Meditación 24 de Diciembre… Enciende el interruptor

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea la necesidad de utilizar la «intuición como herramienta de utilidad en la selección de acciones para poner en práctica durante la curación de la codependencia».

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Medita sobre esto:

Muchos de nosotros hemos desactivado nuestro interruptor de intuición, nuestro sentido de saber la verdad. Puede que lo hayamos apagado cuando éramos niños, porque nuestros padres nos mintieron. O podríamos haber apagado el interruptor más adelante en la vida para relacionarnos con las personas que se mienten a sí mismas y a nosotros. Nuestra voz interior, nuestro sentido de conocer la verdad, tuvieron que ser apagados para que podamos permanecer en la situación.
Es hora de volver a encender el interruptor de intuición. Entra en la sala de interruptores y enciéndelo. Lo sabes y lo puedes sentir cuando alguien te miente. Es posible que no lo sepa de inmediato, pero puede darse cuenta en poco tiempo. Usted sabe si confía o desconfía de alguien. Y probablemente sepa la verdad ahora mismo sobre cómo se siente.
¿Puedes confiar en ti mismo? Deja de dudar Comienza a confiar y escuchar lo que sabes que es la verdad.
Sabes cuándo algo te parece correcto y sabes cuándo no. El problema no es que tu intuición no funcione. El problema es que a veces eliges ignorarlo.

«Dios, ayúdame a escuchar cuando hablas. Ayúdame a confiar en el radar que me has incorporado.

Actividad: Esta es una meditación para ayudarte a activar tus poderes intuitivos. Póngase en una posición relajada, ya sea sentado en una silla cómoda o acostado en un sofá. Dedique unos minutos a relajar conscientemente todo el cuerpo, empezando por la cabeza, la cara y luego moviéndose hacia abajo hasta los dedos de los pies.
Luego imagínese en la parte inferior de una escalera, parado frente a una puerta con su nombre. Abre la puerta y ve a la habitación. En esta sala hay muchos interruptores, similares a una sala de interruptor automático. Busque el interruptor marcado como «Intuición». Observe que va al interruptor y luego lo enciende. Si necesita alguna reparación, obsérvese haciendo esas reparaciones. Si tiene dificultades para activarlo, pregunte cuál es el problema, qué necesita aclarar antes de poder activarlo.
Una vez que el interruptor esté encendido, abandone la habitación. Cierra la puerta detrás de ti; luego, vuelve a subir las escaleras y regresa lentamente a la conciencia. Cada vez que su intuición falla, verifique el interruptor en su sala de computación para asegurarse de que esté encendido.

Mi Reflexión: El instinto es la «capacidad para tomar decisiones adecuadas, para obtener la información acertada y ser una persona segura». Para desarrollar esa intuición: a) debes fijarte en los estímulos que realmente te ofrecen datos objetivos, b) usar e interpretar la comunicación no verbal, y c) entender las emociones bajo control. (Alpha).

Respondete estas preguntas: ¿Desarrollas tu intuición con frecuencia? ¿Has visto resultados positivos estando en terapia CoDA? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 23 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» reafirma que el codependiente maneja pensamientos, sentimientos y emociones complejas que lo conducen a tener hábitos insanos comprometiendo su salud física y emocional.

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Reflexiona sobre esto:

La mayoría de nosotros empezamos a hacer estas cosas por la necesidad de protegernos a nosotros mismos y de satisfacer nuestras necesidades. Hicimos, sentimos y pensamos estas cosas para sobrevivir – emocional, mental y a veces físicamente-. Tratamos de entender y de contender con nuestros complejos mundos de la mejor manera. No siempre es fácil vivir con personas sanas y normales. Pero es particularmente difícil vivir con personas enfermas, atribuladas o perturbadas. Es horrible tener que vivir con un alcohólico delirante. Muchos de nosotros nos las hemos tenido que ver con circunstancias indignantes, y estos esfuerzos han sido tan admirables como heroicos. Hemos hecho lo mejor que hemos podido.
Sin embargo, estos recursos de autoprotección ya no nos resultan útiles. En ocasiones, las cosas que hacemos para protegernos se vuelven contra nosotros y nos lastiman. Se vuelven autodestructivas. Muchos codependientes apenas logran sobrevivir, y la mayoría no satisface sus necesidades.

Mi Reflexión: La codependencia nos sumerge en un torbellino de emociones difíciles de manejar. Posiblemente creamos hacer lo correcto rescatando y cuidando personas disfuncionales, pero nuestra vida se convierte en un caos, perdemos todo sentido de racionalidad, y terminamos siendo manejados, abusados y victimados por los demás. (Alpha).

Responde estas preguntas: ¿Eres un codependiente en recuperación? ¿Estás en terapia con grupos de ayuda de CoDA? Comparte acá tus vivencias al respecto.

Reflexión del Dia: 22 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea que definir la codependencia como enfermedad se fundamenta en la conducta autodestructiva que asume el codependiente ante los eventos que le rodean.

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Reflexiona sobre esto:

Una persona codependiente es aquella que ha permitido que la conducta de otra persona la afecte, y que está obsesionada con controlar la conducta de esa persona.
La otra persona puede ser un niño o adulto o un amante o un cónyuge, un hermano o hermana, un abuelo o abuela, un cliente o un amigo íntimo. Estas personas pueden ser alcohólicas, drogadictas, gente mental o físicamente enferma, una persona normal que de vez en cuando tiene sentimientos de tristeza, o una de las personas mencionadas anteriormente.
Pero el núcleo de la definición y de la recuperación no está en la otra persona, no importa cuánto lo creamos así, Está en nosotros mismos, en la manera en que permitimos que la conducta de otra persona nos afecte y en la forma en que tratamos de afectarla a ella: en los cuidados obsesivos, controladores, “ayudadores”, en la baja autoestima que raya en el odio hacia uno mismo, en la autorepresión, en la abundancia de ira y de culpa, en la peculiar dependencia de gente peculiar, en la atracción por y en la tolerancia de lo bizarro, en el estar centrado en otro que conduce al abandono de uno mismo, en problemas de comunicación, problemas de intimidad y en un continuo torbellino a través de las cinco fases del proceso de duelo.

Mi Reflexión: Definir la codependencia resulta difícil, es una situación compleja por cuanto el ser humano que la padece está apegado a las acciones de otra persona para buscar su paz y tranquilidad. La codependencia bien puede definirse como una adicción, ya que el codependiente asume conductas autodestructivas basadas en la obsesión, compulsión, control, manipulación y hábitos insanos de relacionarse con los otros. (Alpha).

Responde estas preguntas: ¿Eres una persona con apego emocional? ¿Has buscado ayuda profesional? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 20 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» enfatiza en la actitud reaccionaria del codependiente. Reafirma que cualquier evento dispara conductas autodestructivas que alteran la serenidad de esta persona.

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Reflexiona sobre esto:

Rescatamos cada vez que cuidamos de los demás.

Al cuidar o rescatar podemos sentir uno o más de los siguientes sentimientos: incomodidad y malestar por el dilema de la otra persona; la urgencia de hacer algo; lástima; sentimiento de culpa; santidad; ansiedad; una extrema responsabilidad por esa persona o problema; miedo; la sensación de estar siendo forzado u obligado a hacer algo; una indisposición ligera o severa a hacer algo; mayor competencia que la persona a la que estarnos “ayudando”; u ocasionalmente resentimiento por haber sido colocados en esta posición. También pensamos que la persona a quien estamos cuidando está desvalida y es incapaz de hacer lo que nosotros hacemos por ella. Sentimos que temporalmente nos necesita.
No me refiero a actos de amor, de amabilidad, de compasión y de verdadera ayuda, a situaciones en las cuales legítimamente se desea y se necesita de nuestra ayuda y nosotros queremos darla. Estos actos son la sal de la vida. Rescatar o cuidar no lo son.
Cuidar de los demás parece un acto mucho más amistoso de lo que es. Requiere incompetencia por parte de la persona a quien estamos cuidando. Rescatamos “víctimas”, personas que creemos no son capaces de ser responsables de si mismas. Las víctimas en realidad son capaces de cuidar de sí mismas, aunque nosotros y ellas no lo admitimos. Generalmente nuestras víctimas están ahí esperando a un lado del triangulo a que nosotros hagamos el primer movimiento y brinquemos dentro del triángulo con ellas.

Mi Reflexión: El codependiente es un reaccionario ante cualquier evento. Se mueve en el triángulo del drama o de Karpman. Cuando rescata personas y trata de solucionar todos sus problemas, esta siendo irresponsable doblemente. Por un lado impide que ese ser humano resuelva sus conflictos, y al propio tiempo se desprende de la responsabilidad que tiene el de cuidarse a si mismo. (Alpha).

Responde estas preguntas: ¿Eres una persona apegada? ¿Eres reaccionario a eventos? Comenta acá.

Meditación 20 de Diciembre… Celebrar

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que cuando el codependiente está en recuperación debe valorar los cambios que va alcanzando en ese camino a la sanidad. Reafirma lo importante de continuar atravesando ese sendero espiritual con alegría.

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Medita sobre esto:

Mira tu vida ¡Mira el camino que has caminado hasta aquí y celebra!
Una de las alegrías de caminar hasta la cima de una montaña es mirar hacia atrás, hasta qué punto has llegado. Es maravilloso pararse en una cresta alta y ver el pequeño sendero que se extiende en la distancia.
Celebra con asombro lo lejos que has llegado en esos primeros pasos de sobriedad y en tu fe y disposición para dejar de lado tus miedos.
Celebra esos primeros momentos vacilantes de aprender lo que significaba cuidarse a sí mismo. Incluso ahora, con cada paso que das, estás siendo transformado.
¡Celebra!
Da la vuelta. Mira. Mira lo lejos que has llegado. Celebra el viaje que has tomado hasta ahora.
Y espera la aventura que se avecina.

«Dios, ayúdame a celebrar todos nuestros triunfos. Gracias por caminar conmigo, incluso cuando sentí que estaba caminando sola».

Mi Reflexión: Cuando el codependiente decide asumir el compromiso de su recuperación transita un camino de altibajos increíble. Ese tránsito genera temor y miedo, pero al propio tiempo esperanzas en su curación. Hay que alegrarse de cada cambio por mínimo que este sea. Estar dispuesto a transformar su vida es una meta difícil, pero liberadora. (Alpha).

Respondete estas interrogantes: ¿Estás en recuperación? ¿Has visto cambios significativos en tu vida producto de la terapia CoDA? Comparte aquí tus vivencias.

Reflexión del Dia: 19 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» enfatiza en la actitud reaccionaria del codependiente. Reafirma que cualquier evento dispara conductas autodestructivas que alteran la serenidad de esta persona.

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Reflexiona sobre esto:

No tenemos que tomar el rechazo como reflejo de nuestra autoestima. Si alguien importante para ti (o aun alguien que no lo sea) te rechaza a ti o a lo que has elegido, tú sigues siendo real, sigues teniendo el mismo valor que si no hubieras sido rechazado. Asume cualquier sentimiento que pueda acompañar al rechazo; habla acerca de tus pensamientos no des en prenda tu autoestima sólo porque otro rechazó o desaprobó lo que tú eres o lo que has hecho. Aun si la persona más importante para ti te rechaza, tú sigues siendo real, y sigues estando bien. Si has hecho algo impropio o necesitas solucionar un problema o cambiar una conducta, sigue los pasos adecuados para ocuparte de ti mismo. Pero no te rechaces, y no le des tanto poder al rechazo de los demás. No es necesario.

Mi Reflexión: Cuando el codependiente reacciona a cualquier evento esta cediendo sus derechos y poder a los otros. Eso lo debilita y lo deja a merced de ser abusado, maltratado y victimado. Esa conducta autodestructiva debe ser cambiada por un comportamiento sano. Solo no puede lograrlo. Es preciso que despierte y asuma que la recuperación está a su disposición enfrentando los cambios con valentía y coraje para sanar. (Alpha).

Responde estas preguntas: ¿Reacciona ante cualquier evento? ¿Como estás afrontando esta situación? Comenta acá.

Meditación 19 de Diciembre… Poseer nuestro poder

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós recalca que el codependiente no tiene que sentirse víctima. La recuperación prepara al codependiente para recuperar su poder interior y reafirmarse como individuo.

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Medita sobre esto:

¿No lo ves? No tenemos que ser tan victimizados por la vida, las personas, las situaciones, el trabajo, los amigos, las relaciones de amor, la familia, los sentimientos, los pensamientos, las circunstancias.
No somos víctimas No tenemos que ser víctimas. ¡Ese es el punto!
Sí, admitir y aceptar la impotencia es importante. Pero ese es un primer paso, una introducción a este negocio de recuperación. Más tarde, viene a ser dueño de nuestro poder. Cambiando lo que podemos. Esto es tan importante como admitir y aceptar la impotencia.
Y hay tanto que podemos cambiar.
Podemos ser dueños de nuestro poder, donde sea que estemos, donde sea que vayamos, con quienquiera que estemos. No tenemos que estar allí de pie con las manos atadas, arrastrándonos impotentes, sometiéndonos a lo que venga. Hay cosas que podemos hacer. Podemos hablar. Resolver el problema. Use el problema para motivarnos a nosotros mismos a hacer algo bueno por nosotros mismos.
Podemos hacernos sentir bien. Podemos irnos. Podemos volver a nuestros términos. Podemos defendernos por nosotros mismos. Podemos negarnos a permitir que otros nos controlen y manipulen.
Podemos hacer lo que tenemos que hacer para cuidarnos a nosotros mismos. Esa es la belleza, la recompensa, la corona de la victoria que recibimos en este proceso llamado recuperación. ¡De eso se trata!
Si no podemos hacer nada acerca de la circunstancia, podemos cambiar nuestra actitud. Podemos hacer el trabajo dentro: enfrentamos valientemente nuestros problemas para que no seamos victimizados. Nos han dado una clave milagrosa para la vida.
No somos más víctimas a menos que queramos serlo.
La libertad y la alegría son nuestras para tomar, para sentir, para el trabajo duro que hemos hecho.

«Hoy, me recordaré tantas veces como sea necesario que no soy una víctima, y ​​no necesito ser víctima de lo que venga en mi camino. Trabajaré duro para eliminarme como víctima, ya sea que signifique establecer y hacer cumplir un límite, alejarme, enfrentar mis sentimientos o darme lo que necesito. Dios, ayúdame a dejar de lado mi necesidad de sentirme víctima.»

Mi Reflexión: El codependiente por su historia de abusos y maltratos durante su infancia se cree una víctima permanentemente. Eso lo lleva a dejar de asumir un papel activo en su vida, dejando a otros que la controlen. Cuando estamos en el proceso de la recuperación debemos cambiar muchas de las conductas aprendidas y asumir un mayor control de nosotros mismos. Empoderarnos es una tarea que prevalece en el tiempo y nos «deslastra» del papel de víctima dándonos libertad e independencia. (Alpha).

Te insto a responder estas preguntas: ¿Estás haciendo tu mejor esfuerzo para rescatar tu poder interior? Cuáles herramientas estás usando? Comparte acá.

Reflexión del Dia: 18 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» ratifica que el codependiente es reaccionario. Mantiene una actitud negativa, con sentimientos de enojo e ira permanentes. Recalca que hay otro modo de vivir cuando aceptamos cambiar y recuperarnos.

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Reflexiona sobre esto:

Reaccionamos porque estamos ansiosos y temerosos de lo que está sucediendo, de lo que podría suceder y de lo que ha sucedido.
Muchos reaccionamos como si todo fuera una crisis porque hemos vivido tantas crisis durante tanto tiempo que la reacción a la crisis se ha convertido en un hábito.
Reaccionamos porque pensamos que no deberían estar sucediendo las cosas como suceden.
Reaccionamos porque no nos sentimos bien con nosotros mismos.
Reaccionamos porque la mayoría de la gente reacciona.
Reaccionamos porque pensamos que tenemos que reaccionar.
No tenemos que hacerlo.
No debemos tener tanto miedo de la gente. Son gente como nosotros.
No tenemos que abdicar a nuestra paz. No sirve de nada. Disponemos de los mismos recursos y
hechos cuando estamos en paz que de los que disponemos cuando estamos en un estado frenético y caótico.
De hecho disponemos de más recursos porque nuestras mentes y emociones están libres de actuar a su mayor potencial.
No debemos abdicar a nuestro poder para pensar y sentir por cuenta de los demás. Tampoco eso se requiere de nosotros.

Mi Reflexión: El codependiente es un reaccionario y son muchas las razones para asumir esta conducta insana. La recuperación tiene como propósito revertir el comportamiento que mantiene nuestra vida en crispación y ansiedad permanentes. Hay otra manera de vivir; en paz, serenos, con control de nuestro poder interior. La tendremos cuando nos propongamos cambiar con ayuda de nuestro poder superior. (Alpha).

Responde estas preguntas: ¿Vives reaccionado a cualquier situación? ¿Como lo estás enfrentando? Comparte tu experiencia aquí.

Reflexión del Dia: 17 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» ratifica la actitud reaccionaria del codependiente y como esto altera su capacidad de tomar decisiones, por ceder su control a otros.

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Reflexiona sobre esto:

Podemos haber empezado a reaccionar y a responder urgente y compulsivamente con patrones que nos lastiman. El solo hecho de sentir urgencia y compulsión es suficiente para herirnos. Nos mantenemos en un estado de crisis, fluyendo la adrenalina y tensos los músculos, listos para reaccionar ante emergencias que generalmente no son tales. Alguien hace algo, de modo que nosotros debemos hacer algo a la vez. Alguien se siente de determinada manera de modo que nosotros debemos sentirnos de otra determinada manera.
Pensamos en el primer pensamiento que cruza por nuestra cabeza y luego elucubramos sobre él. Decimos lo primero que nos viene a la lengua y a veces nos arrepentimos. Hacemos lo primero que nos viene a la mente, generalmente sin pensarlo. Ese es el problema: reaccionamos sin pensar, sin haber pensado honestamente lo que necesitamos hacer y cómo queremos manejar la situación. Nuestras emociones y conductas controladas —disparadas— por cualquier persona o cosa en nuestro entorno.
Indirectamente estamos permitiendo que los demás nos digan qué hacer. Eso significa que hemos perdido el control. Estamos siendo controlados.
Cuando reaccionamos abdicamos a nuestro poder personal, dado por Dios, para pensar, sentir y actuar de acuerdo con nuestro mejor interés. Permitimos que otros determinen cuándo nos sentiremos felices; cuándo nos sentiremos en paz; cuándo nos sentiremos irritados; y qué es lo que diremos, haremos, pensaremos y sentiremos. Abdicamos a nuestro derecho de sentirnos en paz al capricho de nuestro medio ambiente. Somos como una pizca de papel a merced de la tormenta, dejándonos arrastrar por cualquier viento.

Mi Reflexión: El codependiente como reaccionario a cualquier evento que pase a su alrededor pierde el control de sus actos y con ello está en minusvalía para mantenerse ecuánime. Esa conducta autodestructiva lo lleva a asumir cualquier comportamiento que transgreda sus derechos. Es negativo mantenerse en esa crispación constante. Debe detenerse iniciando su recuperación para lograr sanar y salir de ese círculo vicioso. (Alpha).

Respondete estas preguntas: ¿Estás en recuperación? ¿Te ha sido de utilidad? Comparte aquí.

Reflexión del Dia: 16 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea la particularidad que tiene el codependiente para reaccionar ante cualquier evento de su vida. Exagera esa respuesta viviendo de manera compulsiva.

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Reflexiona sobre esto:

La mayoría de los codependientes son reaccionarios. Reaccionamos con ira, culpa, vergüenza, odio a nosotros mismos, preocupación, sentimientos heridos, gestos controladores, acciones solícitas, depresión, desesperación y furia. Reaccionamos con miedo y ansiedad. Algunos de nosotros reaccionamos tanto que nos resulta doloroso estar cerca de la gente, y torturante encontrarnos dentro de un grupo grande de personas. Es normal reaccionar y responder a nuestro medio ambiente. Reaccionar es parte de la vida. Es parte de interactuar, es parte de ser humano y de estar vivo. Pero nos permitimos irritamos tanto y distraernos tanto. Pequeñeces, cosas mayores —lo que sea— tienen el poder de descarrilarnos. Y nuestra respuesta después de que reaccionamos a menudo no es la que más nos conviene.
Podemos haber empezado a reaccionar y a responder urgente y compulsivamente con patrones que nos lastiman. El solo hecho de sentir urgencia y compulsión es suficiente para herirnos. Nos mantenemos en un estado de crisis, fluyendo la adrenalina y tensos los músculos, listos para reaccionar ante emergencias que generalmente no son tales. Alguien hace algo, de modo que nosotros debemos hacer algo a la vez. Alguien se siente de determinada manera de modo que nosotros debemos sentirnos de otra determinada manera.

Mi Reflexión: Una conducta habitual en el codependiente es la «reacción permanente e inusual a todo evento o situación a su alrededor». Esta conducta aprendida acompaña nuestros actos parte de nuestra vida. Nos mantenemos en crispación, actuamos de manera compulsiva y desgastamos las energías en cualquier tontería. Eso impide que vivamos serenos y tranquilos. (Alpha).

Te motivo a responder estas preguntas: ¿Vives reaccionando a cualquier evento? ¿Esa conducta te hace sentir bien? ¿Cómo tratas ese problema? Comparte tu experiencia al respecto.