Has tenido apego por otra persona? ¿Has sentido estas manifestaciones? ¿Has salido de ese círculo obsesivo-compulsivo? ¿Cuales herramientas has utilizado?. Coméntanos aquí tus vivencias.

Reflexión del Dia: 1 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» refiere que los codependientes tendemos a «entregar el control de nuestra vida a los otros,» abdicando nuestro poder. Cuando nos hacemos dependientes, entramos en un torbellino de emociones y sentimientos que nos llevan hasta la desesperación, la tristeza y desordenamos nuestra existencia. Toda relación que se sustenta en el control, y no en el amor está signada por el fracaso.

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Reflexiona sobre esto:

La dependencia emocional y el sentirse atrapados también pueden provocar problemas en relaciones que podrían salvarse. Si estamos en una relación todavía buena, podemos ser demasiado inseguros para desapegamos y empezar a cuidar de nosotros mismos. Podemos extinguirnos y asfixiar o alejar a la otra persona. Esa necesidad extrema se vuelve obvia para los demás. Se puede sentir, percibir. En última instancia, la dependencia excesiva de otra persona puede matar el amor. Las relaciones que se basan en inseguridad emocional y en una necesidad, en vez de sustentarse en el amor, pueden volverse autodestructivas. No funcionan. Una necesidad demasiado grande aleja a la gente y extingue el amor. Asusta a la gente y hace que se vaya. Atrae a la gente equivocada. Y no satisface nuestras verdaderas necesidades.
Nuestras necesidades reales se hacen cada vez mayores, al igual que nuestra desesperación. Fijamos nuestra vida en torno a esta persona, tratando de proteger así nuestra fuente de seguridad y de felicidad. Abdicamos a vivir nuestra propia vida al hacer esto. Y sentimos ira contra esa persona. Somos controlados por ella. Dependemos de esa persona. Finalmente nos enojamos y nos resentimos con la persona de quien dependemos y quien nos controla, porque le hemos dado nuestro poder personal y nuestros derechos.

Mi Reflexión: La sanidad en las relaciones cuando se es codependiente comienza con el reconocimiento de que tu valor no está anclado en cómo te perciben los demás, sino en cómo te percibes a ti mismo. La clave está en establecer límites saludables que protejan tu bienestar emocional, permitiendo al mismo tiempo la conexión genuina con otros. No se trata de evitar las relaciones, sino de entrar en ellas de una manera más consciente y menos compulsiva. Al priorizar tu propio crecimiento y bienestar, creas un espacio en el que las relaciones pueden prosperar sin convertirse en la fuente única de tu identidad o felicidad. El primer paso para cualquier tipo de sanación es el reconocimiento del problema, seguido por el compromiso continuo con el cambio y el autocuidado. Mantener la salud en las relaciones siendo codependiente es un proceso de aprendizaje constante, uno que se facilita al amarte y respetarte a ti mismo primero. (Alpha).

¿Has tenido ese tipo de relaciones difíciles de dependencia afectiva?¿Has logrado salir «airoso» de estas relaciones? ¿Cuáles herramientas usaste? ¿Dieron resultados positivos? Comparte aquí en los comentarios.

Reflexión del Dia: 31 de Agosto

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» nos hace reflexionar en cómo piensa y siente una persona codependiente con referencia a su capacidad de cuidarse responsablemente. La Autora describe que estos pensamientos negativos se forjan desde la niñez, cuando nadie nos demostró amor e interés en nosotros, lo que desencadenó la desconfianza de nuestro propio poder interior.

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Reflexiona sobre esto:

Muchos de nosotros aprendimos estas cosas porque en nuestra niñez, alguien muy importante para nosotros fue incapaz de darnos el amor, la aprobación y la seguridad emocional que necesitábamos. De modo que hemos ido por la vida de la mejor manera posible, todavía buscando vaga o desesperadamente algo que nunca tuvimos. Algunos de nosotros todavía nos golpeamos la cabeza contra el cemento, tratando de obtener este amor de las personas que, al igual que mamá o papá, son incapaces de darnos lo que necesitamos. El ciclo se repite una y otra vez hasta que lo interrumpimos y lo detenemos. Se le llama asunto inconcluso.
Quizá se nos ha enseñado a no confiar en nosotros mismos. Esto sucede cuando tenemos un sentimiento y se nos dice que es malo o inadecuado. O cuando confrontamos una mentira o una inconsistencia y se nos acusa de estar locos. Perdemos la fe en esa parte profunda e importante de nosotros que experimenta sentimientos inapropiados, detecta la verdad y tiene confianza en su capacidad para manejar las situaciones de la vida. Muy pronto, podemos empezar a creer lo que nos han dicho de nosotros mismos: que no servimos, que estamos locos, que no se puede confiar en nosotros. Vemos a la gente a nuestro alrededor —personas a veces enfermas, con problemas, fuera de control— y pensamos, “ellos están bien. Deben estarlo. Me lo dijeron. De modo que debo ser yo. Debe haber algo fundamental que está mal en mí”. Nos abandonamos y perdemos la fe en nuestra capacidad para cuidarnos.

Mi Reflexión: Volver a creer en el amor propio cuando se ha vivido una infancia de abandono y falta de amor es un acto valiente y transformador. Reconoce que tu pasado no tiene que definir tu capacidad para amarte a ti mismo hoy. Aquello que te fue negado en la niñez no establece tu valor ni tus posibilidades en el presente. Al nutrir un amor propio resiliente, estás reescribiendo una historia de vida que te empodera en lugar de limitarte. Es como plantar una semilla en tierra que antes se consideraba estéril; con el cuidado y la atención adecuados, esa semilla no solo germina, sino que florece. En esa floración, descubres que el amor hacia ti mismo es el nutriente más poderoso para tu bienestar emocional y tu capacidad para establecer relaciones saludables. Recuerda que el amor propio no es un destino, sino un viaje constante de descubrimiento y aceptación. Aceptar este reto es el primer paso para liberarte del peso de un pasado doloroso. (Alpha).

¿Tienes esos pensamientos y sentimientos negativos sobre ti? ¿Has perdido la fe en tu capacidad de amarte? ¿Te sientes desamparado, consiguiendo algo de paz siempre que sea controlando la vida de los demás?. Comenta aquí tus vivencias./em>

Meditación 30 de Agosto… La gratitud no es negación

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós reafirma que el practicar la «gratitud al Creador» se hace frecuentemente e indistinto de las circunstancias que estemos viviendo. aun en los momentos mas adversos. Los codependientes mantenemos una vida llena de sufrimiento y sentirnos deprimidos es recurrente, pues allí es valido «agradecer», aunque luzca ilógico ¡Hagamos de esta práctica algo cotidiano!

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Medita sobre esto:

La gratitud no es negación. Podemos practicar la gratitud sin negar cómo nos sentimos. Algunas veces necesitamos cambiar las circunstancias en nuestras vidas. Pero generalmente no podemos hacer eso hasta que aceptemos lo que tenemos y quiénes somos ahora.
Un desafío para practicar la gratitud es que las cosas que más necesitamos agradecer son a menudo las que nos causan más sufrimiento. Practicar la gratitud cuando más necesitamos hacerlo puede parecer el acto más antinatural del mundo.
Practicar la gratitud puede ser difícil cuando estamos deprimidos o sufriendo un profundo dolor. Algunas cosas en la vida son tan trágicas que nunca estaremos agradecidos de que el evento haya ocurrido.
No estoy agradecido por la muerte de mi hijo. Lo haría regresar en un abrir y cerrar de ojos si pudiera. Pero estoy agradecido de haberlo tenido en mi vida. Estoy agradecido por las lecciones que aprendí desde que murió. Y estoy agradecido de que estoy feliz de nuevo.

«Hoy, practicaré la gratitud rindiéndome ante Dios y confiando en su voluntad.

Mi Reflexión: «La gratitud nos saca del ciclo de necesidad y carencia, permitiéndonos ver la riqueza de lo que ya poseemos. Al enfocarnos en lo que tenemos, en lugar de lo que pensamos que necesitamos de los demás, empezamos a sanar desde dentro. En ese reconocimiento de nuestra propia valía, la dependencia afectiva pierde terreno y se abre el espacio para relaciones más sanas y equilibradas.» La práctica de la gratitud puede ser una herramienta poderosa para reorientar tu enfoque y apreciar tu propio valor, lo cual es crucial para superar la codependencia afectiva. (Alpha).

¿Has mostrado agradecimiento ante el Creador aun en dificultades? ¿Practicas la Gratitud todos los días de tu vida? ¿Has visto resultados tangibles? Coméntanos tus vivencias.

Meditación 24 de Agosto … Soluciona los problemas

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós nos hace meditar sobre la necesidad de no quedarnos «enganchados» en los problemas que se presentan a diario, sino en las soluciones que debemos asumir. El flujo es permanente y no podemos victimizarnos quedándonos «atorados» sin buscar alternativas de solución. Los problemas no van a desaparecer por arte de magia, debemos actuar hasta resolverlos.

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Medita sobre esto:

¡Los problemas son para resolverlos!

Algunos de nosotros nos pasamos más tiempo reaccionando al hecho de que tenemos un problema que tratando de solucionarlo. «¿Por qué me está pasando esto a mí?»… «¿No es horrible la vida?»… «¿Por qué tenía que ocurrir esto?»… «Ay, caray. Esto es terrible»… «¿Por qué Dios (el universo, una agencia, una persona o la vida) la toma conmigo?»
Los problemas son inevitables. Algunos problemas se pueden anticipar. Otros son sorpresas. Pero la idea de que los problemas se dan en forma regular no necesita ser nunca una sorpresa.
Las buenas noticias son que para cada problema hay una solución. A veces, la solución es inmediata o nos lleva cierto tiempo descubrirla. Otras, la solución implica dejarlo ir. A veces, el problema debemos resolverlo nosotros; otras no. A veces, hay algo que podemos hacer claramente para solucionar el problema; otras, necesitamos batallar, patalear, hacer nuestra parte y luego confiar en la ayuda de nuestro Poder Superior.
A veces, el problema simplemente es parte de la vida; otras, es importante porque estamos aprendiendo algo a través de él y de su solución. A veces, los problemas acaban resultando ser algo bueno en nuestra vida. Nos hacen volvernos en una dirección que es mejor a la que de otra manera hubiéramos tomado.
A veces, los problemas simplemente son; otras, son una señal de advertencia de que estamos en el camino equivocado.
Podemos aprender a aceptar los problemas como parte inevitable de la vida. Podemos aprender a resolver problemas. Podemos aprender a identificar cuáles están tratando de conducirnos en una nueva dirección y cuáles simplemente piden una solución.
Podemos aprender a concentrarnos en la solución más que en el problema y mantener una actitud positiva hacia la vida y hacia el inevitable flujo de problemas y soluciones.

«Hoy aprenderé a confiar en las soluciones, en vez de sentirme victimado por los problemas. No usaré los problemas para probar que estoy desamparado, acosado o martirizado. No señalaré mis problemas para probar lo horrible que es la vida. Aprenderé a confiar en el flujo de problemas y soluciones. Dios mío, ayúdame a resolver los problemas que puedo resolver hoy. Ayúdeme a dejar ir el resto. Ayúdame a crecer en mi capacidad para afrontar los problemas y resolverlos. Ayúdame a confiar en la corriente. Para cada problema, hay una solución».

Mi Reflexión: Cuanto más retrasemos la solución de los problemas, crecerá el nivel de angustia y luego nos cerramos totalmente a buscar soluciones. ¡Este círculo hay que romperlo! Consideremos que la aparición de problemas es una señal que indica el rumbo equivocado que le damos a nuestras acciones y una advertencia para que cambiemos repensando soluciones más saludables. Recordemos que estamos en manos de un Poder Superior que nos guía y debemos darnos tiempo y fe para escuchar la manera de abordar y solucionar las dificultades que enfrentemos. Actúa bajo esa creencia y todo va a estar fluyendo positivamente para ti.(Alpha).

¿Asumes los problemas bajo la creencia que te ayudan a crecer? ¿Habitualmente cual método te es efectivo? Tus comentarios son de ayuda.

Reflexión del Dia: 23 de Agosto

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea que los codependientes manejan sentimientos que le provocan daño y maltratan aun más su resquebrajada autoestima, como la culpa, la ira, el miedo. La Autora nos hace reflexionar sobre la necesidad de «deslastrarnos» de los sentimientos de culpa que nos «corroen el alma y nos hacen infelices». Todos en algún momento de la vida sentimos culpa, pero estamos convencidos que Dios en su magnífica bondad, nos perdona, sabiendo que como humanos cometemos errores.

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Reflexiona sobre esto:

Maneja los sentimientos de culpa. Deshazte de los sentimientos de culpa gratuitos. Deshazte de todo sentimiento de culpa. La culpa no ayuda nada. Dios nos perdonará de todo lo que hemos hecho. Además, apuesto a que Él sabe que no hemos hecho tantas cosas mal como nosotros pensamos.
Una vez que comenzamos a manejar la ira, posiblemente nos demos cuenta de que nos sentimos enojados la mayor parte del tiempo. Esto es común. Somos como niños con juguete nuevo. Luego nos calmaremos. Seamos pacientes. No vamos a manejarla a la perfección. Nadie lo hace. Cometeremos errores, pero también aprenderemos de ellos. La razón por la cual se nos dice que no busquemos venganza es porque desquitarse es una respuesta común a la ira. Si hemos hecho o hacemos cosas inadecuadas, manejemos nuestros bien ganados sentimientos de culpa y sigamos desde ahí hacia adelante. Luchemos por progresar.
Necesitamos ser gentiles con nosotros mismos si hemos estado reprimiendo montones de sentimientos de ira. Las cosas llevan su tiempo. Podemos necesitar estar así de enojados en este momento. Cuando ya no necesitemos estar enojados, dejaremos de estarlo si así lo deseamos. Si pensamos que podemos estar varados en la ira, busquemos ayuda profesional.

Mi Reflexión: Como humanos cometemos errores, lo importante es obtener aprendizajes de esas vivencias. Los codependientes manejamos sentimientos negativos como la culpa, la ira, la vergüenza, la ira. Cambiar esos patrones no es fácil, pero si adelantamos la tarea de hacerlo y nos proponemos una meta concreta, con la ayuda de la Divinidad sometiéndonos a su guía, lo alcanzaremos. Es hora de «soltar» esos sentimientos. Nos espera una vida plena, en armonía, con paz y sosiego. Resulta atractivo lograrlo. Podemos hacerlo realidad. (Alpha).

¿Identificas esos sentimientos en tu vida? ¿Los has manejado con frecuencia? ¿Como logras soltarlos? Compártelo comentando aquí./strong>

Meditación 5 de Agosto… Sentimientos y rendición


Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós reitera que el codependiente tiene la necesidad imperiosa de concientizar que solo a través de la guía divina puede salir de ese desierto permanente lleno de problemas físicos, psíquicos y espirituales. Ratifica que el sometimiento a la Divinidad es imperioso para tener paz interior.

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Medita sobre esto:

Rendirse es una experiencia altamente personal y espiritual.
La rendición no es algo que podamos hacer en nuestras cabezas. No es algo que podamos forzar o controlar por la fuerza de voluntad. Es algo que experimentamos.
La aceptación, o rendición, no es un paquete ordenado. A menudo, es un paquete lleno de resentimientos: ira,tristeza, seguidos de alivio. A medida que nos rendimos, experimentamos nuestra frustración e ira contra Dios, contra otras personas, contra nosotros mismos y ante la vida. Luego llegamos al corazón del dolor y la tristeza, la pesada carga emocional que debe surgir antes de que podamos sentirnos bien. A menudo, estas emociones están conectadas con la curación y la liberación en un nivel profundo.
El sometimiento pone las ruedas en movimiento. Nuestro miedo y ansiedad sobre el futuro se liberan cuando nos rendimos.
Estamos protegidos, somos guiados. Se han planeado cosas buenas. El próximo paso ahora está siendo tomado. La rendición es el proceso que nos permite avanzar. Así es como nuestro Poder Superior nos mueve hacia adelante.
Confíe en la exactitud del tiempo y la libertad en el otro extremo, mientras lucha humanamente a través de esta experiencia espiritual.

«Estaré abierto al proceso de rendición en mi vida. Me permitiré todas las emociones torpes y potentes que deben ser liberadas».

Mi Reflexión: El codependiente atraviesa un desierto de tribulación y penas. Vive pendiente de los demás, y poco o nada de si mismo. Cuando llega a darse cuenta que ha perdido tiempo y vida de cuidarse y buscar la tranquilidad y paz espiritual, se enfrenta a una realidad cruda. Entregarse a la guía divina se le enseña en el caminar de un sendero espiritual que constituye la recuperación con la terapia en Doce Pasos CoDA, es allí donde aprende que someterse a su poder superior es la solución a tantísimas dificultades emocionales y espirituales que enfrenta. (Alpha).

¿Estás atravesando un desierto de problemas que hacen tu vida ingobernable? ¿Asistes a Terapia Doce Pasos de CoDA? Comenta acá.