Reflexión del Dia: 2 de Mayo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente plantea la imperiosa necesidad que el codependiente asuma que requiere ayuda e inicie voluntariamente la Terapia, solo así se recuperara y podrá asumir el compromiso de cuidar de él mismo.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

No tienen por qué ser perfectas las decisiones tomadas. No tenemos que ser perfectos. Ni siquiera tenemos que ser casi perfectos. Podemos ser simplemente quienes somos. Podemos equivocarnos en nuestras elecciones. No somos tan frágiles que no podamos manejar el hecho de haber cometido un error. ¡No es para tanto! Es parte del vivir.
Podemos aprender de nuestros errores, o sencillamente podemos tomar otra decisión. La cita que sigue trata acerca de la toma de decisiones en el mundo de los negocios, y creo que también se aplica a otras áreas de la vida:
Si tomas una decisión, te convertirás en un héroe dentro del mundo de los negocios. Si el 30 por ciento de tus decisiones son correctas, serás un gran triunfador.
Incluso podemos cambiar de manera de pensar. Y luego volver a cambiar. Y luego otra vez. Los codependientes vacilan. Como codependientes, estamos en medio de situaciones perturbadoras.
Podemos ir de aquí para allá; podemos correr al alcohólico, y luego recibirlo de nuevo. Podemos irnos, regresar, luego irnos otra vez. Así es como llegaremos a donde vamos. Está bien. Demos un paso más adelante, es normal y a menudo necesario.
“Pero”, un codependiente puede objetar, “no sabes cómo es mi mente. En ocasiones tengo pensamientos terribles. A veces tengo fantasías inenarrables”. Todos los tenemos, y es normal, especialmente si vivimos con un alcohólico. En nuestra mente podemos haber ido cien veces al funeral de nuestro cónyuge alcohólico. Nuestros pensamientos son la clave para nuestros sentimientos. Nuestros sentimientos son la clave para nuestros pensamientos. No tenemos que reprimir. Necesitamos dejar que los pensamientos y sentimientos nos atraviesen, y luego determinar qué debemos hacer para cuidar de nosotros mismos.

Mi Reflexión: Prácticamente la mente del codependiente es un «caos permanente». Vive sintiendo emociones negativas que le atormentan y le resulta imposible creer que es normal lo que piensa y hace. Acallar esa mente es posible, solo que asumir la terapia de recuperación es a voluntad propia y quien debe asumir el compromiso es el propio afectado. Nadie puede hacerlo por esa persona. (Alpha).

¿Sientes la necesidad perentoria de iniciar la recuperación? ¿Comparte aquí tus vivencias.

Reflexión del Dia: 25 de Abril

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente plantea que el codependiente por su problema obsesivo tiene dificultad para mantener armonía en sus relacione personales.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

La dependencia emocional y el sentirse atrapados también pueden provocar problemas en relaciones que podrían salvarse. Si estamos en una relación todavía buena, podemos ser demasiado inseguros para desapegamos y empezar a cuidar de nosotros mismos. Podemos extinguirnos y asfixiar o alejar a la otra persona. Esa necesidad extrema se vuelve obvia para los demás. Se puede sentir, percibir.
En última instancia, la dependencia excesiva de otra persona puede matar el amor. Las relaciones que se basan en inseguridad emocional y en una necesidad, en vez de sustentarse en el amor, pueden volverse autodestructivas. No funcionan. Una necesidad demasiado grande aleja a la gente y extingue el amor. Asusta a la gente y hace que se vaya. Atrae a la gente equivocada. Y no satisface nuestras verdaderas necesidades.
Nuestras necesidades reales se hacen cada vez mayores, al igual que nuestra desesperación. Fijamos nuestra vida en torno a esta persona, tratando de proteger así nuestra fuente de seguridad y de felicidad. Abdicamos a vivir nuestra propia vida al hacer esto. Y sentimos ira contra esa persona. Somos controlados por ella. Dependemos de esa persona.

Mi Reflexión: El codependiente con su relación obsesiva con los demás interfiere todo vinculo saludable de amor. No esta preparado para dar y recibir amor. Debe «reaprender» y ello es laborioso, solo con Terapia lo lograra. (Alpha).

¿Mantienes relaciones armónicas con los demás? ¿Cómo haces cuando detectas distanciamiento? Comparte aquí.

Reflexión del Dia: 23 de Abril

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente ratifica que el codependiente esta inconsciente de la seriedad de su trastorno obsesivo, y cree estar bien en lo físico, emocional y espiritual.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

La mayoría de los codependientes sufre de esa vaga pero penetrante aflicción que es la baja autoestima. No nos sentimos bien con nosotros mismos, no nos gustamos, y ni siquiera pensamos en amarnos a nosotros mismos.
Para algunos de nosotros tener una baja autoestima es quedarnos cortos. No sólo no nos gustamos, sino que nos odiamos a nosotros mismos. No nos gusta nuestra apariencia. No soportamos nuestro cuerpo. Pensamos que somos tontos, incompetentes, faltos de talento, y, en muchos casos, indignos de ser amados. Pensamos que nuestros pensamientos son malos e inadecuados. Pensamos que nuestros sentimientos son equivocados e impropios.
Creemos que no somos importantes, y aunque nuestros sentimientos no sean equivocados, pensamos que no importan. Estamos convencidos de que nuestras necesidades no son importantes. Y nos abochornamos por los deseos o los planes de otro. Pensamos que somos inferiores y diferentes al resto del mundo, no únicos, sino bizarra e inadecuadamente distintos. Nunca nos hemos puesto de acuerdo con nosotros mismos, y nos miramos no a través de esos cristales de color de rosa, sino a través de una película sucia, marrón-gris.
Podemos haber aprendido a disfrazar nuestros verdaderos sentimientos acerca de nosotros mismos vistiéndonos bien, peinándonos bien, viviendo en la casa correcta, y trabajando en el empleo correcto. Podemos presumir de nuestros logros, pero bajo las galas se encuentra un calabozo dentro del cual secreta e incesantemente nos castigamos y nos torturamos. En ocasiones, podemos castigarnos abiertamente ante el mundo entero, diciendo cosas degradantes acerca de nosotros mismos. A veces, llegamos incluso a pedir a otros que nos ayuden a odiarnos a nosotros mismos, como cuando permitimos que ciertas personas o costumbres religiosas nos ayuden a sentirnos culpables, o cuando le permitimos a la gente que nos lastime. Pero nuestros peores latigazos nos los damos en privado, dentro de nuestras mentes.

Mi Reflexión: El codependiente aparenta estar bien, es más, cree que los demás son los del problema. Bajo esa imagen existe un ser humano que se autocastiga, se autoflagela. No cree en sí mismo, la baja autoestim lo mantiene atado a una dependencia a los otros. Es realmente dramática su existencia. Lo más grave de todo es que el no cae en cuenta de lo que se deteriora cada día su cuerpo y mente. (Alpha).

¿Has detectado tu problema de codependencia? ¿Cuáles medidas estás asumiendo para sanar? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 19 de Abril

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente ratifica la necesidad de asumir la recuperación para sanar de la codependencia.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

No afirmo que los codependientes sean una especie peculiar porque necesitan y quieren amor y aprobación. La mayoría de la gente quiere estar dentro de una relación amorosa. Quieren tener a una persona especial en sus vidas. La mayoría de la gente quiere y necesita tener amigos. La mayoría de la gente quiere que las personas cercanas en sus vidas la amen y la aprueben. Estos son deseos naturales, sanos. En la mayoría de las relaciones está presente cierta cantidad de dependencia emocional, aún en las más sanas.
Pero muchos hombres y mujeres no sólo quieren y necesitan a la gente: necesitamos a la gente. Podemos ser manejados, controlados por esta necesidad.
Necesitar demasiado a la gente puede causar problemas. Otras personas se convierten en la clave de nuestra felicidad. Creo que gran parte del estar centrado en los demás, con nuestras vidas en órbita alrededor de otras personas, va de la mano de la codependencia y mana de nuestra inseguridad emocional. Creo que, en gran medida, la búsqueda incesante de aprobación en la que nos embarcamos proviene también de la inseguridad. La magia está en los demás, no en nosotros, creemos, El sentirse bien está en ellos, no en nosotros. Entre menos cosas buenas encontremos en nosotros mismos, más las buscaremos en los demás,
Ellos lo tienen todo; nosotros no tenemos nada. Nuestra existencia no es importante. Hemos sido abandonados y relegados tan a menudo que también nosotros nos abandonamos.
Necesitar tanto a la gente, y sin embargo creer que no somos dignos de ser amados y que la gente nunca estará ahí cuando la necesitemos, puede volverse una creencia profundamente imbuida. A veces, pensamos que la gente no está ahí para ayudarnos cuando en realidad lo está. Nuestra necesidad puede bloquear nuestra visión, impidiéndonos ver el amor que está ahí esperándonos.
En ocasiones, ningún ser humano puede estar ahí para ayudarnos en la forma en la que requerimos, que nos absorba que nos cuide y que nos haga sentirnos bien, completos y seguros.
Muchos de nosotros esperamos y necesitamos tanto de la gente que nos conformamos con muy poco.
Podemos volvernos dependientes de personas con problemas, de alcohólicos y otras personas con problemas. Podemos volvernos dependientes de personas que no precisamente nos gustan ni amamos. A veces, necesitamos tanto de la gente que nos conformamos casi con quien sea. Podemos necesitar a gente que no satisface nuestras necesidades. De nuevo, podemos encontrarnos en situaciones en las cuales necesitamos que alguien esté ahí para apoyarnos, pero que la persona que hemos elegido no puede o no podrá hacerlo.

Mi Reflexión: Para el codependiente su necesidad obsesiva de los demás genera serias dificultades en su vida, Para desmontar esa situación insana debe acudir a Terapia e iniciar un proceso de recuperación laborioso, pero sanador. Solo cumpliendo los principios y normas de la Terapia de CoDA irá asumiendo el control de su vida. (Alpha).

¿Estas ocupando de tu recuperación? ¿Asistes a Grupo de ayuda de CoDA? Comparte aquí tu experiencia.

Reflexión del Dia: 18 de Abril

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente refiere que la persona codependencia, atendida a tiempo, puede recuperarse.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Ya sea que los codependientes parezcan frágiles y desvalidos o resueltos y poderosos, la mayoría son niños asustados, necesitados, vulnerables, que dolorosa y desesperadamente buscan que se les ame y se les cuide.
Este niño en nuestro interior cree que no somos dignos de ser amados y que nunca encontraremos el consuelo que buscamos; a veces esta criatura vulnerable siente demasiada desesperación. La gente nos ha abandonado, emocional y físicamente. La gente nos ha rechazado. La gente ha abusado de nosotros, nos ha hecho a un lado. La gente nunca ha estado ahí cuando la hemos necesitado; no ha visto, escuchado o respondido a nuestras necesidades. Podemos llegar a creer que la gente nunca estará ahí cuando la necesitamos. Para muchos de nosotros, hasta Dios parece haberse retirado.
Nosotros hemos estado ahí cuando tantos otros nos han necesitado. La mayoría de nosotros quiere desesperadamente que alguien por fin esté ahí cuando le necesitemos. Necesitamos a alguien, a quien sea, que nos rescate de la helada soledad, del aislamiento y del dolor. Queremos de lo bueno, y lo bueno no está dentro de nosotros mismos. Dentro tenemos dolor Nos sentimos tan desvalidos y desconcertados. Los otros se ven tan poderosos y seguros. Concluimos que algo de magia hay en ellos.
De modo que nos volvemos dependientes de ellos. Podemos volvernos dependientes de nuestros amantes, cónyuges, amigos, parientes o de nuestros hijos. Nos volvemos dependientes de su aprobación. Nos volvemos dependientes de su presencia. Nos volvemos dependientes de la necesidad que tienen de nosotros.
Nos volvemos dependientes de su amor, aun cuando creemos que nunca recibimos su amor; creemos que no somos dignos de ser amados y que nadie nos ha amado nunca de una manera que satisfaga nuestras necesidades.

Mi Reflexión: El codependiente actúa de manera solidaria y bondadosa con los demás. Es un excelente acompañante y cuidador. Solo que esa conducta se va transformando en apego al paso del tiempo, hasta llegar a comprometerse demasiado en la vida de las personas de su entorno. Detectar a tiempo estas conductas obsesivas- compulsivas puede hacer que se le brinde ayuda para salir de ese problema que solo va a menoscabar su salud. (Alpha).

¿Has detectado que asumes conductas destructivas para ti? ¿Has buscado ayuda en grupos de CoDA? Comparte aquí tu experiencia.

Reflexión del Dia: 17 de Abril

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente recalca que la codependencia es una enfermedad que debe ser percibida a tiempo e iniciar una Terapia profesional o en Grupos de Apoyo.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Sea cual sea el problema que tenga la otra persona, la codependencia implica un sistema habitual de pensar, de sentir y de comportarnos hacia nosotros y hacia los demás que nos causa dolor. Las conductas o hábitos codependientes son autodestructivos. Con frecuencia reaccionamos a las personas que se autodestruyen; reaccionamos aprendiendo a autodestruirnos. Estos hábitos nos pueden conducir a, o mantenernos en, relaciones destructivas que no funcionan. Estas conductas pueden sabotear relaciones que en otras condiciones sí hubieran funcionado. Estas conductas pueden impedirnos encontrar la paz y la felicidad con la persona más importante en nuestra vida: uno mismo. Estas conductas pertenecen a la única persona que cada uno de nosotros puede controlar –a la única persona que podemos hacer cambiar– a uno mismo. Estos son nuestros problemas.

Mi Reflexión: Las conductas del codependiente difieren de la persona estable que se conduce de manera saludable. Su conducta es autodestructiva, orientada hacia el desorden en la percepción de el mismo y de las personas que le rodean. Todo gira alrededor del «control». Es imperativo darse cuenta del problema y abordarlo tempranamente, buscando la ayuda profesional necesaria y requerida. (Alpha).

¿Estás recibiendo ayuda con Terapia Doce Pasos CoDA? ¿Cómo te sientes al respecto? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 16 de Abril

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reitera que el apego afectivo hace de la persona un «títere» para complacer a quien es objeto de su dependencia emocional.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Los problemas que causa el apego son muchos. Sobreinvolucarnos de alguna manera puede mantenernos en un estado de caos; puede mantener a la gente que nos rodea en ese estado. Si concentramos toda nuestra energía en la gente y en los problemas, nos queda poco para dedicar el acto de vivir nuestra propia vida. Y ya hay bastante preocupación y responsabilidad en el ambiente. Si la tomamos toda nosotros, no queda nada para la gente que nos rodea. Esto nos hace trabajar en exceso a nosotros y quitarles bastante trabajo de encima a los demás. Y aún más, preocuparnos por la gente y por los problemas no funciona. No resuelve los problemas, no ayuda a los demás y no nos ayuda a nosotros mismos. Es energía desperdiciada.

Mi Reflexión: El apego afectivo es difícil de manejar. Es una adicción a personas que deforma a quien lo padece, llevándolo a un estado de rendición «enfermiza» ante la persona objeto de su adoración. El codependiente consume su energía, su vida se desmorona y trastoca la percepción de ayuda dándose la dependencia o apego. (Alpha).

¿Has estado apegado? ¿Cómo has trabajado en el desapego? Comparte aquí.

Reflexión del Dia: 13 de Abril

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente refiere que el codependiente pretendiendo dominar a los demás, se convierte en ser controlado por los otros.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

La mayoría de los codependientes son reaccionarios. Reaccionamos con ira, culpa, vergüenza, odio a nosotros mismos, preocupación, sentimientos heridos, gestos controladores, acciones solícitas, depresión, desesperación y furia. Reaccionamos con miedo y ansiedad. Algunos de nosotros reaccionamos tanto que nos resulta doloroso estar cerca de la gente, y torturante encontrarnos dentro de un grupo grande de personas. Es normal reaccionar y responder a nuestro medio ambiente. Reaccionar es parte de la vida. Es parte de interactuar, es parte de ser humano y de estar vivo. Pero nos permitimos irritamos tanto y distraernos tanto. Pequeñeces, cosas mayores —lo que sea— tienen el poder de descarrilarnos. Y nuestra respuesta después de que reaccionamos a menudo no es la que más nos conviene.
Podemos haber empezado a reaccionar y a responder urgente y compulsivamente con patrones que nos lastiman. El solo hecho de sentir urgencia y compulsión es suficiente para herirnos. Nos mantenemos en un estado de crisis, fluyendo la adrenalina y tensos los músculos, listos para reaccionar ante emergencias que generalmente no son tales. Alguien hace algo, de modo que nosotros debemos hacer algo a la vez. Alguien se siente de determinada manera de modo que nosotros debemos sentirnos de otra determinada manera. BRINCAMOS DENTRO DEL PRIMER SENTIMIENTO QUE NOS ATRAVIESA Y LUEGO NOS EMPANTANAMOS EN ÉL. Pensamos en el primer pensamiento que cruza por nuestra cabeza y luego elucubramos sobre él. Decimos lo primero que nos viene a la lengua y a veces nos arrepentimos. Hacemos lo primero que nos viene a la mente, generalmente sin pensarlo. Ese es el problema: reaccionamos sin pensar, sin haber pensado honestamente lo que necesitamos hacer y cómo queremos manejar la situación. Nuestras emociones y conductas controladas —disparadas— por cualquier persona o cosa en nuestro entorno.
Indirectamente estamos permitiendo que los demás nos digan qué hacer. Eso significa que hemos perdido el control. Estamos siendo controlados.

Mi Reflexión: El codependiente mantiene una actitud reaccionaria ante cualquier evento por muy mínimo que sea. Explota con ira, angustia, miedo, producto de sentimientos de vergüenza y culpa.Estas emociones le dominan y eso significa que está siendo controlado por los demás, él es una persona controlado, se invirtieron los roles. (Alpha).

¿Estás reaccionando bruscamente ante cualquier situación? ¿Cómo controlas esa situación? Comparte aquí.

Reflexión del Dia: 10 de Abril

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente refiere que el codependiente en su obsesión de manipular a los otros termina siendo controlado por esa situación. Su vida se convierte en un caos.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Cuando intentamos controlar a la gente y a las cosas que no tenemos por qué controlar, somos controlados por ellos. Abdicamos a nuestro poder para pensar, sentir y actuar de acuerdo con lo que más nos conviene. A menudo perdemos el control sobre nosotros mismos. Con frecuencia, somos controlados no sólo por la gente, también por enfermedades tales como el alcoholismo, o las tendencias compulsivas en el comer y en los juegos de apuesta. El alcoholismo y otros trastornos destructivos son fuerzas poderosas. Nunca se debe olvidar que los alcohólicos y otras personas con problemas son expertos controladores. Encontramos la horma de nuestro zapato cuando tratamos de controlarlos a ellos o a su enfermedad. Perdemos la batalla. Perdemos la guerra. Nos perdemos a nosotros mismos, a nuestras vidas Como dice una frase de Al-Anón: Tú no lo provocaste; no lo puedes controlar; y no lo puedes curar. ¡Así que deja de tratar de hacerlo! Nos frustramos al máximo cuando tratarnos de hacer lo imposible. Y generalmente impedirnos que suceda lo posible Creo que asirse fuertemente a una persona o cosa, o forzar mi voluntad sobre cualquier situación elimina la posibilidad de que mi poder superior haga algo constructivo acerca de la situación, la persona o yo. Mi afán de controlar bloquea el poder de Dios. Bloquea la capacidad de otras personas para crecer y madurar. Impide que los sucesos ocurran de una manera natural. Me impide a mí disfrutar de la gente o de los eventos.
El control es una ilusión. No funciona. No podemos controlar el alcoholismo. No podemos controlar las conductas compulsivas de nadie: comer en exceso, una conducta sexual exagerada, la apuesta compulsiva, ni ninguna otra de sus conductas. No podemos (y no es asunto nuestro hacerlo) controlar las emociones, la mente o las elecciones de nadie. No podemos controlar el resultado de los eventos. No podemos controlar a la vida. Algunos de nosotros apenas podemos controlamos a nosotros mismos.

Mi Reflexión: Los codependientes viven sumidos en una vida de control ilusorio sobre las personas. Desgastan su energía para ver al tiempo que eso no funcionó, dejándolos en una situación vulnerable de desánimo, tristeza, y hasta depresión. Solo aceptando que eso es un espejismo podremos dar un giro y buscar la ayuda necesaria y válida para cambiar. (Alpha).

¿Sientes que estás dejando llevar por ejercer el control sobre otros? ¿Has buscado ayuda? Comparte tu experiencia aquí.

Reflexión del Dia: 30 de Marzo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente refiere que todo codependiente debe entender la necesidad de cambiar los hábitos autodestructivos de dependencia afectiva.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Otros pueden haber interpretado sus creencias religiosas como un mandato divino de cuidar a los demás. Dad con alegría, se nos dice. Ama a tu prójimo, y tratamos de hacerlo. Tratamos con empeño.
Tratamos con demasiado empeño. Y luego nos preguntamos qué nos pasa y por qué nuestras creencias cristianas no funcionan. Nuestras vidas tampoco están funcionando.
Las creencias cristianas funcionan perfectamente. Tu vida puede funcionar igual de bien. Lo que no funciona es el rescate. “Es como tratar de atrapar mariposas con un palo de escoba”, me decía una amiga. El rescate nos deja confundidos y perplejos cada vez que lo hacemos. Es una reacción autodestructiva, otra manera por medio de la cual los codependientes se apegan a la gente y se desapegan de sí mismos. Es otra forma de tratar de controlar, pero en vez de conseguirlo resultamos controlados por la gente. Ser cuidador es una relación padre-hijo poco sana, a veces entre dos adultos complacientes, a veces entre un adulto y un niño.
El cuidar despierta la ira. Los cuidadores se vuelven padres iracundos, amigos iracundos, amantes iracundos. Podemos volvernos cristianos insatisfechos, frustrados y confundidos. Las personas a quienes ayudamos son o se convierten en víctimas desvalidas y enojadas. Los cuidadores se vuelven víctimas.

Mi Reflexión: La necesidad del codependiente de cuidar a los demás le trae problemas a su vida. Es relevante introducir esos cambios de actitud para soltar esa dependencia emocional. (Alpha).

¿Estás recuperándote de la codependencia? ¿Has logrado soltar la dependencia emocional? Comparte acá.