Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reitera que cuando ayudas a alguien tienes que hacerlo de corazón, nunca actúes para que te vean bien o para ganarte el cielo. Cuando tiendes una mano debes de saber que es para sentirte bien internamente, para sentirte bien contigo mismo y esa será tu satisfacción de hacer el bien sin esperar nada a cambio.
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Reflexiona sobre esto:
Creo que Dios quiere que ayudemos a la gente y que compartamos nuestro tiempo, talento y dinero. Pero creo también que Él quiere que demos desde una posición de alta autoestima Creo que los actos de amabilidad no son amables a menos que nos sintamos bien con nosotros mismos, con lo que estamos haciendo y con la persona para la cual estarnos haciéndolo. Creo que Dios está en cada uno de nosotros y que nos habla a cada quien. Si no podemos sentirnos bien en absoluto acerca de algo que estamos haciendo, entonces no debemos hacerlo, no importa cuán caritativo parezca ser. Tampoco debemos hacer por los demás las cosas que ellos deben y son capaces de hacer por sí mismos. Los demás no son inválidos. Nosotros tampoco.
Reflexión: La ayuda al prójimo debe ser una tarea de todos los días. Hay que tener presente que lo único necesario es la voluntad de tenderle una mano a quien lo necesite. No existe ningún manual para este tipo de ayuda, es cuestión de sentimiento y conciencia, por tanto solo debes atreverte y darte la oportunidad de sentirte útil para la gente que necesita mas que tu.
Te motivas ayudar a los demás? Comparte tus vivencias al respecto.
Lectura Biblica sugerida: Es porque el SEÑOR los ama y guarda el juramento que hizo a sus padres, que los ha sacado de Egipto con mano poderosa y los ha rescatado de la casa de esclavitud, de mano del faraón, rey de Egipto (Deuteronomio 7:8).