Reflexión del Dia: 31 de Julio

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente ratifica la importancia de aceptar la realidad y asumir su sanación.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Ahí estaban los sueños. Muchos de nosotros los mantuvimos tanto tiempo, asiéndonos a ellos a través de una pérdida y de una desilusión tras otra. Volaron de cara a la realidad, estremeciéndose ante la verdad, rehusándose a creer o a aceptar nada menos que eso. Pero un día la verdad nos sacudió y se rehusó a que la siguiéramos negando. Esto no es lo que habíamos querido, lo que habíamos planeado, lo que habíamos pedido, o lo que habíamos esperado. Nunca lo sería. El sueño estaba muerto, y nunca más podría revivir.
Algunos de nosotros vimos estrellarse nuestros sueños y esperanzas. Algunos podemos estar enfrentando el fracaso de algo extremadamente importante como es nuestro matrimonio o cualquier otra relación importante. Sé que hay mucho dolor ante la perspectiva de perder el amor o de perder los sueños que teníamos. No hay nada que podamos decir para hacer eso menos doloroso o para atenuar nuestra pena. Hiere profundamente ver destruidos nuestros sueños por el alcoholismo o por cualquiera otro problema. La enfermedad es mortal. Mata todo lo que está a la vista, incluyendo a nuestros más nobles sueños. “La dependencia química destruye lenta, pero completamente”, concluye Janet Woititz.54 Cuán cierto es esto. Cuán tristemente es cierto. Y nada muere más lenta o más dolorosamente que un sueño. Incluso la recuperación conlleva pérdidas, más cambios por cuya aceptación debemos luchar.
Cuando un cónyuge se vuelve sobrio, las cosas cambian. Cambian nuestros patrones de relación. Nuestras características codependientes, las maneras en que hemos sido afectados, son pérdidas de autoimagen que debemos afrontar. Aunque estos son cambios positivos, siguen siendo pérdidas, pérdidas de cosas que pueden no haber sido deseables pero que se han vuelto extrañamente cómodas. Estos patrones se habían vuelto comunes en nuestras circunstancias actuales. Por lo menos sabíamos qué esperar, incluso si esto significaba no esperar nada.

Reflexión: El codependiente se hace dependiente de un adicto a sustancias químicas, al alcohol, y otros. Su vida se limita a vivir desilusionado, a veces amargado. Con tristeza acepta que no puede intervenir para modificar los eventos que suceden a su alrededor. Ese desgaste nos lleva a dejar de lado nuestros ideales, sueños y a limitarnos a sobrevivir. No es justo para nosotros. Hagamos un esfuerzo importante para salir de ese hueco tenebroso donde estamos. (Alpha).

Estás en situación de vivir con un adicto? Cómo has trabajado tu recuperación? Comparte aquí tus vivencias.

Lectura Bíblica sugerida: A quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso; obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.
(1 Pedro 1:8-9).

Meditacion 31 de Julio… Dejemos ir lo que queremos

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós reafirma que el codependiente debe asumir un compromiso personal de soltar y dejar ir aquellas personas y objetos que te atan, sólo así iniciara su recuperación.

Si deseas conocer mas sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Para aquellos de nosotros que hemos sobrevivido controlando y sometiéndonos, dejar ir puede no resultar fácil. (Más Allá de la Codependencia).

En la recuperación aprendemos que es importante identificar lo que queremos y necesitamos. ¿Con qué nos deja este concepto? Con un paquete grande pero claramente identificado de deseos y necesidades que actualmente no están satisfechos. Nos hemos arriesgado a dejar de negar y a empezar a aceptar lo que queremos y necesitamos. El problema es que ahí están, insatisfechos, los deseos y necesidades. Esta posición puede ser frustrante, dolorosa, enojosa y, a veces, productora de obsesión.
Después de identificar nuestras necesidades hay un siguiente paso a seguir para satisfacer nuestros deseos y necesidades. Este paso es una de las ironías de la recuperación. El siguiente paso es dejar ir nuestros deseos y necesidades después de que hemos seguido pasos concienzudos para identificarlos.
Los dejamos ir, renunciamos a ellos, a nivel mental, emocional, espiritual y físico. A veces, esto significa que necesitamos renunciar. No siempre es fácil llegar a este lugar, pero generalmente es a donde necesitamos llegar.
Con qué frecuencia he negado un deseo o una necesidad, y luego he seguido los pasos para identificar mis necesidades, sólo para sentirme enojada, frustrada y desafiada porque no tengo lo que quiero y no sé como conseguirlo. Si entonces me embarco en un plan para controlar o influir en la consecución de ese deseo o necesidad, por lo general empeoro las cosas. Buscar, tratar de controlar el proceso, no funciona. He aprendido, para mi consternación, a dejarlos ir.
A veces tengo que llegar al punto de decir: «No lo quiero. Me doy cuenta de que es importante para mí, pero que no puedo controlar el hecho de obtenerlo en mi vida. Ahora, ya no me importa si lo tengo o no. Voy a ser absolutamente feliz sin eso y sin ninguna esperanza de conseguirlo, porque estar con la esperanza de conseguirlo, me está volviendo loca, cuanta más esperanza tengo de conseguirlo y trato de hacerlo más frustrada me siento porque no lo estoy consiguiendo».
No sé por qué este proceso funciona de esta manera. Lo único que sé es cómo me funciona a mí. No he encontrado otra alternativa al proceso de dejar ir.
A menudo podemos obtener lo que deseamos y necesitamos, o algo mejor. Dejarlo ir es parte de lo que hacemos para conseguirlo.

«Hoy lucharé por dejar ir esos deseos y necesidades que me están provocando frustración. Los pondré en mi lista de metas y luego lucharé por dejarlos ir. Confiaré en que Dios traerá a mí los deseos de mi corazón, en el tiempo que Dios quiera y a su manera».

Reflexión: El codependiente controlador se aferra a personas, objetos, eventos; y eso destruye su paz y serenidad interior. Una terapia efectiva es el «desapego de aquello que hace daño». Con base en ello, sugiero que hagas una lista de lo que te ata e inicies acciones factibles para deshacerte de estas. Nadie dijo que era fácil, pero si efectivas y saludables. Comprométete contigo mismo. (Alpha).

Has identificado lo que ata y desacomoda afectivamente? Has trabajado en soltar eso que te agobia? Comenta acá.

Versículo Bíblico del Día: Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. (Hebreos 11:6).