Reflexión del Dia: 1 de Abril

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente define la codependencia como un mal de la esfera psicoafectiva que hace que la persona afectada pretenda controlar a las demás personas.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

La codependencia es muchas cosas. Es una dependencia de los demás: de sus estados de ánimo, de su conducta, de su enfermedad o bienestar y de su amor. Es una dependencia paradójica. Parece que los demás dependen de los codependientes, pero en realidad ellos son los dependientes. Parecen fuertes pero se sienten desamparados. Parecen controladores pero en realidad son controlados ellos mismos, a veces por una enfermedad tal como el alcoholismo.

Reflexión: Tipificar la codependencia como enfermedad se fundamenta en el grado de dependencia que genera en la persona, y la obsesión-compulsión que despierta por «entremeterse» en la vida de los otros tratando de manipular y controlar. (Alpha).

¿Estás apegado afectivamente a personas o cosas? ¿Has buscado ayuda para sanar? Comparte acá.

Reflexión del Dia: 30 de Marzo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente refiere que todo codependiente debe entender la necesidad de cambiar los hábitos autodestructivos de dependencia afectiva.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Otros pueden haber interpretado sus creencias religiosas como un mandato divino de cuidar a los demás. Dad con alegría, se nos dice. Ama a tu prójimo, y tratamos de hacerlo. Tratamos con empeño.
Tratamos con demasiado empeño. Y luego nos preguntamos qué nos pasa y por qué nuestras creencias cristianas no funcionan. Nuestras vidas tampoco están funcionando.
Las creencias cristianas funcionan perfectamente. Tu vida puede funcionar igual de bien. Lo que no funciona es el rescate. “Es como tratar de atrapar mariposas con un palo de escoba”, me decía una amiga. El rescate nos deja confundidos y perplejos cada vez que lo hacemos. Es una reacción autodestructiva, otra manera por medio de la cual los codependientes se apegan a la gente y se desapegan de sí mismos. Es otra forma de tratar de controlar, pero en vez de conseguirlo resultamos controlados por la gente. Ser cuidador es una relación padre-hijo poco sana, a veces entre dos adultos complacientes, a veces entre un adulto y un niño.
El cuidar despierta la ira. Los cuidadores se vuelven padres iracundos, amigos iracundos, amantes iracundos. Podemos volvernos cristianos insatisfechos, frustrados y confundidos. Las personas a quienes ayudamos son o se convierten en víctimas desvalidas y enojadas. Los cuidadores se vuelven víctimas.

Reflexión: La necesidad del codependiente de cuidar a los demás le trae problemas a su vida. Es relevante introducir esos cambios de actitud para soltar esa dependencia emocional. (Alpha).

¿Estás recuperándote de la codependencia? ¿Has logrado soltar la dependencia emocional? Comparte acá.

Reflexión del Dia: 28 de Marzo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente plantea la necesidad que tiene el codependiente de dejar atrás un triángulo dramático insano en el que se mueve cumpliendo los roles de víctima, perseguidor y victimario.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Rescatamos cada vez que cuidamos de los demás. Al cuidar o rescatar podemos sentir uno o más de los siguientes sentimientos: incomodidad y malestar por el dilema de la otra persona; la urgencia de hacer algo; lástima; sentimiento de culpa; santidad; ansiedad; una extrema responsabilidad por esa persona o problema; miedo; la sensación de estar siendo forzado u obligado a hacer algo; una indisposición ligera o severa a hacer algo; mayor competencia que la persona a la que estarnos “ayudando”; u ocasionalmente resentimiento por haber sido colocados en esta posición. También pensamos que la persona a quien estamos cuidando está desvalida y es incapaz de hacer lo que nosotros hacemos por ella. Sentimos que temporalmente nos necesita.
No me refiero a actos de amor, de amabilidad, de compasión y de verdadera ayuda, a situaciones en las cuales legítimamente se desea y se necesita de nuestra ayuda y nosotros queremos darla. Estos actos son la sal de la vida. Rescatar o cuidar no lo son.
Cuidar de los demás parece un acto mucho más amistoso de lo que es. Requiere incompetencia por parte de la persona a quien estamos cuidando. Rescatamos “víctimas”, personas que creemos no son capaces de ser responsables de si mismas. Las víctimas en realidad son capaces de cuidar de sí mismas, aunque nosotros y ellas no lo admitimos. Generalmente nuestras víctimas están ahí esperando a un lado del triangulo a que nosotros hagamos el primer movimiento y brinquemos dentro del triángulo con ellas.

Reflexión: La codependencia hace que se convierta, quien la padece, en una persona rescatadora-cuidadora. Los demás se aprovechan de esa obsesión del codependiente para cuidar de personas que realmente no necesitan cuidados. Para salir de ese triángulo dramático insano se requiere asumir el compromiso de cambiar y dejar ir esa compulsión.(Alpha).

¿Eres un codependiente obsesivo-compulsivo? ¿Estás en recuperación? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 26 de Marzo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependienterecalca que el codependiente se mueve en un triángulo dramático insano que lo hace ejercer roles de víctima, perseguidor y victimario. Debe romperse este triángulo a través de la recuperación.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Rescatar y cuidar significan eso precisamente. Rescatamos a la gente de sus responsabilidades. Nos hacemos cargo, cuidamos de sus responsabilidades en vez de dejar que ellos lo hagan. Luego nos enojamos con ellos por lo que hemos hecho. Nos sentimos usados y nos da lástima de nosotros mismos. Ese es el patrón, el triángulo.
Rescatamos cada vez que tomamos las responsabilidades de otro ser humano, los pensamientos, sentimientos, decisiones, conductas, crecimiento, bienestar, problemas o destino de otra persona. Las acciones siguientes son una forma de rescatar:

– Hacer algo que no queremos hacer.
– Decir que sí cuando queremos decir que no.
– Hacer algo por alguien aunque esa persona es capaz de hacerlo por ella misma y debería estar haciéndolo.
– Satisfacer las necesidades de la gente sin que nos lo hayan pedido y antes de que hayamos consentido en hacerlo.
– Hacer más de lo que en justicia nos toca hacer una vez que se nos ha pedido ayuda.
– Consistentemente dar más de lo que recibimos en una situación particular.
– Arreglar tos sentimientos de la gente.
– Pensar por los demás.
– Hablar en nombre de otra persona.
– Sufrir las consecuencias de la conducta de los demás en vez de que sean ellos quienes las sufran.
– Solucionarle a la gente sus problemas.
– Poner más interés y mayor actividad en una labor conjunta que los que pone la otra persona.
– No pedir lo que nosotros queremos, necesitamos o deseamos.
.

Reflexión: El codependiente se mueve en el triángulo dramático de Karpman, en el cual juega 3 roles: «víctima, perseguidor y victimario». Estas conductas autodestructivas solo podrán romperse cuando acepte sanar a través de una recuperación mantenida en la cual el codependiente se muestre comprometido en obtener las herramientas necesarias para lograrlo. (Alpha).

¿Te mueves en esos roles?¿Cómo has manejado este escenario? Comparte aquí.

Reflexión del Dia: 24 de Marzo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependienterefiere que el codependiente juega varios roles, todos enmarcados en un triángulo de drama y dolor. Actúa como rescatador, perseguidor y víctima, todos le confinan en una profunda soledad y confusión.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Cerca de un año después de comenzar a recuperarme de mi codependencia me di cuenta de que aún estaba haciendo algo que me causaba dolor. Percibí que este patrón tenía algo que ver con el por qué muchas de las relaciones que establecía se agriaban. Pero no sabia qué era “eso” que estaba yo haciendo, de modo que no pude dejar de hacerlo.
Un soleado día, mientras caminaba por la acera con mi amigo Scott, me detuve, me volví hacia él y le pregunté: “¿Qué es esa cosa que los codependientes hacen una y otra vez? ¿Por qué nos seguimos sintiendo tan mal?”
Pensó un momento en mi pregunta antes de responderme. “Los codependientes son cuidadores de los demás, rescatadores. Rescatan, luego persiguen, y terminan siendo víctimas. Estudia el triángulo del drama de Karpman”, me dijo. El triángulo del drama de Karpman y sus papeles de rescatador, perseguidor y víctima son la obra y la observación de Stephen B. Karpman.
Lo que me dijo no tenía sentido, pero volví a casa, busqué en algunos libros de terapia que se estaban empolvando en mi librero y los estudié. Luego de un rato, la luz se hizo en mi cabeza. Vi. Comprendí. Y me sentí como si hubiera descubierto el fuego.
Eso era. Ese era mi patrón. Este es nuestro patrón. Esto es lo que hacemos repetidamente con nuestros amigos, familiares, conocidos, clientes o cualquiera que se encuentre a nuestro alrededor. Como codependientes, podernos hacer muchas cosas, pero este patrón es el que seguimos mejor y con mayor frecuencia. Esta es nuestra reacción favorita.
Somos rescatadores, quienes todo lo proporcionan. Somos grandes madrinas o padrinos del mundo entero. No sólo satisfacernos las necesidades de la gente, sino que las anticipamos. Arreglamos los asuntos de los demás, los enseñamos, nos afligimos por ellos, Les solucionamos, los atendemos. Y lo hacemos todo tan bien. “Tu deseo es un mandato para mí”, es nuestro lema. “Tu problema es mi problema.” Somos cuidadores.

Reflexión: El codependiente se mueve en un Triángulo insano (Karpman), jugando los roles de víctima perseguidor y rescatador. Estos papeles los ejecuta como parte del drama en que convierte su vida. Este escenario negativo le imposibilita ser feliz y estar sereno. Debe romper este triángulo y embarcarse en su recuperación, es así como alcanzara la paz y serenidad. (Alpha).

¿Te has movido en este triángulo patológico? ¿Cómo saliste de este? Comparte aquí tus vivencias al respecto.

Reflexión del Dia: 21 de Marzo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reafirma que el codependiente mantiene un apego a cosas y personas, pero debe entender que solo puede cambiarse a sí mismo.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Puede parecer más fácil, en ocasiones, no sentir. Tenemos tantas responsabilidades porque hemos asumido muchas responsabilidades de la gente que nos rodea. Debemos de hacer lo que es necesario de todas maneras. ¿Para qué tomar tiempo en sentir? ¿Qué cambiaría eso?
A veces tratamos de hacer desaparecer nuestros sentimientos porque nos dan miedo, Reconocer lo que verdaderamente sentimos demandaría una decisión —acción o cambio— de parte nuestra.66 Nos enfrentará cara a cara con la realidad. Estaríamos conscientes de lo que estamos pensando de lo que queremos, y de lo que necesitamos hacer. Y todavía no estamos listos para hacer eso.
Los codependientes están oprimidos, deprimidos y reprimidos. Muchos de nosotros podemos decir rápidamente lo que alguien más está sintiendo, por qué una persona se siente de determinada manera, cuánto tiempo se han sentido así, y qué es lo que esa persona probablemente hará respecto a ese sentimiento.
Muchos de nosotros pasamos la vida inquietándonos por los sentimientos de los demás. Tratamos de componer los sentimientos de la gente. Tratamos de controlar los sentimientos de los demás. No queremos lastimar a la gente, no queremos irritarla, y no queremos ofenderle. Así de responsables nos sentimos por los sentimientos de los demás. Y, sin embargo, no sabemos lo que nosotros estamos sintiendo. Y si lo sabemos, no sabemos qué hacer para componernos. Muchos de nosotros hemos abandonado o nunca hemos asumido la responsabilidad por nuestro yo emocional.

Reflexión: El codependiente pasa su vida tratando de enmendar os errores de los demás, de intervenir en sus vidas para arreglar las situaciones que les aquejan, sin darse cuenta que el necesita encargarse de si mismo. No sabe que hacer con su vida, por ello manipula la de los otros. (Alpha).

¿Estás apegado a personas o cosas? ¿Practicas el desapego? Comenta acá.

Meditacion 21 de Marzo… Aceptemos lo mejor de nosotros

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós reitera la necesidad que el codependiente crea firmemente en si mismo, en su compromiso en la recuperación de la codependencia. Confiar en su capacidad para cambiar y sanar.

Si deseas conocer mas sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

No tenemos porque hacer lo mejor que nosotros siempre.
Hagamos nuestro mejor esfuerzo por el momento, luego dejémoslo ir. Si tenemos que rehacerlo, podemos hacer nuestro mejor esfuerzo en otro momento, más tarde.
Nunca podemos hacer más o mejor de lo que somos capaces de hacer en este momento. Nos castigamos a nosotros mismos y nos enloquecemos al esperar más de lo razonable por el momento.

Esforzarse por la excelencia es una cualidad positiva.
Esforzarse por la perfección es contraproducente.

¿Alguien nos dijo que esperaba que hiciéramos, diéramos o fuéramos mejores? ¿Alguien siempre busco la aprobación de los otros?
Llega un momento en que sentimos que hemos hecho lo mejor posible. Cuando llegue ese momento, dejémoslo ir.
Hay días en que nuestro mejor esfuerzo es menor de lo que esperábamos. Dejemos que esos tiempos también se vayan. Comencemos mañana. Hay que trabajar las cosas hasta que llegue nuestro mejor momento.
Hay un tiempo para la crítica constructiva, pero si eso es todo lo que nos damos, nos daremos por vencidos.
Empoderarnos y felicitarnos a nosotros mismos no nos hará perezosos. Nos nutrirá y nos permitirá dar, hacer y ser lo mejor posible.

«Hoy, haré lo mejor que pueda, luego lo dejaré ir. Dios, ayúdame a dejar de criticarme a mí mismo para poder comenzar a apreciar lo lejos que he llegado».

Reflexión: Cuando el codependiente inicia su recuperación esta poco convencido que va a resultar en su sanación. Atraviesa incertidumbre y teme fracasar. Ese proceso es continuo, laborioso, exige cambios radicales en ocasiones, todo ello le desencanta y puede ceder abandonando su recuperación. Hay que insistir, resistir y persistir. Debemos creer en nuestra mejoría, en nuestras decisiones, en nuestros aciertos. Es primordial confiar en nosotros y en nuestro poder superior. (Alpha).

Cómo te has sentido en el tránsito por la recuperación? ¿Sientes que has mejorado? Comparte aquí tus vivencias

Reflexión del Dia: 18 de Marzo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente recalca la necesidad de entrar en recuperación para que el codependiente logre alcanzar la serenidad y calma en su vida.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

La gente dice que los codependientes son controladores. Molestamos; damos sermones; gritamos; damos alaridos; lloramos; suplicamos; sobornamos; ejercemos coerción; protegemos; acusamos; perseguimos; nos escapamos; forzamos una conversación; nos evadimos de una conversación; intentamos imbuir sentimientos de culpa; seducimos; atrapamos; verificamos; demostramos cuánto nos han herido; a nuestra vez herimos a la gente para que vean lo que se siente; amenazamos con hacernos daño a nosotros mismos; desplegamos juegos de poder; ponemos ultimátum; hacemos cosas por los demás; nos rehusamos a hacer cosas por los demás; nos vengamos; hacemos berrinches; ventilamos nuestra furia; actuamos como desamparados; sufrimos en silencio a viva voz; tratamos de complacer; hacemos pequeñas bajezas; hacemos grandes bajezas; nos estrujamos el corazón y amenazamos con morirnos; nos cogemos la cabeza y amenazamos con volvernos locos; nos golpeamos en el pecho y amenazamos con matar; hacemos una lista de quienes nos apoyan; medimos cuidadosamente nuestras palabras; nos acostamos con; nos negarnos a acostarnos con; tenemos hijos con; regateamos; corremos a la terapia; nos salimos corriendo de la terapia; hablamos perversamente acerca de algo; hablamos perversamente acerca de alguien; insultamos; condenamos; rezamos pidiendo milagros; pagamos por que ocurran milagros; acudimos a lugares a los cuales no queremos ir; nos quedamos cerca; supervisamos; dictamos; mandamos; nos quejamos; escribimos cartas acerca de algo; le escribimos cartas a alguien; nos quedamos en casa esperando; salimos y buscamos a; llamamos a todas partes buscando a; manejamos en la noche por callejuelas oscuras esperando ver a; caminamos en la noche por callejuelas oscuras con la esperanza de pescar a; corremos en la noche por callejuelas oscuras huyendo de; traemos a casa a; guardamos en casa a; encerramos; nos retiramos; regañamos; tratamos de impresionar; aconsejamos; damos lecciones a; aclaramos; insistimos; cedemos; aplacamos; provocamos; tratamos de instigar celos; tratamos de instigar miedo; recordamos; inquirimos; seguimos pistas; revisamos bolsillos; espiamos carteras; buscamos en los cajones; escarbamos las guanteras; miramos dentro del depósito del baño; tratamos de ver el futuro; hurgamos en el pasado; llamamos a nuestros familiares; razonamos con ellos; dejamos las cosas en claro de una vez por todas; las aclaramos de nuevo; castigamos; premiamos; casi nos damos por vencidos; luego tratamos con más ahínco aún; y tenemos toda una lista de otras mañosas maniobras que se me han olvidado o que no he probado todavía.

Reflexión: Los codependientes mantienen su entorno en un torbellino de emociones. Se mueven en una amalgama de sentimientos y emociones negativas que impiden que haya paz en su vida y en su entorno. Se manejan e desde el miedo, la culpa y la vergüenza. Así ha transcurrido su existencia. Para sanar deben pasar por una recuperación continua, sólo asi alcanzarán la paz y serenidad. (Alpha).

¿Eres un codependiente? ¿Estás en recuperación actualmente? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 15 de Marzo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependienteplantea que el codependiente se mueve en el triángulo patológico de Karpman. Para mejorar debe trabajar hasta salir de este drama permanente.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Como codependientes, podemos estar temerosos de nuestra ira y de la de los demás, Quizá creemos en uno o en más mitos acerca de ella. O tal vez tengamos temor de la ira por otras razones. Alguien puede habemos pegado o abusado de nosotros cuando se encontraba enojado o enojada. Algunos podemos haberle pegado a alguien o haber abusado de él cuando estábamos enojados. En ocasiones simplemente el nivel de energía que acompaña a la ira puede ser atemorizante, especialmente si esa persona está ebria.
Reaccionamos a la ira, tanto a la propia como a la de los demás. Es una emoción provocadora. Puede ser contagiosa. Y muchos de nosotros reaccionamos a ella. Tenemos mucha de la ira que acompaña a la pena, al dolor. Tenemos la ira que proviene de la etapa de persecución, del rescate o del cuidar de los demás. Muchos de nosotros estamos varados en esa esquina del triángulo. Tenemos sentimientos de ira irracionales sin justificación que pueden deberse a un pensamiento de reacción de tipo desastroso: los debería de, los qué horror, los nuncas y los siempres. Tenemos ira justificada, todos los sentimientos locos que cualquiera sentiría si alguien le hubiera hecho eso a él o a ella. Tenemos la ira que manifiesta cómo nos sentimos cuando hemos sido lastimados o tenemos miedo. Los sentimientos de temor y de tristeza se convierten en ira, y muchos de nosotros hemos sido muy lastimados y hemos tenido mucho miedo.
Tenemos la ira que proviene de sentirnos culpables. Los sentimientos de culpa tanto los genuinos como los que no merecemos, fácilmente se convierten en ira.Los codependientes también tienen mucho de ello. Y, créanlo o no, lo mismo es aplicable a los alcohólicos. Sólo que estos son más propensos a convertirlos en ira.

Reflexión: El codependiente vive moviéndose en el triángulo del Drama de Karpman. En ocasiones actúa como víctima y otras como victimario, ambos roles patológicos y desgastantes. ¿Cómo salir de ese triángulo insano? No es fácil, pero tampoco imposible, Hay una manera de recuperarse, y esto pasa por someterse a la Terapia en Doce pasos de CoDA. Solo hace falta proponerse cambiar y desistir de una vida llena de crisis y desenlaces negativos para el codependiente. (Alpha).

¿Te ves reflejado en el triángulo del Drama de Karpman? ¿Cuáles herramientas piensas utilizar para salir de esta crisis? Comparte aquí tus experiencias.

Reflexión del Dia: 14 de Marzo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependienterecalca que la baja autoestima es la base de sustento de la codependencia. Para recuperarse hace falta asumir un compromiso serio y constante.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

La mayoría de los codependientes sufre de esa vaga pero penetrante aflicción que es la baja autoestima. No nos sentimos bien con nosotros mismos, no nos gustamos, y ni siquiera pensamos en amarnos a nosotros mismos. Para algunos de nosotros tener una baja autoestima es quedarnos cortos. No sólo no nos gustamos, sino que nos odiamos a nosotros mismos.
No nos gusta nuestra apariencia. No soportamos nuestro cuerpo. Pensamos que somos tontos, incompetentes, faltos de talento, y, en muchos casos, indignos de ser amados. Pensamos que nuestros pensamientos son malos e inadecuados. Pensamos que nuestros sentimientos son equivocados e impropios.
Creemos que no somos importantes, y aunque nuestros sentimientos no sean equivocados, pensamos que no importan. Estamos convencidos de que nuestras necesidades no son importantes. Y nos abochornamos por los deseos o los planes de otro. Pensamos que somos inferiores y diferentes al resto del mundo, no únicos, sino bizarra e inadecuadamente distintos. Nunca nos hemos puesto de acuerdo con nosotros mismos, y nos miramos no a través de esos cristales de color de rosa, sino a través de una película sucia, marrón-gris.
Podemos haber aprendido a disfrazar nuestros verdaderos sentimientos acerca de nosotros mismos vistiéndonos bien, peinándonos bien, viviendo en la casa correcta, y trabajando en el empleo correcto. Podemos presumir de nuestros logros, pero bajo las galas se encuentra un calabozo dentro del cual secreta e incesantemente nos castigamos y nos torturamos. En ocasiones, podemos castigarnos abiertamente ante el mundo entero, diciendo cosas degradantes acerca de nosotros mismos. A veces, llegamos incluso a pedir a otros que nos ayuden a odiarnos a nosotros mismos, como cuando permitimos que ciertas personas o costumbres religiosas nos ayuden a sentirnos culpables, o cuando le permitimos a la gente que nos lastime. Pero nuestros peores latigazos nos los damos en privado, dentro de nuestras mentes.
Nos molestamos de manera interminable, haciendo pilas de “deberías de” en nuestra conciencia y fabricando montones de sentimientos de culpa que para nada sirven. No confundan esto con los sentimientos de culpa auténticos y verdaderos que nos motivan a cambiar, que nos enseñan lecciones valiosas, y que nos llevan a establecer una relación más cercana con nosotros mismos, con los demás y con nuestro poder superior. Constantemente nos colocamos en situaciones imposibles en las cuales no tenernos otra alternativa que sentirnos mal con nosotros mismos. Tenemos un pensamiento, y luego nos decimos que no deberíamos pensar así. Tenemos un sentimiento, y después nos decimos que no deberíamos de sentir así. Tomamos una decisión, actuamos de acuerdo con ella, y luego nos decimos que no deberíamos de haber actuado así. No hay nada qué corregir en estas situaciones, ninguna enmienda qué hacer; no hemos hecho nada malo. Nos hemos empeñado en una forma de castigo diseñada para hacernos sentir ansiosos, irritados y sofocados. Nos ponemos una trampa solos.

Reflexión: Si sabemos que la codependencia tiene su asiento en una baja autoestima podemos entender mejor la conducta del codependiente. Para sanar debe transitar un camino laborioso, de cambios profundos que le motiven a quererse, aceptarse como es, a cuidar de sí mismo y a decidir tomar otros senderos espirituales para recuperarse. Toda una odisea llena de tropiezos y dificultades a vencer ¡Allí esta el RETO! (Alpha).

¿Estás dispuesto a asumir el reto? ¿Estás en recuperación? Comparte aquí.