Meditación 28 de Marzo … Equilibrio

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea la necesidad de lograr un equilibrio en la vida que llevamos, todo es necesario armonizarlo.

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Medita sobre esto:

Busca el equilibrio.
Equilibra las emociones con la razón.
Combina el desapego con desempeñar tu parte.
Equilibra el dar con el recibir.
Alterna el trabajo con el juego, el negocio con las actividades personales.
Equilibra el atender a tus necesidades espirituales con el atender a tus otras necesidades.
Combina el cumplimiento de las responsabilidades que tienes para con los demás con el cumplimiento de las responsabilidades que tienes para contigo mismo.
Equilibra el cuidar a los otros con el cuidado a ti mismo.
Cada vez que sea posible, seamos buenos con los demás, pero seamos buenos con nosotros mismos también.
Algunos de nosotros tenemos que recuperar el tiempo perdido.

«Hoy lucharé por lograr el equilibrio».

Mi Reflexión: Para disfrutar la vida cuenta mantener un equilibrio entre las actividades que llevamos adelante, cumpliendo los diferentes roles sociales. Es saludable armonizar trabajo, estudio, juego, diversión, oración, meditación y silencio. Esto ajusta nuestro interior y nos prepara para soportar las presiones de la vida. (Alpha).

¿Tratas de mantener un equilibrio en tus diversas actividades diarias? ¿Cómo te sientes al respecto? Comenta aquí tus vivencias.

Reflexión del Dia: 27 de Marzo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reafirma la necesidad que el codependiente exprese abiertamente sus emociones, ello le ayudara a manejarse con las demás personas y le relajara de sus sentimientos negativos.

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Reflexiona sobre esto:

Los sentimientos pueden no ser siempre un barril de felicidad, pero reprimirlos puede ser verdaderamente desastroso. Así que, ¿cuál es la solución? ¿Qué hacemos con estos incómodos sentimientos que parecen ser tanto una carga como un deleite?
Los sentimos. Podemos sentir. Está bien sentir nuestros sentimientos, Está bien que tengamos sentimientos, todos los que hay. Incluso está bien que los hombres sientan. No está mal que haya sentimientos. Estos no son inadecuados. No necesitamos sentirnos culpables acerca de tos sentimientos. Los sentimientos no son hechos; sentir una furia homicida es enteramente distinto que cometer suicidio. Los sentimientos no se deben juzgar como buenos o malos. Los sentimientos son energía emocional; no son rasgos de personalidad.
La gente dice que hay cientos de sentimientos diferentes, que van de un ligero desagrado a un verdadero malhumor, de la exuberancia al deleite, etcétera. Algunos terapeutas han reducido la lista a cuatro: furia, tristeza, alegría y miedo, Estos son los cuatro grupos de sentimientos primarios, y todos los demás son matices y variaciones de ellos. Por ejemplo, sentirse solo y “estar azotadísimo” caerían dentro de la categoría de la tristeza; la ansiedad y el nerviosismo serían variaciones del miedo; ver todo color de rosa y estar contento se catalogarían dentro de la alegría. Pueden llamarlos como quieran; lo importante es sentirlos.
Eso no significa que tengamos siempre que estar en guardia por un sentimiento o por otro. No significa que tengamos que dedicar una cantidad extraordinaria de nuestras vidas a revolcarnos en el estiércol emocional. De hecho, manejar nuestros sentimientos significa que podemos salir del estiércol. Significa que si sobreviene un sentimiento —energía emocional—, podemos sentirla. Nos tomamos unos momentos, reconocemos la sensación, y seguimos al siguiente paso. No censuramos. No bloqueamos. No nos escapamos. No nos decimos a nosotros mismos: “No sientas eso. Algo debe de estar mal dentro de mí”. No nos juzgamos a nosotros mismos por nuestros sentimientos. Los experimentamos. Permitimos que la energía pase por nuestros cuerpos, y la aceptamos como nuestra energía emocional, como nuestro sentimiento.
Decimos “está bien.”

Mi Reflexión: Si bien los sentimientos no siempre son buenos, es saludable sentirlos y expresarlos con conductas apropiadas. El codependiente siente y reprime todo aquello que le hace sentir mal, alterado, ansioso. Es sano que aprenda a manifestarse abiertamente y eso le da tranquilidad, aunque al principio, sea difícil asumir ese nuevo comportamiento de franqueza. (Alpha).

¿Estás dando a conocer tus sentimientos y emociones? ¿Ese comportamiento nuevo te ofrece tranquilidad? Comenta acá.

Meditacion 27 de Marzo … La resaca

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós refiere que el codependiente debe asumir un serio compromiso con su cuidado y para ello es propicio asumir la recuperación para cambiar su convicción sobre si mismo.

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Medita sobre esto:

«¿Cómo pude haberlo hecho?¿Como pude haberlo dicho? Aunque eso era lo que quería, aun así me siento avergonzado, culpable y asustado».
Esta es una reacción común ante conductas de recuperación nuevas, emocionantes. Cualquier cosa que hagamos para adueñarnos de nuestro poder y cuidar de nosotros mismos puede disparar sentimientos de vergüenza, de culpa y de miedo.
No tenemos por que permitir que estos sentimientos nos controlen. Son un contraataque, una resaca. Déjalos desintegrarse.
Cuando empezamos a confrontar y a atacar sentimientos y mensajes, experimentaremos algo de resaca.
La resaca es lo que habíamos permitido que controlara toda nuestra vida, sentimientos de vergüenza y de culpa.
– Muchos de nosotros crecimos con mensajes, con base en la vergüenza, que nos decían que no estaba bien cuidar de nosotros mismos, ser honestos, ser directos y adueñarnos de nuestro poder con la gente.
– Muchos de nosotros crecimos con mensajes que decían que no estaba bien ser quienes éramos y resolver nuestros problemas en las relaciones con los demás.
– Muchos de nosotros crecimos con el mensaje de que lo que queríamos y necesitábamos no estaba bien.
Deja que todo eso se queme hasta desintegrarse. No tenemos por qué tomarnos tan en serio la resaca. No permitamos ya que la resaca nos convenza de que estamos equivocados y de que no tenemos derecho a cuidar de nosotros mismos ni a fijar límites.ç
¿Realmente tenemos derecho a cuidar de nosotros mismos? ¿Tenemos realmente derecho a fijar límites? ¿Realmente tenemos derecho a ser directos y a decir lo que necesitamos decir? Por supuesto que lo tenemos.

«Hoy dejaré que se desintegre la resaca que siento después de practicar una nueva conducta de recuperación. No la tomaré tan en serio. Dios mío, ayúdame a dejar ir mi vergüenza y mis miedos innecesarios acerca de lo que me ocurrirá si realmente empiezo a amarme y a cuidar de mí mismo».

Mi Reflexión: Para el codependiente su mayor desafío es «responsabilizarse de sí mismo». Esto lo alcanzará cuando asuma un compromiso serio y sostenido con su cuidado. Allí inicia una nueva y fructífera etapa de crecimiento personal que va a conducirlo por un camino de altibajos, pero también de logros, fortaleciéndose en cada evento que ocurra en su vida. (Alpha).

¿Sientes mayor seguridad en ti mismo? ¿Sientes mejoría por la recuperación? Comenta acá tus logros personales al respecto.

Reflexión del Dia: 25 de Marzo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente refiere que el codependiente tiene serios problemas de comunicación. Es una persona ensimismada, reprimiendo lo que siente y piensa. Durante la recuperación, el se torna más directo y franco en sus conversaciones.

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Reflexiona sobre esto:

No es de extrañar que tengamos problemas de comunicación.
Hablar clara y directamente no es difícil. De hecho, es fácil. Y divertido. Empecemos por saber que está bien ser como somos. Nuestros sentimientos y pensamientos están bien. Nuestras opiniones cuentan. Está bien hablar acerca de nuestros problemas. Y está bien decir que no.
Podemos decir que no cada vez que así lo sintamos. Es fácil. Dilo ahora mismo. Diez veces. ¿Viste qué fácil fue? Por cierto, los demás también pueden decir que no. Se hace más fácil si tenemos iguales derechos. Cada vez que nuestra respuesta sea no, empecemos a responder con la palabra no en vez de decir, “no lo creo”, o “tal vez”, o cualquiera otra frase vacilante.
Digamos lo que queremos, y queramos decir lo que decimos. Si no sabemos qué queremos decir, quedémonos callados y pensemos sobre ello. Si nuestra respuesta es, “no lo sé”, digamos “no lo sé”.
Aprendamos a ser concisos. Dejemos de andarle dando vueltas a la gente. Lleguemos al punto y cuando lo hayamos hecho, detengámonos.
Hablemos acerca de nuestros problemas. No le somos desleales a nadie al revelar quiénes somos y sobre qué tipo de problemas estamos trabajando. Lo único que sí hacemos es fingir al no ser quiénes somos.
Compartamos secretos con amigos de confianza que no los usarán en contra nuestra ni nos ayudarán a sentirnos avergonzados. Podemos tomar decisiones apropiadas acerca de con quién hablar, qué tanto decirle y cuál es el mejor momento para hablar.
Expresemos nuestros sentimientos abierta, honesta, adecuada y responsablemente. Permitamos que los demás hagan lo mismo. Aprendamos las palabras: Yo siento. Permitamos que los demás digan estas palabras y aprendamos a escuchar, no a arreglar.
Podemos decir lo que pensamos. Aprendamos a decir: “Lo que pienso es esto”. Nuestras opiniones pueden ser diferentes a las de los demás. Eso no significa que estemos mal. No tenemos que cambiar nuestras opiniones, y tampoco la otra persona, a menos que alguno de nosotros lo desee.
Podemos incluso estar equivocados.

Mi Reflexión: Para el codependiente resulta difícil mantener una comunicación fluida, sincera y franca. Está acostumbrado a reprimir lo que siente y piensa. Le cuesta decir las cosas, prefiere callar y guardarse todo para si mismo. Cuando empieza a adquirir confianza en si mismo se atreve a manifestar sus sentimientos y emociones más abiertamente. (Alpha).

¿Eres poco comunicativo con los demás? ¿Cómo lidias con esa situación? Comenta acá.

Meditación 24 de Marzo … Apreciémonos a nosotros mismos

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós reitera la importancia que tiene para el codependiente cambiar sus creencias en cuanto a cuidar de el mismo hasta alcanzar la paz y serenidad que necesita.

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Medita sobre esto:

Nosotros somos lo más grande que alguna vez pueda sucedernos. Créelo. Esto hace la vida mucho más fácil. (Ya no seas codependiente).

Ya es tiempo de parar esa tontería de andar por ahí criticándonos a nosotros mismos. Quizá hayamos caminado la mayor parte de nuestra vida pidiendo disculpas directa o indirectamente, sintiéndonos menos valiosos que los otros, creyendo que ellos saben más que nosotros y creyendo que de alguna manera los otros tienen derecho a estar aquí y nosotros no. Tenemos derecho a estar aquí. Tenemos derecho a ser nosotros mismos.
Estamos aquí. Hay un propósito, una razón, una intención para nuestra vida. No tenemos por qué disculparnos por estar aquí o por ser lo que somos. Somos suficientemente buenos y merecedores. Los otros no tienen nuestra magia. Nosotros la tenemos. Está en nuestro interior.
No importa lo que hayamos hecho en el pasado. Todos tenemos un pasado, entretejido de errores, éxitos y experiencias de aprendizaje. Tenemos derecho a nuestro pasado. Es nuestro. Ha trabajado para moldearnos y para formarnos. A medida que progresemos en este viaje, veremos cómo cada una de nuestras experiencias se volteara y será usada para nuestro bien.
Ya hemos pasado demasiado tiempo sintiéndonos avergonzados, disculpándonos y dudando de nuestra belleza interior. Hay que acabar con eso. Dejarlo ir. Es un lastre innecesario. Los otros tienen derecho, pero nosotros también. No somos ni mas ni menos que ellos. Somos iguales. Somos quienes somos. Para eso fuimos creados, y eso era lo que debíamos ser.
Eso, mi amigo, es un regalo maravilloso.

«Dios mío, ayúdame a adueñarme de mi poder para amarme y apreciarme a mi mismo. Ayúdame a valorarme en vez de buscar que los otros lo hagan».

Mi Reflexión: Para quien ha vivido parte de su vida negándose la posibilidad de ser feliz, culpándose de lo triste de su existencia, resulta difícil llegar a apreciarse, a valorarse así mismo. Cuando esta en recuperación, el codependiente transita un sendero espiritual que le prepara para cambiar sus creencias y convicciones, empezando a desmontar el auto repudio por la autoestima, el abandono por el compromiso de cuidarse, y eso lo hace participar responsablemente en sus nuevas convicciones y asume tareas que lo llevaran a sanar. (Alpha).

¿Estás comprometiéndote con tu autocuidado? ¿Cuáles herramientas estás utilizando? Comparte acá tus vivencias.

Meditación 23 de Marzo… Negación

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós reitera la dificultad que tiene la persona codependiente para mostrar solidaridad y comprensión a los demás, su vida tuvo llena de episodios de abandono y maltrato, esto le imposibilita para cuidar de sí mismo.

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Medita sobre esto:

Me he estado recuperando muchos años. He usado la negación muchas veces. Ha sido una defensa, un dispositivo de supervivencia, un comportamiento de afrontamiento y, a veces, casi mi perdición. Ha sido a la vez un amigo y un enemigo.

Cuando era niño, usé la negación para protegerme y proteger a mi familia. Me protegí de ver cosas demasiado dolorosas para ver y sentimientos demasiado abrumadores para sentir. La negación me puso a salvo en muchas situaciones traumáticas, cuando no tenía otros recursos para sobrevivir.
El aspecto negativo del uso de la negación fue que perdí el contacto conmigo mismo y mis sentimientos. Pude participar en situaciones perjudiciales sin siquiera saber que estaba sufriendo. Pude tolerar una gran cantidad de dolor y abuso sin la nebulosa idea de que era anormal.
Aprendí a participar en mi propio abuso.
La negación me protegió del dolor, pero también me hizo cegar a mis sentimientos, mis necesidades y a mí mismo. Era como una gruesa manta que me cubría y sofocaba.
Finalmente comencé a recuperarme. Tuve un atisbo de conciencia sobre mi dolor, mis sentimientos, mis comportamientos. Empecé a verme a mí mismo, y al mundo, como lo éramos. Hubo tanta negación de mi pasado que si me hubiesen arrancado la manta por completo, habría muerto por el impacto de la exposición. Necesitaba abrazar las ideas, los recuerdos, la conciencia y la curación suavemente, gradualmente.
La vida participó en este proceso conmigo. Es un maestro amable. A medida que me recuperaba, me llevaron a los incidentes y las personas que necesitaba para recordarme lo que todavía negaba, para decirme dónde necesitaba más curación de mi pasado, ya que podía manejar estas ideas.
Aún uso, y paso a paso, la negación, según sea necesario. Cuando los vientos del cambio llegan, alteran una estructura familiar y me preparan para lo nuevo, recojo mi manta y me escondo, por un tiempo. A veces, cuando alguien que amo tiene un problema, me escondo debajo de la manta, momentáneamente. Los recuerdos surgen de cosas negadas, recuerdos que necesitan ser recordados, sentidos y aceptados para que pueda continuar siendo sanado, fuerte y saludable.
A veces, me siento avergonzado por cuánto tiempo me lleva luchar hasta la aceptación de la realidad. Me siento avergonzado cuando me encuentro nuevamente nublado por la niebla de la negación.
Entonces sucede algo, y veo que estoy avanzando. La experiencia fue necesaria, conectada, no fue en absoluto un error, sino una parte importante de la curación.
Es un proceso emocionante, este viaje se llama recuperación, pero entiendo que a veces puedo usar la negación para ayudarme a superar los problemas. También soy consciente de que la negación es un amigo y un enemigo. Estoy alerta a las señales de peligro: esos sentimientos nublados y confusos, energía lenta, sintiéndose compulsivo, corriendo muy rápido o duro, evitando mecanismos de apoyo.
Me he ganado un respeto saludable por nuestra necesidad de usar la negación como una manta para envolvernos cuando nos enfriemos demasiado. No es mi trabajo andar por ahí arrancando las mantas de las personas o avergonzando a otros por usar la manta. Quitarse la manta es peligroso. Podrían morir de exposición, de la misma manera que yo podría haberlo hecho.
Aprendí que lo mejor que puedo hacer con las personas envueltas en esta manta es hacer que se sientan a gusto y seguras. Cuanto más cálidos y seguros se sienten, más capaces son de dejar caer su manta. No tengo que apoyar o alentar su negación. Puedo ser directo Si otros niegan algo en particular y su actividad me resulta perjudicial, no tengo que estar cerca de ellos. Puedo desearles lo mejor y cuidarme. Verán, si me quedo demasiado tiempo cerca de alguien que me está dañando, inevitablemente levantaré mi manta de nuevo.
Tiendo a sentirme atraído por la gente cálida. Cuando estoy cerca de gente cálida, no necesito usar mi manta.
Me he ganado el respeto por crear ambientes cálidos, donde las mantas no son necesarias, o al menos no son necesarias por mucho tiempo. He ganado confianza en la forma en que las personas se recuperan y se ocupan de la vida.

«Dios, ayúdame a ser abierto y confiar en el proceso que me está sanando de todo lo que he negado de mi pasado. Ayúdame a esforzarme por la toma de conciencia y la aceptación, pero también ayúdame a practicar la gentileza y la compasión por mí mismo y por los demás, por aquellos momentos en que he usado la negación».

Mi Reflexión: El codependiente vive en constante negación, ello lo anula emocionalmente y se aísla de vivir a plenitud las situaciones de la vida. Despertar a la vida, conectarse con la realidad, manifestar apoyo a otros, es difícil de ejecutar por un codependiente. Esta aplanado emocionalmente. Le cuesta asumir ese compromiso de ayuda y protección, porque el no fue atendido en su infancia, por el contrario se le abandono y abuso de el como niño. (Alpha).

¿Te dedicas a ayudar a los demás brindandole apoyo y comprensión? ¿Estás cerrado a toda manifestación solidaria? Comenta acá.

Meditación 22 de Marzo … Deja el papel de víctima

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós reitera la necesidad que el codependiente quien vive ejerciendo el rol de víctima se deslastre de ese papel, asumiendo nuevas formas de actuar con determinación y coraje para sanar.

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Medita sobre esto:

Está bien tener un buen día. Realmente está bien. Está bien que te esté yendo bien y que sientas que tu vida es gobernable y que vas por buen camino. Muchos de nosotros hemos aprendido, como parte de nuestra conducta de supervivencia, que la manera de obtener la atención y la aprobación que queremos es siendo víctimas. Si la vida es espantosa, difícil, ingobernable, demasiado dura, injusta, entonces, pensamos, los otros nos aceptarán, les agradaremos, nos aprobarán. Podemos haber aprendido esto por haber vivido y habernos relacionado con gente que también aprendió a sobrevivir siendo víctima.
Nosotros no somos víctimas. No necesitamos ser victimados. No necesitamos estar desvalidos y fuera de control para obtener la atención y el amor que anhelamos. De hecho, el tipo de amor que buscamos no se puede obtener de otra manera.
Podemos conseguir el amor que realmente queremos y necesitamos sólo cuando nos adueñamos de nuestro poder. Aprendemos que podemos pararnos sobre nuestros pies, aunque a veces nos sintamos bien al apoyarnos un poquito.
Aprendemos que la gente en quien nos estamos apoyando no nos está deteniendo. Está parada junto a nosotros. Todos tenemos días malos, días en que las cosas no van como nos gustaría, días en que sentimos tristeza y miedo. Pero podemos lidiar con nuestros días malos y con nuestros sentimientos más oscuros de manera que reflejan responsabilidad por uno mismo más que victimización. También está bien tener días buenos. Quizá no tengamos tanto de qué hablar, pero tendremos más qué disfrutar.

«Dios mío, ayúdame a dejar ir mi necesidad de ser la víctima. Ayúdame a dejar ir mi creencia de que para ser amado y captar la atención necesito ser una víctima. Rodeame de gente que me ame cuando me adueñe de mi poder.Ayúdame a empezar tener días buenos y a disfrutarlos».

Mi Reflexión: Para el codependiente que esta «cómodo» en su papel de mártir desde siempre, dejar ese rol es difícil, máxime cuando ha sacado provecho a ejercerlo. Pero si desea sanar, debe activarse ejerciendo la responsabilidad sobre su vida, responsabilizándose de él mismo y asi vivirá una vida plena, aunque al principio le resulte laborioso. Esa es la actitud saludable. (Alpha).

¿Estás actualmente en Terapia Doce Pasos CoDA? ¿Sientes que has mejorado? Comparte aquí tus vivencias.

Reflexión del Dia: 21 de Marzo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reafirma que el codependiente mantiene un apego a cosas y personas, pero debe entender que solo puede cambiarse a sí mismo.

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Reflexiona sobre esto:

Puede parecer más fácil, en ocasiones, no sentir. Tenemos tantas responsabilidades porque hemos asumido muchas responsabilidades de la gente que nos rodea. Debemos de hacer lo que es necesario de todas maneras. ¿Para qué tomar tiempo en sentir? ¿Qué cambiaría eso?
A veces tratamos de hacer desaparecer nuestros sentimientos porque nos dan miedo, Reconocer lo que verdaderamente sentimos demandaría una decisión —acción o cambio— de parte nuestra.66 Nos enfrentará cara a cara con la realidad. Estaríamos conscientes de lo que estamos pensando de lo que queremos, y de lo que necesitamos hacer. Y todavía no estamos listos para hacer eso.
Los codependientes están oprimidos, deprimidos y reprimidos. Muchos de nosotros podemos decir rápidamente lo que alguien más está sintiendo, por qué una persona se siente de determinada manera, cuánto tiempo se han sentido así, y qué es lo que esa persona probablemente hará respecto a ese sentimiento.
Muchos de nosotros pasamos la vida inquietándonos por los sentimientos de los demás. Tratamos de componer los sentimientos de la gente. Tratamos de controlar los sentimientos de los demás. No queremos lastimar a la gente, no queremos irritarla, y no queremos ofenderle. Así de responsables nos sentimos por los sentimientos de los demás. Y, sin embargo, no sabemos lo que nosotros estamos sintiendo. Y si lo sabemos, no sabemos qué hacer para componernos. Muchos de nosotros hemos abandonado o nunca hemos asumido la responsabilidad por nuestro yo emocional.

Mi Reflexión: El codependiente pasa su vida tratando de enmendar los errores de los demás, de intervenir en sus vidas para arreglar las situaciones que les aquejan, sin darse cuenta que el necesita encargarse de si mismo. No sabe que hacer con su vida, por ello manipula la de los otros. (Alpha).

¿Estás apegado a personas o cosas? ¿Practicas el desapego? Comenta acá.

Meditacion 21 de Marzo… Aceptemos lo mejor de nosotros

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós reitera la necesidad que el codependiente crea firmemente en si mismo, en su compromiso en la recuperación de la codependencia. Confiar en su capacidad para cambiar y sanar.

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Medita sobre esto:

No tenemos porque hacer lo mejor que nosotros siempre.
Hagamos nuestro mejor esfuerzo por el momento, luego dejémoslo ir. Si tenemos que rehacerlo, podemos hacer nuestro mejor esfuerzo en otro momento, más tarde.
Nunca podemos hacer más o mejor de lo que somos capaces de hacer en este momento. Nos castigamos a nosotros mismos y nos enloquecemos al esperar más de lo razonable por el momento.
Esforzarse por la excelencia es una cualidad positiva.
Esforzarse por la perfección es contraproducente.
¿Alguien nos dijo que esperaba que hiciéramos, diéramos o fuéramos mejores? ¿Alguien siempre busco la aprobación de los otros?
Llega un momento en que sentimos que hemos hecho lo mejor posible. Cuando llegue ese momento, dejémoslo ir.
Hay días en que nuestro mejor esfuerzo es menor de lo que esperábamos. Dejemos que esos tiempos también se vayan. Comencemos mañana. Hay que trabajar las cosas hasta que llegue nuestro mejor momento.
Hay un tiempo para la crítica constructiva, pero si eso es todo lo que nos damos, nos daremos por vencidos.
Empoderarnos y felicitarnos a nosotros mismos no nos hará perezosos. Nos nutrirá y nos permitirá dar, hacer y ser lo mejor posible.

«Hoy, haré lo mejor que pueda, luego lo dejaré ir. Dios, ayúdame a dejar de criticarme a mí mismo para poder comenzar a apreciar lo lejos que he llegado».

Mi Reflexión: Cuando el codependiente inicia su recuperación esta poco convencido que va a resultar en su sanación. Atraviesa incertidumbre y teme fracasar. Ese proceso es continuo, laborioso, exige cambios radicales en ocasiones, todo ello le desencanta y puede ceder abandonando su recuperación. Hay que insistir, resistir y persistir. Debemos creer en nuestra mejoría, en nuestras decisiones, en nuestros aciertos. Es primordial confiar en nosotros y en nuestro poder superior. (Alpha).

¿Cómo te has sentido en el tránsito por la recuperación? ¿Sientes que has mejorado? Comparte aquí tus vivencias

Reflexión del Dia: 20 de Marzo

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reitera la importancia de aceptar el desapego como vía expedita para soltar los apegos o dependencias emocionales.

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Reflexiona sobre esto:

El desapego implica “vivir en el momento presente” –vivir en el aquí y en el ahora-. Permitirnos que en la vida las cosas se den por sí solas en lugar de forzarlas y tratar de controlarlas. Renunciamos a los remordimientos por el pasado y a los miedos por el futuro. Sacamos el mayor provecho de cada día.
El desapego también implica aceptar la realidad, los hechos. Requiere fe en nosotros mismos, en Dios, en otras personas, en el orden natural y en el destino de las cosas en este mundo. Nos liberamos de nuestros pesares y preocupaciones y nos damos a nosotros mismos la libertad para disfrutar de la vida a pesar de nuestros problemas no resueltos. Confiamos en que todo está bien a pesar de los conflictos. Confiamos en que Alguien más grande que nosotros sabe, ha ordenado y se preocupa de lo que está sucediendo.
Entendemos que este Alguien puede hacer mucho más por resolver el problema que nosotros. De modo que tratamos de no estorbar su camino y dejar que Él lo haga. A su tiempo, sabremos que todo está bien porque vemos cómo las cosas más extrañas (y a veces, las más dolorosas) se solucionan de la mejor manera y en beneficio de todos.

Mi Reflexión: Para salir del apego afectivo se justifica asumir un serio compromiso con desapegarse de los eventos y personas que lo atan en su vida. Desapegarse es la mejor estrategia para salir de esa dependencia emocional y resolver las dificultades de su vida. (Alpha).

¿Estás apegado a eventos y personas? ¿Practicas el desapego? Comenta aquí.