Muchos no entendernos de qué somos responsables y de qué no lo somos. Podemos creer que tenemos la obligación de estremecernos cada vez que alguien tiene un problema porque es responsabilidad nuestra actuar justamente así. En ocasiones al sentirnos responsables de tantas cosas, nos enfermamos de tal manera que rechazamos toda responsabilidad y nos volvemos totalmente irresponsables.
Sin embargo, en el centro de la mayoría de los rescates hay un demonio: baja autoestima. Rescatamos porque no nos sentimos bien con nosotros mismos. Aunque los sentimientos son temporales y artificiales, el hecho de cuidar nos da un estado temporal de sentimientos agradables, de autoestima y de poder. Tal y como un trago ayuda a un alcohólico a sentirse mejor momentáneamente, un rescate nos distrae temporalmente del dolor de ser quienes somos.
No nos sentimos adorables, de modo que nos conformamos con sentirnos necesarios. No nos sentimos bien con nosotros mismos, de modo que nos vemos obligados a hacer algo en particular que pruebe qué tan buenos somos.
(Melody Beattie de su Libro Ya No Seas Codependiente).
Categoría: impotencia
Meditación 28 de Diciembre… Pánico
¡Qué no te entre el pánico!
Si nos ataca el pánico, no tenemos por qué permitirle que controle nuestras conductas. Las conductas controladas por el pánico tienden a ser autodestructivas. No importa cuál sea la situación o circunstancia, el pánico no suele ser una buena base. No importa cuál sea la situación o circunstancia, por lo general tenemos aunque sea solo un momento para respirar profundamente y restaurar nuestra serenidad y nuestra paz.
No tenemos que hacer más de lo que razonablemente podemos hacer, ¡nunca! ¡No tenemos que hacer algo que no sabemos hacer en absoluto o que no podamos aprender a hacer!
Este programa, esta manera sana de vivir que estamos buscando, se construye sobre una base de paz y de callada confianza, en nosotros mismos, en nuestro Poder Superior, en el proceso de recuperación.
Que no te entre pánico. Eso nos aleja del sendero. Relájate. Respira profundamente. Deja que fluya la paz por tu cuerpo y por tu mente. A partir de esta base, tu Fuente te proveerá de los recursos necesarios.
«Hoy trataré el pánico como un asunto aparte que necesita atención inmediata. Me rehusaré a permitir que me motiven pensamientos y sentimientos de pánico. En vez de ello, dejare que la paz y la confianza motiven mi sentimientos, pensamientos y conductas».
(Melody Beattie de su Libro El Lenguaje del Adiós).
Reflexión del Dia: 3 de Octubre
Es posible incluso llegar a convencernos a nosotros mismos de que no podemos vivir sin alguien y que nos marchitaremos y moriremos si esa persona no está dentro de nuestra vida. Si esa persona es un alcohólico o tiene serios problemas, podremos tolerar el abuso y la enfermedad para mantenerla dentro de nuestra vida, a modo de proteger nuestra fuente de seguridad emocional. Nuestra necesidad se hace tan grande que nos conformamos con demasiado poco. Nuestras expectativas caen por debajo de lo normal, por debajo de lo que deberíamos esperar de nuestras relaciones. Luego, nos quedamos atrapados, varados.
(Melody Beattie de su Libro Ya No Seas Codependiente).
Reflexión del Dia: 4 de Septiembre
Los problemas que causa el apego son muchos. (En este capítulo me concentraré en la preocupación y en la obsesión. En los siguientes cubriré las otras formas de apego.) Sobreinvolucarnos de alguna manera puede mantenernos en un estado de caos; puede mantener a la gente que nos rodea en ese estado. Si concentramos toda nuestra energía en la gente y en los problemas, nos queda poco para dedicar el acto de vivir nuestra propia vida. Y ya hay bastante preocupación y responsabilidad en el ambiente. Si la tomamos toda nosotros, no queda nada para la gente que nos rodea. Esto nos hace trabajar en exceso a nosotros y quitarles bastante trabajo de encima a los demás. Y aún más, preocuparnos por la gente y por los problemas no funciona. No resuelve los problemas, no ayuda a los demás y no nos ayuda a nosotros mismos. Es energía desperdiciada.
(Melody Beattie de su Libro Ya No Seas Codependiente).
Reflexión del Dia: 3 de Agosto
Algunos aprendimos a ser cuidadores cuando éramos niños. Quizá fuimos casi forzados a ello como resultado de vivir con un padre alcohólico o con algún otro problema familiar. Algunos podemos habernos convertido en cuidadores más tarde en la vida como resultado de estar dentro de una relación de compromiso con un alcohólico o con otra persona que se rehusara y pareciera incapaz de cuidar de sí misma. Decidimos contender —para sobrevivir— de la mejor manera que pudimos, levantándole su carretilla y asumiendo sus responsabilidades.
A muchos codependientes se les han enseñado otros modos de ser cuidadores. Tal vez alguien nos dijo estas mentiras, y nosotros las creímos: no seas egoísta, sé siempre amable y ayuda a la gente, nunca hieras a otros porque “se sienten” nunca digas que no, y no menciones tus necesidades y deseos personales porque no es de buena educación hacerlo.
Podemos haber sido enseñados para ser responsables de otras personas pero no de nosotros mismos.
A algunas mujeres se les inculcó que las buenas madres y esposas eran cuidadoras. Que se requería y esperaba de ellas que fueran cuidadoras. Que era su deber. Algunos hombres creen que los buenos padres y esposos son cuidadores, superhéroes responsables de satisfacer toda necesidad de cada miembro de la familia.
(Melody Beattie de su Libro Ya No Seas Codependiente).
Reflexión del Dia: 3 de Enero
No tenemos que tomar las cosas tan a pecho (a nosotros mismos, a los eventos y a las otras personas). Sacamos las cosas fuera de toda proporción —nuestros sentimientos, pensamientos, acciones y errores—. Hacemos lo mismo con los sentimientos, pensamientos y acciones de otras personas. Nos decimos a nosotros mismos que las cosas son temibles, terribles, una tragedia y el fin del mundo. Muchas cosas pueden ser tristes, muy malas o desagradables, pero lo único que es el fin del mundo es el fin del mundo. Los sentimientos son importantes, pero son sólo sentimientos. Los pensamientos son importantes, pero son tan sólo pensamientos y todos pensamos en muchas cosas diferentes, y nuestros pensamientos están sujetos a cambio. Lo que hacemos y decimos es importante, lo que otros dicen y hacen es importante, pero el mundo no pende de ninguna fraseo acción en particular. Y si es particularmente importante decir o hacer algo, no nos preocupemos: sucederá. Aligérate. Date a ti mismo y a los demás espacio para moverse, para hablar, para ser lo que somos: humanos. Dale oportunidad a la vida para que las cosas se den solas. Date a ti mismo oportunidad para disfrutarlo.
(Melody Beattie de su Libro Ya No Seas Codependiente).
Frase del Dia: 27 de Noviembre
Por fuerza del hábito, algunos de nosotros hemos desarrollado una actitud de apego, de preocuparnos, reaccionar y obsesivamente tratar de controlar. Quizá hemos vivido con personas y a través de eventos que estaban fuera de control. Tal vez obsesionándonos y controlando pudimos guardar un equilibrio o lograr que temporalmente las cosas no empeoraran. Y luego simplemente seguimos haciendo lo mismo. Quizá teníamos miedo de soltarnos, porque cuando nos soltamos en el pasado sucedieron cosas terribles y dolorosas. Tal vez hemos estado apegados a la gente –viviendo sus vidas por y a través de ella– durante tanto tiempo que ya no nos queda una vida propia por vivir. Es más seguro seguir apegados. Por lo menos sabríamos que estamos vivos si reaccionáramos. Al menos tendríamos algo qué hacer si estuviéramos obsesionándonos o controlando. Por varias razones los codependientes tienden a apegarse a los problemas y a la gente. No importa no solucionar nada al preocuparse. No importa que esos problemas rara vez tengan solución. No importa que estén tan obsesionados que ni siquiera puedan leer un libro, ver la televisión o salir a dar un paseo. No importa que sus emociones estén en constante torbellino por lo que la otra persona dijo o no dijo, de lo que hizo o no hizo, o de lo que hará después. ¡No importa que las cosas que estemos haciendo no ayuden a nadie! Sin importarnos el costo, persistiremos en ello. Apretaremos los dientes, nos asiremos a la cuerda y nos prenderemos a ella más fuerte que nunca.
(Melody Beattie de su Libro Ya No Seas Codependiente).
Frase del Dia: 19 de Noviembre
BRINCAMOS DENTRO DEL PRIMER SENTIMIENTO QUE NOS ATRAVIESA Y LUEGO NOS EMPANTANAMOS EN ÉL. Pensamos en el primer pensamiento que cruza por nuestra cabeza y luego elucubramos sobre él. Decimos lo primero que nos viene a la lengua y a veces nos arrepentimos. Hacemos lo primero que nos viene a la mente, generalmente sin pensarlo. Ese es el problema: reaccionamos sin pensar, sin haber pensado honestamente lo que necesitamos hacer y cómo queremos manejar la situación. Nuestras emociones y conductas controladas —disparadas— por cualquier persona o cosa en nuestro entorno. Indirectamente estamos permitiendo que los demás nos digan qué hacer. Eso significa que hemos perdido el control. ¡Estamos siendo controlados!
Cuando reaccionamos abdicamos a nuestro poder personal, dado por Dios, para pensar, sentir y actuar de acuerdo con nuestro mejor interés. Permitimos que otros determinen cuándo nos sentiremos felices; cuándo nos sentiremos en paz; cuándo nos sentiremos irritados; y qué es lo que diremos, haremos, pensaremos y sentiremos. Abdicamos a nuestro derecho de sentirnos en paz al capricho de nuestro medio ambiente. Somos como una pizca de papel a merced de la tormenta, dejándonos arrastrar por cualquier viento.
(Melody Beattie de su Libro Ya No Seas Codependiente).
Frase del Dia: 17 de Noviembre
Algunos nos cansamos tanto del enorme peso—la responsabilidad total por todos los seres humanos— que podemos brincarnos los sentimientos de lástima y preocupación que acompañan a los actos de rescate y seguirnos con la ira o el enojo. Estamos enojados todo el tiempo; sentimos ira y resentimiento contra víctimas potenciales. Una persona con una necesidad o un problema provoca que sintamos la necesidad de hacer algo o nos sentiremos culpables. Después del rescate, no ocultamos nuestra hostilidad hacia este incómodo predicamento.
(Melody Beattie de su Libro Ya No Seas Codependiente).
Frase del Dia: 7 de Noviembre
Nuestra baja autoestima u odio a nosotros mismos está vinculado con todos los aspectos de nuestra codependencia: nuestra calidad de mártires; nuestra negativa a disfrutar de la vida; nuestro fanatismo por el trabajo; nuestra tendencia a mantenernos tan ocupados que no podamos disfrutar de la vida; nuestro perfeccionismo; el hecho de no permitirnos disfrutar de las cosas que hacemos bien o sentirnos bien acerca de ellas; nuestra desidia; el amontonar pilas de sentimientos de culpa y de incertidumbre acerca de nosotros mismos; prevenir la intimidad con los demás que nos hace huir de las relaciones, evitar comprometernos, quedarnos dentro de relaciones destructivas; iniciar relaciones con personas que no nos convienen, así como evitar a la gente que nos conviene.
Podemos encontrar medios sin fin para autotorturarnos: comer en exceso, descuidar nuestras necesidades, compararnos con los demás, obsesionarnos, morar en recuerdos dolorosos, o imaginar futuras escenas dolorosas. Pensamos: ¿qué tal si ella vuelve a beber?, ¿qué tal si tiene un affaire?, ¿qué tal si un tornado destruye la casa? Esta actitud del “qué tal” es siempre buena para conseguir una fuerte dosis de miedo. Nos espantamos y luego nos preguntamos por qué estaremos tan asustados. No nos gustamos, y no nos vamos a permitir obtener ninguna de las cosas buenas de la vida porque creemos que no las merecemos.
(Melody Beattie de su Libro Ya No Seas Codependiente).