Reflexión del Dia: 6 de Septiembre



Cuando intentamos controlar a la gente y a las cosas que no tenemos por qué controlar, somos controlados por ellos. Abdicarnos a nuestro poder para pensar, sentir y actuar de acuerdo con lo que más nos conviene. A menudo perdemos el control sobre nosotros mismos. Con frecuencia, somos controlados no sólo por la gente, también por enfermedades tales como el alcoholismo, o las tendencias compulsivas en el comer y en los juegos de apuesta. El alcoholismo y otros trastornos destructivos son fuerzas poderosas. Nunca se debe olvidar que los alcohólicos y otras personas con problemas son expertos controladores. Encontramos la horma de nuestro zapato cuando tratamos de controlarlos a ellos o a su enfermedad. Perdemos la batalla. Perdemos la guerra. Nos perdemos a nosotros mismos, a nuestras vidas Como dice una frase de Al-Anón: Tú no lo provocaste; no lo puedes controlar; y no lo puedes curar. ¡Así que deja de tratar de hacerlo! Nos frustramos al máximo cuando tratarnos de hacer lo imposible. Y generalmente impedirnos que suceda lo posible Creo que asirse fuertemente a una persona o cosa, o forzar mi voluntad sobre cualquier situación elimina la posibilidad de que mi poder superior haga algo constructivo acerca de la situación, la persona o yo. Mi afán de controlar bloquea el poder de Dios. Bloquea la capacidad de otras personas para crecer y madurar. Impide que los sucesos ocurran de una manera natural. Me impide a mí disfrutar de la gente o de los eventos.

(Melody Beattie de su Libro Ya No Seas Codependiente).
desapego de chopra1

Reflexión del Dia: 4 de Septiembre



Los problemas que causa el apego son muchos. (En este capítulo me concentraré en la preocupación y en la obsesión. En los siguientes cubriré las otras formas de apego.) Sobreinvolucarnos de alguna manera puede mantenernos en un estado de caos; puede mantener a la gente que nos rodea en ese estado. Si concentramos toda nuestra energía en la gente y en los problemas, nos queda poco para dedicar el acto de vivir nuestra propia vida. Y ya hay bastante preocupación y responsabilidad en el ambiente. Si la tomamos toda nosotros, no queda nada para la gente que nos rodea. Esto nos hace trabajar en exceso a nosotros y quitarles bastante trabajo de encima a los demás. Y aún más, preocuparnos por la gente y por los problemas no funciona. No resuelve los problemas, no ayuda a los demás y no nos ayuda a nosotros mismos. Es energía desperdiciada.

(Melody Beattie de su Libro Ya No Seas Codependiente).
desapego de chopra1

Reflexión del Dia: 2 de Septiembre



Darnos a nosotros mismos lo que necesitarnos significa volvernos, como dice el reverendo Phil L. Hansen, nuestro terapeuta personal, nuestro confidente, nuestro consejero espiritual, nuestro compañero, nuestro mejor amigo y nuestro cuidador en esta emocionante nueva aventura que hemos emprendido: vivir nuestra propia vida. El reverendo Hansen está activo a nivel nacional dentro del campo de la adicción en Estados Unidos. Basamos todas nuestras decisiones en la realidad, y las tomamos como mejor nos conviene.
Tomamos en cuenta nuestras responsabilidades para con otras personas, porque esto es lo que hace a la gente responsable. Pero también sabemos que nosotros contamos. Tratamos de eliminar los “debo de” de nuestras decisiones y aprendemos a confiar en nosotros mismos. Si nos escuchamos a nosotros mismos y a nuestro poder superior, no seremos engañados. Darnos lo que necesitamos y aprender a vivir en forma autodirigida requiere de fe. Necesitamos fe suficiente para proseguir con nuestra vida, y necesitamos hacer al menos algo pequeñito a diario para empezar a ir hacia adelante.
A medida que aprendemos a preocuparnos por nuestras necesidades y a satisfacerlas, nos perdonamos a nosotros mismos cuando cometemos errores y nos felicitamos a nosotros mismos cuando hacemos bien las cosas. No sentimos tanta congoja cuando hacemos algunas cosas pobremente y otras más con cierta mediocridad, pues eso es también parte de la vida. Aprendemos a reírnos de nosotros mismos y de nuestra humanidad, pero no reímos cuando necesitamos llorar. Nos tomarnos en serio, pero no demasiado en serio.

(Melody Beattie de su Libro Ya No Seas Codependiente).
desapego de chopra1