Meditación 21 de Septiembre … Aceptar el flujo de la vida

Melody Beattie, en su Libro Mas del Lenguaje del Adiós nos hace reflexionar que el codependiente neceita meditar y replantearse alcanzar la paz y serenidad en su vida ingobernable que lleva.

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Medita sobre esto:

Encuentra un lugar tranquilo y cómodo para sentarte en posición relajada. Cierra los ojos y respira profundamente varias veces para relajar tu cuerpo y mente.

– Reflexiona sobre la idea de que la vida es un flujo constante de experiencias, cambios y desafíos. Visualiza un río que fluye suavemente.

– Imagina que estás parado en la orilla de este río. Observa cómo el agua fluye constantemente, llevando hojas y ramas en su camino. Cada hoja y rama representa una experiencia, una emoción o un evento en tu vida. En lugar de luchar contra el flujo del río o tratar de controlar qué hojas y ramas fluyen en él, simplemente observa con aceptación. Reconoce que no puedes controlar todo en la vida, pero puedes elegir cómo reaccionas a lo que llega a ti.

– Respira profundamente y repite en silencio o en voz alta: «Acepto el flujo de la vida. Confío en que las experiencias que llegan a mí son oportunidades para aprender y crecer».

– Siente cómo la tensión y la resistencia se disuelven a medida que te abres a la aceptación y la confianza en el proceso de la vida.

– Permanece en este estado de relajación y aceptación durante unos minutos, respirando conscientemente y permitiendo que la sensación de flujo y tranquilidad te envuelva.

Cuando estés listo, abre los ojos y regresa gradualmente a tu entorno presente, llevando contigo el sentido de aceptación y confianza en el flujo de la vida.

¿Has asumido como terapéutico la búsqueda de la paz en tu vida? ¿Has buscado ayuda para esto? ¿Lograste este cometido? omparte en los comentarios.

Enterarme de quién soy realmente, me desafia…

«Siempre me vi como alguien cariñosa, dedicada, la persona que siempre estaba allí para ayudar a los demás. Pero no fue hasta que mi mundo comenzó a desmoronarse cuando me di cuenta de que estaba atrapada en una red de codependencia.

Al principio, me resistía a la idea. Pensaba que amar significaba sacrificio, estar siempre disponible, y poner las necesidades de los demás antes que las mías. Fue gracias a Melody Beattie y su enfoque en el desapego amoroso que comencé a ver las cosas de otra manera. Su libro «Ya No Seas Codependiente», fue un faro de claridad en un mar de confusión emocional.

La idea de que podía cuidar de mí misma sin sentirme culpable, que podía establecer límites y que eso en realidad era una forma más sana de amar, fue revolucionaria para mí. He empezado a practicar el desapego amoroso, permitiendo que las personas que amo vivan sus propias vidas, cometan sus propios errores, y cosechen sus propias recompensas. Es un proceso doloroso y liberador a la vez.

Sigo luchando con mi deseo de controlar las situaciones y a las personas que me importan, pero ahora tengo herramientas para enfrentar esos impulsos. Me pregunto a mí misma: ¿Esto es realmente mi problema? ¿Tengo el poder de cambiar esta situación o esta persona? La mayoría de las veces, la respuesta es «no». Y aunque es doloroso aceptar esa realidad, también es increíblemente liberador.

Todavía estoy en mi viaje hacia la recuperación, pero me siento agradecida por cada paso que tomo en dirección a un amor más sano y un sentido más fuerte de quién soy realmente. Por primera vez en mi vida, me siento emocionado por descubrir mi propio potencial y no definirme únicamente en función de mis relaciones con los demás.»

Reflexión: Es importante recordar que superar la codependencia es un proceso complejo que a menudo requiere apoyo profesional. Si tú o alguien que conoces está lidiando con problemas de codependencia, buscar el consejo de un profesional capacitado es crucial. (Alpha).

Reflexión del Dia: 20 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente»ratifica que la base de la codependencia es la baja autoestima, y para abordar la solución a este problema, el codependiente debe asumir una serie de pautas para lograr la mejora gradual de la valía propia.

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Reflexiona sobre esto:

Aquí, algunas pautas que pueden ayudarte a mejorar tu autoestima si estás lidiando con la codependencia:

– Autoaceptación: Acepta quién eres en este momento, con todas tus imperfecciones y cualidades. Reconoce que eres digno de amor y respeto tal como eres.

– Practicar la compasión hacia uno mismo: Desarrolla un diálogo interno compasivo y amable contigo mismo en lugar de ser crítico y autocrítico. Trátate a ti mismo con el mismo cariño y comprensión que mostrarías a un amigo.

– Establecer límites saludables: Aprende a decir «no» cuando sea necesario y a establecer límites en tus relaciones. La capacidad de mantener límites saludables es un signo de autoestima y autovaloración.

– Trabajar en la autoimagen positiva: Cuestiona y reemplaza los pensamientos negativos sobre ti mismo con pensamientos más positivos y realistas. Haz una lista de tus logros y habilidades para recordarte constantemente tu valía.

– Practicar el autocuidado: Dedica tiempo a cuidar de ti mismo física, emocional y espiritualmente. Esto incluye actividades que te hagan sentir bien y te ayuden a mantener un equilibrio en tu vida.

– Aceptar que no puedes controlar a los demás: En la codependencia, a menudo tratamos de controlar o cambiar a otras personas. Aprende a soltar este deseo de control y enfócate en cambiar tus propias acciones y respuestas.

Aceptar la responsabilidad personal: Reconoce que eres responsable de tus propias acciones y elecciones. Asumir la responsabilidad personal te empodera para tomar decisiones saludables en tu vida.

Recuerda que la mejora de la autoestima y la recuperación de la codependencia son procesos que llevan tiempo y esfuerzo. Ser paciente contigo mismo y estar dispuesto a trabajar en tu autoestima de manera constante te ayudará a superar los patrones codependientes y construir relaciones más saludables y satisfactorias. (Alpha).

Si deseas, examínate a la luz de estas interrogantes: ¿Has iniciado mi proceso de recuperación? ¿Buscaste ayuda con grupos de apoyo? Si deseas comenta tus respuesta, porque serán de utilidad a otros.

Reflexión del Dia: 19 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente»plantea que los codependientes estamos permanentemente sin «equilibrio» en nuestras vidas moviéndonos en irrealidades que solo están en nuestra mente, lo que distorsiona la realidad y nos hace sentir dolor. Al aceptar la curación como vía para recuperar nuestro equilibrio es un «gran paso» en detener el mundo ficticio que inventamos, y enfrentarnos con la realidad, solo así se ira el sufrimiento.

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Reflexiona sobre esto:

Según Melody Beattie, las personas codependientes pueden recuperarse a través de un proceso de autorreflexión, autocomprensión y autotrascendencia. Esta autora/consejera en esta área menciona algunas ideas que puden servir para que el codependiente se recupere de su apego afectivo.

– Aceptación: El primer paso es reconocer y aceptar que tienes un problema de codependencia. Esto implica admitir que tu vida se ha visto afectada negativamente por tu necesidad de cuidar o controlar a otros.

– Educación: Empieza a educarte sobre la codependencia. Lee libros de Melody Beattie y otros expertos en el tema para comprender mejor las dinámicas subyacentes de la codependencia y cómo afecta a tu vida.

– Terapia o apoyo: Considera buscar terapia individual o unirse a un grupo de apoyo para personas codependientes. La terapia puede proporcionar un espacio seguro para explorar tus patrones de comportamiento y emociones, mientras que un grupo de apoyo te permite compartir experiencias y aprender de otros en situaciones similares.

– Establecimiento de límites: Aprende a establecer límites saludables en tus relaciones. Esto implica aprender a decir «no» cuando sea necesario y cuidar de ti mismo sin sentirte culpable.

– Autocuidado: Prioriza tu propio bienestar emocional, físico y espiritual. Dedica tiempo a actividades que te hagan sentir bien contigo mismo y que no estén centradas en las necesidades de los demás.

– Conciencia emocional: Trabaja en desarrollar una mayor conciencia de tus emociones y necesidades. Aprende a identificar y expresar tus sentimientos de manera saludable.

– Perdón y aceptación: Aprende a perdonarte a ti mismo por tus errores y aceptarte tal como eres. La autoaceptación es fundamental en el proceso de recuperación.

– Enfoque en el presente: Practica la atención plena (mindfulness) para mantener tu enfoque en el presente y evitar la rumiación sobre el pasado o la preocupación excesiva por el futuro.

Red de apoyo: Mantén una red de apoyo fuerte que incluya amigos, familiares y terapeutas en quienes puedas confiar y hablar abiertamente sobre tus desafíos y logros en la recuperación.

– Compromiso a largo plazo: La recuperación de la codependencia es un proceso continuo. Comprométete a trabajar en ti mismo a lo largo del tiempo y a mantenerte alerta a los patrones de codependencia que puedan surgir en el futuro.

Recuperarse de la codependencia es un viaje personal y puede llevar tiempo. La clave es la autoconciencia, el autocuidado y el trabajo constante en el desarrollo de relaciones más saludables y equilibradas. El enfoque de Melody Beattie se centra en empoderar a las personas codependientes para que tomen el control de sus vidas y encuentren la sanación y el equilibrio.(Alpha).

Te invito a responder estas preguntas:¿He aceptado que lo que vivo es producto de mi baja autoestima? ¿He iniciado mi recuperación para «revertir» esta situación?. Si deseas, puedes compartir tus respuestas al respecto. Será de utilidad a otras personas.

Meditación 19 de Septiembre … Disculpas

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que es saludable para mantener nuestras relaciones aceptar los errores cometidos y pedir disculpas a la persona que tratamos inadecuadamente. Pedir excusas es un gesto de madurez y evita situaciones difíciles con las personas de nuestro entorno.

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Medita sobre esto:

A veces actuamos de una manera que nos deja incómodos. Eso es humano. Por eso tenemos las palabras: “Lo siento”. Curan y cierran la brecha. Pero no tenemos por qué decir “lo siento” si no hemos hecho nada mal. Una sensación de vergüenza puede llevarnos a disculparnos de todo lo que hacemos, de cada palabra que decimos, por estar vivos y ser como somos.
No tenemos por qué pedir disculpas por cuidar de nosotros mismos, por manejar nuestros sentimientos, por fijar límites, por divertirnos o porque nos estamos curando.
No tenemos que cambiar nunca de rumbo, si éste es el que más nos conviene, pero a veces una disculpa general reconoce otros sentimientos y puede ser útil cuando no están claras las cosas en una relación. Podemos decir: “Siento mucho el pleito que tuvimos. Siento mucho que te haya lastimado con lo que tuve que hacer para cuidarme a mí mismo; no tenía la intención de que así fuera.”
Una vez que pedimos una disculpa, no tenemos que seguirla repitiendo. Si alguien quiere seguirnos sacando una disculpa por el mismo incidente, eso es asunto de esa persona y no tenemos porque dejarnos enganchar.
Podemos aprender a tomar seriamente nuestras disculpas y a no darlas cuando no sean validas. Cuando nos sintamos bien con nosotros mismos, sabremos cuando es momento de decir que lo sentimos y cuando no.

“Hoy tratare de ser claro y sano en mis disculpas, asumiendo responsabilidad por mis acciones y por las de nadie mas. Dios mío, ayúdame a averiguar de que es de lo que necesito disculparme y que no es responsabilidad mía”.

Reflexión: El codependiente se mueve con sentimientos de culpa y vergüenza. Siente que cualquiera de sus actitudes hieren a las personas de su entorno. Asumir a tiempo y cuando sea necesario ofrecer disculpas, es responsable e indica aceptar que se equivoco, solo que debe aprender cuándo darlas y hacerlo una sola vez, no mantenerse pidiendo excusas hasta que la otra persona lo considere necesario. Quien debe saber hasta cuando hacerlo somos nosotros, sin importarnos lo que opine la persona a quien le otorgamos esa disculpa. (Alpha).

¿Has practicado pedir disculpas a quien considera ofendiste con alguna actuación? ¿Lo has hecho con la convicción que es el momento adecuado?. Comenta aquí tu experiencia al respecto.

Meditación 18 de Septiembre … Deja que sucedan cosas buenas

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós expresa que el codependiente debe asumir un cambio de actitud durante la recuperación y aceptar las cosas buenas que van a pasar en su vida. Dejar que sucedan y disfrutar de los momentos de alegría, felicidad y sosiego. Mantenerse en el pasado no ayuda, solo enrarece la recuperación.

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Medita sobre esto:

Antes de la recuperación, mis relaciones eran pésimas. No me iba muy bien en mi trabajo. Estaba entrampado en mi familia disfuncional ¡Pero al menos sabía qué esperar! (Anónimo).

Quiero que la segunda mitad de mi vida sea tan buena como la primera fue de desgraciada. A veces tengo miedo de que no sea así. A veces me asusta que pueda ser así.
Las cosas buenas pueden asustarnos. El cambio, incluso el cambio para bien, puede ser atemorizante. De alguna manera, los cambios para bien pueden ser más atemorizantes que las épocas difíciles.
El pasado, particularmente el de antes de la recuperación, puede haberse vuelto confortablemente familiar. Sabíamos qué esperar en nuestras relaciones. Eran predecibles. Eran repeticiones del mismo patrón, las mismas conductas, el mismo dolor, una y otra vez. Podrán no haber sido lo que queríamos, pero sabíamos lo que iba a suceder. Esto no ocurre cuando cambiamos de patrones y empezamos la recuperación.
Podemos haber sido bastante buenos para predecir eventos en la mayor parte de las áreas de nuestra vida. Las relaciones serían dolorosas.
Nosotros viviríamos en privación.
Cada año sería casi una repetición del año anterior. A veces, las cosas se ponían un poco peor; otras un poco mejor, pero el cambio no era drástico. No hasta el momento en que empezamos la recuperación.
Entonces cambiaron las cosas. Y cuanto más progresamos en este milagroso programa, más cambiamos nosotros y nuestras circunstancias. Empezamos a explorar un territorio desconocido.
Las cosas se ponen bien. Se mejoran todo el tiempo. Empezamos a tener éxito en el amor, en el trabajo, en la vida. Un día a la vez, empiezan a ocurrir cosas buenas y la desgracia se disipa.
Ya no queremos ser víctimas de la vida. Hemos aprendido a evitar las crisis y traumas innecesarios.
La vida se pone buena.
“¿Cómo manejo las cosas buenas?”, preguntó una mujer. “Es más difícil y más extraño que el dolor y la tragedia.”
“Del mismo modo que manejábamos las experiencias difíciles y dolorosas”, le contesté. “Un día a la vez”.

«Hoy, Dios mío, ayúdame a dejar ir mi necesidad de vivir en el dolor y en la crisis. Ayúdame a quitarme lo más pronto posible los sentimientos de tristeza y los problemas. Ayúdame a encontrar mi base y equilibrio en la paz, la alegría y la gratitud. Ayúdame a trabajar tan duramente por aceptar lo bueno como he trabajado de duro en el pasado para aceptar lo doloroso y lo difícil».

Reflexión: Cuando el codependiente asume vivir en la alegría y el sosiego y dejar atrás el pasado doloroso, está abriéndose a los cambios que dan miedo porque no estamos acostumbrados a vivir en positivo. Darse esa oportunidad, mientras se recupera, permite valorar su capacidad par enfrentar la vida con una óptica sana, dejando atrás todo aquel drama y tristeza. Confiar en sí mismo para «rehacer» su vida, con la guía del Creador, es un excelente comienzo para gobernar realmente su vida. (Alpha).

¿Estás dispuesto a asumir esos cambios positivos en tu vida? ¿Has sentido la necesidad de retomar la gobernabilidad que habías perdido? Comparte tus vivencias en los comentarios.

Meditacion 17 de Septiembre … Conductas con las nuevas relaciones

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que durante la recuperación debemos asumir los vínculos con los demás de una manera saludable: cuidar de nosotros mismos, dejar que los demás se comporten como deseen, y fijar límites claros para impedir que controlemos y nos controlen.

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Medita sobre esto:

En la recuperación hablamos mucho acerca de las conductas que se siguen en las relaciones nuevas: permitirles a los demás ser ellos mismos sin reaccionar excesivamente y tomarnos las cosas en forma personal, y adueñarnos de nuestro poder para cuidar de nosotros mismos. Hablamos acerca de dejar ir nuestra necesidad de controlar, concentrándonos en la autoresponsabilidad, y en no disponernos a ser víctimas concentrándonos en la otra persona al tiempo que nos descuidamos a nosotros mismos. Hablamos acerca de tener y de fijar límites sanos, de hablar directamente y de asumir la responsabilidad por lo que queremos y necesitamos.
Aunque estas conductas ciertamente nos ayudan a lidiar con la gente adicta, no son conductas diseñadas sólo para utilizarse en lo que llamamos “relaciones disfuncionales”.
Estas conductas son nuestras nuevas conductas en las relaciones nuevas. Nos ayudan en las relaciones tirantes. Nos pueden ayudar a atravesar épocas de estrés en las relaciones sanas.
Las conductas de recuperación que estamos aprendiendo son herramientas –destrezas para tener relaciones sanas- que nos ayudan a mejorar la calidad de todas nuestras relaciones.
Recuperación significa cuidar de uno mismo –aprender a cuidarnos y a amarnos a nosotros mismos -con la gente. Entre más sanos nos volvamos, más sanas se volverán nuestras relaciones. Y nunca dejaremos de tener necesidad de conductas sanas.

«Hoy me acordare de aplicar mis conductas de recuperación a todas mis relaciones, con amigos y compañeros de trabajo, al igual que en cualquier relación amorosa especial. Trabajare duro por cuidarme a mi mismo en las relaciones difíciles, averiguando cuál habilidad sería mejor aplicar. También considerare las formas cómo se podrían beneficiar mis relaciones sanas con mis nuevas destrezas para manejar relaciones».

Reflexión: Antes de iniciar la recuperación nuestras conductas en las relaciones estaban signadas por el control hacia los otros, impidiendo que cada persona asuma las conductas como deseen hacerlo. Durante la recuperación corresponde reformar nuestros comportamientos inclinándonos hacia: fijar límites sanos en nuestras relaciones, dejar de victimizarnos y permitirnos aceptar la responsabilidad de autocuidarnos. (Alpha).

¿Cómo te comportas en las relaciones con los demás? ¿Asumes que debes fijar límites sanos y dejar ir la necesidad de controlar? ¿Cuáles herramientas te dan resultados positivos?. Comparte con nosotros en los comentarios.

Meditacion 16 de Septiembre… Estás aprendiendo algo nuevo

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que durante la recuperación debemos estar en disposición de aceptar nuevos retos para mantenernos confiados en nuestras capacidades y empoderarnos.

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Medita sobre esto:

«¿Qué se supone que debemos estar buscando?», Le preguntó Stanley. «No estás buscando nada. Estás cavando para construir un personaje». Stanley echó una mirada impotente a su pala. No estaba defectuosa. El era quien estaba defectuoso. (Louis Sachar de su Libro Hoyos).

A veces, cuando nos enfrentamos a un obstáculo difícil en la vida: un nuevo trabajo, una nueva escuela, algo nuevo, es fácil sentirse abrumados y comenzar a creer lo peor de nosotros mismos. Tal vez realmente no tengamos lo que se necesita después de todo, pensamos. Tal vez deberíamos quedarnos donde estamos, nos guste ese lugar o no.
Una de las cosas maravillosas sobre ser humano es nuestra capacidad de adaptarnos a situaciones nuevas. Otra es nuestra capacidad de cambiar y crecer.
¿Qué nueva situación te enfrenta?
Ya sea que esté comenzando un proceso de recuperación, comenzando un nuevo trabajo, yendo para su maestría, aprendiendo a divorciarse o aprendiendo a ser una esposa feliz, puede hacer lo que la vida le pida que haga.
Es importante comenzar desde el principio y, a menudo, eso significa sentirse mal preparado para la tarea que tenemos por delante. Eso es bueno. Si estuvieras completamente cómodo con todo lo que sucede a tu alrededor, entonces es probable que no crezcas y aprendas algo nuevo.
Sé consciente de cómo hablas contigo mismo, si te estás diciendo a ti mismo que puedo o no. Luego, deja que las palabras se llenen de alegre confianza. Reconoce cualquier sentimiento que te impida creer en ti mismo. Entonces deja que esos sentimientos se vayan. Deja ir el miedo y el sentirse abrumado.
Puedes aprender la nueva tarea. Puedes armonizar con tu nuevo jefe. Puedes aprender a cuidarte a ti mismo. Puedes, y lo harás. Puedes y crecerás en ese rol.
No eres defectuoso. Tampoco es tu pala. Asúmelo y atrévete

«Dios, dame la fuerza y ​​la confianza para crecer, aprender y ver la maravilla de este mundo».

Reflexión: Recuperarse de la codependencia es un sendero «laborioso», de allí que los pasos que demos deben centrarnos en «asumir nuestro poder interior para enfrentar los cambios que hacemos diariamente». Confiar en nosotros mismos es la «llave» que permitirá asumirlos y concretarlos. Tengamos fe y fortaleza para llegar al final, ya iniciamos, ya trastabillamos, pero sí podemos y tenemos que hacerlo. (Alpha).

¿Has asumido nuevos retos en tu vida? ¿Has sentido fe en ti mismo? Comenta aquí tus vivencias al respecto.

Meditación 12 de Septiembre… El proceso de duelo

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós trae a colación el proceso de duelo, enumerando las 5 etapas por la que atraviesa el ser humano cuando enfrenta una pérdida. Plantea la Autora que los codependientes nos quedamos «varados» en la negación, dificultándose que transitemos las otras etapas hasta alcanzar la aceptación. Aun así, corresponde trabajar en lograr «movernos» y responsabilizarnos de nosotros mismo, aun en esos momentos de aflicción y pérdida.

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Medita sobre esto:

Permitirnos sufrir por completo nuestras pérdidas es la forma en que nos rendimos al proceso de la vida y la recuperación. Algunos expertos, como Patrick Carnes, llaman a los Doce Pasos «un programa para lidiar con nuestras pérdidas, un programa para lidiar con nuestro dolor».
¿Cómo nos duele?

Embarazosamente. Imperfectamente. Usualmente con una gran resistencia. A menudo con enojo e intentos de negociar. En última instancia, al rendirse al dolor.
El proceso de duelo, dice Elisabeth Kubler-Ross, es un proceso de cinco etapas: negación, enojo, negociación, tristeza y, finalmente, aceptación. Así es como nos lamentamos; así es como aceptamos; así es como nosotros perdonamos; así es como respondemos a los muchos cambios que la vida nos lanza.
Aunque este proceso de cinco pasos se ve ordenado en el papel, no es ordenado en la vida. No nos movemos a través de él de manera compartimentada. Por lo general, nos arrastramos, pataleamos y gritamos, con muchos movimientos de vaivén, hasta que alcanzamos ese estado pacífico llamado aceptación. Cuando hablamos de «asuntos pendientes» de nuestro pasado, generalmente nos referimos a pérdidas sobre las cuales no hemos completado el duelo. Estamos hablando de estar atrapados en algún lugar del proceso de duelo. Por lo general, para niños adultos y codependientes, el lugar donde nos quedamos atrapados es la negación. Pasar por la negación es la primera y más peligrosa etapa del duelo, pero también es el primer paso hacia la aceptación.
Podemos aprender a entender el proceso de duelo y cómo se aplica a la recuperación. Incluso los buenos cambios en la recuperación pueden traer pérdidas y, en consecuencia, dolor. Podemos aprender a ayudarnos a nosotros mismos y a los demás entendiendo y familiarizándonos con este proceso. Podemos aprender a llorar por completo nuestras pérdidas, sentir nuestro dolor, aceptar y perdonar, para que podamos sentir alegría y amor.

«Hoy, Dios, ayúdame a abrirme al proceso de duelo por mis pérdidas. Ayúdame a permitirme fluir a través del proceso de duelo, aceptando todas las etapas para poder lograr la paz y la aceptación en mi vida. Ayúdame a aprender a ser amable conmigo mismo y con los demás mientras pasamos por este proceso de sanación muy humano».

Reflexión: «Enfrentar el duelo desde la codependencia afectiva requiere un reconocimiento doble: el dolor por la pérdida y la urgente necesidad de reevaluar cómo te relacionas emocionalmente. El duelo puede magnificar patrones codependientes, pero también ofrece una oportunidad para romper esos patrones. Es un llamado a ejercer el autocuidado en medio de la vulnerabilidad, a aprender a sostener tu propio espacio emocional sin depender del otro para completarte. En este periodo de pérdida, date permiso para sentir, pero también para reflexionar sobre cómo puedes crecer en autoconciencia y autocompasión. El duelo, doloroso como es, puede ser un catalizador para la transformación personal y la sanación emocional.» Al enfrentar el duelo con autenticidad y conciencia, puedes empezar a liberarte de las ataduras de la codependencia y abrir un nuevo capítulo de autonomía emocional y relaciones más saludables.(Alpha).

¿Has enfrentado el proceso de duelo? ¿Cómo te has conducido durante esos momentos difíciles? ¿Has podido moverte en las etapas del Duelo?. Comparte tus vivencias con nosotros.

Reflexión del Dia: 11 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente»plantea que solo existe una manera de liberarnos del apego o dependencia afectiva a las personas y esta es el «Desapego». No hacerlo se traduce en mantenernos atados en un vínculo insano, desfavorable para nosotros.

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Reflexiona sobre esto:

De una manera ideal, desapegarnos es liberarnos o apartarnos de una persona o problema con amor. Mental, emocional y a veces físicamente nos desembarazamos de nuestro involucramiento insano (y a menudo doloroso) con la vida y responsabilidades de otra persona, y de los problemas que no podemos resolver, de acuerdo con un manual titulado Desapego que ha circulado durante muchos años en los grupos de Al-Anón.
El desapego se basa en las premisas de que cada persona es responsable de sí misma, en que no podemos resolver problemas que no nos corresponde solucionar, y que preocuparnos no sirve de nada.
Adoptamos una política de no meter las manos en las responsabilidades de otras personas y en vez de ello, de atender a las nuestras. Si la gente se ha fabricado desastres a sí misma, le permitimos enfrentar las consecuencias. Le permitimos a la gente ser como es en realidad. Le damos la libertad de ser responsable y de madurar. Y nos damos nosotros mismos la misma libertad. Vivimos nuestra propia vida al máximo de nuestra capacidad. Luchamos para discernir qué es lo que podemos cambiar y qué es lo que no podemos cambiar. Luego dejamos de tratar de cambiar aquello que no podemos. Hacemos lo que podemos para resolver un problema, y luego dejamos de hacernos la vida de cuadritos. Si no podemos solucionar un problema después de intentarlo seriamente, aprendemos a vivir con ese problema o a pesar de él. Y tratamos de vivir felices, concentrándonos heroicamente en lo que de bueno tiene la vida hoy, y sintiéndonos agradecidos por ello. Aprendemos la mágica lección de que sacarle el máximo provecho a lo que tenemos multiplica lo bueno de nuestras vidas.

Reflexión: El desapego es la clave para liberarse de la codependencia porque permite establecer límites emocionales saludables. No es una desconexión emocional, sino más bien una forma de interactuar sin perderse en las necesidades o problemas de los demás. Al practicar el desapego, te das permiso para vivir tu propia vida y permitir que los demás hagan lo mismo. En última instancia, el desapego te libera de la responsabilidad abrumadora de «salvar» a alguien más, y en el proceso, te brinda la libertad para enfocarte en tu propio bienestar y crecimiento. (Alpha).

¿Utilizas el desapego en tus relaciones afectivas? ¿Ves resultados positivos? Comenta aquí tus vivencias al respecto.