Reflexión del Dia: 23 de Julio

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente recalca que el rol preferido por el codependiente es de «cuidador compulsivo». También plantea que puede ejercer el de «victima», ejerciendo todo un drama a su alrededor para llamar la atención.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

¡Rescatamos cada vez que cuidamos de los demás!
Al cuidar o rescatar podemos sentir uno o más de los siguientes sentimientos: incomodidad y malestar por el dilema de la otra persona; la urgencia de hacer algo; lástima; sentimiento de culpa; santidad; ansiedad; una extrema responsabilidad por esa persona o problema; miedo; la sensación de estar siendo forzado u obligado a hacer algo; una indisposición ligera o severa a hacer algo; mayor competencia que la persona a la que estarnos “ayudando”; u ocasionalmente resentimiento por haber sido colocados en esta posición. También pensamos que la persona a quien estamos cuidando está desvalida y es incapaz de hacer lo que nosotros hacemos por ella. Sentimos que temporalmente nos necesita.
No me refiero a actos de amor, de amabilidad, de compasión y de verdadera ayuda, a situaciones en las cuales legítimamente se desea y se necesita de nuestra ayuda y nosotros queremos darla. Estos actos son la sal de la vida. Rescatar o cuidar no lo son.
Cuidar de los demás parece un acto mucho más amistoso de lo que es. Requiere incompetencia por parte de la persona a quien estamos cuidando. Rescatamos “víctimas”, personas que creemos no son capaces de ser responsables de si mismas. Las víctimas en realidad son capaces de cuidar de sí mismas, aunque nosotros y ellas no lo admitimos. General mente nuestras víctimas están ahí esperando a un lado del triangulo a que nosotros hagamos el primer movimiento y brinquemos dentro del triángulo con ellas.
Después de que rescatamos, inevitablemente nos movemos a la siguiente esquina del triángulo: la persecución. Nos volvemos resentidos y nos enojamos con la persona a quien tan generosamente hemos “ayudado”. Hemos hecho algo que no queríamos hacer, algo fuera de nuestra responsabilidad, hemos ignorado nuestras propias necesidades y deseos, y nos enojamos por ello. Para complicar más el asunto, esta víctima, esta pobre persona que hemos rescatado, no siente gratitud por nuestra ayuda. No aprecia suficientemente el sacrificio que hemos hecho. La víctima no se porta corno debiera. Ni siquiera está siguiendo nuestro consejo, que tan prontamente le brindamos. Esta persona no nos deja recomponer sus sentimientos. Algo no ha funcionado bien, de modo que nos rasgamos nuestro halo y sacamos nuestro trinche.

Mi Reflexión: El codependiente habitualmente se mueve en un triangulo vicioso que se denomina «Triangulo del drama o de Karpman». En este escenario figuran tres actores: rescatador, victima y victimario. El codependiente ejerce el rol de «rescatador-cuidador por excelencia». Vive pendiente de los otros,de intervenir en su vida, cambiarla, ofrecer consejos, sugerencias. No siempre se queda ejerciendo ese papel sino que en ocasiones pasa a ser victima, se debilita, se desarma, dramatiza, solo para buscar amor, afecto, felicidad. Triste vida la del codependiente. Necesita ayuda para salir de esa trama insana. (Alpha).

¿En ese triangulo cual es tu rol? ¿Identificas claramente la conducta autodestructiva en tu vida? Comenta acá.

Meditación 23 de Enero… Vendrán buenas cosas

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que nuestra recuperacion pasa por llenarnos de plena «confianza que la Divinidad o Poder Superior», sea cual sea nuestra convicción al respecto, es lo único seguro y que de esta proviene nuestra fortaleza para modificarnos y restaurarnos.

Si deseas conocer mas sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

No te preocupes por cómo vendrá el bien que ha sido planeado para Ti.
¡Vendrá!

No te preocupes, obsesiones, piensa que tienes que controlarlo, salir a buscarlo o enredar tu mente tratando de averiguar cómo y cuándo lo encontrarás.
¡Te encontrara!
Ríndete a tu Poder Superior cada día. Confía en tu Poder Superior. Entonces, quédate tranquilo. Confía y escuchate. Así es como el bien que deseas vendrá a ti.
Tu curación. Tu alegría Tus relaciones. Tus soluciones. Ese trabajo. Ese cambio deseado. Esa oportunidad te llegará , naturalmente, con facilidad y de muchas maneras.
Esa respuesta vendrá. La dirección vendrá. El dinero. La idea. La energía. La creatividad. El camino se abrirá a ti. Confía en eso, porque ya ha sido planeado.
Es inútil, un desperdicio y un gasto de energía, preocuparse por cómo llegará. Ya está ahí. Ya lo tienes. Está en su lugar. ¡No puedes verlo!
¡Te lo traerán o te lo traerán!

«Hoy me relajaré y confiaré en que el bien que necesito me encontrará. Ya sea a través de mis indicaciones, o de otras personas, todo lo que quiero y necesito me llegará cuando sea el momento adecuado».

Mi Reflexión: La base fundamental del Programa de Doce Pasos de CoDA es #desarrollar en el codependiente una creencia cierta y duradera que estamos siendo «guiados por un Poder Superior a nosotros» y que nos ofrece la posibilidad de modificarnos y restaurarnos desde nuestro interior hasta cambiar las creencias y percepciones erradas que tenemos de la vida, de nosotros mismos. Todo pasa por esa confianza única. ¡Nada podemos cambiar, solo cambiarnos! (Alpha).

¿Has sentido cambios espirituales en tu recuperacion? ¡Como los describirías? Comparte acá.