Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que nos relacionamos con seres humanos a quien no necesitamos controlar. El codependiente debe entender esto y bajar sus expectativas para con sus relaciones afectivas.
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Medita sobre esto:
Así que te encuentras con alguien, te enamoras, sales en citas y permites que tu mente cree una imagen exagerada de esa persona. Pronto descubres que él es tu alma gemela. No quieres vivir sin él; Él significa todo para ti. Y luego tropieza, alrededor de tres meses, quizás seis meses.
Él no cumple con sus expectativas.
Pierde el estado de alma gemela.
«Simplemente no eres la persona que pensé que eras», dices, saliendo por la puerta.
Por supuesto que no lo es. Es una persona, no un producto de tu imaginación. Aligerar. Que cada persona sea ellos mismos.
Cuando estamos con alguien, ya sea como amigo o como amante, una buena parte del éxito o el fracaso de la relación puede atribuirse a nuestras expectativas. Nos enojamos cuando esperamos que alguien se comporte de cierta manera y él o ella no. Nos sentimos engañados, mentidos y decepcionados. Aquí aplicamos todas nuestras fichas en un determinado número, y cuando no lo hacemos, nos enojamos.
Pierde esas expectativas. Si disfrutas de la compañía de otra persona, disfrútala limpiamente y sin ninguna expectativa. Las personas son personas. Ellos tropezarán; volverán a levantarse, o no. No puedes controlarlos. Todo lo que puedes hacer es aprender de ellos, amarlos y disfrutar de su compañía cuando están cerca.
Abandona las expectativas. Permitir que las personas sean solo ellas mismas. Apreciarlos por quienes son. Deja que el amor que tienes por ellos se convierta en esa apreciación, en lugar de lo que esperas en lo que la escritora Natalie Goldberg llama «tu mente de mono».
«Dios, ayúdame a recordar que, cuando pierdo mis expectativas, puedo encontrar un verdadero amor».
Mi Reflexión: El codependiente, signado por la vida de abandono y victimización que ha sufrido, mantiene altas expectativas en cuanto a las relaciones con los demás. Busca controlar y manipular a esas personas, dejando de disfrutar de la esencia real de las relaciones. Cuando descubre que al bajar sus expectativas, el afecto fluye y puede recibir amor de forma sincera, empieza a aceptar a los otros y así mismo como humanos que se enfrentan a la vida, cometen errores y siguen viviendo. (Alpha).
¿Eres un controlador con las personas que están a tu alrededor? ¿Respetas tus relaciones sin pretender controlarlas? Comparte acá.