Reflexión del Dia: 21 de Agosto

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» nos hace reflexionar sobre el «dolor y sufrimiento» que siente el codependiente cuando asume hábitos de conductas autodestructivas cuando se relaciona con otros, y cómo se va desdibujando su autoestima hasta anularse como persona por ejercer un control enfermizo sobre los demás. Debemos aprender a amarnos, a aceptarnos como somos. Al relacionarnos nos corresponde fijar límites sanos para no caer en esos hábitos que solo nos llevan a perder nuestra paz interior.

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Reflexiona sobre esto:

Sea cual sea el problema que tenga la otra persona, la codependencia implica un sistema habitual de pensar, de sentir y de comportarnos hacia nosotros y hacia los demás que nos causa dolor. Las conductas o hábitos codependientes son autodestructivos. Con frecuencia reaccionamos a las personas que se autodestruyen; reaccionamos aprendiendo a autodestruirnos. Estos hábitos nos pueden conducir a, o mantenernos en, relaciones destructivas que no funcionan. Estas conductas pueden sabotear relaciones que en otras condiciones sí hubieran funcionado. Estas conductas pueden impedirnos encontrar la paz y la felicidad con la persona más importante en nuestra vida: uno mismo. Estas conductas pertenecen a la única persona que cada uno de nosotros puede controlar –a la única persona que podemos hacer cambiar– a uno mismo. Estos son nuestros problemas.

Reflexión: Nuestras conductas sólo pueden ser modificadas por cada uno de nosotros. Si nos planteamos sanar, asumimos que debemos comprometernos con buscar alternativas saludables para mantener las relaciones, que no trae paz vivir controlando, que es una ilusión creer que podemos cambiar a los otros. Enfoquemos la tarea en «CAMBIARNOS A NOSOTROS MISMOS», eso sí podemos y debemos hacerlo por nuestro propio bien. Basta ya de sufrir pretendiendo lo que es imposible. Recapacitemos y asumamos un plan de acción que nos conduzca a un mejor final… liberarnos de los apegos. Con fe, fuerza, tenacidad y amor hacia nosotros mismos podemos lograrlo (Alpha).

¿Has reflexionado que ya llegó el momento de introducir los cambios en tu vida? De soltar todo apego que nos agobia y nos hace infelices. Comenta si fijaste algunas metas concretas y si estas te han dado resultados positivos.

Lectura Biblica sugerida: Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. (Marcos 8:34).

Meditacion 21 de Agosto … Desapeguémonos en las relaciones

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea la necesidad de asumir cuándo desapegarnos, soltar esas conductas controladoras y establecer un plan de acción que nos conduzca a mantenernos firmes con referencia a dejar ir a las personas con quienes hemos mantenido relaciones difíciles que han impedido que alcancemos una serenidad perdurable.

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Medita sobre esto:

Cuando al principio nos vemos expuestos al concepto del desapego, muchos de nosotros lo encontramos objetable y cuestionable. Podemos pensar que desapegarse significa que a uno no le importan los demás.
Podemos creer que al controlar, al preocuparnos, y al tratar de forzar las cosas a que sucedan, estamos demostrando cuánto nos importan.
Podemos creer que el controlar, el preocuparnos y el forzar las cosas, de alguna manera afectarán el resultado que deseamos.
Controlar, preocuparse y forzar no funcionan. Aunque tuviéramos razón, el controlar no funciona. En algunos casos, puede impedir el resultado que esperamos.

A medida que practicamos el desapego con la gente en nuestra vida, empezamos lentamente a aprender la verdad. Desapegarse, y de preferencia desapegarse con amor, es una conducta en las relaciones que sí funciona.
También aprendemos algo más. El desapego -el dejar ir nuestra necesidad de controlar a la gente- mejora todas nuestras relaciones. Le abre la puerta al mejor resultado posible. Reduce nuestro nivel de frustración y nos libera a nosotros mismos y a los demás para vivir en paz y armonía.
Desapegarse quiere decir que nos importamos nosotros mismos y que nos importan los demás. Nos libera para tomar las mejores decisiones posibles. Nos capacitan para fijar los límites que necesitamos establecer con la gente. Nos permite tener nuestros sentimientos, dejar de reaccionar e iniciar un posible curso de acción. Alienta a los demás a hacer lo mismo.
Le permite a nuestro Poder Superior entrar en escena y obrar.

«Hoy confiaré en el proceso de desapegarme con amor. Entenderé que no solo estoy dejando ir; estoy dejando ir las cosas y dejando actuar a Dios. Estoy amando a los demás, pero también me estoy amando a mí mismo».

Reflexión: Es fácil para los codependientes «engancharnos»en una relación donde llevamos el control sobre los otros, y en ello podemos estar «regodeándonos» por años, manteniendo el criterio que los demás requieren de nosotros y solo así «nos sentimos realizados» y «tomados en cuenta». Por ello, al presentarse la alternativa del «desapego», nuestro mundo se agita, y la mente no acepta ni comprende por que debemos hacerlo, a menos que estemos conscientes que ya la vida se nos ha vuelto «ingobernable». Creemos firmemente que mantenemos el mando, nos convertimos en quien «todo lo resuelve. Competimos con Dios». Al desapegarnos, más si lo hacemos en el marco del amor, estamos entregando el control a un ser superior a nosotros, y eso es ¡LIBERADOR! El proceso no se da en un «chasquido de dedos», lleva un compromiso de parte nuestra de querer sanar. Vendrán recaídas, pero allí mantendremos ese compromiso con nosotros mismos. Asumamos que es nuestra tarea relevante. (Alpha).

¿Has sentido que ya no gobiernas tu vida, y que solo deseas complacer a la gente? ¿Has puesto en practica el Desapego? Comenta aquí cuáles han sido tus resultados.

Versículo Bíblico del Dia: Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. (Juan 8:12).