Meditación 29 de Diciembre… Dejando ir lo que queremos

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós expone que el codependiente cuanto mas tiempo ha estado atado otro tanto se le dificulta desprenderse de las relaciones, eventos y sustancias.

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Medita sobre esto:

Para aquellos de nosotros que hemos sobrevivido controlando y entregándonos, dejarlo ir puede no ser fácil. (MÁS ALLÁ DE LA CODEPENDENCIA).

En la recuperación, aprendemos que es importante identificar lo que queremos y necesitamos. ¿Dónde nos deja este concepto? Con un paquete grande pero claramente identificado de deseos y necesidades actualmente no satisfechas. Nos hemos arriesgado para dejar de negar y para comenzar a aceptar lo que queremos y necesitamos. El problema es que la necesidad se cuelga allí, no se cumple.
Esto puede ser un lugar frustrante, doloroso, molesto y, a veces, obsesivo.
Después de identificar nuestras necesidades, hay un siguiente paso para satisfacer nuestros deseos y necesidades. Este paso es una de las ironías espirituales de la recuperación. El siguiente paso es dejar de lado nuestros deseos y necesidades después de que hayamos tomado medidas meticulosas para identificarlos.
Los dejamos ir, los abandonamos, en un nivel mental, emocional, espiritual y físico. A veces, esto significa que debemos rendirnos. No siempre es fácil llegar a este lugar, pero generalmente es a donde tenemos que ir.
Cuántas veces he negado un deseo o una necesidad, luego repasé los pasos para identificar mis necesidades, solo para sentirme molesto, frustrado y desafiado porque no tengo lo que quiero y no sé cómo obtenerlo. Si luego me embarco en un plan para controlar o influir para lograr que se satisfaga esa necesidad o necesidad, generalmente empeoraré las cosas. Buscar, intentar controlar el proceso, no funciona. Debo, lo he aprendido para mi consternación, dejarlo ir.
Algunas veces, incluso tengo que ir al punto de decir: «No lo quiero». Me doy cuenta de que es importante para mí, pero no puedo controlar eso en mi vida. Ahora, ya no me importa si lo tengo o no. De hecho, voy a ser absolutamente feliz sin eso y sin ninguna esperanza de obtenerlo, porque la esperanza de obtenerlo me vuelve loco: mientras más espero y trato de obtenerlo, más frustrado me siento porque estoy no lo entiendo «.
No sé por qué el proceso funciona de esta manera.
Solo sé que así es como funciona el proceso para mí. No he encontrado forma de evitar el concepto de dejar ir.
A menudo podemos tener lo que realmente queremos y necesitamos, o algo mejor. Dejar ir es parte de lo que hacemos para conseguirlo.

«Hoy, me esforzaré por soltar esos deseos y necesidades que me están causando frustración. Los ingresaré en mi lista de objetivos, luego lucharé por dejarlos ir. Confiaré en Dios para que me traiga los deseos de mi corazón, en el tiempo de Dios y en el camino de Dios.»

Mi Reflexión: Para el codependiente que ha sostenido su vida controlando los demás, el proceso de soltar o dejar ir resulta frustrante aceptarlo y aplicarlo. No es fácil desprenderse de las creencias y convicciones que lo mantienen atado a personas, eventos o sustancias. ¡Desapegarse es la solución para sanar! (Alpha).

¿Estás tratando de practicar el desapego? ¿Cuánto tiempo te lleva lograrlo? Comparte tu experiencia.

Reflexión del Dia: 26 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» enfatiza que el codependiente se convierte en un camaleón para manipular a las personas y eventos que le rodean. Todo ello a fin de lograr «meterse en sus vidas y lograr su cometido de controlar».

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Reflexiona sobre esto:

Los Codependientes son tiránicos y dominantes, algunos gobiernan con mano de hierro desde un trono que ellos mismos se han atribuido. Son poderosos. Ellos siempre saben más. Y, por Dios, que las cosas se harán a su modo. Ellos se encargarán de que así sea.
Otros hacen su sucio trabajo en forma encubierta. Se ocultan tras un disfraz de dulzura y amabilidad, y secretamente se dedican a o suyo: ¡A METERSE EN LOS ASUNTOS DE LOS DEMÁS!
Otros, llorando y suspirando, claman incapacidad, proclaman su dependencia, anuncian su total victimación, y exitosamente controlan por medio de su debilidad. Son tan inútiles, Necesitan tanto de tu cooperación. No pueden vivir sin ella. A veces los débiles son los más poderosos manipuladores y controladores. Han aprendido a asirse a las cuerdas de la culpa y de la lástima.
Muchos codependientes combinan sus tácticas, empleando una variedad de métodos. ¡Cualquier cosa que funcione! (O, para ser más exactos, esperando resultados de cualquier cosa que no funcione).
No importa cuáles sean las tácticas, las metas siguen siendo las mismas, Conducen a otras personas a hacer lo que tú quieres que hagan. Las llevan a comportarse como tú piensas que deben hacerlo. No las dejan actuar de modos que tú consideras incorrectos para ellas, pero que quizá intentarían, si no fuera por tu “ayuda”.
Fuerzan los eventos de la vida para que se desarrollen y se desenreden de la manera y a la hora que tú has designado. No dejan que ocurra lo que ocurre, o lo que podría suceder. Nosotros hemos escrito la obra, y nos encargaremos de que los actores se comporten y de que las escenas se desarrollen exactamente com nosotros hemos decidido que debe ser. No importa que sigamos colándonos de la realidad. Si nos abocamos a la carga con suficiente insistencia, podremos (creemos) detener el flujo de la vida, transformar a la gente y cambiar las cosas a nuestro antojo.

Mi Reflexión: Las conductas controladoras que asume el codependiente son variadas, desde la tiranía, la victimización, la amabilidad, la dulzura, etc. Solo persiguen manipular y controlar a los demás y a os eventos para lograr salirse con la suya. (Alpha).

¿Cuáles son las conductas que utilizas para controlar? ¿Estás pensando en recuperarte y entrar a terapia Doce Pasos de CoDA? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 25 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» enfatiza que el codependiente se convierte en rescatador cuando cuida a personas que incluso pueden valerse por si misma. Es una conducta aprendida desde su niñez.

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Reflexiona sobre esto:

Rescatamos cada vez que tomamos las responsabilidades de otro ser humano, los pensamientos, sentimientos, decisiones, conductas, crecimiento, bienestar, problemas o destino de otra persona. Las acciones siguientes son una forma de Rescatar:

– Hacer algo que no queremos hacer.
– Decir que sí cuando queremos decir que no.
– Hacer algo por alguien aunque esa persona es capaz de hacerlo por ella misma y debería estar haciéndolo.
– Satisfacer las necesidades de la gente sin que nos lo hayan pedido y antes de que hayamos consentido en hacerlo.
– Hacer más de lo que en justicia nos toca hacer una vez que se nos ha pedido ayuda.
– Consistentemente dar más de lo que recibimos en una situación particular.
– Arreglar tos sentimientos de la gente.
– Pensar por los demás.
– Hablar en nombre de otra persona.
– Sufrir las consecuencias de la conducta de los demás en vez de que sean ellos quienes las sufran.
– Solucionarle a la gente sus problemas.
– Poner más interés y mayor actividad en una labor conjunta que los que pone la otra persona.
– No pedir lo que nosotros queremos, necesitamos o deseamos.

Mi Reflexión: El codependiente se vuelve un rescatador-cuidador muchas veces desde su infancia. Vive encargado del cuidado de otra(s) persona(s). Ese escenario se repite inclusive hasta su vida adulta. Se acostumbra y adapta a hacer lo de siempre. Es dificil desprenderse de tal responsabilidad y prefiere mantenerse en ese mismo rol. (Alpha).

¿Estás al cuidado de personas? ¿Eres un rescatador de alguien? Comenta tus vivencias al respecto.

Reflexión del Dia: 22 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea que definir la codependencia como enfermedad se fundamenta en la conducta autodestructiva que asume el codependiente ante los eventos que le rodean.

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Reflexiona sobre esto:

Una persona codependiente es aquella que ha permitido que la conducta de otra persona la afecte, y que está obsesionada con controlar la conducta de esa persona.
La otra persona puede ser un niño o adulto o un amante o un cónyuge, un hermano o hermana, un abuelo o abuela, un cliente o un amigo íntimo. Estas personas pueden ser alcohólicas, drogadictas, gente mental o físicamente enferma, una persona normal que de vez en cuando tiene sentimientos de tristeza, o una de las personas mencionadas anteriormente.
Pero el núcleo de la definición y de la recuperación no está en la otra persona, no importa cuánto lo creamos así, Está en nosotros mismos, en la manera en que permitimos que la conducta de otra persona nos afecte y en la forma en que tratamos de afectarla a ella: en los cuidados obsesivos, controladores, “ayudadores”, en la baja autoestima que raya en el odio hacia uno mismo, en la autorepresión, en la abundancia de ira y de culpa, en la peculiar dependencia de gente peculiar, en la atracción por y en la tolerancia de lo bizarro, en el estar centrado en otro que conduce al abandono de uno mismo, en problemas de comunicación, problemas de intimidad y en un continuo torbellino a través de las cinco fases del proceso de duelo.

Mi Reflexión: Definir la codependencia resulta difícil, es una situación compleja por cuanto el ser humano que la padece está apegado a las acciones de otra persona para buscar su paz y tranquilidad. La codependencia bien puede definirse como una adicción, ya que el codependiente asume conductas autodestructivas basadas en la obsesión, compulsión, control, manipulación y hábitos insanos de relacionarse con los otros. (Alpha).

¿Eres un codependiente con apego emocional? ¿Estás en recuperación en Terapia Doce pasos de CoDA? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 20 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» enfatiza en la actitud reaccionaria del codependiente. Reafirma que cualquier evento dispara conductas autodestructivas que alteran la serenidad de esta persona.

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Reflexiona sobre esto:

Rescatamos cada vez que cuidamos de los demás.

Al cuidar o rescatar podemos sentir uno o más de los siguientes sentimientos: incomodidad y malestar por el dilema de la otra persona; la urgencia de hacer algo; lástima; sentimiento de culpa; santidad; ansiedad; una extrema responsabilidad por esa persona o problema; miedo; la sensación de estar siendo forzado u obligado a hacer algo; una indisposición ligera o severa a hacer algo; mayor competencia que la persona a la que estarnos “ayudando”; u ocasionalmente resentimiento por haber sido colocados en esta posición. También pensamos que la persona a quien estamos cuidando está desvalida y es incapaz de hacer lo que nosotros hacemos por ella. Sentimos que temporalmente nos necesita.
No me refiero a actos de amor, de amabilidad, de compasión y de verdadera ayuda, a situaciones en las cuales legítimamente se desea y se necesita de nuestra ayuda y nosotros queremos darla. Estos actos son la sal de la vida. Rescatar o cuidar no lo son.
Cuidar de los demás parece un acto mucho más amistoso de lo que es. Requiere incompetencia por parte de la persona a quien estamos cuidando. Rescatamos “víctimas”, personas que creemos no son capaces de ser responsables de si mismas. Las víctimas en realidad son capaces de cuidar de sí mismas, aunque nosotros y ellas no lo admitimos. General mente nuestras víctimas están ahí esperando a un lado del triangulo a que nosotros hagamos el primer movimiento y brinquemos dentro del triángulo con ellas.

Mi Reflexión: El codependiente es un reaccionario ante cualquier evento. Se mueve en el triángulo del drama o de Karpman. Cuando rescata personas y trata de solucionar todos sus problemas, esta siendo irresponsable doblemente. Por un lado impide que ese ser humano resuelva sus conflictos, y al propio tiempo se desprende de la responsabilidad que tiene el de cuidarse a si mismo. (Alpha).

¿Eres una persona apegada? ¿Eres reaccionario a eventos? Comenta acá.

Meditación 17 de Diciembre… Síguelo

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea el rol protagónico que juega el codependiente en su recuperación. Solo manteniéndose firme logrará curarse.

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Medita sobre esto:

Siga practicando sus comportamientos de recuperación, incluso cuando se sienta incómodo, incluso cuando todavía no lo haya hecho, incluso si aún no lo consigue.
A veces se necesitan años para que un concepto de recuperación se mueva de nuestra mente a nuestro corazón y alma. Necesitamos trabajar en los comportamientos de recuperación con la diligencia, el esfuerzo y la práctica repetida que aplicamos a los comportamientos codependientes. Necesitamos obligarnos a hacer cosas incluso cuando no se sienten naturales. Necesitamos decirnos que nos preocupamos por nosotros mismos y que podemos cuidarnos incluso cuando no creemos lo que estamos diciendo.
Tenemos que hacerlo, y hacerlo, y hacerlo, día tras día, año tras año.
No es razonable esperar que esta nueva forma de vida se hunda de la noche a la mañana. Es posible que tengamos que «actuar como si» durante meses, años, antes de que los comportamientos de recuperación se arraiguen y sean naturales.
Incluso después de años, podemos encontrarnos, en tiempos de estrés o coacción, volviendo a las viejas formas de pensar, sentir y comportarnos.
Podemos tener capas de sentimientos que no estamos listos para reconocer hasta años después de nuestra recuperación. ¡Esta bien! Cuando sea el momento, lo haremos.
¡No te rindas! Lleva tiempo lograr el amor propio en el núcleo de nosotros. Se necesita práctica repetida. Tiempo y experiencia Lecciones, lecciones y más lecciones.
Entonces, justo cuando pensamos que hemos llegado, descubrimos que tenemos más que aprender.
Esa es la alegría de la recuperación. ¡Seguimos aprendiendo y creciendo toda nuestra vida!
Sigue cuidando de ti mismo, no importa qué. Sigue ocultándote en los comportamientos de recuperación, un día a la vez. Sigue amándote a ti mismo, incluso cuando no se sienta natural. Actúa por el tiempo que sea necesario, incluso si ese período de tiempo parece más largo de lo necesario.
Un día, sucederá. Te despertarás y descubrirás que lo que has estado luchando y esforzándote tanto y forzándote a hacer, finalmente se siente cómodo. Le ha pegado a tu alma.
Luego, vas a aprender algo nuevo y mejor.

«Hoy, me conectaré con mis comportamientos de recuperación, incluso si no se sienten naturales. Me obligaré a realizar los movimientos incluso si eso me resulta incómodo. Trabajaré en amarme a mí mismo hasta que realmente lo haga.»

Mi Reflexión: Si algo debe privar en la recuperación de la codependencia es la perseverancia y tenacidad para mantenerse en ese sendero. No es fácil modificar creencias y cambiar conductas. El codependiente maneja por años comportamientos autodestructivos que alteran su patrón de valores y convicciones. Cambiar eso lleva años. El rol activo corresponde al codependiente. Los otros nos acompañan, pero el protagonismo es nuestro. No hay que desfallecer, siempre habrá altibajos y rebotes, pero hay que mantenerse en esa línea de acción. (Alpha).

¿Estás en recuperación? ¿Has enfrentado altibajos? ¿Cómo lo has superado? Comparte tu experiencia aquí.

Reflexión del Dia: 16 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea la particularidad que tiene el codependiente para reaccionar ante cualquier evento de su vida. Exagera esa respuesta viviendo de manera compulsiva.

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Reflexiona sobre esto:

La mayoría de los codependientes son reaccionarios. Reaccionamos con ira, culpa, vergüenza, odio a nosotros mismos, preocupación, sentimientos heridos, gestos controladores, acciones solícitas, depresión, desesperación y furia. Reaccionamos con miedo y ansiedad. Algunos de nosotros reaccionamos tanto que nos resulta doloroso estar cerca de la gente, y torturante encontrarnos dentro de un grupo grande de personas. Es normal reaccionar y responder a nuestro medio ambiente. Reaccionar es parte de la vida. Es parte de interactuar, es parte de ser humano y de estar vivo. Pero nos permitimos irritamos tanto y distraernos tanto. Pequeñeces, cosas mayores —lo que sea— tienen el poder de descarrilarnos. Y nuestra respuesta después de que reaccionamos a menudo no es la que más nos conviene.
Podemos haber empezado a reaccionar y a responder urgente y compulsivamente con patrones que nos lastiman. El solo hecho de sentir urgencia y compulsión es suficiente para herirnos. Nos mantenemos en un estado de crisis, fluyendo la adrenalina y tensos los músculos, listos para reaccionar ante emergencias que generalmente no son tales. Alguien hace algo, de modo que nosotros debemos hacer algo a la vez. Alguien se siente de determinada manera de modo que nosotros debemos sentirnos de otra determinada manera.

Mi Reflexión: Una conducta habitual en el codependiente es la «reacción permanente e inusual a todo evento o situación a su alrededor». Esta conducta aprendida acompaña nuestros actos parte de nuestra vida. Nos mantenemos en crispación, actuamos de manera compulsiva y desgastamos las energías en cualquier tontería. Eso impide que vivamos serenos y tranquilos. (Alpha).

¿Vives reaccionando a cualquier evento? ¿Esa conducta te hace sentir bien? ¿Cómo tratas ese problema? Comparte tu experiencia al respecto.

Reflexión del Dia: 15 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea las consecuencias del apego afectivo y como este genera serias dificultades a quien lo padece.

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Reflexiona sobre esto:

Los problemas que causa el apego son muchos. Sobreinvolucarnos de alguna manera puede mantenernos en un estado de caos; puede mantener a la gente que nos rodea en ese estado. Si concentramos toda nuestra energía en la gente y en los problemas, nos queda poco para dedicar el acto de vivir nuestra propia vida. Y ya hay bastante preocupación y responsabilidad en el ambiente. Si la tomamos toda nosotros, no queda nada para la gente que nos rodea. Esto nos hace trabajar en exceso a nosotros y quitarles bastante trabajo de encima a los demás. Y aún más, preocuparnos por la gente y por los problemas no funciona. No resuelve los problemas, no ayuda a los demás y no nos ayuda a nosotros mismos. Es energía desperdiciada.
Preocuparnos y obsesionarnos nos mantiene con tal maraña en la cabeza que no podemos resolver nuestros problemas. Cada vez que nos apegamos de esta manera a alguien o a algo, nos separamos de nosotros mismos. Perdemos contacto con nosotros mismos. Damos en prenda nuestro poder y nuestra capacidad para pensar, sentir, actuar y cuidar de nosotros mismos. Perdemos el control.

Mi Reflexión: Definitivamente estar apegado emocionalmente a otra persona genera desordenes físicos y psicoafectivos que perturban la vida de quien lo vive. El apego afectivo hace que nos despersonalicemos y vivamos la vida a través de los demás. Perdemos el control y estamos a merced de cualquier situación. (Alpha).

¿Estás apegado a alguien? ¿Cómo estás enfrentando esta situación? ¿Has buscado ayuda con Grupos de CoDA? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 14 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» enumera las bondades del desapego, enfatizando en la obtención de la libertad interior.

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Reflexiona sobre esto:

Las recompensas que el desapego nos brinda son muchas: serenidad, una profunda sensación de paz interior, la capacidad de dar y de recibir amor de una manera que nos enaltece y nos llena de energía, y la libertad para encontrar soluciones reales a nuestros problemas. Encontramos la libertad para vivir nuestra propia vida sin sentimientos excesivos de culpa o de responsabilidad hacia los demás.23 En ocasiones el desapego llega a motivar y a liberar a la gente que se encuentra a nuestro alrededor para empezar a solucionar sus problemas. Dejamos de mortificarnos por ellos y lo perciben, de modo que finalmente comienzan a preocuparse por ellos. ¡Qué gran plan! Cada quien atiende sus propios asuntos.

Mi Reflexión: Cuando nos desapegamos entendemos que esta herramienta tiene muchas fortalezas: alcanzar la libertad tanto el codependiente como las personas ligadas afectivamente a el, aprender el valor de dar y recibir amor sanamente, dejar atrás sentimientos de vergüenza, ira, culpa y ansiedad ¡Esto bien vale la pena intentarlo! (Alpha).

¿Estás trabajando en desapegarte? ¿Cómo te va con el desapego? Comparte aquí.

Reflexión del Dia: 13 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» reitera que hay una sola vía para alcanzar la independencia emocional y esta es el desapego.

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Reflexiona sobre esto:

El desapego no es un alejamiento frío, hostil; no es una aceptación resignada y desesperante de todo aquello que la vida y la gente nos tire en el camino; no es una manera robótica de ir por la vida, absortos, y totalmente indiferente a la gente y a los problemas; no es una actitud de inocente dicha infantil; ni un desentendimiento de lo que son nuestras verdaderas responsabilidades hacia nosotros mismos y hacia los demás; ni una ruptura en nuestras relaciones. Tampoco es que retiremos nuestro amor y nuestra solicitud, aunque a veces estas formas de desapegarnos pueden ser las mejores a seguir, por el momento.
De una manera ideal, desapegarnos es liberarnos o apartarnos de una persona o problema con amor. Mental, emocional y a veces físicamente nos desembarazamos de nuestro involucramiento insano (y a menudo doloroso) con la vida y responsabilidades de otra persona, y de los problemas que no podemos resolver.

Mi Reflexión: Cuando comprendemos con claridad la importancia de dejar ir las preocupaciones y desórdenes por estar apegado a personas o sustancias, adquirimos conciencia plena que es la mejor herramienta para la recuperación. El codependiente tiene que asumir ese compromiso sincera y honestamente. Allí radica su misión primaria. (Alpha).

¿Estás intentando desapegarte? ¿Lo has logrado? Comenta acá. <