Reflexión del Dia: 20 de Octubre

Melody Bo.eattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea que el codependiente, en aras de amar a su prójimo; cae fácilmente en el círculo morboso de cuidar-rescatar. Eso lo hace compulsivamente. No es sano mantener en el triángulo del drama de Karpman.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Con mucha frecuencia damos más de lo que recibimos, y luego nos sentimos utilizados y despreciados a causa de ello. Nos preguntamos por qué, mientras nosotros anticipamos las necesidades de otros, nadie se da cuenta de nuestras necesidades. Podemos deprimirnos seriamente como resultado de no tener satisfechas nuestras necesidades. Y empero, un buen cuidador se siente más seguro al dar; nos sentimos culpables e incómodos cuando otro nos da o cuando hacemos algo para satisfacernos. En ocasiones los codependientes podemos imbuimos tanto en nuestro papel de cuidadores que nos sentimos desanimados y rechazados cuando no podemos cuidar o rescatar a alguien, cuando alguien se niega a que se le “ayude”.
El peor aspecto de ser cuidadores es que nos tornamos víctimas y así nos quedamos. Creo que muchas conductas autodestructivas serias —el consumo abusivo de productos químicos, los trastornos en la manera de comer, los trastornos sexuales— se desarrollan a través de este papel de víctima. Siendo víctimas, atraemos a los perpetradores. Creemos que necesitamos a alguien que nos cuide, porque nos sentimos desamparados. Algún cuidador por fin nos presentará a una persona o a alguna institución para que nos cuide mental, física, financiera o emocionalmente.

Reflexión: Amar al prójimo es un mandamiento de Dios, solo que el codependiente se apega y exagera su papel de cuidador, lo hace de manera compulsiva, asumiendo conductas autodestructivas. Vivir como rescatadores es desgastante y podemos terminar con una dolencia física o psicoafectiva que nos invalida para vivir a plenitud. (Alpha).

¿Actúas como cuidador compulsivo?¿Cómo te sientes al respecto? Comenta acá tu experiencia.

Reflexión del Dia: 19 de Octubre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» enfatiza la necesidad que el codependiente asuma la responsabilidad de cuidarse, caso contrario su vida se vuelve un torbellino de sentimientos y emociones que le hacen la vida imposible, muy lejos de la paz y la serenidad.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Descubre qué necesitas hacer para cuidar de ti mismo. Toma tus decisiones basándote en la realidad y tómalas en un estado de ánimo apacible. ¿Necesitas pedir disculpas? ¿Quieres olvidarte del asunto?
¿Necesitas hablar con alguien de corazón a corazón? ¿Necesitas tomar otra decisión para cuidar de ti mismo?
Cuando tomes tu decisión ten en mente cuáles son tus responsabilidades. No tienes la responsabilidad de que los otros “vean la luz” y no necesitas “enderezarlos”. Tienes la responsabilidad de ayudarte a ti mismo a ver la luz y de enderezarte. Si no te sientes en paz con alguna decisión, olvídala. No es tiempo para tomarla todavía. Espera hasta que tu mente esté consistente y tus emociones estén tranquilas.
Cálmate. No necesitas sentirte tan asustado. No necesitas sentirte tan frenético. Mantén las cosas en perspectiva. ¡Hazte la vida más fácil!

Reflexión: El codependiente vive tanto a través de complacer a los demás, que se olvida de vivir su propia vida. Sus emociones son negativas para su serenidad y sosiego. Llegó el momento de «frenar» esa conducta autodestructiva y «asumir responsabilidades con el mismo: cuidándose con amor». Tratar de mantenerse calmado, tranquilo no es fácil, pero durante la recuperación, va lográndolo si trabaja los Doce Pasos de CoDA (Alpha).

¿Asumiste tu recuperación para frenar las conductas negativas? ¿Te has decidido por soltar esas cargas que no son tu responsabilidad? Comenta tu experiencia durante la Terapia.

Reflexión del Dia: 18 de Octubre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» enfatiza en el daño que se infringe el codependiente cuando quiere mantener el control sobre otras personas. Esa conducta autodestructiva lo «anula» y le resta paz y sosiego.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Algunos de nosotros hemos desarrollado una actitud de apego, de preocuparnos, reaccionar y obsesivamente tratar de controlar. Quizá hemos vivido con personas y a través de eventos que estaban fuera de control. Tal vez obsesionándonos y controlando pudimos guardar un equilibrio o lograr que temporalmente las cosas no empeoraran. Y luego simplemente seguimos haciendo lo mismo. Quizá teníamos miedo de soltarnos, porque cuando nos soltamos en el pasado sucedieron cosas terribles y dolorosas. Tal vez hemos estado apegados a la gente –viviendo sus vidas por y a través de ella– durante tanto tiempo que ya no nos queda una vida propia por vivir. Es más seguro seguir apegados. Por lo menos sabríamos que estamos vivos si reaccionáramos. Al menos tendríamos algo qué hacer si estuviéramos obsesionándonos o controlando. Por varias razones los codependientes tienden a apegarse a los problemas y a la gente. No importa no solucionar nada al preocuparse. No importa que esos problemas rara vez tengan solución. No importa que estén tan obsesionados que ni siquiera puedan leer un libro, ver la televisión o salir a dar un paseo. No importa que sus emociones estén en constante torbellino por lo que la otra persona dijo o no dijo, de lo que hizo o no hizo, o de lo que hará después. ¡No importa que las cosas que estemos haciendo no ayuden a nadie! Sin importarnos el costo, persistiremos en ello. Apretaremos los dientes, nos asiremos a la cuerda y nos prenderemos a ella más fuerte que nunca. Algunos de nosotros ni siquiera nos daremos cuenta de que nos hemos estado agarrando tan fuerte. Otros nos habremos convencido de que debemos asirnos así de fuerte. Creemos que no existe otra alternativa que la de reaccionar a esta persona o problema de esta manera obsesiva. A menudo, cuando le sugiero a la gente que se aparte de esta persona o de este problema, me responden con horror. “¡Oh, no!”, dicen, “nunca podría hacer eso. Yo lo amo, o la amo, demasiado. Me importa demasiado para hacerle eso. Este problema o esta persona es demasiado importante para mí. Tengo que permanecer apegado a ella (o a esto)”.

Reflexión: La conducta de la persona apegada es»controlar a la otra persona», «dando al traste» con su serenidad y sosiego. El codependiente ha vivido posiblemente en hogares que mostraron ese comportamiento y lo «copia», sin percatarse que eso solo lo lleva a la «crispación permanente», y a una pérdida de su paz interior.(Alpha).

¿Tienes comportamientos compatibles con el apego afectivo? ¿Has buscado Grupos de ayuda de CoDA? Comenta tu experiencia.

Reflexión del Dia: 17 de Octubre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» enfatiza en la necesidad de no reprimir nuestros sentimientos y emociones, así mismo expresa que resulta positivo compartirlo con personas que van a entendernos y aceptarnos como somos.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Lo que pensamos influye en cómo nos sentimos. A veces los patrones de pensamiento inadecuados, inapropiados o exagerados provocan nuestras emociones o hacen que estas permanezcan más de lo necesario. Si pensamos que algo es horrible, que nunca se mejorará, y que simplemente no debe de ser, nuestros sentimientos serán intensos. A esto le llamo pensar desastrosamente. Por eso es importante, luego de haber sentido nuestras emociones, examinar nuestro pensamiento. Que lo saquemos a la luz. Si es inadecuado, entonces ya sabemos qué tenemos que hacer pan resolver nuestro problema, ¿no es así?
Hay ocasiones en que podemos necesitar discutir nuestros sentimientos y pensamientos con otras personas. No es sano vivir nuestra vida en aislamiento. Compartir nuestra parte emocional con otros produce acercamiento e intimidad. Y también el ser aceptados como somos por alguien nos ayuda a aceptarnos a nosotros mismos. Esta es siempre una experiencia maravillosa. A veces, podemos querer discutir las cosas con un amigo que simplemente nos escuche, mientras ventilamos nuestros asuntos y tratamos de averiguar que está sucediendo. Las cosas que nos guardamos dentro pueden crecer demasiado y volverse demasiado poderosas. Lanzarlas al aire hace que se reduzcan. Ganamos en perspectiva. También es divertido compartir los sentimientos placenteros: las alegrías, los éxitos, los “tiempos color de rosa”. Y si queremos tener una relación de intimidad con alguien, necesitamos discutir nuestros sentimientos persistentes con ella o con él. A esto se le llama honestidad emocional.

Reflexión: Nuestros pensamientos determinan los sentimientos y emociones. Es saludable no reprimirlos, compartirlo con personas que nos inspiren confianza. El propósito de la Terapia en Doce Pasos de CoDA residen en compartir nuestra situación con personas honestas y discretas, esto alivia la carga y nos permite «drenar»tanto lo negativo como lo positivo. (Alpha).

¿Estás en recuperación? ¿Asistes a reuniones de Grupos de CoDA? Comenta acá tus expectativas y vivencias.

Reflexión del Dia: 16 de Octubre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» enfatiza que solo podemos cambiarnos nosotros mismos, y pretender cambiar a los otros es una tarea que nos trae serias dificultades y es una ilusión siquiera pretenderlo. Responsabilízate de ti mismo, los demás que hagan otro tanto con su vida.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Responder adecuadamente a nuestros sentimientos también significa que asumimos la responsabilidad de ellos. Los sentimientos de cada persona le pertenecen a ella. Nadie hace que otro sienta; nadie es responsable en último término por nuestros sentimientos excepto nosotros mismos, no importa qué tanto insistamos nosotros en que lo sean. La gente puede ayudarnos a sentir, pero no hace que sintamos. La gente tampoco puede cambiar tampoco puede cambiar la manera en que nos sentimos. Sólo nosotros podemos hacerlo. Más aún, no somos responsables por los sentimientos de nadie más, aunque somos responsables de elegir ser considerados con los sentimientos de los demás. La gente responsable elige hacer eso, en ocasiones. Sin embargo, muchos codependientes se extralimitan en ello. Necesitamos también tener
consideración con nuestros sentimientos. Nuestros sentimientos son reacciones a las circunstancias de la vida. Así, la etiqueta social requiere que cuando discutimos un sentimiento con alguien, decimos “Siento esto y aquello cuando tú haces esto o aquello porque…” y no “Me haces sentir…” Sin embargo, podemos querer tomar otra decisión acerca de cómo manejar nuestros sentimientos.
Esto es verdad especialmente si reaccionamos consistentemente ante la conducta de alguien con una gran cantidad de dolor emocional, y que aun después de informarle acerca de este dolor a la persona, él o ella nos lo siguen causando. Quizá no necesites de tanta ayuda para sentir. Recuerda, los sentimientos son indicadores y motivadores. Observa los patrones en nuestros sentimientos. Nos dicen mucho acerca de nosotros y de nuestras relaciones.

Reflexión: Si algo debemos tener claro los codependientes es que no podemos cambiar a nadie, solo a nosotros mismos. Cuando reaccionamos generalmente lo hacemos para intentar controlar a los otros, y en ello cedemos nuestro poder y nuestros derechos. Revierte ese escenario fijando límites sanos que nos resguardan del maltrato y abuso de las personas y demos al otro la posibilidad de hacer lo que quiera. Recordemos que los sentimientos son indicadores de nuestro ánimo, pero también nos motivan a cambiar, allí radica todo (Alpha).

¿Tratas de evitar controlar a los otros, adquiriendo la responsabilidad de cambiar tú? ¿Cuáles han sido tus resultados? Comparte aquí.

Reflexion del Dia: 15 de Octubre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» El acto de dar de manera bondadosa es un bello ejemplo de amor a los demás, solo que si esto se asume como una obsesión, sacrificando la felicidad de uno, ya la conducta es enfermiza. Los codependientes somos cuidadores compulsivos. Hay que modificar ese comportamiento.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Dar a los demás, hacer cosas por ellos y con ellos, son parte esencial de un modo de vida sano y de relaciones saludables con el prójimo. Pero aprender cuándo no debernos dar, cuándo no ceder, y cuándo no hacer cosas por y con la gente, son también parte esencial de un modo de vida sano y de relaciones saludables con el prójimo. No es bueno cuidar de la gente que se aprovecha de nosotros para evitar la responsabilidad. Es dañino para ellos y para nosotros. Hay una línea sutil entre ayudar y hacerle daño a la gente, entre dar en forma benévola y dar de manera destructiva. Podernos aprender a hacer esa distinción.
El cuidar es un acto y una actitud. Para algunos de nosotros se convierte en un papel que desempeñamos en nuestra vida entera y con toda la gente que se halla a nuestro alrededor. El cuidar está, yo creo, en cercana relación con el martirio (con frecuencia se acusa a los codependientes de padecer tal estado) y con el ser complacientes (otra acusación que se nos lanza). Los mártires, de acuerdo con Earnie Larsen, “deforman las cosas”. Necesitamos seguir sacrificando nuestra felicidad y la de los demás por el bien de alguna causa desconocida que no requiere sacrificio. En los complacientes, de acuerdo con Earnie Larsen, no se puede confiar. Mentimos. Y como cuidadores, no cuidamos de nosotros mismos.

Mi Reflexión: Los codependientes como «cuidadores» somos «rescatadores y complacientes». Convertimos el acto de dar en obsesión y es una conducta enfermiza y autodestructiva. Debemos distinguir en dar por actitud caritativa o dar por sacrificio hasta perder nuestra serenidad. Hay que soltar toda complacencia insana y asumir la responsabilidad de cuidarnos a nosotros mismos como prioridad. (Alpha).

Eres un cuidador compulsivo? ¿Has buscado iniciar tu recuperación anexándote a Grupos de CoDA?? Comparte acá tus experiencias.

Reflexión del Dia: 14 de Octubre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» refiere que el codependiente puede asumir algunas actividades de relajación y entretenimiento cuando percibe que está «reaccionando al entorno de manera negativa». Relajarse y hacer la situación llevadera es una excelente forma de ayudarse a enfrentar esas reacciones.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

A veces nuestras reacciones provocan que los demás reaccionen de cierto modo. (Pero no necesitamos seguir haciéndolo, (¿o sí?). A veces el reaccionar estrecha nuestra visión en tal forma que nos quedamos varados reaccionando a los síntomas o a los problemas. Podemos estar tan ocupados reaccionando que no tenemos tiempo ni energía para identificar el problema real, y mucho menos para descubrir cómo solucionarlo. Podemos pasar años reaccionando ante cada incidente provocado por la bebida y la crisis resultante¡fallando completamente en reconocer que el verdadero problema es el alcoholismo! Aprende a dejar de reaccionar de maneras que no son necesarias y que no funcionan. Elimina las reacciones que te lastiman.
Siguen algunas sugerencias para ayudarte a desapegarte de la gente y de tus reacciones negativas hacia ella. Estas son sólo sugerencias. No existe una fórmula específica para lograr el desapego. Necesitas encontrar tu propia manera, una que te funcione a ti.
Aprende a reconocer cuando estás reaccionando, cuándo estás permitiendo que alguien o algo tire de tus cuerdas. Generalmente cuando empiezas a sentirte ansioso, temeroso, indignado, rechazado, avergonzado, preocupado, confundido o a padecer autoconmiseración, hay algo en tu medio ambiente que te ha hecho nudos. (No afirmo que esté mal experimentar estos sentimientos. Probablemente cualquiera se sentiría así. La diferencia estriba en que estamos aprendiendo a decidir por cuánto tiempo deseamos seguir sintiéndonos así, y qué queremos hacer al respecto.) Emplear las palabras “ella, o él o eso me hicieron sentir”, a menudo indica que estamos reaccionando. Perder nuestra
sensación de paz y serenidad probablemente es el indicador más poderoso de que estamos atrapados en algún tipo de reacción.
Ponte cómodo. Cuando reconoces que estás en medio de una reacción caótica, di o haz lo menos posible hasta que puedas restaurar tu nivel de serenidad y de paz. Haz cualquier cosa que necesites hacer (que no sea destructivo para ti ni para nadie más) que ayude a relajarte. Inhala profundamente unas cuantas veces. Sal a caminar. Limpia la cocina. Siéntate en el baño. Ve a casa de un amigo.
Acude a una junta de Al-Anón. Lee un libro de meditación. Vete a la playa. Mira un programa de televisión. Encuentra una manera de separarte emocional, mental (y si es necesario) físicamente de aquello a lo que estás reaccionando. Busca una forma de librarte de la ansiedad. No tomes un trago ni manejes por la calle a 100 kilómetros por hora. Haz algo que no sea arriesgado y que te ayude a
restaurar tu equilibrio.
Analiza lo que ha sucedido. Si se trata de un incidente menor, serás capaz de sobreponerte tú solo. Si el problema es serio, o si te perturba seriamente, tal vez quieras discutirlo con un buen amigo que te ayude a aclarar tus pensamientos y emociones. Las dificultades y los sentimientos crecen cuando tratamos de apresarlos en nuestro interior. Habla acerca de tus sentimientos. Asume la responsabilidad de ellos. Siente verdaderamente lo que estés sintiendo. Nadie te hizo sentir así. Alguien pudo haberte ayudado a que te sintieras de determinada manera, pero el sentimiento lo sentiste tú. Manéjalo. Luego, esclarece tú mismo la verdad sobre lo que sucedió. ¿Estabas alguien tratando de molestarte? (Si hay duda al interpretar algo como un insulto o rechazo, prefiero creer que eso no tuvo nada que ver conmigo. Me ahorra tiempo y me ayuda a sentirme bien conmigo misma.) ¿Estabas tratando de controlar a alguien o algún evento? ¿Qué tan serio es el problema o el asunto? ¿Estás tomando la responsabilidad de otro? ¿Estás enojado porque alguien no adivinó lo que en realidad querías o lo que en verdad querías decir? ¿Estás tomando la conducta de otro de un modo demasiado personal?
¿Alguien oprimió tus botones de culpa o de inseguridad? ¿Es en verdad el fin del mundo, o es meramente algo triste y decepcionante?
Descubre qué necesitas hacer para cuidar de ti mismo. Toma tus decisiones basándote en la realidad y tómalas en un estado de ánimo apacible. ¿Necesitas pedir disculpas? ¿Quieres olvidarte del asunto? ¿Necesitas hablar con alguien de corazón a corazón? ¿Necesitas tomar otra decisión para cuidar de ti mismo? Cuando tomes tu decisión ten en mente cuáles son tus responsabilidades. No tienes la responsabilidad de que los otros “vean la luz” y no necesitas “enderezarlos”. Tienes la responsabilidad de ayudarte a ti mismo a ver la luz y de enderezarte. Si no te sientes en paz con alguna decisión, olvídala. No es tiempo para tomarla todavía. Espera hasta que tu mente esté consistente y tus emociones estén tranquilas.
¡Cálmate! No necesitas sentirte tan asustado. No necesitas sentirte tan frenético. Mantén las cosas en perspectiva. ¡Hazte la vida más fácil!

Reflexión: Descubrir cuando estamos reaccionando es importante por cuanto nos permite asumir algunas conductas que pueden «descentrar» la atención. Ejecutar actividades que nos relajen le dan la dimensión exacta a las cosas desde una perspectiva menos dramática. Meditar sobre lo que nos ocurre y actuar en mejorar ese evento de ansiedad y miedo va ejercitándonos en tomar la decisión correcta en el momento de la nuestra reacción negativa. Ponte en disposición de relajación, no de angustia y ansiedad. Nada grave pasa, todo es nuestra percepción. (Alpha).

¿Cuál comportamiento asumes cuando estás reaccionando? ¿Te estan moviendo sentimientos y emociones positivas para tu sanación? ¿Estás asumiendo conciencia que tú puedes cambiar y mereces estos cambios positivos en tu vida? Comenta aquí.

Reflexión del Dia: 12 de Octubre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» refiere la importancia de los sentimientos para el ser humano. Estos nos permiten crear una relación armónica con nosotros mismos y con el entorno. También nos conectan con la parte emocional consciente.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Los sentimientos no son el fin ni el principio del vivir. Lo sentimientos no deben dictar o controlar nuestro comportamiento, pero tampoco podemos ignorar nuestros sentimientos. No pueden ser ignorados. Nuestros sentimientos son muy importantes. Cuentan. Importan. Nuestra parte emocional es especial.
Si hacemos que los sentimientos se vayan, si los alejamos, nos perdemos de una parte importante de nosotros mismos y de nuestras vidas. Los sentimientos son nuestra fuente de alegría, y también de tristeza, de miedo y de ira. La parte emocional de nosotros es la parte que ríe y la que llora. La parte emocional de nosotros es el centro para dar y recibir la cálida llama del amor. Esa parte de nosotros nos permite sentirnos más cerca de la gente. Esa parte de nosotros nos permite disfrutar del tacto y de otros sentimientos sensuales.
Nuestros sentimientos también son indicadores. Cuando nos sentimos felices, cómodos, cálidos y contentos, por lo general sabemos que todo está bien en nuestro mundo, en el momento presente. Cuando nos sentimos disgustados, con enojo, miedo o tristeza, nuestros sentimientos nos dicen que hay un problema.
Puede estar en nuestro interior —algo que estamos haciendo o pensando— o puede ser externo. Pero algo está mal.
Los sentimientos también pueden ser motivadores positivos. La ira puede ayudarnos a resolver un molesto problema. El miedo nos empuja a correr fuera del peligro. Las heridas que se repiten y el dolor emocional nos dicen que nos mantengamos alejados. Nuestros sentimientos también nos pueden dar claves para conocernos a nosotros mismos: nuestros deseos, necesidades y ambiciones. Nos ayudan a descubrirnos ya conocer lo que realmente estamos pensando. Nuestras emociones también golpean esa parte de nosotros que busca y sabe la verdad y desea la autopreservación, el automejoramiento, la seguridad y la bondad.
Nuestras emociones están conectadas a nuestro proceso de pensamiento consciente, cognoscitivo ya ese don misterioso llamado instinto o intuición.

Reflexión: Debemos permitir aflorar nuestros sentimientos, son indicadores valiosos que nos permiten saber claramente lo que pensamos, nos conectan con nuestras emociones positivas o no. Lo que debemos impedir que estos controlen permanentemente nuestra área emocional y nos impidan sentirnos alegres o en bienestar. Leamos que nos dicen, sin mantener presente aquellos que impiden la posibilidad de estar a gusto con nosotros mismos. (Alpha).

¿Te detienes a interpretar tus sentimientos y emociones? ¿Qué te manifiestan habitualmente? Comparte acá tu experiencia al respecto.

Reflexión del Dia: 11 de Octubre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» refiere que no tenemos que vivir todo el tiempo victimados y abusados haciendo lo que los demás quieran. Soltemos ese control, nos puede dar serenidad y paz interior.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

¡Tu decides! Esta es una vieja lección, pero tiene que repetir y recordar. No tenemos que dejar que nadie controle nuestras vidas, nuestras elecciones, nuestra alegría.
No importa cuán bien pensamos que aprendimos esa lección, a menudo reaparece. Otra persona comienza a tirar de nuestras cuerdas. Nos involucramos, nos enredamos, nos enganchamos. Nos oímos cantar una vieja melodía … Si al menos lo hiciera, si no lo hiciera, entonces yo sería … Nos damos cuenta de que una vez más hemos dado demasiado control. Hemos aplazado nuestras vidas a los deseos, caprichos y opciones de otro.
Sí, si estamos viviendo plenamente, tendremos reacciones a los que nos rodean. Nuestras relaciones nos ayudarán a conformarnos, a enseñarnos cosas. Y sí, hay momentos en que estamos tan conectados con los demás, los amamos tanto, que su camino afecta a los nuestros.
Pero no tenemos que dejar que otra persona controle nuestras elecciones, nuestros comportamientos o nuestras vidas Tu eres responsable de tu vida. Tu eres responsable de tus elecciones. No importa lo que haga la otra persona. Tu todavía eres responsable de ti mismo. ¡Sólo tú puedes decidir lo que vas a hacer!

Reflexión: El codependiente se engancha en relaciones destructivas, donde cede el control de su vida a otros. No tenemos por que permitir esa situación, aunque en muchas ocasiones creamos que somos quienes controlamos a los demás. Toma la decisión que te lleve a ganar tu respeto propio, a dejar ir esa necesidad enfermiza y a asumir, por ti mismo, aquellas decisiones que te van a sanar. (Alpha).

¿Te sientes victimado y abusado por las otras personas? ¿Cuál decisión has asumido al respecto?. Comenta acá.

Reflexión del Dia: 9 de Octubre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» refiere que el codependiente se mantiene en negación, le cuesta transitar las etapas del Duelo y alcanzar la aceptación.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Muchos de nosotros somos expertos en negar y descontar lo que nos duele. Podemos soportar una situación particular, diciéndonos repetidamente que no es tan malo; no debemos ser tan exigentes; cambiará cualquier día; deberíamos ser capaces de vivir con ella; no nos molesta; la otra persona no lo decía en serio; no duele tal vez sólo somos nosotros.
Podemos luchar y discutir con nosotros mismos acerca de la realidad y la validez de nuestro dolor, nuestro derecho a sentirlo y hacer algo al respecto. A menudo toleramos demasiado o tanto que nos volvemos furiosos y nos negamos a tolerar más.
Podemos aprender a desarrollar una tolerancia saludable. Hacemos eso fijando límites sanos y confiar en nosotros mismos para poseer nuestro poder con la gente. Podemos disminuir nuestro dolor y sufrimiento validando y prestando atención a nosotros mismos. Podemos trabajar para acortar el tiempo entre identificar una necesidad de establecer un límite y tomar una acción clara y directa.

Reflexión: Para el codependiente que vive en negación resulta muy difícil atravesar las restantes etapas del duelo y vive aceptando su dolor y sufrimiento, evita salir de ese «atolladero emocional». Lo importante es identificar claramente que estamos en negación y fijar los límites saludables en nuestras relaciones. Solo así podemos empoderarnos y salir adelante. Todo radica en confiar en nosotros mismos y dar el «gran salto.»(Alpha).

Sientes que vives en un constante drama? ¿Cómo has planificado retomar tu poder ante tus relaciones? Comparte tus vivencias.