Reflexión del del Dia: 29 de Octubre

Melody Beattie, en su Libro «Ya no seas Codependiente» reitera que el codependiente que actúa como rescatador-cuidador se mueve en el triángulo del drama o de Karpman. Muy peligroso para nuestra salud mental y física.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Si el ser cuidador está provocándote problemas, puede resultar una experiencia crucial para ti. En una hoja de papel, detalla todas las cosas que consideras son tu responsabilidad. Hazlo considerando tu participación en el trabajo, con tus hijos con amigos y con tu cónyuge o amante. Ahora, haz una lista detalle por detalle de cuáles responsabilidades en tu vida corresponden a otras personas. Si compartes alguna responsabilidad, pon en la lista qué porcentaje consideras apropiado para cada persona. Por ejemplo, si tu cónyuge trabaja y tú has elegido ser ama de casa y trabajar medio tiempo, haz una lista de cuál es el porcentaje de responsabilidades financieras que tú absorbes y cuál es el porcentaje de responsabilidades en los quehaceres domésticos que él o ella asumen. Te sorprenderá la cantidad de responsabilidades que te has echado encima sin que te correspondan y qué pocas has permitido que los otros asuman También encontrarás que has estado tan ocupado con los asuntos ajenos que has sido negligente con algunas de tus verdaderas responsabilidades.
Familiarízate con el triángulo del Drama de Karpman y de cómo llevas a cabo ese proceso en tu vida. Cuando te encuentres rescatando, fíjate en tus cambios de estado de ánimo y en los distintos papeles que juegas. Cuando te sorprendas sintiéndote resentido o usado, averigua cómo hiciste para rescatar. Practica conductas no rescatadoras: di que no cuando quieras decir no. Haz cosas que quieras hacer. Rehúsate a adivinar lo que la gente quiere y necesita; en vez de ello insiste en que los demás te pregunten directamente qué es lo que necesitan y quieren de ti. Empieza a pedir directamente lo que quieres y necesitas. Rehúsate a asumir las responsabilidades de los demás. Cuando tú al principio dejes de cuidar a la gente que está acostumbrada a que la cuides, pueden enojarse o frustrarse. Has cambiado el sistema, has hecho olas. Esto significa más trabajo para ellas, y que ya no te pueden seguir usando. Explícales lo que estás haciendo, y permíteles ser responsables de sus sentimientos. Te darán las gracias después. Tal vez lleguen a darte una sorpresa; en ocasiones las personas que creíamos menos capaces de cuidar de sí mismas pueden hacerlo, cuando dejamos de cuidarlas nosotros.

Reflexión: Los codependientes vivimos angustiados y ansiosos casi toda nuestra vida, y tendemos a ser rescatadores-cuidadores. Ese papel nos agobia y autodestruye. Queremos controlar a los demás y solo ganamos problemas serios con la salud emocional. Los sentimientos que afloran son negativos mientras nos movemos en este proceso de drama y aflicción, (Alpha).

¿Te comportas habitualmente como un rescatador? ¿Has detallado los sentimientos que te embargan? Comenta tus experiencias acá.

Meditación 29 de Octubre… Deshacer tus errores

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós plantea la necesidad de trabajar el Paso X de CoDA, esto nos permite liberarnos de aquellos errores por los que debemos expresar nuestras disculpas.

Si deseas conocer más sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

«Continuamos haciendo un inventario personal y cuando nos equivocamos lo admitimos de inmediato». Este es el Décimo Paso del Programa de Doce Pasos de Alcohólicos Anónimos. También es un paso que muchas personas sabias no trabajan en un programa y lo saben.
A veces los errores que cometemos son pequeños. Decimos algo que hiere a otra persona. O nos comportamos de una manera que sabemos que es inapropiada, y nos sentimos mal por ello. A veces los errores son más grandes. Es posible que hayamos tomado un trabajo o nos hayamos metido en una relación pensando que era una buena idea solo para descubrir más tarde que no fue así.
Por las razones que nos motivaron en ese momento, cometimos un error. Dimos una vuelta equivocada en el camino, y la dirección en la que vamos no es a dónde queremos ir. O hemos llegado a un callejón sin salida.
El Paso Diez es parte del Programa, una doceava parte del programa, porque alguien sabía que lo necesitaríamos, tal vez una doceava parte del tiempo. Las palabras «lo lamento» están en nuestro idioma porque también hemos desarrollado la necesidad de esa frase.
No hacer las paces puede dañar nuestras relaciones. Cuando el orgullo o la vergüenza nos impiden compensar, cerramos nuestros corazones a Dios, a nosotros mismos ya las personas que amamos.
Admite tu error. Toma las medidas necesarias para corregir la situación para ti y las personas involucradas.
Solo abre tu corazón y di estas cinco palabras: lo siento, estaba equivocado.
Entonces déjalo ir, y continúa con tu vida. Ten el coraje de hacer lo que necesitas hacer para encaminar tu vida.

«»Dios, ayúdame a admitirme ante mí mismo, ante ti y ante los demás cuando estoy equivocado y he cometido un error, ya sea un giro pequeño o uno equivocado en mi vida. Entonces, ayúdame a deshacer mis acciones y volver a encarrilarme.

Reflexión: Como humanos podemos cometer errores, lo importante está en reconocerlos y pedir disculpas. Decir lo siento significa mucho para la persona que ofendimos, pero más significa para quienes estamos sanando espiritualmente. (Alpha).

Has trabajado el Paso Diez de CoDA? Comparte tus vivencias al respecto.