Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós nos hace meditar sobre la necesidad de no quedarnos «enganchados» en los problemas que se presentan a diario, sino en las soluciones que debemos asumir. El flujo es permanente y no podemos victimarnos quedándonos «atorados» sin buscar alternativas de solución. Los problemas no van a desaparecer por arte de magia, debemos actuar hasta resolverlos.
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Medita sobre esto:
¡Los problemas son para resolverlos!
Algunos de nosotros nos pasamos más tiempo reaccionando al hecho de que tenemos un problema que tratando de solucionarlo. «¿Por qué me está pasando esto a mí?»… «¿No es horrible la vida?»… «¿Por qué tenía que ocurrir esto?»… «Ay, caray. Esto es terrible»… «¿Por qué Dios (el universo, una agencia, una persona o la vida) la toma conmigo?»
Los problemas son inevitables. Algunos problemas se pueden anticipar. Otros son sorpresas. Pero la idea de que los problemas se dan en forma regular no necesita ser nunca una sorpresa.
Las buenas noticias son que para cada problema hay una solución. A veces, la solución es inmediata o nos lleva cierto tiempo descubrirla. Otras, la solución implica dejarlo ir. A veces, el problema debemos resolverlo nosotros; otras no. A veces, hay algo que podemos hacer claramente para solucionar el problema; otras, necesitamos batallar, patalear, hacer nuestra parte y luego confiar en la ayuda de nuestro Poder Superior.
A veces, el problema simplemente es parte de la vida; otras, es importante porque estamos aprendiendo algo a través de él y de su solución. A veces, los problemas acaban resultando ser algo bueno en nuestra vida. Nos hacen volvernos en una dirección que es mejor a la que de otra manera hubiéramos tomado.
A veces, los problemas simplemente son; otras, son una señal de advertencia de que estamos en el camino equivocado.
Podemos aprender a aceptar los problemas como parte inevitable de la vida. Podemos aprender a resolver problemas. Podemos aprender a identificar cuáles están tratando de conducirnos en una nueva dirección y cuáles simplemente piden una solución.
Podemos aprender a concentrarnos en la solución más que en el problema y mantener una actitud positiva hacia la vida y hacia el inevitable flujo de problemas y soluciones.
«Hoy aprenderé a confiar en las soluciones, en vez de sentirme victimado por los problemas. No usaré los problemas para probar que estoy desamparado, acosado o martirizado. No señalaré mis problemas para probar lo horrible que es la vida. Aprenderé a confiar en el flujo de problemas y soluciones. Dios mío, ayúdame a resolver los problemas que puedo resolver hoy. Ayúdeme a dejar ir el resto. Ayúdame a crecer en mi capacidad para afrontar los problemas y resolverlos. Ayúdame a confiar en la corriente. Para cada problema, hay una solución».
Mi Reflexión: Cuanto mas retardemos la solución de los problemas, crecerá el nivel de angustia y luego nos cerramos totalmente a buscar soluciones. ¡Este circulo hay que romperlo! Consideremos que la aparición de problemas es una señal que indica el rumbo equivocado que le damos a nuestras acciones y una advertencia para que cambiemos repensando soluciones mas saludables. Recordemos que estamos en manos de un Poder Superior que nos guía y debemos darnos tiempo y fe para escuchar la manera de abordar y solucionar las dificultades que enfrentemos. Actúa bajo esa creencia y todo va a estar fluyendo positivamente para ti. (Alpha).
¿Asumes los problemas bajo la creencia que te ayudan a crecer? ¿Habitualmente cual método te es efectivo? Tus comentarios son de ayuda.
Categoría: Honestidad-Franqueza
Meditación 20 de Agosto … Honestidad en las relaciones
Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós nos presenta la Meditación del Dia de Hoy. Ella plantea la necesidad de ser honestos» en nuestras relaciones, aunque nos debemos fijar limites» que nos permitan actuar con total claridad y asumir compromiso solo si nos sentimos bien con esa persona. Las relaciones con los demás permiten que valoremos cuanto hemos progresado en nuestra recuperacion, son el mejor referente para ello.
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Podemos ser honestos y directos acerca de nuestros límites en las relaciones y acerca de los parámetros de una relación en particular.
Quizá ninguna otra área de nuestra vida refleje nuestra calidad de únicos y nuestra individualidad en la recuperación más que nuestras relaciones. Algunos de nosotros tenemos una relación de compromiso.
Algunos de nosotros salimos con alguien. Algunos de nosotros no salimos con nadie. Algunos de nosotros estamos viviendo con alguien. Algunos de nosotros quisiéramos salir con alguien. Algunos de nosotros quisiéramos tener una relación de compromiso. Algunos de nosotros nos embarcamos en relaciones nuevas después de la recuperación. Algunos de nosotros permanecemos dentro de la relación que teníamos antes de comenzar la recuperación.
También tenemos otras relaciones. Tenemos amigos. Relaciones con los hijos, con los padres, con el resto de la familia. Tenemos relaciones profesionales, relaciones con gente en el trabajo.
Necesitamos ser capaces de ser honestos y directos en nuestras relaciones. En un área en la que podemos ser honestos y directos es en los parámetros de nuestras relaciones. Podemos definir nuestras relaciones con la gente, una idea que escribieron Charlotte Kasl y otros, y podemos pedirle que sea honesta y directa al definir su punto de vista acerca de su relación con nosotros.
Causa confusión estar dentro de una relación y no saber dónde estamos parados, ya sea en el trabajo, en una amistad, con miembros de la familia, o en una relación amorosa. Tenemos derecho a ser directos acerca de cómo definimos la relación, qué es lo que queremos que sea. Pero las relaciones igualan a dos personas que tienen iguales derechos. La otra persona necesita ser capaz de definir la relación también. Tenemos derecho a saber y a preguntar. Lo mismo ellos.
La honestidad es la mejor política.
Podemos fijar límites. Si alguien quiere una relación más intensa que nosotros, podemos ser claros y honestos acerca de lo que queremos nosotros, acerca del nivel de participación que nos proponemos tener. Podemos decirle a la persona lo que puede esperar razonablemente por parte nuestra, porque eso es lo que queremos dar.
La forma como la persona lo maneje es asunto suyo. Si se lo decimos o no es asunto nuestro.
Podemos establecer límites y definir las amistades cuando éstas provoquen confusión.
Podemos incluso definir las relaciones con los niños, si esas relaciones se han vuelto pegajosas y exceden a nuestros parámetros. Necesitamos definir las relaciones amorosas y lo que éstas significan para cada perdona. Tenemos derecho a hacer preguntas y a recibir respuestas claras. Tenemos derecho a hacer nuestras propias definiciones y a tener nuestras propias expectativas. Y lo mismos la otra persona.
Ser honestos y directos es la única política. A veces no sabemos que queremos en una relación. A veces, la otra persona no lo sabe. Pero entre mas pronto podamos definir una relación, con la ayuda de la otra persona, mas pronto podemos decidir el curso adecuado de conducta para nosotros mismLa información es una herramienta poderosa, y tener la información acerca de lo que es una relación particular -los límites y definiciones de la misma- nos dará la fuerza para cuidar de nosotros respecto de ella.
Las relaciones llevan un tiempo para formarse, pero en algún punto podemos razonablemente esperar una definición clara de lo que es la relación y cuáles son sus límites. Si chocan las definiciones, somos libres de tomar una nueva decisión basándonos en la información adecuada acerca de lo que necesitamos hacer para cuidar de nosotros mismos.
«Hoy me esforzaré por ser claro y directo en mis relaciones. Si ahora tengo algunas relaciones lóbregas y poco definidas, y si les he dado el tiempo adecuado para formarse, empezaré a tomar acción para definir esa relación. Dios mío, ayúdame a dejar ir mis miedos acerca de definir y comprender la naturaleza de mis relaciones actuales. Guíame a la claridad, a pensar clara, sanamente. Ayúdame a saber que lo que quiero está bien. Ayúdame a saber que si no puedo conseguir eso de la otra persona, lo que quiero sigue estando bien, pero no es posible en el momento presente. Ayúdame a aprender a no renunciar a lo que quiero y necesito, sino dame la fuerza para hacer elecciones apropiadas, sanas, acerca de dónde conseguirlo».
Mi Reflexión: Habitualmente no logramos construir vinculos sanos con las personas por nuestra necesidad de intervenir y controlar. Si queremos que una relacion se concrete debemos comprometernos con claridad y honestidad en ese vinculo que estamos generando. No resulta facil lograr esto, pero necesitamos mantenernos unidos a alguien, solo que bajo limites claros y saludables. Caso contrario dejar ir es la solución hasta estar mas seguros para relacionarnos.
¿Como manejas tus relaciones? Lo haces con compromiso siendo honesto? Te funciona? Comenta aquí si te resulta y cuales son tus herramientas para lograrlo?
Reflexión del Dia: 15 de Agosto
Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea las bondades del desapego como parte de la recuperacion de la Codependencia. Lee este contenido, asimila el sentido que esta Autora le da al control que debes asumir sobre tu vida, y como debes actuar para lidiar con aquellas relaciones que no son saludables, pero que aun así nos atrapan. Tenemos que pensar que lo mas sano es «escapar» y buscar nuestra tranquilidad.
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No estoy sugiriendo que todas nuestras relaciones íntimas se basen en inseguridades y dependencias.
Ciertamente el poder del amor se sobrepone al sentido común, y quizá así es como debiera ser algunas veces.
Desde luego, si amamos a una persona alcohólica y nos queremos quedar con él o con ella, debemos seguir amándola. Pero la fuerza que carga la inseguridad emocional también puede volverse mucho mayor que el poder de la razón o del amor. No estar centrados en nosotros mismos y no sentirnos emocionalmente seguros puede atraparnos.
Podemos llegar a tener miedo de terminar relaciones que son mortíferas y destructivas. Podemos llegar a permitir que la gente nos lastime y abuse de nosotros, y eso jamás está dentro de lo que nos conviene.
La gente que se siente atrapada busca escapar. Los codependientes que se sienten varados en una relación pueden empezar a planear un escape. Algunas veces nuestra ruta de escape es positiva, saludable.
Podemos comenzar a dar pasos para volvernos no-dependientes, emocional y económicamente. “Nodependencia», ese equilibrio deseable por medio del cual reconocemos y satisfacemos la necesidad sana y natural que tenemos de la gente y del amor, sin que dependamos de manera envolvente y dañina de tal necesidad.
Mi Reflexión Personal: Los codependientes vivimos «enganchados» en una dependencia afectiva que difícilmente podemos romper, y a las relaciones las asumimos como necesarias para mantenernos a flote. Manejar la independencia suele costarnos mucho. Tenemos que comprometernos en la búsqueda de los mecanismos o herramientas para desapegarnos, y dar un pasos aunque sean pequeños hasta asumir que tenemos la responsabilidad de cuidarnos nosotros mismos, tarea que esta de ultimo en nuestras prioridades.(Alpha).
¿Estas pensando con seriedad en independizarte de aquellas personas a las que te sientes apegado(a)?. Comenta aquí ¿cómo lo estas planeando? y si ello te da resultados, así nos ayuda a todos.
Meditación 15 de Agosto … Deja espacio para los sentimientos
Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós nos trae la Meditación del Dia de Hoy, pretende que reflexionemos sobre su contenido y extraigamos un aprendizaje para lograr nuestro sosiego y paz interior. Léelo detenidamente y regalate unos minutos para meditar su contenido. Para quienes estamos acostumbrados a reaccionar ante cualquier «sentimiento» que aparezca en nuestra mente, resulta beneficioso que nos demos el tiempo para trabajar de forma conciente e ir entendiéndonos como personas. No hace falta que nos apuremos como solemos hacer las cosas. Este trabajo interior lleva su tiempo y toca que sepamos dosificarnos.
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Necesitamos darnos espacio a nosotros mismos y dárselo a los demás para trabajar con nuestros sentimientos.
Somos gente, no robots. Una parte importante de nosotros –quiénes somos, cómo crecemos, cómo vivimos- está conectada a nuestro centro emocional. Tenemos sentimientos, a veces difíciles, a veces desgarradores, a veces explosivos, sobre los que necesitamos trabajar.
Al afrontar estos sentimientos y trabajar en ellos crecemos nosotros y los demás. En las relaciones, ya sea en una relación amorosa, en una amistad, en una relación familiar o en una relación de negocios, la gente necesita espacio para experimentar sus sentimientos y trabajar en ellos.
Algunos le llaman » atravesar el proceso».
Es irracional esperar de nosotros mismos o de los demás que no necesitamos tiempo y espacio para trabajar sobre nuestros sentimientos. Estaríamos disponiéndonos a nosotros mismos y a nuestras relaciones al fracaso si no nos damos este tiempo y este espacio en nuestra vida.
Necesitamos tiempo para trabajar con los sentimientos. Necesitamos espacio y permiso para trabajar con estos sentimientos de la manera embarazosa, incómoda, a veces desordenada en que la gente trabaja sobre ellos.
Así es la vida. Así es el crecimiento. Así está bien. Podemos darle espacio a los sentimientos. Podemos dejar que la gente tenga tiempo y permiso para trabajar sobre sus sentimientos. No tenemos que mantenernos a nosotros mismos y mantener a los demás bajo una rienda tan tirante. Mientras trabajamos sobre nuestros sentimientos no tenemos que gastar energía innecesaria reaccionando a cada sentimiento que tengamos nosotros mismos o los demás. No tenemos por qué tomar tan en serio nuestros sentimientos, ni los sentimientos de los demás, mientras nosotros o ellos estamos en el proceso de trabajar sobre ellos.
Deja que los sentimientos fluyan y confía adónde te está llevando este flujo.
«Puedo fijar límites razonables para una conducta y, aun así dejar espacio para todo un rango de emociones».
Mi Reflexión: Para los codependientes cuya tendencia controladora sobre los demás es una constante, nos resulta «cuesta arriba» poner orden en la mente y darnos tiempo para analizar nuestros sentimientos que se agolpan y nos desajustan emocionalmente. Solo asumiendo un trabajo interno a conciencia podremos darnos un espacio a salvo que día a día permita analizar nuestras emociones e ir construyendo esos limites sanos para sanarnos. No es fácil, tampoco imposible, el compromiso es personal con nosotros mismos.(Alpha).
¿Estas trabajando sobre aquellos sentimientos que te hacen reaccionar brusca e inadecuadamente? ¿Cual(es) herramienta(s) te ha(n) resultado eficaces? ¿Has observado beneficios en tu vida? Compartenos tu experiencia al respecto en los comentarios
Meditación 12 de Agosto … Seamos directos
Es un gusto estar cerca de la gente que es directa.
Nunca tenemos que averiguar lo que realmente esta pensando o sintiendo, porque es honesta acerca de sus pensamientos y expresa abiertamente sus sentimientos.
Nunca tenemos que preguntarnos si realmente están con nosotros porque quieren, o por un sentimiento de culpa y de obligación.
Cuando hace algo por nosotros, no tenemos que preocuparnos de que acaben teniendo resentimientos hacia nosotros porque por lo general la gente directa hace cosas que la complace a ella misma.
No tenemos que inquietarnos acerca del estatus de nuestra relación con ellos, porque si se los preguntamos, nos lo dirán.
No tenemos que preocuparnos si están enojados, porque lidian abiertamente con su ira y la resuelven de inmediato.
No tenemos que preguntarnos si estarán hablando de nosotros a nuestras espaldas, porque si tienen algo que decir, nos lo dirán directamente.
No tenemos que preguntarnos si podemos confiar en ella porque la gente directa es digna de confianza.
¿No sería bueno que todos fuéramos directos?
«Hoy dejaré ir mis ideas acerca de que de alguna manera es bueno o deseable ser indirectos. En vez de ello, me esforzaré por ser honesto, directo y claro en mi comunicación con los demás. Haré que comience por mí el ser directo en mis relaciones».
(Melody Beattie de su Libro El Lenguaje del Adiós).
Meditación 12 de Agosto … Seamos directos
Es un gusto estar cerca de la gente que es directa.
Nunca tenemos que averiguar lo que realmente esta pensando o sintiendo, porque es honesta acerca de sus pensamientos y expresa abiertamente sus sentimientos.
Nunca tenemos que preguntarnos si realmente están con nosotros porque quieren, o por un sentimiento de culpa y de obligación.
Cuando hace algo por nosotros, no tenemos que preocuparnos de que acaben teniendo resentimientos hacia nosotros porque por lo general la gente directa hace cosas que la complace a ella misma.
No tenemos que inquietarnos acerca del estatus de nuestra relación con ellos, porque si se los preguntamos, nos lo dirán.
No tenemos que preocuparnos si están enojados, porque lidian abiertamente con su ira y la resuelven de inmediato.
No tenemos que preguntarnos si estarán hablando de nosotros a nuestras espaldas, porque si tienen algo que decir, nos lo dirán directamente.
No tenemos que preguntarnos si podemos confiar en ella porque la gente directa es digna de confianza.
¿No sería bueno que todos fuéramos directos?
«Hoy dejaré ir mis ideas acerca de que de alguna manera es bueno o deseable ser indirectos. En vez de ello, me esforzaré por ser honesto, directo y claro en mi comunicación con los demás. Haré que comience por mí el ser directo en mis relaciones».
(Melody Beattie de su Libro El Lenguaje del Adiós).
Meditación 8 de Agosto… Tirar el libro de reglas
Muchos de nosotros sentimos que necesitamos un libro de reglas, un microscopio y una garantía para vivir la vida. Nos sentimos inseguros, asustados. Queremos la seguridad de saber qué va a pasar y cómo debemos actuar.
No confiamos en nosotros mismos ni en la vida.
No confiamos en el Plan.
Queremos tener el control
«He cometido terribles errores sobre mis elecciones, errores que casi me han destruido. La vida realmente me sorprendió. ¿Cómo puedo confiar en mí mismo? ¿Cómo puedo confiar en la vida y mis instintos, después de donde he estado? «, Preguntó una mujer.
Es comprensible que temamos ser aplastados de nuevo, considerando la forma en que muchos de nosotros éramos cuando tocamos fondo en nuestra codependencia. No tenemos que tener miedo. Podemos confiar en nosotros mismos, en nuestro camino y en nuestros instintos.
Sí, queremos evitar cometer los mismos errores otra vez. No somos las mismas personas que fuimos ayer o el año pasado. Hemos aprendido, crecido, cambiado. Hicimos lo que necesitábamos hacer entonces. Si cometimos un error, no podemos permitir que eso nos impida vivir y experimentar plenamente hoy.
Hemos llegado al entendimiento de que necesitábamos nuestras experiencias, incluso nuestros errores, para llegar a donde estamos hoy. ¿Sabemos que necesitamos que nuestra vida se desarrolle exactamente como lo hizo para encontrarnos a nosotros mismos, a nuestro Poder Superior y a esta nueva forma de vida? ¿O parte de nosotros sigue llamando error a nuestro pasado?
Podemos dejar atrás nuestro pasado y confiar en nosotros mismos ahora. No tenemos que castigarnos a nosotros mismos con nuestro pasado. No necesitamos un libro de reglas, un microscopio, una garantía. Todo lo que realmente necesitamos es un espejo. Podemos mirarnos al espejo y decir «Confío en ti». No importa lo que pase, puedes cuidarte a ti mismo. Y lo que sucede seguirá siendo bueno, mejor de lo que piensas».
«Hoy, dejaré de aferrarme a las dolorosas lecciones del pasado. Me abriré a las lecciones positivas de hoy y mañana las tendré por mí. Confío en que puedo y me cuidaré solo ahora. Confío en que el plan es bueno, incluso cuando no sé qué es».
(Melody Beattie de su Libro El Lenguaje del Adiós-Serie de Meditaciones).
Meditacion 4 de Agosto… Ser honestos con nosotros mismos
Nuestra relación con nosotros mismos es la relación más importante que debemos mantener. La calidad de esa relación determinará la calidad de nuestras otras relaciones.
Cuando podemos decirnos cómo nos sentimos y aceptar nuestros sentimientos, podemos decirles a los demás.
Cuando podamos aceptar lo que queremos y necesitamos, estaremos listos para satisfacer nuestros deseos y necesidades.
Cuando podemos aceptar lo que pensamos y creemos, y aceptamos lo que es importante para nosotros, podemos transmitir esto a otros.
Cuando aprendemos a tomarnos a nosotros mismos en serio, los demás también lo harán.
Cuando aprendamos a reírnos de nosotros mismos, estaremos listos para reírnos con los demás.
Cuando hayamos aprendido a confiar en nosotros mismos, seremos confiables y estaremos listos para confiar.
Cuando podemos estar agradecidos por lo que somos, habremos logrado el amor propio.
Cuando hayamos alcanzado el amor propio y aceptado nuestros deseos y necesidades, estaremos listos para dar y recibir amor.
Cuando hemos aprendido a mantenernos en pie, estamos listos para estar al lado de alguien.
«Hoy, me enfocaré en tener una buena relación conmigo mismo».
(Melody Beattie de su Libro El Lenguaje del Adiós-Serie de Meditaciones).
Meditacion 25 de Julio … Síguele
Sigue practicando tus conductas de recuperación, aunque las sientas difíciles, aunque aun no las domines, incluso aunque aun no las entiendas.
A veces se tarda uno años en que un concepto de recuperación vaya de nuestra mente a nuestro corazón y a nuestra alma. Necesitamos trabajar las conductas de recuperación con la diligencia, con el esfuerzo y con la repetida practica que aplicamos a nuestras conductas codependientes. Tenemos que obligarnos a hacer cosas aunque no nos parezcan naturales. Necesitamos decirnos a nosotros mismos que nos importamos y que podemos cuidar de nosotros mismos aunque no creamos en lo que estamos diciendo.
Necesitamos hacerlo, y hacerlo, y hacerlo, día tras día, año tras año.
Es poco razonable esperar que adoptemos este nuevo modo de vida de la noche a la mañana.Podemos tener que «actuar como si» durante meses, años, antes de que las conductas de recuperación se conviertan en algo fijo y natural.
Incluso después de años, podemos descubrirnos, en tiempos de estrés o de coacción, revirtiéndonos a viejas maneras de pensar, de sentir y de comportarnos.
Podemos tener capas de sentimientos que no estamos listos para reconocer hasta que llevemos varios años de recuperación. ¡Eso está bien! Cuando llegue el momento, lo haremos.
¡No te des por vencido! Se lleva tiempo imbuirnos de amor propio hasta la médula. Requiere una práctica constante. De tiempo y experiencia. De lecciones, lecciones y más lecciones.
Luego, justamente cuando creemos que hemos llegado, descubrimos que tenemos más que aprender.
Esa es la alegría de la recuperación. ¡Que seguimos aprendiendo y creciendo toda nuestra vida!Sigue cuidando de ti mismo, a pesar de lo que sea. Sigue bregando con las conductas de recuperación, un día a la vez. Sigue amándote a ti mismo, aunque no lo sientas como algo natural. Actúa como si lo fuera, tanto tiempo como sea necesario, aunque ese periodo te parezca demasiado largo.
Un día sucederá. Despertarás y descubrirás que aquello con lo que estabas luchando, por lo que estabas trabajando tan duro y habías estado forzándote a hacer, finalmente lo sientes a gusto. Te ha llegado hasta el alma.
Luego, prosigues aprendiendo algo nuevo y mejor.
«Hoy bregaré con mis conductas de recuperación, aunque no las sienta como algo natural. Me forzaré a practicarlas aunque me parezca difícil. Trabajaré por amarme a mí mismo hasta que realmente me ame».
(Melody Beattie de su Libro El Lenguaje del Adiós).
Meditación 12 de Julio… Auto-Divulgación
Aprender a revelar gentilmente quiénes somos es cómo nos abrimos al amor y la intimidad en nuestras relaciones.
Muchos de nosotros nos hemos escondido bajo una capa protectora, una carcasa que impide que otros nos vean o lastimen. No queremos ser tan vulnerables. No queremos exponer nuestros pensamientos, sentimientos, miedos, debilidades, y algunas veces nuestras fortalezas, a otros.
No queremos que otros vean quiénes somos en realidad.
Puede que tengamos miedo de que nos juzguen, se vayan o no nos quieran. Es posible que no estemos seguros de quiénes somos o cómo debemos revelarnos a los demás.
Ser vulnerable puede ser aterrador, especialmente si hemos vivido con personas que abusaron, maltrataron, manipularon o no nos apreciaron.
Poco a poco, aprendemos a correr el riesgo de revelarnos a nosotros mismos. Divulgamos a la persona real dentro de otros. Escogemos personas seguras, y comenzamos a revelar fragmentos sobre nosotros mismos.
A veces, por miedo, podemos negarnos, pensando que eso ayudará a la relación o ayudará a otros a querernos más. Esa es una ilusión. Retener quiénes somos no nos ayuda a nosotros, a la otra persona ni a la relación. La retención es un comportamiento que fracasa. Para que exista verdadera intimidad y cercanía, para que nos amemos a nosotros mismos y nos contemos con una relación, debemos revelar quiénes somos.
Eso no significa que les contamos todo a todos a la vez. Eso también puede ser un comportamiento autodestructivo. Podemos aprender a confiar en nosotros mismos, sobre a quién contar, cuándo contar, dónde contar y cuánto decir.
Confiar en que las personas nos amarán y querrán si somos exactamente lo que somos es aterrador. Pero es la única forma en que podemos lograr lo que queremos en las relaciones. Dejar de lado nuestra necesidad de controlar a los demás, sus opiniones, sus sentimientos sobre nosotros o el curso de la relación, es la clave.
Suavemente, como una flor, podemos aprender a abrirnos. Como una flor, haremos eso cuando el sol brilla y hay calor.
Hoy, comenzaré a correr el riesgo de revelar quién soy a alguien con quien me siento seguro. Dejaré ir algunos de mis dispositivos de protección y me arriesgaré a ser vulnerable, aunque me hayan enseñado de otra manera, aunque me haya enseñado a mí mismo de manera diferente. Revelaré quién soy de una manera que refleje la autorresponsabilidad, el amor propio, la franqueza y la franqueza. Dios, ayúdame a dejar de lado mi miedo a revelar quién soy para las personas. Ayúdame a aceptar quién soy y ayúdame a dejar de lado mi necesidad de ser quien la gente quiere que sea.
(Melody Beattie de su Libro El Lenguaje del Adiós-Serie de Meditaciones).