Reflexión del Día… ¡No me aceptan cuando cambio!

541072_394600420637199_458216413_n

Tengo dos grupos de amigos: otros codependientes que quieren quejarse de que son victima, y la gente que quiere usarme y maltratarme . Estoy trabajando en cambiar de amistades. También estoy revaluando mi vida profesional. Mi codependencia influyo sobre las elecciones que hice en mi carrera. La mayoría de los empleos que he tenido demandaban mucho y daban muy poco a cambio. Por supuesto, yo daba y daba en mis trabajos y luego me enojaba porque me sentía usada. Ahora estoy aprendiendo a fijar limites en el trabajo. Algunas personas están furiosas conmigo porque estoy cambiando, pero ya no me siento tan usada.
Estoy aprendiendo a dejar de preguntar por que la gente me hace esto a mi. He empezado a preguntarme por que les permito que me hagan esto a mi.
(Melody Beattie de su Libro Mas Allá de la Codependencia).

1491720_474882942623900_1028125007_n

Reflexión del Dia: Practicando el desapego

75154_398979943508793_1179371485_n (dar )

Al practicar el desapego podemos disminuir nuestras reacciones destructivas hacia el mundo que nos rodea. Sepárate de las cosas. Déjalas estar, y deja que la gente sea como es. ¿Quién eres tú para decir que la interrupción, el estado de ánimo, las palabras, el mal día, el pensamiento o el problema no son una parte importante y necesaria de la vida? ¿Quién eres tú para decir si este problema no será en último término benéfico para ti o para alguien más?¡No tenemos que reaccionar!. Tenemos opciones. Esta es la alegría de la recuperación de la Codependencia. Y cada vez que ejercitamos nuestro derecho para elegir cómo queremos actuar, pensar, sentir y comportarnos, nos sentimos mejores y más fuertes
Pero, podrán ustedes protestar, ¿Por qué no debo reaccionar? ¿Por qué no debo replicar? ¿Por qué no debo irritarme? Él o ella se merecen cargar con el peso de mi torbellino. Podría ser, pero tú no debes hacerlo. Estamos hablando aquí de tu falta de paz, de serenidad, de tus momentos desperdiciados. Como solía decir Ralph Edwards, “Esta es tu vida”. ¿Cómo quieres usarla? No te estás desapegando por ella o por él. Te estás desapegando por ti mismo
. Las probabilidades indican el beneficio de todos. Somos como cantores de un gran coro. Si el que está junto a nosotros desentona, ¿debemos hacerlo nosotros también? ¿No le ayudaría más a él, y a nosotros, tratar de seguir entonado? Podemos aprender a cumplir con nuestra parte.
No necesitamos eliminar todas nuestras reacciones hacia la gente y hacia los problemas. Las reacciones pueden ser útiles. Pueden ayudarnos a identificar lo que nos gusta y lo que nos hace sentirnos bien. Nos ayudan a identificar los problemas dentro de nosotros y a nuestro alrededor. Pero la mayoría de nosotros reaccionamos demasiado. Y gran parte de las cosas a las que reaccionamos son tonterías. No son tan importantes, y no ameritan el tiempo ni la atención que les damos. Algunas de nuestras reacciones son respuestas a las reacciones que los demás tienen frente a nosotros. (Estoy furiosa porque él se puso furioso; él se puso furioso porque yo estaba enojada; yo estaba enojada porque pensé que él estaba enojado conmigo; pero no estaba enojado sino herido porque… Nuestras reacciones pueden ser el eslabón de una cadena de reacciones tal que a menudo los involucrados están irritados y nadie sabe por qué. Simplemente están irritados. Luego, todos están fuera de control y a la vez son controlados. A veces la gente se comporta de cierta manera para provocar que nosotros reaccionemos de otra. Si dejamos de reaccionar de esta cierta manera, la privamos de lo divertido que esto le resulta. Quedamos fuera de su control y le quitamos el poder que tiene sobre nosotros.
A veces nuestras reacciones provocan que los demás reaccionen de cierto modo, pero no necesitamos seguir haciéndolo, ¿o sí? A veces el reaccionar estrecha nuestra visión en tal forma que nos quedamos varados reaccionando a los síntomas o a los problemas. Podemos estar tan ocupados reaccionando que no tenemos tiempo ni energía para identificar el problema real, y mucho menos para descubrir cómo solucionarlo. Podemos pasar años reaccionando ante cada incidente provocado por la bebida y la crisis resultante, ¡fallando completamente en reconocer que el verdadero problema es el alcoholismo!
Aprende a dejar de reaccionar de maneras que no son necesarias y que no funcionan. Elimina las reacciones que te lastiman.Algunas sugerencias para ayudarte a desapegarte de la gente y de tus reacciones negativas hacia ella. Estas son sólo sugerencias. No existe una fórmula específica para lograr el desapego. Necesitas encontrar tu propia manera, una que te funcione a ti.

– Aprende a reconocer cuando estás reaccionando, cuándo estás permitiendo que alguien o algo tire de tus cuerdas. Generalmente cuando empiezas a sentirte ansioso, temeroso, indignado, rechazado, avergonzado, preocupado, confundido o a padecer autoconmiseración, hay algo en tu medio ambiente que te ha hecho nudos. (No afirmo que esté mal experimentar estos sentimientos. Probablemente cualquiera se sentiría así. La diferencia estriba en que estamos aprendiendo a decidir por cuánto tiempo deseamos seguir sintiéndonos así, y qué queremos hacer al respecto.) Emplear las palabras “ella, o él o eso me hicieron sentir” a menudo indica que estamos reaccionando. Perder nuestra sensación de paz y serenidad probablemente es el indicador más poderoso de que estamos atrapados en algún tipo de reacción.
– Ponte cómodo. Cuando reconoces que estás en medio de una reacción caótica, di o haz lo menos posible hasta que puedas restaurar tu nivel de serenidad y de paz. Haz cualquier cosa que necesites hacer (que no sea destructivo para ti ni para nadie más) que ayude a relajarte. Inhala profundamente unas cuantas veces. Sal a caminar. Limpia la cocina. Siéntate en el baño. Ve a casa de un amigo. Acude a una junta de Al-Anón. Lee un libro de meditación. Vete a la playa. Mira un programa de televisión. Encuentra una manera de separarte emocional, mental (y si es necesario) físicamente de aquello a lo que estás reaccionando. Busca una forma de librarte de la ansiedad. No tomes un trago ni manejes por la calle a 100 kilómetros por hora. Haz algo que no sea arriesgado y que te ayude a restaurar tu equilibrio.
– Analiza lo que ha sucedido. Si se trata de un incidente menor, serás capaz de sobreponerte tú solo. Si el problema es serio, o si te perturba seriamente, tal vez quieras discutirlo con un buen amigo que te ayude a aclarar tus pensamientos y emociones. Las dificultades y los sentimientos crecen cuando tratamos de apresarlos en nuestro interior. Habla acerca de tus sentimientos. Asume la responsabilidad de ellos. Siente verdaderamente lo que estés sintiendo. Nadie te hizo sentir así. Alguien pudo haberte ayudado a que te sintieras de determinada manera, pero el sentimiento lo sentiste tú. Manéjalo. Luego, esclarece tú mismo la verdad sobre lo que sucedió. ¿Estabas alguien tratando de molestarte? (Si hay duda al interpretar algo como un insulto o rechazo, prefiero creer que eso no tuvo nada que ver conmigo. Me ahorra tiempo y me ayuda a sentirme bien conmigo misma.) ¿Estabas tratando de controlar a alguien o algún evento? ¿Qué tan serio es el problema o el asunto? ¿Estás tomando la responsabilidad de otro? ¿Estás enojado porque alguien no adivinó lo que en realidad querías o lo que en verdad querías decir? ¿Estás tomando la conducta de otro de un modo demasiado personal? ¿Alguien oprimió tus botones de culpa o de inseguridad? ¿Es en verdad el fin del mundo, o es meramente algo triste y decepcionante?
– Descubre qué necesitas hacer para cuidar de ti mismo. Toma tus decisiones basándote en la realidad y tómalas en un estado de ánimo apacible. ¿Necesitas pedir disculpas? ¿Quieres olvidarte del asunto? ¿Necesitas hablar con alguien de corazón a corazón? ¿Necesitas tomar otra decisión para cuidar de ti mismo? Cuando tomes tu decisión ten en mente cuáles son tus responsabilidades. No tienes la responsabilidad de que los otros “vean la luz” y no necesitas “enderezarlos”. Tienes la responsabilidad de ayudarte a ti mismo a ver la luz y de enderezarte. Si no te sientes en paz con alguna decisión, olvídala. No es tiempo para tomarla todavía. Espera hasta que tu mente esté
consistente y tus emociones estén tranquilas.

Cálmate. No necesitas sentirte tan asustado. No necesitas sentirte tan frenético. Mantén las cosas en perspectiva. ¡Hazte la vida más fácil!
(Melody Beattie de su Libro Ya no seas Codependiente).

agua_mágico_despertar

Reflexión del Dia: ¡Saltar la barda hacia la Libertad!

309375_255291884501837_138139929550367_823276_8365335_n.....

¿Que son Los Mandatos Parentales?

Son clases de estímulos negativos que quedaron grabados como creencias negativas incuestionables. Son mensajes más emocionales y no verbales que verbales. Se envían y se reciben en momentos de estrés y afectan a áreas específicas de la identidad y el comportamiento natural de la persona.

Cada familia se mueve dentro de sus propios puntos de referencia, dentro de su propia escala de valores y costumbres, y desea que los niños que traiga al mundo se adapten a su propia visión de la existencia. Entonces la familia se dedicará tesoneramente a REFORZAR todas las conductas, pensamientos y emociones del niño que se encuadren dentro de su ESQUEMA, y CASTIGARÁ o IGNORARÁ todas las que se aparten de el. Así poco a poco, los niños se harán una idea de QUÉ ES LO QUE SE ESPERA DE ELLOS, y comenzarán a amoldarse a los MANDATOS PARENTALES.
Sobre la base de las Creencias, Mandatos y Permisos que recibe un niño irá formulando una especie de Plan de Vida o Argumento. El Argumento de Vida es como una cinta grabada, que reproducirá la misma melodía cada vez que se la ponga.Esa cinta nos facilitará la MISMA REACCIÓN cada vez que se presente el MISMO ESTÍMULO, y además, nos llevará a elegir los estímulos que nos permitan utilizar esa cinta, dentro de un cierto margen de creatividad y libertad.
El máximo EXPONENTE DE LA LIBERTAD que tenemos,es nuestra CAPACIDAD PARA CAMBIAR nuestro argumento infantil, por otro que se adapte más a nuestras necesidades adultas. Nuestros programas, libretos o guiones de vida se pueden cambiar. Para eso deben darse dos condiciones:

1.- Que la persona tome conciencia de que algo en su vida no va bien, y está en sus manos modificar los aspectos desfavorables; que no es simplemente una “Víctima de las circunstancias”.
2.- Que desee cambiar, asumiendo plena responsabilidad.

Para modificar el Argumento o “guión de vida” hay que identificar los mandatos que hemos tomado de nuestros padres o figuras de autoridad, y que se han grabado en nuestro inconsciente como Creencias y siguen funcionando como bloqueadores o inhibidores de nuestro deseo. Cada mandato tiene su reverso, un PERMISO: de existir, de ser uno mismo, de lograr, de saber.

Para cambiar y desarrollarnos, debemos darnos permiso y revocar los mandatos grabados. Todo cambio implica mover estructuras quizás muy rígidas y que en cierta manera no son fáciles por estar demasiado acomodados en situaciones que consideramos ventajosas, los cambios nos generan emociones de miedo pero también de curiosidad y hay que empujar duro para vencer el miedo y atreverse a la curiosidad, así que adelante y actúe con valentía hacia su sanidad emocional. ¡Atrévete a «saltar la barda»!.

(Fragmentos del Documento “Los Mandatos Recibidos y Sostenidos” de Luis Berli y del Articulo de Lic. Luz Jeannette Rodríguez C.)
207541_449118668454357_2040467873_n

Reflexión del Día : La relación más importante de todas

389203_372612849463248_2032272734_n

La relación más duradera que tendré en mi vida es la que tengo conmigo. Todas las demás relaciones vienen y van. Incluso los matrimonios que duran «hasta que la muerte nos separe» finalmente acaban. La única persona con quien estoy siempre soy yo. Mi relación conmigo es eterna.
Así pues, ¿Cómo es esta relación?
Al despertar por la mañana, ¿Me alegro de encontrarme en mi compañía? ¿Soy una persona con quien me gusta estar? ¿Disfruto con mis pensamientos? ¿Me río conmigo? ¿Amo mi cuerpo? ¿Me siento feliz de estar conmigo?

Si no tengo una buena relación conmigo, ¿cómo puedo tenerla con otra persona? Si no me amo, siempre estaré buscando a alguien que me complete, que me haga feliz, que haga realidad mis sueños.

(Louise L. Hay).
546079_416583185028129_1195524837_n

Reflexión del Dia: ¡El Miedo nos hace dependientes!

alborova5

¿Por que somos dependientes? Fundamentalmente por¡MIEDO!.
Krishnananda en su Libro De la Codependencia a la Libertad (Cara a cara con el miedo); nos invita a trabajar los miedos aportando ideas esenciales para entenderlos y poder relacionarnos de una manera saludable. Este autor explica claramente como el niño aterrado, que algunas personas llevamos dentro, reacciona y exige con estrategias determinadas cuando se tiene que enfrentar a algún tipo de frustración y siente la privación, el vacío y el abandono que aprende a compensar también de manera muy característica, creando una serie de patrones de comportamiento para protegerse.
Solamente haciendo un buen trabajo de autoconocimiento, puede el dependiente ver cuales son esos patrones y entender porque reacciona así y cual es la verdadera causa de su miedo.
Los seres humanos sentimos el afecto o la falta de el, desde que estamos en el vientre de la madre. Registramos todas las emociones maternas y hasta cerca de los 6 o 7 años, depende del trato que nos brinden se determinara nuestro carácter. De niños sentimos la amenaza de perder el afecto de nuestros padres si no acatábamos lo que ellos decían, es decir, desde muy temprano, aprendimos a amarnos y apreciarnos o a rechazarnos y renunciar a nosotros, dependiendo de los demás. Si no fuimos adecuadamente amados, valorados, comprendidos y apreciados, por las personas que fueron mas significativas para nosotros (papa, mama, personas que nos criaron, maestros, etc.).
Esto supuso un trastorno que quedo en el subconsciente y que se inicio a corta edad. En la medida que nuestros padres nos ayudaron o fallaron en satisfacer nuestras necesidades de afecto siendo apenas unos niños, empezamos a formarnos emocionalmente. De todo esto dependen los vínculos con las personas que nos rodean en el presente. Esto hace que con padres, amigos o parejas, tengamos que renunciar a nuestros intereses permitiendo que nos gobiernen los de ellos.

– Para tener contento a papa y mama había que sacar buenas notas, de lo contrario nos hacían sentir que eramos los culpables de su ira, de su disgusto y de los castigos que nos brindaban.
– Nuestros amigos o amigas eran aquellas personas que gozaban la aprobación de nuestros progenitores, de lo contrario teníamos que sostener amistades clandestinas y relaciones secretas, que era peor.
– Cuando mama se enojaba por algo que no hacíamos y que no era de su agrado, nos amenazaba con «ya no te voy a querer», «me voy a enfadar contigo y ya no te voy a hablar». Teníamos miedo ante la amenaza de perder la protección y seguridad que solo obtenemos de ellos.

Resumiendo: Nuestro niño/niña interior esta asustado y ha aprendido a «portarse bien». para no sentir ese enorme miedo a ser abandonado, a la soledad. Así nos convertimos en los adultos sumisos que nos vamos a tragar todo el descontento que significa establecer relaciones destructivas con las personas menos indicadas, pero que nos harán repetir una y otra vez ese circulo de temor oculto y baja autoestima en que nos quedamos estancados.
Reafirma Krishnananda

Equivocadamente en nuestra vida de adulto, hemos decidido que otras personas deben cubrir nuestras carencias tempranas de afecto y aprobación que no hubo en la infancia.

(Tomado del Libro De la Dependencia Emocional a la Libertad de Ser de Pilar Casas).
530c72c9-351e-41da-9dc4-6c156f37751d