Reflexión del Día: Libertad de Ser

564074_388634351208663_720772432_n

La Autodependencia
Esto es la autodependencia: Saber que yo necesito de los otros, que no soy autosuficiente, pero que puedo llevar esta necesidad conmigo hasta encontrar lo que quiero, esa relación, esa contención, ese amor.
Autodepender significa establecer que no soy omnipotente, que me sé vulnerable y que estoy a cargo de mí. Yo soy el director de esta orquesta, aunque no pueda tocar todos los instrumentos. Que no pueda tocar todos los instrumentos no quiere decir que ceda la batuta. Yo soy el protagonista de mi propia vida. Pero atención: No soy el único actor, porque si lo fuera, mi película sería demasiado aburrida. Así que soy el protagonista, soy el director de la trama, soy aquel de quien dependen en última instancia todas mis cosas, pero no soy autosuficiente. No puedo estructurarme una vida independiente porque no soy autosuficiente. La propuesta es que yo me responsabilice, que me haga cargo de mí, que yo termine adueñándome para siempre de mi vida.
Autodependencia significa dejar de colgarme del cuello de los otros. Puedo necesitar de tu ayuda en algún momento, pero mientras sea yo quien tenga la llave,esté la puerta cerrada o abierta, nunca estoy encerrado. Me sé dependiente, pero a cargo de esta dependencia estoy yo. Autodependencia es, para mí, sinónimo de salud mental.
Autodependencia significa contestarse las tres preguntas existenciales básicas: Quién soy, adónde voy y con quién. Pero contestarlas en ese orden. Al respecto, yo suelo decir que contestarse estas preguntas determina la diferencia entre un ser humano, un individuo o una persona. Porque éstos son tres conceptos diferentes. Ser una persona es más todavía. Para llegar a ser una persona es necesario asistir y padecer un proceso. El proceso de convertirse en persona, como lo llamaba Carl Rogers, es doloroso; implica ciertas renuncias, ciertas adquisiciones y también mucho trabajo personal.
Para autodepender, voy a tener que pensarme a mí como el centro de todas las cosas que me pasan. Es tu responsabilidad. No podemos seguir echandole la culpa al otro. No podemos seguir creyéndonos esta cosa que ya ni siquiera es una pauta educativa. Entonces, lo que digo con la palabra autodependencia es:

Puedo pedirte ayuda, pero dependo de mi mismo.
Dependo de mis partes mas adultas para que se hagan cargo del niño que sigo siendo.
Dependo de mis partes mas crecidas para que se hagan cargo de mis aspectos mas inmaduros.
Dependo de ocuparme de mi.
Dependo de poder ocuparme de ser capaz de depender del adulto que soy sin miedo a que me vaya a abandonar

Lo que pasa con la gente que sufre es que ha sido abandonada de si misma. Ha padecido el abandono de sus partes adultas; sus niños han quedado a la deriva, sin nadie que los contenga. Y han tenido que ir a buscar por ahí, a cualquier lado, ayuda, y mas que ayuda, dependencia. Este es un proceso absolutamente reversible. Siempre, siempre.
Tengo que poder darme cuenta que hay un adulto en mi que tiene que hacerse cargo de ese niño en mi. Despues de poder depender de mi, después de saber que me tengo que hacer cargo de mis aspectos dependientes, recién entonces buscar al otro.
Para poder ayudarte, pedirte, ofrecerte, para poder darte lo que tengo para darte y poder recibir lo que Tu tengas para darme, primero voy a tener que conquistar este lugar, el lugar de la autodependencia.
Y ya que dependo de mi, voy a tener que concederme a mi mismo algunos permisos si quiero ser una persona. Y digo concederme a mi mismo y digo que te concedas a tu mismo y digo que cada uno haga lo propio; porque no hablamos del señor que cometió un error y esta preso, de la pobre mujer descerebrada que esta en una cama del hospital ni del hombre que agoniza victima de una enfermedad terminal… Hablamos, en verdad, de nosotros. De los permisos que Virginia Satir llamaba  -inherentes a ser persona-.
Cualquiera que no ostente alguno de estos cinco permisos no es una persona. Y uno se pregunta, ¿qué es, si no es una persona?… Será, con toda seguridad, un ser humano, tal vez también un individuo, pero, una persona NO. Porque, como dije anteriormente, ser persona es mucho más.

1. Me concedo a mí mismo el permiso de estar y de ser quien soy, en lugar de creer que debo esperar que otro determine dónde yo debería estar o cómo debería ser.
2. Me concedo a mí mismo el permiso de sentir lo que siento, en vez de sentir lo que otros sentirían en mi lugar.
3. Me concedo a mí mismo el permiso de pensar lo que pienso y también el derecho de decirlo, si quiero, o de callármelo, si es que así me conviene.
4. Me concedo a mí mismo el permiso de correr los riesgos que yo decida correr, con la única condición de aceptar pagar yo mismo los precios de esos riesgos.
5. Me concedo a mí mismo el permiso de buscar lo que yo creo que necesito del mundo, en lugar de esperar que alguien más me dé el permiso para obtenerlo.

Estos cinco permisos esenciales condicionan nuestro ser persona. Y ser persona es el único camino para volverse autodependiente. Porque estos permisos me permiten finalmente ser auténticamente quien soy.
El primero dice que si yo soy una persona tengo que concederme a mí mismo la libertad de ser quien soy.
¿Qué quiere decir esto? Dejar de exigirme ser el que los demás quieren que sea: el que quiere mi jefe, el que quiere mi esposa, el que quieren mis amigos o el que quieren mis hijos. Ser persona es darme a mí mismo la libertad de ser el que soy. Es probable que a muchos no les guste que sea el que soy; es probable que cuando otros descubran que soy el que soy —y que además me doy la libertad de serlo— se enojen conmigo.
Todos podemos llegar a ser personas, pero si no empezamos por este permiso, no hay posibilidades; nos quedaremos siendo individuos parecidos a muchos otros individuos que se sienten a sí mismos diferentes, pero que obedecen y pertenecen al club de aquellos que no se dan el derecho de ser quienes son; que intentan parecerse a los demás.
(Pilar Casas del Libro De la Dependencia Emocional a la Libertad de Ser).

retratos-de-mujeres-con-flores (6)

También te podría gustar...

Deja un comentario