Reflexión del Dia: 23 de Junio


Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reitera que en la conducta del codependiente se impone la reacción permanente ante cualquier evento.

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Reflexiona sobre esto:

Tampoco tenemos que tomarnos de una manera personal las pequeñeces. Si alguien ha tenido un mal día o está enojado, no asumas por ello que tiene algo que ver contigo. Puede tener algo que ver contigo o no. Si así es, lo descubrirás. Generalmente las cosas tienen mucho menos que ver con nosotros de lo que pensarnos.
Una interrupción, el mal humor de otro, una lengua aguda, un mal día pensamientos negativos, problemas o el alcoholismo activo no tienen por qué manejar o arruinar nuestro día, ni siquiera una hora de nuestro día. Si la gente no quiere estar con nosotros o actuar de una manera saludable, esto no es reflejo de nuestra autoestima. Refleja, en cambio sus propias circunstancias actuales. Al practicar el desapego podemos disminuir nuestras reacciones destructivas hacia el mundo que nos rodea. Separate de las cosas. Déjalas estar, y deja que la gente sea como es. ¿Quién eres tú para decir que la interrupción, el estado de ánimo, las palabras, el mal día, el pensamiento o el problema no son una parte importante y necesaria de la vida? ¿Quién eres tú para decir si este problema no será en último término benéfico para ti o para alguien más?
No tenemos que reaccionar. Tenemos opciones. Esta es la alegría de la recuperación de la codependencia. Y cada vez que ejercitamos nuestro derecho para elegir cómo queremos actuar, pensar, sentir y comportarnos, nos sentimos mejores y más fuertes.

Mi Reflexión: Para el codependiente la conducta habitual es «reaccionar» ante cualquier situación por muy futil que esta sea. No es fácil controlarse cuando se inicia la reacción, Luego todo se sale de control y se desencadenan reacciones en cadena, todas desproporcionadas y autodestructivas. Es momento de buscar detener estas reacciones que nos acaban y descontrolan. (Alpha).

¿Eres un codependiente reaccionario? ¿Has podido controlar ese sentimiento negativo? ¿Has sentido la necesidad de buscar ayuda profesional? Comparte aquí tus vivencias al respecto.

Meditación 22 de Junio … Historiales laborales


Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós reafirma que el codependiente debe confiar en su poder superior para hacer frente a las situaciones en cualquier ámbito que se desenvuelva.

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Medita sobre esto:

Al igual que tenemos historiales de relaciones, la mayoría de nosotros tenemos historiales laborales.
Al igual que tenemos una circunstancia actual que aceptar y con la cual lidiar en nuestra vida de relaciones, tenemos una circunstancia actual que aceptar y con la cual lidiar en nuestra vida de trabajo.
Al igual que desarrollamos una actitud sana hacia nuestra historia de relaciones – que nos ayudará a aprender y a seguir adelante podemos desarrollar una actitud sana hacia nuestra historia laboral.
En mi vida he tenido muchos empleos, desde que tenía once años. Al igual que he aprendido muchas cosas acerca de mí misma a través de mis relaciones, he aprendido muchas lecciones a través de mi trabajo. A menudo, estas lecciones corren paralelas a las lecciones que estoy aprendiendo en otras áreas de mi vida.
He trabajado en empleos que odiaba, pero de los cuales dependía temporalmente. Me he quedado atorada en empleos porque me daba miedo lanzarme yo sola y encontrar mi siguiente serie de circunstancias.
He estado en algunos empleos para desarrollar habilidades. A veces, no supe que estaba desarrollado esas habilidades hasta más tarde, cuando se convirtieron en una parte importante de la carrera que elegí.
He trabajado en empleos donde me he sentido victimado, donde sentía que daba y daba sin recibir nada a cambio. He estado en relaciones donde fabricaba sentimientos similares.
He trabajado en algunos empleos que me han enseñado lo que no quería en absoluto; y en otros que han despertado en mí la idea de lo que realmente quería y me merecía en mi carrera.
Algunos de mis empleos me han ayudado a fortalecer el carácter; otros, a desarrollar habilidades sutiles. Todos han sido un lugar dónde practicar conductas de recuperación.
Al igual que tuve que lidiar con mis sentimientos y con los mensajes acerca de mí misma en mis relaciones, he tenido que lidiar con mis sentimientos y con los mensajes acerca de mí misma, y de lo que creía que me merecía en mi trabajo.
Así como he tenido que limpiar los despojos de sentimientos acerca de relaciones del pasado, he necesitado concluir mis asuntos en lo relativo a mis trabajos y a mi carrera.
En mi vida he atravesado por dos cambios importantes de carrera: Aprendí que ninguna de esas carreras fue un error y que en ningún empleo fue un desperdicio de tiempo. he aprendido algo en cada empleo que he tenido, y mi historia laboral me ha ayudado a crear lo que soy.
Aprendí algo mas: había un Plan, estaba siendo guiada. Entre más confiaba en mis instintos, en lo que quería y en lo que sentía era correcto, mas sentía que era guiada.
Entre mas me rehusaba a perder mi alma en un empleo y trabajaba en el porque lo quería y no por la paga, menos victimizada me sentía por cualesquiera de mis carreras, aun en aquellos empleos donde recibía un magro salario. Entre mas fijaba metas y trabajaba responsablemente por lograr el tipo de carrera que quería, mas podía decidir si un empleo en particular encajaba en el esquema de las cosas. Podía entender por que estaba trabajando en ese empleo en particular y cómo me beneficiaría de ello.
Hay veces en que he sentido pánico en el trabajo y acerca de dónde me encontraba en mi historia laboral. El pánico nunca me ayudó. Lo que me ayudó fue confiar y trabajar mi programa.
Hubo veces en que miraba a mi alrededor y me preguntaba por qué estaba donde estaba. Hubo veces en que la gente pensó que yo debía estar en otro sitio diferente. Pero cuando veía en mi interior y veía a Dios, yo sabía que estaba en el lugar correcto, por el momento.
Hubo veces en que no fui promovida como quería. Hubo veces en que me negué a ser promovida porque no lo sentía correcto.
Hubo veces en que tuve que renunciar a un empleo y alejarme para ser fiel a mí misma. A veces, eso era atemorizante. A veces, me sentía un fracaso. Pero aprendí esto: si estaba trabajando mi programa y me era fiel a mí misma, nunca tendría que temer hacia dónde se me estaba guiando.
Ha habido veces en que no podía sobrevivir con la escasa cantidad de dinero que estaba recibiendo. En vez de llevar ese asunto ante un jefe o patrón en particular y echarle la culpa, he tenido que aprender a llevar ese asunto ante mí misma y ante mi Poder Superior. He aprendido que yo soy la responsable de fijar mis límites y de establecer lo que creo que merezco. También he aprendido que es Dios, y no un patrón en particular, la fuente de mi guía.
He aprendido que no estoy atorada o atrapada en un trabajo al igual que no lo estoy en una relación. Tengo alternativas. Tal vez no pueda verlas claramente ahora, pero tengo alternativas. He aprendido que si realmente quiero cuidar de mí misma de una forma en particular en un empleo, lo haré. Y si realmente quiero ser victimizada en un empleo, también permitiré que eso ocurra.
Yo soy responsable de lo que elijo, y tengo alternativas. Por encima de todo lo demás, he aprendido a aceptar mis circunstancias actuales en el trabajo y a confiar en ellas. Eso no significa doblegarse; no significa renunciar a nuestros límites. Significa confiar, aceptar y luego cuidarme a mí misma lo mejor que pueda en cualquier día dado.

«Dios mío, ayúdame a llevar mis conductas de recuperación a los asuntos relacionados con mi carrera».

Reflexión: No tenemos que hacer que las cosas sucedan. Podemos aprender a tomar nuestra parte en dejarlas suceder. Es realmente bueno no esforzarse tanto. No tenemos que pensar tanto, intentarlo tanto, hacer tanto. Retroceder un poco. Relajarse. Cuando fuerzas y lo intentas mucho, y las cosas no suceden, intenta algo más. (Melody Beattie).

¿Estás confiando en tu poder superior para enfrentar los eventos que te suceden? Comparte aquí.

Reflexión del Dia: 20 de Junio


Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente se enfoca en la imperiosa necesidad que el codependiente asuma conductas sanas que permitan enfrentarse a su vida lejos del autosabotaje emocional.

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Reflexiona sobre esto:

Podemos haber aprendido a disfrazar nuestros verdaderos sentimientos acerca de nosotros mismos vistiéndonos bien, peinándonos bien, viviendo en la casa correcta, y trabajando en el empleo correcto.
Podemos presumir de nuestros logros, pero bajo las galas se encuentra un calabozo dentro del cual secreta e incesantemente nos castigamos y nos torturamos. En ocasiones, podemos castigarnos abiertamente ante el mundo entero, diciendo cosas degradantes acerca de nosotros mismos. A veces, llegamos incluso a pedir a otros que nos ayuden a odiarnos a nosotros mismos, como cuando permitimos que ciertas personas o costumbres religiosas nos ayuden a sentirnos culpables, o cuando le permitimos a la gente que nos lastime.
Pero nuestros peores latigazos nos los damos en privado, dentro de nuestras mentes. Nos molestamos de manera interminable, haciendo pilas de “deberías de” en nuestra conciencia y fabricando montones de sentimientos de culpa que para nada sirven. No confundan esto con los sentimientos de culpa auténticos y verdaderos que nos motivan a cambiar, que nos enseñan lecciones valiosas, y que nos llevan a establecer una relación más cercana con nosotros mismos, con los demás y con nuestro poder superior. Constantemente nos colocamos en situaciones imposibles en las cuales no tenernos otra alternativa que sentirnos mal con nosotros mismos. Tenemos un pensamiento, y luego nos decimos que no deberíamos pensar así. Tenemos un sentimiento, y después nos decimos que no deberíamos de sentir así. Tomamos una decisión, actuamos de acuerdo con ella, y luego nos decimos que no deberíamos de haber actuado así. No hay nada que corregir en estas situaciones, ninguna enmienda qué hacer; no hemos hecho nada malo. Nos hemos empeñado en una forma de castigo diseñada para hacernos sentir ansiosos, irritados y sofocados. Nos ponemos una trampa solos.

Mi Reflexión: El codependiente se transforma al paso del tiempo en un «saboteador y juez implacable de sí mismo». Dejar ir esas conductas autodestructivas es el mayor desafío a enfrentar. (Alpha). Te sugiero ver este video

¿Te identificas con esta conducta? ¿Estás dispuesto a cambiar? Comenta aquí.

Meditación 19 de Junio … Hagamos la vida mas fácil


Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós ratifica que el codependiente, si bien no confía en sí mismo por su baja autoestima, debe asumir el desafío del cambio en su vida para así poder sanarse de la codependencia.

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Medita sobre esto:

La vida no tiene por qué ser dura.
Sí, hay veces que necesitemos soportar, batallar y confiar en nuestras habilidades para la supervivencia. Pero no tenemos porque hacer la vida, el crecimiento, la recuperación, el cambio o nuestros asuntos cotidianos tan duros todo el tiempo.
Hacer que la vida sea tan dura es un remanente de nuestro martirio, un sobrante de las viejas maneras de pensar, de sentir y de creer.
Somos valiosos, aunque la vida ya no sea tan dura. Nuestro valor y nuestra valía no se determinan por lo duro que batallemos.
Si la estamos haciendo tan dura, podemos estar haciéndola más dura de lo que necesita ser, dijo una mujer.
Aprende a dejar que las cosas ocurran fácil y naturalmente. Aprende a dejar que los eventos, y tu participación en ellos, caigan en su sitio. Puede ser fácil ahora. Más fácil de lo que ha sido. Podemos ir con la marea, quitarnos el mundo de los hombros y dejar que nuestro Poder Superior nos facilite el camino hacia donde necesitemos estar.

«Hoy dejaré de batallar tan duro. Dejaré mi creencia de que la vida y la recuperación tienen que ser duras. La reemplazaré con la creencia de que puedo andar este viaje tranquilo y en paz. Y a veces, de hecho, puede ser divertida».

Mi Reflexión: El codependiente tiene arraigadas falsas creencias y mitos inculcados desde niño que le imposibilitan creer en sí mismo, en sus fortalezas y en su capacidad de gestionar cambios positivos para su crecimiento personal. Desmontar estos mitos es toda una hazaña que debe asumir con ayuda de otros que han pasado por lo mismo y están recuperándose. De no asumir compromiso consigo mismo en cuanto a buscar como sanar, se presenta «cuesta arriba» lograrlo. Esta tarea es personal, aun cuando nos sustentamos en otros que han pasado por estas circunstancias y son testimonio de fortaleza. (Alpha).

¿Sientes la necesidad imperiosa de aceptar el reto de cambiar? ¿Has vivido en carne propia la urgencia de buscar hacer tu vida gobernable? Comparte aquí.

Meditación 18 de Junio… Superando la incomodidad


Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea la importancia de permitirse tiempos de serenidad para permitir actuar a nuestro poder superior.

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Medita sobre esto:

Rendirse al dolor Entonces aprende a rendirte a lo bueno. Está allí y hay más en camino. (MÁS ALLÁ DE LA CODEPENDENCIA).
Nuestro objetivo en la recuperación es hacernos sentir cómodos, pacíficos y contentos. Contento. Queremos estar en paz con nosotros mismos y nuestro entorno. Algunas veces, para hacer eso, necesitamos estar dispuestos a enfrentar, sentir y superar las incomodidades.
No estoy hablando de ser adicto a la miseria y el dolor. No estoy hablando de crear dolor innecesario. Estoy hablando de la incomodidad legítima que a veces necesitamos sentir mientras nos curamos.
Cuando tenemos una cirugía, el dolor duele más el día después de la operación. Cuando hacemos el tipo de trabajo al que nos enfrentamos en recuperación, estamos haciendo una cirugía emocional, mental y espiritual sobre nosotros mismos. Estamos eliminando partes de nosotros que están infectadas e inflamadas.
Algunas veces el proceso duele.
Somos lo suficientemente fuertes como para sobrevivir a la incomodidad y los sentimientos temporales de dolor emocional. Una vez que estamos dispuestos a enfrentar y sentir nuestra incomodidad y dolor, casi estamos a punto de liberarnos.

«Hoy, estoy dispuesto a enfrentar mi incomodidad, confiando en que la curación y la liberación están del otro lado. Ayúdame, Dios, ábrete a sentir todo lo que necesito sentir para sanar y sanar. Mientras hago esto, confiaré en que soy cuidado y protegido por mí mismo, mis amigos, mi Poder Superior y el Universo».

Mi Reflexión: El codependiente maneja sentimientos y emociones fuertes que le llevan a sentir dolor emocional con repercusión física. En ocasiones su vida es difícil de sobrellevar. Es sano dar un alto en el camino de la recuperación y dejarse llevar por la guía divina. Es momento de permitirse ese relax y alejarse de la incomodidad y el dolor. Dejemos actuar a nuestro poder superior; el sabe qué y cómo hacer las cosas. (Alpha).

¿Te estás permitiendo tiempo de reposo para ti? ¿Te das tiempo para meditar en los cambios que necesitas incluir en tu vida? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 17 de Junio


Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reafirma que el papel de víctima es uno de los preferidos por el codependiente, aunque pueda interactuar en el triángulo de Karpman o del Drama jugando los otros roles.

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Reflexiona sobre esto:

Muchos codependientes, en alguna época de su vida, fueron verdaderas víctimas, del abuso, de la negligencia, del abandono, del alcoholismo de otro, o de cualquier otra situación que puede hacer víctima a la gente. Estuvimos, en algún momento, realmente desvalidos e incapacitados para protegernos o solucionar nuestros problemas. Algo nos sobrevino, algo que no pedimos, y que nos hirió terriblemente. Eso es triste, verdaderamente triste. Pero un hecho todavía más triste es que muchos de los codependientes empezamos a vernos a nosotros mismos como víctimas. Nuestra dolorosa historia se repite. Como sus nanas, permitimos que la gente nos victimice, y participamos en nuestra victimización al seguir perpetuamente rescatando a la gente.
Rescatar o cuidar no son un acto de amor. El triángulo del drama es un triángulo de odio. Alimenta y mantiene el odio hacia uno mismo, y es un obstáculo para la expresión de nuestros sentimientos hacia los demás.
El triángulo y los papeles cambiantes de rescatador, perseguidor y víctima son el proceso visible que atravesamos. Cambia el papel que desempeñamos y nos sobrevienen los cambios emocionales tan cierta y tan intensamente como si estuviéramos leyendo un libreto. Podemos completar el proceso en segundos, experimentando tan sólo emociones ligeras al cambiar de papel. O bien podemos llevarnos años en completar el triángulo y engendrando así una explosión mayor. Podemos, y muchos lo hacemos, rescatar veinte veces en un día.

Mi Reflexión: El codependiente se mueve en un triángulo insano jugando roles variados. Salir de ese círculo le permitirá sanar sus heridas y asumir una responsabilidad consigo mismo. (Alpha).

¿Te sientes jugando varios roles en el triángulo insano de Karpman? ¿Has intentado romper este círculo vicioso? Comparte aquí tus vivencias.

Meditación 15 de Junio … Competencia entre mártires


Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea la importancia de AGRADECER. Debemos agradecer al Creador. Las situaciones llegan como aprendizajes que necesitamos aprender de cada evento.

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Medita sobre esto:

«Si, ya sé que tu esposo es un alcohólico, pero mi hijo es alcohólico y eso es distinto ¡Es peor!» ¡Mi dolor es más grande que el tuyo!
Que fácil trampa puede ser ésa para nosotros. Salimos para mostrarles a los demás cuanto nos han victimado, cuanto sufrimos, cuan injusta es la vida y que tremendos mártires somos. ¡Y no estaremos contentos hasta que lo seamos!
No tenemos por que probarle a nadie nuestro dolor y sufrimiento. Nosotros sabemos que hemos tenido dolor. Sabemos que hemos sufrido. Muchos de nosotros hemos sido auténticamente victimados. Muchos de nosotros hemos tenido lecciones difíciles, dolorosas que aprender.
La meta en la recuperación no es mostrarle a los demás cuanto sufrimos o hemos sufrido. La meta es detener nuestro dolor y compartir esa solución con otros.
Si alguien empieza a tratar de probarnos cuanto sufre, le podemos decir simplemente. «Parece que te han hecho sufrir». Quizá lo único que esa persona está buscando es la validación de su dolor.
Si nos sorprendemos tratando de probarle a alguien cuánto hemos sufrido, si tratamos de detener el dolor de otra persona, quizá queramos detenernos a pensar y averiguar qué está pasando. ¿Necesitamos reconocer cuánto hemos sufrido o estamos sufriendo?
No hay un premio ni una recompensa en particular para el sufrimiento, como nosotros nos engañamos en creer en el colmo de nuestra codependencia. La recompensa es aprender a parar el dolor y a movernos a la alegría, a la paz y a la plenitud.
Ese es el regalo de la recuperación y está igualmente disponible para todos nosotros, aunque nuestro dolor haya sido más grande, o menor, que el de alguien más.

«Dios mío, ayúdame a mostrarme agradecido por todas mis lecciones, incluso por aquellas que me causaron más dolor y sufrimiento. Ayúdame a aprender lo que necesito aprender. Para que pueda detener el dolor en mi vida. Ayúdame a concentrarme en la meta de la recuperación, en vez de en el dolor que me motivó hacia ella».

Reflexión: Cuando queremos salir de la codependencia asistimos a Terapia de Grupos de CoDA y esto ayuda a organizar nuestras estrategias de cambio. Debemos agradecer al Creador la oportunidad de sanar de este padecimiento que venimos arrastrando desde la infancia. Dar las gracias tiene poder y mantiene la confianza en que lo que estamos haciendo proviene de nuestro poder superior. (Alpha).
Te invito mirar video: este video

¿Estás asistiendo a Terapia CoDA? ¿Cómo te sientes al respecto? Comenta acá.

Reflexión del Dia: 13 de Junio

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente reitera que el codependiente tiene una baja autoestima y tiende con facilidad a perder la motivación por los problemas que le agobian. Si desea sanar debe asumir un cambio que lo conduzca a rescatar su entusiasmo ante la vida.

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Reflexiona sobre esto:
Quizá la pérdida más dolorosa que enfrentan muchos codependientes es la pérdida de nuestros sueños, de las esperanzadoras y a veces idealistas expectativas del futuro que la mayoría de la gente tiene.
Esta pérdida puede ser lo más difícil de aceptar. Mientras mirábamos a nuestro bebé en la cuna del hospital, teníamos ciertas esperanzas para ella o para él. Esas esperanzas no tenían nada que ver con el hecho de que nuestro hijo tuviera problemas con el alcohol o con otras drogas. Nuestros sueños no incluían esto. El día de nuestra boda, teníamos sueños. El futuro con nuestro bien amado o bien amada estaba lleno de maravillas y promesas. Este era el principio de algo grande, de algo amoroso, de algo que largo tiempo habíamos esperado. Los sueños y promesas pueden haberse manifestado o no, pero la mayoría de nosotros los teníamos.

Reflexión: Al intentar alcanzar un propósito que valga la pena, la pregunta no es si habrá obstáculos, sino cuándo aparecerán? Los obstáculos no sólo son una parte ineludible del proceso, sino que además aportan el desafío necesario como para tener que abrir la mente y pensar en distintas alternativas. Cada obstáculo superado es una nueva lección aprendida. (Judith Vanegas).

¿Sientes que has pérdido tu motivación a cambiar? ¿Estás dispuesto a asumir desafíos para cambiar y crecer. Comparte aquí.

Reflexión del Dia: 8 de Junio


Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente recalca que el dependiente emocional antepone el bienestar de los demás al suyo. Esto se relaciona también con la sumisión que adoptan los dependientes a los demás

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Reflexiona sobre esto:

La dependencia excesiva de otra persona puede matar el amor. Las relaciones que se basan en inseguridad emocional y en una necesidad, en vez de sustentarse en el amor, pueden volverse autodestructivas. No funcionan. Una necesidad demasiado grande aleja a la gente y extingue el amor. Asusta a la gente y hace que se vaya. Atrae a la gente equivocada. Y no satisface nuestras verdaderas necesidades.
Nuestras necesidades reales se hacen cada vez mayores, al igual que nuestra desesperación. Fijamos nuestra vida en torno a esta persona, tratando de proteger así nuestra fuente de seguridad y de felicidad. Abdicamos a vivir nuestra propia vida al hacer esto. Y sentimos ira contra esa persona. Somos controlados por ella.
Dependemos de esa persona. Finalmente nos enojamos y nos resentimos con la persona de quien dependemos y quien nos controla, porque le hemos dado nuestro poder personal y nuestros derechos.

Mi Reflexión: Los dependientes emocionales poseen una baja tolerancia a la soledad, tienen miedo a estar solos, no son capaces de disfrutar de un tiempo consigo mismos. Siempre buscarán contacto, estar con esa persona o personas. La soledad les incomoda de manera ilógica, porque la relacionan con el valor que tiene para los demás, con no ser importante.(Alpha).

¿Sientes que eres un dependiente emocional? ¿Has buscado ayuda profesional? ¿Estás en terapia Doce Pasos de CoDA? Comparte aquí.

Meditación 7 de Junio… Combatamos la vergüenza


Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós reitera que el codependiente debe desarrollar la fortaleza necesaria para enfrentar el sentimiento de vergüenza, y evitar salir corriendo a protegerse bajo la sombra de nadie.

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Medita sobre esto:

La vergüenza puede refrenarnos, oprimirnos y mantenernos mirándonos los pies. (Más allá de la Codependencia).
¡Cuidado con la vergüenza!

Muchos sistemas y mucha gente destilan vergüenza. Son controlados por la vergüenza y pueden querer que nosotros les hagamos el juego. Pueden tener la esperanza de engancharnos y controlarnos por medio de la vergüenza. No tenemos por qué caer en su vergüenza. En vez de ello, tomaremos los sentimientos agradables: autoaceptación, amor y solicitud.
Las conductas compulsivas, las conductas sexualmente adictivas, el comer en exceso, el abuso de sustancias químicas y la conducta adictiva de apostar son conductas basadas en la vergüenza. Si participamos en ellas, nos sentimos avergonzados. Es inevitable. Necesitamos vigilar las conductas adictivas y otras conductas compulsivas porque nos sumergen en la vergüenza.
Nuestro pasado, y el lavado de cerebro que podemos haber sufrido y que nos impuso esa «vergüenza original», pueden tratar de avergonzarnos. Esto puede suceder cuando estemos completamente solos, al ir caminando por el supermercado o cuando estemos viviendo nuestra vida calladamente. No pienses…No sientas… No cambies nicrezcas… No estas vivo… No vivas la vida… ¡Avergüénzate!
Acaba ya con la vergüenza. Atacala. Declarale la guerra. Aprende a reconocerla y a evitarla como a una plaga.

«Hoy rehusaré deliberadamente quedar atrapado en la vergüenza que va flotando por el mundo. Si no puedo resistirla, la sentiré, la aceptaré y luego la desecharé tan pronto como sea posible. Dios mío, ayúdame a saber que está bien que me ame a mí mismo y ayúdame a rehusar someterme a la vergüenza. Si me salgo de mi curso, ayúdame a aprender a cambiar la vergüenza por sentimientos de culpa, a corregir la conducta y a seguir adelante con mi vida en un estado inmediato de amor propio».

Reflexión: Cuando te sientes tan “poca cosa” es muy fácil que idealices a “cualquier cosa”. Con la vergüenza te cuesta poner límites, soportas tratos y conductas dañinos bajo el pretexto de que lo haces por amor, cuando en realidad lo haces desde un gran miedo o una gran necesidad. Quizá la evidencia más clara y observable es que siempre te estás disculpando por lo que dices, por lo que haces, por lo que olvidas, por lo que necesitas y hasta por existir. (Mario Guerra).

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