Reflexión del Dia: 25 de Junio


Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente planea la importancia terapéutica de vivir el momento presente, dejando atrás lo que pasó y no puede ser cambiado.

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Reflexiona sobre esto:

Necesitamos dejar de avergonzarnos a nosotros mismos. La vergüenza, al igual que la culpa, no sirve absolutamente para ningún propósito. Si la gente nos dice, directa o indirectamente, que debíamos sentirnos avergonzados, no tenemos que creerle. Odiarnos o avergonzarnos de nosotros mismos no ayuda más que por un momento. Di una situación que se mejoró por el hecho de que continuamente sintieras culpa o vergüenza. Di una vez que eso haya resuelto un problema. ¿En qué forma ayudó? La mayor parte del tiempo, la culpa y la vergüenza nos mantienen tan ansiosos que no podemos rendir al máximo. La culpa dificulta todo. Necesitamos valorarnos y tomar decisiones y elecciones que mejoren nuestra autoestima.

Mi Reflexión: El codependiente tiene sentimientos de culpa y vergüenza por cosas pasadas. No se justifica «anclarnos» en aquello que ya no existe. Todo lo contrario, ahora vivamos este momento presente con un espíritu optimista. No siempre va a ser así, pero al practicarlo, tendremos paz interior y serenidad. (Alpha).

¿Sientes que vives anclado a tu pasado? ¿Cómo lo enfrentas? ¿Te han dado resultado las medidas que has usado? Comparte aquí.

Meditación 25 de Junio… Sé consciente de tus intenciones


Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós reitera la importancia de aclararnos en cuanto a las necesidades reales que deseamos cubrir, de forma que pueda, bajo sometimiento a la divinidad, lograr que estas ocurren para mi bien personal.

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Medita sobre esto:

Tu ser interior es literal y no comprende la ambigüedad, así que cuando lo indiques para manifestar tus deseos, dale instrucciones absolutamente literales… Tu ser natural es muy aficionado a realizar las tareas que le das. Le encanta mostrar sus habilidades y su rendimiento para usted y para los demás, y puede hacer casi cualquier cosa (dentro del ámbito de la posibilidad y la probabilidad) que pueda concebir. (Enid Hoffman).
Sea claro en sus intenciones.
Las intenciones son más que meros deseos. Una intención se mezclará con las emociones y el deseo. Por ejemplo, puedo sentarme aquí y desear que la casa estuviera más limpia. Cuando dejo todo de lado, tomo mi frustración sobre el desastre y lo canalizó hacia la energía y mi deseo de estar en orden, puedo decir: «Pasaré una hora enderezando».
A veces hacemos conocer nuestras intenciones a otras personas. Por ejemplo, podríamos empezar a salir con alguien, y es nuestra intención casarnos eventualmente. Las intenciones pueden convertirse en manipulación cuando no las aclaramos.
También pueden implicar control, en el peor sentido, cuando implican cambiar el libre albedrío de otra persona.
El mejor lugar para comenzar es aclarar nuestras intenciones a nosotros mismos. ¿Qué deseas? En lo que respecta a sus situaciones de vida, como el trabajo o las finanzas, ¿cuáles son sus intenciones? Algunas veces nuestras buenas intenciones pueden ser totalmente alocadas. Por ejemplo, podemos intentar que una persona esté sobria, pero es posible que no tengan ningún deseo de ponerse sobrios. Podemos evitar muchas manipulaciones dolorosas, si tenemos claras nuestras intenciones.
Mírate a ti mismo a medida que avanzas en la vida encontrando diferentes situaciones. ¿Tienes una agenda?¿Sabes lo que es? A veces, nuestras intenciones son menos que conscientes, ocultas debajo de la superficie. Por ejemplo, podemos tener la intención de casarnos y que alguien nos apoye para que no tengamos que mantenernos ¿Las intenciones de otra persona influyen en las tuyas?
Cuando comiences un proyecto, una nueva relación, o simplemente un nuevo día, pasa un momento y calla. Sé claro contigo mismo y con los demás sobre cuáles son tus intenciones. Entonces ríndele esas intenciones a Dios.

Dios, ayúdame a alinear mis intenciones y deseos con tu mayor buena voluntad para mi vida.

Mi Reflexión: Las intenciones dan el poder creativo para cubrir nuestras necesidades, ayudan a encontrar nuevas alternativas para conseguir nuevas y positivas alternativas para vivir como deseas, mejorar las relaciones, amar y encontrar la fe que se necesita en la vida. Todo esto debe alinearse con la voluntad divina para mi. Al hacerlo, ese poder superior fortalece y permite que aquello que se de sea para mi total beneficio. (Alpha).

¿Tus ideas y planes los sometes a consideración del Creador? ¿Sientes que tus peticiones son respondidas? Comenta acá.

Meditación 24 de Junio… Desapego

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós reafirma la necesidad de utilizar el desapego para «volar» y reformar la vida del codependiente hasta alcanzar su felicidad plena.

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Medita sobre esto:

El desapego no se da de manera natural para muchos de nosotros. Pero una vez que nos damos cuenta del valor de este principio de recuperación, comprendemos cuan vital es el desapego. La siguiente historia ilustra como una mujer llego a comprender el desapego:
«La primera vez que practique el desapego fue cuando solté a mi marido alcohólico. Había estado bebiendo desde hacia siete años, desde que me case con el. Durante todo ese largo tiempo, estuve negando su alcoholismo y tratando de que dejara de beber.»
«Hice cosas indignantes para que dejara de beber, para hacerlo ver la luz, para que se diera cuenta de cuanto me estaba lastimando. Realmente pensaba que estaba haciendo lo correcto al tratar de controlarlo.»
«Una noche vi las cosas claramente. Me di cuenta que mis intentos por controlarlo nunca resolverían el problema. También vi que mi vida era ingobernable. No podría obligarlo a hacer nada que él no quisiera. Su alcoholismo me estaba controlando, aunque yo no bebía».
«Lo dejé en libertad para que hiciera lo que quisiera. La verdad es que de todas maneras él hacía lo que quería. Las cosas cambiaron la noche en que me desapegué. El lo percibió, y yo también. Cuando lo deje en libertad, me liberé yo misma para vivir mi propia vida».
«Desde entonces he tenido que practicar muchas veces el principio del desapego. He tenido que desapegarme de gente enferma y de gente sana. Nunca me ha fallado. El desapego funciona».
El desapego es un regalo. Se nos dará cuando estemos listos para ello. Cuando dejemos a la otra persona en libertad, nos liberamos nosotros.

«Hoy, cuando sea posible, me desapegaré con amor».

Mi Reflexión: Cuando se asume que la clave para alcanzar la felicidad está en el desapego, entendiendo que esto significa ser capaces de sortear las barreras de nuestra zona de confort para dejar de necesitar, de depender, de vivir con miedo a perder dimensiones a las que nos aferramos en exceso, estamos listos para vivir la existencia plenamente. (Alpha).

¿Eres una persona apegada? ¿Estás dispuesto a asumir el compromiso de desapegarte y vivir libremente? Comparte aquí tus vivencias.

Meditación 4 de Junio… Confiemos en Dios


Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós< reafirma que la la recuperación de la codependencia se basa en la confianza que desarrollamos por un ser superior a nosotros que tiene un plan divino para cada uno. Si deseas conocer más sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Una pareja de casados, amigos míos, decidieron hacer algunos cambios en su modo de vida. Siempre habían vivido en la ciudad y ahora decidieron que querían vivir en el campo, en un lago. Encontraron una casa pequeña al borde del lago. No era la casa de sus sueños, pero cuando vendieran su casa en la ciudad, podrían reformarla. Habían ahorrado algo de dinero, de modo que se mudaron a la casa del lago antes de vender su casa en la ciudad.
Pasó un año y la casa en la ciudad no se vendió. Mis amigos atravesaron por muchos cambios durante ese tiempo. Tuvieron momentos de paciencia y de impaciencia. Algunos días confiaban en Dios; otros, no podían descubrir por qué Dios los estaba haciendo esperar tanto, por qué Dios nos los dejaba adelantar con su plan. Las puertas sencillamente no se abrían de par en par.
Un día, un vecino vino a visitar a mis amigos. Su casa en el lago era la casa de los sueños de mis amigos, todo lo que ellos querían, y más. La primera vez que mis amigos vieron esa casa, la admiraron, deseando tener una igualita, pero luego se olvidaron de esa idea. Nunca la creyeron posible. La razón por la cual el vecino vino a visitar a mis amigos era porque él y su esposa habían decidido mudarse. Les ofreció a mis amigos la primera opción para la compra de su casa. Mis amigos aceptaron su oferta y firmaron un contrato de compraventa. En los dos meses siguientes vendieron su casa en la ciudad y su pequeña casa del lago. Poco después, compraron la casa de sus sueños.
A veces experimentamos épocas de frustración en nuestra vida. Creemos que estamos sobre la pista, confiando en Dios y en nosotros mismos, y sin embargo, las cosas no funcionan. Tenemos arranques y paradas en falso. La puerta rehúsa abrirse de par en par.
Podremos pensar que Dios nos ha abandonado o no le importamos. Quizá no comprendamos a dónde vamos, o cuál es nuestro rumbo. Y luego, un día vemos: la razón por la que no obteníamos lo que queríamos es porque Dios había planeado algo mucho mejor para nosotros.

«Hoy practicaré la paciencia. Le pediré a mi Poder Superior que me mande lo mejor y confiaré en que así será».

Mi Reflexión: Toda persona tiende a sufrir cambios de conductas ante problemas y situaciones difíciles. El codependiente no es la excepción. Llegamos a desconfiar de Dios, a tal punto que creemos que nos ha abandonado a nuestra suerte. Eso no es cierto y debemos retomar fervientemente la confianza en la Divinidad. (Alpha).

¿Eres creyente en Dios? ¿Confias en el poder superior como guía divino? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 26 de Mayo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente recalca que no tenemos porque preocuparnos por los demás hasta obsesionarnos. Eso solo nos conduce a enfermarnos.

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Reflexiona sobre esto:

Preocuparse, obsesionarse y controlar son ilusiones. Son trucos que construimos nosotros mismos. Sentimos que estamos haciendo algo para solucionar nuestros problemas, pero no es así. Muchos de nosotros hemos reaccionado de esta manera con justificada buena razón. Podremos haber vivido con problemas complicados y serios que han perturbado nuestra vida, y que a cualquier persona normal podrían volver ansiosa, perturbada, preocupada y obsesionada. Podemos amar a alguien que tiene problemas, alguien fuera de control. Su problema puede ser el alcoholismo, un trastorno de la alimentación, apostar de una manera compulsiva, un problema emocional o mental, o cualquier combinación de estos.
Algunos de nosotros podremos haber vivido con problemas menos serios, pero que nos preocupan de todas maneras. Las personas que amamos o que nos importan pueden tener cambios súbitos en sus estados de ánimo. Pueden hacer cosas que desearíamos que no hicieran. Podemos pensar que él o ella podrían hacer las cosas de otra manera, de un modo mejor, de una forma que creemos que no causaría tantos problemas.
Por fuerza del hábito, algunos de nosotros hemos desarrollado una actitud de apego, de preocuparnos, reaccionar y obsesivamente tratar de controlar. Quizá hemos vivido con personas y a través de eventos que estaban fuera de control. Tal vez obsesionándonos y controlando pudimos guardar un equilibrio o lograr que temporalmente las cosas no empeoraran. Y luego simplemente seguimos haciendo lo mismo. Quizá teníamos miedo de soltarnos, porque cuando nos soltamos en el pasado sucedieron cosas terribles y dolorosas. Tal vez hemos estado apegados a la gente –viviendo sus vidas por y a través de ella– durante tanto tiempo que ya no nos queda una vida propia por vivir. Es más seguro seguir apegados. Por lo menos sabríamos que estamos vivos si reaccionáramos. Al menos tendríamos algo qué hacer si estuviéramos obsesionándonos o controlando. Por varias razones los codependientes tienden a apegarse a los problemas y a la gente. No importa no solucionar nada al preocuparse. No importa que esos problemas rara vez tengan solución. No importa que estén tan obsesionados que ni siquiera puedan leer un libro, ver la televisión o salir a dar un paseo. No importa que sus emociones estén en constante torbellino por lo que la otra persona dijo o no dijo, de lo que hizo o no hizo, o de lo que hará después. ¡No importa que las cosas que estemos haciendo no ayuden a nadie! Sin importarnos el costo, persistiremos en ello. Apretaremos los dientes, nos asiremos a la curda y nos prenderemos a ella más fuerte que nunca. Algunos de nosotros ni siquiera nos daremos cuenta de que nos hemos estado agarrando tan fuerte. Otros nos habremos convencido de que debemos asirnos así de fuerte. Creemos que no existe otra alternativa que la de reaccionar a esta persona o problema de esta manera obsesiva. A menudo, cuando le sugiero a la gente que se aparte de esta persona o de este problema, me responden con horror. “¡Oh, no!”, dicen, “nunca podría hacer eso. Yo lo amo, o la amo, demasiado. Me importa demasiado para hacerle eso. Este problema o esta persona es demasiado importante para mí. Tengo que permanecer apegado a ella (o a esto)”.

Mi Reflexión: No podemos desentendernos por completo de las opiniones de los demás, porque somos seres eminentemente sociales. Sin embargo, cuando te importa más el qué dirán que tu satisfacción, cuando priorizas la aceptación de los demás sobre tu propia felicidad, entonces, antes o después, tu camino se torcerá y cuando mires a tu alrededor, solo verás insatisfacción. (Alpha).

¿Te importa mucho la aprobación de los demás? ¿Estás manejando la herramienta del desapego? Comenta aquí.

Reflexión del Dia: 25 de Mayo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente ratifica que el codependiente tiene una baja autoestima y esto lo lleva a menospreciarse y hacer lo que sea para ser aceptado por los demás. El siente que solo así es amado y valorado.

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Reflexiona sobre esto:

En la codependencia, al igual que en muchas otras áreas de la vida, todo está conectado con todo, y una cosa conduce a la otra. En este caso, nuestra baja autoestima frecuentemente está conectada con mucho de lo que hacemos o que no hacemos y nos conduce a muchos de nuestros problemas.
Como codependientes, a menudo nos disgustamos tanto con nosotros mismos que pensamos que está mal que nos tomemos tanto en cuenta, en otras palabras, que parezcamos egoístas. Ponernos en primer lugar está fuera de orden. A menudo, pensamos que sólo tenemos valor si hacemos cosas por los demás o cuidamos de ellos, de modo que nunca decimos no. Cualquiera tan insignificante como nosotros debe quitarse hasta la camisa para caer bien. Nadie en su sano juicio podría disfrutar o gustarle estar con nosotros.
Pensamos que tenemos que hacer algo por la gente para lograr su amistad y conservarla. Gran parte de la actitud defensiva que he visto en los codependientes se da no porque pensamos que estamos por encima de la crítica, sino porque nuestra autoestima es tan baja que cualquier ataque que percibamos amenaza con aniquilarnos. Nos sentimos tan mal y tenemos tal necesidad de ser perfectos y de evitar la vergüenza que no podemos permitirle a nadie que nos diga que hemos hecho algo mal. Una razón por la cual molestamos y criticamos a los demás es porque hacemos lo mismo con nosotros mismos.

Mi Reflexión: El codependiente busca la aprobación de los demás para mantenerse en constante manipulación y control de las personas. Recordemos que el codependiente tiene baja autoestima y para ser aceptado se menosprecia e indignifica así mismo, con tal de sentirse querido, acompañado y comprendido. (Alpha).

¿Estás controlando a personas o situaciones? ¿Te sientes aceptado por esas personas? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 22 de Mayo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reafirma que la actitud reaccionaria con sentimientos de enojo y rabia del codependiente mientras cuida a una persona adicta, es esperada y normal.

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Reflexiona sobre esto:

Aunque no convivamos con un problema serio o con una persona seriamente enferma, todavía está bien sentir ira cuando ocurra. La ira es uno de los muchos efectos profundos que la vida tiene sobre nosotros. Es una de nuestras emociones. Y la vamos a sentir cuando nos llegue, o si no, la vamos a reprimir. “No confío en la gente que nunca se enoja. O la gente se enoja, o se enoja”, dice mi amiga Sharon George, quien es profesional dentro del campo de la salud mental.
Tenemos todo el derecho a enojarnos. Tenemos todo el derecho a sentirnos tan enojados como nos sentimos. Lo mismo as otras personas. Pero también tenemos una responsabilidad —primordialmente para con nosotros mismos— que es manejar nuestra ira de manera adecuada.
Volvemos a nuestro consejo inicial: maneja tus sentimientos. ¿Cómo manejamos una emoción tan potente como es la ira? ¿Cómo dejar de sentirnos tan enojados? ¿Cuándo sucede esto? ¿A dónde se va? ¿Con quién podemos hablar? ¿Quién querrá oír todo eso? Probablemente ni siquiera nosotros queremos oírlo. Después de todo, la persona con la que estamos enojados está enferma. De modo que, ¿no deberíamos estar sintiendo compasión y todas esas cosas buenas? ¿Es verdaderamente correcto estar tan enojados con una persona enferma?
Sí, tenemos derecho a estar furiosos con una persona enferma. Nosotros no ocasionamos el problema. Aunque el sentimiento ideal es de compasión, probablemente no lo sentiremos hasta que hayamos manejado nuestra ira. Lo que va entre sentir un furor homicida y mordernos la lengua porque nos sentimos apenados por esa persona enferma, es la manera de ir más allá de nuestros sentimientos de enojo, los viejos y los nuevos. Pero yo no creo que manejar las emociones reprimidas suceda de un día para otro.
Puede no suceder en un mes o aun en un año. ¿Cuánto tardamos en enojarnos a este grado? Manejar una cantidad significativa de ira reprimida puede llevarse tiempo y esfuerzo. Manejar la ira nueva requiere de práctica.

Mi Reflexión: El codependiente generalmente reacciona ante eventos de manera airada y colérica. Cuando se vive con una persona adicta (alcohol, drogas) es normal reaccionar de esa manera. Uno no cree merecerse esa vida tan compleja, difícil e infeliz. Uno no tiene el problema, fueron los otros quienes desarrollaron esa dependencia. (Alpha).

¿Te desesperas cuando tienes responsabilidad de cuidar a enfermos adictos? ¿Has buscado ayuda profesional para tu trastorno de codependencia? Comparte aquí.

Reflexión del Dia: 10 de Mayo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reitera que lograr la libertad y alcanzar la serenidad solo se logra a través de la responsabilidad personal de cuidarnos, aceptarnos y trabajar en el Programa CoDA.
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Reflexiona sobre esto:

Necesitarnos dejar de avergonzarnos a nosotros mismos. La vergüenza, al igual que la culpa, no sirve absolutamente para ningún propósito. Si la gente nos dice, directa o indirectamente, que debíamos sentirnos avergonzados, no tenemos que creerle. Odiarnos o avergonzarnos de nosotros mismos no ayuda más que por un momento. Di una situación que se mejoró por el hecho de que continuamente sintieras culpa o vergüenza.
Di una vez que eso haya resuelto un problema. ¿En qué forma ayudó? La mayor parte del tiempo, la culpa y la vergüenza nos mantienen tan ansiosos que no podemos rendir al máximo. La culpa dificulta todo. Necesitamos valorarnos y tomar decisiones y elecciones que mejoren nuestra autoestima.
Podemos ser suaves, amorosos, atentos, amables y estar prestos a escucharnos a nosotros mismos, a nuestros sentimientos, pensamientos, necesidades, deseos y a todo lo que somos. Podemos aceptarnos, todos podemos hacerlo. Empecemos por donde nos encontramos y volvámonos más poco a poco.
Desarrollemos nuestros dones y talentos. Confiemos en nosotros mismos. Seamos asertivos. Se puede confiar en nosotros. Honrémonos, pues es ahí donde reside la magia. Esta es nuestra llave para abrir el mundo.

Mi Reflexión: Estar estancados con sentimientos de culpa, vergüenza y resentimiento solo nos ancla y evita buscar ser feliz. Desatarnos de esos sentimientos negativos nos permite liberarnos y buscar la paz y serenidad an deseadas. Podemos y debemos amarnos, aceptarnos, vivir con nuestras debilidades y trabajar arduamente para convertirlas en fortaleza, todo esto con la ayuda del poder superior. (Alpha).

¿Estás trabajando en soltar sentimientos negativos? ¿Asistes al Programa CoDA? Comparte tu experiencia.

Reflexión del Dia: 8 de Mayo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reitera que el codependiente debe permitirse vínculos afectivos, eso si, dejando atrás aquellas personas que le hacen daño y abusan de él.

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Reflexiona sobre esto:

No estoy sugiriendo que todas nuestras relaciones íntimas se basen en inseguridades y dependencias. Ciertamente el poder del amor se sobrepone al sentido común, y quizá así es como debiera ser algunas veces. Desde luego, si amamos a una persona alcohólica y nos queremos quedar con él o con ella, debemos seguir amándola. Pero la fuerza que carga la inseguridad emocional también puede volverse mucho mayor que el poder de la razón o del amor. No estar centrados en nosotros mismos y no sentirnos emocionalmente seguros puede atraparnos.33 Podemos llegar a tener miedo de terminar relaciones que son mortíferas y destructivas.
Podemos llegar a permitir que la gente nos lastime y abuse de nosotros, y eso jamás está dentro de lo que nos conviene.

Mi Reflexión: El codependiente ha vivido una vida de abuso en su infancia, or ello teme relacionarse. Cree que quienes se le acercan solo darán problemas. Es humano y necesario abrirse a las relaciones, sin que ellos signifique permitir a los demás hacernos daño. (Alpha).

¿Estás en una relación tóxica? ¿Te has zafado de esa situación? Comparte aquí.

Meditación 8 de Mayo… Darnos lo que merecemos.

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós< reafirma la importancia que el codependiente piense y sienta que es merecedor de lo que tiene y esta por venir. Si deseas conocer más sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Yo tenía un buen trabajo, ganaba un sueldo decente. Había estado en recuperación durante años. Cada mañana, me subía a mi coche y le daba gracias a Dios por el coche. La batería no funcionaba, y la probabilidad de que el coche no arrancara era casi tan grande como de que sí lo hiciera. Yo sólo sufría, y le daba gracias a Dios. Un día, se me ocurrió que no había absolutamente ninguna buena razón para que no pudiera comprarme un coche nuevo –en ese momento- si así lo quería. Me la había pasado sintiendo gratitud por una privación innecesaria y por el martirio. Me compré un coche nuevo, ese mismo día. (Anónimo).
A menudo, nuestra reacción instintiva hacia algo que queremos o necesitamos es: «¡No, no me puedo dar el lujo de comprarlo!».
La pregunta que podemos aprender a hacernos es: «¿Pero, podría?».
Muchos de nosotros hemos aprendido a privarnos habitualmente de todo lo que quisiéramos y, a menudo, de cosas que necesitamos.
A veces podemos usar equivocadamente el concepto de gratitud para privados sin necesidad. Sentir gratitud por lo que tenemos es un importante concepto de recuperación. También lo es creer que merecemos lo mejor y hacer un esfuerzo por dejar de privarnos y empezar a tratarnos bien. No tiene nada de malo que nos compremos lo que queremos si tenemos
dinero para ello. Aprende a confiar en ti mismo y a escucharte acerca de lo que deseas. No tiene nada de malo que te des un gusto, comprandote algo nuevo.
Hay veces en que es bueno esperar. Otras, en que auténticamente no podemos permitirnos un lujo. Pero muchas más que sí podemos.

«Hoy cambiaré los principios de gratitud por lo que tengo con la creencia de que me merezco lo mejor. Si no hay una buena razón para privarme de algo, no lo haré.

Mi Reflexión: Cuando agradecemos lo que tenemos la Divinidad nos permite mejores cosas. Para el codependiente es positivo asumir la premisa de ser merecedor de lo que tiene y va a llegar a su vida como bendiciones divinas. (Alpha).

¿Eres agradecido por lo que tienes? ¿Crees que eres merecedor de lo que tienes? Comenta acá.