Reflexión del Dia: 5 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente»caracteriza al codependiente como «reaccionarios», con sentimientos de ira, odio y amargura hacia nosotros mismos. El codependiente sufre por cualquier causa, se conduce en el drama y se hace victima de cualquier situación. Actúa de manera colérica ante el entorno, generando pugnas y dificultades para el grupo donde se moviliza. Nuestros sentimientos se descarrilan con extrema facilidad.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

La mayoría de los codependientes son reaccionarios. Reaccionamos con ira, culpa, vergüenza, odio a nosotros mismos, preocupación, sentimientos heridos, gestos controladores, acciones solícitas, depresión, desesperación y furia. Reaccionamos con miedo y ansiedad. Algunos de nosotros reaccionamos tanto que nos resulta doloroso estar cerca de la gente, y torturante encontrarnos dentro de un grupo grande de personas. Es normal reaccionar y responder a nuestro medio ambiente. Reaccionar es parte de la vida. Es parte de interactuar, es parte de ser humano y de estar vivo. Pero nos permitimos irritamos tanto y distraernos tanto.
Pequeñeces, cosas mayores —lo que sea— tienen el poder de descarrilarnos. Y nuestra respuesta después de que reaccionamos a menudo no es la que más nos conviene.
Podemos haber empezado a reaccionar y a responder urgente y compulsivamente con patrones que nos lastiman. El solo hecho de sentir urgencia y compulsión es suficiente para herirnos. Nos mantenemos en un estado de crisis, fluyendo la adrenalina y tensos los músculos, listos para reaccionar ante emergencias que generalmente no son tales. Alguien hace algo, de modo que nosotros debemos hacer algo a la vez. Alguien se siente de determinada manera de modo que nosotros debemos sentirnos de otra determinada manera.
BRINCAMOS DENTRO DEL PRIMER SENTIMIENTO QUE NOS ATRAVIESA Y LUEGO NOS EMPANTANAMOS EN ÉL. Pensamos en el primer pensamiento que cruza por nuestra cabeza y luego elucubramos sobre él. Decimos lo primero que nos viene a la lengua y a veces nos arrepentimos. Hacemos lo primero que nos viene a la mente, generalmente sin pensarlo. Ese es el problema: reaccionamos sin pensar, sin haber pensado honestamente lo que necesitamos hacer y cómo queremos manejar la situación. Nuestras emociones y conductas controladas —disparadas— por cualquier persona o cosa en nuestro entorno. Indirectamente estamos permitiendo que los demás nos digan qué hacer. Eso significa que hemos perdido el control. Estamos siendo controlados.
Cuando reaccionamos abdicamos a nuestro poder personal, dado por Dios, para pensar, sentir y actuar de acuerdo con nuestro mejor interés

Mi Reflexión: Para los codependientes vivir alterados, confrontados, a cualquier situación se convierte en un un comportamiento habitual. Cuando esto pasa estamos entregamos nuestro poder a los demás, y pasamos de ser controladores a ser controlados, movidos por cualquier situación por mas «tonta» que parezca. Nos «regodeamos» en las dificultades, nos victimamos fácilmente, perdemos el control de nuestras emociones, luego no sabemos como desentramparnos. El origen de nuestras conductas esta en una «baja autoestima». Pasamos la vida entrando y saliendo de ese drama, hasta que sentimos la necesidad de «gobernar de nuevo nuestra vida», buscamos ayuda y nos proponemos sanar. ¡Si se puede detener esta tortura! (Alpha).

¿Te sientes identificado con esta reflexion?¿ Has vivido situaciones de reacciones sin sentido alguno? ¿ Has buscado ayuda profesional? ¿Cuales han sido tus herramientas y te han sido de utilidad? Comenta aquí

Reflexión del Dia: 4 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente»nos hace comprender la necesidad de mantenernos en calma interior para asumir las decisiones que nos ayuden a salir de los problemas que creamos y enfrentamos como personas apegadas y guiadas por una necesidad enfermiza de «controlar» la vida de los demás.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:
Descubre qué necesitas hacer para cuidar de ti mismo. Toma tus decisiones basándote en la realidad y tómalas en un estado de ánimo apacible. ¿Necesitas pedir disculpas? ¿Quieres olvidarte del asunto?
¿Necesitas hablar con alguien de corazón a corazón? ¿Necesitas tomar otra decisión para cuidar de ti mismo?
Cuando tomes tu decisión ten en mente cuáles son tus responsabilidades. No tienes la responsabilidad de que los otros “vean la luz” y no necesitas “enderezarlos”. Tienes la responsabilidad de ayudarte a ti mismo a ver la luz y de enderezarte. Si no te sientes en paz con alguna decisión, olvídala. No es tiempo para tomarla todavía. Espera hasta que tu mente esté consistente y tus emociones estén tranquilas.
Cálmate. No necesitas sentirte tan asustado. No necesitas sentirte tan frenético. Mantén las cosas en perspectiva. ¡Hazte la vida más fácil!

Mi Reflexión: Los codependientes vivimos en «crispación» ocupándonos de todo sin entrar a analizar que los demás pueden solventar sus dificultades sin nuestra ayuda, y que ese valioso tiempo toca invertirlo en cuidarnos de manera responsable. Buscar como drenar nuestras inquietudes ayuda a la sanación y si hacemos conscientes la premisa que a «nadie podemos cambiar, solo a nosotros», estaremos dando pasos firmes hacia nuestra recuperacion. Aprendamos a asumir decisiones acertadas que favorezcan nuestra paz interior y serenidad. (Alpha).

¿Has asumido decisiones para cuidar de ti mismo en el sendero a la recuperacion? ¿Cuales herramientas te han funcionado? Comenta acá tus vivencias al respecto.

Meditacion 4 de Septiembre… Encontremos una dirección

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós propone que para transitar el camino de la recuperacion debemos fijar metas concretas y alcanzables para llevar una vida gobernable. Enfatiza que podemos ayudar a nuestro poder Superior a guiar nuestra vida.
Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Yo solía pasar tanto tiempo reaccionando y respondiendo a todos los demás, que mi vida no tenía una dirección. La vida de otras personas, sus problemas y deseos disponían el curso de mi vida. Una vez que me di cuenta de que estaba bien que pensara en lo que quería y lo identificara, empezaron a tener lugar en mi vida cosas notables. (Anónimo).
Cada uno de nosotros tiene una vida que vivir, una vida que tiene un propósito y un significado. Podemos ayudarle a nuestro Poder Superior a que dé dirección y propósito a nuestra vida fijando metas.
Podemos fijar metas anual, mensual o diariamente en tiempos de crisis. Las metas crean una dirección y un ritmo; las metas nos ayudan a tener una vida gobernable dirigida de acuerdo con el curso que hemos elegido para nosotros mismos.
Podemos ayudarnos a dar dirección a nuestras vidas fijando metas.

«Hoy prestaré atención a fijar para mi vida un curso de acción, en vez de dejar que me arrastre cualquier viento».

Mi Reflexion: Los codependientes tendemos a vivir una vida de «inacción», pasamos nuestra existencia entretenidos en ayudar a los otros, y perdemos la claridad y el foco de lo que realmente necesitamos como personas ¿Que debemos hacer para reprogramar esas conductas que nos distancian de la sanación? La respuesta es concisa:«fijarnos metas concretas y alcanzables que puedan darle un sentido y rumbo satisfactorio a nuestra existencia». Si creemos firmemente que un Poder Superior ordena nuestros actos, estamos propiciando que se active la direccion divina, y asumiremos seriamente todo aquello que redunde en nuestra recuperacion. ¡Ejercitemos nuestra Fe, fomentando esta creencia! (Alpha).

¿Tienes claridad con respecto al Poder de la Divinidad como tu guía? ¿Esta Creencia te ha ayudado en direccionar tu vida? Coméntanos tus vivencias.

Reflexión del Dia: 3 de Septiembre

 

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea las bondades de desapegarse, dejar que los demás asuman la responsabilidad de sus vidas, y nosotros aprender a amarnos, a aceptarnos tal cual somos, a despreocuparnos por aquello que no podemos cambiar. ¡Liberarnos es la clave!
Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Desapegarnos no quiere decir que nada nos importe. Significa que aprendemos a amar, a preocuparnos y a involucrarnos in volvernos locos. Dejamos de crear un caos en nuestra mente y en nuestro medio ambiente. Cuando no nos hallamos reaccionando de un modo ansioso compulsivo, nos volvemos capaces de tomar buenas decisiones acerca de cómo amar a la gente y de cómo solucionar nuestros problemas. Nos liberamos para comprometernos y para amar de modo que podamos ayudar a los demás sin lastimarnos a nosotros mismos.
Las recompensas que el desapego nos brinda son muchas: serenidad, una profunda sensación de paz interior, la capacidad de dar y de recibir amor de una manera que nos enaltece y nos llena de energía, y la libertad para encontrar soluciones reales a nuestros problemas. Encontramos la libertad para vivir nuestra propia vida sin sentimientos excesivos de culpa o de responsabilidad hacia los demás. En ocasiones el desapego llega a motivar y a liberar a la gente que se encuentra a nuestro alrededor para empezar a solucionar sus problemas. Dejamos de mortificarnos por ellos y lo perciben, de modo que finalmente comienzan a preocuparse por ellos. ¡Qué gran plan! Cada quien atiende sus propios asuntos.

Mi Reflexión: El desapego genera grandes beneficios para el codependiente como son la serenidad, sosiego y tranquilidad. Transitar el camino de la recuperación tiene sus «dificultades», rebasarlas cuesta, mantenerse de pie cuesta; solo que el sendero espiritual es el apropiado, «confiar en un Poder Superior a nosotros» permitirá «soltar» los apegos. Nos corresponde solventar nuestros propios problemas, dejar que los demás resuelvan los suyos. Esta es La forma mas nutritiva de curarnos. Hagamos esa tarea por beneficio propio. (Alpha).

¿Has estado ejercitándote en la practica del desapego? ¿Cuales herramientas has utilizado para esto? ¿ Sientes que has dado pasos positivos hacia el desapego?. Coméntanos tus experiencias.

Meditación 3 de Septiembre… Ten en cuenta la ilusión de control

 

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós nos enfoca
en cuanto el daño que nos ocasionamos a nosotros mismos pretendiendo controlar a otras personas, sintiéndonos enfadados, hasta coléricos. Reafirma que el control es una ilusión. y nada podemos hacer para cambiar las cosas, solo «invertir» el tiempo en cambiar nuestras reacciones ante la realidad que vivimos, ¡eso si podemos!

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:
Recuerda cómo se siente cuando tratamos de controlar a otra persona.
«Estaba conduciendo por la carretera un día detrás de un automóvil que decidí que conducía demasiado despacio», me dijo un amigo. «Estaba gritando, furioso y hablando sobre el conductor que estaba frente a mí», intentando mentalmente apartarlo de mi camino. Quería que se acercara y me dejara pasar.
«Mientras conducía me observé a mí mismo. Entonces comencé a reír. No estaba enojado con este conductor frente a mí. Estaba enojado porque estaba tratando de controlar algo que no podía cambiar».
Sé consciente de todos tus sentimientos. Pero también recuerda ser consciente de que a veces no es la otra persona la que nos vuelve locos. Nos lo estamos haciendo a nosotros mismos.

«Dios, ayúdame a ser consciente del drama autocreado en mi vida. Ayúdame a dejar de lado mi necesidad de controlar. Dame el coraje de mis sentimientos. Y ayúdame a ser consciente de cuándo mi propia voluntad se está desencadenando».

Mi Reflexión: Es incomprensible que el codependiente se mantenga en un drama continuo tratando de «controlar» desesperadamente todo lo que ocurre en su entorno, manejando sentimientos negativos de ira, amargura, sin sentido alguno, por cuanto es «imposible cambiar lo que esta ocurriendo, menos cambiar a las demás personas». Cuando comprendemos que todo es ilusorio, bajamos la intensidad de nuestras reacciones y comenzamos a hacernos conscientes que debemos cambiar, es la única salida posible a nuestro problema de control. Es fácil hacer esto… NO, es posible lograrlo… SI. Pongamos nuestro mayor esfuerzo hasta que logremos salir de ese «atolladero». ¡Paremos de hacernos daño!(Alpha).

¿Has estado tratando de controlar lo que ocurre en tu entorno ? ¿Cuales son tus reacciones al respecto? Coméntanos y compartimos.

Reflexión del Dia: 31 de Agosto


Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» nos hace reflexionar en como piensa y siente una persona codependiente con referencia a su capacidad de cuidarse responsablemente. La Autora describe que estos pensamientos negativos se forjan desde la niñez, cuando nadie nos demostró amor e interés en nosotros, lo que desencadeno la desconfianza de nuestro propio poder interior.
Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.
Reflexiona sobre esto:
Muchos de nosotros aprendimos estas cosas porque en nuestra niñez, alguien muy importante para nosotros fue incapaz de darnos el amor, la aprobación y la seguridad emocional que necesitábamos. De modo que hemos ido por la vida de la mejor manera posible, todavía buscando vaga o desesperadamente algo que nunca tuvimos. Algunos de nosotros todavía nos golpeamos la cabeza contra el cemento, tratando de obtener este amor de las personas que, al igual que mamá o papá, son incapaces de darnos lo que necesitamos. El ciclo se repite una y otra vez hasta que lo interrumpimos y lo detenemos. Se le llama asunto inconcluso.
Quizá se nos ha enseñado a no confiar en nosotros mismos. Esto sucede cuando tenemos un sentimiento y se nos dice que es malo o inadecuado. O cuando confrontamos una mentira o una inconsistencia y se nos acusa de estar locos. Perdemos la fe en esa parte profunda e importante de nosotros que experimenta sentimientos inapropiados, detecta la verdad y tiene confianza en su capacidad para manejar las situaciones de la vida. Muy pronto, podemos empezar a creer lo que nos han dicho de nosotros mismos: que no servimos, que estamos locos, que no se puede confiar en nosotros. Vemos a la gente a nuestro alrededor —personas a veces enfermas, con problemas, fuera de control— y pensamos, “ellos están bien. Deben estarlo. Me lo dijeron. De modo que debo ser yo. Debe haber algo fundamental que está mal en mí”. Nos abandonamos y perdemos la fe en nuestra capacidad para cuidarnos.

Mi Reflexión: Los codependientes no entendemos lo que ocurre realmente en nuestro interior, nos pasamos parte de nuestra vida buscando la aprobación y el amor de los otros, por ello nos apegamos a las personas. Desconfiamos de nuestra fuerza interior, creemos que no podemos cuidarnos y queremos que alguien de fuera nos de la felicidad que no sabemos ni como buscar, mucho menos conseguir. ¡En ese dilema vivimos! Creemos en muchas ocasiones que algo muy malo pasa con nosotros, que hasta perdimos la cordura, y así nos percibimos. Nos abandonamos, y ese sentimiento de desamparo no se va, permanece allí, dándonos sufrimiento y dolor. (Alpha).
¿Tienes esos pensamientos y sentimientos negativos sobre ti? ¿Has perdido la fe en tu capacidad de cuidarte? ¿Te sientes desamparado, consiguiendo algo de paz siempre que sea controlando la vida de los demás?. Comenta aquí tus vivencias.

Reflexión del Dia: 29 de Agosto


Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente»enfatiza que la clave es «cuidarnos responsablemente». Para llegar a esta meta, tenemos que pasar por un proceso gradual, que no es fácil, pero si necesario para sanar. Postergarlo solo complica nuestra vida y no detenemos el sufrimiento.
Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.
Reflexiona sobre esto:
Desapégate. Renuncia. A veces cuando hacemos esto el resultado que habíamos esperado sucede rápida, a veces milagrosamente. A veces, no sucede. A veces nunca sucede. Pero tú saldrás beneficiado. No tienes que dejar de ocuparte o de amar. No tienes que tolerar el abuso. No tienes que abandonar métodos constructivos, como la intervención profesional, para solucionar tus problemas. Lo único que tienes que hacer es poner tus manos emocionales, mentales, espirituales y físicas otra vez dentro de tus propios bolsillos y dejar a las cosas y a la gente solas. Déjalas estar. Toma cualquier decisión que necesites tomar para ocuparte de ti mismo, pero no las tomes para controlar a los demás. ¡Empieza a ocuparte de ti mismo!


Mi Reflexión: Los codependientes debemos hacer un esfuerzo enorme para «desapegarnos», pero en la medida que logremos «soltar» aquello que nos hace sufrir, nuestra vida comienza a tener sentido, y comprendemos la necesidad de «cuidarnos a nosotros mismos». Esa responsabilidad, postergada por mucho tiempo, debe hacerse una practica cotidiana, hasta alcanzar la liberación de los apegos y tener serenidad y paz interior. No tenemos porque permitir ser victimados y abusados, eso debe detenerse y asumir una conducta saludable para con nosotros mismos. (Alpha).
¿Te ocupas de ti mismo? ¿Te sientes a plenitud cuando aceptas que eres el único responsable de tu cuidado? Cuales herramientas utilizas para alcanzar la paz y sosiego? Comparte en los comentarios.

Meditacion 29 de Agosto… La magia está en ti


Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós enfatiza que la vida con sus cambios nos ubica en escenarios diversos que debemos aceptar como suceden. Disfrutar el presente y dejar ir para vivir nuevas vivencias y con ello las experiencias maravillosas que nos ofrece la vida. Si nos aferramos a algo, detenemos el ciclo natural de expectativas, y al pasar esa etapa enfrentaremos otra y ora mas.Abrirse a esos cambios permite crecer.
Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.
Medita sobre esto:
A veces, jugamos un poco a nosotros mismos.
Podemos estar tan cerca de alguien, creemos, que no tengo que dejarlo ir. O podemos ser tan exitosos en manifestar eventos en nuestras vidas, creemos que no tengamos que dejarlo ir. Cuando quiero algo, simplemente aparece.
Cada vez que nos olvidamos de dejarlo ir, la vida nos hará trotar de nuevo para recordar. No hay nada a lo que podamos aferrarnos en este mundo. En definitiva, todo lo que apreciamos requerirá que lo dejemos ir, en alguna forma o forma. Ese niño crecerá y se irá de casa. ¿Esa relación de amor que va tan maravillosamente? Un nuevo ciclo vendrá, en su tiempo. Esa amistad cambiará. ¿Ese trabajo que creías que siempre tendrías? Vaya, la compañía se fusionó. Tu posición ha cambiado.
Aunque las relaciones a largo plazo y el empleo seguro y la vida en esa casa se sienten bien, recuerda, esa no es tu seguridad.
Déjate ligar. Acércate a esa mujer, u hombre. Déjate disfrutar siendo amigo del mejor amigo que hayas tenido. Se un padre amoroso, cien por ciento. Colócate en ese trabajo con todo tu corazón y alma.
Pero tu seguridad y alegría no están en esa otra persona o trabajo. ¡La magia está en ti!
No te enojes cuando llegue el momento en tu vida para dejarlo ir. Abre su corazón a esa persona, lugar o cosa, y diga: «Gracias por enseñarme a amar y ayudarme a crecer».
Entonces déjalo ir, sin resentimiento en tu corazón. Porque a pesar de que ese tiempo ha llegado a su fin, el amor no se puede perder. Incluso si eso significa el final del mejor tiempo que hayas tenido en tu vida, mira dónde está ahora. No te olvides de disfrutarlo.
Este será el próximo mejor momento que tendrás.
Recuerda, el amor es un regalo de Dios.
«Dios, ayúdame a mantener mi cabeza en alto, mi corazón abierto, y sé que siempre seré guiado a lo largo del camino».

Mi Reflexión: Nuestras relaciones deben ser consideradas desde el amor. Cuando partimos de esa premisa, todo fluye y aceptamos cada momento que vivimos con deleite, disfrutándolo plenamente. El gran secreto esta en «dejar ir»,no apegarnos a nada ni a nadie. Todos los que llegan y pasan parte de nuestra existencia acompañándonos algún día van a irse, y debemos aceptarlo con la mejor disposición que podamos, así cumplimos con la ley de la vida. Ábrete al «AMOR» en todas sus manifestaciones, es el mejor regalo que tenemos , no desaprovechemos cada espacio para fomentarlo y cultivarlo.

¿Has sentido como natural que nada dura para siempre, y llegado el momento debemos soltar?¿ Como logras mantenerte a salvo cuando debes dejar ir personas que amas? Deja acá tus vivencias.

Meditación 26 de Agosto… Apoderarnos de nuestra fuerza


Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que el codependiente debe asumir una conducta que le permita tomar el control de su vida, abandonar el papel de «victima» y vencer, con su fuerza interior, la necesidad de mantenerse apegado a quien(es) le quieren manipular. Analizar el rol o papel que jugamos en nuestra vida es una buena señal para saber cuando estamos jugando a ser victimado y detener eso a tiempo. ¡No permitamos ser coaccionado por los demás!
Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.
Medita sobre esto:
Hay un sentimiento al que le tenemos que prestar una particular atención durante la recuperación: sentirnos victimados. No como es su derecho, y nosotros nos estamos sintiendo víctimas porque estamos intentando controlar su proceso o, de manera irracional, estamos esperando que ellos cuiden de nosotros. Nos podemos sentir victimados si nos quedamos atascados en una creencia codependiente, tal como ….Los demás me hacen sentir…. Los demás tienen la llave de mi felicidad y mi destino…. o, no podré ser feliz a menos que otro se comporte de determinada manera, o de que sucedan ciertas cosas.
Otras veces, apoderarnos de nuestra fuerza significa que nos damos cuenta de que estamos siendo victimados por la conducta de otra persona. Están siendo invadidos nuestros límites. Es ese caso, indagamos qué necesitamos hacer para cuidar de nosotros mismos e impedir que continúe la victimación; necesitamos fijar límites.
A veces, lo único que se requiere es un cambio de actitud. No somos víctimas.
Luchamos por sentir compasión hacia la persona que nos victimó, pero comprendemos que a menudo la compasión viene después, cuando nos hayamos despojado de nuestro papel de víctimas en cuerpo, mente y espíritu. También entendemos que sentir demasiada compasión puede volver a ponernos de inmediato en el cajón de las víctimas. Sentir demasiada lástima por una persona que nos está victimando puede establecer una situación donde la persona nos pueda convertir de nuevo en su víctima.
No tratamos de forzar consecuencias ni crisis sobre otra persona, pero tampoco la rescatamos de las consecuencias lógicas de su conducta. Si hay un papel que tengamos la responsabilidad de jugar para que se den esas consecuencias, lo desempeñamos, no para controlar ni para castigar, sino para ser responsables con nosotros mismos y con los demás.
Tratamos de descubrir qué podemos estar haciendo que nos hace sentir victimados, o qué papel estamos jugando dentro de un sistema, y dejamos, también, de hacerlo. No tenemos poder sobre los demás ni sobre su conducta, pero podemos apropiarnos de nuestra fuerza y apartarnos de ser víctimas.
«Hoy asumiré la responsabilidad de ser yo mismo y de demostrárselo a los demás al no permitir que se me victime. No puedo controlar los acontecimientos, pero sí puedo controlar mi actitud al ser victimado. No soy una víctima; no merezco ser victimado.

Mi Reflexión: Los codependientes nos hemos acostumbrado tanto a jugar el papel de victima que extrañamos no hacerlo. Llego el momento de detener esa conducta autodestructiva, forzándonos a desarrollar ese poder interior que nos va a permitir descubrir cuando lo estamos haciendo e implementar las herramientas que nos saquen de ese escenario caótico. Al principio sera difícil y nos sentiremos «extraños», pero a medida que avanza nuestra recuperacion, y anteponiendo nuestro bienestar al de los demás, lograremos asumir aquellas conductas que hagan sentirnos bien con los otros, sin que vaya en desmedro de nosotros mismos. Recordemos que buscar nuestra liberación es una tarea propia, y a cada quien le corresponde responsablemente hacerse cargo de si mismo, no tenemos poder para cambiar a las personas, y ellas solas deben asumir sus conductas sanas. (Alpha).
¿Te has visto en situaciones que has logrado detener ser victimado? ¿Como lograste detener ese proceso? ¿Cuales herramientas utilizaste? Comparte aqui tus vivencias.

Meditación 25 de Agosto … Estemos dispuestos a reparar los daños


Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós refuerza la necesidad de «reparar daños» a aquellas personas a quienes ofendimos, y como este proceso gradual alivia nuestro corazón, modifica nuestra actitud, permitiéndonos liberarnos de sentimientos negativos de ira, amargura y vergüenza. Esta decisión saludable nos hace entender que debe prevalecer el «AMOR» en nuestras vidas, aunque para llegar hasta allí debamos transitar un proceso laborioso, pero valioso porque permitirá alcanzar nuestra real curación.
Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.
Medita sobre esto:
El Paso Ocho está hablando de un cambio de corazón, de un cambio curativo.
Esta actitud puede ser el principio de una gran cadena de recuperación y de curación en nuestras relaciones con los demás y con nosotros mismos. Significa que estamos dispuestos a dejar ir nuestra dureza de corazón, uno de los más grandes obstáculos para nuestra capacidad de dar y recibir amor.
En el Paso Ocho hacemos una lista de toda la gente que hemos dañado, y nos permitimos a nosotros mismos experimentar una actitud curativa hacia ellos. Es una actitud de amor.
En este Paso, no nos arrojamos con locura y empezamos a gritar: «¡Lo siento!». Hacemos nuestra lista, no para sentirnos culpables, sino para facilitar la curación. Antes de que realmente reparemos daños o empecemos a considerar la manera apropiada de repararlos, nos permitimos a nosotros mismos cambiar nuestra actitud. Ahí es donde comienza la curación, en nuestro interior.
Esto puede cambiar la energía. Puede cambiar la dinámica. Puede hacer comenzar el proceso, antes de que abramos la boca y digamos lo siento. Abre la puerta del amor. Abre la puerta a la energía del amor y de la curación. Nos capacita para llenarnos de sentimientos y energía positivos.
Esa energía se puede sentir alrededor del mundo, y comienza dentro de nosotros.

¿Con cuánta frecuencia, después de haber sido lastimados, deseábamos que la persona simplemente reconociera nuestro dolor y dijera, «lo siento»? ¿ Cuán tan a menudo hemos deseado que la persona simplemente nos viera, nos escuchara y volviera hacia nosotros la energía del amor? ¿Cuán frecuentemente hemos anhelado por lo menos un cambio de corazón, una pequeña dosis de reconciliación, en las relaciones manchadas por asuntos inconclusos y malos sentimientos? Muy a menudo.
Los otros también lo desean. Eso no es ningún secreto. La energía de la curación comienza con nosotros. Nuestra disposición para reparar el daño puede beneficiar o no a la otra persona; el o ella pueden estar o no dispuestos a olvidarse del asunto.
Pero nosotros nos curamos. Nos volvemos capaces de amar.
«Hoy trabajare por lograr un cambio de corazón si están presentes la dureza del corazón, la defensividad, la culpa o la amargura. Me dispondré a dejar ir esos sentimientos y a reemplazarlos por la energía curativa del amor».


Mi Reflexión: Sanar interiormente pasa por reconocer las ofensas que hemos proferido a los otros y reparar esos daños. No es fácil para nadie, menos aun para los codependientes, pedir disculpas o perdón. Solamente «aliviando nuestro corazón», asumiremos esa tarea. Muchos hemos vivido sintiendo el desamparo, el abandono de quienes amamos y creíamos nos amaban, ello hizo que nuestros sentimientos de amargura, ira, culpa se instalaran en nuestro corazón y no floreciera el amor, de allí que nos cueste «darlo». Al trabajar sobre la «reparación de daños» drenamos esos sentimientos negativos que endurecen nuestra alma, y empezamos a sanar progresivamente, pasando de ser ofensivos, iracundos, coléricos, a amorosos y comprensivos. La tarea requiere paciencia, perseverancia y coraje. No pongamos trabas a este proceso, una vez iniciado con convicción de la necesidad de hacerlo para nuestra curación, no debemos frenar hasta lograrlo. (Alpha).
¿Estas dispuesto a trabajar en la reparación de daños? ¿Lo has hecho y tienes resultados tangibles?. Puedes comentar aquí.