Reflexión del Dia: 17 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» reitera que la codependencia es un trastorno que puede llevar al codependiente al límite de insanidad. Estar obsesionado trastoca su psiquis y le incapacita para «deslastrarse» de este problema. Pierde el control sobre su vida danzando en un círculo vicioso de obsesión-compulsión imparable.

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Reflexiona sobre esto:

La obsesión no es un signo de amor o cuidado, sino un síntoma de una profunda inseguridad emocional y una necesidad de controlar variables externas para sentirse seguros interiormente.

La compulsión se traduce en pensamientos y comportamientos repetitivos que consumen la mente del codependiente, a menudo hasta el punto de descuidar sus propias necesidades y bienestar. Puede manifestarse en múltiples formas, como la necesidad de saber dónde está la otra persona en todo momento, qué está haciendo o sintiendo, o incluso intentar controlar sus acciones y decisiones para aliviar la ansiedad propia. Esta conducta es contraproducente; no solo desgasta emocionalmente al codependiente, sino que también puede resultar en una dinámica tóxica que aleja a la otra persona.

Melody Beattie argumenta que el primer paso para liberarse de la obsesión compulsiva es reconocerla y aceptarla como una señal de que algo no va bien. Luego, la tarea es redirigir ese enfoque hacia uno mismo. ¿Por qué existe esta obsesión? ¿Qué necesidades emocionales no están siendo satisfechas? ¿Cómo se puede obtener una sensación de seguridad y bienestar sin depender de otra persona?

Una vez que se hace este trabajo de autoconciencia, el siguiente paso es desarrollar herramientas y estrategias para manejar el comportamiento compulsivo, lo que a menudo implica el establecimiento de límites saludables y la práctica de técnicas de manejo del estrés como la meditación, el ejercicio o la terapia.

Mi Reflexión: La obsesión compulsiva en el contexto de la dependencia afectiva es una señal de alarma que no debe ignorarse. Según Beattie, la clave para superarla radica en cambiar el enfoque de controlar a otros a cuidar de uno mismo, estableciendo un sentido de autonomía y autoestima que no dependa de factores externos. (Alpha).

Te motivo a responder estas preguntas: ¿Estás obsesionado por alguien o alguna cosa en especial? Si es afirmativa la respuesta, ¿Cuáles herramientas usas para desapegarte? Comparte tu vivencia con nosotros.

Reflexión del Dia: 16 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea que el codependiente generalmente se hace irresponsable de sus finanzas y termina en un caos económico. Volvernos independientes es parte importante de la recuperación.

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Reflexiona sobre esto:

Para el codependiente, la gestión del dinero puede estar entrelazada con sus relaciones afectivas de una manera poco saludable. Puede ser visto como una herramienta para ganar amor, aprobación o incluso control sobre otros. Esto puede manifestarse en gastos excesivos para agradar a los demás, acumulando deudas para mantener una relación, o evitando tomar control financiero como una forma de depender emocionalmente de alguien más.
La lección clave de Melody Beattie se enfoca en aplicar los mismos principios de autoconciencia y autocuidado al aspecto financiero de la vida. Esto significa establecer límites claros en cuanto, cómo y cuándo se gasta el dinero, tener un entendimiento claro de las propias necesidades y capacidades financieras, y practicar la auto-responsabilidad en lugar de depender financieramente de otros de una manera que perpetúa patrones codependientes.
Ser consciente de la propia salud financiera, tener un presupuesto, ahorrar para el futuro, y entender la diferencia entre una compra impulsada por la necesidad emocional y una decisión financiera racional, son pasos importantes hacia la autonomía financiera y emocional.

Si bien, Melody Beattie no hable explícitamente sobre la administración financiera, su mensaje implícito es claro: !tomar control de tu propio bienestar incluye tomar control de tu propia salud financiera, libre de la necesidad de validación externa o el deseo de controlar a otros!

Te invito a meditar en estas interrogantes: ¿Tienes frecuentemente problemas financieros? ¿Has aprendido a manejar tu dinero? ¿Cómo lo has logrado?. Comenta aquí tus vivencias al respecto.

Meditación 15 de Septiembre… Negación

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós reitera que del proceso de duelo, el codependiente se mantiene «pegado» en la negación. Esta etapa difícil de pasar, propicia las conductas autodestructivas de la codependencia, e impide que se elabore el duelo de manera sana.

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Medita sobre esto:

La negación es un caldo de cultivo fértil para los comportamientos que llamamos codependientes: controlar, centrarse en los demás y descuidarnos. La enfermedad y las conductas compulsivas o adictivas también pueden surgir durante la negación.
La negación puede ser confusa porque se asemeja a dormir. No somos conscientes de que lo estamos haciendo hasta que hayamos terminado de hacerlo. Forzarnos a nosotros mismos, o a cualquier otra persona, a enfrentar la verdad generalmente no ayuda. No enfrentaremos los hechos hasta que estemos listos. Tampoco, al parecer, nadie más. Podemos admitir la verdad por un momento, pero no nos permitiremos saber lo que sabemos hasta que nos sintamos seguros, y preparados para lidiar con ello.
Ayuda hablar con amigos que nos conocen, nos aman, nos apoyan, nos alientan y nos afirman.
Ser amable, cariñoso y afirmarse con nosotros mismos ayuda. Nos ayuda a nosotros mismos, y a nuestro Poder Superior, a guiarnos hacia y a través del cambio.
El primer paso hacia la aceptación es la negación. El primer paso para avanzar a través de la negación es aceptar que podemos negarnos y luego permitirnos avanzar suavemente.

«Dios, ayúdame a sentirme lo suficientemente seguro como para aceptar lo que tengo que aceptar».

Mi Reflexión: Al atravesar el Duelo, los codependientes tienden a mantenerse en negación. Siendo que esta fase es la que «dispara» nuestras conductas autodestructivas: los hace victimarse, desconfiar de su poder y controlar obsesivamente a los demás. Quienes deseen sanar, les toca utilizar todas las herramientas para salir «suavemente» de la negación. Solo es difícil lograrlo. Buscar ayuda profesional y adscribirse a un Programa de Doce Pasos es una excelente alternativa para lograrlo. Deben caminar hacia la «Aceptación», moviéndose a su propio ritmo, aunque para ello deban «fajarse» en el trayecto hasta responsabilizarse de si mismo, y ¡asumir con firmeza esa tarea! (Alpha).

Te invito a reflexionar en estas interrogantes: ¿Durante el Duelo te has estancado en la negación? ¿Has buscado ayuda para transitar el proceso de Duelo? ¿Cuáles herramientas usaste? Comparte tus resultados aquí.

Reflexión del Dia: 14 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» reitera que los codependientes viven a merced de lo que los otros necesitan. Se convierten en «veletas» que apuntan hacia la satisfacción de las necesidades de los demás, dejando de lado las propias. Viven reaccionando, enojándose cuando no se hace lo que dice y exige. Por ese control desmedido termina siendo dominado por las circunstancias que promueve.

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Reflexiona sobre esto:

La actitud reaccionaria del codependiente es un mecanismo de defensa, una forma de intentar controlar un entorno emocional que percibe como impredecible o inestable. Sin embargo, esta actitud suele resultar contraproducente. Al estar siempre en modo de «reacción», el codependiente se deja llevar por las emociones y comportamientos de los demás, perdiendo el control sobre su propia vida y bienestar emocional.

Esta reactividad perpetúa un ciclo de desequilibrio emocional y relacionamientos tóxicos. No solo genera tensión y conflictos, sino que también eclipsa la habilidad del codependiente para ser proactivo en su propio proceso de sanación. La reactividad es, en esencia, una distracción de la verdadera tarea en cuestión: centrarse en el propio bienestar y establecer límites saludables.

Para romper con esta actitud reaccionaria, Beattie sugiere un cambio hacia el autoconocimiento y el autocuidado. Esto implica aprender a tomar un paso atrás, a respirar y a evaluar la situación antes de reaccionar. Al convertirse en observadores conscientes de sus propios patrones de pensamiento y comportamiento, los codependientes pueden aprender a responder en lugar de reaccionar, una habilidad clave en el camino hacia la recuperación y la construcción de relaciones más saludables.

Así que, según Beattie, enfrentar la reactividad no es solo un aspecto periférico del tratamiento de la codependencia; es fundamental para recuperar el control y la autonomía en la propia vida.

Te invito a responder estas interrogantes ¿Vives reaccionando ante cualquier situación cotidiana? ¿Puedes detener esa necesidad de controlar? ¿Cómo lo haces? Comparte tus vivencias.

Reflexion del Dia: 13 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» enfatiza que agradecer por todo lo que tenemos y nos pasa diariamente, aun cuando no sea lo que deseamos, es una práctica constante que nos permite aceptar que estamos siendo guiados hacia algo mejor y que ciertamente va a cubrir nuestras expectativas. Podemos sentirnos tristes y hasta deprimidos, pero si agradecemos van a suceder cosas maravillosas que nos harán sentir plenos y en paz.

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Reflexiona sobre esto:

El trabajo interno es crucial para romper los patrones de codependencia. Uno de los componentes esenciales de este trabajo interno es la gratitud. A primera vista, la gratitud puede parecer desconectada del arduo trabajo de desenredarse de la codependencia, pero en realidad, ofrece un punto de anclaje emocional y psicológico que es vital para el proceso de sanación.

La gratitud nos centra en el presente y nos permite reconocer y valorar nuestras propias necesidades, talentos y logros. Al hacerlo, podemos empezar a ver que nuestra valía no está ligada a nuestra capacidad para ‘salvar’ o ‘arreglar’ a otros. En lugar de centrarnos en lo que no tenemos o en lo que creemos que necesitamos de otros para sentirnos completos, la gratitud nos dirige hacia una apreciación de lo que sí tenemos, incluido el poder personal para mejorar nuestras propias vidas.

En un estado de gratitud, el amor propio y la autoaceptación florecen. Nos damos cuenta de que merecemos felicidad y bienestar tanto como cualquier otra persona. Al apreciar las pequeñas y grandes cosas que conforman nuestras vidas, incluidas las lecciones aprendidas a través de la adversidad, nos equipamos con una perspectiva más saludable y un mejor equilibrio emocional para enfrentar los desafíos de la codependencia.

Así que, en la travesía hacia la recuperación de la codependencia, la gratitud no es simplemente un extra; es un pilar esencial que nos sustenta mientras construimos una relación más sana con nosotros mismos y con los demás. (Alpha).

¿Eres una persona agradecida con El Creador? ¿Demuestras y declaras gratitud constantemente? Comenta aquí los resultados de practicar la Gratitud.

Meditación 13 de Septiembre … Tiempo de reprogramar

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós enumera las bondades de la recuperación del Codependiente. Enfatiza que este sendero curativo debe ser transitado y tener la convicción que será beneficioso para lograr la confianza, serenidad y alegría que aminore el sufrimiento y dolor que signa la vida del codependiente. La autora cree firmemente que la recuperación es viable, si se asume con seriedad y compromiso.

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Medita sobre esto:

La recuperación no es puro trabajo agotador no recompensado. Hay tiempos de alegría y de descanso, tiempos en que cómodamente practicamos lo que hemos aprendido. Hay épocas de cambio, épocas en las que batallamos por aprender algo nuevo o por superar un problema en particular.
Éstas son las épocas en las que lo que hemos estado practicando en la recuperación empieza a mostrarse en nuestra vida. Estas épocas de cambio son intensas, pero tienen un propósito.
También hay épocas en las que, a un nivel profundo, estamos siendo «reprogramados». Empezamos a dejar ir creencias y conductas. podemos sentirnos asustados o confundidos durante estas épocas. Nuestras antiguas conductas o patrones podrán no habernos funcionado, pero eran cómodos y familiares.
Durante estas épocas podemos sentirnos vulnerables, solos y necesitados, como lo estamos en un viaje cuando no tenemos un mapa o una linterna, y nos sentimos como si nadie hubiera pasado antes por esta tierra.
Podemos no comprender lo que se está resolviendo en nuestro interior. Podemos no saber adonde se nos está conduciendo. Se nos está conduciendo. No estamos solos. Nuestro Poder Superior está obrando lo mejor para traer a nosotros un verdadero cambio. Otros han viajado por este camino también. Se nos conducirá hacia alguien que pueda ayudarnos, alguien que pueda brindar las señales que necesitamos. Se nos está preparando para recibir tanta alegría y amor como nuestro corazón puede albergar.
La recuperación es un proceso curativo. Podemos confiar en él, aunque no lo comprendamos. Estamos justo donde necesitamos estar dentro de este proceso. Estamos pasando exactamente por lo que necesitamos experimentar. Y a donde estamos yendo es mejor que cualquier lugar en el que hayamos estado.

«Hoy, Dios Mío ayúdame a creer que los cambios por los que estoy atravesando son para bien. Ayúdame a creer que el camino por el que estoy viajando me llevará a un lugar de luz, de amor y de alegría».

Mi Reflexión: Para detener el sufrimiento y el dolor debemos recuperarnos. Este sendero laborioso nos genera diversas reacciones. Sentirnos guiados por ese Poder Superior coloca en nuestra mente grandes interrogantes y plantea un compromiso serio con nosotros mismos. Experimentamos situaciones que antes no habíamos vivido, enfrentamos retos que creíamos insalvables, cambiamos creencias y preceptos enraizados; y sobre todo nos sentimos «liberados», con capacidad de asumir la responsabilidad de nuestra vida. Volver a sentirnos dichosos y mostrar la alegría perdida vale seguir adelante. ¡Nos sentimos plenos y radiantes de luz! (Alpha).

¿Estás en recuperación actualmente? ¿Asistes a un Programa de Doce Pasos? ¿Cómo te ha ido en estos encuentros? Coméntanos tus experiencias vividas.

Reflexión del Dia: 12 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» explica la actitud controladora del codependiente. Enfatiza que su necesidad de conducir la vida de los demás, le da pie para gobernar de manera «tiránica». Interviene en la vida de quienes le rodean sin ser solicitada su ayuda,. Esa es la forma que ellos tienen de vivir, «controlando» y «dominando». No aprendieron otra manera.

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Reflexiona sobre esto:

En la búsqueda de amor, aprobación o salvación externa, perdemos de vista nuestra propia valía y bienestar.
Melody Beattie nos insta a mirar hacia adentro para encontrar fuerza y sanación. Recuperar el control sobre nuestras propias vidas no es un acto de egoísmo; es un acto de amor propio que, paradójicamente, nos permite amar a los demás de una manera más genuina y saludable. La clave para romper el ciclo de la codependencia es el autoconocimiento, el autocuidado y el establecimiento de límites, lo que nos permite vivir vidas más auténticas y enriquecedoras.

Subraya la idea de que la codependencia nos atrapa en un ciclo en el que buscamos validación externa a costa de nuestra propia salud emocional. Esto suele llevar a relaciones desequilibradas donde nuestra autoestima y bienestar están inextricablemente vinculados a cómo nos perciben o tratan los demás.Lo irónico es que, en nuestra búsqueda de amor y conexión, terminamos socavando la autenticidad y la reciprocidad que son fundamentales para cualquier relación saludable. Nos volvemos controladores o complacientes, siempre intentando manejar las emociones y comportamientos de los demás para sentirnos seguros, pero en el proceso nos perdemos a nosotros mismos.

Beattie sugiere que la única manera de romper este ciclo es centrándonos en nuestra propia recuperación y bienestar. Esto incluye aprender a establecer límites saludables, desarrollar una mayor autoconciencia y, en última instancia, aprender a llenar nuestras propias necesidades emocionales en lugar de depender de otros para hacerlo.

El autocuidado no es un acto de egoísmo, sino de autoconservación. Al practicar el amor propio, estamos en mejor posición para ofrecer amor y apoyo genuinos a los demás, sin la necesidad de manipulación o control. Al final, romper con la codependencia es un acto liberador que nos permite vivir con mayor autenticidad, profundidad y libertad tanto para nosotros mismos como para aquellos a quienes amamos.

Trata de responder a estas interrogantes: ¿Tu vida se maneja en una necesidad de control permanente? ¿Logras detener esta conducta autodestructiva?¿Cómo lo logras? Comparte aquí tus vivencias.

Meditación 12 de Septiembre… El proceso de duelo

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós trae a colación el proceso de duelo, enumerando las 5 etapas por la que atraviesa el ser humano cuando enfrenta una pérdida. Plantea la Autora que los codependientes nos quedamos «varados» en la negación, dificultándose que transitemos las otras etapas hasta alcanzar la aceptación. Aun así, corresponde trabajar en lograr «movernos» y responsabilizarnos de nosotros mismo, aun en esos momentos de aflicción y pérdida.

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Medita sobre esto:

Permitirnos sufrir por completo nuestras pérdidas es la forma en que nos rendimos al proceso de la vida y la recuperación. Algunos expertos, como Patrick Carnes, llaman a los Doce Pasos «un programa para lidiar con nuestras pérdidas, un programa para lidiar con nuestro dolor».
¿Cómo nos duele?
Embarazosamente. Imperfectamente. Usualmente con una gran resistencia. A menudo con enojo e intentos de negociar. En última instancia, al rendirse al dolor.
El proceso de duelo, dice Elisabeth Kubler-Ross, es un proceso de cinco etapas: negación, enojo, negociación, tristeza y, finalmente, aceptación. Así es como nos lamentamos; así es como aceptamos; así es como nosotros perdonamos; así es como respondemos a los muchos cambios que la vida nos lanza.
Aunque este proceso de cinco pasos se ve ordenado en el papel, no es ordenado en la vida. No nos movemos a través de él de manera compartimentada. Por lo general, nos arrastramos, pataleamos y gritamos, con muchos movimientos de vaivén, hasta que alcanzamos ese estado pacífico llamado aceptación. Cuando hablamos de «asuntos pendientes» de nuestro pasado, generalmente nos referimos a pérdidas sobre las cuales no hemos completado el duelo. Estamos hablando de estar atrapados en algún lugar del proceso de duelo. Por lo general, para niños adultos y codependientes, el lugar donde nos quedamos atrapados es la negación. Pasar por la negación es la primera y más peligrosa etapa del duelo, pero también es el primer paso hacia la aceptación.
Podemos aprender a entender el proceso de duelo y cómo se aplica a la recuperación. Incluso los buenos cambios en la recuperación pueden traer pérdidas y, en consecuencia, dolor. Podemos aprender a ayudarnos a nosotros mismos y a los demás entendiendo y familiarizándonos con este proceso. Podemos aprender a llorar por completo nuestras pérdidas, sentir nuestro dolor, aceptar y perdonar, para que podamos sentir alegría y amor.

«Hoy, Dios, ayúdame a abrirme al proceso de duelo por mis pérdidas. Ayúdame a permitirme fluir a través del proceso de duelo, aceptando todas las etapas para poder lograr la paz y la aceptación en mi vida. Ayúdame a aprender a ser amable conmigo mismo y con los demás mientras pasamos por este proceso de sanación muy humano».

Mi Reflexión: Enfrentar el duelo desde la codependencia afectiva requiere un reconocimiento doble: el dolor por la pérdida y la urgente necesidad de reevaluar cómo te relacionas emocionalmente. El duelo puede magnificar patrones codependientes, pero también ofrece una oportunidad para romper esos patrones. Es un llamado a ejercer el autocuidado en medio de la vulnerabilidad, a aprender a sostener tu propio espacio emocional sin depender del otro para completarte. En este periodo de pérdida, date permiso para sentir, pero también para reflexionar sobre cómo puedes crecer en autoconciencia y autocompasión. El duelo, doloroso como es, puede ser un catalizador para la transformación personal y la sanación emocional. Al enfrentar el duelo con autenticidad y conciencia, puedes empezar a liberarte de las ataduras de la codependencia y abrir un nuevo capítulo de autonomía emocional y relaciones más saludables.(Alpha).

¿Has enfrentado el proceso de duelo? ¿Cómo te has conducido durante esos momentos difíciles? ¿Has podido moverte en las etapas del Duelo?. Comparte tus vivencias con nosotros.

Reflexión del Dia: 10 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» refiere como la codependencia se instala en nuestras vidas, esas conductas autodestructivas inician con una preocupación y avanzan hasta llegar a obsesión y compulsión. De allí en adelante la vida del codependiente se torna ingobernable y el se vuelve impotente para salir de ese círculo vicioso.

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Reflexiona sobre esto:

Tal vez tú hayas estado obsesionada con alguien o con algo. Alguien dice o hace algo. Se te ocurre un pensamiento. Algo te recuerda un evento pasado. Entra un problema en tu conciencia. Algo sucede o no sucede. O percibes que algo está sucediendo, pero no estás segura de qué es.
Podrás no saber qué es, podrás no saber por qué es, y no estás segura de cuándo, pero sabes que algo malo –algo terrible– ha sucedido, sucede o va a suceder.
Te da algo en el estómago. El sentimiento te abruma, esa ansiedad tan común en los codependientes que te hace retorcerte y estrujarte las manos. Es la que nos lleva a hacer muchos de los actos que nos lastiman; es la sustancia de la que se alimentan la preocupación y la obsesión. Es el peor de los miedos. Por lo general el miedo viene y se va, nos deja volando, listos para pelear, o sólo temporalmente asustados. Pero la ansiedad perdura. Se adhiere a la mente, paralizándola para todo excepto para sus propios propósitos, un interminable ráfaga de los mismos pensamientos inútiles. Es el combustible que nos impele a incurrir en conductas controladoras de todo tipo. No podemos pensar más que en seguirle echando ojo a las cosas, en controlar el problema y hacer que se vaya; es el material del que está hecha la codependencia.

Mi Reflexión: Aprender a soltar la necesidad de control es un paso esencial para curar la codependencia. Implica enfrentar y aceptar la incertidumbre de la vida y comprender que cada persona es dueña de su propio destino, incluido uno mismo. Al renunciar al control, abrimos la puerta a relaciones más auténticas y a una mayor paz interior. (Alpha).

¿Te has responsabilizado de ti mismo? ¿Cuáles herramientas estás usando para lograr esto? Comenta acá tus experiencias y resultados.

Reflexión del Dia: 8 de Septiembre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» plantea que el codependiente esta tan obsesionado por resolver problemas de los demás que olvida vivir. Se siente que solo a través de «estar apegado» puede «sentirse vivo». Por costumbre se adapta a «reaccionar» ante situaciones que le son ajenas, pero que el las asume como propias; en eso pierde el foco y su interés se desmarca del cuidado responsable de si mismo.

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Reflexiona sobre esto:

Quizás hemos vivido con personas y a través de eventos que estaban fuera de control. Tal vez obsesionándonos y controlando pudimos guardar un equilibrio o lograr que temporalmente las cosas no empeoraran. Y luego simplemente seguimos haciendo lo mismo. Quizá teníamos miedo de soltarnos, porque cuando nos soltamos en el pasado sucedieron cosas terribles y dolorosas. Tal vez hemos estado apegados a la gente –viviendo sus vidas por y a través de ella– durante tanto tiempo que ya no nos queda una vida propia por vivir. Es más seguro seguir apegados. Por lo menos sabríamos que estamos vivos si reaccionáramos. Al menos tendríamos algo qué hacer si estuviéramos obsesionándonos o controlando. Por varias razones los codependientes tienden a apegarse a los problemas y a la gente. No importa no solucionar nada al preocuparse. No importa que esos problemas rara vez tengan solución. No importa que estén tan obsesionados que ni siquiera puedan leer un libro, ver la televisión o salir a dar un paseo. No importa que sus emociones estén en constante torbellino por lo que la otra persona dijo o no dijo, de lo que hizo o no hizo, o de lo que hará después. ¡No importa que las cosas que estemos haciendo no ayuden a nadie! Sin importarnos el costo, persistiremos en ello. Apretaremos los dientes, nos asiremos a la cuerda y nos prenderemos a ella más fuerte que nunca. Algunos de nosotros ni siquiera nos daremos cuenta de que nos hemos estado agarrando tan fuerte. Otros nos habremos convencido de que debemos asirnos así de fuerte. Creemos que no existe otra alternativa que la de reaccionar a esta persona o problema de esta manera obsesiva.
A menudo, cuando le sugiero a la gente que se aparte de esta persona o de este problema, me responden con horro. “¡Oh, no!”, dicen, “nunca podría hacer eso. Yo lo amo, o la amo, demasiado. Me importa demasiado para hacerle eso».Este problema o esta persona es demasiado importante para mí. Tengo que permanecer apegado a ella (o a esto)”. Mi respuesta es: “¿Quien dice que tienes que hacerlo?” Les tengo noticias, buenas noticias. No “tenemos” que hacerlo así. Existe una forma mejor. Se llama “separación”. Al principio puede darnos miedo, pero a fin de cuentas funcionará mejor para todas las personas involucradas.

Mi Reflexión: Los codependientes viven apegados a situaciones ajenas, tratando desesperadamente de resolver problemas de otros, dejan de cuidarse a si mismo por solucionar lo que en muchas ocasiones resulta imposible hacer. No comprende que esta perdiendo el sentido de «responsabilizarse de sí mismo», de resolver sus propias situaciones, de aceptar la realidad en un contexto sano, donde cada persona tiene las capacidades para actuar como y cuando lo desee. Resulta lamentable que así vivamos, lejos de todo deseo de aprender a amarnos y atender nuestras reales necesidades. (Alpha).

¿Vives apegado a personas? ¿Gastas tu tiempo en controlar y reaccionar ante los problemas de los demás? ¿Has asumido un rol más activo en tu recuperación del apego afectivo? ¿Cómo lo has logrado? Comenta tus experiencias en los comentarios.