Reflexión del Dia: 30 de Agosto



“Pero esto es tan importante para mí”, protestan muchos. “No me puedo desapegar”.
Si es tan importante para ti, yo sugiero que esa es la razón más importante para desapegarte. Escuché sabias palabras acerca del desapego de boca de niños chiquitos, de los míos. A veces mi hijo más pequeño, Shane, se queda abrazado a mi fuerte y largamente después de que le doy mimos. Me tambaleo. Pierdo el equilibrio, y me impaciento con él porque me sigue abrazando. Comienzo a resistírmele.
Tal vez lo hace para tenerme cerca más rato. Quizá sea una manera de controlarme. No lo sé. Una noche que hizo esto mi hija nos miró hasta que ella misma se sintió frustrada e impaciente.
“Shane”, le dijo, “hay un tiempo para soltarse”. Para cada uno de nosotros, llega un tiempo para soltarse. Sabrás cuándo ha llegado ese tiempo.
Cuando has hecho todo lo que se puede hacer, es tiempo de desapegarte. Maneja tus sentimientos. Enfréntate a tus miedos acerca de perder el control. Gana control sobre ti mismo y sobre tus responsabilidades. Dales a los demás la libertad para ser lo que son. Al hacerlo, te liberarás.

(Melody Beattie de su Libro Ya No Seas Codependiente).
desapego de chopra1

Meditación 30 de Agosto… La gratitud no es negación



La gratitud no es negación. Podemos practicar la gratitud sin negar cómo nos sentimos. Algunas veces necesitamos cambiar las circunstancias en nuestras vidas. Pero generalmente no podemos hacer eso hasta que aceptemos lo que tenemos y quiénes somos ahora.
Un desafío para practicar la gratitud es que las cosas que más necesitamos agradecer son a menudo las que nos causan más sufrimiento. Practicar la gratitud cuando más necesitamos hacerlo puede parecer el acto más antinatural del mundo.
Practicar la gratitud puede ser difícil cuando estamos deprimidos o sufriendo un profundo dolor. Algunas cosas en la vida son tan trágicas que nunca estaremos agradecidos de que el evento haya ocurrido.
No estoy agradecido por la muerte de mi hijo. Lo haría regresar en un abrir y cerrar de ojos si pudiera. Pero estoy agradecido de haberlo tenido en mi vida. Estoy agradecido por las lecciones que aprendí desde que murió. Y estoy agradecido de que estoy feliz de nuevo.
«Hoy, practicare la gratitud rindiendome ante Dios y confiando en su voluntad.

(Melody Beattie de su Libro El lenguaje del Adiós).