Reflexión del Dia: 10 de Agosto

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» ratifica la necesidad de asumir la responsabilidad de su propio cuidado.

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Reflexiona sobre esto:

Descubre qué necesitas hacer para cuidar de ti mismo. Toma tus decisiones basándote en la realidad y tómalas en un estado de ánimo apacible. ¿Necesitas pedir disculpas? ¿Quieres olvidarte del asunto? ¿Necesitas hablar con alguien de corazón a corazón? ¿Necesitas tomar otra decisión para cuidar de ti mismo? Cuando tomes tu decisión ten en mente cuáles son tus responsabilidades. No tienes la responsabilidad de que los otros “vean la luz” y no necesitas “enderezarlos”. Tienes la responsabilidad de ayudarte a ti mismo a ver la luz y de enderezarte. Si no te sientes en paz con alguna decisión, olvídala. No es tiempo para tomarla todavía. Espera hasta que tu mente esté consistente y tus emociones estén tranquilas.
Cálmate. No necesitas sentirte tan asustado. No necesitas sentirte tan frenético. Mantén las cosas en perspectiva. ¡Hazte la vida más fácil!

Reflexión: El codependiente asume posiciones y conductas que le envuelven en una trama de desesperación y angustia permanente. Para salir de ese caos debería estar sereno y calmado, centrando su atención en la paz que viene de la divinidad. (Alpa).

Cómo actúas en momentos de angustia? Logras serenarte? Comparte tus vivencias al respecto.

Lectura Bíblica sugerida: Desgarren su corazón y no sus vestidos”. Vuelvan al SEÑOR, su Dios, porque él es clemente y compasivo, lento para la ira, grande en misericordia y desiste del castigo (Joel 2:13).

Meditación 15 de Julio… Baja las expectativas

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea la importancia de dejar el temor al fracaso al iniciar un plan o establecer unas metas que te llevan a lograr cosas que deseas.

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Medita sobre esto:

Cuando comienzas un primer proyecto creativo o comienzas el estudio de un arte u oficio, lo que quiero que hagas es reducir tus estándares hasta que desaparezcan. Está bien. No se supone que seas bueno al principio. Así que bien podría darse el regalo liberador de gozosamente esperar que usted sea malo. (Barbara Sheer y Annie Gotlieb, Wishcraft).

Cuando comencé a escribir artículos en periódicos y revistas, tardé entre uno y tres meses en completar un breve artículo. Después de escribir durante algunos años, llevé un temporizador a mi oficina un día. Me dije a mí mismo que sabía cómo hacer lo que estaba haciendo, ahora iba a aprender a hacerlo más rápido. En poco tiempo, pude escribir en dos horas lo que me había llevado meses llevar a cabo. Las palabras clave aquí están en el tiempo.
Cuando comencé a recuperarme de la dependencia química, tardé ocho meses de tratamiento para comprender lo que otras personas comprendían en seis semanas. Con el tiempo, me convertí en un consejero de dependencia química. Con el tiempo, escribí libros sobre el tema. Las palabras clave aquí están en el tiempo.
Cuando comencé a recuperarme de la codependencia, no pude distinguir un gesto de control de establecer un límite. No sabía cuándo me estaba cuidando o qué quería decir eso. No conocía la manipulación de un intento honesto de expresar mis emociones. Con el tiempo, escribí un best-seller sobre el tema. Nuevamente, las palabras clave aquí están en el tiempo.
Comienza donde está. Comienza mal. Solo comienza. Déjate caer, torpe y confundido. Si ya sabías cómo hacerlo, no sería una lección en tu vida. Y no obtendrás la emoción de la victoria en dos, cinco o diez años a partir de ahora cuando mires atrás y digas: «Wow. Me he vuelto bueno en eso con el tiempo».
Todas las cosas son posibles para él o ella que cree, dice la Biblia. Disfruta de esos incómodos comienzos. Deléitate con ellos. Ellos son la clave de tu éxito.

«Dios, ayúdame a dejar de vivir por miedo a hacerlo mal. Ayúdame a reducir mis expectativas para permitir un comienzo incómodo».

Actividad: ¿Qué has estado posponiendo o evitando por temor a comenzar mal? Haga una lista de cada logro que tenga, ya sea de graduarse de la escuela primaria o la universidad, aprender una nueva habilidad en un trabajo o ser padre. Luego, escribe en tu diario sobre cómo se sintió al principio. Ahora, haz una lista de las cosas que quieres hacer. Al lado de tu objetivo, escribe estas palabras para ti: te doy permiso para hacer esto mal al principio. Documente su desempeño cada vez que intente ese objetivo. Continúe volviendo a esta sección de su diario hasta que se encuentre registrando lo bien que lo hizo.

Temes hacer cosas que deseas ejecutar? Estás en proceso de cambiar asistiendo a la Terapia de Doce Pasos CoDA? Comenta acá.

Versículo Biblico del Dia: Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios; y cualquiera cosa que pidiéremos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él. (1 Juan 3:21-22).

Meditación 8 de Julio … Ve con la corriente

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea la importancia de «dejar fluir». Dejarnos sorprender y aceptar lo que la vida nos trae puede ser una maravillosa opción si la vivimos desde la responsabilidad y el compromiso.

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Medita sobre esto:

Deja ir el miedo y tu necesidad de control. Despójate de la ansiedad. Déjala que se escurra, mientras te zambulles en el río del momento presente, el río de tu vida, tu sitio en el universo.
Deja de tratar de forzar la dirección. Trata de no nadar contra la corriente, a menos que esto sea necesario para tu supervivencia. Si te has estado aferrando a una rama de la orilla, suéltala.
Déjate ir hacia delante. Déjate que se te lleve hacia delante.
Evita los rápidos cuando sea posible. Si puedes, permanece relajado. Hacerlo, te puede llevar seguro por las fieras corrientes.
Si te hundes por un momento, permítete subir a la superficie de manera natural. Lo harás.
Aprecia la belleza del paisaje, tal como es. Ve las cosas con frescura, con novedad. ¡Nunca volverás a pasar por el paisaje de hoy!
No pienses demasiado en las cosas. La corriente es para que la experimentes. Dentro de ella, cuídate a ti mismo. Tú eres parte de la corriente, una parte importante. Trabaja con la corriente, trabaja dentro de la corriente. No es necesario patalear. Deja que la corriente te ayude a cuidarte a ti mismo. Déjala que te ayude a fijar límites, a tomar decisiones y a llevarte a donde necesites estar cuando sea tiempo de ello.
Puedes confiar en la corriente, y en tu parte dentro de ella.

«Hoy me dejaré ir con la corriente».

Reflexión: Dejar fluir significa aceptar en lugar de luchar, aprovechar la corriente para dirigirnos hacia donde deseamos. Es dejarnos sorprender por lo que pasa en cada momento, en lugar de planificar al máximo. (Psic. Maria Alejandra Castro). Sugiero leas aquí

Estas luchando contra la corriente de tu vida? Comparte acá.

Versículo Biblico del Dia: Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. (Hebreos 4:12).

Reflexión del Dia: 24 de Abril

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reafirma que el codependiente le resta importancia a disfrute de la vida. Así mismo insiste que la Terapia hará que asuma con facilidad aquellas actividades orientadas a su entretenimiento y diversión.

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Reflexiona sobre esto:

Vivir nuestra vida puede no ser tampoco un prospecto emocionante para algunos de nosotros. Tal vez hemos estado tan envueltos con otras personas que hemos olvidado cómo vivir y disfrutar de nuestras vidas.
Podemos sufrir un dolor emocional tan grande que pensamos que no tenemos vida propia; lo único que sentimos es nuestro dolor. Eso no es verdad. Somos más que nuestros problemas. Podemos ser más que nuestros problemas.40 No porque hasta ahora la vida haya sido tan dolorosa debe seguir lastimándonos. La vida no tiene que herirnos tanto, y no será así, si empezamos a cambiar. De aquí en adelante puede ser que no todo sean rosas, pero tampoco tiene por qué ser todo espinas. Necesitamos y podemos desarrollar nuestras propias vidas. Como dice un amigo mío: “Consíguete una vida”.
Algunos codependientes piensan que una vida sin futuro, sin propósito, sin grandes sacudidas y sin grandes quebrantos no vale la pena vivirse. Eso tampoco es verdad. Yo creo que Dios nos tiene guardadas cosas emocionantes e interesantes a cada uno de nosotros. Creo que para cada quien existe un propósito placentero y que vale la pena por algo más que cuidar a la gente y ser un apéndice de ella. Creo que manifestamos esta actitud cuando cuidamos de nosotros mismos. Empezamos a cooperar. Nos abrimos a la bondad y a la riqueza de que disponemos dentro de nosotros y para nosotros.

Reflexión: La percepción de la persona codependiente en relación a la recreación es negativa. Suele no dedicarle tiempo ni esfuerzo a disfrutar de cosas que le entretengan para su bienestar. Revertir esta creencia no es fácil, pero tampoco imposible. Para ello, durante la recuperación, y una vez detectado por el mismo el problema, abordará la solución, dándole mayor tiempo a la diversión y entretenimiento como parte de su sanación. (Alpha).

¿Dedicas tiempo a tu recreación y diversión? ¿Sientes mejoría en tu calidad de vida cuando lo haces? Comenta acá.

Lectura Bíblica sugerida: ¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo somos! El mundo no nos conoce, precisamente porque no lo conoció a él. (1 Juan 3:1).

Meditacion 17 de Febrero… Cuidando el autocuidado

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós reitera que el codependiente debe asumir un comportamiento responsable con su autocuidado, dándole la relevancia que tiene como herramienta útil en su recuperación.

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Medita sobre esto:

No hay una guía para establecer límites. Cada uno de nosotros tiene nuestro propio guía dentro de nosotros mismos. Si continuamos trabajando en la recuperación, nuestros límites se desarrollarán. Se pondrán sanos y sensibles. Nuestro ser nos dirá lo que necesitamos saber, y nos amaremos lo suficiente como para escuchar. (Más Allá de la Codependencia).

¿Qué necesitamos hacer para cuidarnos?
Escucha esa voz interior. ¿Que te hace enojar? ¿De qué has tenido suficiente? ¿En qué no confías? ¿Qué no se siente bien? ¿Qué no puedes soportar? ¿Qué te hace sentir incómodo? ¿Qué deseas? ¿Necesitar? ¿Qué no quieres y necesitas? ¿Qué te gusta? ¿Qué se sentiría bien?
En la recuperación, aprendemos que el cuidado personal nos guía en el camino hacia la voluntad y el plan de Dios para nuestra vida. El cuidado personal nunca nos aleja de nuestro bien más elevado; conduce hacia ella.
Aprende a nutrir esa voz en el interior. Podemos confiar en nosotros mismos. Podemos cuidar de nosotros mismos. Somos más sabios de lo que pensamos. Nuestro guía está dentro, siempre presente. Escucha, confía, y nutre esa guía.

«Hoy afirmare que soy un regalo para mí y para el Universo. Recordaré que nutrir el autocuidado ofrece ese regalo en su forma más elevada».

Reflexión: Cuando el codependiente hace consciente que se recuperara si y solo si, adopta con convicción, una responsabilidad para su propio cuidado, aceptara cambiar la idea de cuidar a los otros primero que a el mismo. Es allí que inician los grandes cambios en su vida, en su relación con los demás, en su creencia firme que ya basta de equivocarse, de manipular, de descuidarse. Llegó el momento de autocuidarse, de aceptarse, de quererse. (Alpha).

¿Estás asumiendo la responsabilidad contigo mismo? ¿Cómo te sientes al respecto? Comenta acá.

Versiculo Biblico del Dia: No me escogieron ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los comisioné para que vayan y den fruto, un fruto que perdure. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre. (Juan 15:16).

Reflexión del Dia: 4 de Febrero

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependientemanifiesta la necesidad de entender que el codependiente saldrá adelante cuando asuma responsabilizarse de sí mismo.

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Reflexiona sobre esto:

Darnos a nosotros mismos lo que necesitarnos significa volvernos nuestro terapeuta personal, nuestro confidente, nuestro consejero espiritual, nuestro compañero, nuestro mejor amigo y nuestro cuidador en esta emocionante nueva aventura que hemos emprendido: vivir nuestra propia vida.
Basamos todas nuestras decisiones en la realidad, y las tomamos como mejor nos conviene.
Tomamos en cuenta nuestras responsabilidades para con otras personas, porque esto es lo que hace a la gente responsable. Pero también sabemos que nosotros contamos. Tratamos de eliminar los “debo de” de nuestras decisiones y aprendemos a confiar en nosotros mismos. Si nos escuchamos a nosotros mismos y a nuestro poder superior, no seremos engañados. Darnos lo que necesitamos y aprender a vivir en forma autodirigida requiere de fe. Necesitamos fe suficiente para proseguir con nuestra vida, y necesitamos hacer al menos algo pequeñito a diario para empezar a ir hacia adelante.
A medida que aprendemos a preocuparnos por nuestras necesidades y a satisfacerlas, nos perdonamos a nosotros mismos cuando cometemos errores y nos felicitamos a nosotros mismos cuando hacemos bien las cosas. No sentimos tanta congoja cuando hacemos algunas cosas pobremente y otras más con cierta mediocridad, pues eso es también parte de la vida. Aprendemos a reírnos de nosotros mismos y de nuestra humanidad, pero no reímos cuando necesitamos llorar. Nos tomarnos en serio, pero no demasiado en serio.

Reflexión: Cuan necesario es para el codependiente aprender a vivir a plenitud. Eso se alcanza cuando conscientemente se responsabiliza de su cuidado. Entiende que el es la fortaleza para salir a flote, comprende que sus capacidades existen y debe aprender a manejarse con los conflictos y salir airoso de ellos. (Alpha).

¿Estás responsabilizándote de tí mismo? ¿Sientes que has avanzado en tu recuperación? Comparte tus vivencias aquí.

Lectura Bíblica sugerida: ¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo somos! El mundo no nos conoce, precisamente porque no lo conoció a él. (1 Juan 3:1).

Meditación 4 de Diciembre… Disfruta el vacio

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que si bien vivimos momentos que nos llenan de inquietud donde no sabemos que hacer, solo nos queda aceptar que actué nuestro poder superior y guíe nuestras decisiones.

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Medita sobre esto:

Comenzamos a caminar por un camino: recuperación, un nuevo trabajo, una nueva relación. Estamos ocupados, incluso abrumados, con todo lo que tenemos ante nosotros. Trabajamos y caminamos nuestro camino y crecemos. Entonces un día la relación cambia. El trabajo cambia. O estamos lo suficientemente lejos para mirar más allá del siguiente minuto de sobriedad y cuando miramos, no podemos ver nada.
Nos asustamos. La nada puede ser aterradora. No hay forma de planificar para el futuro. No podemos hacer el movimiento correcto. Estamos rodeados de decisiones, y ninguno de ellas se siente como el correcto.
Relájate. Saborea este momento. Deja de tratar de llenarlo. Estás en el vacío, ese lugar mágico del cual surge toda creación. Respira el aire, mira las flores, siente el sol. O enciende un fuego para mantenerte caliente. No hay que asustarse de este lugar; no hay nada que tengas que hacer. Continúa recorriendo tu camino, y la forma creativa se te aclarará pronto.

«Dios, ayúdame a dejar de preocuparme cuando estoy en los lugares intermedios de mi vida. Ayúdame a caminar en paz y deja que el universo me muestre el camino que debo seguir. Ayúdame a relajarme en este espacio y acumular energía para el viaje por delante».

Mi Reflexión: En la vida del codependiente se presentan situaciones diversas que pueden generarle ansiedad, tristeza, depresión. En esos instantes, le resulta difícil asumir una postura clara y entra en juego el miedo a no conocer si esta haciendo lo correcto. Permitamos relajarnos, soltar nuestro temor y transformarlo en serenidad, aceptando que eso nos rebasa y dejar que actué nuestro poder superior. Es la mejor forma de vencer esos momentos intermedios en nuestra recuperación. (Alpha).

¿Estas pasando por momentos de vacío en tu vida? ¿Cómo lo enfrentas? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 7 de Noviembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» reafirma que debemos confiar en mantener el control de nuestra vida, somos los únicos que podemos cambiarnos y lo lograremos recuperándonos.

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Reflexiona sobre esto:

Podemos aprender a depender de nosotros mismos. Tal vez otra gente no haya estado allí cuando la hemos necesitado, pero nosotros podemos estar allí cuando nos necesitamos a nosotros mismos.
Dejemos de abandonarnos a nosotros mismos, nuestras necesidades, nuestros deseos, nuestros sentimientos, nuestras vidas, y todo lo que nos conforma. Haz el compromiso de siempre estar allí cuando te necesites tú mismo. Podemos confiar en nosotros mismos. Podemos manejar y contender con los eventos, los problemas y los sentimientos que la vida nos depara. Podemos confiar en nuestros sentimientos y en nuestros juicios. Podemos resolver nuestros problemas. Podemos, también, aprender a vivir con nuestros problemas no resueltos. Debemos confiar en la persona de la que estamos empezando a depender: «uno mismo».

Reflexión: Nuestra prioridad debe ser cuidarnos, amarnos, respetarnos, confiar en nosotros mismos. Somos capaces de resolver nuestras dificultades, asumir el control de nuestra vida, solo que debemos creerlo. (Alpha).

¿Has asumido el control de tu vida? ¿Confías en ti mismo? Comenta tus vivencias.

Meditación 19 de Octubre … Nuestros puntos buenos

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós afirma que no todo es negativo en el carácter del codependiente, solo debe reconocer aquello que sean sus puntos débiles y trabajar en repararlos y cambiarlos gradualmente.

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Medita sobre esto:

¿Qué es un Codependiente? La respuesta es fácil. Son algunas de las personas más amorosas, más solícitas que conozco. (Más Allá de la Codependencia).
No necesitamos limitar un inventario acerca de nosotros mismos a lo negativo. Concentrarnos sólo en lo malo es un asunto medular de nuestra codependencia.
Honestamente, sin miedo, pregúntate: «¿Que tengo de bueno? ¿Cuales son mis puntos buenos? «¿Soy una persona amorosa, solicita, cariñosa?». Podemos haber descuidado el amarnos a nosotros mismos en el proceso de cuidar a los demás, pero ser cariñoso es una cualidad.
«¿Hay algo que haga particularmente bien?» «¿Tengo una fe solida?» ¿Soy bueno como parte de un equipo o como líder?» «¿Tengo un modo especial con las palabras o con las emociones?»
«¿Tengo sentido del humor?» «¿Alegro a la gente?» «¿Soy bueno para consolar a los demás?» «¿Tengo la habilidad de sacar algo bueno prácticamente de la nada?» «¿Veo lo mejor en la gente?»

Estas son cualidades del carácter. Podremos habernos ido al extremo con ellas, pero eso está bien. Ahora estamos en camino de encontrar el equilibrio.
La recuperación no es eliminar nuestra personalidad. La recuperación tiene por objeto cambiar, aceptar, trabajar o transformar nuestros aspectos negativos y construir sobre los positivos. Todos tenemos cualidades; lo único que necesitamos es concentrarnos en ellas, darles poder y extraerlas de nuestro interior.
Los codependientes son de las personas más amorosas, más solícitas que hay. Ahora, estamos aprendiendo a darnos a nosotros mismos algo de esa preocupación y de ese cariño.

«Hoy me concentraré en lo que tengo de bueno. Me daré a mí mismo algo del cariño que le he dado al mundo».

Reflexión: El Codependiente tiende a creer que todo en su interior es negativo. Debemos entender que tenemos puntos favorables en nuestra vida, y durante la recuperación fortalecer estos aspectos de nuestro carácter y las áreas negativas ir reparándolas hasta acercarnos a lo deseable. Somos seres amorosos y capaces de amar a los otros, bien podríamos darnos mas amor a nosotros mismos. Nos merecemos ese reconocimiento propio. (Alpha).

¡Conoces los elementos positivos y negativos de tu carácter? Puedes compartir tu experiencia durante la recuperación.

Reflexión del Dia: 14 de Octubre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» refiere que el codependiente puede asumir algunas actividades de relajación y entretenimiento cuando percibe que está «reaccionando al entorno de manera negativa». Relajarse y hacer la situación llevadera es una excelente forma de ayudarse a enfrentar esas reacciones.

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Reflexiona sobre esto:

A veces nuestras reacciones provocan que los demás reaccionen de cierto modo. (Pero no necesitamos seguir haciéndolo, (¿o sí?). A veces el reaccionar estrecha nuestra visión en tal forma que nos quedamos varados reaccionando a los síntomas o a los problemas. Podemos estar tan ocupados reaccionando que no tenemos tiempo ni energía para identificar el problema real, y mucho menos para descubrir cómo solucionarlo. Podemos pasar años reaccionando ante cada incidente provocado por la bebida y la crisis resultante¡fallando completamente en reconocer que el verdadero problema es el alcoholismo! Aprende a dejar de reaccionar de maneras que no son necesarias y que no funcionan. Elimina las reacciones que te lastiman.
Siguen algunas sugerencias para ayudarte a desapegarte de la gente y de tus reacciones negativas hacia ella. Estas son sólo sugerencias. No existe una fórmula específica para lograr el desapego. Necesitas encontrar tu propia manera, una que te funcione a ti.
Aprende a reconocer cuando estás reaccionando, cuándo estás permitiendo que alguien o algo tire de tus cuerdas. Generalmente cuando empiezas a sentirte ansioso, temeroso, indignado, rechazado, avergonzado, preocupado, confundido o a padecer autoconmiseración, hay algo en tu medio ambiente que te ha hecho nudos. (No afirmo que esté mal experimentar estos sentimientos. Probablemente cualquiera se sentiría así. La diferencia estriba en que estamos aprendiendo a decidir por cuánto tiempo deseamos seguir sintiéndonos así, y qué queremos hacer al respecto.) Emplear las palabras “ella, o él o eso me hicieron sentir”, a menudo indica que estamos reaccionando. Perder nuestra
sensación de paz y serenidad probablemente es el indicador más poderoso de que estamos atrapados en algún tipo de reacción.
Ponte cómodo. Cuando reconoces que estás en medio de una reacción caótica, di o haz lo menos posible hasta que puedas restaurar tu nivel de serenidad y de paz. Haz cualquier cosa que necesites hacer (que no sea destructivo para ti ni para nadie más) que ayude a relajarte. Inhala profundamente unas cuantas veces. Sal a caminar. Limpia la cocina. Siéntate en el baño. Ve a casa de un amigo.
Acude a una junta de Al-Anón. Lee un libro de meditación. Vete a la playa. Mira un programa de televisión. Encuentra una manera de separarte emocional, mental (y si es necesario) físicamente de aquello a lo que estás reaccionando. Busca una forma de librarte de la ansiedad. No tomes un trago ni manejes por la calle a 100 kilómetros por hora. Haz algo que no sea arriesgado y que te ayude a
restaurar tu equilibrio.
Analiza lo que ha sucedido. Si se trata de un incidente menor, serás capaz de sobreponerte tú solo. Si el problema es serio, o si te perturba seriamente, tal vez quieras discutirlo con un buen amigo que te ayude a aclarar tus pensamientos y emociones. Las dificultades y los sentimientos crecen cuando tratamos de apresarlos en nuestro interior. Habla acerca de tus sentimientos. Asume la responsabilidad de ellos. Siente verdaderamente lo que estés sintiendo. Nadie te hizo sentir así. Alguien pudo haberte ayudado a que te sintieras de determinada manera, pero el sentimiento lo sentiste tú. Manéjalo. Luego, esclarece tú mismo la verdad sobre lo que sucedió. ¿Estabas alguien tratando de molestarte? (Si hay duda al interpretar algo como un insulto o rechazo, prefiero creer que eso no tuvo nada que ver conmigo. Me ahorra tiempo y me ayuda a sentirme bien conmigo misma.) ¿Estabas tratando de controlar a alguien o algún evento? ¿Qué tan serio es el problema o el asunto? ¿Estás tomando la responsabilidad de otro? ¿Estás enojado porque alguien no adivinó lo que en realidad querías o lo que en verdad querías decir? ¿Estás tomando la conducta de otro de un modo demasiado personal?
¿Alguien oprimió tus botones de culpa o de inseguridad? ¿Es en verdad el fin del mundo, o es meramente algo triste y decepcionante?
Descubre qué necesitas hacer para cuidar de ti mismo. Toma tus decisiones basándote en la realidad y tómalas en un estado de ánimo apacible. ¿Necesitas pedir disculpas? ¿Quieres olvidarte del asunto? ¿Necesitas hablar con alguien de corazón a corazón? ¿Necesitas tomar otra decisión para cuidar de ti mismo? Cuando tomes tu decisión ten en mente cuáles son tus responsabilidades. No tienes la responsabilidad de que los otros “vean la luz” y no necesitas “enderezarlos”. Tienes la responsabilidad de ayudarte a ti mismo a ver la luz y de enderezarte. Si no te sientes en paz con alguna decisión, olvídala. No es tiempo para tomarla todavía. Espera hasta que tu mente esté consistente y tus emociones estén tranquilas.
¡Cálmate! No necesitas sentirte tan asustado. No necesitas sentirte tan frenético. Mantén las cosas en perspectiva. ¡Hazte la vida más fácil!

Reflexión: Descubrir cuando estamos reaccionando es importante por cuanto nos permite asumir algunas conductas que pueden «descentrar» la atención. Ejecutar actividades que nos relajen le dan la dimensión exacta a las cosas desde una perspectiva menos dramática. Meditar sobre lo que nos ocurre y actuar en mejorar ese evento de ansiedad y miedo va ejercitándonos en tomar la decisión correcta en el momento de la nuestra reacción negativa. Ponte en disposición de relajación, no de angustia y ansiedad. Nada grave pasa, todo es nuestra percepción. (Alpha).

¿Cuando estas reaccionando cúal comportamiento asumes? Comenta aquí.