Reflexión del Dia: 11 de Julio

Melody Beattie, en su Libro Ya no seas Codependiente ratifica que el apego afectivo corta toda posibilidad de alcanzar la paz y serenidad en la vida del codependiente.

Si deseas conocer más sobre esta Autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esta vía.

Reflexiona sobre esto:

Una persona codependiente es aquella que ha permitido que la conducta de otra persona la afecte, y que está obsesionada con controlar la conducta de esa persona. La otra persona puede ser un niño o adulto o un amante o un cónyuge, un hermano o hermana, un abuelo o abuela, un cliente o un amigo íntimo. Estas personas pueden ser alcohólicas, drogadictas, gente mental o físicamente enferma, una persona normal que de vez en cuando tiene sentimientos de tristeza, o una de las personas mencionadas anteriormente.
Pero el núcleo de la definición y de la recuperación no está en la otra persona, no importa cuánto lo creamos así, Está en nosotros mismos, en la manera en que permitimos que la conducta de otra persona nos afecte y en la forma en que tratamos de afectarla a ella: en los cuidados obsesivos, controladores, “ayudadores”, en la baja autoestima que raya en el odio hacia uno mismo, en la autorepresión, en la abundancia de ira y de culpa, en la peculiar dependencia de gente peculiar, en la atracción por y en la tolerancia de lo bizarro, en el estar centrado en otro que conduce al abandono de uno mismo, en problemas de comunicación, problemas de intimidad y en un continuo torbellino a través de las cinco fases del proceso de duelo.

Reflexión: El apego corrompe. Para mí, es el principal motivo de sufrimiento en la historia de la humanidad. Si el apego corrompe, pierdes tu dignidad, tu respeto, tus valores más esenciales. También pierdes libertad, y no puedes decidir cómo te vas a mover. Pierdes tranquilidad porque una de las características del apego es el miedo a perder aquello que deseas. Finalmente, pierdes también la alegría. Tu mente está tan metida en invertir recursos que pierde la posibilidad de disfrutar la vida con muchas otras cosas, te absorbe. (Walter Riso).Deseas profundizar en este concepto lee aquí

¿Estás apegado a algo o a alguien? ¿Sientes las consecuencias de ese apego? Comparte tus vivencias.

Meditación 11 de Julio … Trae ante Dios cualquier petición

Melody Beattie, en su Libro El Lenguaje del Adiós reitera que el codependiente en el sendero espiritual de su recuperación debe asumir el poder de la Voluntad Divina en nuestras vidas.

Si deseas conocer más sobre esta autora/Consejera y particularmente con referencia a este Libro visita la Web de Amazon y adquierelo por esa vía.

Medita sobre esto:

Trae ante Dios cualquier petición que tengas.
Ninguna petición es demasiado grande; ninguna es demasiado pequeña o insignificante.
Cuán frecuentemente limitamos a Dios al no traer ante Dios todo lo que queremos y necesitamos.
¿Necesitamos ayuda para lograr el equilibrio? ¿Para pasar el día?
¿Necesitamos ayuda con alguna relación en particular? ¿Con un defecto de carácter en particular? ¿Para obtener alguna cualidad de carácter?
¿Necesitamos ayuda para progresar en alguna tarea en particular que nos esté desafiando? ¿Necesitamos ayuda con un sentimiento?
¿Queremos cambiar alguna creencia autoderrotista que nos ha estado desafiando? ¿Necesitamos información, un mayor conocimiento de uno mismo? ¿Apoyo? ¿Un amigo?
¿Hay algo en el universo de Dios que realmente nos pudiera brindar alegría?.
Podemos pedirlo. Podemos pedirle a Dios cualquier cosa que queramos.
Pon la petición en manos de Dios, confiando en que ha sido escuchado, y luego suéltala, déjala ir. Déjale la decisión a Dios.
Pedir lo que queremos y necesitamos es cuidar de nosotros mismos.
Confiemos en que el Poder superior al que le hemos entregado nuestra vida y voluntad realmente se preocupa de nosotros y de lo que queremos y necesitamos.

«Hoy le pediré a mi Poder Superior lo que quiero y necesito. No exigiré, pediré. Y luego, lo dejaré ir.

Mi Reflexión: Dios no nos pide que nos sometamos porque él es un tirano, sino porque él es un Padre amoroso y sabe lo que es mejor para nosotros. Las bendiciones y la paz que obtenemos por rendirnos humildemente y someternos diariamente a él, son un don de la gracia que no se puede comparar con nada en este mundo.(Alpha).

¿Aceptas la voluntad de Dios en tu vida? S¿ometes tus planes y proyectos a la guía de Dios? Comenta acá.