Reflexión del Dia: 10 de Marzo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente insiste en la necesidad de salir de la dependencia afectiva que siente y asumir el compromiso de recuperarse de la codependencia.

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Reflexiona sobre esto:

Necesitar demasiado a la gente puede causar problemas. Otras personas se convierten en la clave de nuestra felicidad. Creo que gran parte del estar centrado en los demás, con nuestras vidas en órbita alrededor de otras personas, va de la mano de la codependencia y mana de nuestra inseguridad emocional. Creo que, en gran medida, la búsqueda incesante de aprobación en la que nos embarcamos proviene también de la inseguridad. La magia está en los demás, no en nosotros, creemos, El sentirse bien está en ellos, no en nosotros. Entre menos cosas buenas encontremos en nosotros mismos, más las buscaremos en los demás,
Ellos lo tienen todo; nosotros no tenemos nada. Nuestra existencia no es importante. Hemos sido abandonados y relegados tan a menudo que también nosotros nos abandonamos.
Necesitar tanto a la gente, y sin embargo creer que no somos dignos de ser amados y que la gente nunca estará ahí cuando la necesitemos, puede volverse una creencia profundamente imbuida. A veces, pensamos que la gente no está ahí para ayudarnos cuando en realidad lo está. Nuestra necesidad puede bloquear nuestra visión, impidiéndonos ver el amor que está ahí esperándonos.

Mi Reflexión: Esa sensación de abandono persigue la vida del codependiente. Los abusos sufridos durante su infancia o pubertad lo marcan, a tal punto que busca agradar y ser reconocido por los demás, dándose plenamente aun cuando en ello le vaya su dignidad y salud física y mental. Se desdibuja a si mismo y vive la vida de la otra persona. Se convierte en un «complacedor de gente». El dolor y el sufrimiento solo se detendrá cuando acepte iniciar la recuperación para sanar. (Alpha).

¿Eres un «complacedor de gente»? ¿Cómo estás lidiando con esa dependencia afectiva? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 9 de Marzo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente refuerza la Terapia en Doce Pasos como la herramienta exitosa para alcanzar la recuperación de las adicciones.

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Reflexiona sobre esto:

Imaginémonos de pie en la playa. A lo lejos hay una isla llamada serenidad, donde existen la paz, la felicidad y la libertad de esa desesperación que son el alcoholismo y otros problemas. En verdad queremos llegar a esa isla, pero tenemos que encontrar una manera de cruzar el agua, ese enorme vacío que existe entre nosotros y el lugar a donde queremos ir. Tenemos dos opciones. En el agua está un barco crucero que se ve realmente fino y agradable. Se llama tratamiento, terapia. Cerca de él, en la playa, está sentado un grupo de personas de apariencia extraña. Parecen estar remando arriba de un bote, pero no vemos ningún bote, y tampoco vemos los remos. Vemos tan sólo a esta gente feliz sentada en la playa, remando en un bote invisible con remos invisibles, El bote invisible se llama Al-Anón (o AA o cualquier otro Programa de Doce Pasos).
El barco crucero toca su sirena, llamándonos a subir a bordo para la travesía de tratamiento y terapia. Podemos ver a la gente a bordo: están felices y nos hacen gestos de saludo con las manos. Y luego estas gentes raras están gritándonos para que nos les unamos a su bote invisible.
¿Escogeremos el crucero, o el bote invisible? Desde luego, nos subiremos al crucero, al barco de lujo. Lo siguiente de que tenemos noticia es que nos dirigimos a la isla de la felicidad.
El problema se da a medio camino. El barco crucero se detiene, se da la vuelta y se regresa a la playa en la cual comenzó el viaje. Entonces el capitán ordena que todos nos bajemos del barco. Cuando le preguntamos: “¿Por qué?”, nos dice: “Nuestro crucero sólo llega hasta allí, a única forma en que alguna vez podrán llegar a la isla es subiéndose al bote invisible (llamado Al-Anón)”. De modo que nos encogemos de hombros y caminamos hacia a gente que se encuentra en el bote. “¡Súbanse!”, nos gritan. “¡No vemos ningún bote al que nos podamos subir!”, les gritamos nosotros a la vez. “Súbanse de todas maneras”, nos dicen. De modo que nos subimos, y muy pronto nos dicen: “Cojan un remo y empiecen a remar (a trabajar los pasos)”. No vemos ningunos remos”, les respondemos. “De todas maneras, ¡cójanlos y comiencen a remar!” Así que tomamos unos remos invisibles y empezamos a remar, y muy pronto vemos el bote. Antes de que nos demos cuenta, vemos los remos también. De lo siguiente que nos damos cuenta es de que estamos tan felices remando en bote con esa gente que nos parecía tan rara, que ya no nos importa llegar al otro lado.(Clancy Imislund).

Mi Reflexión: Cuando se necesita embarcarse en la Terapia en Doce Pasos de CoDA o AA es una decisión que se asume por la ingobernabilidad de nuestra vida. Ya agotamos las medidas insanas de relacionarnos y solo queda una tremenda impotencia para continuar. No hay garantías que funcione con nosotros, aun cuando ha sido comprobadamente exitosa en todas partes. Someterse a este tratamiento con fundamento espiritual exige tener la convicción de cambio porque sino nos hundimos en la desesperanza y la frustración. (Alpha).

¿Qué te motiva a entrar a la Terapia Doce Pasos de CoDA? ¿Cómo describirías tus cambios? Comparte aquí.

Reflexión del Dia: 6 de Marzo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente plantea la necesidad de cambiar la convicción equivocada que los demás son responsables de cuidarnos por la creencia sana que solo yo debo responsabilizarme de mi vida.

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Reflexiona sobre esto:

El cuidado de uno mismo es una actitud hacia nosotros y hacia nuestras vidas que dice: soy responsable de mi persona. Tengo la responsabilidad no sólo de vivir mi vida, sino de conducirla. Tengo la responsabilidad de atender mi bienestar espiritual, emocional, físico y económico. Tengo la responsabilidad de identificar mis necesidades y satisfacerlas. Tengo la responsabilidad de solucionar mis problemas o de aprender a vivir con aquellos que no puedo resolver. Soy responsable por las elecciones que hago. Soy responsable de lo que doy y de lo que recibo. También soy responsable de fijar mis metas y de cumplirlas. Soy responsable de qué tanto disfruto de la vida, por la cantidad de placer que encuentro en las actividades cotidianas. Soy responsable por amar a alguien y por la manera en que expreso ese amor. Soy responsable de lo que hago a los demás y por lo que permito que los otros me hagan. Soy responsable de mis necesidades y deseos. Toda mi persona, todo aspecto de mi ser, es importante. Yo cuento. Yo importo. Se puede confiar en mis sentimientos. Mi manera de pensar es apropiada. Valoro mis necesidades y deseos. No merezco ni toleraré el abuso ni el maltrato constante. Tengo derechos, y es mi responsabilidad reclamar esos derechos. Las decisiones que tomo y la manera como me conduzco reflejarán mí alta autoestima. Mis decisiones tomarán en cuenta las responsabilidades que tengo para conmigo mismo.
Mis decisiones también tornarán en cuenta mis responsabilidades hacia otras personas: mi cónyuge, mis hijos, mis familiares. Examinaré y decidiré exactamente cuáles son estas responsabilidades mientras tomo mis decisiones. También tendré en cuenta los derechos de los que me rodean, el derecho de vivir sus vidas como ellos quieran. No tengo por qué imponerme sobre el derecho de los demás a cuidar de ellos mismos, y ellos tampoco tienen el derecho de imponerse por encima de mis derechos.
El cuidado de uno mismo es una actitud de respeto mutuo. Significa aprender a vivir nuestras vidas responsablemente. Significa permitir a los demás que vivan su vida como ellos elijan siempre y cuando no interfieran con nuestras decisiones de vivir como hemos elegido hacerlo. Cuidar de nosotros mismos no es tan egoísta como muchas personas asumen que es, pero tampoco es tan no egoísta como muchos codependientes creen.

Mi Reflexión: Es momento que el codependiente entienda la necesidad de responsabilizarse de su vida, de resolver sus problemas. Cuando llega a esa convicción se empieza a cuidar de si mismo, a cambiar su percepción de la realidad, y a respetar a sus semejantes, impidiendo que otros resuelvan por el. Cada quien vivirá su vida con las herramientas que tiene para ello. (Alpha).

¿Has cambiado la creencia errónea que los otros son tu felicidad? ¿Cómo llegaste a esa verdad? Comparte aquí.

Reflexión del Dia: 5 de Marzo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente plantea que la codependencia es una enfermedad recuperable siempre y cuando se den los cambios que se necesitan en la vida de esa persona apegada a cosas y relaciones.

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Reflexiona sobre esto:

La codependencia es muchas cosas. Es una dependencia de los demás: de sus estados de ánimo, de su conducta, de su enfermedad o bienestar y de su amor. Es una dependencia paradójica.
Parece que los demás dependen de los codependientes, pero en realidad ellos son los dependientes. Parecen fuertes pero se sienten desamparados. Parecen controladores pero en realidad son controlados ellos mismos, a veces por una enfermedad tal como el alcoholismo.
Estos son los hechos que dictaminan la recuperación. Solucionar estos problemas hace divertida la recuperación. Muchas recuperaciones de problemas que involucran la mente, las emociones y el espíritu de una persona son largas y engorrosas. No es así en el caso de la codependencia. Exceptuando emociones humanas normales que estaríamos sintiendo de cualquier manera, y de piquetes de incomodidad que tenemos cuando empezamos a comportarnos de manera diferente, la recuperación de la codependencia es emocionante. Es liberadora. Nos permite ser lo que somos. Permite a los demás ser como son. No ayuda a ejercitar el poder que Dios nos ha dado para pensar, sentir y actuar. Se siente uno bien. Nos brinda paz. Nos permite amarnos a nosotros mismos y a los demás. Nos permite recibir amor, esa maravilla que todos buscamos. Brinda un ambiente óptimo para que la gente a nuestro alrededor se cure y permanezca sana. Y la recuperación detiene el insoportable dolor con el que hemos vivido muchos de nosotros.

Mi Reflexión: Recuperarse de la codependencia lleva su tiempo. El único protagonista de ese cambio es el propio codependiente. Muchas personas pueden apoyarlo, solo que es el quien debe introducir cambios en su vida. Iniciar la recuperación es la vía expedita para lograr la sanación. Hay que comprometerse con ese cambio de perspectiva. (Alpha).

¿Estás en recuperación? ¿Cómo te sientes introduciendo cambios de creencias en tu vida? Comparte aquí.

Meditación 5 de Marzo … Sé como eres

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea la relevancia que tiene para el codependiente comportarse con autenticidad en todas sus relaciones afectivas.

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Medita sobre esto:

Cuando conozco gente o entro en una nueva relación, empiezo a imponerme toda esta serie de restricciones. No puedo sentir lo que siento. No puedo tener los deseos y necesidades que tengo. No puedo tener la historia que tengo. No puedo hacer las cosas que quiero, sentir lo que estoy sintiendo o decir lo que necesito decir. Me convierto en ese robot reprimido, perfeccionista, en vez de ser lo que soy: Yo (Anónimo).

A veces, nuestra reacción instintiva al estar en una nueva situación es: no seas tú mismo.
Y, quién más podemos ser? ¿Quién más te gustaría ser? No necesitas ser nadie más.
El mayor regalo que podemos llevar a una relación es ser como somos. Quizá pensemos que no les gustaríamos a los demás. Tal vez tengamos miedo de que, si simplemente nos relajamos y somos nosotros mismos, la otra persona se alejará o nos hará sentirnos avergonzados. Quizá nos preocupemos de lo que vaya a pensar la otra persona. Pero cuando nos relajamos y nos aceptamos a nosotros mismos, la gente a menudo se siente mucho mejor cerca de nosotros que cuando somos rígidos y reprimidos. Es agradable estar cerca de nosotros.
Si los demás no nos aprecian, ¿realmente queremos estar cerca de ellos? ¿Necesitamos permitir que las opiniones de otros nos controlen a nosotros y a nuestra conducta?
Darnos permiso de ser como somos puede tener una influencia curativa sobre nuestras relaciones. Se relaja el tono de las mismas. Nos relajamos nosotros. La otra persona se relaja. Y luego, todo el mundo siente un poco menos de vergüenza, porque han sabido la verdad.
Ser lo que somos es lo único que podemos ser, lo único que estamos destinados a ser y eso basta. Está bien.
Lo único que verdaderamente importa es la opinión que tengamos de nosotros mismos. Y podemos darnos a nosotros mismos toda la aprobación que queremos y necesitamos.

«Hoy me relajaré y seré como soy en mis relaciones. No haré esto en forma degradante o inapropiada, sino de una manera que demuestre que me acepto a mí mismo y me valoro como soy. Ayúdame, Dios mío a dejar ir mis miedos acerca de ser yo mismo».

Mi Reflexión: La persona codependiente tiene un profundo temor a presentarse ante los demás tal cual es. Ese miedo es desde la infancia cuando fue maltratado, abandonado, abusado por quienes el menos lo esperaba. A través de la terapia para recuperarse va adquiriendo las herramientas para aceptarse, amarse y responsabilizarse de sí mismo. Cuando entiende que es esencial introducir los cambios válidos y duraderos en su estilo de vida, va a empezar a sanar, a disfrutar la existencia, a tener paz y serenidad. ¡Nada más preciado! (Alpha).

¿Te comportas con autenticidad ante los demás? ¿Estás en recuperación? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 4 de Marzo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reafirma la equivocación en la que vive el codependiente negándose la posibilidad de desapegarse de sus apegos y asumir un compromiso serio y mantenido con su propio cuidado.

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Reflexiona sobre esto:

Podemos experimentar nuestros sentimientos, hablar de nuestros miedos, aceptarnos a nosotros mismos y a nuestras condiciones actuales, y luego empezar el camino hacia la no-dependencia.
Podemos hacerlo. No necesitamos sentirnos fuertes todo el tiempo para ser no-dependientes y para cuidar de nosotros mismos. Podemos tener y probablemente tengamos sentimientos de miedo, de debilidad y quizá hasta de desesperanza. Esto es normal e incluso saludable. El poder verdadero viene de asumir nuestros sentimientos no de ignorarlos. La verdadera fuerza viene, no de aparentar fortaleza todo el tiempo, sino de reconocer nuestras debilidades y vulnerabilidades cuando así nos sintamos.
Muchos de nosotros tenemos noches oscuras. Muchos tenemos incertidumbre soledad y el aguijón de necesidades y deseos que suplican ser satisfechos, y que sin embargo aparentemente pasan desapercibidos.
A veces el camino está brumoso y resbaloso y no tenemos esperanza. Lo único que podemos sentir es miedo. Lo único que podemos ver es la oscuridad.

Mi Reflexión: El codependiente maneja sentimientos y emociones negativas que perturban su serenidad y paz interior. Como persona obsesionada y apegada reprime tales sentimientos, ocupándose sólo de atender y complacer a otras personas ajenas a él. Así transcurre parte de su tiempo, dejando de lado interesarse y responsabilizarse de cuidarse a sí mismo. Solo haciéndose consciente de su error podrá avanzar en la recuperación y lograr su tranquilidad y sanación. (Alpha).

¿Eres una persona apegada? ¿Estás en recuperación actualmente? Comparte aquí tus logros.

Reflexión del Dia: 2 de Marzo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente plantea que el codependiente deja de ser el mismo para convertirse en la persona que «cuida a otro». Pierde su perspectiva personal.

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Reflexiona sobre esto:

Los codependientes están oprimidos, deprimidos y reprimidos. Muchos de nosotros podemos decir rápidamente lo que alguien más está sintiendo, por qué una persona se siente de determinada manera, cuánto tiempo se han sentido así, y qué es lo que esa persona probablemente hará respecto a ese sentimiento.
Muchos de nosotros pasamos la vida inquietándonos por los sentimientos de los demás. Tratamos de componer los sentimientos de la gente. Tratamos de controlar los sentimientos de los demás. No queremos lastimar a la gente, no queremos irritarla, y no queremos ofenderle. Así de responsables nos sentimos por los sentimientos de los demás. Y, sin embargo, no sabemos lo que nosotros estamos sintiendo. Y si lo sabemos, no sabemos qué hacer para componernos. Muchos de nosotros hemos abandonado o nunca hemos asumido la responsabilidad por nuestro yo emocional.

Mi Reflexión: La persona codependiente está tan «entretenida», controlando y manipulando la vida de los demás por tanto tiempo, que sabe lo que piensa, siente y actúa ante cada momento de su vida. Caso contrario, se desdibuja de sus sentimientos. Le es imposible saber quien es? como piensa? como actúa el mismo? ¡Es una triste paradoja! (Alpha).

¿Actúas de esta manera? ¿Quê piensas hacer al respecto? Comenta acá.

Meditación 1 de Marzo… Deja ir la ira

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós reitera que soltar los sentimientos negativos como la ira, el enfado y la culpa permite al codependiente lograr su recuperación.

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Medita sobre esto:

En la recuperación, a menudo discutimos objetivamente acerca de la ira.
Sí, razonamos, ésta es una emoción que todos tendemos a experimentar.
Sí, la meta en la recuperación es liberarse del resentimiento y de la ira.
Sí, está bien sentir enojo, estamos de acuerdo. Bueno, quién sabe…
La ira es una emoción poderosa y a veces atemorizante. También es beneficiosa si no le permitimos que se endurezca hasta convertirse en resentimiento o utilizarla como un mazo demoledor para castigar a la gente o para abusar de ella.
La ira es una señal de advertencia. Señala los problemas.
A veces, señala problemas que necesitamos resolver.
A veces, señala límites que necesitamos fijar.
A veces, es el estallido final de energía antes de que nos entre la aceptación o el dejar ir.
Y, en ocasiones, la ira simplemente es. No necesita justificarse.
Por lo general no se puede confiar en un pulcro envoltorio. Y no es necesario que ésta nos asfixie a nosotros o a nuestra energía.
No tenemos que sentirnos culpables cada vez que experimentemos ira. No tenemos que sentirnos culpables.
Inhala profundamente. Podemos, sin vergüenza, sentir todos nuestros sentimientos, incluyendo la ira, y seguir asumiendo la responsabilidad de nuestra conducta.

«Hoy sentiré y liberaré cualquier sentimiento de ira que tenga. Puedo hacerlo de manera adecuada y segura».

Mi Reflexión: El codependiente no tiene que mantenerse enojado, eso le ofusca la claridad y le inhabilita para pensar como abordar la realidad que le rodea. Es bien cierto que la ira señala aquellas áreas de nuestro cuerpo y mente que debemos considerar para resolver viejas creencias, pero no es propicio mantener ese sentimiento por mucho tiempo.Tenemos que revertirlo. ¿Cómo hacerlo? Soltando y dejando ir todo aquello que nos ata a sentimientos de vergüenza, miedo, culpa, ira. Esto se trabaja en Grupos de Apoyo de CoDA. (Alpha).

¿Estás asistiendo a Grupos de Doce Pasos de CoDA? ¿Sientes que, integrándote a esa Terapia, mejoran tus problemas? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 28 de Febrero

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente plantea que el codependiente se acostumbró a intervenir manipulando controlando la vida de los demás, dejando de lado asumir la responsabilidad de su vida.

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Reflexiona sobre esto:

Algunos nos cansamos tanto del enorme peso —la responsabilidad total por todos los seres humanos— que podemos brincarnos los sentimientos de lástima y preocupación que acompañan a los actos de rescate y seguirnos con la ira o el enojo. Estamos enojados todo el tiempo; sentimos ira y resentimiento contra víctimas potenciales. Una persona con una necesidad o un problema provoca que sintamos la necesidad de hacer algo o nos sentiremos culpables. Después del rescate, no ocultamos nuestra hostilidad hacia este incómodo predicamento.
El cuidar como nana no ayuda, sólo provoca problemas. Cuando tomamos a la gente a nuestro cuidado y hacemos cosas que no deseamos hacer, ignoramos necesidades, deseos y sentimientos personales.
Nos hacemos a un lado a nosotros mismos. En ocasiones estamos tan ocupados cuidando a los demás que dejamos nuestra vida entera en suspenso. Muchos cuidadores se sienten inquietos y abrumados; no disfrutan ninguna de sus actividades. Los cuidadores aparentamos ser muy responsables, pero no lo somos; pues no asumimos el compromiso de nuestra responsabilidad más alta: nosotros mismos.

Mi Reflexión: El codependiente carga con responsabilidades ajenas. Su vida como persona apegada y obsesionada por cuidar a otros, le anula para responsabilizarse de si mismo. Esa inversión de conceptos y creencias pasa factura y llegado un momento crucial se da cuenta que ya no gobierna ni su vida ni la de los demás, allí siente la necesidad perentoria de cambiar y salir de ese atolladero emocional que vive. (Alpha).

¿Estás apegado a alguna persona, evento o circunstancia en este momento? ¿Entiendes que necesitas ayuda? ¿La has buscado? Comparte acá tus vivencias.

Meditación 28 de Febrero… Dejar ir la negación

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós ratifica que el codependientes actúa desconfiando de su criterio y en negación de la realidad que vive. Esta conducta aprendida interfiere severamente en adquirir fortaleza para actuar sanamente en la vida.

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Medita sobre esto:

Somos lentos en creer aquello que si lo creyéramos, heriría nuestros sentimientos. (Ovidio).
La mayoría de los que estamos en recuperación nos hemos embarcado en la negación de vez en cuando.
Algunos de nosotros nos apoyábamos en esta herramienta.
Podemos haber negado eventos o sentimientos de nuestro pasado.
Podemos haber negado los problemas de los demás; podemos haber negado nuestros propios problemas, sentimientos, pensamientos, deseos o necesidades.
Negamos la verdad.
La negación significa que no nos permitimos encarar la realidad, generalmente porque afrontar esa realidad en particular, duele. Sería perder algo: confianza, amor, familia, tal vez un matrimonio, una amistad o un sueño. Y perder a alguien o algo, duele.
La negación es un mecanismo de protección, un cojín del alma para amortiguar los golpes. Nos impide reconocer la realidad hasta que nos sentimos preparados para lidiar con esa realidad en particular. La gente podrá gritarnos la verdad, pero nosotros no la veremos ni la escucharemos hasta que estemos listos para ella.
Somos seres fuertes y, empero frágiles. A veces necesitamos tiempo para prepararnos, tiempo para disponernos a esperar algo. No dejamos ir nuestra necesidad de negar golpeándonos para llegar a aceptar; dejamos ir nuestra necesidad de negar permitiéndonos volvernos lo suficientemente seguros y fuertes para lidiar con la verdad. Haremos esto cuando llegue ese momento.
No es necesario que nos castiguemos a nosotros mismos por haber negado la realidad; lo único que necesitamos es amarnos a nosotros mismos para tener seguridad y fortaleza, de modo que cada día estemos mejor equipados para enfrentar la verdad y lidiar con ella. Enfrentaremos la realidad y lidiaremos con ella – de acuerdo con nuestro propio calendario-, cuando estemos listos, y cuando sea tiempo para nuestro Poder Superior. No tenemos por que aceptar el castigo de nadie, incluyendo a nosotros mismos, por este calendario. Sabremos lo que necesitamos saber, cuando sea tiempo de saberlo.

«Hoy me concentraré en hacerme sentir a mí mismo seguro y confiado. Me permitiré hacer conciencia cuando me llegue mi momento».

Mi Reflexión: El codependiente vive desconfiando de sus capacidades, su baja autoestima lo lleva a rechazarse, y se muestra incrédulo ante la realidad que vive. Es necesario revertir esa creencia negativa y sustituirla por mayor confianza y seguridad en el mismo. Sólo a través de una profunda confianza en el Ser Superior, iniciará esa nueva etapa de confianza, seguridad y aprecio por su persona. (Alpha).

¿Cuáles son tus percepciones respecto a ti mismo? ¿Trabajas para adquirir confianza y seguridad en tus convicciones? Comparte tus vivencias.