Meditacion 26 de Marzo… Aprende a decir «Yo soy»

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós reafirm que el codependiente debe sentir la necesidad de cambiar sus sentimientos y emociones de baja autoestima por otras de creencia en sus capacidades y fortalezas como humano. /em>

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Medita sobre esto:

Escuchamos mucho acerca de llegar a ser completo. «Conviértase en un ser humano completo». «Comience el camino para volverse completo». «No encontrará el amor romántico hasta que sepa que está completo». Francamente, este tipo de comentarios a menudo me confundían. Pero luego decidí que la totalidad se relaciona directamente con el proceso de desapego y liberación.
Es admirable perseguir nuestros sueños y saber lo que queremos lograr; pero después de identificar qué es lo que buscamos, debemos dejarlo ir. Necesitamos saber en nuestros corazones y almas que estamos bien, ya sea que obtengamos lo que buscamos o no.
Otro amigo lo describió de esta manera. «Es el viejo budismo zen», dijo. «Cuando eres uno contigo mismo, la vida se vuelve mágica. Puedes obtener lo que quieras».
Las palabras más poderosas y mágicas que podemos decir en el lenguaje del adiós son estas: «yo soy».
Luego subimos un escalón aprendiendo a decir, estoy completo tal como soy.

«Dios, ayúdame a conocer el poder de las palabras ¡yo soy»!

Mi Reflexión: La codependencia lleva a la persona apegada a desdibujar su conducta con estos apegos. Se siente menospreciado por los demás, su estima personal se quiebra y no cree ser capaz de alcanzar cambios que le favorecen. Esta percepción debe ser cambiada por una de seguridad en si mismo, en sus capacidades y talentos. Esto lo debe sentir y actuar.(Alpha).

¿Te sientes y actúas como una persona seguro de si mismo? ¿Estas logrando cambios favorables en tu vida? Comenta acá tus percepciones al respecto.

Reflexión del Dia: 25 de Marzo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependienterefiere que el codependiente tiene serios problemas de comunicación. Es una persona ensimismada, reprimiendo lo que siente y piensa. Durante la recuperacion, el se torna mas directo y franco en sus conversaciones.

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Reflexiona sobre esto:

No es de extrañar que tengamos problemas de comunicación.
Hablar clara y directamente no es difícil. De hecho, es fácil. Y divertido. Empecemos por saber que está bien ser como somos. Nuestros sentimientos y pensamientos están bien. Nuestras opiniones cuentan. Está bien hablar acerca de nuestros problemas. Y está bien decir que no.
Podemos decir que no cada vez que así lo sintamos. Es fácil. Dilo ahora mismo. Diez veces. ¿Viste qué fácil fue? Por cierto, los demás también pueden decir que no. Se hace más fácil si tenemos iguales derechos. Cada vez que nuestra respuesta sea no, empecemos a responder con la palabra no en vez de decir, “no lo creo”, o “tal vez”, o cualquiera otra frase vacilante.
Digamos lo que queremos, y queramos decir lo que decimos. Si no sabemos qué queremos decir, quedémonos callados y pensemos sobre ello. Si nuestra respuesta es, “no lo sé”, digamos “no lo sé”.
Aprendamos a ser concisos. Dejemos de andarle dando vueltas a la gente. Lleguemos al punto y cuando lo hayamos hecho, detengámonos.
Hablemos acerca de nuestros problemas. No le somos desleales a nadie al revelar quiénes somos y sobre qué tipo de problemas estamos trabajando. Lo único que sí hacemos es fingir al no ser quiénes somos.
Compartamos secretos con amigos de confianza que no los usarán en contra nuestra ni nos ayudarán a sentirnos avergonzados. Podemos tomar decisiones apropiadas acerca de con quién hablar, qué tanto decirle y cuál es el mejor momento para hablar.
Expresemos nuestros sentimientos abierta, honesta, adecuada y responsablemente. Permitamos que los demás hagan lo mismo. Aprendamos las palabras: Yo siento. Permitamos que los demás digan estas palabras y aprendamos a escuchar, no a arreglar.
Podemos decir lo que pensamos. Aprendamos a decir: “Lo que pienso es esto”. Nuestras opiniones pueden ser diferentes a las de los demás. Eso no significa que estemos mal. No tenemos que cambiar nuestras opiniones, y tampoco la otra persona, a menos que alguno de nosotros lo desee.
Podemos incluso estar equivocados.

Mi Reflexión: Para el codependiente resulta difícil mantener una comunicación fluida, sincera y franca. Esta acostumbrado a reprimir lo que siente y piensa. Le cuesta decir las cosas, prefiere callar y guardarse todo para si mismo. Cuando empieza a adquirir confianza en si mismo se atreve amanifestar sus sentimientos y emociones mas abiertamente. (Alpha).

¿Eres poco comunicativo con los demás? ¿Como lidias con esa situación? Comenta acá.

Meditación 25 de Marzo… Paciencia

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós reitera que todo codependiente maneja sentimientos variados de culpa, vergüenza, miedo. Estos le alteran sus emociones y le nublan la posibilidad de alcanzar la paz y serenidad interior. Para lograr este estado se debe rodearse de paciencia y calma. Nada es fácil e inmediato.

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Medita sobre esto:

A veces obtenemos lo que queremos de inmediato. En otras ocasiones, nos preguntamos si nuestros deseos alguna vez se cumplirán.
Seremos cumplidos de la mejor manera posible y lo más rápido posible. Pero algunas cosas toman tiempo. A veces, tenemos lecciones que aprender primero, lecciones que nos preparan para que podamos aceptar el bien que merecemos. Las cosas se están resolviendo en nosotros y en otros. Los bloques en nosotros están siendo eliminados. Se está estableciendo una base sólida.
Se paciente. Relájate y confía. Déjalo ir. Entonces, deja ir un poco más. Las cosas buenas están planeadas para nosotros. Los recibiremos en el primer momento disponible. Tendremos todo nuestro anhelo.
¡Relájate y confía!

«Hoy, identificaré lo que quiero y necesito; entonces, estaré dispuesto a dejarlo ir. Dedicaré mi energía a vivir mi vida hoy, para poder dominar mis lecciones lo más rápido posible. Confiaré en que lo que quiero y necesito viene a mí. Dejaré de lado mi necesidad de controlar los detalles».

Mi Reflexión: Para llegar a la sanación, el codependiente debe aceptar cambios, en ocasiones radicales, a sus patrones de conducta actuales, Esto lleva su tiempo y para alcanzarlos hay que saber esperar, rodearse de paciencia para mantenerse firmes durante este transito del camino espiritual de la recuperacion. Debe practicar el dejar ir aquello que no le es positivo a su mejoría. ¡Soltar es la clave para lograrlo! (Alpha).

¿Eres una persona paciente ante los cambios? ¿Estas en recuperacion? Comenta aquí.

Reflexión del Dia: 24 de Marzo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependienterefiere que el codependiente juega varios roles, todos enmarcados en un triangulo de drama y dolor. Actúa como rescatador, perseguidor y victima, todos le confinan en una profunda soledad y confusión

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Reflexiona sobre esto:

Cerca de un año después de comenzar a recuperarme de mi codependencia me di cuenta de que aún estaba haciendo algo que me causaba dolor. Percibí que este patrón tenía algo que ver con el por qué muchas de las relaciones que establecía se agriaban. Pero no sabia qué era “eso” que estaba yo haciendo, de modo que no pude dejar de hacerlo.
Un soleado día, mientras caminaba por la acera con mi amigo Scott, me detuve, me volví hacia él y le pregunté: “¿Qué es esa cosa que los codependientes hacen una y otra vez? ¿Por qué nos seguimos sintiendo tan mal?”
Pensó un momento en mi pregunta antes de responderme. “Los codependientes son cuidadores de los demás, rescatadores. Rescatan, luego persiguen, y terminan siendo víctimas. Estudia el triángulo del drama de Karpman”, me dijo. El triángulo del drama de Karpman y sus papeles de rescatador, perseguidor y víctima son la obra y la observación de Stephen B. Karpman.
Lo que me dijo no tenía sentido, pero volví a casa, busqué en algunos libros de terapia que se estaban empolvando en mi librero y los estudié. Luego de un rato, la luz se hizo en mi cabeza. Vi. Comprendí. Y me sentí como si hubiera descubierto el fuego.
Eso era. Ese era mi patrón. Este es nuestro patrón. Esto es lo que hacemos repetidamente con nuestros amigos, familiares, conocidos, clientes o cualquiera que se encuentre a nuestro alrededor. Como codependientes, podernos hacer muchas cosas, pero este patrón es el que seguimos mejor y con mayor frecuencia. Esta es nuestra reacción favorita.
Somos rescatadores, quienes todo lo proporcionan. Somos grandes madrinas o padrinos del mundo entero. No sólo satisfacernos las necesidades de la gente, sino que las anticipamos. Arreglamos los asuntos de los demás, los enseñamos, nos afligimos por ellos, Les solucionamos, los atendemos. Y lo hacemos todo tan bien. “Tu deseo es un mandato para mí”, es nuestro lema. “Tu problema es mi problema.” Somos cuidadores.

Mi Reflexión: El codependiente se mueve en un Triangulo insano )Karpman), jugando los roles de victima perseguidor y rescatador. Estos papeles los ejecuta como parte del drama en que convierte su vida. Este escenario negativo le imposibilita ser feliz y estar sereno. Debe romper este triangulo y embarcarse en su recuperacion, es así como alcanzara la paz y serenidad. (Alpha).

¿Te has movido en este triangulo patológico? ¿Como saliste de este? Comparte aquí tus vivencias al respecto.

Meditación 24 de Marzo … Apreciémonos a nosotros mismos

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós reitera la importancia que tiene para el codependiente cambiar sus creencias en cuanto a cuidar de el mismo hasta alcanzar la paz y serenidad que necesita.

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Medita sobre esto:

Nosotros somos lo más grande que alguna vez pueda sucedernos. Créelo. Esto hace la vida mucho más fácil. (Ya no seas codependiente).
Ya es tiempo de parar esa tontería de andar por ahí criticándonos a nosotros mismos. Quizá hayamos caminado la mayor parte de nuestra vida pidiendo disculpas directa o indirectamente, sintiéndonos menos valiosos que los otros, creyendo que ellos saben más que nosotros y creyendo que de alguna manera los otros tienen derecho a estar aquí y nosotros no. Tenemos derecho a estar aquí. Tenemos derecho a ser nosotros mismos.
Estamos aquí. Hay un propósito, una razón, una intención para nuestra vida. No tenemos por qué disculparnos por estar aquí o por ser lo que somos. Somos suficientemente buenos y merecedores. Los otros no tienen nuestra magia. Nosotros la tenemos. Está en nuestro interior.
No importa lo que hayamos hecho en el pasado. Todos tenemos un pasado, entretejido de errores, éxitos y experiencias de aprendizaje. Tenemos derecho a nuestro pasado. Es nuestro. Ha trabajado para moldearnos y para formarnos. A medida que progresemos en este viaje, veremos cómo cada una de nuestras experiencias se volteará y será usada para nuestro bien.
Ya hemos pasado demasiado tiempo sintiéndonos avergonzados, disculpándonos y dudando de nuestra belleza interior. Hay que acabar con eso. Dejarlo ir. Es un lastre innecesario. Los otros tienen derecho, pero nosotros también. No somos ni mas ni menos que ellos. Somos iguales. Somos quienes somos. Para eso fuimos creados, y eso era lo que debíamos ser.
Eso, mi amigo, es un regalo maravilloso.

«Dios mio, ayúdame a adueñarme de mi poder para amarme y apreciarme a mi mismo. Ayúdame a valorarme en vez de buscar que los otros lo hagan».

Mi Reflexión: Para quien ha vivido parte de su vida negándose la posibilidad de ser feliz, culpándose de lo triste de su existencia, resulta difícil llegar a apreciarse, a valorarse así mismo. Cuando esta en recuperacion, el codependiente transita un sendero espiritual que le prepara para cambiar sus creencias y convicciones, empezando a desmontar el autorepudio por la autoestima, el abandono por el compromiso de cuidarse, y eso lo hace participar responsablemente en sus nuevas conviciiones y asume tareas que lo llevaran a sanar. (Alpha).

¿Estas comprometiéndote con tu autocuidado? ¿Cuales herramientas estas utilizando? Comparte acá tus vivencias.

Reflexión del Dia: 23 de Marzo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependientereitera que el codependiente como apegado obsesivo vive sosteniendo relaciones insanaas con personas que el cree necesitan de su atencion, aun cuand

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Reflexiona sobre esto:

El síndrome de la rana.

Hay una anécdota que circula en los grupos de codependencia. Va así: “¿Has oído hablar de la mujer que besó a una rana? Esperaba que la rana se convirtiera en un príncipe. No fue así, Ella se convirtió también en rana.”

A muchos codependientes les gusta besar a las ranas. Vemos tanto de bueno en ellas. Algunos de nosotros nos vemos crónicamente atraídos a las ranas luego de haber besado un número suficiente de ellas. Los alcohólicos y las personas con otros trastornos compulsivos son gente atractiva. Irradian poder, energía y encanto. Te prometen el mundo. No importa que lo que nos den sea dolor, sufrimiento y angustias. Las palabras que dicen se oyen tan bien.
Si no lidiamos con nuestras características codependientes, las probabilidades dictan que continuaremos siendo atraídos por las ranas y continuaremos besándolas. Incluso si lidiamos con nuestras características, podemos seguir inclinándonos por las ranas, pero podemos aprender a no saltar al estanque junto con ellas.

Mi Reflexión: El codependiente vive su vida comprometiéndose en relaciones destructivas, personas que dependen de el y el de ellas. Eso llena su vida momentáneamente. Le mantiene vivo y util. En este tiempo su estima se compromete aun mas, y no puede «desmarcarse» de ese impulso obsesivo. (Alpha).

¿Eres un codependiente obsesivo? ¿Dedicas tu vida a satisfacer las necesidades de los demás? Comparte aquí tu experiencia al respecto.

Meditación 23 de Marzo… Negación

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós reitera la dificultad que tiene la persona codependiente para mostrar solidaridad y comprensión a los demás, su vida tuvo llena de episodios de abandono y maltrato, esto le imposibilita para cuidar de si mismo.

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Medita sobre esto:

Me he estado recuperando muchos años. He usado la negación muchas veces. Ha sido una defensa, un dispositivo de supervivencia, un comportamiento de afrontamiento y, a veces, casi mi perdición. Ha sido a la vez un amigo y un enemigo.

Cuando era niño, usé la negación para protegerme y proteger a mi familia. Me protegí de ver cosas demasiado dolorosas para ver y sentimientos demasiado abrumadores para sentir. La negación me puso a salvo en muchas situaciones traumáticas, cuando no tenía otros recursos para sobrevivir.
El aspecto negativo del uso de la negación fue que perdí el contacto conmigo mismo y mis sentimientos. Pude participar en situaciones perjudiciales sin siquiera saber que estaba sufriendo. Pude tolerar una gran cantidad de dolor y abuso sin la nebulosa idea de que era anormal.
Aprendí a participar en mi propio abuso.
La negación me protegió del dolor, pero también me hizo cegar a mis sentimientos, mis necesidades y a mí mismo. Era como una gruesa manta que me cubría y sofocaba.
Finalmente comencé a recuperarme. Tuve un atisbo de conciencia sobre mi dolor, mis sentimientos, mis comportamientos. Empecé a verme a mí mismo, y al mundo, como lo éramos. Hubo tanta negación de mi pasado que si me hubiesen arrancado la manta por completo, habría muerto por el impacto de la exposición. Necesitaba abrazar las ideas, los recuerdos, la conciencia y la curación suavemente, gradualmente.
La vida participó en este proceso conmigo. Es un maestro amable. A medida que me recuperaba, me llevaron a los incidentes y las personas que necesitaba para recordarme lo que todavía negaba, para decirme dónde necesitaba más curación de mi pasado, ya que podía manejar estas ideas.
Aún uso, y paso a paso, la negación, según sea necesario. Cuando los vientos del cambio llegan, alteran una estructura familiar y me preparan para lo nuevo, recojo mi manta y me escondo, por un tiempo. A veces, cuando alguien que amo tiene un problema, me escondo debajo de la manta, momentáneamente. Los recuerdos surgen de cosas negadas, recuerdos que necesitan ser recordados, sentidos y aceptados para que pueda continuar siendo sanado, fuerte y saludable.
A veces, me siento avergonzado por cuánto tiempo me lleva luchar hasta la aceptación de la realidad. Me siento avergonzado cuando me encuentro nuevamente nublado por la niebla de la negación.
Entonces sucede algo, y veo que estoy avanzando. La experiencia fue necesaria, conectada, no fue en absoluto un error, sino una parte importante de la curación.
Es un proceso emocionante, este viaje se llama recuperación, pero entiendo que a veces puedo usar la negación para ayudarme a superar los problemas. También soy consciente de que la negación es un amigo y un enemigo. Estoy alerta a las señales de peligro: esos sentimientos nublados y confusos, energía lenta, sintiéndose compulsivo, corriendo muy rápido o duro, evitando mecanismos de apoyo.
Me he ganado un respeto saludable por nuestra necesidad de usar la negación como una manta para envolvernos cuando nos enfriemos demasiado. No es mi trabajo andar por ahí arrancando las mantas de las personas o avergonzando a otros por usar la manta. Quitarse la manta es peligroso. Podrían morir de exposición, de la misma manera que yo podría haberlo hecho.
Aprendí que lo mejor que puedo hacer con las personas envueltas en esta manta es hacer que se sientan a gusto y seguras. Cuanto más cálidos y seguros se sienten, más capaces son de dejar caer su manta. No tengo que apoyar o alentar su negación. Puedo ser directo Si otros niegan algo en particular y su actividad me resulta perjudicial, no tengo que estar cerca de ellos. Puedo desearles lo mejor y cuidarme. Verán, si me quedo demasiado tiempo cerca de alguien que me está dañando, inevitablemente levantaré mi manta de nuevo.
Tiendo a sentirme atraído por la gente cálida. Cuando estoy cerca de gente cálida, no necesito usar mi manta.
Me he ganado el respeto por crear ambientes cálidos, donde las mantas no son necesarias, o al menos no son necesarias por mucho tiempo. He ganado confianza en la forma en que las personas se recuperan y se ocupan de la vida.

«Dios, ayúdame a ser abierto y confiar en el proceso que me está sanando de todo lo que he negado de mi pasado. Ayúdame a esforzarme por la toma de conciencia y la aceptación, pero también ayúdame a practicar la gentileza y la compasión por mí mismo y por los demás, por aquellos momentos en que he usado la negación».

Mi Reflexión: El codependiente vive en constante negación, ello lo anula emocionalmente y se aísla de vivir a plenitud las situaciones de la vida. Despertar a la vida, conectarse con la realidad, manifestar apoyo a otros, es difícil de ejecutar por un codependiente. Esta aplanado emocionalmente. Le cuesta asumir ese compromiso de ayuda y protección, porque el no fue atendido en su infancia, por el contrario se le abandono y abuso de el como niño. (Alpha).

¿Te dedicas a ayudar a los demás brindandole apoyo y comprensión? ¿Estas cerrado a toda manifestación solidaria? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 22 de Marzo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependienterecalca la necesidad de mantener una comunicación fluida, sincera y honesta con los demás, en el marco del amor.

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Reflexiona sobre esto:

Podemos ser asertivos y sostenernos sin ser abrasivos ni agresivos. Aprendamos a decir: “Hasta aquí llego. Este es mi límite. No toleraré esto”. Y querer decir esas palabras.
Podemos mostrarnos compasivos y preocupados por los demás sin rescatarlos. Aprendamos a decir: “Parece que tienes un problema. ¿Qué necesitas de mí?” Aprendamos a decir: “Me da pena que tengas ese problema”. Luego desapégate. No tenemos que arreglarlo nosotros.
Podemos discutir nuestros problemas y sentimientos sin esperar tampoco que la gente nos rescate. Nos podemos conformar con que se nos escuche. Eso es, de todos modos, tal vez lo único que queríamos.
Una queja común que escucho por parte de los codependientes es: “¡Nadie me toma en serio!” Tomémonos a nosotros mismos en serio. Equilibremos eso con un sentido del humor adecuado y no tendremos que preocupamos acerca de lo que cualquier otro haga o no haga.
Aprendamos a escuchar lo que la gente dice y lo que no dice. Aprendamos a escucharnos, al tono de voz que empleamos, a las palabras que elegimos, al modo como nos expresamos y a los pensamientos que cruzan por nuestra mente.
El habla es una herramienta y un deleite. Hablamos para expresarnos. Hablamos para que nos escuchen. Hablar nos permite comprendernos a nosotros mismos y nos ayuda a entender a los demás. Hablar nos ayuda a enviar mensajes a otras personas. A veces hablamos para lograr cercanía e intimidad. Quizá no siempre tenemos algo espectacular que decir, pero queremos tener contacto con la gente. Queremos tender un puente entre nuestras brechas. Queremos compartir y mantenernos cerca. A veces hablamos para divertirnos—para jugar, disfrutar, burlarnos y entretenernos—. Hay veces en que hablamos para cuidar de nosotros mismos, para que quede claro que no permitiremos que se nos insulte ni se abuse de nosotros, que nos amamos a nosotros mismos, y de que hemos tomado decisiones de acuerdo con lo que nos conviene más. Y a veces simplemente hablamos.
Necesitamos asumir la responsabilidad por la comunicación. Que nuestras palabras reflejen una elevada autoestima al igual que estimación por los demás. Seamos honestos. Seamos directos. Seamos abiertos. Seamos gentiles y amorosos cuando sea apropiado serlo. Seamos firmes cuando la situación exige firmeza. Pero, por encima de todo, seamos quienes somos y digamos lo que necesitamos decir.
En amor y dignidad, hablemos con la verdad —-así como la pensamos, la sentirnos y la sabemos— y la verdad nos hará libres.

Mi Reflexión: El codependiente tiende a guardarse todo para si. Le cuesta socializar. Habitualmente usa palabras negativas, problemáticas, que perturban un mas una comunicación fluida y honesta. Debe asumirse un vocabulario, honesto, sincero, honesto y franco. (Alpha).

¿Te comunicas con franqueza y claridad? ¿Eres honesto cuando interactuas con los demás?

Meditación 22 de Abril… Escucharte a ti mismo

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós reitera que solo un poder superior a nosotros puede y tiene la potestad divina de cambiar a las personas. El hombre solo puede cambiarse a si mismo, no a los otros.

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Medita sobre esto:

En la Biblia, Dios nos dice: «Quédense quietos y sepan que yo soy Dios». Aprendan a silenciar el parloteo de su ego, ya sea mediante la oración, la meditación o una larga caminata por el parque. Encuentra ese lugar donde puedes separarte de las presiones del mundo. Encuentra ese lugar donde tu cuerpo y tu espíritu trabajan juntos en armonía.
Estar consciente de tu verdadero ser es la mejor manera de liberarte de las conductas de control y manipulación de los demás. No necesita el auto correcto, los zapatos correctos, la novia correcta para completar. Todo lo que realmente necesitas es ser tú mismo.
Tu espíritu es tu verdadero yo. Deja que te guíe
Estate quieto. Escucha a tu espíritu decir, yo soy, y soy suficiente.
En el silencio, escucharás a Dios
.
«Dios, ayúdame a estar callado para que pueda oírte».

Mi Reflexión: El codependiente vive retando la voluntad de Dios, pretende controlar la vida de los demás, interviniendo y modificando el comportamientos de la gente. Nada de eso es posible, solo Dios puede y tiene la facultad divina de modificar la conducta de los humanos, nuestro rol es obedecer sus decisiones y aceptar su dominio. (Alpha).

¿Actúas pretendiendo controlar la vida de los demás? ¿Estas consciente que existe un poder divino superior? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 21 de Marzo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependientereafirma que el codependiente mantiene un apego a cosas y personas, pero debe entender que solo puede cambiarse a si mismo.

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Reflexiona sobre esto:

Puede parecer más fácil, en ocasiones, no sentir. Tenemos tantas responsabilidades porque hemos asumido muchas responsabilidades de la gente que nos rodea. Debemos de hacer lo que es necesario de todas maneras. ¿Para qué tomar tiempo en sentir? ¿Qué cambiaría eso?
A veces tratamos de hacer desaparecer nuestros sentimientos porque nos dan miedo, Reconocer lo que verdaderamente sentimos demandaría una decisión —acción o cambio— de parte nuestra.66 Nos enfrentará cara a cara con la realidad. Estaríamos conscientes de lo que estamos pensando de lo que queremos, y de lo que necesitamos hacer. Y todavía no estamos listos para hacer eso.
Los codependientes están oprimidos, deprimidos y reprimidos. Muchos de nosotros podemos decir rápidamente lo que alguien más está sintiendo, por qué una persona se siente de determinada manera, cuánto tiempo se han sentido así, y qué es lo que esa persona probablemente hará respecto a ese sentimiento.
Muchos de nosotros pasamos la vida inquietándonos por los sentimientos de los demás. Tratamos de componer los sentimientos de la gente. Tratamos de controlar los sentimientos de los demás. No queremos lastimar a la gente, no queremos irritarla, y no queremos ofenderle. Así de responsables nos sentimos por los sentimientos de los demás. Y, sin embargo, no sabemos lo que nosotros estamos sintiendo. Y si lo sabemos, no sabemos qué hacer para componernos. Muchos de nosotros hemos abandonado o nunca hemos asumido la responsabilidad por nuestro yo emocional.

Mi Reflexión: El codependiente pasa su vida tratando de enmendar os errores de los demás, de intervenir en sus vidas para arreglar las situaciones que les aquejan, sin darse cuenta que el necesita encargarse de si mismo. No sabe que hacer con su vida, por ello manipula la de los otros. (Alpha).

¿Estas apegado a personas o cosas? ¿Practicas el desapego? Comenta acá.