Frecuentemente, al enfrentarnos a un problema, podemos intentar resolverlo de un modo en particular. Cuando ese modo no funciona, podemos seguir tratando de resolver el problema de esa misma manera.
Podemos frustrarnos, esforzarnos mas, frustrarnos mas y luego ejercer mas energía e influencia para forzar la misma solución que ya hemos probado y que no funciona.
Ese método nos vuelve locos.Tiende a dejarnos atorados y atrapados. De eso esta hecha la ingobernabilidad.
Podemos quedar atrapados en este mismo patrón difícil, en las relaciones, en las tareas, en cualquier área de nuestra vida. Iniciamos algo, no funciona, no fluye, nos sentimos fatal, luego probamos mas duro con el mismo método, aunque no esta funcionando ni fluyendo.
A veces es apropiado o ceder y esforzarnos mas duramente. A veces resulta mas apropiado dejarlo ir, desapegarse y dejar de estar esforzándonos tanto.
Si no funciona, si no fluye, tal vez la vida nos está tratando de decir algo. La vida es una maestra amable. No siempre nos manda señales de neón para guiarnos. A veces, las señales son más sutiles. ¡Algo que no está funcionando puede ser una señal!
Déjalo ir. Si nos hemos llegado a frustrar a causa de repetidos esfuerzos que no están produciendo los resultados deseados, podemos estar tratando de forzarnos a tomar el camino equivocado. A veces resulta apropiado una solución diferente. A veces se abre un camino distinto. Con frecuencia, la respuesta surgirá más claramente en la quietud del dejar ir que en la urgencia, la frustración y la desesperación de estar esforzándose más duro.
Aprende a reconocer cuando algo no está funcionando o no está fluyendo. Da un paso atrás y espera una guía clara.
«Hoy no me volveré loco probando repetidas soluciones que han probado no tener éxito. Si algo no está funcionando, daré un paso atrás y esperaré la guía».
(Melody Beattie de su Libro El Lenguaje del Adiós).
Categoría: disfrutar la vida
Meditación 21 de Junio … Los sentimientos agradables
Déjate sentir también los sentimientos agradables.
Sí, a veces los sentimientos agradables pueden ser tan perturbadores como los dolorosos, como los más difíciles. Sí, los sentimientos agradables pueden producir ansiedad en aquellos que no están acostumbrados a ellos. Pero prosigue y siente los sentimientos agradables de todas maneras.
Siente la alegría y acéptala. El amor. La calidez. La emoción. El placer. La satisfacción. El júbilo. La ternura. El consuelo.
Permítete sentir la victoria, el deleite.
Permítete sentirte cuidado.
Permítete sentirte respetado, importante y especial.
Estos son sólo sentimientos, pero se sienten agradablemente. Están llenos de energía positiva, que te eleva, y que merecemos sentir cuando nos llegan.
No tenemos por qué reprimirnos. No tenemos por qué convencernos de no sentirnos bien, ni por un momento.
Si los sentimos, por el momento son nuestros. Aduéñate de ellos. Si, son buenos, disfrútalos.
«Hoy, Dios mío, ayúdame a estar abierto a la alegría y los sentimientos agradables que tengo».
(Melody Beattie de su Libro El Lenguaje del Adiós).
Meditación 20 de Junio… Mártires en las relaciones
Muchos de nosotros hemos estado tan torpes y hemos menospreciado tan completamente nuestros sentimientos que hemos perdido el contacto con nuestras necesidades en las relaciones.
Podemos aprender a distinguir cuáles son las compañías que disfrutamos, estemos hablando de amigos, de conocidos de negocios, de citas amorosas o de cónyuges. Todos necesitamos interactuar con gente que preferiríamos evitar, pero no tenemos por qué obligarnos a tener relaciones largas o de intimidad con estas personas.
Somos libres de escoger amigos, la gente con quien salimos, cónyuges. Somos libres de elegir cuánto tiempo pasamos con esa gente con la que no siempre podemos escoger estar, como los familiares. Esta es nuestra vida. Esta es. Podemos decidir cómo queremos gastar nuestros días y nuestras horas. No estamos esclavizados. No estamos atrapados. Y ninguno de nosotros carece de opciones. Podremos no ver nuestras opciones claramente. Aunque tal vez tengamos que batallar con la vergüenza y aprender a adueñarnos de nuestro poder, podemos aprender a pasar nuestras valiosas horas y días con gente que disfrutamos y con la que hemos elegido estar.
«Dios mio, ayúdame a valorar mi tiempo y mi vida. Ayúdame a valorar como me siento junto a ciertas personas. Guíame mientras aprendo a desarrollar relaciones sanas, de intimidad y de compartir con la gente. Ayúdame a darme a mi mismo la libertad para experimentar, explorar y aprender quien soy, quien puedo ser en mis relaciones».
(Melody Beattie de su Libro El Lenguaje del Adiós).
Meditación 19 de Junio … Hagamos la vida mas fácil
La vida no tiene por qué ser dura.
Sí, hay veces que necesitemos soportar, batallar y confiar en nuestras habilidades para la supervivencia. Pero no tenemos por qué hacer la vida, el crecimiento, la recuperación, el cambio o nuestros asuntos cotidianos tan duros todo el tiempo.
Hacer que la vida sea tan dura es un remanente de nuestro martirio, un sobrante de las viejas maneras de pensar, de sentir y de creer.
Somos valiosos, aunque la vida ya no sea tan dura. Nuestro valor y nuestra valía no se determinan por lo duro que batallemos.
Si la estamos haciendo tan dura, podemos estar haciéndola más dura de lo que necesita ser, dijo una mujer.
Aprende a dejar que las cosas ocurran fácil y naturalmente. Aprende a dejar que los eventos, y tu participación en ellos, caigan en su sitio. Puede ser fácil ahora. Más fácil de lo que ha sido. Podemos ir con la marea, quitarnos el mundo de los hombros y dejar que nuestro Poder Superior nos facilite el camino hacia donde necesitemos estar.
«Hoy dejaré de batallar tan duro. Dejaré mi creencia de que la vida y la recuperación tienen que ser duras. La remplazaré con la creencia de que puedo andar este viaje tranquilo y en paz. Y a veces, de hecho, puede ser divertida».
(Melody Beattie de su Libro El Lenguaje del Adiós).
Reflexión del Dia: 16 de Junio
La más emocionante idea que he descubierto en mi sobriedad y en mi recuperación de la codependencia es la magia de fijar metas. Las cosas suceden. Las cosas cambian. Cumplo con proyectos importantes. Cambio. Conozco gente nueva. Me encuentro a mí misma en lugares interesantes. Atravieso los tiempos difíciles con un mínimo de caos. Los problemas se solucionan. Mis deseos y necesidades se ven satisfechos. Los sueños se vuelven realidad.
Estoy extasiada de poder fijar metas, y espero que pueda transmitirles mi entusiasmo. No hay nada en el mundo como ir adonde uno quiere ir, obtener lo que queremos, solucionar un problema o hacer algo que quisimos hacer.
Muchos codependientes no conocen esta alegría. También es nueva para mí. Me pasé muchos años de mi vida sin molestarme siquiera en pensar qué quería y necesitaba, hacia dónde quería ir, y qué quería hacer. La vida tenía que ser soportable. Yo no pensaba que merecía cosas buenas. No pensaba que la mayoría de las cosas buenas estaban a mi alcance. No estaba tan interesada en mi vida, excepto como un apéndice de otras personas. No pensaba en vivir mi vida; estaba demasiado concentrada en los demás. Estaba demasiado ocupada reaccionando, en vez de estar actuando.
No estoy sugiriendo que podamos controlar todos los eventos de nuestra vida. No podemos. En muchas cosas no tenemos la palabra final; Dios sí la tiene. Pero creo que podemos cooperar con bondad. Creo que podemos planear, hacer peticiones, y empezar a poner en movimiento un proceso.
(Melody Beattie de su Libro Ya No seas Codependiente).
Meditacion 14 de Junio… Se quien eres
En recuperación, estamos aprendiendo un nuevo comportamiento. Se llama Sé quién eres. Para algunos de nosotros, esto puede ser aterrador. ¿Qué pasaría si sentimos lo que sentimos, dijimos lo que queríamos, nos volvimos firmes sobre nuestras creencias y valoramos lo que necesitábamos? ¿Qué pasaría si dejamos ir nuestro camuflaje de adaptación? ¿Qué pasaría si tuviéramos nuestro poder para ser nosotros mismos?
¿La gente todavía nos quiere? ¿Se irían? ¿Se enojarían?
Llega un momento en que estamos dispuestos y listos para correr ese riesgo. Para seguir creciendo y vivir con nosotros mismos, nos damos cuenta de que debemos liberarnos. Llegó el momento de dejar de permitirnos ser controlados por los demás y sus expectativas y ser fieles a nosotros mismos, independientemente de la reacción de los demás.
En poco tiempo, comenzamos a entender. Algunas personas pueden irse, pero la relación habría terminado de todos modos. Algunas personas se quedan y aman y nos respetan más por arriesgarse a ser quienes somos. Comenzamos a lograr la intimidad y las relaciones que funcionan.
Descubrimos que quienes somos siempre ha sido lo suficientemente bueno. Es lo que se pretendía que fuéramos.
«Hoy, seré dueño de mi poder para ser yo mismo».
(Melody Beattie de su Libro El Lenguaje del Adiós-Serie de Meditaciones).
Reflexión del Dia: 12 de Junio
El cuidado de uno mismo es una actitud hacia nosotros y hacia nuestras vidas que dice: soy responsable de mi persona.
Tengo la responsabilidad no sólo de vivir mi vida, sino de conducirla. Tengo la responsabilidad de atender mi bienestar espiritual, emocional, físico y económico. Tengo la responsabilidad de identificar mis necesidades y satisfacerlas. Tengo la responsabilidad de solucionar mis problemas o de aprender a vivir con aquellos que no puedo resolver. Soy responsable por las elecciones que hago. Soy responsable de lo que doy y de lo que recibo. También soy responsable de fijar mis metas y de cumplirlas. Soy responsable de qué tanto disfruto de la vida, por la cantidad de placer que encuentro en las actividades cotidianas. Soy responsable por amar a alguien y por la manera en que expreso ese amor. Soy responsable de lo que hago a los demás y por lo que permito que los otros me hagan. Soy responsable de mis necesidades y deseos. Toda mi persona, todo aspecto de mi ser, es importante. Yo cuento. Yo importo. Se puede confiar en mis sentimientos. Mi manera de pensar es apropiada. Valoro mis necesidades y deseos. No merezco ni toleraré el abuso ni el maltrato constante. Tengo derechos, y es mi responsabilidad reclamar esos derechos. Las decisiones que tomo y la manera como me conduzco reflejarán mí alta autoestima. Mis decisiones tomarán en cuenta las responsabilidades que tengo para conmigo mismo.
(Melody Beattie de su Libro Ya No seas Codependiente).
Meditación 12 de Junio… No eres una víctima
¡Tú no eres una víctima!
¡Cuán profundamente arraigada puede ser nuestra autoimagen como víctima! ¡Cuán habituales son nuestros sentimientos de desdicha e impotencia! La victimización puede ser como una capa gris que nos rodea, tanto atrayendo aquello que nos victimará y causando que generemos sentimientos de victimización.
¡La victimización puede ser tan habitual que nos podemos sentir victimizados incluso por las cosas buenas que nos suceden!
¿Tienes un auto nuevo? Sí, suspiramos, pero no funciona tan bien como esperaba, y después de todo, cuesta tanto. ¡Tienes una familia tan agradable! Sí, suspiramos, pero hay problemas. Y hemos tenido momentos tan difíciles.
¡Bien, tu carrera ciertamente está yendo bien! Ah, suspiramos, pero hay un precio tan grande para pagar el éxito. Todo ese papeleo extra.
He aprendido que, si nos ponemos a pensar en ello, tenemos una capacidad increíble, casi increíble para encontrar la desdicha en cualquier situación, incluso en las más maravillosas de las circunstancias.
Los hombros doblados, la cabeza hacia abajo, arrastramos la vida tomando nuestros golpes.
Termina con eso. Quítate el manto gris de la desesperación, la negatividad y la victimización. Arrójalo; déjalo soplar en el viento.
No somos víctimas Es posible que hayamos sido victimizados. Es posible que nos hayamos permitido ser victimizados. Es posible que hayamos buscado, creado o recreado situaciones que nos victimaron. Pero no somos víctimas.
Podemos estar en nuestro poder. No tenemos que permitirnos ser victimizados. No debemos permitir que otros nos victimen. No tenemos que buscar la miseria en las situaciones más miserables o mejores.
Somos libres de soportar el resplandor de la auto-responsabilidad.
¡Establecer un límite! ¡Haz frente a la ira! ¡Dile a alguien que no, o detén eso! ¡Aléjate de una relación! ¡Pregunta lo que necesites! Toma decisiones y asuma la responsabilidad de ellos. Explora opciones ¡Date lo que necesitas! Párate derecho, dirige la cabeza y reclama tu poder. ¡Reclama tu responsabilidad!
Y aprende a disfrutar lo que es bueno.
«Hoy, me rehusaré a pensar, hablar, hablar o actuar como una víctima. En cambio, me haré cargo alegremente de mi responsabilidad y me concentraré en lo que es bueno y correcto en mi vida».
(Melody Beattie de su Libro El Lenguaje del Adiós-Serie de Meditaciones).
Reflexión del Dia: 27 de Mayo
El desapego también implica aceptar la realidad, los hechos. Requiere fe en nosotros mismos, en Dios, en otras personas, en el orden natural y en el destino de las cosas en este mundo. Nos liberamos de nuestros pesares y preocupaciones y nos damos a nosotros mismos la libertad para disfrutar de la vida a pesar de nuestros problemas no resueltos. Confiamos en que todo está bien a pesar de los conflictos. Confiamos en que Alguien más grande que nosotros sabe, ha ordenado y se preocupa de lo que está sucediendo.
Entendemos que este Alguien puede hacer mucho más por resolver el problema que nosotros. De modo que tratamos de no estorbar su camino y dejar que Él lo haga. A su tiempo, sabremos que todo está bien porque vemos cómo las cosas más extrañas (y a veces, las más dolorosas) se solucionan de la mejor manera y en beneficio de todos.
(Melody Beattie de su Libro Ya No seas Codependiente).
Meditación 26 de Mayo… Disfruta los días buenos
Los sentimientos agradables se pueden convertir en parte habitual de nuestra vida.
No hay absolutamente ninguna virtud en el sufrimiento innecesario que muchos de nosotros hemos sentido gran parte de nuestra vida. No tenemos por qué permitirle a los demás que nos hagan sentir desdichados, como tampoco tenemos por qué sentirnos desdichados nosotros mismos.
Un buen día no tiene por qué ser «la calma antes de la tormenta». Esa es una vieja forma de pensar que aprendemos en sistemas disfuncionales.
En la recuperación, tener un buen día o un sentimiento agradable no significa que estemos en negación. No tenemos por qué destrozar nuestros buenos momentos buscando obsesivamente un problema o creándolo.
Disfrutar de nuestros días buenos no significa que le estemos siendo desleales a nuestros seres amados que tienen problemas. No tenemos por qué hacernos sentir culpables porque los demás no están teniendo un día bueno. No tenemos porqué hacernos sentir desdichados para ser como ellos. Ellos pueden tener su día y sus sentimientos y nosotros podremos tener los nuestros.
Un sentimiento agradable es para disfrutarlo. Más de lo que podamos imaginar, los días buenos son nuestros si así lo pedimos.
«Hoy me permitiré disfrutar de lo bueno. No tengo por qué destrozar mi día bueno o un sentimiento agradable; tampoco tengo por qué dejar que los demás lo echen a perder».
(Melody Beattie de su Libro El Lenguaje del Adiós).