Meditación 14 de Enero… Acepta la ira

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que los sentimientos negativos, entre estos la ira, deben aceptarse y agradecer a Dios las lecciones que deriven de esa emoción tan fuerte.

Si deseas conocer mas sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

La ira es uno de los efectos más profundos que tiene la vida sobre nosotros. Es una de nuestras emociones. Cuando se cruce en nuestro camino, vamos a sentirla, a menos que la reprimamos. (Ya No Seas Codependiente).
Si estuviera llevando bien el programa, no me enojaria… Si fuera un buen cristiano, no sentiría ira… Si realmente estuviera utilizando mis afirmaciones acerca de lo feliz que soy, no sentiría enojo… Estos son viejos mensajes que nos seducen para otra vez, no sentir. La ira es parte de la vida. No necesitamos permanecer en ella o desterrarla, pero no nos podemos dar el lujo de ignorarla.
En la recuperación aprendemos que podemos sentir sin vergüenza todos nuestros sentimientos, incluyendo la ira y aún así, asumir la responsabilidad de lo que hacemos cuando nos sentimos enojados. No tenemos que permitir que la ira nos controle, pero seguramente lo hará si nos negamos a sentirla.
Ser agradecidos, positivos, sanos, no significa que nunca sintamos ira. Ser agradecidos, positivos, sanos significa que sentimos la ira cuando tenemos necesidad de hacerlo.

«Hoy me permitiré sentir ira, si necesito hacerlo. Puedo sentir mis emociones y liberarlas constructivamente, incluyendo la ira. Sentiré gratitud por la ira que sienta y por las cosas que ésta está tratando de mostrarme. Puedo sentir y aceptar todas mis emociones sin vergüenza y asumir la responsabilidad de mis actos».

Mi Reflexión: La persona codependiente maneja emociones fuertes, incluso negativas como la ira. En ocasiones hay que enfrentar esas emociones, interpretar por que aparecen en determinada situación y experimentarlas. No siempre es malo sentir esa emoción, podemos y debemos hacerlo, desde la óptica de generar cambios constructivos en nuestra vida. Aceptemos todos los sentimientos, y agradezcamos al Creador las lecciones que deriven de ello. (Alpha).

¿Aceptas y experimentas todos tus sentimientos? ¿Estás en recuperación actualmente? Comparte tu experiencia.

Meditacion 13 de Enero… Nutriéndonos

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós se enfoca en la necesidad que el codependiente entienda la necesidad de quererse e iniciar un plan de actividades para divertirse y sanar.

Si deseas conocer mas sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Muchos de nosotros hemos estado tan privados de la crianza que creemos que es tonto o autoindulgente. Nutrirse no es tonto ni autoindulgente; Es como mostramos amor por nosotros mismos. Para eso estamos luchando en la recuperación: una relación amorosa con nosotros mismos que funcione, para que podamos tener relaciones amorosas con otros que funcionan.

Cuando nos lastimamos, nos preguntamos qué necesitamos para ayudarnos a sentirnos mejor. Cuando nos sentimos solos, nos acercamos a alguien seguro. Sin sentir que somos una carga, permitimos que esa persona esté ahí para nosotros.
Descansamos cuando estamos cansados; come cuando tengamos hambre; Diviértete o relájate cuando nuestros espíritus necesitan un ascensor. Nutrirse significa darnos regalos: un viaje al salón de belleza o peluquería, un masaje, un libro, una chaqueta nueva, un traje o vestido nuevo. Significa un baño largo y caliente para olvidar nuestros problemas y el mundo por unos momentos en los que se sentiría bien.
Aprendemos a ser amables con nosotros mismos y abrirnos a la crianza que los demás tienen para ofrecernos.
Como parte de cuidarnos a nosotros mismos, nos permitimos dar y recibir un toque positivo: un toque que nos parece apropiado, un contacto que es seguro. Rechazamos el toque que no se siente bien o seguro y no es positivo.
Aprendemos a darnos lo que necesitamos de una manera amable, cariñosa y compasiva. Hacemos esto con el entendimiento de que no nos hará perezosos mimados, egocéntricos o narcisistas. Las personas nutridas son efectivas en su trabajo y en sus relaciones.
Aprenderemos a sentirnos amados por nosotros mismos tanto que realmente podemos amar a los demás y dejar que ellos nos amen.

«Hoy me nutriré. También estaré abierto a la crianza que puedo dar a otros y recibir de ellos».

Mi Reflexión: La persona codependiente siente resentimiento por ella misma, eso le lleva a descuidarse y no darse alguna diversión que lo alegre y haga sentir bien. Cuando iniciamos la recuperación, asumimos otra actitud más dada a apreciarnos como seres humanos que somos. Empieza a desarrollarse el sentido de responsabilidad que tenemos que asumir por nuestra felicidad. Nutrirnos pasa por darnos gusto, por alegrarnos de estar vivos, por ayudar a los demás y permitir que ellos nos atiendan a nosotros, sin que medie el control o manipulación en esa relación. (Alpha).

¿Estás trabajando en sentirte a gusto contigo mismo? ¿Te das momentos de diversión? Comparte aquí.

Meditación 11 de Enero… Cuidando de nosotros mismos emocionalmente

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea la importancia de cuidar de nuestras emociones. Nos toca analizar, valorar y una vez detectado el problema, asumir los ajustes a nuestra vida.

Si deseas conocer mas sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

¿Qué significa cuidarme emocionalmente? Reconozco cuando me siento enojado, y acepto ese sentimiento sin vergüenza ni culpa.
Reconozco cuando me siento herido y acepto esos sentimientos sin intentar castigar la fuente de mi dolor. Reconozco y siento miedo cuando esa emoción se presenta.
Me permito sentir felicidad, alegría y amor cuando esas emociones están disponibles. Cuidarme a mí mismo significa que he tomado una decisión que está bien sentir.
Cuidar mis emociones significa dejarme con la sensación hasta que llegue el momento de liberarla y pasar a la siguiente.
Reconozco que a veces mis sentimientos pueden ayudarme a dirigirme hacia la realidad, pero a veces mis sentimientos son engañosos. Son importantes, pero no tengo que dejar que me controlen. Puedo sentir, y pensar también.
Hablo con la gente sobre mis sentimientos cuando es apropiado y seguro.
Busco ayuda u orientación si me quedo atrapado en una emoción particular.
Estoy abierto a las lecciones que mis emociones pueden estar tratando de enseñarme. Después de sentir, aceptar y liberar el sentimiento, me pregunto qué es lo que quiero o necesito hacer para cuidarme.

Cuidarme emocionalmente significa que valoro, atesoro, exploro y aprecio la parte emocional de mí mismo.
«Hoy me cuidaré emocionalmente. Estaré abierto y aceptando la parte emocional de mí mismo y de otras personas. Me esforzaré por mantener el equilibrio combinando las emociones con la razón, pero no permitiré que el intelecto aleje la parte emocional de mí mismo».

Mi Reflexión: El codependiente tiende a «somatizar» sus emociones trastornando su salud física y emocional. Ambas áreas merecen atención, pero muy especialmente la parte psico- afectiva. Cuidar las emociones es importante, porque redireccionan aquellos elementos que necesitan ajustes en nuestra vida. Aprende a hacerlo durante la recuperación. «Valorar, analizar cada sentimiento y dejarlo ir» forma parte relevante del cuidado que merecemos darnos.(Alpha).

¿Cuidas tu área psicoafectiva? ¿Estás dándole relevancia a analizar tus emociones? Comparte acá tus experiencias.

Meditación 9 de Enero… Responsables de nosotros mismos

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós refuerza la creencia errada del codependiente en cuanto a ser cuidador de los demás y abandonarse el mismo. Es necesario revertir ese mito y empezar a ser activo en su recuperación.

Si deseas conocer más sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Hemos estado haciendo cosas equivocadas por razones correctas. (Libro Ya no seas codependiente).

Ser cuidador consiste en asumir las responsabilidades de los demás, al tiempo que descuidamos la responsabilidad que tenemos para con nosotros mismos.
Cuando de manera instintiva nos sentimos responsables de los sentimientos, de los pensamientos, de las elecciones, de los problemas, de la comodidad y del destino de los demás, somos cuidadores. Quizá creamos, a nivel inconsciente, que los otros son responsables de nuestra felicidad, tal y como nosotros somos responsables de la suya..
Ser una persona considerada, amorosa y cariñosa es una meta meritoria. Pero ser una persona cuidadora significa descuidarnos a nosotros mismos hasta el punto de sentirnos victimados.
Ser cuidador implica cuidar a los demás de tal forma que les impida aprender a ser responsables de si mismo.
Ser cuidador no funciona. Lastima a los demás y también nos hiere. La gente se enoja, se siente lastimada, usada y victimizada, y nosotros también.
La conducta más amable y generosa que podemos elegir es la de asumir la responsabilidad que tenemos para con nosotros mismos, por lo que pensamos, sentimos, queremos y necesitamos. Lo más beneficioso que podemos hacer es ser fieles a nosotros mismos y dejar que los demás asuman su propia responsabilidad.

«Hoy le pondré atención a mis propias responsabilidades. Dejaré que los demás hagan lo mismo. Si tengo dudas acerca de cuáles son mis responsabilidades reales, haré un inventario.

Mi Reflexión: Cuando dejamos de responsabilizarnos de nosotros mismos asumimos un papel de cuidadores activos de los demás. Allí radica la paradoja de la codependencia. Para asumir nuestro rol primario en la vida debemos revertir ese papel de cuidador y atrevernos a responsabilizarnos de nuestro cuidado. Esto nos llevará a sanar y mantenernos firmes en la recuperación. (Alpha).

¿Eres un cuidador compulsivo? ¿Estás trabajando en revertir ese rol en tu vida? ¿Estás en recuperación? Comparte tu vivencia acá.

Reflexión del Dia: 7 de Enero

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» refuerza la tesis que solo podemos cambiarnos nosotros mismos.No tenemos poder alguno para cambiar a los demás.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Algunas sugerencias para ayudarte a desapegarte de la gente y de tus reacciones negativas hacia ella. Estas son sólo sugerencias. No existe una fórmula específica para lograr el desapego. Necesitas encontrar tu propia manera, una que te funcione a ti.

– Descubre qué necesitas hacer para cuidar de ti mismo. Toma tus decisiones basándote en la realidad y tómalas en un estado de ánimo apacible. ¿Necesitas pedir disculpas? ¿Quieres olvidarte del asunto? ¿Necesitas hablar con alguien de corazón a corazón? ¿Necesitas tomar otra decisión para cuidar de ti mismo? Cuando tomes tu decisión ten en mente cuáles son tus responsabilidades. No tienes la responsabilidad de que los otros “vean la luz” y no necesitas “enderezarlos”. Tienes la responsabilidad de ayudarte a ti mismo a ver la luz y de enderezarte. Si no te sientes en paz con alguna decisión, olvídala. No es tiempo para tomarla todavía. Espera hasta que tu mente esté consistente y tus emociones estén tranquilas.

Cálmate. No necesitas sentirte tan asustado. No necesitas sentirte tan frenético. Mantén las cosas en perspectiva. ¡Hazte la vida más fácil!

Mi Reflexión: El codependiente debe entender y hacer consciente que solo puede cambiarse a sí mismo, que no es responsable de modificarle la conducta a los demás. Su real misión en la vida en mantener la seguridad y confianza en sí mismo, buscar ser feliz, y estar sereno en este momento y ahora. (Alpha).

¿Estás trabajando en ti mismo, en cambiar tus creencias erróneas? ¿Estás en recuperación para lograrlo? Comparte tu experiencia aquí.

Meditación 7 de Enero … El manejo de los sentimientos dolorosos

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que la conducta del codependiente ante el dolor es «aprendida» por el maltrato, abandono y resentimiento que se ha desarrollado desde su infancia.

Si deseas conocer más sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

El sentimiento de haber sido lastimados y el de ira son los más difíciles de encarar. Nos podemos sentir vulnerables, asustados e impotentes cuando estos sentimientos comienzan a aflorar, porque pueden disparar el recuerdo de ocasiones similares en que nos sentíamos impotentes.
A veces, para recuperar el sentido de control, quizá castiguemos a la gente que está a nuestro alrededor, ya sea que los culpemos de esos sentimientos o que sean víctimas inocentes. Quizá tratemos de “desquitarnos” o de manipular a espaldas de la gente para ganar la sensación de poder sobre la situación. Estas acciones quizá nos den un sentimiento temporal de satisfacción, pero sólo nos harán posponer la decisión de afrontar nuestro dolor.
Sentirse herido no tiene que ser algo tan atemorizante ni tenemos que trabajar tan duro para evitarlo. Aunque sentirse herido no es tan bonito como sentirse feliz, los sentimientos siguen siendo eso, sentimientos.
Podemos someternos a ellos, sentirlos y seguir adelante. Eso no significa que tengamos que buscar sentirnos heridos o detenernos innecesariamente en este tipo de sentimientos El dolor emocional no tiene porque devastarnos. Podemos sentarnos derechos, sentir el dolor, indagar si necesitamos hacer algo para cuidar de nosotros mismos y luego proseguir con nuestra vida.
No tenemos que actuar con prisas; tenemos que castigar a los demás para tener control sobre nuestros sentimientos. Podemos empezar compartiendo con otros nuestro dolor de sentirnos lastimados. Esto trae un alivio y a menudo la curación tanto para ellos como ara nosotros.
Con el tiempo aprenderemos la lección de que la verdadera fuerza proviene de que nos permitamos a nosotros mismos ser lo bastante vulnerables como para sentir el dolor. La verdadera fuerza proviene de saber que podemos cuidar de nosotros mismos, aunque sintamos dolor emocional. La verdadera fuerza nos viene cuando dejamos de hacer responsables a los demás de nuestro dolor y asumimos la responsabilidad de nuestros propios sentimientos.

«Hoy me someteré a mis sentimientos, incluso a los que son emocionalmente dolorosos. En vez de actuar con urgencia, o de intentar castigar a alguien, seré lo bastante vulnerable para experimentar mis sentimientos».

Mi Reflexión: El codependiente ha sido lastimado, abusado, abandonado desde sus primeros años de vida. Esto lo lleva a comportarse habitualmente con aislamiento y dificultad para el manejo de sus sentimientos. Alberga dolor y resentimiento contra él y quienes le hirieron en el pasado. Tiene gran dificultad para soltar ese dolor. Su recuperación le va a ir dando la fortaleza interior que necesita para enfrentarlo y mantener relaciones saludables. El poder superior es su mejor aliado en esta tarea. (Alpha).

¿Tienes facilidad para expresar y manejar sentimientos dolorosos? ¿Cómo lo logras? Comparte aquí tu experiencia.

Reflexión del Dia: 4 de Enero

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» expone sugerencias para iniciar el desapego como vía para lograr la independencia.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Algunas sugerencias para ayudarte a desapegarte de la gente y de tus reacciones negativas hacia ella. Estas son sólo sugerencias. No existe una fórmula específica para lograr el desapego. Necesitas encontrar tu propia manera, una que te funcione a ti.
– Aprende a reconocer cuando estás reaccionando, cuándo estás permitiendo que alguien o algo tire de tus cuerdas. Generalmente cuando empiezas a sentirte ansioso, temeroso, indignado, rechazado, avergonzado, preocupado, confundido o a padecer autoconmiseración, hay algo en tu medio ambiente que te ha hecho nudos. (No afirmo que esté mal experimentar estos sentimientos. Probablemente cualquiera se sentiría así. La diferencia estriba en que estamos aprendiendo a decidir por cuánto tiempo deseamos seguir sintiéndonos así, y qué queremos hacer al respecto.) Emplear las palabras “ella, o él o eso me hicieron sentir” a menudo indica que estamos reaccionando. Perder nuestra sensación de paz y serenidad probablemente es el indicador más poderoso de que estamos atrapados en algún tipo de reacción.

Mi Reflexión: Para desapegarte hace falta más que deseos de lograrlo. Una manera de hacerlo es aceptar que estas reaccionando e iniciar las estrategias para lograr el desapego. Es importante asumir con propósito «dejar ir esa necesidad de reaccionar ante todo y todos». (Alpha).

¿Estás reaccionando frecuentemente ante cualquier evento? ¿Cómo estás abordando el desapego? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 31 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea que el codependiente iniciara su real sanación cuando se inserte en un proceso de recuperación que lo conduzca a autoestimarse y aceptarse tal cual es.

Si deseas conocer mas sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Podemos amarnos a nosotros mismos y a nuestras vidas. Podemos consentirnos y amarnos. Podemos aceptar a nuestros maravillosos yo, con todas nuestras faltas, flaquezas, puntos fuertes, puntos débiles, sentimientos, pensamientos, y todo lo demás. Es lo mejor que tenemos. Es lo que somos, y lo que teníamos que ser y no es un error. Nosotros somos lo más grande que alguna vez nos pueda suceder. Créanlo. Esto hace la vida mucho más fácil.
La única diferencia entre los codependientes y el resto del mundo es que las otras personas no se fastidian a sí mismas por ser quienes son. Toda a gente tiene pensamientos similares y tiene todo un rango de sentimientos. Toda la gente comete errores y hace unas cuantas cosas bien. De modo que podemos dejarnos en paz.
No somos ciudadanos de segunda clase. No merecemos llevar vidas de segunda mano. ¡Y no merecemos relaciones de segunda! Somos adorables y vale la pena que nos conozcan. La gente que nos ama y a quienes les caemos bien no son estúpidos ni inferiores por hacerlo. Tenemos derecho a ser felices. Nos merecemos cosas buenas.
Las personas que parecen más bellas son iguales a nosotros. La única diferencia es que ellas se dicen a sí mismas que se ven bien, y se dejan brillar. La gente que dicen las cosas más profundas, inteligentes o ingeniosas son iguales a nosotros. Se han aventurado a través de situaciones atemorizantes y se han dicho a si mismas que pueden hacerla. La gente que tiene éxito es igual que nosotros. Han seguido adelante y han desarrollado sus dones y talentos, y se han fijado metas. Somos incluso iguales a las personas que salen en televisión: nuestros héroes, nuestros ídolos. Todos trabajamos más o menos con el mismo material: humanidad. Lo que hace la diferencia es cómo nos sentimos. Lo que hace la diferencia es lo que nos decimos a nosotros mismos.

Mi Reflexión: Para el codependiente su mayor problema es la no aceptación de si mismo. Cuando inicia su proceso de recuperación empieza a ser consciente de la necesidad de amarse tal cual es, con sus fortalezas y debilidades. Inicia así un camino espiritual que lo lleva gradualmente a desarrollar un sentido de estima personal alto. En ese sendero descubre cuánto vale como persona y se responsabiliza de su propio cuidado. (Alpha).

¿Actualmente acudes a la Terapia de CoDA? ¿Sientes cambios significativos? Comparte aquí.

Reflexión del Dia: 30 de Diciembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea la necesidad de expresar los sentimientos negativos para recibir aquello positivo que necesitamos que entre a nuestra vida.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Los sentimientos son energía Los sentimientos reprimidos bloquean nuestra energía. No estamos en la mejor forma cuando estamos bloqueados.
Otro problema con los sentimientos reprimidos es que estos no desaparecen. Se prolongan, a veces haciéndose cada vez más fuertes y provocando que hagamos cosas peculiares. Debemos mantenernos un paso adelante del sentimiento, tenemos que mantenernos ocupados, tenemos que hacer algo. No nos atrevemos a quedarnos quietos y en paz porque entonces podríamos sentir esas emociones. Y el sentimiento podría irrumpir de todas maneras, imponiéndonos hacer algo que nunca tuvimos la intención de hacer: gritarles a los niños, dar una patada al gato, derramar algo sobre nuestro vestido favorito, o llorar en una fiesta. Nos quedamos varados en los sentimientos porque estamos tratando de reprimirlos y al igual que un vecino insistente, no se irán hasta que reconozcamos su presencia.
La gran razón para no reprimir esos sentimientos es que el aislamiento emocional nos hace perder nuestros sentimientos positivos. Perdemos la capacidad para sentir. A veces este puede ser un alivio bienvenido si el dolor se vuelve demasiado grande o demasiado constante, pero este no es un buen plan de vida. Podemos cerrar nuestras hondas necesidades —las de amar y de ser amados— cuando cerramos nuestras emociones. Podemos perder nuestra capacidad para disfrutar del sexo, del tacto humano. Perdemos la capacidad de sentirnos cerca de la gente, que se conoce como intimidad. Perdemos nuestra capacidad para disfrutar de las cosas placenteras de la vida.
Perdemos contacto con nosotros y con nuestro medio ambiente. Ya no estamos en contacto con nuestros instintos. No percibimos nuestros sentimientos, ni lo que nuestros sentimientos nos están diciendo, ni problema alguno en nuestro medio ambiente. Perdemos el poder motivador de los sentimientos. Si no sentimos, probablemente no estamos analizando el pensamiento que acompaña al sentimiento, y no sabemos lo que nuestros yos nos están diciendo. Y si no manejamos nuestros sentimientos no cambiamos y no crecemos. Nos quedamos varados.
Los sentimientos pueden no ser siempre un barril de felicidad, pero reprimirlos puede ser verdaderamente desastroso. Así que, ¿cuál es la solución? ¿Qué hacemos con estos incómodos sentimientos que parecen ser tanto una carga como un deleite?
Los sentimos. Podemos sentir. Está bien sentir nuestros sentimientos, Está bien que tengamos sentimientos, todos los que hay. Incluso está bien que los hombres sientan. No está mal que haya sentimientos. Estos no son inadecuados. No necesitamos sentirnos culpables acerca de tos sentimientos. Los sentimientos no son hechos; sentir una furia homicida es enteramente distinto que cometer suicidio. Los sentimientos no se deben juzgar como buenos o malos. Los sentimientos son energía emocional; no son rasgos de personalidad.

Mi Reflexión: El codependiente maneja sentimientos negativos habitualmente. Producto de sus problemas de rechazo y abuso desde su infancia tiende a reprimir esos sentimientos para evitar el dolor. Debemos expresarlos para así sanar. Desprendernos de lo negativo da cabida para atraer lo positivo a nuestra vida. (Alpha).

¿Estás en recuperación? ¿Expresas libremente tus sentimientos negativos? Comparte tu experiencia aquí..

Meditación 29 de Diciembre… Dejando ir lo que queremos

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós expone que el codependiente cuanto mas tiempo ha estado atado otro tanto se le dificulta desprenderse de las relaciones, eventos y sustancias.

Si deseas conocer mas sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Para aquellos de nosotros que hemos sobrevivido controlando y entregándonos, dejarlo ir puede no ser fácil. (MÁS ALLÁ DE LA CODEPENDENCIA).

En la recuperación, aprendemos que es importante identificar lo que queremos y necesitamos. ¿Dónde nos deja este concepto? Con un paquete grande pero claramente identificado de deseos y necesidades actualmente no satisfechas. Nos hemos arriesgado para dejar de negar y para comenzar a aceptar lo que queremos y necesitamos. El problema es que la necesidad se cuelga allí, no se cumple.
Esto puede ser un lugar frustrante, doloroso, molesto y, a veces, obsesivo.
Después de identificar nuestras necesidades, hay un siguiente paso para satisfacer nuestros deseos y necesidades. Este paso es una de las ironías espirituales de la recuperación. El siguiente paso es dejar de lado nuestros deseos y necesidades después de que hayamos tomado medidas meticulosas para identificarlos.
Los dejamos ir, los abandonamos, en un nivel mental, emocional, espiritual y físico. A veces, esto significa que debemos rendirnos. No siempre es fácil llegar a este lugar, pero generalmente es a donde tenemos que ir.
Cuántas veces he negado un deseo o una necesidad, luego repasé los pasos para identificar mis necesidades, solo para sentirme molesto, frustrado y desafiado porque no tengo lo que quiero y no sé cómo obtenerlo. Si luego me embarco en un plan para controlar o influir para lograr que se satisfaga esa necesidad o necesidad, generalmente empeoraré las cosas. Buscar, intentar controlar el proceso, no funciona. Debo, lo he aprendido para mi consternación, dejarlo ir.
Algunas veces, incluso tengo que ir al punto de decir: «No lo quiero». Me doy cuenta de que es importante para mí, pero no puedo controlar eso en mi vida. Ahora, ya no me importa si lo tengo o no. De hecho, voy a ser absolutamente feliz sin eso y sin ninguna esperanza de obtenerlo, porque la esperanza de obtenerlo me vuelve loco: mientras más espero y trato de obtenerlo, más frustrado me siento porque estoy no lo entiendo «.
No sé por qué el proceso funciona de esta manera.
Solo sé que así es como funciona el proceso para mí. No he encontrado forma de evitar el concepto de dejar ir.
A menudo podemos tener lo que realmente queremos y necesitamos, o algo mejor. Dejar ir es parte de lo que hacemos para conseguirlo.

«Hoy, me esforzaré por soltar esos deseos y necesidades que me están causando frustración. Los ingresaré en mi lista de objetivos, luego lucharé por dejarlos ir. Confiaré en Dios para que me traiga los deseos de mi corazón, en el tiempo de Dios y en el camino de Dios.»

Mi Reflexión: Para el codependiente que ha sostenido su vida controlando los demás, el proceso de soltar o dejar ir resulta frustrante aceptarlo y aplicarlo. No es fácil desprenderse de las creencias y convicciones que lo mantienen atado a personas, eventos o sustancias. ¡Desapegarse es la solución para sanar! (Alpha).

¿Estás tratando de practicar el desapego? ¿Cuánto tiempo te lleva lograrlo? Comparte tu experiencia.