Reflexión del Dia: 25 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente»plantea que el Desapego es una herramienta efectiva al momento de asumir nuestra recuperación, asumirla nos permite alcanzar la paz interior que necesitamos.

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Reflexiona sobre esto:

El desapego no es un alejamiento frío, hostil; no es una aceptación resignada y desesperante de todo aquello que la vida y la gente nos tire en el camino; no es una manera robótica de ir por la vida, absortos, y totalmente indiferente a la gente y a los problemas; no es una actitud de inocente dicha infantil; ni un desentendimiento de lo que son nuestras verdaderas responsabilidades hacia nosotros mismos y hacia los demás; ni una ruptura en nuestras relaciones. Tampoco es que retiremos nuestro amor y nuestra solicitud, aunque a veces estas formas de desapegarnos pueden ser las mejores a seguir, por el momento.
De una manera ideal, desapegarnos es liberarnos o apartarnos de una persona o problema con amor. Mental, emocional y a veces físicamente nos desembarazamos de nuestro involucramiento insano (y a menudo doloroso) con la vida y responsabilidades de otra persona, y de los problemas que no podemos resolver.

Reflexión: Los codependientes vivimos apegados a las relaciones, no sabemos vivir sin estar atado a esa dependencia emocional. Saber que hay una manera saludable de relacionarnos da un nuevo sentido a la vida, ese es el DESAPEGO. No se trata de dejar de querer a las personas, sino de asumir nuestro compromiso primario con nosotros mismos, y dejar que las otras personas hagan con su vida lo que deseen hacer. Desapegarnos pasa por mantenernos alejados del control enfermizo, solo así sanaremos. (Alpha).

¿Has practicado el Desapego en tus relaciones? ¿Sientes que ha servido para sanarte? Comparte tus vivencias acá.

Reflexión del Dia: 24 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente»plantea que las reacciones permanentes que asumen los codependientes pueden y deben ser controladas por estos. Cuando asumimos responsabilidad de cuidarnos a nosotros mismos, asumimos una conducta saludable y detenemos los comportamientos insanos.

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Reflexiona sobre esto:

Nuestras reacciones pueden ser el eslabón de una cadena de reacciones tal que a menudo los involucrados están irritados y nadie sabe por qué. Simplemente están irritados. Luego, todos están fuera de control y a la vez son controlados. A veces la gente se comporta de cierta manera para provocar que nosotros reaccionemos de otra. Si dejamos de reaccionar de esta cierta manera, la privamos de lo divertido que esto le resulta. Quedamos fuera de su control y le quitamos el poder que tiene sobre nosotros.
A veces nuestras reacciones provocan que los demás reaccionen de cierto modo. (Pero no necesitamos seguir haciéndolo, ¿o sí?). A veces el reaccionar estrecha nuestra visión en tal forma que nos quedamos varados reaccionando a los síntomas o a los problemas. Podemos estar tan ocupados reaccionando que no tenemos tiempo ni energía para identificar el problema real, y mucho menos para descubrir cómo solucionarlo. Podemos pasar años reaccionando ante cada incidente provocado por la bebida y la crisis resultante, ¡fallando completamente en reconocer que el verdadero problema es el alcoholismo! Aprende a dejar de reaccionar de maneras que no son necesarias y que no funcionan. Elimina las reacciones que te lastiman.

Reflexión: Los codependientes somos reaccionarios, entramos en un círculo de respuestas no acordes con la situación real, pero seguimos haciéndolo durante años inclusive. Solo apoyándonos en la terapia de Doce Pasos podemos entendernos y responsabilizarnos de nosotros mismos. Basta de vivir reaccionando ante todo lo que ocurra. Puedes hacerlo, solo debes comprometerte contigo mismo. (Alpha).

¿Reaccionas con frecuencia ante cualquier circunstancia? ¿Has probado detener este círculo enfermizo? ¿Cuáles han sido las herramientas? Comenta aquí tus vivencias.

Reflexión del Dia: 23 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente»reitera que los codependientes nos creamos una falsa creencia de dominio sobre la voluntad de los demás, y eso es ilusorio y debemos modificarla.

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Reflexiona sobre esto:

Cuando intentamos controlar a la gente y a las cosas que no tenemos por qué controlar, somos controlados por ellos. Abdicamos a nuestro poder para pensar, sentir y actuar de acuerdo con lo que más nos conviene. A menudo perdemos el control sobre nosotros mismos. Con frecuencia, somos controlados no sólo por la gente, también por enfermedades tales como el alcoholismo, o las tendencias compulsivas en el comer y en los juegos de apuesta. El alcoholismo y otros trastornos destructivos son fuerzas poderosas. Nunca se debe olvidar que los alcohólicos y otras personas con problemas son expertos controladores. Encontramos la horma de nuestro zapato cuando tratamos de controlarlos a ellos o a su enfermedad. Perdemos la batalla. Perdemos la guerra. Nos perdemos a nosotros mismos, a nuestras vidas Como dice una frase de Al-Anón: Tú no lo provocaste; no lo puedes controlar; y no lo puedes curar. ¡Así que deja de tratar de hacerlo! Nos frustramos al máximo cuando tratarnos de hacer lo imposible. Y generalmente impedirnos que suceda lo posible Creo que asirse fuertemente a una persona o cosa, o forzar mi voluntad sobre cualquier situación elimina la posibilidad de que mi poder superior haga algo constructivo acerca de la situación, la persona o yo. Mi afán de controlar bloquea el poder de Dios. Bloquea la capacidad de otras personas para crecer y madurar. Impide que los sucesos ocurran de una manera natural. Me impide a mí disfrutar de la gente o de los eventos.
El control es una ilusión. No funciona. No podemos controlar el alcoholismo. No podemos controlar las conductas compulsivas de nadie: comer en exceso, una conducta sexual exagerada, la apuesta compulsiva, ni ninguna otra de sus conductas. No podemos (y no es asunto nuestro hacerlo) controlar las emociones, la mente o las elecciones de nadie. No podemos controlar el resultado de los eventos. No podemos controlar a la vida. Algunos de nosotros apenas podemos controlamos a nosotros mismos.

Reflexión: Debemos admitir conscientemente que asumir patrones de control sobre los otros no conduce sino a frustración. Llegó el momento de asumir, con total convicción, que no podemos controlar a nadie, sólo podemos cambiarnos a nosotros mismos y despegarnos de la persona por quien sentimos ese apego emocional enfermizo. (Alpha).

¿Has logrado dejar ir tus patrones de control sobre los demás? ¿Cómo lo has logrado? Comparte tus vivencias aquí.

Reflexión del Dia: 22 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente»reitera que los codependientes tenemos como tarea prioritaria «responsabilizarnos de nosotros mismo». Hemos estado cuidando de los otros, dejándonos de lado por mucho tiempo. Es momento de voltear nuestra atención a nosotros mismos. Buscando ayuda llegamos a encaminar nuestra sanación.

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Reflexiona sobre esto:

Con toda nuestra codependencia, con todo nuestro afán de controlar, de rescatar y con todos nuestros defectos de carácter estamos bien. Estamos exactamente como debemos estar. He hablado mucho acerca de los problemas, los asuntos y las cosas que hay que cambiar —estas son metas, cosas que haremos para mejorar nuestras vidas—. Lo que somos ahora, en este momento, está bien. De hecho, los codependientes son algunas de las personas más amorosas, generosas, de buen corazón y preocupadas por los demás que conozco. Sólo que nos hemos dejado entrampar haciendo cosas que nos lastiman, y vamos a aprender a dejar de hacer estas cosas. Pero esos trucos son sólo problemas nuestros; nosotros no somos tales trucos. Si tenemos un defecto de carácter aborrecible, esta es la manera en que nos odiamos y nos fastidiamos a nosotros mismos. Esto simplemente ya no es tolerable ni aceptable.
Podemos dejar de molestarnos a nosotros mismos y en cambio fastidiarnos. Este hábito tampoco es nuestra culpa, pero es nuestra responsabilidad aprender a dejar de hacerlo.
Podemos amarnos a nosotros mismos y a nuestras vidas. Podemos consentirnos y amarnos. Podemos aceptar a nuestros maravillosos yo, con todas nuestras faltas, flaquezas, puntos fuertes, puntos débiles sentimientos, pensamientos, y todo lo demás. Es lo mejor que tenemos. Es lo que somos, y lo que teníamos que ser y no es un error. Nosotros somos lo más grande que alguna vez nos pueda suceder. Creanlo. Esto hace la vida mucho más fácil.
La única diferencia entre los codependientes y el resto del mundo es que las otras personas no se fastidian a sí mismas por ser quienes son. Toda a gente tiene pensamientos similares y tiene todo un rango de sentimientos. Toda la gente comete errores y hace unas cuantas cosas bien. De modo que podemos dejarnos en paz.
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Reflexión: Los codependientes estamos pendientes de resolver las dificultades y problemas de los demás de manera expedita sin reclamo alguno, pero somos reacios a «encargarnos de nosotros mismos», y solo «retrasamos»< nuestra sanación, dejándonos de lado hasta "invisibilizarnos" ¿Es posible amarnos con fallas y defectos? Por supuesto que podemos lograr, con perseverancia y entereza, llegar a cambiar esa pauta negativa y darle la vuelta a la vida. ¿Cómo podemos alcanzarlo? No es simple, pero si necesario. Solo hay que proponerse cambiar y asumir la tarea. Tenemos apoyo en los Grupos de Terapia de Doce Pasos. Utilicemos esta herramienta disponible. (Alpha).

¿Utilizas el programa de Doce Pasos? ¿Cuáles han sido tus avances? Comparte tus vivencias con nosotros.

Reflexión del Dia: 21 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente»refiere que la base de la codependencia en una baja autoestima, con manejo de comportamientos autodestructivos y una necesidad imperiosa de controlar al adicto para modificar su conducta. En ello el codependiente transcurre su vida sin obtener solución, sino desmejorar su propia salud.

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Reflexiona sobre esto:

Algunos de nosotros aprendimos estas conductas de odio a sí mismo dentro de nuestras familias, posiblemente con la ayuda de uno de nuestros padres que era alcohólico. Algunos reforzamos ese desdén que sentimos por nosotros mismos dejando a un padre alcohólico para casarnos con un alcohólico. Podemos haber iniciado relaciones adultas con una frágil autoestima, para luego descubrir que lo que nos quedaba de autoestima se ha desintegrado. Pocos de nosotros podemos haber guardado nuestra autoestima completamente intacta hasta que lo conocimos a él o a ella o hasta que surgió ese problema; repentina o gradualmente nos encontramos odiándonos a nosotros mismos. El alcoholismo y otros trastornos compulsivos destruyen la autoestima tanto en los alcohólicos como en los codependientes. Recuerden, el alcoholismo y otros trastornos compulsivos son autodestructivos Algunos de nosotros podemos ni siquiera estar conscientes de nuestra baja autoestima y de nuestro odio a sí mismos porque nos hemos estado comparando con los alcohólicos y con las otras personas locas que hay en nuestras vidas; en comparación, estamos por encima de ellos. La baja autoestima puede venírsenos encima cada vez que la dejemos actuar.
En realidad, no importa cuándo empezamos a torturarnos. Debemos parar ahora. Ahora mismo podemos darnos un gran abrazo mental y emocional. Estamos bien. Es maravilloso ser quienes somos.
Nuestros pensamientos están bien. Nuestros sentimientos son adecuados. Estamos justo en donde debíamos de estar hoy, en este momento. No hay nada mal con nosotros. No hay nada que en lo fundamental esté mal en nosotros. Si hemos fallado, no hay problema; estábamos haciéndolo lo mejor que podíamos.

Reflexión: Los codependientes se mueven con «conductas autodestructivas y no podemos controlar a aquellas personas adictas de diversa índole». Mantenernos «autoflaglandonos» no conduce a mejorar nuestra situación, por el contrario, la desmejora ostensiblemente. Recordemos que la base de la codependencia es «baja autoestima». En ocasiones llegamos hasta odiarnos a nosotros mismos, y caemos en un espiral peligroso que menoscaba nuestra salud física y emocional. Cuando sentimos la «ingobernabilidad» en nuestras vidas nos enfocamos hacia la recuperación iniciándonos en un sendero liberador que produce ansiedad y temor al inicio. Cambiar creencias no es nada fácil, sino traumático y cada uno de nosotros se moverá a su ritmo ¡Date el chance y transitalo! (Alpha).

¿Has estado cuidando a personas adictas? ¿Te sientes comprometida en lo físico y emocional? ¿Cómo has lidiado con esa situación? Comparte en los comentarios tus experiencias.

Reflexión del Dia: 20 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente»ratifica que los codependientes acumulamos muchos fracasos en la vida, y debemos ajustar nuestra recuperación a estas situaciones. Pasamos por pérdidas fuertes y estas deben ser asumidas con responsabilidad mientras nos recuperamos.

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Reflexiona sobre esto:

Algunos de nosotros vimos estrellarse nuestros sueños y esperanzas. Algunos podemos estar enfrentando el fracaso de algo extremadamente importante como es nuestro matrimonio o cualquier otra relación importante. Sé que hay mucho dolor ante la perspectiva de perder el amor o de perder los sueños que teníamos. No hay nada que podamos decir para hacer eso menos doloroso o para atenuar nuestra pena. Hiere profundamente ver destruidos nuestros sueños por el alcoholismo o por cualquiera otro problema. Cuán cierto es esto. Cuán tristemente es cierto. Y nada muere más lenta o más dolorosamente que un sueño.
Incluso la recuperación conlleva pérdidas, más cambios por cuya aceptación debemos luchar. Cuando un cónyuge se vuelve sobrio, las cosas cambian. Cambian nuestros patrones de relación. Nuestras características codependientes, las maneras en que hemos sido afectados, son pérdidas de autoimagen que debemos afrontar. Aunque estos son cambios positivos, siguen siendo pérdidas, pérdidas de cosas que pueden no haber sido deseables pero que se han vuelto extrañamente cómodas. Estos patrones se habían vuelto comunes en nuestras circunstancias actuales. Por lo menos sabíamos qué esperar, incluso si esto significaba no esperar nada.

Reflexión: Durante la recuperación el codependiente se transforma interiormente, debiendo «lidiar» con cambios significativos que conllevan pérdidas. Durante el trayecto de ese camino para sanar, manejamos sentimientos variados y nuestras emociones tienen «altibajos» que retan a mantenerse «firmes» sin caer en la tentación de «abandonar»el sendero que por fin nos llevará a alcanzar la serenidad y paz interior. La dicha y felicidad están a la «vuelta de la esquina» y no debemos perder la magnífica oportunidad de lograrlo después de iniciar este proceso liberador. (Alpha).

¿Has iniciado tu proceso de recuperación? ¿Cuáles son tus vivencias al respecto? Comenta aquí

Reflexión del Dia: 19 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente»plantea que los codependientes estamos permanentemente sin «equilibrio» en nuestras vidas moviéndonos en irrealidades que solo están en nuestra mente, lo que distorsiona la realidad y nos hace sentir dolor. Al aceptar la curación como vía para recuperar nuestro equilibrio es un «gran paso» en detener el mundo ficticio que inventamos. Solo así se ira el sufrimiento.

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Reflexiona sobre esto:

Las pérdidas que muchos codependientes deben encarar y aceptar a diario son enormes y continuas.
No son los problemas y las pérdidas comunes que la mayoría de la gente encuentra en una vida normal. Estas son pérdidas y problemas provocados por personas que son importantes para nosotros. Aunque los problemas son resultado directo de una enfermedad, condición o trastorno compulsivo pueden parecer actos deliberados y maliciosos. Estamos sufriendo a manos de alguien que amábamos y en quien confiábamos.
Estamos continuamente sin equilibrio, en lucha por aceptar cambios y problemas. No sabemos qué esperar, ni sabemos cuándo esperarlo. Nuestras circunstancias actuales están siempre en un estado de flujo.
Podemos experimentar pérdidas o cambio en todas las áreas. Nos sentimos enloquecer; nuestros hijos están irritados; nuestro cónyuge o amante actúa absurdamente; hemos perdido el coche; nadie ha trabajado durante semanas enteras; la casa es un desastre; y el dinero se ha desvanecido. Las pérdidas pueden darse en alud, todas a un tiempo, o pueden ocurrir gradualmente. Las cosas pueden entonces estabilizarse momentáneamente, hasta que una vez más perdemos el coche, el empleo, el dinero, nuestro hogar y las relaciones con gente que es importante para nosotros. Nos atrevimos a tener esperanza, tan sólo para ver hechos añicos nuestros sueños otra vez. No importa que nuestras esperanzas se basaran en falso sobre nuestros buenos deseos de que el problema desaparecería mágicamente. Esperanzas maltrechas son
esperanzas maltrechas. Desilusiones son desilusiones. Los sueños perdidos son sueños muertos, y conllevan
dolor.
¿Aceptar la realidad? La mitad del tiempo ni siquiera sabemos lo que es la realidad. Se nos miente; nos mentimos a nosotros mismos; y todo nos da vueltas en la cabeza. La otra mitad del tiempo, encarar la realidad sencillamente es más de lo que podemos soportar, más de lo que cualquiera puede soportar. ¿Por qué resulta tan misterioso que la negación sea una parte integral del alcoholismo o de cualquier problema serio que provoque pérdidas continuas? Tenemos demasiado qué aceptar; nuestras circunstancias actuales son abrumadoras. A menudo, nos vemos tan envueltos en crisis y en caos intentando resolver los problemas de los demás que perdemos la capacidad de aceptar algo. Y sin embargo, a veces debemos ponernos de acuerdo con lo que es. Si las cosas alguna vez van a ser distintas, debemos aceptar la realidad. Si alguna vez vamos a reemplazar nuestros sueños perdidos con sueños nuevos y sentirnos sanos y en paz otra vez, debemos aceptar la realidad.

Reflexión: Para el codependiente la realidad tal cual la percibe es «una pesada carga» en su vida. No sabemos diferencia lo que es real y lo que esta en nuestra mente. Enfrentar las pérdidas resulta difícil y nos vamos moviendo en una realidad inventada por nosotros mismos, adaptada a unos sueños ficticios que no van a llevarse a cabo porque sencillamente no obedece a la realidad verdadera. Cuando asumamos recuperarnos a partir de allí vamos aceptando cuales son nuestras responsabilidades con nosotros mismos, y ya estaremos encaminados a «reformular» la verdad tal cual es, y podemos sanar y detener el dolor. (Alpha).

¿Has aceptado que lo que vives es producto de tu mente mas no en la verdad? ¿Has iniciado tu recuperación para «revertir» esa situación. Comenta aquí tus logros al respecto.

Lectura Bíblica sugerida: A los ricos de este siglo mándales que no sean altivos, ni pongan su esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos (1 Timoteo 6:17).

Reflexión del Dia: 18 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» explica que controlar es una ilusión, y el codependiente sustenta su comportamiento en «obsesionarse y preocuparse exageradamente por los otros, descuidando su cuidado». Aun cuando hayamos vivido problemas en el pasado el presente nos obliga a aceptar la recuperación como vía para alcanzar la independencia.

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Reflexiona sobre esto:

Preocuparse, obsesionarse y controlar son ilusiones. Son trucos que construimos nosotros mismos. Sentimos que estamos haciendo algo para solucionar nuestros problemas, pero no es así. Muchos de nosotros hemos reaccionado de esta manera con justificada buena razón. Podremos haber vivido con problemas complicados y serios que han perturbado nuestra vida, y que a cualquier persona normal podría volver ansiosa, perturbada, preocupada y obsesionada. Podemos amar a alguien que tiene problemas, alguien fuera de control. Su problema puede ser el alcoholismo, un trastorno de la alimentación, apostar de una manera compulsiva, un problema emocional o mental, o cualquier combinación de estos.
Algunos de nosotros podremos haber vivido con problemas menos serios, pero que nos preocupan de todas maneras. Las personas que amamos o que nos importan pueden tener cambios súbitos en sus estados de ánimo. Pueden hacer cosas que desearíamos que no hicieran. Podemos pensar que él o ella podrían hacer las cosas de otra manera, de un modo mejor, de una forma que creemos que no causaría tantos problemas.

Reflexión: «A Nada y a Nadie podemos controlar», entonces ¿por que obsesionarnos con ello? La mejor manera de recuperar nuestro «eje» es asumir que sólo podemos cambiarnos a nosotros mismos. Para qué perder nuestro tiempo en preocuparnos y obsesionarnos por controlar a los demás, eso es ilusorio y no lleva sino a enfermarnos. (Alpha).

¿Tienes claro que controlar es una ilusión? ¿Has logrado desapegarte de las personas? ¿Cómo lo hiciste? Comparte aquí con nosotros.

Lectura Bíblica sugerida: Pido también que Dios les dé la luz necesaria para que sepan cuál es la esperanza a la cual los ha llamado, cuáles son las riquezas de la gloria de su herencia en los santos (Efesios 1:18).

Reflexión del Dia: 17 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente»reitera que la codependencia es un trastorno que puede llevar al codependiente al límite de insanidad. Estar obsesionado trastoca su psiquis y le incapacita para «deslastrarse» de este problema. Pierde el control sobre su vida danzando en un círculo vicioso de obsesión-compulsión imparable.

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Reflexiona sobre esto:

Es horrible estar obsesionado con otro ser humano o con un problema¿Conoces alguna persona obsesionada con alguien o con algo? Esa persona no puede hablar de otra cosa, no puede pensar en otra cosa. Aunque parezca oírte cuando le hablar, sabes que no te escucha. Su mente está dando tumbos, va de aquí para allá en un interminable remolino de pensamientos compulsivos. Está preocupada. Relaciona todo lo que le dices (aunque no tenga nada que ver) con el objeto de su obsesión. Dice las mismas cosas, una y otra vez, usando las mismas palabras o cambiandolas ligeramente. Lo que tú digas no sirve de nada. Aunque le digas que pare, no sirve de nada. Probablemente lo haría si pudiera. El problema es que no puede hacerlo (en ese momento). Pues está a punto de estallar con la discordante energía de que está hecha la obsesión. Tiene un problema o una preocupación que no sólo lo molesta y lo controla.

Reflexión: La sensación más «inmanejable» es la «obsesión». Cuando estamos obsesionado por alguien entramos en un «remolino» de sentimientos y pensamientos repetitivos que nublan la claridad y solo podemos pensar en la misma situación todo el tiempo. Tristemente el codependiente se maneja en esa escenario, donde la obsesión-compulsión le quita la serenidad y paz interior, dejándolo a la deriva, imposibilitado para «zafarse» de ese problema. Es desgastante estar obsesionado y no conduce sino a un deterioro físico y emocional que nos enferma seriamente. (Alpha).

¿Estás obsesionado por alguien o alguna cosa en especial? ¿Cuál es tu conducta cuando estás obsesionado? Comparte tu vivencia con nosotros.

Lectura Bíblica sugerida: Si nuestra esperanza en Cristo fuera únicamente para esta vida, seríamos los más desdichados de todos los hombres (1 Corintios 15:19).

Reflexión del Dia: 16 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea que el codependiente generalmente se hace irresponsable de sus finanzas y termina en un caos económico. Volvernos independientes es parte importante de la recuperación.

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Reflexiona sobre esto:

La seguridad emocional y nuestro nivel actual de inseguridad son factores importantes que debemos tener en mente al tomar nuestras decisiones. A veces nos volvemos económica y emocionalmente dependientes de una persona, y entonces nos enfrentamos a dos verdaderas preocupaciones —dos preocupaciones que pueden o no tener conexión entre sí—.
Ninguno de estos factores se debe tomar a la ligera; cada uno de ellos demanda nuestra consideración. Mis palabras o nuestras esperanzas no disminuirán la realidad de estos hechos. Si somos dependientes económica o emocionalmente, ese es un hecho, y los hechos deben aceptarse y tomarse en cuenta. Pero creo que podemos luchar por volvernos menos dependientes. Y sé que podemos volvernos no-dependientes si queremos.

Reflexión: Los codependientes tenemos problemas económicos serios por el manejo «ligero» e «irresponsable» de nuestras finanzas, y eso nos hace depender de otra persona para honrar nuestros compromisos económicos. Cuando ello ocurre cuesta aún más «independizarnos» y dar pasos hacia la no-dependencia. Podemos trabajar ese aspecto mientras nos recuperamos, hasta lograr un equilibrio válido y asumir la responsabilidad económica de nosotros mismos. (Alpha).

¡Tienes frecuentemente problemas financieros? ¿Has aprendido a manejar tu dinero? ¿Cómo lo has logrado?. Comenta aquí tu vivencia.

Lectura Bíblica sugerida: Sólo en Dios halla tranquilidad mi alma; sólo en él he puesto mi esperanza (Salmos 62:5).