Meditación 24 de Octubre… Enseñar a otros que ellos también pueden

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que el codependiente que este en recuperación puede «prestar servicio» en CoDA, sin importar a qué nivel está de su recuperación. Esta actividad mantiene la fe y la esperanza en que hay opciones.

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Medita sobre esto:

Una buena manera de ayudarnos a nosotros mismos a creer que podemos es ayudando a otros a aprender que ellos también pueden.
Algunos de nosotros llamamos a esto «ser de servicio»
En los programas de Doce Pasos, llaman a esto «llevar el mensaje» No importa cuánto tiempo de recuperación tengamos, podemos compartir nuestra experiencia, fortaleza y esperanza con los demás. Podemos decirles cómo fuimos liberados, cómo se sintió al principio y cómo se siente ahora, para que crean que también pueden hacerlo.
Descubrí, incluso en el paracaidismo, que me ayuda a compartir mi experiencia, fortaleza y esperanza con los más avanzados del deporte que yo. Cuando les digo que está bien, que pueden hacerlo, realmente me digo que también puedo hacerlo.
A menudo, en mi vida cotidiana, las cosas que les digo a los demás que deben hacer o que pueden aprender son las mismas cosas que debo decirme a mí mismo. La repetición forma la creencia. Si le decimos a los demás, nos estamos diciendo a nosotros mismos. La creencia en ellos se hace más fuerte. La creencia en nosotros también se fortalece.
Algunas personas dicen: «Cuando el alumno esté listo, aparecerá el maestro». Eso puede ser cierto. Pero a veces, cuando aparece el alumno, es porque el maestro también está listo para aprender la lección.
A veces, ayudar a los demás es como nos ayudamos a nosotros mismos. Y, a menudo, regalarlo es cómo podemos tener algo de nosotros mismos.

«Dios, ayúdame a ser de servicio. Ayúdame a recordar el valor de servir a los demás, que los fortalece, los eleva, los bendice y también me ayuda».

Mi Reflexión: En CoDA es valioso «prestar servicio». Esa tarea es aleccionadora en doble sentido, ayudamos a los codependientes a tener esperanzas en su recuperación y al propio tiempo nos refuerza a nosotros mismos las lecciones que hemos aprendido durante el camino de la sanación ¡Noble tarea esta de ayudar a los demás! Hagamos que mantengan viva la esperanza en ellos mismos y en nosotros también, porque somos ejemplos de intentar sanar y lograrlo con la ayuda de nuestro poder superior. (Alpha).

Te invito a responder estas preguntas: ¿Prestas servicio en los grupos de CoDA? ¿Cómo te has sentido cumpliendo ese servicio? Comparte aquí en los comentarios.

Meditación 20 de Octubre… Hay libertad en soltarse

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós afirma que soltarse del apego afectivo es una tarea impostergable que le toca hacer al codependiente. Dejar ir esos apegos ayuda a mantenerse liberado y deja libre a los que han dependido de nosotros mucho tiempo.

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Medita sobre esto:

Algunas veces ganamos libertad no solo dejándonos ir a nosotros mismos, sino también ayudando a alguien más a dejarnos ir.
Un niño recorre una esquina en su pequeña bicicleta púrpura, una rueda de entrenamiento haciendo ruido en la acera y la otra en lo alto. Su padre la llama y le dice que hoy es especial.¡Hoy, finalmente ha superado esas ruedas de entrenamiento y aprenderá a andar en bicicleta como los niños grandes! Las lágrimas siguen las felices noticias.
«Pero, ¿y si me caigo? O no puedo equilibrar? ¡No estoy lista!”, Se queja.
Finalmente, después de muchas garantías de que él estará justo a su lado, ella le permite a su papá quitar las ruedas.
Al principio él se aferra fuertemente a la bicicleta, y ella se sienta allí congelada, incapaz de pedalear, agarrando rígidamente el manubrio.
«Relájate», dice. «Está bien. Estoy aquí a tu lado».
Ella se relaja entonces ella comienza a pedalear. Papá libera su agarre ligeramente. La deja ir y corre a su lado. Ella mira y se ríe. «Papá, no lo dejes ir! ¡Me caeré! ”Y entonces, lo inevitable sucede; ella se cae».
Pero ella se levanta. Él se mantiene de nuevo. Y otra vez. Y otra vez. Hasta casi la hora de la cena, papá corre al lado, suelta la bicicleta, disminuye la marcha y mira a su pequeña niña alejarse sobre dos ruedas.
¿Hay algo o alguien en tu vida que necesites soltar para crecer? ¿Hay alguien a quien necesites que te ayude a soltarte? A veces es tentador mantener a las personas dependientes de nosotros. Nos hace sentir necesitados y poderosos. Nos hace sentir bien. Pero puedes estar frenándolos y reteniéndolos.
Adelante. Es la hora. Quita las ruedas de entrenamiento. Ayúdales a cabalgar hacia el atardecer. Libérate y Liberalos.

«Dios, ayúdame a resistir la tentación de mantener a las personas dependientes de mí. Dame el coraje para ayudar a otras personas a dejarme ir».

Mi Reflexión: EL propósito primario de la recuperación de la codependencia es «soltar»- «dejar ir».Cuando empezamos a sentir el efecto liberador de soltar aquello que nos tiene controlados desde mucho tiempo atrás, estamos muy cerca de liberarnos de ese peso que es la necesidad de controlar a los otros. Nuestro Poder Superior va a guiarnos como mantenernos firmes en esa tarea. (Alpha).

¿Estás recuperando tu libertad a través del desapego? ¿Cómo te sientes practicando el desapego? Comparte tu experiencia.

Meditación 11 de Octubre… Recuperación

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea la necesidad que tiene el codependiente de aceptar que en todo su proceso de recuperación actúa nuestro Poder Superior. Sin esa convicción no lo lograríamos.

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Medita sobre esto:

Qué fácil es culpar a los demás de nuestros problemas. “Mira lo que él está haciendo” “Mira cuánto he esperado” “¿Por qué ella no me llama?” “Si tan solo él cambiara, yo sería feliz”. Con frecuencia, nuestras acusaciones son justificadas.
Probablemente nos sentimos dolidos y frustrados. En esos momentos podemos empezar a creer que la solución a nuestro dolor y frustración está en que la otra persona haga lo que queremos o que las cosas resulten como lo deseamos. Pero estas ilusiones autoderrotistas colocan el poder y el control de nuestra vida en manos de otras personas. A esto le llamamos codependencia.
La solución válida a nuestro dolor y frustración, es reconocer nuestros propios sentimientos. Sentimos la ira, la pena; luego dejamos ir nuestros sentimientos y encontramos la paz, en nuestro interior. Sabemos que nuestra felicidad no la controla otra persona, aunque nos hayamos convencido de ello. A esto le llamamos aceptación.
Después decidimos que aunque nos gustaría que nuestra situación fuera diferente, tal vez nuestra vida esté transcurriendo de esta manera por alguna razón. Quizá esté en juego un propósito y un plan superiores, uno mejor que el que nosotros podríamos haber orquestado. A esto le llamamos fe.
Después decidimos lo que necesitamos hacer, qué está dentro de nuestro poder para cuidar de nosotros mismos. A eso se le llama recuperación.
Es fácil señalar con nuestro dedo a otra persona, pero es más recompensante señalar suavemente con él hacia nosotros mismos.

«Hoy viviré con mi dolor y frustración, lidiando con mis propios sentimientos».

Mi Reflexión: En el proceso de recuperación de la codependencia atravesamos por un sendero espiritual, el cual está bajo control de nuestro Poder Superior. Nuestra participación es ir «aceptando» con «fe» que estamos siendo reparados en los defectos de carácter, que ello no es fácil y no podemos hacerlo solo. Cuando aceptemos esa gran verdad, estamos llegando a recuperarnos. Mantente firme aun cuando te mueven sentimientos complejos. (Alpha).

Responde estas preguntas: ¿Estás en el proceso de recuperación? ¿Asistes a reuniones de CoDA? ¿Han sido de utilidad para tu sanidad? Comparte tu experiencia acá.

Meditacion 9 de Octubre… Encuentra una manera de decir «yo puedo»

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que todos podemos hacer aquello que nos haga sentir bien. El codependiente, por miedos que ha desarrollado, se paraliza evitando probar su poder interior.

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Medita sobre esto:

¿Poco a poco comencé a ver que muchas de las cajas en las que me encontraba eran de mi propia creación. Solía ​​construirlos, arrastrarme, y luego preguntarme a quién podría culpar por ponerme allí. ¿Quién me hizo esto? Me pregunto y algunas veces pregunto en voz alta. Ahí fue cuando escuché la respuesta: lo hiciste, Melody. Te pones en esta caja. Ahora depende de ti salir. (Melody Beattie, deja de ser malo contigo mismo).

Cada uno de nosotros tiene nuestro propio grado de libertad. Tenemos ciertas cosas que podemos hacer y ciertas cosas que no podemos. A veces esta libertad fluctúa en diferentes momentos de nuestras vidas. A veces estamos obligados por nuestras responsabilidades hacia otras personas. A veces tenemos limitaciones financieras. A veces estamos limitados por lo que nuestro cuerpo puede o no puede hacer en un momento dado.
Los alcohólicos que saben que no pueden beber porque pierden el control cuando lo hacen son personas que están en contacto con su poder. No pueden beber, pero en cambio tienen una vida manejable.
Las personas sanas y felices saben y reconocen lo que pueden hacer y lo que realmente no pueden, al menos no sin repercusiones no deseadas. Pero a veces ponemos demasiadas limitaciones sobre nosotros mismos. Miramos a nuestro alrededor. Debido a que estamos tan acostumbrados a aceptar nuestras limitaciones, nos decimos automáticamente a nosotros mismos, no puedo hacer eso, así que no puedo hacer nada más.
Identifique lo que legítimamente no puede hacer o lo que sería mejor y más poderoso si no lo hiciera. Aprende a vivir dentro de esas limitaciones. Así es como serás dueño de tu poder.
Pero no te detengas ahí. Mira a tu alrededor y ve lo que puedes hacer, también. Ser creativo. Saber lo que realmente no podemos hacer es a menudo un trampolín para descubrir lo que podemos hacer.

«Dios, ayúdame a poseer mi poder rindiéndome a lo que no puedo hacer. Entonces ayúdame a poseer mi poder un poco más descubriendo lo que puedo».

Mi Reflexión: El codependiente vive con tantos miedos que le limitan a realizar tareas que puedan sacarlo de su «zona segura». Para ello requiere «retomar el poder» para hacerse más independiente. Solo con ayuda de «nuestro Poder Superior» alcanzaremos dejar atrás los temores y lanzarnos a cumplir aquello que creemos ciertamente podemos hacer. No permitas que te paralice el temor. Suelta y veras resultados mínimos al principio, luego mucho mayores. (Alpha).

Te insto a responder estas preguntas: ¿Has construido tu propia zona segura que te hace probar nuevas experiencias? ¿Te ha servido hacerlo? Comenta tu experiencia al respecto.

Meditación 8 de Octubre… Aligerar un poco más

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que para el codependiente es tiempo de sacudirse de esa pesadez que lo abruma y salir a buscar su paz y serenidad. Quedarse anclado no es opción.

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Medita sobre esto:

El último día de mi retiro, le dije al maestro invitado que no pensaba que podría volver pronto porque no tenía tiempo. Regresó con «El problema no es el TIEMPO; El problema es la FELICIDAD. Se dio la vuelta y bajó las escaleras, regresando con una pequeña alfombra. «Aquí, ten esto. Es una alfombra mágica. Si te sientas en ella y dejas ir tu pesadez, puedes ir a donde quieras. No es una cuestión de tiempo ”. He llegado a saber que esto es cierto. La gente se ríe de mí cuando les digo. ¿Te reirás también? Todo bien. Entonces quédate allí. (Theophane the Monk, Cuentos de un monasterio mágico).

A menudo, el problema en nuestras vidas no es el tiempo; es pesadez.
No estamos muy ocupados. En realidad, estamos demasiado preocupados, obsesionados, dudosos, demasiado preocupados y asustados.
Libera toda esa pesadez en tu mente y corazón. Deje que se hunda para que pueda mantenerse libre de su peso. Cuando toda esa pesadez desaparece, puedes flotar a través y por encima de tu vida ordinaria. Usted decidirá cómo quiere vivir en lugar de dejar que las circunstancias del día lo controlen.
Encuentra la pesadez en tu vida, la preocupación abrumadora que te ata y luego déjala ir. ¿Tienes miedo de ser despedido de tu trabajo? O lo harás o no lo harás, pero la única preocupación es sofocar tu flujo creativo.
Encuentra la pesadez en tu vida, la preocupación abrumadora que te ata y luego déjala ir. ¿Tienes miedo de ser despedido de tu trabajo? O lo harás o no lo harás, pero la única preocupación es sofocar tu flujo creativo.
Encuentra la pesadez; déjalo caer lejos, luego sube a tu alfombra mágica y navega a través de tu día.

«Dios, ayúdame a aligerar mi carga dejando ir la preocupación, la duda y el miedo. Ayúdame a aprender el poder de la confianza tranquila. Enséñame a decir que puedo».

Te invito a responder estas preguntas: ¿Has sentido cansancio y descubres que realmente es obsesión y pesadez? ¿Estas dispuesto a darte un «envión» y salir de esa situación? Comenta aca tu realidad.

Meditación 4 de Octubre… Crea un camino con corazón

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que debemos caminar desde la óptica de la búsqueda de nuestra realización, siempre agradeciendo a Dios su guía para satisfacer nuestras reales necesidades.

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Medita sobre esto:

«He alcanzado mi carrera y mis metas familiares», dijo una mujer exitosa en sus treinta y tantos años. “Ahora, es hora de empezar a cuidarme. Comenzaré resolviendo dedicar una hora a la semana a hacer algo que quiero hacer».
¿Una hora? Que pequeño porcentaje de tiempo dedicamos a hacer lo que queremos. Sin embargo, lo fácil que es caer en la trampa de negar lo que queremos hacer. Podemos llamarlo la voluntad de Dios para nuestras vidas. Podemos estar legítimamente en una situación en la que nuestras responsabilidades, incluidos nuestros compromisos con otras personas, consumen gran parte de nuestro tiempo. Y a veces tenemos que hacer cosas que no queremos hacer para lograr las cosas que queremos.
La trampa es cuando nuestra vida entera comienza a pasar a la categoría de «debería estar haciendo». Esto es lo que debería estar haciendo en mi carrera; ésto es lo que debería hacer por mi familia; aquí es donde debo vivir; y así es probablemente como debería pasar mi tiempo libre. Esto es lo que debería hacer en mi religión o espiritualidad; ésto es lo que debería estar haciendo con mi dinero, tiempo y energía.
¿Quién dijo?
Toma un descanso. Examina qué deberes están ejecutando tu vida. ¿Son las cosas que te dices a ti mismo que necesitas para hacer verdaderas expresiones de tus objetivos, responsabilidades y compromisos legítimos? ¿O has vagado tan lejos de ti mismo que tu vida ya no es una expresión genuina de quién eres y qué quieres en tu corazón?
¿Cuántas horas a la semana dedica a hacer lo que quiere hacer o hacer lo que necesita hacer para tener lo que quiere, ya sea sobriedad, una familia o la carrera adecuada para usted? ¿Cuántas horas a la semana dedicas a hacer lo que crees que debes hacer, lo necesites o no?
Conseguir las cosas que queremos en la vida implica responsabilidad. Necesitamos atender nuestras liberaciones: la carrera que queremos, la vida familiar que queremos y también nuestras vocaciones. Atiende a las cosas que hemos liberado. Pero, no olvides también tender a la liberación de ti mismo. Tal vez las cosas por las que te quejas por hacer sean parte de hacer lo que quieres. Si ese es el caso, deja de quejarte y agradece a Dios. Tal vez hayas olvidado que lo que estás haciendo es lo que realmente quieres hacer. Pero tal vez cuando evalúes tu vida diaria, te darás cuenta de que algunas de las cosas que estás haciendo no son necesarias, no son lo que quieres y no te llevarán a donde quieres ir. Te estás diciendo que tienes que hacerlo, pero no lo haces.
Empieza hoy dedicando una hora a hacer algo que quieras hacer. Con el tiempo, es posible que desee aumentar eso a dos horas al día. Eventualmente, puede llegar a ese lugar donde tus deberes se cruzan con tus necesidades. Ahí es cuando has creado y estás caminando un camino con corazón.

«Dios, ayúdame a encontrar un camino con corazón; Ayúdame a caminar en el que estoy con el corazón».

Mi Reflexión: Para cubrir tus necesidades debes responsabilizarte de ubicar cuales cosas deseas hacer y emprender un camino que te lleve a lograrlas. Puede que en el momento actual no te sientas a gusto haciendo algo, pero agradece al Poder Superior que estás cumpliendo una tarea específica, poco a poco irás redescubriendo aquello que te falta para sentirte satisfecho. Da esos pasos que te lleven a liberarte, lo demás déjaselo a la Divinidad. (Alpha).

Te invito a responder estas preguntas: ¿Has hecho un inventario de las tareas que debe hacer para mejorar tu vida? Comenta acá.

Meditación 3 de Octubre… Saca la tapa de la caja

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea que los codependientes por temores y miedos se aíslan y construyen sus propios «encierros» que le impiden ver lo hermoso de la vida. Prácticamente no viven …sobreviven.

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Medita sobre esto:

El mundo se contrae o se expande en proporción al valor de uno.(Anaïs Nin).

Primero te arrastraste; entonces aprendiste a caminar, y el mundo creció un poco más grande. Aprendiste a andar en bicicleta, y creció aún más. Entonces aprendiste a conducir un auto y compraste un boleto de avión. De repente, los horizontes eran ilimitados. Pero entonces, esas dudas aparecieron. No puedo ir a Los Ángeles. Nunca encontraré mi camino . Y el mundo se encoge un poco. No debería hacer ese viaje este año; Tengo demasiadas responsabilidades. Y se encoge un poco más. Basta de excusas y racionalizaciones y te quedas sentado en una cajita con la tapa bien pegada.
Sin experiencias, sin lecciones, sin vida.
Las cajas pueden ser cómodas. He pasado algún tiempo en ellos yo misma. Pero no importa lo acogedor que lo hagas, una caja sigue siendo una caja. Vienen en todos los tamaños y formas. Pero cada vez que comenzamos a dejar que los temores poco realistas nos frenen, podemos estar bastante seguros de que estamos escalando dentro de otra caja, otra vez. Puede tomar un tiempo, pero tarde o temprano nos encontraremos con las paredes.
Encuentra una pequeña y quita la tapa de la caja. Mira alrededor. Es un gran mundo allá afuera. Si parece pequeño, es porque lo has hecho así. Intenta una imposibilidad menor. Ve a solicitar ese trabajo soñado. Lo peor que sucederá es que aprenderás algo nuevo sobre ti mismo. Si realmente no consigues el trabajo, puedes descubrir qué se necesita para conseguirlo, y luego el mundo crecerá cuando dejes de desear un milagro y empieces a perseguir tus sueños. Recoge algunos folletos para el safari fotográfico que siempre quisiste tomar. Aprende a hablar un idioma extranjero. Una mujer que conozco tenía claustrofobia. Para su cumpleaños este año, montó en un ascensor por primera vez. Luego volvió y lo hizo de nuevo.
Adelante. Empuja la parte superior de tu caja. Saca la cabeza. Mira alrededor. ¡Observa! El mundo es un lugar maravilloso, asombroso.
Encuentra un miedo, luego conviértelo en una escalera. Sal de la caja de la duda y la inseguridad y entra en la libertad de coraje y creencia en ti mismo.

«Dios, dame el coraje para salir de mi caja».

Mi Reflexión: Los codependientes construimos cajas durante nuestra vida, la hacemos confortable y segura, alejándonos del resto del mundo. No le vemos sentido a la existencia que tenemos. Llegó el momento de «soltar» esos miedos y empezar a «escalar» las paredes de nuestra propia caja, hasta salir fuera de ésta. Veremos que la vida es maravillosa. Nuestro Poder Superior tiene un propósito para cada ser humano, el tuyo debes «redescubrirlo» !Atrévete! No te falta temor, pero inténtalo… lo vas a lograr. (Alpha).

Responde estas preguntas: ¿Vives aislada en tu mundo propio? ¿Haces esfuerzos cada día para salir de tu encierro? Comparte aquí tus vivencias al respecto.

Meditación 25 de Septiembre… Liberación progresiva de la culpa y la vergüenza

Melody Beattie, en su Libro Más del Lenguaje del Adiós plantea que el codependiente merece y necesita ser liberado de aquello que le mantiene atado a estas conductas autodestructivas. Generalmente, la culpa, el miedo y la vergüenza se lo impiden.

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Medita sobre esto:

La codependencia se caracteriza por la preocupación excesiva por las necesidades y deseos de los demás, a menudo en detrimento de uno mismo. Esto puede llevar a patrones de comportamiento perjudiciales y relaciones tóxicas. Pero lo que a menudo se pasa por alto son los sentimientos abrumadores de culpa y vergüenza que acompañan a estos patrones.
La culpa se apodera de nosotros cuando sentimos que no estamos haciendo lo suficiente por los demás o cuando ponemos límites saludables. La vergüenza nos abruma cuando percibimos que no somos lo que creemos que deberíamos ser para los demás. Ambos sentimientos son poderosos, pero también son destructivos.
El viaje hacia la liberación de la culpa y la vergüenza comienza con la autoconciencia y la comprensión de que estos sentimientos no son racionales ni justos. Reconocemos que merecemos amor y cuidado tanto como cualquier otra persona y que no podemos ser responsables de las vidas y elecciones de los demás.
La liberación de la culpa y la vergüenza también implica aprender a establecer límites saludables y decir «no» cuando sea necesario, sin sentirnos culpables por hacerlo. Significa aceptar que tenemos el derecho de cuidarnos a nosotros mismos y de buscar nuestra propia felicidad.
La compasión hacia uno mismo es una parte esencial de este proceso. Debemos aprender a tratarnos a nosotros mismos con la misma amabilidad y comprensión que mostraríamos a un amigo que está pasando por un momento difícil. Recordarnos a nosotros mismos que somos humanos, con imperfecciones y limitaciones, y que está bien cometer errores y aprender de ellos.
La liberación de la culpa y la vergüenza en la codependencia es un proceso gradual y a veces desafiante. Pero a medida que avanzamos en este viaje, descubrimos una sensación de liberación y empoderamiento. Nos damos cuenta de que merecemos una vida libre de la carga de la culpa y la vergüenza, y que podemos construir relaciones más saludables basadas en el respeto mutuo y el amor propio.
La sanación es posible, y la liberación de la culpa y la vergüenza es un paso importante en el camino hacia una vida más plena y auténtica.

Te invito a responderte estas preguntas: ¿He identificado por qué me ató a relaciones tan poco saludables en mi vida? ¿Estoy comprometido en desprenderme de todo aquello que retarda mi sanación? Comparte con nosotros en los comentarios.

Meditación 21 de Septiembre … Aceptar el flujo de la vida


Melody Beattie, en su Libro Mas del Lenguaje del Adiós nos hace reflexionar que el codependiente neceita meditar y replantearse alcanzar la paz y serenidad en su vida ingobernable que lleva.

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Medita sobre esto:

Encuentra un lugar tranquilo y cómodo para sentarte en posición relajada. Cierra los ojos y respira profundamente varias veces para relajar tu cuerpo y mente.

– Reflexiona sobre la idea de que la vida es un flujo constante de experiencias, cambios y desafíos. Visualiza un río que fluye suavemente.
– Imagina que estás parado en la orilla de este río. Observa cómo el agua fluye constantemente, llevando hojas y ramas en su camino. Cada hoja y rama representa una experiencia, una emoción o un evento en tu vida. En lugar de luchar contra el flujo del río o tratar de controlar qué hojas y ramas fluyen en él, simplemente observa con aceptación. Reconoce que no puedes controlar todo en la vida, pero puedes elegir cómo reaccionas a lo que llega a ti.
– Respira profundamente y repite en silencio o en voz alta: «Aceptó el flujo de la vida. Confío en que las experiencias que llegan a mí son oportunidades para aprender y crecer».
– Siente cómo la tensión y la resistencia se disuelven a medida que te abres a la aceptación y la confianza en el proceso de la vida.
– Permanece en este estado de relajación y aceptación durante unos minutos, respirando conscientemente y permitiendo que la sensación de flujo y tranquilidad te envuelva.
Cuando estés listo, abre los ojos y regresa gradualmente a tu entorno presente, llevando contigo el sentido de aceptación y confianza en el flujo de la vida.

Te motivo a leer y meditar en estas preguntas: ¿Has asumido como terapéutico la búsqueda de la paz en tu vida? ¿Has buscado ayuda para esto? ¿Lograste este cometido? Comparte en los comentarios

Meditación 14 de Septiembre… Sí, tu puedes

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós reafirma que el codependiente debe aferrarse a la confianza en un poder superior a él para lograr la curación. Convencerse que esa Divinidad cree en él y va a guiarlo en las situaciones que viva hasta llevarlo por un sendero espiritual de sanación.

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Medita sobre esto:

Llegamos a creer que un Poder más grande que nosotros podría restaurarnos a la sensatez. (Segundo paso).

Oh no! No podría hacer eso.
¡Bueno! tal vez podría intentarlo.
Creo que puedo hacerlo, pero no muy bien.
Lo estoy haciendo, pero estoy muy, muy asustado.
¡Oh! Lo estoy haciendo mejor.
¡Oops! Cometí un error. Supongo que no puedo hacerlo, después de todo.
¡Oh bien! Intentaré de nuevo.
¡Ver! No estoy haciendo nada mejor esta vez.
De acuerdo, lo intentaré una vez más. Quizás dos veces.
¡Hey Mira! ¡Soy bastante bueno!
Supongo que puedo hacerlo, después de todo.
¡Guauu! Esto es realmente divertido.
Hay una curva de aprendizaje para todo lo que queremos aprender a hacer. No solo sabemos cómo hacer algo, y hacerlo bien.
Una buena razón para tener un Poder Superior es que Él o Ella cree en nosotros, incluso cuando no creemos en nosotros mismos. No solo necesitamos llegar a creer en Dios. Necesitamos llegar a creer en nosotros mismos.
Deja que tu no pueda convertirme en un yo. Toma todo el tiempo que necesites. Aprende a disfrutar el proceso de llegar a creer que puedes. Se paciente. Acepta dónde te encuentras hoy en tu curva de aprendizaje.

Mi Reflexión: El codependiente maneja actitudes derrotistas, su conducta es guiada por la incapacidad para poder hacer aquello que desea, se siente limitado por su baja autoestima, de allí que no se proponga realizar otra tarea que no sea «controlar», eso fue lo que aprendió y hace frecuentemente. Cuando se propone recuperarse, y transita este sendero espiritual, confía en un Poder Superior a él que va a guiarlo, a ayudarlo a salir de ese «marasmo»en el que se encuentra. Si logra asumir esa creencia, surgirá el «milagro». Sus creencias y convicciones negativas y derrotistas serán sustituidas por sentimientos de claridad, entendimiento, humildad y alegría para alcanzar su curación. Cuando nadie cree en nosotros, nos aferramos a la creencia que Dios sí cree y eso nos reconforta y permite seguir adelante. (Alpha).

¿Has sentido la guía divina en tus actos? ¿Cómo te sientes al respecto? Puedes compartir tus experiencias con nosotros.