Reflexión del Dia: 28 de Noviembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea la conducta autodestructiva que maneja el codependiente dentro del «círculo del Drama o de Karpman». La autora advierte la necesidad de salir de ese círculo insano y detener el dolor. No es fácil, pero tampoco imposible. Al sentir la necesidad de salir, y con el desarrollo de un trabajo personal eficiente, se logra.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

El peor aspecto de ser cuidadores es que nos tornamos víctimas y así nos quedamos. Creo que muchas conductas autodestructivas serias —el consumo abusivo de productos químicos, los trastornos en la manera de comer, los trastornos sexuales— se desarrollan a través de este papel de víctima. Siendo víctimas, atraemos a los perpetradores. Creemos que necesitamos a alguien que nos cuide, porque nos sentimos desamparados. Algún cuidador por fin nos presentará a una persona o a alguna institución para que nos cuide mental, física, financiera o emocionalmente.
¿Por qué, se preguntarán, personas aparentemente razonables hacen este tipo de rescate? Por muchas razones. La mayoría de nosotros ni siquiera nos damos cuenta de lo que hacemos. Creemos en verdad que estamos ayudando. Algunos creemos que tenemos que rescatar. Hemos confundido nuestras ideas acerca de lo que es ayudar y de lo que no lo es. Muchos estamos convencidos de que el rescatar es una obra de caridad.
Incluso podemos llegar a considerar cruel y duro de corazón hacer algo con tanta sangre fría como permitir a una persona que maneje y afronte un sentimiento legítimo, sufra una consecuencia, se desilusione al escuchar un “no”, se le pida que responda a nuestras necesidades y deseos y que en lo general se le considere responsable de si mismo o de sí misma en este mundo. No importa que ellos ciertamente paguen un precio por nuestra “ayuda”, un precio que será tan duro o más severo aún que cualquier sentimiento que pudieran enfrentar.
Muchos no entendernos de qué somos responsables y de qué no lo somos. Podemos creer que tenemos la obligación de estremecernos cada vez que alguien tiene un problema porque es responsabilidad nuestra actuar justamente así. En ocasiones al sentirnos responsables de tantas cosas, nos enfermamos de tal manera que rechazamos toda responsabilidad y nos volvemos totalmente irresponsables.
Sin embargo, en el centro de la mayoría de los rescates hay un demonio: baja autoestima. Rescatamos porque no nos sentimos bien con nosotros mismos. Aunque los sentimientos son temporales y artificiales, el hecho de cuidar nos da un estado temporal de sentimientos agradables, de autoestima y de poder. Tal y como un trago ayuda a un alcohólico a sentirse mejor momentáneamente, un rescate nos distrae temporalmente del dolor de ser quienes somos.

Mi Reflexión: Los codependientes nos convertimos en cuidadores muchas veces porque así lo hicimos desde la infancia y fue una conducta aprendida. Ser cuidadores-rescatadores nos ancla en una actitud de mártires o víctimas que impiden que progresemos hacia la recuperación. Aprendemos a movernos en el círculo de Karpman y allí nos regodeamos hasta sentir que somos victimados. Seguimos en ese círculo insano por mucho tiempo, nos desgastamos y nos sentimos infelices, abusados y maltratados. Detener esta conducta autodestructiva es vital para sentirnos bien, nos toca asumir una responsabilidad con nosotros mismos.(Alpha).

¿Eres un cuidador-rescatador? ¿Cómo trabajas este rango de conducta insana? Comenta acá.

Meditacion 28 de Noviembre… Probándoselo a nosotros mismos

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós expresa que el codependiente debe plantearse como meta primaria aceptase tal cual es y aprender a cuidar de sí mismo. Dejar de controlar a los demás es necesario para su recuperación.

Si deseas conocer más sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Pasé un año tratando de demostrarle a mi esposo cuánto me estaba lastimando la bebida. Cuando comencé a recuperarme, me di cuenta de que era yo quien necesitaba darme cuenta de lo mucho que me estaba lastimando la bebida. (Anónimo).
Pasé meses tratando de demostrarle a un hombre con el que estaba saliendo lo responsable y saludable que era. Entonces me di cuenta de lo que estaba haciendo. No necesitaba darse cuenta de lo responsable y saludable que era. Yo si. (Anónimo).

Tratando de demostrar lo buenos que somos, tratando de demostrar que somos lo suficientemente buenos, tratando de mostrarle a alguien cuánto nos ha herido, tratando de mostrarle a alguien que estamos entendiendo, son señales de advertencia de que podemos estar en nuestra propia derrotando comportamientos.
Pueden ser una indicación de que estamos tratando de controlar a alguien. Pueden ser una indicación de que no creemos lo buenos que somos, que somos lo suficientemente buenos, que alguien nos está lastimando.
Pueden ser una advertencia de que nos hemos dejado enganchar a un sistema disfuncional. Pueden indicar que estamos atrapados en esa niebla nublada de negación o que estamos haciendo algo que no es bueno para nosotros.
Intentar en exceso para hacer un punto con otro puede significar que todavía no hemos hecho ese punto con nosotros mismos. Una vez que hagamos ese punto con nosotros mismos, una vez que comprendamos, sabremos qué hacer.
El problema no es que los demás nos entiendan y nos tomen en serio. El problema no es que los demás crean que somos buenos y lo suficientemente buenos. El problema no es que otros vean y crean cuán responsables, cariñosos o competentes somos.
El problema no es si los demás se dan cuenta de cuán profundamente estamos sintiendo un sentimiento en particular. Nosotros somos los que necesitamos ver la luz.

«Hoy, Dios, ayúdame a dejar de lado mi necesidad de controlar los resultados al influir en las creencias de los demás. Me concentraré en aceptarme a mí mismo en lugar de intentar probar algo sobre mí mismo. Si me encuentro en la trampa codependiente de tratar de enfatizar algo sobre mí mismo a otro, me preguntaré si necesito convencerme de ese punto.»

Mi Reflexión: El codependiente transita su existencia controlando a los demás, su comportamiento está ceñido a complacer y quedar bien con las personas En muchas ocasiones queremos dejar ver cuánto ha progresado en la recuperación, aunque esta conducta puede señalar lo contrario: seguimos tratando de controlar y hacer ver a las personas que somos buenos y estamos bien. Llegó el momento que entendamos que solo necesitamos estar claros nosotros mismos, que nuestra tarea primaria es atendernos, aceptarnos, cuidarnos, solo así alcanzaremos paz, serenidad y disfrutaremos de la vida ¡Ponte a cumplir tu tarea, deja que los demás vivan como deseen. (Alpha).

¿Sigues teniendo la necesidad de controlar a los otros? ¿Has iniciado tu proceso de recuperación? Comparte aquí tu experiencia al respecto.

Reflexión del Dia: 27 de Noviembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea el desapego como la herramienta clave para lograr salir de una dependencia emocional.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

El desapego no es un alejamiento frío, hostil; no es una aceptación resignada y desesperante de todo aquello que la vida y la gente nos tire en el camino; no es una manera robótica de ir por la vida, absortos, y totalmente indiferente a la gente y a los problemas; no es una actitud de inocente dicha infantil; ni un desentendimiento de lo que son nuestras verdaderas responsabilidades hacia nosotros mismos y hacia los demás; ni una ruptura en nuestras relaciones. Tampoco es que retiremos nuestro amor y nuestra solicitud, aunque a veces estas formas de desapegarnos pueden ser las mejores a seguir, por el momento.
De una manera ideal, desapegarnos es liberarnos o apartarnos de una persona o problema con amor. Mental, emocional y a veces físicamente nos desembarazamos de nuestro involucramiento insano (y a menudo doloroso) con la vida y responsabilidades de otra persona, y de los problemas que no podemos resolver.

Mi Reflexión: El codependiente vive parte de su vida apegado a personas y eventos. Eso lo transforma negativamente y su vida transcurre con dolor y sufrimiento. La estrategia clave para lograr salir de esa dependencia, es el «Desapego». Debemos tener claro que esto no significa que dejemos de amar a los demás, ni que es fácil lograr este estado. Solo si comprendemos en esencia que significa desapegarse, podemos alcanzar nuestra paz y serenidad. (Alpha).

¿Estas apegado? ?A qué o a quién? ¿Cómo haces para desapegarte? ¿Lo logras? Comparte tu vivencia.

Meditación 27 de Noviembre… Es nuestra lección

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós expresa que todos tenemos pruebas que superar en la vida. Hasta no conocer nuestro papel en la existencia tendremos sufrimiento.

Si deseas conocer mas sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Cuando aprendes tus lecciones, el dolor desaparece. (Elisabeth Kübler-Ross, La rueda de la vida).

Algunas veces, esperamos y esperamos a que termine una situación dolorosa. ¿Cuándo dejará de beber? ¿Cuándo llamará? ¿Cuándo mejorará este aspecto financiero? ¿Cuándo sabré qué hacer a continuación?
La vida tiene su propia línea de tiempo. Tan pronto como recibimos la lección, el dolor se neutraliza y luego desaparece.
Y la lección es siempre nuestra.
Examina tu vida. ¿Estás esperando que alguien o algo fuera de ti suceda para hacerte sentir mejor? ¿Estás esperando que alguien aprenda su lección para que el dolor se detenga? Si es así, intente girar hacia adentro.
¡Vea lo que realmente es la lección!

«Dios, por favor muéstrame lo que se supone que debo aprender ahora mismo.»

Mi Reflexión: La persistencia de dolor y sufrimiento en nuestra vidas puede ser una señal inequívoca que algo tenemos para aprender y no lo hemos hecho aùn. No hay fórmulas mágicas. Nada ni nadie de nuestro entorno puede vivir nuestra existencia. Cada quien tiene sus pruebas que superar y solo así, nos liberaremos del dolor. Acércate a tu ser superior, allí están las respuestas. (Alpha).

¿Has accedido a Dios para hallar las respuestas a tu sufrimiento? ¿Crees en un Dios verdadero que tiene un plan específico para Tí en tu vida? Comenta acá tus vivencias al respecto.

Reflexión del Dia: 26 de Noviembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea que el codependiente reta la voluntad divina manteniendo una necesidad obsesiva de controlar a las personas y los eventos.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Cuando intentamos controlar a la gente y a las cosas que no tenemos por qué controlar, somos controlados por ellos. Abdicarnos a nuestro poder para pensar, sentir y actuar de acuerdo con lo que más nos conviene. A menudo perdemos el control sobre nosotros mismos. Con frecuencia, somos controlados no sólo por la gente, también por enfermedades tales como el alcoholismo, o las tendencias compulsivas en el comer y en los juegos de apuesta. El alcoholismo y otros trastornos destructivos son fuerzas poderosas. Nunca se debe olvidar que los alcohólicos y otras personas con problemas son expertos controladores. Encontramos la horma de nuestro zapato cuando tratamos de controlarlos a ellos o a su enfermedad. Perdemos la batalla. Perdemos la guerra. Nos perdemos a nosotros mismos, a nuestras vidas Como dice una frase de Al-Anón: Tú no lo provocaste; no lo puedes controlar; y no lo puedes curar. ¡Así que deja de tratar de hacerlo! Nos frustramos al máximo cuando tratarnos de hacer lo imposible. Y generalmente impedirnos que suceda lo posible Creo que asirse fuertemente a una persona o cosa, o forzar mi voluntad sobre cualquier situación elimina la posibilidad de que mi poder superior haga algo constructivo acerca de la situación, la persona o yo. Mi afán de controlar bloquea el poder de Dios. Bloquea la capacidad de otras personas para crecer y madurar. Impide que los sucesos ocurran de una manera natural. Me impide a mí disfrutar de la gente o de los eventos.

Mi Reflexión: En los codependientes la necesidad de controlar los eventos y las personas le sobrepasan y pierde la percepción de la realidad. En ocasiones pretende actuar como Dios. No puede parar esa necesidad y ello le dificulta disfrutar de la alegría, la serenidad y la felicidad. Solo, a través de la recuperación, desarrollando la confianza en su Poder Superior, será posible alcanzar un control de si mismo y de sus actos (Alpha).

¿Tienes necesidad de control sobre los eventos y las personas? ¿Compites con Dios en cuanto a actuar por ti mismo?. Comparte tu experiencia aquí.

Meditación 26 de Noviembre… Es hora de enojarse

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que tendemos a sentir enfado y no acertamos a saber como manejar este sentimiento. Lo mejor es interpretar las razones y actuar mejorando nosotros mismos.

Si deseas conocer mas sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Ya es hora de que te enojes, sí, eso está enojado.
La ira puede ser una emoción tan potente y atemorizante. También puede ser un sentimiento que nos guía hacia decisiones importantes, a veces decisiones difíciles de tomar. Puede señalar los problemas de otras personas, nuestros problemas o simplemente los problemas que debemos abordar.
Negamos nuestra ira por una variedad de razones. No nos damos permiso para permitir que entre en nuestra conciencia, al principio. Comprende que no desaparece; se sienta en capas debajo de la superficie, esperando que estemos listos, seguros y lo suficientemente fuertes como para manejarlo.
Lo que podemos hacer en lugar de enfrentar nuestro enojo y lo que nos dice sobre el cuidado personal es sentirnos heridos, victimizados, atrapados, culpables e inseguros acerca de cómo cuidarnos a nosotros mismos. Podemos retirar, negar, poner excusas y esconder nuestras cabezas en la arena, por un tiempo.
Podemos castigar, desquitarnos, gimotear y preguntarnos.
Podemos perdonar repetidamente a la otra persona por comportamientos que nos lastiman. Podemos temer que alguien se vaya si tratamos con nuestra ira hacia él o ella. Podemos temer que tengamos que irnos si lidiamos con nuestra ira.
Podemos simplemente tener miedo de nuestra ira y la potencia de la misma. Es posible que no sepamos que tenemos un derecho, incluso una responsabilidad para nosotros mismos, de permitirnos sentir y aprender de nuestra ira.

«Dios,ayuda a que emerjan mis sentimientos de ira ocultos o reprimidos. Ayúdame a tener el valor de enfrentarlos. Ayúdame a entender cómo debo cuidarme con las personas a las que siento ira. Ayúdame a dejar de decirme a mí mismo que algo anda mal conmigo cuando las personas me victimizan y me siento enojado por la victimización. Puedo confiar en mis sentimientos para señalar los problemas que necesitan mi atención.»

Mi Reflexión: No siempre el sentimiento de enojo o enfado es negativo. Podemos aceptar este sentimiento y analizar las razones que motivan sentir ira. Es necesario interpretar por qué nos enojamos tan frecuentemente. Llegar a la raíz del asunto puede conducirnos a cambios en nosotros y nuestra percepción de las conductas de los demás para con nosotros. Puede convertirse en un estimulador para saber cuáles áreas deben ser atendidas, cuidando de nosotros mismos. (Alpha).

¿Sientes ira frecuentemente? ¿Has logrado analizar las causas? ¿Logras controlar tus momentos de enojo o de ira? ¿Cómo lo haces? Comparte acá.

Reflexión del Dia: 25 de Noviembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea a su criterio el significado de la codependencia como un trastorno.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

“Es natural que tratemos de proteger y de ayudar a las personas que nos importan. También es natural que nos afecten los problemas de la gente que nos rodea y que reaccionemos a ellos. A medida que un problema se vuelve más serio y permanece sin resolverse, más nos afecta y más reaccionamos hacia él.”

La palabra reaccionar es importante aquí. Sea como sea que nos aproximemos a la codependencia, como sea que la definamos, y sea cual fuere el marco de referencia que elijamos para diagnosticarla y para tratarla, la codependencia es primordialmente un proceso de reacción. Los codependientes son reaccionarios.
Reaccionan en exceso. Reaccionan demasiado poco. Pero rara vez actúan. Reaccionan a los problemas, las vidas, los dolores y las conductas de otros. Reaccionan a sus propios problemas, dolores y conductas.
Muchas reacciones codependientes son reacciones al estrés. No es necesariamente anormal, pero resulta heroico y un auténtico salvavidas aprender a no reaccionar y a actuar de maneras más sanas. Sin embargo, la mayoría de nosotros necesitamos que se nos enseñe a hacerlo.
Quizá alguna de las razones por las cuales los profesionales consideran enfermedad a la codependencia es porque muchos codependientes están reaccionando a una enfermedad tal como el alcoholismo.
Otra razón por la cual se le llama enfermedad a la codependencia es porque es progresiva. A medida que la gente a nuestro alrededor se enferma más, podemos empezar a reaccionar en forma más intensa aún. Lo que empezó como una pequeña preocupación puede disparar el aislamiento, la depresión, una enfermedad física o emocional, o fantasías suicidas. Una cosa lleva a la otra, y las cosas se empeoran. La codependencia puede no ser una enfermedad, pero puede enfermarte. Y también puede contribuir a que la gente a tu alrededor permanezca enferma.
Otra razón más por la que se le llama enfermedad a la codependencia es porque las conductas codependientes –como muchas conductas autodestructivas se vuelven habituales. Repetimos los hábitos sin pensarlo. Los hábitos cobran vida propia.

Mi Reflexión: La codependencia está catalogada como un trastorno psicoafectivo porque: a) es progresiva, deteriora nuestra parte emocional y llega hasta enfermarnos físicamente, b) es obsesivo-compulsivo el comportamiento de quienes la padecen, c) compromete las relaciones humanas, y d) aísla a las personas de la realidad. (Alpha).

¿Puedes catalogarte como codependiente? ¿Qué sientes al respecto? Si es así, ¿Te propones actuar en tu recuperación? Comparte aquí.

Meditacion 25 de Noviembre… El alivio está a la vuelta de la esquina

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que es necesario probar cambiando la forma en que manejamos nuestra vida, en ocasiones de manera monótona y rutinaria. Refiere que llego el momento de incluir pequeños cambios que nos hacen movernos y repensar nuestra actitud.

Si deseas conocer mas sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Necesitaba ir a la ciudad a hacer recados. Era una mañana fría en la playa, nisiquiera 70 grados. Me puse la chaqueta, subí al auto y salí. Doblé por la carretera del cañón y quedé impresionado por la belleza de la niebla que ardía, jugando al escondite con las paredes del cañón. Era 94 y soleado cuando llegué a la ciudad.
Ejecuté mis recados y me detuve en In-and-Out Burger para almorzar. Cuando volví al automóvil, el termómetro decía 102. Hacía calor. El tráfico fue malo, la temperatura llegó a 106 en la autopista e incluso el aire acondicionado no ayudó mucho.
Finalmente, volví a la carretera del cañón. La hierba era marrón y me preocupaban los incendios forestales; se ponen tan mal aquí. Pronto, noté que la temperatura había bajado a 94 ° otra vez, luego 90°, luego 88°. Las colinas se volvieron verdes. Doblé una esquina y pude ver el Océano Pacífico. La temperatura era 82°. Cuando llegué a casa, volví a 74°.
Me sorprendió la gran diferencia que hicieron algunas millas.
A veces, un pequeño cambio puede afectar la forma en que nos sentimos, mucho. ¿Te sientes abrumado o presionado? Haz otra cosa por un tiempo. ¡Date un regalo! A veces, el cambio más pequeño en nuestra rutina puede hacer maravillas para cambiar la temperatura en nuestras vidas.

«Dios, ayúdame a ver cualquier cambio que pueda hacer que tenga un efecto positivo en mi energía y en la forma en que me siento.»

Mi Reflexión: Cuando convertimos nuestra vida en rutinaria, bien vale la pena introducir pequeños cambios en nuestra vida. Partamos de la premisa que si movemos alguna pieza del tablero van a generarse cambios sutiles, que permiten obtener logros y éxito. Así podemos introducir cambios en nuestra forma de vivir, y veremos resultados inesperados. No importa cuán pequeños puedan ser, todo provoca «cambio de energía», eso es bueno para nuestra recuperación. (Alpha).

¿Te das el chance de introducir pequeños cambios en tu vida diaria? ¿Cómo te impactan estos cambios? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 24 de Noviembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea que las relaciones humanas se ven perturbadas para los codependientes y estos deben aceptar la socialización de manera natural. Puede sentirse temor, pero hay que darse el chance de establecer vínculos afectivos.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

El trato cercano con los demás puede parecernos un asunto temerario, pero no tiene por qué asustarnos tanto. Y no es tan difícil. Nos sentimos bien incluso cuando nos relajamos y dejamos que suceda.
Está bien sentir miedo de la cercanía y del amor, pero también está bien que nos permitamos amar y sentirnos cerca de la gente. Está bien dar y recibir amor. Podemos tomar buenas decisiones acerca de a quién amar y cuándo hacerlo. Está bien que seamos como somos al estar en contacto con la gente.
Tomemos el riesgo de hacerlo. Podemos confiar en nosotros mismos. Podemos pasar por la difícil situación y la fricción que causa el iniciar relaciones. Podemos encontrar personas en quienes es seguro confiar. Podemos abrirnos, volvernos honestos y ser quienes somos. Incluso podemos manejar el hecho de ser heridos o rechazados de vez en cuando. Podemos andar sin perdernos a nosotros mismos y sin ceder nuestros límites. Podemos amar y pensar al mismo tiempo. Podemos quitarnos nuestros zapatos para correr.
Podemos preguntarnos a nosotros mismos, ¿estamos impidiendo la cercanía en nuestras relaciones actuales? ¿Cómo es que lo hacemos? ¿Es necesario? ¿Por qué? ¿Conocemos a alguien a quien nos gustaría acercarnos, alguien con quien nos sintamos seguros de acercarnos? ¿Por qué no damos los primeros pasos para acercarnos a esa persona? ¿Nos gustaría iniciar algunas relaciones nuevas? ¿Cómo podemos hacerlo? ¿Queremos y necesitamos tener más intimidad en nuestras relaciones, pero nos estamos conformando con menos? ¿Por qué?

Mi Reflexión: El codependiente siente temor para generar vínculos afectivos. Elude cualquier contacto con las personas por miedo a ser rechazado. Llega un momento que sufre cuando le toca «socializar» y huye de esas relaciones. Podemos subsanar esta actitud: permitiéndonos acercamientos que no nos incomoden. No tenemos por que sentir miedo y si lo sentimos, debemos permitirlo y dejar que pase lo que va a pasar. Relajarse y aceptar es la clave. (Alpha).

¿Tienes temor a socializar? Si es así, ¿Cómo abordas esa situación? Comenta acá.

Meditación 24 de Noviembre… Amor, en palabras y acciones

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós resalta la necesidad de dar y recibir amor, solo que se hace necesario que si no tenemos cubierta esa necesidad, podamos aceptar a las personas que nos rodean.

Si deseas conocer mas sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Muchos de nosotros tenemos ideas confusas sobre lo que significa ser amado y cuidado.
Muchos de nosotros fuimos amados y atendidos por personas que tenían discrepancias entre lo que decían y lo que hacían.

Es posible que hayamos tenido una madre o un padre que nos dijo «te amo» y luego nos abandonó o descuidó, dándonos ideas confusas sobre el amor. Por lo tanto, ese patrón se siente como el amor, el único amor que conocimos.
Algunos de nosotros pueden haber sido atendidos por personas que cubrían nuestras necesidades y decían que nos amaban, pero al mismo tiempo nos maltrataban. Eso, entonces, se convierte en nuestra idea de amor.
Algunos de nosotros pudimos haber vivido en ambientes emocionalmente estériles, donde las personas decían que nos amaban, pero no había sentimientos ni cuidados disponibles. Eso puede haberse convertido en nuestra idea de amor.
Podemos aprender a amar a los demás o a nosotros mismos de la manera en que hemos sido amados, o podemos dejar que los demás nos amen de la manera que hemos sido amados, ya sea que eso se sienta bien o no. Es hora de que nuestras necesidades se cumplan de manera que realmente funcionen. El amor no saludable puede satisfacer algunas necesidades superficiales, pero no nuestra necesidad de ser amado.
Podemos esperar congruencia en el comportamiento de los demás. Podemos disminuir el impacto de las palabras solo e insistir en que el comportamiento y las palabras coinciden.
Podemos encontrar el coraje, cuando sea apropiado, para confrontar las discrepancias en palabras y acciones, no para avergonzar, culpar o encontrar fallas, sino para ayudarnos a estar en contacto con la realidad y con nuestras necesidades.
Podemos dar y recibir amor donde el comportamiento coincide con las palabras. Merecemos recibir y dar lo mejor que el amor tiene para ofrecer.

«Hoy, estaré dispuesto a dar y recibir el amor más saludable posible. Observaré las discrepancias entre las palabras y los comportamientos que me confunden y me hacen sentir loco. Cuando eso suceda, entenderé que no estoy loco. Estoy en medio de una discrepancia.»

Mi Reflexión: Dar y recibir amor es una necesidad permanente del hombre. En algunos casos recibimos amor de manera superficial y observamos que has discrepancias significativas en el comportamiento de las personas que nos proveen ese amor. ¿Qué hacer en esa situación? Solamente entender y aceptar que cada quien actúa según sus convicciones y creencias al respecto. Nuestra meta es recuperarnos. Lograr cambios significativos y brindar amor sano. (Alpha).

¿Recibiste manifestaciones de amor saludable en tu niñez y adolescencia? ¿Te beneficio ser amada y considerada por quienes te criaron? Comparte acá.